POV BECKY
El resto del día fue bastante solitario para mí. Decidí quedarme en casa y Freen no apareció por la mansión. Tenía varios mensajes de Jane, pero preferí ignorarlos y mentirle diciendo que tenía mucho trabajo. No quería tener nada que ver con Freen ni con Jane en ese momento.
Cuando fui a trabajar al día siguiente, dejé todas mis preocupaciones personales de lado y me enfoqué en la campaña en la que estaba trabajando. Coincidí con Irin ese día y quedamos en encontrarnos el fin de semana para ponernos al día. Teníamos mucho de qué hablar.
Después de un largo día de trabajo, finalmente llegó la hora de salir. Estuvo lloviendo todo el día, una lluvia torrencial. Como no llevaba paraguas, me quedé en la puerta de la empresa observando la tormenta. En ese momento, Friend apareció a mi lado con un paraguas.
"Ven, te llevaré a casa" - me dijo con una enorme sonrisa Friend.
Friend siempre había sido muy amable conmigo desde que empecé a trabajar en la empresa. Siempre intentaba entablar conversación conmigo, ya sea en el almuerzo, en la salida o cuando entraba. No sabía si era coincidencia o si había algo más, pero la verdad es que me sentía cómoda con ella.
"No te preocupes, estoy esperando un taxi" - le respondí cortésmente.
"¿Un taxi? Con esta lluvia, no vendrán. Vamos, ven conmigo" - dijo Friend, ignorando mi rechazo y guiándome hacia su vehículo. Puso su paraguas sobre mí, lo cual hizo que ella terminara empapada un poco.
Una vez dentro del vehículo, le ofrecí a Friend un pañuelo para que se secara. Ella lo tomó y me sonrió. Me preocupaba que se resfriara por ayudarme. Friend encendió el vehículo y comenzó a conducir. Mientras tanto, platicábamos sobre las nuevas campañas y los rostros de la empresa. Sin embargo, mi celular comenzó a sonar. Era la abuela.
"📱Hola querida, quisiera que vinieras esta noche a cenar. Preparé tu tarta favorita📱" - decía ella entusiasmada.
"📱Abuela, no puedo. Tengo mucho trabajo pendiente📱" - me excusé.
Hacía varios días que le había pedido valientemente el certificado a mi abuelo, lo cual le había causado disgusto. Ahora sentía un poco de temor de volver a verlo en esa situación, así que no quería ir a La mansión Sarocha por un tiempo.
"📱Pero ya envié al chófer por ti, querida📱" - su voz sonaba apagada, lo que me hizo sentir culpable.
"📱Abuela, cómo decirte que no. De acuerdo, ahí estaré📱" - suspiré y colgué la llamada.
Al colgar, me di cuenta de que habíamos llegado a mi casa. Vi el deportivo de Freen estacionado frente a ella, lo que me hizo enojar. Después de lo que había sucedido en su departamento, tenía el descaro de venir aquí.
Miré a Friend, agradeciéndole por haberme traído a casa, e intenté abrir la puerta. Pero estaba cerrada con seguro, lo que me hizo mirarla con duda. Esperé un poco a que hablara.
"Becky, hay algo que me gustaría preguntarte. Desde que te conocí, me has parecido asombrosa. Así que me preguntaba si..." - Friend fue interrumpida por tres fuertes golpes en la ventana de mi lado. Ambas levantamos la vista para ver quién era. Era Freen, parada afuera con un paraguas negro y una mirada furiosa.
Regreso a la entrada de la mansión esperando a que bajara del vehículo. Evidentemente, no entraría a casa hasta que yo saliera. Friend bajó del auto y me abrió la puerta del copiloto. Tomó mi mano y nos quedamos mirando a los ojos.
"Me agradas demasiado, Becky. ¿Te gustaría salir conmigo?" - me preguntó Friend. Abrí los ojos, realmente esto estaba pasando. Un trueno resonó en el ambiente y Friend volvió a hablar.
"¿Puedo invitarte a salir algún día?" - repitió ante mi falta de respuesta y, tal vez pensando que no había escuchado por el ruido del trueno. Estaba a punto de contestar, pero sentí la fuerza de Freen jalándome hacia su deportivo estacionado.
Friend se veía realmente linda con el cabello todo alborotado debido a la lluvia. Nunca me había detenido a verla detalladamente, y el hecho de que me invitara a salir hacía que mi estómago diera un vuelco, No contesté nada, ya que ya estaba lo suficientemente lejos como para que me escuchara. Solo la miré mientras era arrastrada por Freen.
"Sube al maldito automóvil" - grito Freen que estaba aún más molesta por qué no deje de ver a Friend.
Freen encendió el vehículo y aceleró como si estuviéramos huyendo de la policía. Durante el trayecto, reinaba un incómodo silencio entre nosotras. Pronto llegamos a la mansión Sarocha y Freen ingresó primero, seguida por mí.
Tan pronto como entré, la abuela me saludó cariñosamente. Pero antes de que pudiéramos entablar una conversación, Freen tomó mi mano y me llevó al segundo piso. Me arrastraba con tanta fuerza que todos nos siguieron de cerca.
"¿Qué estás haciendo? ¿A dónde me llevas" - susurré, tratando de entender la situación.
"Freen, si hay algún problema, solo dilo. No hay necesidad de tratarla así" - le gritó su madre.
"¡Qué haces! ¡Suéltala!" - gritó la abuela.
Freen ignoró a su madre y abuela, y me empujó hacia el baño de la habitación. De un golpe, cerró la puerta antes de que alguien pudiera intervenir.
Abrió la llave del agua y me puso frente al lavamanos. Se paró detrás de mí, tomó mis muñecas y comenzó a lavarme las manos con fuerza, como si intentara eliminar el aroma o las huellas que Friend dejó en ellas.
"¿Qué haces? Me estás lastimando, Freen" - le dije, pero no obtuve respuesta. Parecía como si intentara que me deshiciera de todo rastro de mi pasado.
Realmente no entendía por qué le molestaba tanto. Nuestro matrimonio estaba a punto de terminar y actuaba como si yo le perteneciera.
"Aún eres mi esposa, Rebecca, así que debes comportarte como tal" - contestó, visiblemente molesta.
"¡Ya basta!" - grité, quitándome las manos de su agarre. Cerré el grifo y tomé una toalla para secarme las manos. Freen se alborotaba el cabello una y otra vez, mostrando su furia.
"Sabes que, si hubieras tramitado el divorcio, no sería una maldita molestia para ti. Te hubieras librado de mí fácilmente" - le dije, sin poder contener mis emociones.
"He tenido asuntos que atender, tengo responsabilidades, Rebecca" - contestó.
"Es increíble, ¿asuntos más importantes que nuestro divorcio? Pensé que querías cumplir la última voluntad de tu novia al casarte con ella" - seguí gritándole a Freen.
Al escuchar mis palabras, su mirada se tornó enojada y frustrada. La amaba y no quería perderla, pero obligarla a quedarse a mi lado aunque no me amara sería muy egoísta de mi parte.
"Ya que no estás disponible hoy, ¿qué tal mañana o pasado o el día siguiente?" - no podía dejar de recriminarle.
"Basta, Rebecca" - gritó fuertemente. Tragué en seco, pero no iba a ceder.
"Solo dime cuándo vamos a dar esto por terminado. Quieres el maldito divorcio, ¿no? yo Ya acepté, eres tú quien hace las cosas complicadas. ¡Establece una maldita fecha YA!" - No me molesté en controlar mis emociones, ya que toda esta demora y el proceso de divorcio me estaban cansando. Además, tenía que lidiar con sus arranques de esposa celosa y controladora.
El hecho de que aún la amara con todo mi corazón no le daba derecho a tratarme de esa manera. Estuvimos un rato sin hablar, solo nos mirábamos. Estaba a punto de rendirme y ceder, pero Freen habló.
"Hagámoslo mañana" - susurró.
"Gracias" - murmuré, dejando la toalla que tenía entre las manos en su lugar.
Freen tenía una actitud demasiado complicada. Aunque no siempre fue así, no sé qué pasó que cambió tanto. Extrañaba tanto a aquella Freen que me demostraba afecto, aquella que alguna vez dijo que me quería. Pero eso quedó atrás y ahora debía mantenerme firme, alejarme y dar por terminado todo este sufrimiento que llevaba años arrastrando.
Freen abrió la puerta del baño sin decir una palabra más. Fuera de la habitación, pude ver a los abuelos y nuestros padres mirándonos con preocupación. Se apartaron para dejarnos pasar, y Freen salió de la habitación.
Me quedé en silencio durante un rato, suponiendo que habían escuchado todo lo que Freen y yo nos dijimos. No quería causar más disgustos. El abuelo y papá siguieron a Freen, mientras que yo me quedé en la habitación con mi madre y la abuela.
"Lo siento mucho, querida. Apoyaremos tus decisiones" - me dijo mamá.
"Sé que es difícil, cariño. Mereces que te amen tanto como tú amas" - agregó la abuela, acercándose para abrazarme y consolarme.
Sonreí levemente, tratando de no preocuparlas. Sabía que era una decepción para ellas el rendirme en mi matrimonio, pero Freen merecía ser feliz con quien deseaba, y yo merecía paz en mi vida.