Una última partida

By Alex_escritor08

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Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vid... More

Sinopsis
Prólogo
1. Clase de cultura general
2. Diferencia de horario
3. Pasar página
4. Una orden
5. Un regaño
6. Cambios de humor
7. Estupideces
9. Aceptar mi derrota
10. ¿Nuevo integrante?
11. Dilemas
12. La pañoleta
13. Metiches
14. Cita ¿Doble?
15. Suplente
16. El regalo perfecto
17. Pendientes
18. Comida con los Lambert
19. Paisajes y disgustos
20. Montaña rusa de emociones
21. ¿Lo estoy haciendo bien?
22. El plan
23. Celos
24. Junta lésbica
25. Radar Gay
26. Sobrepensando
27. Raúl
28. Un gran hombre
29. Altas y bajas

8. Distracciones

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By Alex_escritor08

Eliza

El partido del inicio del torneo de primavera era hoy.

Me había despertado con un ligero dolor de cabeza, ayer las chicas tuvieron la grandiosa idea de tener un partido amistoso en el parque central, partido que terminó en un par de cervezas, no tome demasiado, pero sí lo suficiente para pensar en aquella enana.

—¿Lista? —asentí bostezando

—¿Por qué tiene que ser temprano? —tomo mi maleta

—Para que no regresen más tarde —dejo un beso en mi mejilla

—Suerte en el juego hermanita —sonreí ante el abrazo

—Cuidate mucho mi amor —mamá dejo un beso en mi cabeza—, diviértete mucho, juega bien y no te distraigas —me dio una pequeña maleta—. Te puse tu botella de agua, tu jugo, un sándwich y un par de frutas picadas —sonreí

—Gracias mamá

—Raúl, con cuidado —asintió ante la advertencia de mi madre

Salimos de la casa hasta el auto de Raúl, me puse el cinturón mientras él entraba al auto, bufé al ver que eran las siete diez de la mañana.

—Es muy temprano —deje caer mi cabeza en el asiento mientras él daba marcha

—Podrás dormir en el auto camino a Westerby

—Es una ventaja

Informe en el grupo que iba en camino, la mitad del equipo ya estaba allá, menos Melissa, Selene, Dennis y la capitana.

—Emilia no ha llegado, que raro

—Lo raro sería que ella esté puntual ahí —solté una risa asintiendo

—Cierto, tal vez llegue después de nosotros

En camino hacia la escuela me fue contando del proyecto que presentaría con sus compañeros en el festival de primavera, y me dio una pastilla para mi dolor de cabeza, lo cual le agradecí. Cuando llegamos estaciono y bajamos de su auto, él llevaba mi maleta.

—Es muy temprano para tolerará —murmuré

—Sabías que iría, siempre está en los juegos —comentó al ver lo mismo que yo

El consejo estaba al lado de las entrenadoras, pero nosotros solo veíamos a alguien en particular, aquella enana.

—Creí que se quedaría para lo del festival

—Sí, al parecer no será así —fruncí mi ceño cuando río—. Tal vez pidió ir para poder verte jugar —rodé mis ojos ante su comentario

—Idiota —tome mi maleta para ir al autobús

Al estar cerca sentí su mirada sobre mí, pero entré al autobús sin prestarle atención. No necesitaba distracciones.

Las chicas me interceptaron cuando entré al autobús.

—¿Sabes algo de Emilia? —negué mientras colocaba mi maleta en la cajonera

—¿No le has llamado?

—Ella vendrá —aclare— ¿Por qué están así?

—Faltan cinco minutos, ya debería estar aquí

—Parece que no conocen a la capitana, ella vendrá

—Cinco dólares a que no llega —mire a las chicas de básquetbol

—Cinco a que si

—Vas a perder mi amor —le dijo Janet a su novia—, Emilia siempre llega

—Vieron —la señalé—, Janet igual lo sabe

—Pero es que no contesta —rodé mis ojos

Saqué mi teléfono para que se quedaran tranquilas, marque al número de mi mejor amiga, fruncí mi ceño cuando mandó directo al buzón.

—Te mando a buzón ¿cierto? —mire mal a Melissa

La capitana era la única que faltaba y faltaban menos de cinco minutos para irnos.

Salí del autobús para acercarme a Raúl, pero alguien me detuvo.

—Jones —volteé a verla— ¿Sabes algo de la capitana?

—No presidenta, lo siento —rodó sus ojos

Seguí mi camino hacia mi novio, el cual me miró preocupado cuando estuve cerca.

—¿Qué pasa?

—Préstame tu celular —lo tome en cuanto me lo dio

Marque a su número, pero de nuevo me mandó a buzón, lo intente unas tres veces y seguía el mismo resultado, le marque el mío una vez más, me dio alivio al escuchar que estaba sonando.

—Emilia, dime por favor, que ya estás en el estacionamiento

—Diles que me esperen cinco minutos, ya voy

—¡¿Cómo que te esperamos...?! —sentí mi teléfono ser arrebatado

–Matthews —la entrenadora me lo había quitado—, si no llegas en cinco minutos, nos vamos sin ti

No podíamos irnos sin la capitana ¿o si?

—Ni un minuto más ni un minuto menos Matthews, ¿me escuchaste?

Bueno, la entrenadora jamás bromeaba.

—Emilia —mire mi teléfono—. Maldición —la entrenadora había colgado

—¿Ya viene? —asentí— Siempre llega, no había de qué preocuparse

—Sí, lo sé —bufé—, las chicas exageran un poco

La hora en que nos teníamos que ir había llegado, los demás autobuses habían salido, supuse que la entrenadora recapacito y quiso esperar a Emilia otros cinco minutos más. Mire mi teléfono cuando recibió un mensaje.

Stella: Christine consiguió que la esperemos cinco minutos más

Stella: Por favor, dime que está cerca

Eliza: Sí, está por llegar

Rodé mis ojos y le enseñé los mensajes a Raúl, él rió haciendo que lo mirara mal.

—Busca cualquier excusa para hablarte —negó riendo—, que loca la traes

—Oh, cállate

Una vez que Emilia llegó me despedí de él para ir al autobús. Le aclaré a Emilia quién había conseguido tiempo para que la esperáramos, intenté dormir en el transcurso del camino con las canciones de Taylor Swift, pero fue un poco difícil conciliar el sueño.

—¿Jugaremos primero? —Melissa estaba sobre su asiento

—La entrenadora dijo que nos dejarían al final, como siempre —comentó Selene detrás de nosotras

—Si eso pasa nos dará tiempo de ir a desayunar, ¿Cierto? —pregunte metiéndome a la conversación

—Bueno, estamos a punto de averiguarlo —comentó Gabriela al ver lo mismo que yo

Estábamos entrando al estacionamiento de la escuela Westerby, a lo lejos se miraban los otros autobuses y los equipos bajando de él.

—Bien chicas, terminemos con esto —comentó la capitana

Guardé mis audífonos cuando Emilia me los devolvió, salí del asiento para salir del autobús, ella traía las maletas.

—¿Qué se supone que haremos ahora? —preguntó Melissa

—Iré hablar con la entrenadora, cuiden mis cosas, por favor —comentó Emilia antes de alejarse

Me senté en mi maleta poniéndome de nuevo los audífonos y escuchando a Taylor Swift. Todo este tema con aquella enana estaba sacándome de mis casillas.

No sé cuánto tiempo pasó, estaba mirando unas fotos que Raúl me mandó sobre su proyecto de la feria de primavera.

—Eliza —la mire mal cuando me quito mis audífonos

—¿Ahora qué mierda quieren? ¿Qué se les perdió que no pueden solucionarlo ustedes?

—Oye, no hay necesidad de ser agresivas

—No te metas Dennis

—Eliza, Emilia no ha regresado

—Tal vez encontró a una chica linda y ya saben... —solté una risa ante el comentario de Dennis

Las chicas se miraron entre sí, Melissa se encogió de hombros.

—Tal vez tenga razón —hablo Melissa—, la capitana está volviendo a ser ella, no me sorprenderia si ahora mismo está en el baño con alguna chica

—Esté o no haciendo eso, ella dijo que traería el informe —mire a Janet—, la conocen, la capitana cumple lo que dice —volvieron a mirarme

—¿Qué? ¿Soy su guardaespaldas o qué? Ya va regresar dejen de preocuparse por ella

—Es tu mejor amiga —rodé mis ojos—, necesitamos saber a dónde iremos, los equipos se están moviendo menos nosotras

—Muy bien señoritas —la entrenadora llego—, nos vamos al vestidor de las chicas de Westerby, jugaremos a lo último

Las chicas me dieron una última mirada para luego tomar sus maletas y moverse.

Tome mi maleta y la de Emilia para seguir a las chicas, mire alrededor para ver si mi mejor amiga venía por ahí, pero no estaba a la vista.

Una vez que estuvimos en el vestidor dejé las maletas bajo la atenta mirada de las chicas, salí en busca de mi mejor amiga, mientras tanto trataba de marcarle, pero el celular solo sonaba, supuse que lo dejó en la maleta.

No sé por cuánto tiempo llevo buscándola, pero ya estaba comenzando a aburrirme, me alejé para regresar a la escuela, pero entre los autobuses vi una postura de baja estatura conocida.

Me acerqué para ver con quién estaba. Puedo andar sin desayunar, pero nunca sin un chisme incompleto. Fruncí mi ceño al ver que hablaba con mi mejor amiga.

Pero ¿Qué?

—¿Qué es esto? —me acerque a donde estaban— ¿Junta directiva?

—No te metas, Jones —me crucé de brazos mirándola

—¿O si no qué? — enarque una ceja— Te recuerdo que tú no estás, en el derecho de pedirme nada ahora mismo —aclare

—¿Qué pasó, Eliza? —mire a Emilia

—Nos quedamos esperando tu informe de que es lo que haríamos —le recordé—, le dije a las chicas que ya ibas aparecer, no me dejaron terminar de escuchar la canción de Taylor, les grite y marque a tu celular para saber donde estabas — sus ceja se alzaron ligeramente—. Ten tu puto celular a la mano, Emilia, es todo lo que pido

—Lo siento Eliza, me distraje unos minutos

—Sí —miré de reojo a Stella—, ya vi tu distracción

—Tengo cosas importantes que hacer —comentó Stella, antes de alejarse

—Me andaré con cuidado, descuida

—No quiero andar cuidando tus cagadas, Emilia —fue lo último que dijo antes de irse de nuestro lado

—Tenemos que ir al vestidor del equipo de aquí —comenté mientras nos íbamos de ese lugar

La mañana pasó tranquila, la entrenadora nos volvió a explicar los roles de juego, aparentemente íbamos después del partido de los chicos y entonces debíamos estar al pendiente. Con las chicas recorrimos todo el festival que tenía la escuela, después de haber ido a desayunar. Volvimos a los vestidores después de que nos informaron que ya podíamos usarlo.

Íbamos saliendo de los vestidores para ir a la cancha cuando mi teléfono empezó a sonar, me aleje de las chicas al ver el nombre de Raúl en la pantalla.

—Hola

—Hola, hola, ¿Qué tal todo por allá?

—Bien, vimos el festival, desayunamos en equipo —bufé—, y puede decirse que estoy enojada con las chicas

—¿Te interrumpieron en una canción de Taylor? —soltó una risa

—Sí, sabes que lo considero una ofensa interrumpirme en canciones de amo

—Es eso o alguien te tiene de mal humor —rodé mis ojos

—Ella no tiene nada que ver en todo eso

—No, pero lo que paso si que te tiene descolocada —apoye mi cabeza en la pared, frustrada

—Me odio —lo escuche reír

—Pasó algo más que no me has dicho ¿cierto? —bufé

Mi silencio después de aquella fiesta era notorio, pero solo me limite a decirle me la tope en el corredor del baño.

—Nada de suma importancia o de lo que sea que te estés imaginando

—De acuerdo, no presionaré más con el tema

—¿No deberías estar calentando? —di un pequeño brinco

En aquel pasillo no había nadie, estaba sola hablando por teléfono aún con la cabeza apoyada en la pared, así que escucharla me asustó un poco, porque no hizo ningún ruido al llegar.

Me volteé para quedar de frente con ella, enarqué una ceja al verla de brazos cruzados.

—¿Qué?

—Deberías estar calentando

—Juego en media hora

—Eso no quita que no debas estar calentando —enarque una ceja

—Tú no eres mi jefa

—No, no lo soy, pero soy la responsable de calificar los comportamientos de las chicas —se cruzó de brazos— ¿Quieres que manche tu expediente de buenas rachas? —no pude evitar sonreír

—No lo harías —enarco una ceja

—¿Me vas a retar?

No lo haría, o no creó que lo haga, la Stella que conozco no haría nada que me perjudique.

—¿Eliza? —la voz de Raúl me hizo reaccionar

Había olvidado que lo tenía al teléfono.

—Lo siento mi amor, alguien me hablo —lo escuché soltar una carcajada

Quería matarlo.

Tuve que sonreír tratando de que no se me notara que eso no me gusto.

Como odiaba que a veces le divirtiera mi situación.

—Perdón —dejo de reír y se aclaró la garganta—. Suerte en el juego mi amor, te va ir muy bien, te esperaré en la escuela cuando regreses, avísame

—Gracias mi amor, hablamos luego. Te amo

—Yo también a ti —volvió a reir—, amo esta situación

Sí, iba a matarlo.

Stella dejó de verme, seguía de brazos cruzados, pero con la mirada en otro punto del pasillo.

—Ahora sí ¿Qué decías?

—Si ya dejaste de hablar con tu novio, te recomiendo que vayas a entrenar —me cruce de brazos

La observé muy bien, su semblante estaba serio —igual que siempre que mencionaba a Raúl—, seguía sin mirarme.

—Jamás vas a entender que no te quiero cerca ¿cierto? —su semblante se relajó—. No te quiero cerca de mí, Stella, aprende a respetar eso —le di una última mirada antes de alejarme de ella

—¿Y si no me quiero alejar? —me detuve

¿En serio íbamos a hablar de eso?

No, no lo haríamos, tengo un juego que dar y no necesito más distracciones de ella, no por ahora.

—Tendrás que aprender a vivir con ello —la miré de reojo—, así como yo aprendi a vivir cinco años sin ti

Fue lo último que dije para seguir mi camino a la cancha, no supe si dijo algo después de ello, no quería volver tan fácilmente hacia ella, tenía un juego que dar y no necesito distracciones, necesito estar concentrada, ella no puede arruinar mis jugadas, al menos eso me mantiene cuerda ahora.

—No, eso no puede ser —corrí hacia las bancas

Vi a unas chicas en la cancha, pero no podían ser las de mi equipo ¿o si? No, el juego aún no comenzaba, faltaban quince minutos.

—Mierda

Sí, eran las chicas de mi equipo. Vi el marcador, el partido había comenzado quince minutos antes.

—¡Jones!

Venía lo peor.

Me acerqué hacia ella, pero no terminé de llegar porque ella venía en la misma dirección.

—¡¿Dónde demonios andabas Jones?! ¡Tenemos un juego importante! ¿No te quedó claro?

—Lo siento entrenadora, tuve una llamada...

—¡¿Alguien murió?! —la mire incrédula

—¿Qué? No, nada de eso

—Entonces ahórrate tus excusas baratas, no quiero escucharte —asentí bajando la vista—. Te quedas en la banca, veré si te meto al juego en el medio tiempo

—Sí, entrenadora —me dio una última mirada antes de alejarse para seguir viendo el juego

Maldición, esto no podía estarme pasando.

Pase mis manos por mi cara, molesta. Al voltear la vi caminando hacia nosotras, sabía que tenía que estar cerca para ver el juego, pero verla me hizo enojar más.

Si no me hubiera distraído, hubiera llegado a tiempo para que me metieran al juego.

Las chicas no estaban jugando nada bien, Emilia tenía unas distracciones ya había perdido dos pases que Melissa le hizo. Estaba en la banda siendo acorralada por tres chicas del equipo contrario, Janet estaba más abajo pidiéndole pase para hacer su salida más fácil, pero ignoro por completo aquella idea, decidió llevar el balón por sí misma, estaba por llegar a la portería, pero una de las defensas logró derribarla, ella quedó ahí mientras el juego continuaba, las chicas no lograban quitarle el balón al equipo rival, una de ellas tiró a la portería, Selene no logró tomar el balón y entró, haciendo que Westerby tuviera ventaja.

Lograron recuperarse en los últimos minutos antes del medio tiempo, Emilia logró lanzar el balón antes de volver a caer, el balón logró entrar haciéndonos empatar para poder irnos a medio tiempo.

Sabía que me esperaba un regaño de su parte también. Así que tome un largo suspiro antes de ver como se acercaba junto con las chicas.

—¿Dónde estabas?

—Raúl me llamó y me quede charlando con él

—¡¿Estás hablando en serio?! Eliza tenemos un juego importante y te vas a hablar con tu novio ¿Estás bromeando?

—Lo siento Emilia, me confié en que jugaríamos más tarde

—Te dije que íbamos después de los chicos

—Esa información no la escuche

Era cierto, antes de que fuera hablar con Raúl ella no había dicho nada.

No dijo nada más porque la entrenadora empezó a gritarnos a todo el equipo, ni siquiera se molestó por felicitarlas por el único gol que hicieron, esa mujer estaba molesta. Dio otra formación —sacándome a mí de ella— maldije por debajo al ver que no iba a entrar a jugar.

Las chicas llevaban rato jugando el segundo tiempo, y yo seguía molesta porque no había entrado a jugar.

Su verde se cruzó con mi café.

Esa enana.

—Esto es tu culpa —gruñí llegando a su lado

—¿Mi culpa? —se cruzó de brazos—, yo no recuerdo haber pedido que te quedaras

No lo pidió, pero lo que dijo fue lo que me distrajo.

—Si no me hubieras distraído, hubiera llegado a tiempo

—Si no hubieras hablado con tu novio, no te hubieras perdido del previo entrenamiento —solté una risa irónica

Iba a decir algo, pero una tercera voz nos interrumpió.

—Stella —mis cejas se alzaron ligeramente al ver a la presidenta

—Presidenta —se volteó— ¿Qué haces aquí? —la presidenta me miró de reojo

—Tengo que ir a ver el juego —comenté para luego alejarme de ellas

Lo último que quería era que alguien nos viera charlando y se crearán toda una historia de nosotras, cuando no tenemos nada para contar.

Seguí viendo el partido por los próximos minutos. Melissa le dio un pase largo a Emilia, que logró mantener por toda la cancha, logró burlar a las defensas y hacer una perfecta anotación.

—Sí, esa es mi mejor amiga

—Jones, calienta un poco, entrarás por Henderson

Vi el marcador, quedaban solo quince minutos, pero eso era mejor a no jugar. Hice unos estiramientos y calente un poco, la entrenadora pidió el cambio, Gabriela me abrazó antes de entrar a la cancha.

No logramos hacer nada por los próximos minutos, y el equipo contrario tampoco, aunque el partido si estaba reñido. Termino con nosotras tomando ventajas.

No quise acercarme a las chicas porque supuse que estarían molestas, así que salí de la cancha sin hablarlas.

—Fue un buen juego —sentí su brazo en mis hombros

—Creí que seguías molesta

—Lo estoy —suspiro—, pero tenemos la delantera en los juegos —la escuche reír—, esa felicidad no me la va arruinar nadie —asentí

—Entiendo

Se alejó de mí para ir hacia donde la presidenta se encontraba, al llegar con las chicas no preguntaron mucho, tomé una botella de agua para refrescarme.

—Eliza —mire a Dennis— ¿y la capi?

—Algo ocupada con el consejo —comentó Melissa, al ver a Emilia hablando con la presidenta

—Va por el rango mayor, he —comentó Gabriela, haciendonos reir

—Seguramente solo la hablo para decirle algo del equipo —comentó Janet, Tania soltó una carcajada

Ella estaba con el uniforme de básquetbol, supuse que ya había jugado.

—Sí, algo del equipo —reímos ante el sarcasmos de Tania

—Se cambiarán cuando las chicas de Westerby salga de su vestidor —informó la entrenadora—, Jones, avisale a la capitana —asentí

—Seguramente las chicas de Westerby han de estar hecha una furia justo ahora

—Te vemos en el vestidor, Eliza —asentí

De mala gana me acerque a donde Emilia se encontraba, aquella enana estaba concentrada en su teléfono.

—Iremos con las chicas a cambiarnos en un rato —comente—, solo después de que Westerby salga, ya sabes como se ponen

—De acuerdo, cuando eso pase me avisas para cambiarme igual —asentí

Me aleje sin decir nada más, pero había alcanzado a escuchar como la presidenta felicitaba a Emilia por el juego. Saqué mi teléfono mientras alcanzaba a las chicas en la entrada de la escuela.

Eliza: ¿Vino a verla jugar?

Stella: Así parece

Eliza: Esas ya se comieron

Stella: Por favor, Christine tiene algo de dignidad como para caer tan rápido

Eliza: He visto a Emilia coquetear, la presidenta no se iba a resistir

Stella: JAJAJAJA

Stella: Deja de decir tonterías, no ha pasado nada

Eliza: ¿Quieres apostar?

—¿Ustedes qué hacen aquí? —levante la mirada ante ese comentario

—Sólo queríamos asegurarnos de que ya estuviera libre el vestidor —aclaró Melissa

—¿Qué su capitana no tiene que ver eso?

—¿Y su capitana no tiene que echarnos de aquí? —me metí a la conversación

Y como si la hubiéramos hablado, Aida salió de las duchas.

—¿Qué pasa aquí? —miró a su equipo y luego me miró— ¿Sucede algo, Jones?

—Solamente queríamos ver si ya podíamos usar las duchas —me miro asintiendo

—Claro, ya hay un par libre —señaló las duchas—, si quieren pasen

—Gracias Aida —asintió

—¿Y la capitana? —se acercó a mi una vez que las chicas se alejaron

—Está arreglando algunas cosas —asintió

Mire mi teléfono cuando notifico un mensaje.

Stella: No creo que puedas soportar la idea de perder

Stella: Pero de acuerdo, ¿a qué quieres apostar?

Eliza: Justo ahora no lo tengo claro, pero en cuanto sepa lo diré

Stella: Pero si yo gano, yo te lo haré saber

Eliza: Te diria que sigas soñando, pero no quiero matar tus ilusiones tan rápido

—¿Qué tal Raúl?

—Todo en orden

—Supongo que el del mensaje era él —levanté mi mirada, topándome con ese gris—, por la sonrisa de estúpida

Mierda.

—Sí, me mandó una foto de su proyecto del festival —mentí

—De acuerdo —murmuró no muy convencida—. Nos veremos en la comida familia, Eliza —fruncí mi ceño

—¿Qué comida?

—¿No te ha dicho Raúl? —negué

—Hay una comida en Brevas, por el cumpleaños de mi tía Lucía —alce mis cejas ligeramente ante ese dato—, me sorprende que Raúl no te hay a dicho

—Tal vez se le pasó con todos los pendientes —asintió

—Si, tal vez sea eso —asentí—. En fin, espero verte ahí

—Sí, nos veremos ahí

Me aleje de ella para buscar mi maleta, puse mi botella de agua y saque lo necesario para una ducha. Le envié un mensaje a Emilia de que ya podíamos usar las duchas.

No le di tanta importancia al asunto de Aida, aunque espero que no sospeche nada con Raúl, aunque no creo que lo haga, solo fue una estúpida sonrisa.

⚽️

Deslicen y luego agradecen :)
>>>>>

Insta: Alex_escritor08

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