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ᶠᵉˡⁱᵖᵉ'ˢ ᵖᵉʳˢᵖᵉᶜᵗⁱᵛᵉ
— ¡Vas a devorar con la película! —exclamó Juani.
Su novia a su lado sonrió. — Va a salir todo bien, te va a ir espectacular.
— Gracias Sofi.. —dije con una sonrisa forzada.
El bullicio de la sala se desvaneció en un murmullo distante mientras mis pensamientos se perdían en el recuerdo de aquella noche en España, la última vez que vi a Mar. Tres años habían pasado desde entonces, pero su recuerdo seguía tan vívido como el día en que se marchó.
Suspiré, sintiendo el peso de su ausencia incluso en medio del éxito y la emoción de la premier de la película. Había seguido adelante con mi vida, había encontrado éxito en mi carrera y había aprendido a vivir con el vacío que dejó su partida, pero en lo más profundo de mi corazón, seguía anhelando su presencia a mi lado.
Miré a mi alrededor, observando a mis amigos y seres queridos compartiendo este momento conmigo. Juani y Sofi estaban allí, apoyándome como siempre lo habían hecho, y a pesar de la alegría que sentía al tenerlos a mi lado, una parte de mí seguía sintiendo la falta de ella.
— Le hubiera encantado venir... —murmuré, dejando que las palabras fluyeran con un deje de nostalgia y melancolía.
Juani rodeó mis hombros con un gesto de consuelo, y Sofi me sonrió con dulzura. Sabían lo que Marina significaba para mí, lo mucho que la extrañaba incluso después de tanto tiempo.
— Dale que A Contraluz Del Amor se va a la fama, Pipon.
Un suspiro escapó de mis labios. — Eso espero Juani.
— Feli... —al oír el llamado de Sofia, la miré y ella traía una sonrisa algo melancólica—. Va a ser un éxito porque es tu película, tiene un significado especial y estoy muy segura que en algún lugar de este mundo, ella la va a ver.
Mientras me preparaba para dar la presentación de mi película en el evento, sentía una mezcla de emociones revoloteando en mi interior. Estaba nervioso, emocionado y nostálgico al mismo tiempo. Cada paso que daba hacia el escenario me acercaba un poco más a compartir mi obra con el mundo, pero también me recordaba lo mucho que Marina hubiera disfrutado este momento.
Antes de subir al escenario, tomé un momento para respirar profundamente y recordar las palabras de aliento que me daba ella cada vez que tenía que grabar alguna escena. Su recuerdo me dio fuerzas para seguir adelante, para enfrentar el desafío con valentía y determinación.
Cuando finalmente me encontré frente al micrófono, mirando a la audiencia expectante, sentí un cosquilleo de emoción recorriendo mi cuerpo. Hablar sobre mi película era hablar sobre una parte de mí, sobre mis sueños y mis pasiones más profundas. Y en ese momento, Mar estaba presente en cada palabra que salía de mis labios.
— Quiero comenzar agradeciendo a todos ustedes por estar acá esta noche y por compartir este momento tan especial conmigo. Esta película, A Contraluz Del Amor, es mucho más que un proyecto cinematográfico para mí. Es el fruto de años de trabajo, de pasión y de dedicación. —en el público pude divisar a los chicos con sonrisas en sus rostros, indicándome que todo estaba saliendo bien—. Cuando comencé este viaje, nunca imaginé hasta dónde me llevaría. Cada escena, cada diálogo, cada detalle fue moldeado por mis propias experiencias, por las personas que han tocado mi vida de una manera u otra. Y, sobre todo, fue moldeado por el amor. —me tomé unos segundos para admirar el público y decir: —. El amor es el tema central de esta película. No el amor idealizado de los cuentos de hadas, sino el amor real, con sus altibajos, sus conflictos y sus desafíos. Es un homenaje a todas las formas en que el amor se manifiesta en nuestras vidas, a todas las maneras en que nos transforma y nos hace crecer como personas. —los recuerdos se apoderaron de mi y mis ojos se cristalizaron, con las lágrimas amenazando salir—. Quiero dedicar esta película a alguien muy especial, alguien que siempre ha sido mi inspiración y mi motivación. Iris Marina Pardella, donde quiera que estés, esta película es para vos. Tu amor y tu apoyo fueron luz en los momentos más difíciles, y sé que estás mirándome desde algún lugar con una sonrisa en el rostro. Te amo princesita, y siempre te voy a llevar en mi corazón. —forcé una sonrisa, conteniendo mis ganas de llorar al no tenerla a mi lado—. Y a todos ustedes, les agradezco de todo corazón por estar acá y por compartir este momento. Espero que disfruten de la película tanto como yo disfruté haciéndola. Gracias.
Al finalizar mi presentación, la audiencia estalló en aplausos, reconociendo el trabajo y la dedicación que había invertido en mi película. Miré a mi alrededor, viendo las sonrisas y las lágrimas en los rostros de quienes me rodeaban, y supe que mi Mar estaría orgullosa de lo que había logrado.
Al bajar del escenario, una sensación de gratitud y satisfacción me invadió. Había compartido mi historia con el mundo, había dejado una parte de mí en cada palabra pronunciada.
— Me hiciste llorar gil. —dijo Simón tratando de poner humor a la situación.
Mis amigos se acercaron con una mezcla de emociones en sus rostros, reflejando tanto la alegría por el éxito de la película como el peso de la ausencia de el amor de mi vida y de su amiga. Los observé con gratitud, reconociendo el apoyo incondicional que siempre me habían brindado, incluso en los momentos más difíciles.
Blas me dio una palmada en el hombro, sus ojos brillaban con orgullo.— Lo hiciste genial, amigo. —dijo con una sonrisa reconfortante—. Estoy seguro de que estaría orgullosa de vos.
Un nudo se formó en mi garganta mientras luchaba por contener las lágrimas. Sentí el calor reconfortante de la mano de Sofi en la mía, su mirada comprensiva hablaba más que mil palabras.— Estamos acá para vos, siempre vamos a estar. —comentó con dulzura.
Mis amigos compartían mi triunfo, pero también compartían mi dolor. En ese momento, me di cuenta de cuánto significaban para mí, cuánto me habían ayudado a superar los momentos más oscuros. Aunque Marina ya no estuviera físicamente presente, su amor seguía vivo en los corazones de aquellos que la amaban.
Agradecí en silencio por tener a estas personas maravillosas a mi lado, prometiéndome a mí mismo honrar la memoria de ella viviendo una vida plena y significativa. Porque sabía que, mientras la llevaba en mi corazón, nunca estaría solo en este mundo.
Y así, mientras ellos hablan, mi mirada vagaba por la sala, deteniéndose en una figura familiar, observándola con atención mientras conversaba animadamente con Enzo y Agustín. Su cabello oscuro caía en cascadas sobre sus hombros, enmarcando su rostro con una elegancia cautivadora. El vestido rojo que llevaba resaltaba su belleza natural.
Era ella.
Marina.
Mi chica.
Pero algo en su aura parecía diferente, fuera de lugar.
Al intercambiar miradas, noté que no era la Marina que conocía. La chispa en sus ojos había desaparecido, reemplazada por una sombra de tristeza que no podía ignorar. Su sonrisa, que solía iluminar la habitación como un rayo de sol, ahora era apenas un reflejo débil de lo que una vez fue.
El corazón se me encogió al verla así, tan distinta a la chica alegre que recordaba. ¿Qué le había pasado en todos estos años? ¿Qué había causado este cambio en ella?
Las preguntas revoloteaban en mi mente, pero no había respuestas a la vista. Por un momento, me sentí tentado a acercarme, a romper la barrera que nos separaba y preguntarle qué le pasaba. Pero algo en su mirada me detuvo, una advertencia silenciosa de que las heridas que llevaba eran demasiado profundas para sanar con unas simples palabras.
Suspiré con pesar mientras me apartaba de la multitud, dejando que la música y las risas se desvanecieran en el fondo. En medio del bullicio de la sala, me encontraba solo con mis pensamientos y mis emociones encontradas.
El reencuentro con ella despertaba en mí una mezcla de alegría y dolor, de esperanza y miedo. Pero sobre todo, despertaba una chispa de determinación en mi interior, una promesa silenciosa de que encontraría las respuestas que buscaba, sin importar lo que tuviera que hacer para encontrarlas.
Con paso firme, me dirigí hacia donde ella estaba, preparado para enfrentar lo que sea que el destino tuviera reservado para nosotros. Porque en ese momento, en medio del caos y la incertidumbre, sabía que una cosa era segura: Marina había vuelto a mi vida.
Al acercarme, noté cómo su expresión cambiaba ligeramente al percatarse de mi presencia. Había una chispa de sorpresa en sus ojos, seguida de una mezcla de emociones que no pude descifrar por completo.
— Hola, Mar... —saludé con voz suave, tratando de ocultar la tormenta de emociones que revoloteaba en mi interior.
Ella me devolvió el saludo con una sonrisa forzada, que no lograba alcanzar la calidez que solía caracterizarla. Era evidente que algo la estaba perturbando, pero no sabía cómo abordar el tema sin invadir su privacidad.
A Contraluz Del Amor, película que grabó
F G.O. para su queridísima I.M P.
Inspirada en su lazo de amor que significó y significará demasiado hasta el último día de su vida.
Damas y caballeros, esto fue The Beach.
— Luna M.