POV FREEN
Estaba en la oficina, terminando los pendientes para las nuevas construcciones, cuando Rebecca me llamó para informarme que iba a solicitar el divorcio incluso sin mí. Me molesté tanto que dejé todo lo pendiente para dirigirme al bar y mandé mensajes a mis amigos para encontrarnos ahí. Al llegar, me bebí tres rondas de whisky, seguido por tequila, ron, todo lo que me sirvieran estaba bien. Pero cuando comencé a arrastrar las palabras, mis amigos se rehusaron a servirme más alcohol, evitando que siguiera ahogando mis penas.
Intentaron evitar que continuara bebiendo, pero fracasaban. Así que decidieron llamar a Heidi, quien llegó en poco tiempo.
"Freen, ya estás ebria. No está bien que sigas bebiendo" - dijo Heidi mientras se sentaba a mi lado y quitaba mi copa de las manos. Solo cerré mis ojos, ignorando todo.
"Oye Heidi, te la dejamos a ti. Enseguida regresamos" - susurró Noey.
"No, s..se q....quedan aa...aquí los tles" - grité a mis amigos. Agarré otro vaso y serví más whisky, ignorando a Heidi.
Heng, Nam y Noey hicieron una mueca cuando bebí todo el contenido de un trago, y con la mirada incitaron a Heidi a que me detuviera estiró la mano intentando quitarme el vaso, pero esta vez pude esquivarla.
"Freen, por favor, ya basta" - intentó varias veces quitar el vaso, pero nunca lo entregué. En este punto, había empezado a enfadarme. Ya no estaba de humor, así que lancé el vaso, haciendo que se rompiera en el suelo.
"S...Sabes p...p...por que estoy....a...asi" - Mire a heidi - Be... Bec...ky q...uiere dejarme -
"¿Ya terminaste?" - preguntó enfadada Nam sabia que había dicho cosas que no. Sin embargo, no respondí, solo la miré.
"Es hora de irse a casa, entonces vamos" - dijo Heng mientras me tomaba del brazo para ayudarme a levantarme de la silla. Pero en cuanto estuve de pie, me quité de su agarre.
Salí del bar tambaleándome un poco. salí a la calle el aire fresco me golpeó, pose mis ojos en la acera de enfrente, y vi salir a Rebecca con Jane de un restaurante. Hablaban y se reían. Rebecca lucía tan hermosa, Y como siempre, se comportaba adorable. Parecía estar disfrutando de la compañía de Jane mientras le sonreía. Me quedé observándolas mientras mi corazón se rompía en mil pedazos y la rabia brotaba.
La idea de que Rebecca estuviera saliendo con Jane y se arreglara para ella me provocó ganas de golpear a Jane y arrastrar a Rebecca a casa.
Traté de controlarme lo más que pude. Heidi estaba presente y no debíamos dejar que las cosas se salieran de control, pero ver cómo Jane tomaba de la mano a Rebecca llegó a mi límite y el alcohol no ayudaba a calmarme.
"¡Rebecca!" - grité mientras cruzaba rápidamente la acera, seguida de cerca por Heidi y mis amigos.
Llegué al lado de Rebecca y Jane, quienes me veían sorprendidas e incrédulas por mi estado, ya que apenas podía hablar correctamente.
"Freen, vámonos, fue suficiente" - me jaló de la mano Heidi.
"Heng, Noey, lleven a Heidi de vuelta al hospital. No quiero verla aquí" - regañé a mis amigos, quienes jalaron a Heidi y se la llevaron, mientras ella me miraba furiosa.
"¿Qué haces aquí, Rebecca? ¡Contesta!" - grité nuevamente, mirando a Rebecca e intentando tomarla del brazo, pero no coordinaba bien mis movimientos.
"Freen, fue suficiente. Deja de hacer el estúpido ridículo" - regañó Nam, quien era más fuerte que yo y pronto me quedé sin fuerzas, siendo arrastrada por ella.
El valet parking trajo mi vehículo y entregó las llaves a Nam, quien me metió arrastras dentro y me puso el cinturón.
"Cierra la maldita boca de una vez, idiota. Mañana lo lamentarás" - gritó Nam, y yo solo me senté como una niña regañada.
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Desperté con el constante vibrar de mi celular y la molesta luz del sol que se colaba por la ventana. Tomé las sábanas y me cubrí por completo, deseando seguir durmiendo. Pero el teléfono no dejaba de sonar, así que finalmente lo agarré y vi en la pantalla el nombre de Heidi. No quería lidiar con ella después de lo que sucedió ayer, sabía que haría todo un drama autocompadeciéndose. Aunque en realidad, no tenía ninguna explicación por lo que presenció. Por ahora, lo mejor era ignorarla, así que apagué mi teléfono.
"Es mejor que pienses en una buena excusa" - decía Nam mientras entraba a mi habitación.
Nam era mi mejor amiga desde el jardín de infantes. Habíamos crecido juntas y ella sabía todo sobre mí, lo cual la hacía molesta pero también la única persona en quien podía confiar.
"Aún estás aquí" - le dije a Nam, quien parecía molesta.
"Levántate, el desayuno casi está listo" - me respondió mientras salía de mi habitación.
Tomé un baño rápido, me vestí y bajé al comedor, donde Nam estaba terminando de poner la mesa.
"¿Me vas a regañar ahora o después del desayuno?" - le pregunté a Nam mientras la miraba a los ojos. Ella me acercó una taza de café, lo cual me ayudaba a tolerar el día.
"¿Qué te pasa últimamente? ¿Tomaste hasta perder la razón por Becky?" - me preguntó seriamente Nam.
"Rebecca no significa nada para mí" - respondí mientras daba un sorbo de café.
"Eso no es lo que parecía cuando te traje a dormir, no parabas de mencionarla" - sonrió Nam.
"¡Basta con eso, Nam! Me casaré con Heidi, trata de entenderlo de una vez" - alcé la voz, molesta.
"Maldición, Freen, entonces deja a Becky libre. Ya ha tenido suficiente tolerando tu indiferencia, firma el maldito divorcio" - gritó Nam. Apreté mi puño mientras respiraba profundamente, tratando de tranquilizarme. Me molestaba que Nam dijera todo eso.
Justo en ese momento, el timbre comenzó a sonar. Me levanté para ver la cámara de la entrada y suspiré al ver que era Heidi quien estaba tocando.
"Heidi ha llegado" - sonrió maliciosamente Nam.
"Nam, no abras" - le dije, pero ella me ignoró y se dirigió hacia la puerta, dejando entrar a Heidi.
Heidi llegó a mi lado en el comedor y tomó asiento frente a mí, mientras Nam se quedaba en la sala, dándome un poco de espacio con Heidi.
"Llevo toda la mañana tratando de contactarte por teléfono. Me siento mal y necesitaba que estuvieras en el hospital. Y después de tu escena de ayer, merezco una explicación, Freen" - alzó la voz Heidi, pero yo no estaba de humor para tolerarla.
"Heidi, podemos hablarlo después. Tengo asuntos importantes que discutir con Nam. Es mejor que regreses al hospital, dada tu condición, no puedes estar saliendo de ahí" - le dije.
"No me iré hasta que me expliques" - insistió Heidi.
"Heidi, vete. No quiero verte ahora. Tengo asuntos que atender con Nam, así que lárgate" - tomé a Heidi del brazo y la dirigí hacia la salida. Indiqué a mi chofer que la llevara de vuelta al hospital.
Nam me veía sorprendida, ya que nunca me había visto tratar así a Heidi. Regresamos al comedor.
"Deberías empezar a tratarla mejor. Pronto se casarán y será para siempre" - dijo Nam con seriedad.
"Nam, no ahora. Me duele la cabeza" - respondí.
"Freen, no sé a qué estés jugando, pero debe parar" - me regañó Nam.
Mi resaca combinada con los regaños de Nam no era precisamente mi mañana soñada. Mientras seguía desayunando con Nam, mi mente se concentraba en aquella noche estando con Becky, sus labios eran el paraíso. Pero no sabía qué decisión tomar solo emití un gran suspiro.