Regulus no había tardado en llevar a ____________ a la casa de Bill y Fleur, seguido de los demás. Fleur le indicó que la llevara a una recámara para poder curarla; al dejarla en la cama, se hizo aún lado y dejó que la curaran.
Harry también entró a la habitación, miraba aquella escena con cierto horror; él pensó por un momento que todos habían salido ilesos de alguna forma, que mal pensó.
Dejó de mirar a la chica y miró a Regulus, quien se observaba sus manos llenos de sangre, sangre de ___________ cuando le quitó el puñal de su abdomen.
—¿Ella estará bien? —preguntó en un murmuró.
—Eso espero —respondió Bill mientras ponía una poción en su herida.
La chica soltó un grito de dolor, algo que ya no estaba soportando escuchar Regulus, suficiente había tenido en la Mansión Malfoy. Así que se fue de la habitación y sin ver a nadie, salió de la casa, sintiendo lágrimas correr por su rostro; «¿por qué siempre que parecía que podría estar con ella, algo malo salía?», pensó.
Soltó un grito de frustración, una vez más estaba apunta de perderla, ya no podía vivir con eso; cada vez que pensaba que ya la había salvado, algo siempre le volvía a ocurrir, como si de alguna manera el destino de la chica sea morir cada vez que estaba a su lado.
—Regulus... —escucho una voz femenina atrás de él.
Se quedo estático al escuchar aquella voz, ¿de verdad era ella?
Con lentitud se dio la vuelta, mirando a aquella mujer pelinegra de ojos azules, quien la miraba con cariño.
—Mamá —murmuró Regulus.
—Reggie, cariño, ya te dije que debes de decirme tía —le respondió con una pequeña sonrisa.
El chico se quedo callado, no creía que frente a él tuviera a la mujer que lo había cuidado por algunos años, su tía Paige Jones, la hermana mayor de su madre.
Regulus solía decirle mamá, ya que así la consideraba, pero cuando la mataron frente a él al ser solo un niño, o eso creía a ver visto, ya que no encontraron su cuerpo o algún indicio que siguiera viva.
—Estas muerta —murmuró de forma sorprendida.
—No, no lo estoy —se acercó más a él—. Ocurrieron cosas y estuve cautiva por varios años —habló con calma—. Acaban de sacarme del sótano de la Mansión Malfoy.
Se quedó estático al oír aquello, ¿encerrada en la Mansión Malfoy?
Él nunca se enteró, jamás lo supo, ¿cómo pudieron ocultárselo los Malfoy?
La volvió mirar, su pelo volaba un poco por el aire que había; para Regulus aun parecía un sueño, tenerla viva frente a él.
—Regulus —llamo con cierta timidez Luna—, Fleur dice que ___________ ya está estable.
Al escuchar aquello, reacciono rápido; camino hacía la casa, pero Paige lo detuvo tomándolo del brazo cuando paso a su lado.
—Terminará mal si sigues con ella, Regulus —le dijo de forma triste.
—¿Por qué? —preguntó en un murmullo y la miró.
—Los Black nunca tienen suerte con referente a tener una pareja.
—¿Y tú qué sabes de eso? —dijo con cierto enojo.
—Solo ve cómo terminaron mi hermana y tu padre...
—Eso lo decidiré yo —le respondió entre dientes y se soltó de su agarre.
No la volvió a mirarla y entró sin más a la casa; al llegar a la habitación, Fleur estaba acomodando a ____________, quien ahora descansaba.
—Se pondgá bien —le dijo Fleur—. Es muy fuegte.
Regulus asintió con la cabeza, mientras Fleur salía de la habitación, dejándolos solos.
Se sentó en la cama, tomo uno de sus manos con cariño y la miró, notando como su respiración era normal y calmada.
—Te pondrás bien, «Chérie» —le murmuró—. Estarás bien.
_____________ no supo cuanto tiempo pasó, pero su abdomen dolía cuando intentó moverse un poco. Abrió los ojos lentamente, notando que estaba en una habitación desconocida para ella.
Giró su cabeza hacia un lado, por la ventana pudo notar como el sol empezaba a salir; al mirar en el suelo vio a Hermione, Luna y aquella mujer del sótano, acostadas sobre cobijas y almohadas.
Intentó levantarse, pero solo logró soltar un gruñido de dolor.
—¿Estás bien? —escuchó una voz dulce.
Al mirarla, vio a la mujer levantarse rápidamente para ir con ella y ayudarla a sentarse.
—¿Quién eres? —preguntó en voz baja.
Aquella mujer tomó su tiempo en responderle, mientras le acomodaba de forma amable una almohada atrás de su cabeza.
—Te vi en la Mansión Malfoy —habló por fin Paige—. ¿No estás con ellos? —preguntó mientras se sentaba en la cama.
—Aún no respondes quién eres —atacó ella, su voz seguía débil.
—Y no debería de estar haciéndote preguntas —escucharon la voz de Regulus, quien estaba en la entrada de la habitación—. Te pediría que te alejes de ella, gracias —dijo entre dientes.
La chica miró a la mujer, que solo miraba a Regulus de forma maternal; le dio una última mirada al chico y se levantó para ir rumbo a él, murmurándole algo que ____________ no logro escuchar, pero vio la forma en que el pelinegro se tensó.
—¿Quién era? —preguntó la chica cuando se fue Paige.
—Una conocida —respondió indiferente y se fue a sentar a su lado—. ¿Estás bien? —la miró preocupado.
—Regulus —tomó su mano—. ¿Qué está sucediendo? ¿Quién es?
Él suspiró, a ella no le podía ocultar las cosas; acarició el dorso de la mano de la chica con cariño, y la miró.
—Es Paige Jones —respondió intentado no darle alguna importancia—. Fue como mi segunda madre. Es la hermana mayor de mi madre.
___________ observó a Regulus unos segundos, se veía que estaba en un conflicto interior; tomó su mentón, haciendo que lo mirara a los ojos.
—Se me hizo conocida desde que la vi —habló ella con calma—. Es nariz es la misma que la tuya —aquellas palabras lo hizo sonreír un poco—. Ven, acuéstate conmigo.
—No quiero lastimarte —la miró preocupado—. Sigues débil.
—Prefiero sentirte a mi lado, Regulus. Fue meses horribles y te trate mal —dijo avergonzada.
—¿Recuerdas todo? —preguntó con un brillo en los ojos.
—Todos mis recuerdos tuyos los guardé aquí —enseñó el anillo que llevaba en su dedos anular—. Fue mi idea guardarlo aquí. A veces soy muy lista —sonrió un poco.
Regulus no se pudo contener y la besó, como había extrañado hacer eso.
—Sé que eres muy lista —le murmuró en los labios—. Siempre lo he sabido.
Hermione despertó cuando unos pequeños rayos de sol le dieron en su rostro; se sentía algo débil, pero debía hablar con Ron y Harry, tenían que planear seguir con las búsqueda de los Horrocruxes.
Miró a su lado, Luna estaba acurrucada y abrazaba la almohada como si fuera un peluche; noto que la otra mujer, que no había dicho nada o al menos no a ella, no estaba.
Se levantó con cierta lentitud, en la cama pudo ver a ____________ y Regulus, aún durmiendo. No sabía si aún debía de confiar en ellos, estaban con Voldemort, pero el arriesgar sus vidas hace unas horas atrás, ahora no sabía que pensar.
Salió de la habitación sin hacer ruido; al bajar las escaleras vio a los chicos dormir en la sala.
—¿Ya despegtagon las demás? —preguntó Fleur al verla al pie de las escaleras.
—Siguen durmiendo —respondió.
Al mirar a la cocina, vio a la mujer, quien ayudaba a Fleur a preparar al desayuno; cuando la miró esta le regaló una sonrisa amble.
—Siéntate, ya casi está el desayuno —le indicó amable.
Hermione no respondió, pero se sentó en una de las sillas; el cansancio volvió a llegar a su cuerpo, pero eso no podía descansar mas, aún no.
—¿Quién es usted? —preguntó a la mujer.
—Soy Paige Jones —le respondió sin alguna objeción y le ponía un plato de comida—. La tía de Regulus.
____________ despertó cuando escucho como cerraban la puerta; a su lado aun dormía Regulus, dandole entender que solo estaban ellos en la habitación. Miró al chico, quien la abrazaba con delicadeza mientras seguían durmiendo; sonrió un poco y empezó a acariciar su cabello con lentitud, pensando cuando volverán a tener momentos así.
Regulus empezó a despertar lentamente; descansar de aquella forma le había hecho bien, pues llevabas días sin dormir o incluso no dormía por días. Sintió como la mano de la chica acariciaba su cabello, así que se aferro más a ella.
—Tenemos que levantarnos —le murmuró ella—. Ya es medio día.
—Solo hay que quedarnos cinco minutos más así —giró su cabeza para mirarla—. Solo cinco minutos.
Ella le sonrió con cariño y asintió con su cabeza. Ambos estuvieron callados por unos minutos, disfrutando esa pequeña paz entre la tormenta.
—Tenemos que irnos de aquí —habló la chica, rompiendo en silencio.
—Lo sé. Nos estarán buscando por todos lados —la miró—. No podemos poner en peligro a nadie.
—Entonces, vamonos.
La castaña trato de levantarse de la cama, pero aquello solo causó que soltara un gruñido de dolor, alertando a Regulus que aún no se encontraba bien.
—Debemos de esperar a que estés bien —le dijo preocupado.
—No podemos poner en riesgo a todos —trato de explicar la chica—. Si se enteran que estamos aquí, podrían atacarlos.
Ambos se miraron a los ojos unos instantes, así que decididos, Regulus la ayudó a levantarse de la cama, preocupado por la nueva queja de dolor que soltó.
—¿Estás bien? —preguntó mientras la sostenía para que no cayera al suelo.
—Si, solo es cuestión de que me acostumbre al dolor —lo miró—. Estoy bien, Regulus —dijo al ver su mirada.
—¿Adonde iremos?
—Si, ¿adonde irán? —escucharon la voz de Bill en la entrada de la habitación. Los miraba de forma seria, como un hermano mayor enojado al ver a su hermana menor escapar con su novio—. Será mejor que regreses a esa cama, ahora __________ —le ordenó.
—Bill, no entiendes...
—La casa está asegurada —la interrumpió mientras cruzaba los brazos—. De eso no debes preocuparte. Ahora, quiero que regreses a esa cama.
La castaña se sintió mal, por primera vez Bill la estaba regañando, la hacía sentir culpable. Miró a Regulus, para hacer lo que les dijo, y volvió a la cama.
—Ustedes dos no se irán de aquí —los miró—. Están a salvo y tú no puedes moverte mucho aún —miró a la chica.
—¿Cómo sabes que no vendrán a buscarnos aquí? —preguntó Regulus—. Ellos nos estarán buscando. Lo que hicimos fue traicionarlos. Traicionar al Señor Oscuro.
—Y ahora dejarán que yo los proteja —habló con autoridad—. Ustedes son aún muy jóvenes y se metieron en un lugar muy peligroso. Dejen que por una vez los protejan. Sus padres querrán saber que están bien...
—Nos quedaremos solo si no les dijes nada —interrumpió rápidamente ____________—. Si tú no dices que estamos aquí, nos quedaremos.
—Pero ellos han estado preocupados por ustedes —frunció el ceño el pelirrojo—. ¿Por qué no quieres que le diga a tu padre?
—Porque no sé si me seguirán queriendo después de todo lo que he hecho —respondió en voz baja y sin mirarlo—. Yo no lo estaría.
Regulus se sentó junto a ella, sabía que aquello le iba afectar.
—Yo lo haría si fueras mi hija —dijo Bill, pero ella no respondió—. De acuerdo, no diré nada. Pero deben de quedarse. ¿Tenemos un trato?
—Hasta que me encuentre bien para irnos —aceptó la chica.
—Te traeré algo de comer —dijo cambiando el tema.
—Yo te ayudo —dijo Regulus y miró a la chica—. Tienes que comer algo, realmente te ves mal.
__________ negó con una cabeza y una pequeña sonrisa y ambos salieron de la habitación; aprovechando que la dejaron sola, se levanto con un poco de dificultad de la cama, era verdad que necesitaba descansar y hacer una desaparición en esa condición podía resultar desastroza.
Suspiró y con lentitud camino a la pequeña ventana, donde pudo observar a los lejos el mar; disfruto escuchas las olas y el olor salado le agradaba de cierta manera.
—Deberías de estar en la cama —escucho la voz de Harry.
Cuando giró a verlo, este entraba y cerraba la puerta, tenía una mirada preocupada.
—Te dije que nos volveríamos a ver —respondió la chica.
—No hubo una día en que no lo recordará —confesó y se acercó a ella—. ¿Segura estas bien? —se miraron a los ojos—. Fuiste torturada por Bellatrix...
—Hermione también —hizo una mueca—. ¿Cómo está ella?
—Bien, pero yo hablaba de ti —frunció el ceño—. Te torturaron, Thea. Hiciste que te torturaron más para que Hermione no sufriera tanto. Y ese tipo... te lastimo lazando ese puñal... —trago en seco—. Por una momento pensé que...
—Estoy bien —murmuró y lo abrazo, cosa que Harry aceptó—. Solo son cosas fuera del plan.
Paige escuchaba y veía todo a escondidas fuera de la habitación. Era como una sensación de que todo se repetía, la historia de Regulus y Charlotte, pero ahora con su sobrino y ___________, donde uno terminara peor que el otro.
—¿Qué haces espiando? —escucho la fría voz de Regulus, la cuál le asusto.
—Venía a preguntar si necesitaba algo —respondió rápido—. Pero veo que ya fuiste por comida —dijo al ver la charola con comida.
Regulus solo la miró indiferente; estaba dolido con ella, primero porque había tratado de decir que __________ y él no era buena idea y después de la charla de anoche, no quería verla.
Empezó a caminar hacía la habitación, pero Paige lo detuvo.
—Regulus, lo que hablamos ayer...
—Dijiste que fingiste tu muerte para no cuidarme más, ¿qué más podrías escuchar de ti? —le dijo con una mezcla de dolor y enojo.
—Debes de entender que quería libertad y en esas casa...
—Me dejaste solo con ellos —atacó, elevando la voz—. ¡¿Por qué debería de querer de nuevo una relación con la persona que creía mi madre y me abandono sin yo importarle?!
Su voz había llegado por casi toda la casa, sobre todo porque arrojo la charola al piso al no saber que hacer con todo lo que sentía dentro de él; en el piso de abajo dejaron de hablar, mientras ____________ abría la puerta, dejándola ver junto con Harry.
—¿Qué ocurre? —pregunto la chica.
—Nada —respondió Regulus.
Sin mirar a nadie, bajo las escaleras, saliendo de la casa bajo las miradas de todos, llegando hasta la parte más lejana del jardín.
Sentía que el oxigeno faltaba en sus pulmones, así que inhalaba y exhalaba, tratando de calmarse, pero no podía; las lagrimas salía de sus ojos, mientras se dejaba caer al suelo y a su mente llegaba la conversación de anoche.
«Había abandonado la habitación donde dormía ____________, sobre todo porque las chicas dormirían ahí, no quería incomodarlas. En el pasillo se encontró con Pagie, su tía; no habían podido hablar dado que Regulus estaba muy enfocado en que la mujer que amaba estuviera estable.
—¿Se encuentra bien? —le preguntó en un murmuró a su sobrino, quien solo asintió con la cabeza—. Regulus... hablemos.
—¿De qué quieres hablar? —se oía cansado—. De la idiotez que me dijiste a fuera. Que terminaría mal con ___________ —la miró de forma seria—. No nos conoces.
—Pero si la historia de sus padres —respondió ella con calma.
—Bueno, esa historia no me importa, me importa la mía.
—Es que no lo entiendes.
—Y no lo quiero entender —la miró mal—. ¿Por qué debería de importarme?
—Porque si siguen juntos, todo terminará mal —le respondió sin más. Ambos se quedaron callados unos segundos—. No solo debemos de hablar sobre eso —habló esta vez un poco temerosa—. Sobre mí...
—Te vi morir cuando solo tenía 10 años —le respondió en voz baja, como si vivir el recuerdo aún le doliera.
—Lo sé y lo siento mucho, Reggie —tenía algunas lagrimas en los ojos—. Pero era la única forma de huir de esa casa —el chico la miró un poco desconcertado—. Quería huir de esa vida.
—¿Querías huir de mí también? —preguntó en un murmuró casi inaudible.
Paige miró a su sobrino unos segundos, los cuales ambos sintieron eternos; era como ver de nuevo a ese pequeño bebé que había prometido a su hermana menor cuidar con su vida, algo que no hizo. Ahora quería explicarle sus razones a su sobrino, aquel chico de dieciocho años, él lo entendería, pero se dio cuenta que a él no debía esas explicaciones, sino al pequeño niño de 10 años que lloraba sobre aquel cuerpo falso de quien creía ser su tía, su segunda madre.
—Si —respondió por fin Paige.
Regulus sintió un vuelco en su corazón al oír esa respuesta; la primera vez que se le rompió el corazón fue ver su "muerte", la segunda cuando ___________ murió no una, sino dos veces y la veces en las que casi lo estaba, y ahora está era la tercera vez.
Sintió aquel nudo en la garganta, así que sabía que no podría hablar e incluso que las lagrimas se iban avecinar, tomando la decisión de dejar a su tía ahí de pie, sola, con lagrimas saliendo de sus ojos.»
Regulus no supo cuanto tiempo paso ahí, sentando en el jardín, oyendo las olas del mar, hasta sintió unas cálidas manos en su hombro, limpio rápido sus lagrimas y se levantó, mirando a _________ justo frente a él.
—No deberías de estar fuera de la cama —dijo, tratando de sonar normal.
La chica sonrió triste, limpiando las lagrimas que aun tenía en su mejilla; Regulus había cerrado sus ojos, disfrutando de aquel tacto, que lo estaba sintiendo bien.
—En este momento, prefiero estar contigo, mon amour —le dijo con cariño, mientras Regulus abrió los ojos y la miraba—. Yo no pienso dejarte solo.
Al escuchar aquella palabras, Regulus no tardo en abrazarla, cosa que ella devolvió, pues _________ sabía lo mucho que necesitaba a alguien en ese momento y se había jurado que lo sería ella, que estaría en todos sus momentos, que no lo dejaría solo jamás.