Miel Vogrincic.
Una voz familiar me despertó, miré a mi lado y no estaba Felipe así que rápidamente me puse mis pantuflas y bajé las escaleras.
Sonreí a penas ví la silueta de mi hermano parado en el living, me acerqué rápidamente para abrazarlo —Holaa, ¿Que haces acá?—
—Hola, Miel— Me hizo algunas caricias en la espalda —¿Vos te pensabas que te podías ir sin responsabilidades?— negó con la cabeza.
—¿Como?— Miré a Malena sin entender, al parecer era la única en casa.
—Te traje tu hijo— señaló una caja de transporte de animales y me acerqué rápido.
—Pobrecito, ¿Por qué viene en esto?— Intenté sacar a River pero como no pude, Malena me ayudó.
—Por petición de la aerolínea, tranquila que no se vino en bodega— Mi hermano me miraba con una sonrisa —¿Y el papá de esta mini bestia?—
Alcé a River en mis brazos y le comencé a hacer mimitos. Extrañaba mucho a mi mascotita y eso que solo habían pasado unos días.
—Recien despierto, no se dónde está— miré a mi hermano y apoyé mi cabeza en su pecho —Gracias— Sonreí.
—No, de gracias nada— apoyó levemente su mano sobre mi frente —River lloraba todos los días y ya estaba entrando en un brote sicótico— rió haciendo que nosotras lo hiciéramos.
Malena solo nos miraba y aportaba con sonrisas o risas. A ella no le gusta interrumpir en conversaciones cuando sabe que su aporte no sería necesario.
La puerta se abrió de golpe y la voz de Pipe fue música para mis oídos.
—Volvimos—
Todos miramos hacia la puerta y ahí estaba mi novio, con el pelo largo todo revuelto, con shorts y sin remera. Tenía los hombros colorados. Seguro estuvo surfeando con Simón.
—Cerra la boca, se te cae la baba— Enzo me miró y luego miró a Pipe —¿Todo bien?—
—¿Que haces acá?— Respondió Felipe con felicidad mientras se acercaba a darle un abrazo.
—Vine a dejar a mi sobrino— sonrió.
Pipe me miró y sus ojos se llenaron de sorpresa al ver a River. Rápidamente se acercó, dejó un beso en mi frente y alzó al perro.
—Naaah, sos un capo, gracias—
—¿Dónde estabas?— Interrumpí el momento —No me despertaste...—
—Fui a surfear con los chicos— Me sonrió.
—Matías no sabe surfear— Malena interrumpió. Su aporte si era necesario.
—Ahora si— Le respondió con total normalidad y volvió su vista a mi —Te tengo un regalo—
—¿Que?— sonreí.
—Vamos a ir a ver a Khea, estará acá en Mar del plata y es gratis. ¿Te copas?.— Bajó a River de sus brazos.
—¿¡Es en serio!?— Realmente estaba contenta —Te acordaste...—
Amo a Khea, es el amor de mi vida, su música conecta mucho conmigo, sobre todo su último álbum "Serotonina".
Jamás lo he visto en vivo así que es la mejor noticia de mi vida.
—Obvio que me acordé— Me sonrió.
Claramente lo abracé con todas mis fuerzas, estaba re feliz y para mi es un detalle hermoso que se haya acordado, sobre todo que me quiera llevar a verlo.
—¿Como es que pasa de Tini a Khea?— Enzo negó con la cabeza divertido.
—No has visto cuando pasa de Tini al calle— Matías entró por la puerta y se acercó a Enzo para saludarlo —¿Todo bien?—
—¿Y Simón?— Pregunté nada más por curiosidad.
—¿Está acá?— Enzo me miró con sorpresa.
—Acá estoy— Simón entró a la casa cerrando la puerta a su paso, cuando se fijó en la presencia de mi hermano se apresuró en ir a abrazarlo.
—¿Que haces acá, negro?— Enzo le dió unas palmadas en la espalda.
—VOS qué haces acá, te hacía en Uruguay—
—Vine a dejarle el hijo a mi hermanita menor— Me agarró una mano —Bueno, ya se presentaron claramente, pero ella es Miel mi hermana menor— Sonrió.
—Y la favorita— Asentí.
—Sos la única— Enzo me sonrió.
—Por eso— me encogí de hombros.
Simón fingió sorpresa, se acercó a mi y me agarró la mano.
—Lindo nombre, soy Simón—
Sonreí divertida y asentí con la cabeza.
—Boe tampoco a la pavada— Enzo rió.
—¿Viniste solo, Enzo?— Juani se incorporó a la conversación Pero pasó sin penas ni gloria.
—Bo, espero que me la cuides. Es mi tesoro más preciado— Enzo nos quedó mirando porque aún seguíamos de la mano.
—Yo te la cuido, vos sabes— Simón pasó su brazo sobre mi hombro y me atrajo hacia él para abrazarme.
Pude mirar de reojo como Felipe tensaba su mandíbula. Tenía una expresión totalmente seria y fría, no le gustaba el contacto que estaba teniendo.
—Che, che, che— Matías interrumpió el momento —Yo la cuido, soy el mejor amigo... Pipe también la cuida, claro, Pero no como yo— Quitó el brazo de Simón y me abrazó. Felipe pareció calmarse un poco.
Juani tosió de forma exagerada para llamar la atención —¿Y, Enzo?, ¿Viniste solo hasta acá?—
—Algo así— Negó con la cabeza.
—¿"Algo así"?— Miré a Enzo, no sabía nada.
—Yo no quería viajar solo y...—
La puerta comenzó a sonar, alguien la golpeaba muy rápido y fuerte.
Cerré los ojos un momento, solo un animal podía tocar la puerta así. Un animal que conocía perfectamente.
River comenzó a ladrar por el ruido así que se apresuraron a abrir la puerta.
—¿Que haces acá?— Matías sonrió una vez que abrió.
—Naaah, ¿Es joda esto?— Juani sonrió contento —Exportación Uruguaya, sus mejores productos.—
—¿Me extrañaron?— Agus Lain entró a la casa y fue besando en la mejilla a uno por uno hasta que llegó a mi. Yo lo estaba mirando muy seria.
—¿Ves que no podés vivir sin mi?— Me encogí de hombros.
—No, nena. Vos no podés vivir sin mi, por eso vine, para que dejes de sufrir—
—¿Como es eso?— Felipe frunció las cejas.
—¿Dónde se van a quedar?— Malena miró a Enzo acaparando la atención.
—En una hostal, acá cerca— Mi hermano sonrió.
Felipe me seguía mirando esperando una respuesta a su pregunta. Me hice la boluda.
—¿Vos estás loco?— negó con la cabeza —Cancelas ya la reserva, ustedes no se mueven de acá, hay espacio o haremos espacio si es necesario— Miró a Agus y le puso una mano en el hombro.
Sonreí, claramente no había mucho espacio, ya que esta casa estaba destinada solo para los cinco y el espacio restante lo tomó Simón, pero Male se las ingeniería para que mi hermano pasase tiempo con nosotros.
—Malena manda— Agus miró a Enzo y este le devolvió la mirada como rendido.
—Bien, iré por las cosas.— Enzo le dió un mini abrazo a Male y salió de la casa.
Fui tras él.
—¿Me seguís para afuera estando en pijama?— Enzo volteó mientras caminaba y luego agarró un par de cosas.
—Me gusta que estés acá— Le sonreí.
—¿En serio me decís?— Enzo dejó las cosas en el suelo para prestarme atención.
—Obvio, si sos mi familia— Me acerqué a él con una mano en frente mío.
—Raro de vos— agarró mi mano con una sonrisa.
—Daaah— Reí —En serio me gusta pasar tiempo con vos, sos mi hermano y te amo mucho... A veces me causas violencia y te trato para el culo, pero después te vuelvo a querer mucho— Sonreí mirandolo fijamente.
Me da cosita ponerme sentimental, pero necesitaba que mi hermano estuviese acá.
Pedí mucho este viaje para poder ver a mi futuro esposo y a mis nuevos amigos, y cuando por fin lo tuve se sintió algo raro, me faltaba mi hermano para poder sentirme bien al 100% y ahora me siento así. Plena.
—Estas chapita, nena— Me abrazó mientras negaba con la cabeza.
—Sos un viejo— Rei.
—Basta, ayúdame con las valijas—
Lo miré con fiaca y comenzamos a entrar las cosas. Enzo no se quedaría mucho tiempo, pero yo estaba feliz de que estuviese acá... Y un poco feliz por Agus, nada más.
[...]
Hasta acá el capítulo, muchas gracias por leer y perdonen la demora, no he tenido tiempo 🎀❤️, actualizaré nuevamente más tarde.
Recuerden que me pueden dejar sus ideas acá 🎀