Fiebruo' era la palabra perfecta para describir como me sentía con el inicio del nuevo año escolar. No fumo perico, esta es mi verda'.
Mi último mamaguevo año escolar iba a ser el mejor del puto mundo, o al menos yo me aseguraría de que así fuera. No solo estaba loquísimo por presentarme en el festival de egresados, me emocionaba mucho la idea de ser el acto principal de la vaina. Aunque lo último no estaba cien por ciento asegurado, tampoco estaba muy lejos de ser verdad.
No por nada me llamaban el hijo perdido de Luis Silva. Y si tienen un poquito de cultura, nada más con eso se pueden imaginar lo webo pelao' que soy.
Pero sí, antes de que empiece a irme por las ramas, el festival de egresados era la vaina más arrecha que tenía mi liceo, era el evento más grande del año, no solo porque te graduabas, sino también porque las posibilidad de que te firmara una empresa era puesta en la mesa, así mismito, en bandejita e' plata. Las oportunidades eran infinitas sí terminabas siendo el centro de alguno de los actos.
Yo de bolas quería ser el vocalista central del acto de canto, porque como ya mencioné, ese es mi hábitat natural, mi terreno, mi campo, mi especialidad... A mi casi casi me pare Mirla Castellanos y por eso yo también sería el primerísimo.
Y ustedes pensarán que estoy hablando pura paja porque así no es como funcionan la mayoría de escuelas made in patria, pero ya les explico rapidito pa' que no se pierdan.
Primero que nada, buenas tardes, mi nombre es Kim Seungmin y yo les vengo hablar de la unidad educativa Juan Yepez Pérez, o mejor conocida por sus siglas: JYP.
JYP es claramente en lugar donde estudio, una institución fundada por un viejo coreano marico que tomó la decisión de llevar la cultura idol a ciertos países de Latinoamérica, en este caso Venezuela. Su misión empezó en el año de la pera, no sé la verdad, no estaba presente, yo segurito era un espermatozoide nadando en las bolas de mi papá.
Pero para ya resumirles el cuento, el viejo marico fundo su vaina y la nombró en su honor, y se montó en su peo' sin contar con los planes del chavismo, claramente. Aunque vamos hablar claro, cuando eres un viejo billetuo', extranjero, y reitero por enésima vez: marico... No creo que te afecte mucho tampoco.
El punto es que mi escuela era de pinga, lo mejor de lo mejor, a pesar de estar situada en esta fokin suciedad. En tema de cultura y estilo, era una mezcla rara entre escuela gringa y coreana. Capitalismo en su máximo esplendor. Solo los especímenes que estudiábamos ahí éramos venezolanos.
Y no precisamente de esos que ves y dices: «Verga, qué venezolano»
Más bien de esos que ves y dices: «Verga, los chinos están en todos lados»
Porque tú sabes, en Venezuela siempre andamos con la ignorancia y la xenofobia por delante. Luego uno les saca la cédula y quedan con el ojo cuadrado.
Volviendo al punto, JYP era una institución arrecha, única y detergente, centrada en vainas artísticas y chéveres como: baile, canto, rap, actuación, fotografía, dibujo, diseño etc. Aún así se incluían las materias comunes y ladillas, que si matemáticas, historia de Venezuela, historia de Corea, geografía, castellano, toda esas vainas del diablo, ya tu sae'.
Eran detallitos fáciles de ignorar comparado con el repertorio de vainas buenas que habían en la institución.
Lo que más me gustaba es que esta mierda estaba llena de gente como yo, había asiático marico pa' tirar pal techo.
No todos pues, algunos tenían la pinta y sin palabras lo decían, otros tenían la pinta pero se quedaban en el lado malo del cuento, y luego estaba yo que definitivamente tenía la pinta y lo gritaba a los cuatro vientos. Le había echado demasiadas bolas con tanto evento canónico pa' también tener que estar metido en el escaparate, sería el colmo pues.
Mis condolencias para los maricos reprimidos (mi ex), pero yo no nací ese día.
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Volviendo a la realidad actual y presente presidente, yo andaba caminando tranquilito por los pasillos brillosos y olorosos a mistolin, viendo sí ubicaba a los animales de monte con los que yo me la pasaba.
Jeongin era un descarado que vivía literalmente al frente de la escuela y siempre llegaba tarde, por alguna razón. Así que definitivamente no esperaba verlo por esos lares tan temprano. Hyunjin no solo se creía la ultima harina pan del central, aparentemente lo era. Así que podía imaginarme que andaba en su chamba a tiempo completo: ser pantallero.
Después de dar más vueltas que un trompo, decidí irme hacia los casilleros, para guardar parte de mis mancudales mientras esperaba que alguno de mis panas hicieran acto de presencia.
No tuve que esperar mucho tampoco, justo cuando estaba insertando el código del candado, la voz escandalosa de Jeongin se hizo presente para deleitarme gritando:
—¡SEUNGMIN, LO HICISTE OTRA VEZ!
Me volteé a verlo con cara de confundido asqueado, mientras se aproximaba más a mí. Ya sabía que este subnormal me iba a salir con una mariquera.
—¿Qué hablas?
—Otra vez te sentaste y dejaste las nalgas pegadas en la silla —dijo en un tono normal, mientras manoseaba mi culo inexistente del que precisamente se estaba burlando. Este si es arrecho.
—Echa pa' allá —Le di un empujón satánico mientras él solo se cagaba de risa.
—Miren nomás, si es Minnie Mouse y el pato Lucas —Apareció de la nada Hyunjin.
Claramente ya no habían valores cívicos, ni familiares, un gesto, un saludo, unos buenos días, un «Coño e' tu madre cómo te fue te extrañé.»
—Será el pato Donald, gafo —Le contestó Jeongin rodando los ojos.
—Pato es pato, tú me entendiste —contraatacó Hyunjin.
Antes de que Jeongin empezara a hablar mierda y se pusiera a explicar punto por punto porqué coño el pato Lucas y el pato Donald no eran lo mismo, decidí intervenir.
—¿Cómo les fue en las vacaciones? —pregunté abriendo mi casillero.
Mis panas empezaron con la labor de darle a la lengua, pero yo me distraje full por un sobre que encontré en mi casillero, cosa que era burde extraña porque antes de irme de vacaciones yo siempre dejaba esa mierda limpia y vacía. La única vaina que siempre se mantenía ahí eran mis fotos con los maricos a tiempo completo que tenía al lado, y eso namás porque quedaban pegadas en la puerta.
Que jodia' ¿No se supone que esa mierda solo la puedo abrir yo?
—No bueno, menos mal ya viene navidad porque me tocará montar el arbolito con las bolas que nos estás parando —interrumpió mis pensamientos Hyunjin.
—Ya va —dije haciendo un gesto con la mano—. Me dejaron un sobre, quién sabe cómo coño.
—Verga si es plata me tienes que dar la mitad —dijo Jeongin tratando de arrebatarlo de mis manos, pero yo fui más rayo McQueen y lo esquivé.
—Ábrelo pues —apuró Hyunjin.
Que bichos tan salios, naweboná.
Pero como a mí me picaron con la misma tijera, accedí a su petición.
«Si las rocas chocan con la olas ¿Por qué tú culo no choca con mis bolas?»
Att: el sabedor que más sabe.
¡¿Qué mierda acababa de leer?!
Mi cara segurito era un poema porque Jeongin como todo intrépido profesional no pudo aguantarse ni un pelo más a que yo mismo le dijera lo que había leído, sino que bien pasao' me arrancó la hoja de la mano. El peor error sí me preguntan.
—VERGA, MATÓN —gritó el carajito llamando la atención de reimundo y todo el mundo—. ¿COMO TE DICEN A TI? LA SENSACIÓN DEL BLOQUE.
Y ahora por güevón, me tendría que calar ese chalequeo eterno.
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hola, caras de bolas. es mi regreso oficial a wattpad y aunque esta mierda es literal un cementerio, sepan que ya aprendí que es mejor dejar números pelaos para el título de los capítulos. esperen actualización para dentro de diez años.