Después de cantar cuatro canciones en la ducha, salí del baño envuelta en la toalla de Monster High que me compró mi papá. Escuché unos aplausos provenientes de la sala y me detuve.
"Eres una gran cantante, Gina." Dijo el tío Andy.
"Si. Ahora ve a ponerte la pijama, no quiero que agarres un resfriado." Dijo mi papá, y justo en ese momento estornudé. "¿Ya lo ves?"
En realidad estoy resfriada porque me caí en el mar, pero eso él no lo sabe.
"Hay una gran sorpresa esperándote en la habitación." Anunció el tío Andy sonriendo. "¡Corre!"
Inmediatamente corrí a la habitación de mi papá, pero antes de abrir la puerta, él volvió a gritar.
"¡La otra habitación!"
Y yo no supe cual de las cuatro puertas era la otra habitación. Así que comencé a abrirlas una por una. La primera habitación estaba repleta de cajas y papeles, la segunda habitación estaba vacía, la tercera habitación era un gimnasio pequeño y también un almacén de trofeos, premios, y tablas de surf. La cuarta habitación me dejó boquiabierta, había una gran cama en forma de castillo. ¡ES LA CAMA DE MIS SUEÑOS! No puedo creer que sea real.
Rápidamente me puse el pijama y salí corriendo hacia la sala para abrazar a mi papá.
"Gracias, gracias, gracias. Siempre quise una de esas. ¿Cómo lo supiste?" Me aparté de él y levanté una ceja.
"Intuición de padre." Se encogió de hombros. El tío Andy soltó una carcajada.
"Tienes la camisa al revés." Dijo sin parar de reír. Yo miré hacia abajo para darme cuenta que si tenía razón. Tal vez pasó porque me vestí con prisa.
"Déjala, está emocionada."
"Ya debo irme, no quiero llegar tarde a la cena que me preparó mi hermosa novia." Dijo el tío alejándose.
"Andy, vives a dos pisos de distancia. No puedes llegar tarde, solo tienes que tomar el ascensor." Se giró para quedar frente a mi papá.
"Lo sé, pero según este mensaje de hace 30 minutos, ella me decía que faltaba poco para que la cena estuviera lista... Eso quiere decir que voy muy tarde." Dijo levantando su teléfono.
"Estaremos preparados para escuchar los gritos furiosos de tu novia cuando te esté insultando." Respondió mi papá riendo.
"No creo que sean gritos de furia lo que vayan a escuchar precisamente, pero trataré de bajarle el volumen." La risa de mi papá se borró.
"¡ANDY!" Gritó enojado.
"Ya me voy, que duerman bien." Se despidió caminando hacia la puerta sin voltear hacia atrás.
"No lo escuches Gina, él es un hombre muy vulgar." Dijo cuando el tío desapareció del apartamento.
"¿Que significa vulgar?" Pregunté curiosa.
"Una persona muy grosera." Me explicó.
"Pero el tío Andy no dijo ninguna grosería." Él negó con la cabeza.
"Vamos a pedir la cena, y luego podrás dormir en tu extravagante, y nada común cama nueva. ¿Te parece?" Asentí.
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Al siguiente día nos quedamos en casa toda la mañana. Mi papá trabajando detrás de su computadora sin descanso, y yo sentada frente a él, con un raro aparato que me dio para distraerme. Pero sin embargo no me estoy distrayendo, estoy aburrida.
Andy llegó después del almuerzo, haciendo una mueca extraña al vernos.
"Liam Diversión Payne... No estás haciendo un buen trabajo, hermano." Mi papá levantó su mirada del ordenador para observarlo.
"¿Que dices? Yo siempre hago un buen trabajo." Dijo frunciendo el ceño.
"Liam, estás trabajando sin descanso igual que todos los días. Ayer dijiste que cambiarías, y hoy estás aquí aburrido, y tienes a una dulce niña de siete años castigada frente a ti."
"No está castigada." Se quejó.
"Los niños no quieren estar encerrados todo el día en un apartamento, Liam. Eso es un castigo para ellos." Mi papá me observó, y luego a Andy.
"No es un castigo, estoy trabajando, y Gina está jugando con el IPad 12. Es la más reciente invención de Apple." Andy puso los ojos en blanco.
"Es una niña, eso no es divertido para ella. Te apuesto 20 millones de euros a que ella no sabe navegar en internet, y no sabe usar ninguna aplicación moderna." Mi papá lo pensó por un momento.
"No. Pero ella se está divirtiendo jugando con el gato Tom." Dijo sonriendo. Andy bufó. Yo sólo observo todo.
"¿Cuándo entenderás que ese gato que repite las palabras no es divertido?" Se cruzó de brazos.
"Yo creo que es muy divertido. También puedes cambiarle la ropa y ponerlo a dormir." Respondió mi papá con una sonrisa radiante.
La verdad es que tengo todo el día jugando el mismo juego porque mi papá no tiene otros juegos en este aparato. Todo lo que he hecho es probarle ropas diferentes al gato, y escucharlo hablar después de mí. Así;
"Estoy aburrida." Dije presionando el botón de la tableta.
"Estoy aburrida." Repitió el gato en la pantalla. Andy comenzó a reír y mi papá frunció el ceño.
"Bueno, quizás no se está divirtiendo tanto." Hizo una mueca.
"Liam, lárgate de aquí. Tómate el día libre, ve a divertirte con tu hija. Los niños a esa edad quieren salir y divertirse afuera. ¿Nunca fuiste niño?" Él asintió con la cabeza.
"Un niño que no podía divertirse como los otros niños. Casi toda mi infancia la pasé en un hospital, recibiendo 37 inyecciones diarias, ¿o no lo recuerdas? Yo solo me divertía con la televisión, y jugando juegos de mesa con mis hermanas."
"Es cierto, lo lamento. Pero Gina no tiene problemas con su riñón, y ahora tú estás curado. Puedes recompensarte, y disfrutar el doble ahora que tienes un motivo."
"Bien. Tienes razón." Se levantó de su escritorio y yo lo seguí, dejando la tableta sobre la silla. "¿A dónde quieres ir, Gina?"
"¡Al parque de atracciones!" Exclamé.
"Entonces iremos al parque de atracciones."
"¡YEY!" Comencé a saltar.
"De eso se trata todo." Dijo Andy sonriendo. "Vayan a divertirse, yo me quedaré aquí tomando tu lugar. Trata de olvidarte del trabajo." Mi papá asintió con la cabeza.
"Gracias hermano, te debo una."
"En realidad me debes TRES, pero no te preocupes, no estoy llevando la cuenta." Ambos comenzaron a reír.
"Ya nos vamos." Tomó mi mano y caminamos hacia la puerta. "Regresaremos en la noche."
"¿No te molesta que haga una fiesta en tu apartamento e invite chicas?" Mi papá se dio la vuelta.
"¡NO LO HARÁS!" Andy se encogió de hombros.
"Bien, adiós... Si lo haré."
"Al menos limpia todo el desastre que hagas, para cuando regresemos no te quiero ver aquí. Estás advertido. Te quiero fuera de mi apartamento cuando lleguemos."
"Adiós." El tío movió su mano despidiéndonos.
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Llegamos al parque cuando el sol se estaba metiendo. Esta vez mi papá utilizó su camioneta para transportarnos.
Nos dirigimos a las taquillas para comprar los boletos para así poder subir en las atracciones mecánicas, pero en vez de boletos, nos entregaron unos brazaletes dorados.
"Muchas gracias." Dijo mi papá tomando los brazaletes. Luego nos alejamos de la taquilla y comenzamos a caminar por el parque.
"Woow ¡hay muchos juegos!" Observé todo con curiosidad.
"Si, y podremos subirnos a todos los juegos que quieras porque tenemos los brazaletes. Déjame colocártelo, estira tu brazo." Hice lo que me pidió y levanté mi brazo en su dirección. "Ya está."
Sonreí al observar el lindo brazalete en mi muñeca.
"¿En cuál juego quieres subir primero? ¿Quieres ir a la casa embrujada? Es genial allí." Preguntó señalando una mansión escalofriante. Tragué saliva y negué con la cabeza.
"No, me da mucho miedo."
"Si, por supuesto... ¿Quieres subir al Euroslide?"
"¿Que es eso?" Pregunté ladeando la cabeza.
"Es una resbaladilla muy alta. Te va a gustar, recuerdo que solía subir allí con mis amigos..." Dejó de hablar y suspiró profundo.
"¡SII! Quiero ir allí."
"Excelente." Dijo sonriendo.
El parque está repleto de personas haciendo fila para subir en los juegos, también hay muchas tiendas de comida y juegos de feria.
"Allí está." Me señaló el gran tobogán frente a nosotros y me quedé boquiabierta.
En el orfanato no suelen llevarte a pasear a lugares como este. Tantos juegos me vuelven loca, y estoy ansiosa por subir en todos.
Nos dirigimos al gran tobogán, pasando a todas las personas que están haciendo fila, hasta llegar al inicio. Mi papá mostró nuestros brazaletes y rápidamente nos dejaron subir.
"Toma una camilla y deslizate sobre ella, Gina. Es muy divertido."
Se veía divertido, pero cuando miré hacia abajo sentí miedo y quise bajar las escaleras corriendo.
"¿Que pasa, pequeña? Es solo un tobogán."
"P-pero es muy alto, y no me quiero resbalar en la camilla." Él hizo una mueca.
"¿Quieres subir conmigo?" Levanté la cabeza para mirarlo.
"No pueden subir de dos personas." Habló el chico encargado.
"Es mi hija y puede subirse conmigo si quiere. Acabo de pagar mucho dinero por un brazalete y me subiré en los juegos que yo quiera, y como yo quiera. Mejor no digas nada al respecto o haré que pierdas tu trabajo." Respondió mi papá tomando una camilla. El chico se quedó boquiabierto sin decir nada. "Vamos Gina."
Me subí con mi papá en la pequeña colchoneta y nos deslizamos juntos por el tobogán. Lo disfruté mucho, así que obligué a mi papá a subirnos varias veces en el tobogán. A la sexta vez no quiso seguir subiendo.
Decidí subir en el carrusel, y él me siguió. Antes de subirnos le preguntó a la encargada la cantidad de vueltas que daba el juego, y la encargada respondió que 30 vueltas. Él no se veía muy convencido con esa respuesta, pero yo le insistí que subiera conmigo, así que al final lo hizo. Yo me subí en un caballo, y mi papá subió en otro, justo a mi lado izquierdo.
El carrusel comenzó a dar vueltas y yo comencé a saltar encima del caballo. Sin embargo mi papá no parece muy entusiasmado.
"Ya llevamos 20 vueltas, detenganlo." Dijo, haciéndole señas a la encargada. Pero ella lo ignoró. "¡DETENGANLO!" Volvió a gritar. "Oh Dios, voy a vomitar." Dijo cerrando los ojos y sosteniendo las orejas del caballo con fuerza.
Cuando finalmente dejamos de dar vueltas, mi papá se bajó corriendo del caballo hasta el contenedor de basura más cercano y comenzó a vomitar. Me crucé de brazos enojada y corrí hasta los autos chocadores. Me giré para observar a mi papá por última vez, pero él sigue inclinado en el basurero vomitando.
"No puedes subir sola." Me dijo el encargado de los autos chocadores cuando intenté subir. "Debes ir acompañada de un adulto." Hice puchero y me crucé de brazos.
"¿Viniste sola?" Preguntó una chica detrás de mí y me giré para observarla.
"No. Mi papá es el hombre que está vomitando por allá." Señalé a mi papá y la chica hizo una mueca. "Nos subimos en el carrusel y él se mareó."
"Hombres." Ella soltó una risita. "Yo subiré con ella." Le dijo al hombre encargado, mostrando su brazalete.
"¡Gracias!" Le sonreí, ella me devolvió la sonrisa y juntas subimos a un carro. Ella al volante y yo a su lado.
La chica es muy divertida, no paramos de reir mientras conducía el auto, esquivando a los otros para no chocar. Yo le señalaba los autos que estaban cerca de nosotros asi ella podría esquivarlos. Nos divertimos mucho, hasta que se acabó el tiempo. Cuando estabamos saliendo del juego, mi papá se acercó a nosotras corriendo.
"Gina me asustaste mucho, pensé que te había perdido cuando..."
"Liam." Dijo la chica con quién hace momentos estaba conduciendo un auto.
"Sophia." Mi papá abrió los ojos como platos.
"Tú... ¿Ya eres padre? Nos separamos hace tres años." Frunci el ceño sin entender nada.
"Bueno, técnicamente, la verdad, uhmm yo... Si, soy padre." Respondió balbuceando.
"Y ella claramente no tiene tres años." La chica se cruzó de brazos. Mi papá se mordió el labio y esquivó su mirada.
"No, la verdad es que tiene siete años." Sonrió forzadamente, volviendo a mirar a Sophia.
"¡Vaya!" Respondió ella. Mi papá suspiró sin dejar de mirarla.
"Quiero volver a subir a los carros chocadores contigo, papá." Tomé su mano.
"Ahora no Gina, estoy muy mareado." Dijo tocándose la frente.
"¿Te sientes mal?" Preguntó Sophia nuevamente.
"Bueno, yo no me sentía mal al principio. Pero entonces ella decidió subir a ese juego súper extremo que me provocó náuseas." Dijo tocándose el estómago.
"Ese juego súper extremo era el carrusel, ¿cierto?" Mi papá asintió tímidamente. "Liam, es una atracción infantil, lleva una velocidad mínima."
"Si, tal vez... Pero al menos no eligió las sillas voladoras. Yo realmente no puedo soportar más vueltas " Ella puso los ojos en blanco antes de soltar una carcajada.
"Súbete conmigo." Lo arrastré hacia los carros. Pero él no apartó la mirada de la chica. "Vamos, tú también sube con nosotros. Será divertido."
Ella intentó negarse, pero la convencí al final. Yo subí con mi papá en un carro, y Sophia subió en otro.
Subimos dos veces más en el mismo juego, pero esas veces preferí subir con Sophia en su carro porque mi papá apesta en este juego, y no sabe conducir. Todo fue risas durante el tiempo que estuvimos conduciendo, mi papá nos perseguía solo para chocar con nosotras muchas veces.
"No entiendo porque preferiste subir con Sophia, yo soy genial en ese juego." Se quejó mi papá, mientras nos alejábamos del juego. Sophia comenzó a reír.
"Ella conduce mejor que tú, y choca menos." Respondí simple.
"Pero la idea es chocar mucho. No te entiendo." Él frunció el ceño.
"No. En realidad la idea es esquivar tantos carros como sea posible, Liam." Respondió Sophia.
"Oh."
Tomé la mano de Sophia y la mano de mi papá para dirigirnos a la rueda de la fortuna. Mi papá se sonrojó bastante y no entiendo la razón. Fue el recorrido más silencioso y más aburrido del mundo, casi me quedo dormida cuando llegamos a la cima de la rueda.
"Creo que ya debo irme." Dijo Sophia cuando bajamos de la rueda. Levanté la cabeza solo para mirar la cara de decepción de mi papá. Él parece triste por alguna razón.
"Yo uhmmm... Gina y yo ya estábamos a punto de irnos también." Dijo sonriendo con timidez. "¿Viniste sola?"
"Vine con unas amigas, pero al parecer ellas me dejaron sola. No las he visto desde hace media hora que estoy con ustedes, y no he abandonado el parque porque tengo la esperanza de encontrarme con ellas nuevamente." Respondió mirando a su alrededor.
"Yo podría llevarte a mi hotel, digo, soy el dueño, puedes quedarte a dormir los días que quieras, gratis. Sólo si tú quieres quedarte, claro. Supongo que viniste a Wolverhampton con tus amigas y no tienes forma de regresar a tu casa a esta hora." Mi papá habló muy rápido.
"En realidad me estoy quedando en casa de una amiga, mi casa, quiero decir... Alquilamos un apartamento entre nosotras, estoy viviendo aquí." Ella sonrió.
"Oh, eso es genial. Entonces si tú quieres yo puedo llevarte a tu apartamento, es peligroso tomar un taxi a esta hora. Sólo estoy siendo amable, no quiero abandonarte en este parque sin saber cómo volverás a casa. Prefiero estar seguro de que has llegado bien."
"Gracias Liam." Sophia le sonrió a mi papá y él se aclaró la garganta.
"Entonces vamos."
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Estamos frente al edificio donde vive Sophia. Mi papá se bajó del carro y corrió para alcanzarla luego de que ella se despidió y bajó del carro. Él no tuvo que correr mucho porque ella sólo se había alejado un centímetro del carro, pero mi papá parece muy desesperado por alcanzarla.
"Sophia yo... Uhmm quisiera saber si podría verte de nuevo alguna vez. Tenía mucho tiempo sin verte y pues, me gustaría conversar contigo... Pero si no quieres hacerlo te entenderé. " Dijo mi papá rascando su brazo, nervioso.
"Liam yo..." Él la interrumpió
"Sin compromiso, solo saldremos como amigos a compartir. Nada más. Me invitaron a una fiesta de personas importantes y yo no acepté la invitación porque no quería ir solo a la fiesta. Es que todos los empresarios y ejecutivos tienen esposas, y pues... Yo no. Tal vez quieras acompañarme, si no quieres ir conmigo lo aceptaré, quizás tengas otros planes para ese día. Está bien, no te quitaré más tiempo, invitaré a mi secretaria para no ir solo..." Se dio la vuelta, pero ella le sostuvo el brazo.
"Liam yo no he dicho que no quiero ir."
"Oh. Entonces, ¿quieres venir conmigo?" Preguntó entusiasmado.
"¿Cuándo es?"
"Es el domingo, desde las 8:00 PM."
"Ese día lo tengo libre, supongo que si puedo acompañarte." Sonrió.
"Eso me encantaría. Si decides acompañarme entonces pasaré por ti. ¿Tienes mi número? Es el mismo número de hace tres años... Pero si lo borraste de tu agenda puedo volver a dartelo."
"Liam, no he borrado tu número, claro que no. Ya debo irme, ¿entonces te espero el domingo?" Él asintió con la cabeza.
"Si, por supuesto. El domingo."
Decidí actuar por mi papá e invitar a Sophia a salir. Hoy es jueves, aún faltan tres días para el domingo y él realmente parece interesado en pasar tiempo con ella, pero es incapaz de decir otra palabra.
Arriba del edificio hay un gran cartel de princesas, y tuve una buena idea, así que abrí la puerta de la camioneta para acercarme a Sophia.
"Mi papá me llevará mañana al teatro de las princesas, ¿quieres venir con nosotros? Por favor di que si." Mi papá levantó una ceja sorprendido.
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Me tardo un poco en actualizar porque los capítulos son largos ;)
Capítulo dedicado a:
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@Keep_calm_I_love_you
Gracias por votar y comentar, nunca me cansaré de agradecerles Sigan pidiendo sus dedicaciones.
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