Kim Taehee se encontraba en su cuarto cuando una doncella ingresó y le saludó con respeto.
—Saludo a la princesa Consorte—aquella doncella le ofreció una sonrisa—, mi señora, la esposa del séptimo ministro, quiere reunirse con usted.
La señora Kim elevó su taza de té, extrañada y con el ceño fruncido ante aquella visita inesperada, le hizo un gesto a la doncella para que la permitieran ingresar. La visitante ingresó y saludó a la esposa del hermano de su majestad.
—Dama Noble ¿Qué le trae por aquí? sin una cita acordada. Creo que está al tanto sobre no ser bienvenida a este palacio.
—Sé que cometí una falta de respeto hace una semana en la cena de su hijo, por eso, he venido a enmendar mi error.
—No me diga—habló con sarcasmo Taehee, mientras aquella mujer todavía estaba en modo reverencia ya que no se le había ordenado que se levantara—, quisiera saber como piensa arreglar esa situación.
—Como comenté, tengo una sobrina, quiero darla como concubina a su hijo.
—Esa sobrina...he escuchado que no tiene muy buena reputación.
—Han sido todos rumores infundados. Desde que ganó la flor de lota, las palabras de envidia han salido de la boca de mujeres de sociedad, usted más que todo debe entender como son los celos de las jovencitas. Por eso dicen calumnias, pero mi sobrina es muy respetuosa y será muy servicial como usted, además, si la toma como concubina. Su alteza, el joven Kim Taehyung tendrá todo el apoyo del séptimo ministro.
—Mi hijo tendrá más poder—comentó Taehee un tanto pensativa—, sabe muy bien que está casado con uno de los hijos del primer ministro.
—Pero tengo entendido que no es un hijo favorecido, princesa consorte—afirmó aquella señora ya con un poco de dolor de espalda, por la reverencia.
—Puedes levantarte—ordenó Taehee depositando su taza de té sobre la mesa—¿Qué me puede ofrecer tu sobrina, además del apoyo del séptimo ministro a mi hijo?
—Ella permanecerá a su lado y le será filial.
—Tiene un carácter duro.
—Es porque ha sido objeto de celos y envidia, no se ha dejado maltratar por otras mujeres. Ese ha sido su único pecado, mi señora.
Taehee rió un tanto divertida, aquella mujer se había pospuesto justo cuando su hijo no estaba, por que era inteligente y sabía que Kim Taehyung no aceptaría ingresar a ese lugar.
—Me gustaría ver como es esa sobrina, tanto que alaban su belleza e inteligencia.
—Traje una pintura, para que pudiera ver—una doncella de aquella mujer ingresó con un pergamino doblado. Taehee lo agarró y abrió, viendo a una joven bastante atractiva en el retrato pintado—, flor de loto le hace honor a la belleza de esta joven. Se la daré como regalo a mi hijo, como conciliación y disculpas de su parte, dígale al séptimo ministro que esperamos un apoyo de su parte.
—¡Muchas gracias, princesa consorte!
Aquella mujer hizo una reverencia y se retiró después de un gesto de mano de la princesa consorte. La señora salió del lugar con una gran sonrisa y campante de haber conseguido su objetivo. Mientras caminaba en dirección de la salida, se detuvo al ver por los jardines, a un joven de cabelleras rubias que conversaba con las demás concubinas de su alteza el príncipe Kim.
Min Yoongi miró a su izquierda, viendo a esa mujer, se mantuvo quieto sobre su asiento, un tanto extrañado, notando como la señora no le dirigió un saludo de respeto y pasó de largo. Las demás concubinas también alcanzaron a verla, una de las sirvientas de Han Sohee se acercó para susurrar algo a su oido.
—¿Qué está haciendo esa mujer aquí? ¡Se supone que tiene prohibida la entrada!—exclamó Jennie que ya se había recuperado de su rostro.
Sohee al enterarse de lo que su doncella personal le dijo, se acercó a ambos, un tanto preocupada.
—Según me informan, vino a disculparse por su comportamiento con la Princesa Consorte—Yoongi escuchaba con atención mientras bordaba lo que parecía ser otro pañuelo—, se atreve a vernos de menos, es cierto, soy una concubina, fui plebeya; pero he dado un descendiente a la dinastía.
—Aunque diéramos ocho hijos, señorita Sohee—intervino Yoongi con un leve pesar—, para los nobles, siempre seremos de baja cuna. Quien se iba a casar en realidad con nuestro señor, sería mi hermana—comentó haciendo un mohín—, pero sabes los rumores que recorren sobre el General y tengo entendido que el primer ministro no se lleva bien con su alteza, por lo que me ofreció a mi, en vez de mi hermana.
—¿No se casó ella una semana antes?
—Si; pero nadie de la familia del General lo sabía aún, se habrán dado cuenta el día que llegué a este palacio y por eso su alteza fue a reclamar al palacio al día siguiente.
—He escuchado que también no tiene buena relación con su tío, el emperador—interrumpió Jennie que tomó una galleta y se la metió a la boca, comiendo lento y masticando con cuidado.
—Pero aún así, su majestad no puede quitarlo de su lado, prefiere mantenerlo bajo control. Su alteza tiene todo el poder militar a su lado—afirmó con orgullo Sohee.
Aunque Yoongi sabía que Kim Taehyung a pesar de no congeniar con su tío, jamás fue en contra de él u ordenó algún derrocamiento, no traicionó a la corona. Ni siquiera cuando estuvieron cinco años juntos, aquel General, siempre cumplió para proteger la paz de aquel país. Se preguntó que habrá pasado después de cada muerte que tuvo: "¿El tiempo se detuvo y solo retrocedió o cada uno siguió una vida después?"
Al tener aquellos pensamientos, se pinchó con la aguja, lo que le hizo pegar un pequeño grito y soltar un quejido del dolor, las dos concubinas se preocuparon y Jennie sacó un pañuelo al notar que estaba sangrando de la punta del dedo índice, por lo que hizo presión.
—Mi señor, debe tener cuidado—ordenó aquella mujer que cuando terminó de presionar, sopló con cuidado, como si aquello fuera reducir el dolor del omega.
Min Yoongi contempló a la concubina Jennie, era una lástima que esa mujer muriera después de haber dado a luz a gemelos, el parto la debilitó y sucumbió. Eso dentro de un año, en ese tiempo, Min Yoongi ya había quedado embarazado y perdido el hijo. Ese mismo año, también murió el hijo mayor de Kim Taehyung, el pequeño hijo de la concubina Sohee, ella se quitó la vida después de la muerte de la concubina Jennie y el dolor de perder a su cachorro.
Las únicas amigas sinceras que había tenido, se fueron de su lado y solo quedó en medio de un pantano, donde la soledad la consumió. Si no hubiera sido por el amor que le tenía a ese alfa, no hubiera soportado en esa vida que estuvieron juntos cinco años. Al recordar de la enfermedad del príncipe y que habían encontrado una cura, tres años después, fijó su mirada sobre la señorita Sohee. La cura ya existia para el año en que el niño murió, es solo que la persona, no se encontraba en el país, ya que había sido desterrado debido a que confrontó a una de las concubinas de su majestad. Ya que había afirmado que uno de los principes había enfermado por cierta comida, pero la concubina no quería admitir que su error y al ser una de las favoritas, ese médico especialista fue exiliado. Fue tres años después que pudo regresar al país, cuando se confirmó que el joven principe si habia estado siendo envenenado por su propia madre y su majestad le dio el perdón y la concubina fue castigada al palacio frio.
—Es un pesar—musitó aquel omega un tanto pensativo, en sus vidas pasadas, había solo tratado de sobrevivir, estaba pensando en sí mismo, que olvidó a las personas que le hicieron ameno su vida en ese palacio del General.
—¡Oh! mi señor, se arruinó el pañuelo que estaba haciendo—exclamó Sohee al ver la gota de sangre que cayó sobre aquella pequeña tela de seda—, tal vez si se lava-...
—Es difícil sacar las manchas de sangre—comentó Jennie apenada que ese trabajo se haya estropeado.
Yoongi logró escuchar unos pasos, apareciendo el señor Kim, el cual parecía dirigirse a un lugar, las parejas de su hijo, se levantaron y le dieron una reverencia al cuarto principe y hermano de su majestad.
—Joven Min, me gustaría hablar en privado con usted—ordenó su alteza Kim Namgil. El omega afirmó, aquellas concubinas se despidieron, las doncellas del consorte tomaron las herramientas que ocupaban y se retiraron, tomando otro lado para ir a guardar los materiales. Hani se quedó a lo lejos, junto a los sirvientes de aquel hombre. Su alteza el cuarto príncipe se sentó enfrente de aquel omega, manteniendo una sonrisa en su rostro, alguien de sus sirvientes se acercó con un té para que tuvieran una charla amena.
Min Yoongi se mantuvo con una postura de espalda recta, juntando sus manos, algo tenso, debido a que estaba frente a un príncipe y se sangre más cercana al Rey de aquel país.
—¿Cómo se ha sentido? hace un mes y medio que ingresó a este palacio. Espero que se esté acostumbrando, me dijeron que ha mejorado de su lesión.
—Gracias al doctor he mejorado, aunque todavía no me recomiendan que camine...respeto a este lugar, hay bastantes jardines con muchas flores, es interesante, parece que la señora Kim tiene un gusto elegante.
—¿Los jardines? oh, no. Mi esposa no es una mujer que le interese mucho la jardinería, ha sido gracias a mi hijo, le gustan las flores de diferentes tamaños, olores y colores. Estaba niño cuando regresó de un largo paseo y pidió que hicieran los jardines más hermosos, en este lugar, tanto que no habría que envidiarle al palacio principal de su majestad.
Yoongi contempló maravillados aquellos jardines, sorprendido. Ese dato en sus vidas pasada, jamás lo obtuvo, nunca se enteró que el General tuviera un lado más delicado, sonrió divertido, en la verdad jamás tuvo en mente la imagen de ese gran hombre cuidando de aquellas flores.
—No me imagino al General ordenando algo así.
—Aunque mi hijo tenga una apariencia algo tosca y sea malo con las palabras y expresarse, tiene buenos sentimientos, joven Min. Por favor, no lo malinterprete demasiado.
—No es como si pudiera hacer mucho, su alteza. Mi esposo estaba prometido a casarse con mi hermana menor, la comparan con un lirio, así como a la señorita Seo Ye-ji, la sobrina del séptimo ministro. Ella es una hija favorecida, contrario a mi persona...lamento traer vergüenza, su alteza.
El señor Kim rió un poco y contempló a Min Yoongi por varios segundos. El omega al sentirse observado, alzó su rostro, el hombre mayor se detuvo.
—¿Sabe usted sobre el destino joven Min? es una fuerza sobrenatural que actúa sobre los seres humanos y los sucesos que éstos enfrentan a lo largo de su vida. El destino sería una sucesión inevitable de acontecimientos de la que ninguna persona puede escapar. Me gustaría decir que ha sido el destino que lo puso en este palacio, tiene la suerte de haberse casado con un príncipe de la dinastía, solo use eso a su favor.
—¿acaso el destino se puede romper?
—Solo usted, puede decidir como será ese destino, joven Min—le ofreció una dulce sonrisa—¿Por qué siento que ya hemos conversado antes? lo veo y me da una sensación de nostalgia.
—Tal vez nos conocimos en otra vida, dicen que los humanos reencarnamos—comentó Yoongi con suma tranquilidad.
—Espero que hayamos sido buenos amigos en esa anterior vida, me agrada bastante joven Min.
—¿A usted no le importa mi cuna?
Su alteza rió muy divertido e intrigado por aquellas palabras.
—No, mi hijo parece estar conforme con este matrimonio. Si mi hijo aceptó este matrimonio, no tengo que ir en contra de sus palabras.
—Aún así, tengo miedo de que me hagan daño.
—Joven Min. Tenga más confianza en usted mismo, ahora se encuentra bajo la protección de esta familia, si necesita ayuda, debe recordar que no puede hacerlo todo solo.Se que mi hijo no es el hombre más afectivo, desde muy joven solo conoció la espada, la guerra y la sangre ; pero es un hombre leal a los suyos y no permitirá que le hagan daño a su esposo principal—aquel Beta se terminó su té de un solo y depositó la taza sobre el pequeño plato de porcelana blanca—. Espero que un dia podamos tomar un té con galletas y conversar con más tranquilidad, debo ir al palacio a ver unos asuntos, me retiro.
Yoongi solo forzó una sonrisa y el señor Kim solo siguió su camino, el omega hizo una reverencia viendo al hombre alejarse.
Kim Taehyung se sentó sobre un tronco y dejó su espada llena de sangre a un lado, tomó su termo de agua que estaba hecho de metal y empezó a tomar, sediento de sangre, suspiró con cansancio mientras enfrente estaba un montón de cuerpos de rebeldes, desnudos, unos encima de otros.
—Hemos superado la primer línea—comentó otro de sus soldados, cansado y también tomando energías. Para que lleguemos a la quinta, línea, tal vez nos tardemos unos seis meses, además de atrapar a los rebeldes que se lleguen a esconder.
—No hay tiempo—recalcó aquel alfa—, debemos terminar esto máximo,cuatro meses, minino...en tres meses.
Los soldados lo miraron de un golpe, como si el tipo se hubiera vuelto más loco de lo que se encuentra, incluso Seojoon se levantó de su asiento ante lo que sus oídos escuchaban y no podía creer.
—Su alteza ¿Cómo vamos a eliminar cinco líneas de soldados rebeldes de la frontera? ¡Son miles de hombres allá afuera!
—Serán tres meses como mínimo. Solo descansaremos cinco horas y mataremos hasta que nuestros cuerpos se desgarren, no quiero que ninguno muera, o me encargaré que sus familias también sufran consecuencias por dar a luz a guerreros débiles.
Aquel General contempló con sus ojos amarillos intenso a sus hombres, quienes pegaron un chillido y tragaron duro del terror, sintiendo una fuerte presión en el ambiente, Kim Taehyung se retiró a su tienda, mientras Seojoon abrió y cerró la boca, aún procesando bien la orden de su alteza.
—Hul...—exclamó uno que cayó débil cuando sus piernas no soportaron más por el miedo y el terror—¿El general en verdad es un humano?
—¿Puedes llamar eso un humano? parece más un demonio—resongó otro en bajo para tomar agua, muy cansado.
—Es un rumor, pero dicen que los de sangre real, poseen sangre demoniaca. Sus antepasados formaron un pacto con un poderoso demonio y gracias a eso, formaron esta nación y solo un descendiente es un heredero de esa sangre de demonio.
Los demás contemplaron al que recién acaba de hablar, le ofrecieron un golpe en la cabeza, incrédulos.
—¡No seas tonto! son puras leyendas, nadie con sangre de demonio podría pasar desapercibido, imaginas demasiado ¿Quieres que te corten la cabeza?
Seojoon solo escuchaba a los soldados, que rieron entre nervios, tratando de calmar aquel tenso ambiente.
Taehyung terminó de ponerse sus vestimentas para dormir, logrando escuchar a su amigo ingresar, aquel soldado se sentó en una silla de madera que estaba cerca.
—Parece que la guerra pone más locos a estos idiotas, otra vez ese rumor de que eres descendiente de un demonio.
Taehyung le contempló en silencio,sacó de un cofre el pañuelo que Min Yoongi le había hecho y sonrió, con dulzura, acariciando aquellos hilos que formaban la figura central—¿En serio existe algo así? los humanos cuando no encuentran explicación a algo, deciden creer en seres que les resuelva esa situación...tiene buenas manos—susurró sorprendido.
—¿Se puede saber de qué habla? no podemos derrotar a todos esos rebeldes en menos de tres meses.
—Tengo a mi esposo que me espera en casa, muero por hacerle un bebé.
Seoojoon abrió y cerró la boca al escuchar aquello, suspirando pasó frustrado su mano entre sus oscuros cabellos.
—Está viendo ese pañuelo y perdido, su alteza. es el regalo que le dio su esposo antes de venir. Aunque parece que le gusta mucho, en el momento que lo recibió, no comentó nada al respecto.
—¿A qué te refieres?
—Cuando usted recibe un regalo de alguien, se tiene que decir: "Gracias" y comentar algo positivo sobre el regalo que recibió, por ejemplo—su amigo carraspeó y se levantó para empezar a actuar—Esposo Consorte, su trabajo en el bordado es exquisito—juntó sus manos y pestañeó a gran velocidad para tomar ahora el papel del omega—¡Oh...su altezaaaaaaa!—se hizo el desmayado cayendo al suelo sin gracia como si la emoción haya sido demasiado para él. Se levantó y limpió sus vestimentas, volviendo a tener un rostro serio—, así...lo vuelves loco.
—Loco me estoy volviendo en estos momentos al verte—gruñó y se dirigió a su cama, se sentó olfateando aquel pañuelo, había esencia del aroma de Min Yoongi—. Es suficiente con haber aceptado el regalo—exclamó frunciendo el ceño.
Seojoon suspiró, viendo a su señor acostarse y aún mantener su mirada sobre aquel pedazo de tela.
Min Yoongi contempló aquel jardín que se extendía através de las puertas abiertas de su cuarto. En aquel cuarto, las puertas que se dirigen al jardín, eran privadas y solo el podía ingresar por ese lugar, no sabía porque, pero muchos dijeron que era el cuarto más bonito en la mansión de aquel General, incluso su madre, que lo pidió, le fue negado. Min Yoongi contempló maravilloso los lirios blancos, el aroma inundaba aquel cuarto y lo hacía sentir relajado para cuando dormía. Su doncella personal ingresó con una sabana más gruesa, esa noche estaba siendo demasiado fría, se acercó a su señor y lo cubrió con cuidado, dando suaves golpecitos sobre la tela.
—Si duerme con la puerta abierta del jardín, se puede enfermar por el frío.
—Es solo que...es familiar. Antes de que llegaras a trabajar conmigo y mi sirviente anterior se escapara con su amante-...
—¡Oh, me entere de eso, fue un escándalo!—exclamó muy sorprendida y juntando sus manos.
Yoongi afirmó con lentitud.
—Como te decía, había un bosque cerca de la casa del Ministro, me gustaba ir todas las mañanas cuando recién había llovido, no se la razón; pero había un lugar donde solo crecían estas flores, podía pasar horas, viendo como las mariposas se posaban sobre ellas, eran varias de colores y patrones distintos en sus alas, eran mis momentos de silencio y era feliz—Yoongi contempló con una sonrisa un tanto apagada a su doncella—, luego padre ya no me permitió salir de casa y no volví nunca a ese lugar, la última vez me quise hacer una corona de flores; pero...de seguro se perdió y pudrió entre la maleza.
—Me recuerdan a usted.
—¿Disculpa?
—Las flores, los lirios blancos, me recuerdan a la pureza, inocencia y belleza en usted—habló Hani ofreciendo una dulce sonrisa. Para mi usted es un lirio, mi señor.
Min Yoongi se sintió conmovido con las palabras de aquella doncella y se acostó en su cama, ella al ver que su amo ya iba a dormir, sopló sobre la vela y en pasos silenciosos, haciendo una reverencia de respeto que su amo ya no vió, se despidió.
05-marzo-2023:
Yo feliz porque ya teníamos separador, y que me quedó chiquito el formato *Llora en mala diseñadora* bueno, algo a nada. Gracias por la espera y por el apoyo que he recibido en este fanfic, espero seguir adelante hasta su finalización, puede que en el futuro como todo escritor tenga uno que otro bloqueo, por lo tanto me disculparé desde este momento; pero prometo que lo terminaré.
Besos y abrazos y cuídense mucho.
¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta; pero no quema!