Había algo en la forma en que sus miradas chocaban en los pasillos de la universidad. Un chispazo de desprecio, una tensión palpable. Ella, con su cabello rojo como el fuego y ojos azules que parecían esconder secretos. Él, el jugador de fútbol, con su cabello negro y una contextura alta y musculosa que imponía respeto.
Ambos estudiaban medicina, y aunque compartían aulas y prácticas, no podían soportarse. Sus diferencias eran evidentes: ella, meticulosa y enfocada en sus estudios; él, despreocupado y siempre rodeado de amigos. Pero había algo más, algo que ninguno de los dos quería admitir.
Hola, ¿Cómo están? Hace tanto tiempo que no pasaba por aquí, estoy muy entusiasmada y feliz por volver a hacer lo que me gusta, que es crear historias y universos nuevos.
Espero que disfruten esta nueva historia y vayamos juntos descubriendo que pasará en cada capítulo.