Caminos a Ti.

By Kaos_Salv

289K 27.7K 19.3K

Madison sentía que su vida era bastante común y corriente, al menos, hasta el día en que su novio decide term... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28

Capítulo 19

10.5K 1K 517
By Kaos_Salv

MADISON

Completaba algunos formularios para entregarlos en la corte cuando Christine apareció por la puerta, se detuvo al ver la cantidad de rosas en mi oficina, no caían todas en mi auto. Fue un fin de semana algo loco, y empezar un lunes como este estaba fuera de mis planes, pero no era algo que me disgustara al ser un acto de Noah. Normalmente no me gustaba la idea de llamar demasiado la atención, menos en la oficina, pero con ella sentía que era lo más romántico del mundo.

Aunque empezaba a creer que todo lo relacionado a ella lo vería de esa forma.

—Christine, ¿pierdes tu hora de almuerzo lejos de los niños que cuidas?

—No cuido niños, los educo. Educo al futuro de este país, respeta mi trabajo. —Ella se sentó frente a mí. —Solo vine a verte, ¿no puedo visitar a una amiga?

—Solo cuando tienes problemas, sino estarías ahora mismo buscando a Julie. —Mi amiga hizo una mueca. —¿Han discutido?, ¿qué has hecho?

—¿Por qué asumes que yo cometí el error?

—¿Has visto a Julie?, ella se ve demasiado adorable, es como del tipo de personas que lloran si le elevas un poco la voz. —Christine soltó un suspiro. —¿Por qué han discutido?

—Algo sin sentido.

—Suena a algo como tú, pero no como para discutir con Julie.

—Solo tuvimos una discusión sobre uno de sus personajes favoritos, solo le dije que no era tan cool como creía, pero Julie se toma muy personal a sus personajes ficticios. Ya lo solucionaremos luego, pero no te vine a ver por esto.

—Entonces si has venido por algo.

—Me conoces muy bien, pero antes, ¿qué son todas estas flores? —Ella intentó tomar una de las rosas que estaban sobre mi escritorio y golpee su mano antes de que lo hiciese.

—Son un regalo.

—¿Estás trabajando ahora con una florería?, porque no cualquiera te da esta cantidad de flores. ¿Por fin has conseguido un suggar daddy o mommy?, estarías cumpliendo uno de mis mayores sueños. Me harías sentir muy orgullosa. —Ella tomó mis manos y miré su cara dudando si estaba bromeando o lo decía en serio, con Christine nunca se sabía.

—No tengo un o una suggar. —Noah no ganaba tanto, creo. Además, es menor que yo.

—¿Entonces tu cita con Xavier fue bien?, ¿qué le hiciste para que te trajera tantas flores? —Solté sus manos y noté su mirada sobre mí, me sentí atrapada en el delito. —¿Ha pasado algo?, ¿es malo en la cama?, porque tiene esos aires de gran...

—Christine. —La corté antes de que siguiera hablando y yo quisiera no escuchar nada nunca más. —No salí con Xavier.

—¿Por qué no?

—Tuve un imprevisto.

—¿Estás menstruando?, dicen que si lo haces con el periodo pueden embrujar a esa persona. Lo vi en tiktok.

—Me preocupa que como maestra de niñas y niños hagas esos comentarios.

—Es para hablar en su idioma, te sorprenderían los niños de hoy. —Ella se encogió de hombros. —Entonces, ¿qué pasó? —Sus codos se apoyaron en mi escritorio y se inclinó. Sus ojos se fueron al contenedor donde aun quedaban galletas que me trajo Noah. —¿Galletas caseras?

—Son un regalo.

—Tienes dos opciones, Julie me esta engañando contigo o seguirás negando que te acostaste con Noah el sábado. Claramente sé que es lo último, Julie no me dejaría por ti, sería una tonta al hacerlo y ella es la persona más inteligente que conozco.

—Ya lo sabías, ¿no?

—Estaba probándote, es malo estar escondiendo estas cosas con tu psicóloga. —Me rendí con ella, ya no tenía sentido siquiera tratar de hacer que se tomara algo en serio. —¿No planeabas decírmelo?

—Apenas lo asumí esta mañana cuando encontré mi oficina llena de rosas, créeme que hay un montón más en mi auto. —Sonreí levemente. —Hablamos con Noah.

—Algo me dice que hicieron más que hablar.

—¿Por qué no simplemente dices lo que sabes? —Me quejé.

—Quiero que confieses tus crímenes, o pecados, como los consideres.

—No he hecho nada malo, creo.

—¿Crees?

—Bien, sé que han pasado todo este año preocupadas por mi luego de dos grandes rupturas en mi vida, pero siento que las cosas serán diferentes. —Noté que la postura de Christine cambió. —Sé que el historial de Noah no la acompaña.

—No es eso. —Ella desvió la mirada. —Me preocupa que sigas viéndola como la veías antes, ella no es la misma persona que antes.

—Yo tampoco lo soy, pero entiendo lo que quieres decir. Christine, iré con cuidado.

—Lo sé. Solo quiero que sepas que puedes contarme cualquier cosa que suceda entre ustedes, siempre te apoyaré, incluso si quieres rayar el auto de Noah, podemos hacer un plan en donde en caso de que la policía nos encuentre, yo me entregaré y tú serás mi abogada. Fingiría demencia por ti, Madison.

—No tienes que fingirla. —Su ceño se frunció y yo tomé esta vez sus manos. —Muchas gracias, Christine. Te prometo que de aquí en adelante te contaré todo. —Christine sonrió y me arrepentí de inmediato de mi promesa.

—Ya lo prometiste, ahora cuéntame, ¿Usaste los trucos que te enseñé?, porque puedo enseñarte unos nuevos. Incluso puedo darte clases de nudos, nunca lo he practicado mucho, pero ser scout sirvió de algo.

—Yo... no me siento lista para tener esta conversación contigo.

—Mojigata, me pides consejos y luego me quitas la evaluación.

—Fue bueno.

—¿Pero lo hiciste?

—Si.

—Sabía que te había enseñado bien, soy una excelente maestra. Noah se veía muy feliz, si tuviera cola la hubiera movido, aunque siempre te puedo recomendar algunas si eso te gusta...

—Christine, no sigas hablando, por favor. Si quieres conservar esta amistad, no sigas. —Ella empezó a reír.

—No tengas tanto miedo al hablar de sexualidad, Maya siempre lo hace, creo que si ella pudiera nos hubiera contado la noche de concepción de Simone.

—Aún no entiendo por qué seguí juntándome con ustedes. —Solté un largo suspiro.

—Conseguí el dato de la sexshop que recomendó Maya, tiene su sede en Los Angeles, es muy exclusiva y hace envíos internacionales.

—¿No venden lo mismo en todas partes?

—Esta te hace sentir que estas comprando juguetes como los famosos, imagínate, puede que incluso estés comprando los mismos juguetes que alguna superestrella del pop como Ariana Grande, Madonna o incluso, una chica tan pura como tú, Betty Ramírez.

—No tiene justificación valida.

—Entonces, ¿quieres ir a una sexshop?, creo que puedo tomar tu camino y arreglar las cosas con Julie a tu manera. Devuélveme la mano, pero no literal, soy una mujer comprometida.

—No puedo seguirte en tus locuras, tengo mucho trabajo que hacer y debería reunirme con Xavier para ver algunas cosas de una demanda similar que llevamos. —Miré mi reloj notando que debería seguir con mi trabajo si quería volver temprano a casa, así que volví a mi computadora. Ahora funcionaba tan bien como lo hacía cuando la compré. Noah era hábil en muchas cosas.

—¿Con Xavier?

—Si, con Xavier.

—Uh, ¿entonces le dirás que no te interesa? —Le di una rápida mirada antes de fingir revisar mi correo. —Madison, ¿por qué no me responder rápido?

—Noah propuso que no formalizáramos nada, incluso el conocer a otras personas.

—¿Madison Call hablándome de una relación abierta?

—No es una relación abierta, porque nosotras no estamos en una relación. Es algo que ella me pidió, claro que no me interesa Xavier románticamente. —Traté de usar mis mejores palabras para explicarle. —Noah me dijo que no le interesaba nadie más, yo le dije lo mismo, pero insistió en que no me cerrara a nada. No lo sé, solo no lo pensé demasiado, pero si, le diré a Xavier en el momento adecuado que nada pasará entre nosotros, él lo entenderá.

—No tiene mucho que refutar tampoco, aunque debe ser difícil para alguien como él que la única chica que le ha interesado por tanto tiempo lo deje por dos Noah's.

—Yo no le intereso desde hace tanto tiempo.

—Tú eres idiota, tu opinión no cuenta. —Fruncí el ceño. —Le gustas desde la universidad.

—Claro que no.

—Piensa lo que quieras, lo importante es que si no vas a querer nada con él es mejor que se lo digas. Y solo quieres acostarte con él mientras tengas la libertad, es bueno que dejes las cosas claras. Te evitará muchos problemas.

—Lo sé, y no me acostaré con él.

—No lo sé, quizás deberías tomar las palabras de Noah y darte la oportunidad verdadera de conocer a alguien más. Quizás estas muy cerrada a la idea de que ella sea la persona correcta solo por ser una persona decente, te puede servir al menos para confirmar que tus sentimientos van más allá de una idealización y Xavier es un buen hombre.

—No quiero seguir hablando del tema. —Fui honesta.

No por el miedo de que en realidad solo tenía una imagen de Noah y me trataba de convencer que era eso lo que me gustaba de ella, sino porque simplemente no era el momento adecuado para detenerme a pensar en ello. La idea de estar con alguien de manera paralela era una idea completamente fue de mi zona de confort, ya me estaba complicando demasiado con una sola persona en mi cabeza, creo que meter a otra persona de manera voluntaria solo sería una tortura.

Christine debía volver a su trabajo así que luego de que me convenciera de visitar una sexshop se fue feliz de mi oficina para seguir trabajando con niños, ella era muy rara a veces, pero tenía buenas intenciones, la mayoría del tiempo. Seguí con mi trabajo para evitar llevarme trabajo a casa, aunque siempre parecía una tarea difícil por más que lo intentara, eran las consecuencias de tratar de ser una mujer exitosa.

Cuando eres adulto todo se volvía más difícil, ojalá hubiera apreciado más mis días de secundaria cuando mi mayor preocupación era tratar de entender el cisne negro y descubrir que era bisexual por esa misma película.

En fin.

Xavier: ¿Dónde siempre?

Casi olvidaba que tenía que reunirme con Xavier, eso me hacía sentir una pésima persona.

Madison: Claro

Xavier: Por cierto, ¿ya estás mejor?

Madison: Si, ya esta todo bien.

Madison: Lamento lo del otro día.

Xavier: No te preocupes, son cosas que pasan

Xavier: De todas formas, tengo la suerte de verte hoy

Xavier: nos vemos en un rato.

Me sentí algo mal, debía decirle apenas pudiera que era mejor mantener nuestra relación como estaba actualmente, no me gustaría que Xavier se viera afectado por todo el lio que teníamos.

Era definitivamente un lunes raro.

Cuando llegué al restaurante, Xavier ya estaba ahí y yo me senté frente a él, tomé el menú pese a que siempre pedía lo mismo. Levanté un segundo mi mirada para ver si Xavier ya estaba listo, pero lo atrapé mirándome, rápidamente bajó la mirada al menú también algo avergonzado por haberlo encontrado.

—Gracias por ayudarme en esto. —Le dije luego de que pidieran nuestro pedido y el mesero se marchara. —Bueno, ayudarme en general.

—Siempre es bueno ayudar a una colega. —Él sonrió mientras acomodaba las mangas de su camisa, sus manos eran grandes y se veían fuertes como su cuerpo, era muy diferente a ver las manos finas y con dedos largos de Noah. —Aunque has aprendido muy rápido todo lo del derecho económico, cuando yo empecé era un verdadero lio para mí.

—No es como si no lo fuera para mí.

—Pero aprendes rápido, eres una persona muy clever. —A veces pensaba que a Xavier también le gustaba verse como una persona inteligente cuando rebuscaba algunas palabras para usar sinónimos que normalmente las personas no ocupan. —De seguro que si te propones ir por más lo podrías lograr con tus capacidades.

Y mientras él arreglaba los cubiertos sobre la mesa cuando llegó su plato de comida, pensé en qué hubiera pasado si yo me hubiera fijado en él incluso antes que el imbécil, él se veía como un buen hombre y era bastante exitoso. Mi vida probablemente hubiera sido muy distinta.

Aunque no hubiera conocido a Noah Dubois probablemente.

—Es una demanda fácil de ganar. —Xavier comentó antes de tomar un poco de agua. —Por casos como esto los jueces suelen mantener el mismo veredicto, y por lo que me cuentas, tu cliente tiene las condiciones suficientes para ganar.

—Eso pensaba, pero necesitaba otra mirada. Muchas gracias, Xavier. —Él asintió.

—Ahora, que termino mi hora de asesoramiento gratuita, quería hablar contigo sobre la cena. —¿Este era el momento en qué debería decirle?, aunque aún no servían el postre. Rechazar a las personas no estaba dentro de mis conocimientos, normalmente me costaba decir que no, lo cual me llevo a muchas malas citas. Yo era más del ghosting, me declaro culpable. —La verdad es que quería preguntarte si podías hacerme un favor.

—¿Qué clase de favor?

—La verdad es que quería preguntártelo en la cena. —Él arregló un poco su cabello y noté que se había puesto algo nervioso. —Mi hermana se casará en dos fines de semanas más y aún no tengo pareja, pensé que quizás tú podrías acompañarme... —Él me puso ojos de cachorro básicamente.

—Claro, puedo hacer eso por un amigo. —Aplicaría las tácticas que vi en Maya durante la secundaria. La llamada "friendzone" podría ser mi lugar seguro.

—Como amigos. —Él asintió rápidamente. —¡Muchas gracias, Madi! —Él tomó mis manos sobre la mesa sorprendiéndome, sus manos eran muy grandes, su toque se sintió algo áspero. —Me has salvado de la humillación familiar.

—No creo que llevar a una chica a un matrimonio te deje en esa categoría, eres un gran abogado, tiene méritos propios.

—Mi familia es algo conservadora y creen que para ser completamente exitoso ya debería estar casado y con hijos, aunque por mi edad sonaría como lo más lógico.

—No eres tan viejo, solo nos llevamos dos años.

—Lo sé, pero son cosas que a cierta edad ya empiezas a pensar. ¿Tú no has pensado en el matrimonio y sobre tener hijos? —Me di cuenta de que él aún sostenía mis manos, con cuidado las alejé de él. —¿Fue una mala pregunta?

—No, para nada. Solo que, por mucho tiempo até mi vida al ritmo de otra persona y olvidé un poco lo que yo quería.

—Cuando tengas una respuesta a lo que ahora quieres me gustaría escucharla. —Él me sonrió. —Ahora, te contaré del código de vestimenta que solicitó mi hermana, si necesitas algún vestido que calce no dudes que te lo compraré por el favor que me haces.

Mientras él me mostraba algunos atuendos de referencia que su hermana envió a los invitados, ni siquiera me preocupé en pensar en lo superficial que podría ser la hermana de Xavier. Mi mente se había ido completamente en el pensar en lo que yo quería para mi futuro, tenía 31 años y recién empezaba a sentir que estaba construyendo un buen futuro, pero ¿qué más quiero?

De pequeña la idea de un matrimonio sonaba bien, incluso con el imbécil seguía siendo un lindo sueño, pero en un momento solo me pregunté si era porque la mayoría de mi entorno estaban casados. En teoría es lo que se esperaba que yo hiciera, sé que no debería cumplir con ello, pero cuando vi el vestido de novia de la hermana del abogado, me imaginé llevando algo así. Si sería lindo tener una boda, compartir la felicidad de mi amor con más personas.

La idea de niños no era un rotundo no, quizás no era la mejor con los bebés, pero los niños no me desagradaban. Claro que criar a uno era mucho más que eso, era una gran responsabilidad considerando que al final del día estas diseñando hasta cierto punto la vida de otro ser vivo, si Lana me odia no puedo pensar en lo que sería la adolescencia.

Noah: Tengo visitas en casa

Noah me escribió un viernes por la noche, no supe demasiado de ella luego de que construyera básicamente una florería en mi oficina.

Noah: Adivina

Madison: ¿Christine ya te paga la renta?

Noah: No

Noah: No lo había pensado

Noah: Pero no es ella

Madison: ¿Conozco a tus visitas?

Noah: Si, y tampoco es Hunter, a él si le cobraré algún tipo de renta intermedia o al menos la comida que roba

Madison: No tenemos muchas personas en común

Madison: ¿es Gillian?

Madison: Mantengo que él te ama en secreto

Madison: Lo digo por precaución

Noah: No es Gillian

Noah: Y él es demasiado gay, Madison.

Noah: Él es más fan de Madonna que de Lady Gaga, así de gay

Madison: Claro.

No la entendí, pero fingiría que si.

Noah: *Envió una foto*

Cuando vi la foto un calor llenó mi pecho haciendo que mi corazón latiera de una manera irregular, no era algo alterado, sino como algo de paz por la imagen. Noah tenía a Simone sobre sus piernas mientras la niña se colgaba en su cuello, hasta parecían familiares por el rubio de su cabello que casi brillaba por las luces de sol que entraban a su salón, era raro ver cómo la luz se proyectaba desde su hogar pues desde mi ventana parecía estar a punto de llover. No dude en guardar aquella imagen en mi teléfono.

Noah: Charles, Maya y Christine están acá, te escribía para saber si querías venir

Noah: No es que les haya dicho por ti sobre nosotras

Noah: Pensé que podrías disfrutar un poco de tu viernes aquí, veremos películas

Noah: Pero si estás muy ocupada lo entendería

Noah: De seguro eres una mujer muy ocupada con todo tu trabajo

Noah: Lo siento estoy molestándote con todos mis mensajes

Noah: Dejaré los mensajes

Noah: Espera

Noah: El ultimo mensaje: veremos alguna comedia romántica de la selección de Julie.

Noah: Ahora si es el último mensaje: Las películas de Julie son muy buenas

Ella era muy tierna cuando se ponía nerviosa y empezaba con sus mensajes de más, parecía ser algo común. Sabía que Noah era medianamente consciente de aquello, aun así, era difícil para ella parar apenas se daba cuenta, o bien, evitar sentirse culpable al hacerlo. Para mí era algo tierno.

Madison: Guárdame un lugar, llegaré en un rato.

Podría descansar unas horas de mi trabajo, no podía perderme una tarde de películas.

Al llegar al departamento, pensé que sería una buena idea enviarle un mensaje a Noah para decirle que estaba subiendo, todo con tal de evitar las miradas confundidas de mis amigos tan rápido. Cuando la rubia abrió la puerta y me recibió con una gran sonrisa, me pareció algo tan familiar y casi cotidiano que solo me hacía anhelar más tenerla cerca de nuevo, pero también debía recordarme que yo debía ir lentos con mis sentimientos. No quería volver a sufrir por entregar tanto.

—¿Has traído algo? —Christine me miró mientras llevaba una fuente de palomitas. —Todos hemos traído algo.

—No sabía que debía traer algo.

—Que maleducada eres, Madison. —Maya me reprendió como si fuera normal verme ahí, aunque noté que en su mirada me estaba juzgando.

—Y yo que pensaba que sería una noche de amigos, ahora será una noche de amigos y Madison. —Charles me sorprendió cuando pasó su brazo por mi hombro, él tenía una gran sonrisa. —¿Qué se siente ser el outsider?

—En realidad, al único que no conocía eres tú. —Hunter lo miró desde el sofá con su cara seria mientras Noah se sentaba a su lado, Simone no dudo en tomar lugar a un lado de la rubia. Ella era un imán para atraer a las personas, eso incluía bebés y, al parecer, gatas. —Chicas y Charles, vengan a sentarse antes de que Julie explote por no poder darle play de una vez a la película.

—Y Charles. —Escuché a Christi murmurar en voz baja para molestar al rubio que fue básicamente corriendo a sentarse junto a Maya en el suelo, mi amiga acarició su cabello para consolarlo un poco por el constante hecho de que parecía ser un agente externo en todos los escenarios. Iba a buscar sentarme junto a Noah, pero Christine tomó el lugar para estar sentada cerca de Julie.

Tuve que sentarme al lado de Hunter quien estaba... ¿tejiendo?, se había puesto hasta lentes. Cada día se aprenden más cosas de las personas al parecer.

Julie puso Mamma Mia!, la verdad era una de mis películas favoritas porque desde pequeña con mamá cantábamos las canciones de ABBA. La mayoría solo tarareaba las canciones mientras veíamos la película, pero bastó que empezara a sonar "Dancing Queen" para que Noah se levantara a bailar con Simone en sus brazos mientras cantaba, la niña reía en sus brazos y ese sonido pareció animar al resto para imitarla. Maya y Charles parecieron disfrutar del cuidado de Noah con su hija para tener unos segundos de pareja y hasta vi lo que nunca pensé ver, Christine cantaba con Julie.

Christine siempre me dijo que detestaba Mamma Mia!.

El único que se quedó aun tejiendo y viendo la película fue Hunter, pero mantenía una pequeña sonrisa haciéndose parte del momento. Pronto sentí una mano en mi muñeca para hacerme levantar, como si la canción durara una eternidad Noah me hizo levantar para bailar junto a ella y la bebé quien aún sonreía.

Noah era tan injusta al hacer estas cosas pensando en que nadie se sentiría como la persona más afortunada de crear estos momentos especiales con alguien.

Fue un momento espontaneo antes de que Julie nos hiciera volver a comportarnos para seguir viendo la película, o más bien le advirtió a Noah que mantuviera sus energías moderadas, la rubia lo obedeció sin decir mucho más. Llevábamos más de la mitad de la película cuando Noah se levantó para acomodar a Simone en el sofá porque se había dormido, Maya iba a ayudarla, pero Noah le dijo que podía hacerlo, ella era buena cuidando de niños, aunque según recuerdo trabajó de niñera.

Noah sin decir nada se sentó en el suelo, pero se acomodó frente a mi apoyándose en mis piernas, a mi no me molestó porque de hecho su cuerpo seguía siendo tan cálido como siempre y transmitía un poco de calor. Era una sensación cómoda. Ella de pronto echó su cabeza hacia atrás para mirarme, yo la miré confundida tratando de adivinar lo que quería porque ella me estaba mirando de una forma extraña, al parecer se rindió cuando tomó mi mano y la posó sobre su cabeza, supuse que quería que acariciara la zona un poco.

No solía ser de las personas que daban demasiado afecto, menos en público, pero lo acepté porque me lo pidió. Aunque la verdad si quería hacerlo, sobre todo cuando a los segundos ella movió su cabeza algo feliz.

Linda.

La película estaba por terminar cuando de pronto la luz se fue dejando todo en la oscuridad, por inercia la mayoría encendió la luz de su teléfono y tuve que morder mis labios para evitar reírme de Christine que estaba aferrada a las piernas de Julie. Christine le aterraba la oscuridad.

—¿No han pagado las cuentas de la luz? —Mi amiga se quejó.

—Debe ser el mal clima de afuera. —Hunter se levantó. —Tengo luces de emergencia en mi departamento, traeré algunas mientras la luz vuelve.

—Te ayudo. —Charles se levantó mientras Maya se aseguraba de que Simone estuviera bien. Mientras ellos salían rápidamente, Noah se levantó con cuidado para acercarse al ventanal que daba su balcón, cuando abrió las cortinas la oscuridad seguía ahí.

—Las luces de la ciudad están apagadas, debió ser un corte masivo.

—De seguro lo arreglan en un rato, mientras podemos jugar a las cartas para esperar. —Julie sugirió.

Cuando el departamento se mantuvo iluminado gracias a las luces de Hunter quien al parecer se preparaba para un apocalipsis, pasamos el rato jugando a las cartas, no era para nadie seguro salir a conducir con la lluvia y en la oscuridad. Había pasado una hora cuando las autoridades señalaron que se iba a reponer paulatinamente las luces con la fuerza de los generadores, pero que tardaría algunas horas para recuperar la totalidad de la energía de la ciudad. Básicamente las luces de algunas calles se volverían a iluminar con ayuda de las fuentes de emergencia, pero esas no estaban preparadas para cubrir todo lo que debían.

—Bien, tendrán que quedarse. —Julie se estiró. —Ustedes pueden dormir en casa de Hunter, él dormirá en el sofá como siempre. Y aún tiene una habitación para invitados si la necesitas, Madison. —De pronto sentí que todos los ojos estaban puestos en mi y yo miré a Noah buscando que me tirara un salvavidas.

—No digas tonterías, —La rubia habló antes de bostezar. —deja que Hunter duerma en ese cuarto, Madison puede dormir en el sofá aquí. —Ella lo dijo como si nada, pareció no entender demasiado la situación en la que todos nos situamos.

Nadie declinó la sugerencia, así que nos acomodamos para dormir todos ahí, o bien algunos en casa de Hunter que solo estaba un piso arriba. Julie me ayudaba a preparar el sofá cama que tenían mientras Christine se aguantaba la risa desde la puerta de la habitación de su novia, Noah había desaparecido prácticamente en su habitación.

—Ella es algo lenta a veces. —Julie murmuró.

—¿Noah? —Asintió. —No es un problema para mí dormir aquí, de hecho, es un favor que me están haciendo. —La castaña me sonrió antes de mirarme.

—Madison, te conseguí un pijama. —Noah apareció llevando un pijama navideño, eso me recordó que en unas semanas ya era navidad.

—Muchas gracias, Noah. —Tomé la ropa, parecía prácticamente nueva. No me sorprendería que era parte de los regalos de marcas que recibía cada tanto. Iba a dirigirme al baño, pero Christine se adelantó.

—Si quieres, puedes cambiarte en mi habitación. Esperaré afuera. —Noah sugirió haciéndome entender la razón por la cual Christine prácticamente corrió para quitarme el baño. —Lamento el desorden. —La rubia mencionó cuando entré a su cuarto.

No era como si fuera un desastre, pero si era completamente lo contrario a lo que podías ver en el exterior de la habitación. Había ropa en el suelo, al igual que algunas hojas y lápices, un pequeño torbellino había pasado por aquí. Al menos no se veía sucio, solo había un gran desorden. La verdad es que no había pensado en que Noah fuera de esta forma. Era una nueva cara que conocer.

Al salir de su habitación, la vi hablando con Julie, parecía una niña recibiendo una reprimenda. Sus ojos se posaron en mi antes de correr a mi lado.

—Madison, mi cama es grande, ¿quieres dormir esta noche conmigo?, es mucho más cómoda que el sofá. —Habló rápidamente. —Lamento ser descortés, no me había dado cuenta de eso.

—¿Lo haces por que quieres o por que Julie te ha dicho?

—Ambas. —Ella fue honesta haciéndome sonreír, cuando la volví a mirar sin que llevara su maquillaje y con ese pijama rojo con figuras navideñas sentí que por un momento ella seguía siendo la persona de hace un año, que esa distancia entre nosotras nunca existió. Ella seguía siendo Noah.

Incluso con lo malo, ella seguía siendo Noah.

Ella siempre ha sido ella misma.

—Vamos a dormir. —Ella asintió antes de guiarme hasta la cama, este lugar olía completamente a ella y fue algo lindo compartir esa noche la cama con Noah, ella no me abrazó, ni se mantuvo muy cerca de mí, como si no quisiera invadir mi espacio personal. Noah se durmió a los minutos de acostarnos y no necesité ningún tipo de contacto para saber una cosa.

Yo normalmente no creía en el destino, pero poco a poco me convencía de que un pequeño hilo invisible me había traído hasta Noah. Todas las cosas que he vivido me habían llevado a ella, sin importar los caminos que tomara, todos los caminos me llevarían a Noah Dubois.

Quería descubrir cual sería el final de ese camino. 

Continue Reading

You'll Also Like

74.5K 3.8K 17
Para lenna el solo era el mejor amigo de su hermano aún si ella quería que fueran más. Para alessandro ella era más que que la hermana de su mejor a...
377K 28.4K 52
Drew y Blair son excelentes amigas y aunque tienen una gran confianza entre ambas, se ocultan sus más grandes secretos entre si con el fin de no romp...
232K 11.2K 66
Anna se muda a Inglaterra para comenzar una nueva vida, va a iniciar su primer semestre en la universidad y en el departamento vecino vive Charlotte...
6.7M 250K 62
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...