TW / Lenguaje vulgar.
La realidad de Satine Moore y Lip Gallagher estaba unida por sus egos y terquedad desde su primer recuerdo juntos, aunque, sinceramente, no recordaban mucho de esos años.
Para Lip, Satine era la niña rubia molesta que solía golpear sus pantorrillas hasta hacerlo gritar de la furia, escapando por toda su casa, entre carcajadas para refugiarse detrás de una Fiona Gallagher completamente agotada por la vida y su cargo de hermana mayor. En cambio, Satine tenía grabada en su memoria la casa de los Gallagher desde siempre gracias a su madre y su trabajo como enfermera, siendo así a la mayor de los Gallagher su niñera por puro azar del destino. Recordaba cómo su corazón latía por pelirrojo y tierno Gallagher, y cómo en especial su estómago se revolvía al encontrarse con su hermano mayor, Lip. Sentía un rechazo inexplicable hacia él, pero no podía recordar más que ese odio y los intensos ojos azules que la desconcertaban.
Su mutuo odio se intensificó cuando Lip se dio cuenta que Satine era mucho más inteligente que él.
Cada vez que Satine alzaba la mano en clase para expresar lo que Lip estaba a punto de decir, sentía como si revivieran los días en que ella solía morderle los brazos durante sus peleas, resultando en mechones de pelo de la niña de seis años arrancados por el pequeño Lip. Cada vez que ella respondía de manera más rápida y acertada, una sonrisa burlona se dibujaba en sus labios mientras los miraba con un sutil encogimiento de hombros.
"¿Quieres agregar algo más, Philip?" murmuraba con tono dulce, pero sus ojos burlones se transformaban en dulces y manipuladores, insinuando que ella sería la víctima de las futuras acciones del pobre chico — "Puedo darte clases particulares si lo deseas, no es tu culpa ser tan lento."
Ojalá las peleas físicas entre ellos hubieran terminado con el paso del tiempo y el aumento de estatura. Pero ni en los mejores sueños de sus amigos y familia eso habría sucedido.
"Está mal golpear a una mujer, joven Gallagher", le contestó el director. Lip bufó, diciendo: "Ella no es una mujer, es un dolor de culo con el pecho plano."
Esa respuesta le valió a Lip una nariz rota por segunda vez en dos años, cortesía de su compañera de peleas. Por el bien de lo único que consideraban una escuela decente en el Ghetto, ambos fueron cambiados de grado y grupo, calmando su situación durante algunos años, hasta que Lip comenzó a tener brotes de acné y el pelo comenzó aparecer crecer en su cuerpo adolescente, junto a un par de hormonas que lo llevó a tener un historial criminal que le resultó cínico a cualquiera, a excepción de Satine.
Karen Jackson y su constante intento de humillar al otro fue la razón por la cual terminaron arrestados más de una vez.
Esa noche llego a oídos de Satine que Lip le había robado el trabajo de tutora con una buena paga, y aparte de billetes, el chico recibía un tratamiento especial por parte de la boca de Karen Jackson, lo cuál le repudio tanto que tuvo que exigirle respuestas a un tembloroso Ian Gallagher que asustado de tener a una mujer tan cerca suyo casi hace pis en sus pantalones cuando Satine lo acorraló contra la pared, consiguió sus respuestas y después fue a buscar al rubio con un bate entre las manos a su zona de vandalismo favorita donde unos minutos de gritarse y empujarse una patrulla los arrastró hasta la comisaría, lo demás es historia. No era la primera ni la última vez que estuvieron juntos en una patrulla.
"La zorra que se la chupo a tu hermano y después se cogió a tu padre" perdió las cuenta de las veces que ella se refirió a Karen de esa forma, incluso después de que Satine terminará en la correccional por un año después de haber incendiado el auto del ex-novio de su madre. Pero ella era la misma, la misma mujer molesta con lenguaje vulgar con quién podía sacar su ira gritándole durante horas y después marcharse a casa con Mandy Milkovich — "Sí que sabes escoger dónde metes tu cosita corta, Phili."
No eran amigos, eran un dúo intentando constantemente humillar al otro. Tenían quince, y eran los suficientes maduros como para entender que no se agradaban el uno del otro. Lip era un tipo egoísta que solía ser demasiado soñador e ignorante aún para su nivel de inteligencia, según ella, y para él, Satine era una niña con complejo de superioridad violenta y sin la capacidad de controlar sus palabras hirientes. Se odiaban, no podían cambiar eso, tampoco podían cambiar el hecho de que ambos se consideraban familia.
La madre de Satine murió, y ella se mudó junto a todas las noches del verano caluroso de Chicago donde lo llamaba por teléfono en la madrugada para indicarle que era momento de irse; bebían, fumaban, se drogaban y en algún momento tuvieron sexo del cuál no recordaban mucho por cada porro bien hecho entre sus dedos, pero, esa era su dinámica. Tal y cómo Lip solía hacerlo con cada chica que conocía.
Satine no era especial, y ella lo sabía.
Su último verano en Chicago se convirtió en lo que se podía llamar "cómplice" de Lip, después de que Ian se enfocara en su entrenamiento militar y ella se enterará que el único hombre por el que había sentido un interés real era gay, y solía fornicar con el querido Mikey Milkovich — No fue del interés de nadie que Ian saliera del clóset, más que el de Satine que recibió burlas de Lip durante meses por ignorante, pero aún así la pasaron los suficientes bien como para entender que eran buenos en dos cosas: odiarse y hacer un buen equipo arruinando la vida de otros o peor, arruinando cualquier cosa que pudiesen romper con un bate
Pero cuando Lip entendió que en realidad sí eran amigos, ella se fue y él también. La Universidad de Chicago, contra, una cochera diminuta en algún lugar de California.
"Ganaste, eres mejor que yo" fue lo último que le dijo mientras ella subía su última maleta a la carcacha que era el auto de su tía — "Sí te atreves a cagar tu única oportunidad para salir de está mierda, te juro que regresaré, te cortaré el pito y te obligaré a comértelo, ¿me entendiste, Gallagher?"
Sin numero de teléfono, ni un correo electrónico no volvió a saber de Satine, ni ella de él. Cinco años más tarde ella volvió.
Puedes sacar al hombre de la ciudad pero jamás a la ciudad de él — El ghetto era el ghetto, y cada calle sucia llena de un vagabundo ofreciéndole drogas a un adolescente precoz, tenía el derecho de recordar quien pasará por su concreto lleno de grafitis. Satine supuso que pisar Chicago de nuevo fue un recordatorio de qué su vida era un infierno desde el momento que nació, y aún con el intento de salir de él, siempre estarías atado de alguna manera.
Escuchó cada palabra de todo lo que se había perdido desde las palabras de un recién "ex-convicto" llamado Ian Gallagher, y después, enloqueció. Ella estaba loca, cada Gallagher lo sabía y Fiona solía culparse a sí misma por ser tan pésima niñera cada vez que escuchó que Satine había golpeado hasta la inconsciencia a alguien o había quemado algo, pero, oh, eso no era el punto aquí. El punto aquí era el temor que sintió Lip en sus pantalones llenos de grasa de motor cuando vio a la rubia entrar con el mismo bate que solía esconder bajo su cama, ¿en qué momento entró a su casa, fue hasta su habitación y encontró el viejo bate que solían usar para romper vidrios de autos costosos de la quinta avenida?
"¿Quién carajos eres tú?" Brad, jefe de Lip se arrepintió de abrir la boca cuando la mujer le golpeó la pantorrilla antes de dirigirse directo a su objetivo entre las piernas del mayor de los Gallagher — "Sí vas a matarlo, intenta no manchar el cuero de las motocicletas, ¿sí, cariño?"
Sí, ella no lo golpeó, por lo menos no de la forma que alguien esperaba después de todo lo que había escuchado. Lip había sido expulsado de la universidad, había estado en rehabilitación y lo último que escuchó de Ian era que ahora se hacía cargo de una pequeña niña que ni siquiera era suya, pero así era Lip. Un narcisista que solía hacer más por los demás que por sí mismo, sobre todo cuando amaba a esas personas. Así qué, Satine no lo golpeó, mucho menos cuando la pequeña niña la miraba asustada y ella le sonrió diciéndole que era una broma para después largarse y no ver a Lip durante unas semanas más.
Lo qué pasó después es era normal, y esperado. Cinco años de peleas sin resolver, cinco años de un Lip que se había guardado cada coraje y rabia dentro de la garganta que por fin podía sacar con la única persona que parecía tener el mismo coraje dentro de sí.
No recordaban mucho de su infancia, mucho menos de su adolescencia, pero hubo algo extraño en esa noche donde Lip fue a buscarla después de decirle adiós Xan, la niña que intentó adoptar (y ciertamente, salvar) de una madre alcohólica. Discutieron hasta el cansancio, hasta que la garganta de ambos ardió por los gritos y hasta que ella se frustró lo suficiente correrlo de su apartamento de mala muerte, claro, no sin antes reventar dos de sus lámparas contra lo que casi era la cabeza del mayor de los Gallagher, pero él tenía suerte de tener buenos reflejos y conocerla. Se fue antes de qué su pelea pasará a algo físico y no la vio en varios meses, de eso se traba su relación.
Ambos sabían que algo muy malo iba a suceder cuándo Lip no pudo cerrar la boca después de escucharla reír y él admitió extrañarla — "Te extrañé comó un imbécil."
La realidad de Satine Moore y Lip Gallagher estaba unida por su odio mutuo, o eso creían, hasta qué, un beso llevo a otro, y a otro. El sabor de cigarrillos en los labios del él y el pequeño residuo de tequila en los de ella pareció encajar al instante para el impulso de sentirse, pareció conectarlos de una manera diferente.
¿Cuándo Lip pensaba en esa noche sería algo especial? No, no lo era, fue una recaída de un alcohólico que encontró refugio en el sabor del tequila en los labios de una mujer que odiaba.
No podían culparlo por necesitar besar esos labios de nuevo. Una sola vez más seria lo suficiente para sacarla de su sistema, listo para odiarla y burlarse de ella hasta la eternidad por tener una peor vida que él, por verla lloriquear y sufrir por su patética vida.
Lo estaba matando desde dentro de su ser pensar en ella, en cada segundo que moría un minuto más de su cuerpo sin ella, en cada día que la veía sufrir detrás de una barra de un bar donde no la respetaban, y tenía que tragar cada celo y furia dentro suya al ver a otros hombres tocar lo que él parecía necesitar como agua.
Satine no era especial, era peor qué cada trago de alcohol, o cada cigarrillo que fumaba a diario. No era especial, era adictiva, y Dios, la odiaba por ello.
Esto es una cagada, la peor abominación literaria pero aquí está el prólogo, bandota.
La verdad no sabía cómo explicar exactamente la relación de estos dos xq es medito rarita, pero a ver, creo que con el pasó de los caps se van a dar cuenta q el único enculado aquí es Lip, ni modillo.
Aún que este prólogo sea la cosa más corta q he escrito y siento que se ve todo ojete, espero les guste, o por lo menos les entretenga como 20 segundos xq es re corto pero fua, no queria meterme del todo a la relación porque quiero dejar muchas cosas para los capítulos... peroooooo, mequís, les dire que en ese noche juntos no fue la noche de la 🤰🏼 y si quieren leerla, díganme???? xq se las escribió y les sacó un smut :'))))