capitulo ocho:❛descanso❜.
Astoria entro a la cueva con una mueca de frustración y cansancio en su rostro, ya no veía la hora de llegar a su casa y dormir una merecida siesta. Levanto su mirada y pudo percibir en el rostro de sus compañeros la misma irritación que sentía ella, ninguno disimulaba su mal humor. La misión que les habían encomendado en Gotham City esa mañana, había sido un total fracaso y todos tuvieron un poco de culpa en esa derrota.
—Tengo que hablar con Aqualad —Anunció Batman mientras todos caminaban hacia la sala de entrenamientos. Sin siquiera saludarnos o decirles algo sobre la misión. —Los demás vayan a las duchas y vuelvan a sus casas.
Un murmullo general se escucho en el grupo y con pasos perezosos continuaron en su camino. Menos Robin, quien se había quedado estático en lugar mirando de forma inquisidora a su mentor y al líder del grupo. Kid tuvo que retroceder unos pasos y prácticamente obligarlo a caminar, era mejor no enojar a Batman.
—¿A casa? —Preguntó con ironía Super, sacándose su playera toda sucia. —Ya estoy en casa.
La guerrera siguió las ordenes de Batman y fue una de las primeras en llegar a las duchas para limpiar todo el lodo que tenía en su traje e irse a casa. Hoy había sido un día bastante largo y necesitaba un buen tiempo para descansar. Al parecer el héroe de Gotham leyó sus pensamientos, porque días después les dieron una semana libre al equipo.
【 ૈ☆┊𝆄 ❥ 】
La amazona miró una vez más la dirección escrita en el papel que sostenía en la mano, para comprobar que estaba en el lugar correcto. Tomó un poco de aire y entro por las puertas del enorme teatro, el lugar le intimidada demasiado. Se sento en una de las últimas filas de la sala y espero a que la función comenzará mientras comía un poco de palomitas. El telón se abrió, los espectadores empezaron a aplaudir y un hombre vestido de traje y a una joven pelinegra con el mismo traje que el mayor y un sombrero de mago, aparecieron en escena, listos para comenzar.
Después de un entretenido espectáculo de magia de una hora y media de duración, el show terminó y los dos magos agradecieron los aplausos del público antes de cerrar el telón. Wonder Girl se quedó en su asiento unos minutos observando a los demás irse, hasta que una persona se acercó a ella y le indico que podía ir tras tras bastidores.
Siguio al hombre en silencio hasta que pararon frente a una puerta, en donde con letras doradas se podía leer Zatara. Golpeó la puerta del camarin con leves toques y esperó con los brazos cruzados que le indicaran entrar. Se sentía muy emocionada de reencontrarse con su amiga, hace mucho que no la veía.
—Hola —Dijo al ver cómo la puerta se abría, mientras una enorme sonrisa se dibujaba en su rostro. -Tanto tiempo, Zatanna.
—Viniste —Soltó la pelinegra antes de lanzarse a los brazos de la guerrera y fundirse en un gran abrazo. —Me alegra mucho que estés aquí, creí que esta semanas estarías muy ocupada.
—No iba a perderme ver tu primer show junto a tu padre —Habló la guerrera cortando el abrazó. —Estuvo fantástico, las luces, la puesta a escena, será todo un éxito en todo el país el show.
—Gracias —Agradeció la maga. —Tenemos que ponernos al día ya, guardó mis cosas y vamos por un cafe, ¿Quieres?.
—Eso se oye bien, hoy tengo todo el tiempo del mundo.
(...)
Las dos jovenes caminaban por las hermosas calles de New York, agarradas del brazo. Las calles estaban llenas de gente y hacia bastante frío ese día pero eso no impedía que disfruten la ciudad. Después de algunos minutos en donde Zatanna le contaba a Astoria como idearon la obra con su padre, llegaron a una cafetería muy elegante, sin más preámbulos entraron y se acomodaron en la mesa más discreta del lugar.
—Pidete esto, te gustará —Dijo Zatanna leyendo el menú, señalando un pastel de chocolate y un cafe cortado. —Ya es hora de que pruebes cosas nuevas, si nos vivirás a base de panqueques toda tu vida.
—Tampoco me quejaría si tuviera que comer eso toda mi vida —Comentó la guerrera. —Pero solo por ser un día especial, te voy hacer caso.
Llamaron a la mesera y cada una pidió su orden.
—¿Cómo has estado? —Preguntó la castaña sacando tema de conversación, mientras se acomodaba en la silla.
—Bien, algo abrumada y feliz por los shows que vienen —El rostro de la maga se iluminó de ilusión. Su sueño desde niña siempre había sido ser una maga como su padre y ahora lo estaba cumpliendo. —¿Tú? ¿Qué tal el equipo?.
—Es algo cansador pero me emociona mucho formar parte —Las dos le agradecieron al mesero que dejo sus pedidos en la mesa. —Además mis compañeros son fantásticos, deberías unirte, una persona como vos nos hace mucha falta —Tomó con cuidado la taza que tenia cafe. —Mejor dicho, nos hace falta chicas en el equipo.
—Me encantaría pero sabes cómo es mi padre —La pelinegra suspiro con cansancio. —Además las funciones ocupan todo mi tiempo y no tuve el mismo entrenamiento que ustedes, seria más un problema que una solución.
—Lo entiendo —Tori comió un bocado de su pastel. —Speed tampoco quiso formar parte, perdón Red Arrow —Hizo comillas con sus manos al decir ese nombre.
—¿Red Arrow? —Preguntó sin poder creérselo la maga. Estaba muy desconectada con el grupo de héroes. —Siempre supuse que Roy sería el primero en independizarse.
—Todos suponíamos eso, pero no esperamos que fuese tan pronto —Respondió la amazona con aire pensativo. —Te sorprendería lo mucho que cambió todo en tan sólo unos meses, cómo muchos cambiamos también.
—¡¿Te peleaste con Robin y Kid Flash?! —Cuestionó exaltada Zatanna, llamando la atención de varios comensales.
—¿Que? —Astoria dejo caer su cuchara sorprendida. —¡Claro que no! Son mis mejores amigos, hablaba de otros tipos de cambios.
—Lo siento, creó que me imagine un cambio muy drástico —Zatanna tomó un sorbo de su malteada. —Es imposible que te pelees con ellos, los tres son... inseparables. Desde el primer momento lo fueron.
—Lo sé, nunca podría pelearme con ellos —Una sonrisa se dibujo en el rostro de Astoria mientras limpiaba el desastre que había hecho en la mesa. —Anduve haciendo amigas nuevas estas días —Cambio de tema.
—¿Quiénes? ¿Cómo se llaman?.
—Miss Martian y Artemisa —Contestó la oriunda de Themyscira. —Con Miss Martian me llevé bien desde el primer momento y con Artemisa igual, creó que son muy geniales. Estoy segura de que te caerían bien, más Artemisa. Me hace acordar mucho a ti.
—Si te agradan a ti, seguramente también me agraden a mí —Respondió la maga con una sonrisa. —Si logran caerte bien, es porque de verdad son buenas personas.
Las dos jovenes siguieron conversando tranquilamente mientras terminaban de comer su pedido. Astoria amaba hablar con Zatanna, sentía que la entendía a la perfección y era con la única cosa que se animaba a hablar ciertos temas que ni con sus dos mejores amigos lograba. Por eso cuando la maga se mudo a New York y dejó Metrópolis fue un golpe muy duro para ella. A pesar de estar rodeada de gente que la quería, nadie nunca pudo ocupar el lugar que Zatanna dejo disponible. Por eso cada vez que podía tomaba el celular de Steve, se encerraba en su cuarto y conversaba por horas con la pelinegra. La extrañaba todos los días. Fue su primera amiga verdadera y nunca nadie iba a poder reemplazarla.
—Se está haciendo tardé —Informó la guerrera mirando el reloj. Muy a su pesar. Si fuese por ella se quedaría por más tiempo, pero Diana fue muy estricta al poner una hora de regreso. —Será mejor que nos vayamos.
Pagaron la cuenta, guardaron sus cosas y salieron de la cafetería. Zatanna insistió en acompañar a su amiga a la estación de trenes. Así que para ahí se dirigían entre muchas risas y chismes.
—¿Entonces tu hermana te inscribira en un colegio? —Cuestióno con curiosidad la maga, cruzando su brazo con el de su amiga.
—Si, seguramente vaya a Gotham Academy pero yo quiero ir a Central City High School con Wally —Dijo con pesar la castaña. Aún esperaba que sucediera un milagro y su hermana aceptara que asistiera a la secundaria que ella quería.
—¿Estas loca? Me encantaría ir Gotham Academy, no desaproveches esa oportunidad —Le advirtió en tono divertido la ojiazul.
—Lo se, Steve y Diana me lo repitieron muy veces —Explicó con desgano. —Pero me miedo porque no conozco a nadie ahí, por lo menos en la secundaria que yo quiero ir va a estar Wally. Una cara conocida para mi.
—No tenes que tenerle tanto miedo al cambio, Tori —Declaró Zatanna. —Capaz en Gotham Academy haces muchos más amigos nuevos y mira si el amor de tu vida se encuentra ahí. Yo que tu, iría igual.
Zatanna rio ante su propio comentario. En cambio Astoria sintió su mejillas arder.
—Hablando de amor —Exclamó la amazona. Tomando por sorpresa a su amiga. —Tengo una duda que comenzó ya, hace tres semanas atrás. Y se que tú eres la unica que puede ayudarme. Últimamente ando pensando mucho en una persona, mi se revuelve cada vez que la veo o cada vez que lo tengo cerca mio, y a veces hasta sueño con esa persona. ¿Que significa eso?, ¿Estoy enferma?, ¿Necesito ir a un medico urgentemente?, ¿Alguien me embrujo?
La pelinegra soltó una suave risa al ver a su amiga tan confundida y con tanto miedo de lo que sentía. A veces Astoria pecaba de inocente pero no la culpaba, hasta no mucho vivía en una sociedad en donde lo importante era luchar por su pueblo y ser digna del trono de Themyscira, el amor era secundario. Y ahora verla siendo un manojo de nervios por una persona, hacia que la maga se muriera de ternura.
—No estas enferma, Tori. Estas enamorada.
La guerrera abrió su boca de la sorpresa e intento comprender las palabras de su amiga. Ella no podía estar enamorada, ni siquiera sabía cómo estarlo o cómo era estarlo. A penas sabía lo que significaba el amor. No era probable que le gustase alguien.
—¿Estás segura?.
—Cien por ciento —Afirmó mirando de reojo a su mejor amiga. —¿Cual es el afortunado? ¿Quién es esa persona que no puede salir de tu mente? —La curiosidad la mataba por dentro.
La amazona suspiró sintiendo cómo sus mejillas comenzaban a sonrojarse. Nunca se había imaginado estar en una situación así antes.
—Dick —Respondió un susurró, casi inentendible.
No sabía cómo sentirse al reconocer sus verdaderos sentimientos. Lo único que sabia con claridad es que sentía que se estaba sacando un peso de encima, al hablar por primera vez de lo que le anduvo atormentado por semanas.
La primera que hizo Zatanna al terminar de escucharla, fue sonreír. No era algo que la había tomado por sorpresa, es más, en el fondo siempre se imagino que Tori le gustaba Robin, solo que era muy tímida para admitirlo. Conocía muy bien a su amiga y sabía que la relación de amistad que tenía con Dick era muy diferente a la que tenía con los demás. Siempre creyó que su vínculo era diferente porqué Grayson fue el primer chico que vio Astoria en su vida y su primer amigo. Pero al parecer Dick terminó siendo una persona muy esencial en la vida de la castaña.
Con respecto a Dick, la maga no estaba muy segura de si a el le pasaban cosas con la guerrera. Mientras Tori era cómo un libro abierto que enseguida te dabas cuenta de todo lo que sentía, el aprendiz de Batman era mucho más difícil de decifrar. No estaba segura si tenia sentimientos románticos por su amiga, pero tenia en claro que la amazona era una persona muy importante para el azabache. Cuando le tocó compartir misiones junto a ellos dos, se percato en la forma en la que Dick siempre estaba pendiente de que a Astoria no le pasaba nada. Y la sobreprotegía constantemente con la excusa de que Tori no sabía nada sobre el mundo real.
—No tienes que estar avergonzada por tus sentimientos —Hablo Zatanna, observando cómo el rostro de su amiga seguía colorado. —Sólo aceptarlos y vivir con ellos. Es normal que te guste alguien. No es nada del otro mundo.
—¿Sólo eso tengo que hacer? ¿No se lo tengo que contar a el? ¿Nuestra amistad no se va arruinar?.
—Tú sólo tienes las respuestas para esa pregunta —Zatanna abrazó por los hombros a la joven, tratando de transmitirle tranquilidad. —Asi que sólo sigue tu corazón y maneja tus sentimientos cómo mejor creas. Tampoco puedes guárdate todo en secreto.
Luego de eso un silencio cómodo las invadió. Astoria caminaba pensando en cada palabra que su amiga le había dicho. Y Zatanna dejo que la amazona procesará todo lo ocurrido. Llegaron a la estación de trenes y para su suerte, el tren a Metrópolis llegaría en dos minutos. No tendría que esperar tanto.
Zatanna recordó que debía darle algo a su amiga. Revolvio con impaciencia los bolsillos de su chaqueta, hasta que saco un pequeño papel.
—Es mi nuevo numero —Explicó ante la mirada de confusión de la castaña. —Cuando te compres un celular o por el celular de Steve puedes hablarme a la hora que sea. Menos en las horas que tengo función, ahí no podré contestarte.
—Gracias Zee —Agradeció la castaña, a la vez que su tren llegaba. Una sonrisa triste se formó en su rostro. Le hubiese gustado quedarse un poco más. —Te aseguro que lo haré, me comprare un celular lo antes posible —Las dos se fundieron en un último abrazó. —Hasta pronto —Se subió al compartimiento, junto a los demás pasajeros.
—Chau Tori, mandales saludos a Diana y Steve —Gritó Zatanna observando cómo el tren cerraba sus puertas.
La amazona hizo un gesto de manos antes de que el tren arrancara h su amiga desapareciera de la vista. Tomó asiento en uno de los lugares vacíos del compartimiento y miró por la ventanilla pensativa, con más preguntas que respuestas en su cabeza. Le alegraba saber que no tenía una enfermedad rara o algo por el estilo. Pero el saber que le gustaba Dick, su amigo, era peor de lo que creía. Ahora no sabia cómo reaccionar ante el, no sabía cómo actuar y tampoco sabía cómo detener sus sentimientos. Todo se volvería tan raro y complicado. Y lo peor de todo es que la única persona que podría llegar ayudarla se encontraba a kilómetros de ella. Astoria deseo que esa semana durará para siempre.
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Astoria se encontraba en la cueva, apoyada contra la pared en un rincón muy alejado de sus compañeros, quien al igual que ella esperaban con ansias la llegada de Kaldur. El era el último del equipo, que faltaba en el lugar. Batman los había reunido de imprevisto y con urgencia, interrumpiendo el descanso del equipo. El deseo de la castaña, de que esa semana fuera eterna para asi evitar a Robin, fueron rotos a dos días de aceptar sus sentimientos. La amazona miró de reojo a Dick, quien reía junto a Wally, los dos parecían estar ansiosos por saber que misión les encomendarian. Astoria por un momento los envidio, ella también quería solo estar pensando en la misión, pero no. Lo único en lo que pensaba esos últimos días, eran en sus sentimientos y en cómo podía lidiar con ellos.
Para Dick y Wally, la nueva actitud tan distante de la joven, no paso para nada desapercibida para ellos. Astoria quién vivía con una sonrisa brillante y siempre se encontraba emocionada por todo, ahora estaba alejada del grupo y con una mueca seria en su rostro. Hasta rechazo la invitación de los dos de juntarse y hacer algo para matar el tiempo, mientras esperaban que la semana de descanso terminase. Y Tori nunca los había rechazado, era algo nuevo para ellos.
Los dos jóvenes intercambiaron una mirada de confusión entre ellos, al ver cómo la sonrisa de la guerrera aparecía en su cara cuando Super se acercó a ella y le comenzó hablar. Al parecer el problema era con ellos y eso los hacía sentir más confundidos. No recordaban haberse peleado con su amiga o hacer algo que llegase a molestarla, para que llegase al punto de ignorarlos. Decididos y queriendo obtener alguna respuesta, empezaron a caminar hacia la dirección de Astoria, Super y Artemis, quien hace segundos se había unido a la conversación de los dos héroes.
—Reconocido: Aqualad B-02.
La llegada del joven héroe interrumpió la caminata de los dos mejores amigos, quienes resignados tuvieron que ir a la sala de entrenamiento, junto a los demás. Ahí en medio de la habitación, se encontraba Batman con su expresión tan seria, que ya todos conocían.
—La Atalaya detectó una inmensa fuente de poder rn el desierto de Biália —Comenzó a explicarles Batman a los siete, quiénes escuchaban todas sus palabras con atención.