Eliza
Estaba bailando y cantando Cruel Summer de Taylor Swift mientras me alistaba para la fiesta de hoy.
Había vuelto de acá Emilia hace un rato, me había asegurado de que iría conmigo a la fiesta, no quería que volviera a pasar otro fin de semana en su casa.
No le pregunte sobre que hizo ayer, no me convenía, y si ella no quería contarme todo lo que pasaba con Christine no pensaba discutirlo, ella sabrá cuando venir a contarme las cosas.
—Por favor, no cometas alguna estupidez —mire mal a mi hermana—. Hablo en serio Eliza
—¿Por qué habría de hacer una estupidez? —me coloque labial
—Porque cuando te emborrachas haces muchas cosas estúpidas
—Entonces ven con nosotros y se mi niñera
—Esa idea no es agradable en ningún sentido —fruncí mi ceño—. Salgo de fiestas en cada país que visitó ¿Crees que quiero salir cuando vengo? —acomode mi cabello
—Lo siento —me aleje del tocador para mirarla—. Raúl quiso ir a esa fiesta y le dije que sí
—No digo nada al respecto Eliza, él quiere salir contigo y está bien —sonrió negando—. Mis padres y yo tendremos noche de películas solos —no pude evitar soltar una carcajada—. Será como ser hija única de nuevo —la mire mal cuando empezo a reirse
Unos golpes se escucharon en la puerta.
—Adelante
—¿Lista? —asentí—. Hola Harper
—¿La traerás temprano? —rodé mis ojos ante la pregunta de Harper
—Lo prometo
Tomé mi teléfono y me miré una vez más al espejo.
—Esta muy guapa —sonreí
—Gracias, igual estás guapo —acomodo su cabello
—Dime algo que no sepa —rodé mis ojos de forma divertida
—¿El auto de Emilia estaba afuera? —pregunte mientras bajabamos las escaleras
—No, no lo vi —asentí— ¿Irá con nosotros?
—Sí, la invité para que se distraiga un poco
—¿Nos acompañaras, Harper?
—Oh, no. Pasaré una agradable noche con mis padres frente al televisor —sonrió—. Ustedes vayan y diviértanse
Nos despedimos de mis padres después de que Raúl prometió traerme temprano.
El auto de Emilia estaba atrás del auto de Raúl, nos acercamos a saludarla para luego irnos hacia la fiesta.
La fiesta era a las afueras de la ciudad, así que el camino fue un poco largo, la mansión quedaba en las colinas, unas luces neón salían del lugar. Para estacionar los autos tuvimos complicaciones porque había filas inmensas de autos aparcados, quedamos un poco lejos por si se lo preguntan.
—Esta fiesta si está de locos —coloque mi brazo encima de los hombros de Emilia
En el lugar ya se encontraban muchas personas para hacer apenas las ocho de la noche, muchos adolescentes estaban charlando fuera de la casa. La música se escuchaba hasta afuera.
—Parece que toda la universidad está aquí —comentó Raúl
—No toda, las bandas no están —aclare
—Si estan, Max viene ahí —miramos hacía donde Raúl miraba
Efectivamente, Max venía hacia nosotros.
—Hola chicos
—Hola —contestaron Emilia y Raúl, yo no tenía muchas ganas de hablar con él
—Emilia, ¿puedo hablar contigo?
— Mi novio y yo iremos a buscar la mesa de bebidas ¿te vemos adentro? —asintió— De acuerdo
Una vez que entramos a la casa, la música se escuchaba más fuerte, el aire caluroso nos abrazo, tuvimos que atravesar muchos adolescentes locos para poder llegar hasta la cocina.
—Miren quien llego —sonreí al ver a las chicas ahí
—¿Qué hacen aquí? —pregunté al saludarlas a todas
—Acabamos de llegar
—Y venimos por unos tragos para entrar en calor
—Bueno, al parecer pensamos igual —agradecí a Raúl en cuando me dio un vaso de alcohol y refresco
—Creímos que vendrías con la capitana
—Que ofendido me siento —reímos ante el comentario de Raúl
—Discúlpanos Raúl, es que es extraño que un hombre esté entre todas nosotras
—Aparte que la mayoría somos gays —las chicas rieron
—Dejen de bulear a mi novio —deje un beso en su mejilla—, discúlpalas mi amor
—Descuida, puedo acostumbrarme
—Iu, heteros —mire mal a Dennis, las chicas soltaron una carcajada
Mi mejor amiga llegó después de un rato, charlo con las chicas antes de que yo la sacara a bailar.
—¿Era necesario? —las chicas nos hicieron compañía
—Antes de que la canción termine, sí
Single Ladies de Beyoncé estaba sonando de fondo.
Bailamos hasta que la canción terminó, di un pequeño grito al escuchar que One Wish de Fifth Harmony empezó a sonar.
Empecé a bailar y cantar, Emilia me acompañaba a la par.
—En serio que, si Raúl me deja, esta canción será para él — empezó a reírse
Aunque sé que es poco probable que eso suceda.
Estábamos bailando hasta que sentí unas manos en mi cintura, vi a Emilia alejarse y me di la vuelta para quedar de frente con Raúl.
—Es nuevo que quieras bailar sin que te lo pida
—Hay que tener iniciativa una vez en la vida —reí ante eso, pero me tomó por sorpresa el beso que me robo, me deje llevar
Acaricie su cabello cuando él empezó a acariciar mi cintura, y por estupidez abrí mis ojos sin apartarme de aquel beso, me encontré con aquel verde claro que había estado evitando durante toda la semana.
Estaba de pie, cerca de la puerta de la cocina, mirándonos. Esa falda negra le quedaba de muerte, llevaba una blusa blanca descubierta de la espalda, su magnífico labial rojo y su cabello se lo había planchado en ondas.
Cerré mis ojos apartándome de aquel verde que me enredaba, y me centré en el beso. Pero no pasó mucho tiempo que quise volver a verla, pero al abrirlos, ella ya no estaba ahí.
Me aleje de Raúl por falta de aire, él sonrió y dejó un beso en mi mejilla.
Tenía calor. Más del que sentía aquí.
Necesitaba aire.
—La viste ¿cierto?
Mire a Raúl, estaba sereno, tranquilo después de aquel beso, quizas la única loca era yo, y como no estarlo, si quise imaginar que la estaba besando a ella, pero no pude, pues los besos de Raúl estaban por mucho lejos de ser igual a los de ella.
Te hago la imagen mental, pero no hago milagros.
Oh, cállate.
—¿Quieres ir con ella? —negué
Trate de poner mi mejor sonrisa y deje un cálido beso en la comisura de sus labios.
—Venimos a divertirnos ¿no? —asintió
—Hablar no les hará daño Eliza
—No tengo nada que hablar con ella Raúl, por favor deja el tema por la paz
—Solamente van a conversar, ella no se dará por vencido hasta que no hablen
—¿Por qué insistes tanto?
—Porque no la pasaremos bien, ella va estar atenta a nosotros y tú a ella
—Vamos a divertirnos —levante mi mano—. Lo juro
Me miró dudoso, y no muy convencido aceptó.
Seguimos bailando un par de canciones más, Dennis me pasaba los vasos un poco más cargados con alcohol que con otra cosa. No sé cuánto tiempo estuvimos bailando, solo sé que estaba entrando en calor y me estaba sintiendo mareada.
—Eliza, Eliza —mire a Melissa— ¿Has visto a la capi? —fruncí el ceño y mire a ambos lados
¿Dónde carajos se había metido Emilia?
—No, le marcare en un rato —asintió—, descuida
La vi regresar junto a las chicas, en verdad que si ella no me pregunta, no me acuerdo de Emilia.
—Necesito ir al baño —asentí
—Saldre a marcarle a Emilia para asegurarme de que está bien —asintió mientras se alejaba
Al poner un pie fuera de la fiesta sentí respirar, pues estar rodeadas de tantos adolescentes no me dejaba respirar bien.
Le marque a Emilia que no tardó mucho en tomar la llamada.
—Más te vale que sea importante —masculló
—¿Estás follandote a alguien?
—No, ¿Qué me crees?
—Pues, estás volviendo a salir de fiesta, a lo mejor volviste a tu etapa de rompe corazones —no pude evitar reír
—Eso quedó en el olvido —asentí—. Dime que quieres
—Solo me aseguro de que estes bien —rodé mis ojos—, solo ibas a la cocina por algo de tomar y no volviste
Vi a la banda de Max en el escenario, recordé a la enana y no tardé en atar cabos.
—¿Estás con la presidenta? —su silencio me lo confirmó, no pude evitar soltar una carcajada— ¿Te estás follando a la presidenta?
—¡No, Eliza! —volví a reír—. Christine es... especial, quiero hacer las cosas bien con ella —asentí como si pudiera verme—. Estamos charlando, es todo
—De acuerdo —suspiré—. Solo me aseguraba que estuvieras bien
—Descuida, lo estoy —iba hablar, pero me interrumpió—, Eliza
—Dime
—No tomes mucho —rodé mis ojos
Lo mismo que Harper.
—Solo lo suficiente para no hacer estupideces —repetí—. Descuida, lo tengo claro
—De acuerdo, te hablo luego —me despedí para luego colgar
El karma nos llega a todos, tarde o temprano, Emilia es guapa eso no hay que negarlo, y a veces usaba esa belleza para conseguir un beso de las chicas que ella quería —a veces algo más—, siguió así hasta la universidad, donde consiguió fama de mujeriega. Emilia tiene una debilidad por las mujeres, y cayó justo en las garras de Cooper, una chica la cual le aplico lo mismo que ella aplicaba —solo una noche—, el problema es que Emilia se enamoró con esa noche, le pidió a Cooper salir, ella no aceptó ni tampoco la rechazo, Emilia ya no tenía ojos para otras chicas, solo para Cooper, pero a ella no le interesaba Emilia, pues no quería ser una más del montón.
Siempre le dije a Emilia que Cooper fue su Karma para que sentara cabeza, ella dice que estoy loca, y aunque nunca me gusto ver a mi mejor amiga llorar, supongo que era necesario para que dejara de ilusionar a las chicas.
Todos tenemos un pasado oscuro, el de Emilia era ese, a ella no le gusta hablar del tema, y las chicas y yo habíamos prometido jamás volver a mencionarlo.
—¿Hablaste con Emilia? —asentí
—Está bien, está charlando con alguien —asintió—. Iré al baño, vuelvo enseguida
—¿Quieres que te acompañe? —negué
—Puedo ir sola, descuida
—De acuerdo, con cuidado—sonreí antes de alejarme de él
No tenía idea de donde estaba el baño, así que le pregunté a un par de chicas, al parecer el de la sala era con más fila, y no había ningún letrero que nos prohibiera subir a la segunda planta —aparte de que había varias personas ahí—, subí abriendo las puertas para buscar el baño, entré en cuanto lo encontré.
Me lavé mis manos y la cara, todavía no me miraba tan mal para decir que ya estaba tomada, estaba bien —a mi parecer—. Abrí la puerta para regresar a bailar, pero maldije en cuanto lo hice.
—¿Estás de broma?
—Creí que seguías bailando con tu novio —enarque una ceja—, no tenía idea de que estabas aquí
—¿No estabas con el "guitarrista" ese...? ¿Cómo se llamaba?
—Max —murmuró
—¿Qué pasa? —solté una risa irónica— ¿Ya te aburriste de él?
—No debería importarte, pero no, no me he aburrido de él
—¿A él también lo vas a ilusionar y luego te irás sin decir nada?
Su expresión cambió, su semblante retador se relajó, sus facciones se ablandaron, su verde me miró con un brillo de dolor.
—Eliza...
—No quiero escucharte, Stella —masculle—. Ya te lo dije, tú y yo no tenemos nada de qué hablar —me di la vuelta dispuesta de salir de ese lugar
—¿Porque por mensaje si tienes la dicha de hablar y en persona no me quieres dar la cara? —decidí ignorarla— Y la cobarde soy yo —me detuve en seco
No lo había dicho ¿o sí?
—¿Me vas a decir cobarde a mí? —me volteé encarando — Te recuerdo que yo no te ilusione y luego me fui corriendo por dos años —la acorrale contra la pared—, yo no tuve miedo de decir lo que sentía —apoye mi mano en la pared, a la altura de su cara
Ya no había necesidad de hablar fuerte, estábamos tan cerca que podíamos escucharnos a la perfección.
—Así no fue como sucedieron las cosas
—Pues refrescame la memoria, porque así es como las recuerdo
Vi como su mirada se alejó de mí para descender a mi boca y, sin poder evitarlo, hice lo mismo. Cargaba un maldito labial rojo.
—No soy la cobarde que crees que soy —regrese mi vista a ese verde—. Si me dejaras explicarte sabrías cómo estuvieron las cosas
Era idea mía o ¿se había acercado más?
—¿Y eso cambiará algo?
—Cambiará la perspectiva que tienes de mí —sí, se había acercado más
Era consciente de la cercanía, era consciente de que quería quitarle ese estupido labial, pero no era consciente de cuánto alcohol llevaba encima. La cercanía era peligrosa.
—Por favor Eliza, déjame aclarar las cosas —cerré mis ojos al sentir su mano en mi mejilla
Estaba jugando con fuego.
—Deja de hacer eso —pedí
—¿Qué cosa? —sentí las palabras chocar con mi boca
—Tú sabes que cosa
—¿Harás algo al respecto? —sentí sus labios cada vez más cerca
Me estaba quemando.
—Puedes apartarte cuando quieras, eres consciente de eso —murmuró— ¿Entonces por qué no lo haces?
Porque no quiero.
Porque la quieres besar.
Tú cállate.
—Yo se que lo deseas tanto como yo —su caricia se detuvo—, por favor Eliza, deja de hacerte la dura
Si chica ¿como soportas tanto?
Las palabras de mi hermana hicieron eco: Por favor, no cometas alguna estupidez
—Te extraño
Y, antes de que algo más pasara, volteé mi cara, haciendo que sus labios quedaran en mi mejilla, abrí mis ojos, sentí mi respiración pesada.
—No puedo —negué, regulando mi respiración—. Tengo novio —me aleje de ella
No le haría esto a Raúl.
—Deja de jugar así, Stella —pase mis manos por mi cara—. No vuelvas hacerlo, por favor
La mire, sus ojos verdes estaban con una capa de cristal.
Mierda, la he cagado.
Eres estúpida.
—Perdoname, Stella —tome su mejilla y limpie la lágrima que había escapado—, no puedo hacerle esto a Raúl, no soy así
Deje un beso en su mejilla, cerró sus ojos con frustración suspirando.
—Perdoname —murmuré antes de alejarme
Pase deprisa por aquellos adolescentes, baje rápido las escaleras y trate de divisar a Raúl por aquel lugar, las chicas me dijeron que había salido a ver a las bandas, al llegar al patio lo vi charlando con Emilia y a su lado estaba la presidenta.
Al parecer ya nos íbamos, Emilia me había dicho que la presidenta tenía que volver a su casa antes de las tres de la mañana, pero estaba esperando a Stella, le dije a Emilia que nosotros ya nos iriamos —al parecer le haría compañia a la presidenta en esperar a Stella—, nos fuimos después de despedirnos de ella.
El camino a casa él no dijo nada y agradecí por ello, me limité a observarlo de reojo a cada rato. No sé de donde saqué las fuerzas para no hacer alguna estupidez y que bueno que no lo hice, porque lo último que quiero es que me tache de infiel, Raúl no lo merece, ha soportado tantas cosas que dudo que soporte algo como eso, ningún ser humano debería soportarlo.
—¿Puedo hacer algo que te haga cambiar de opinión? —entre cerré mis ojos
—Puedes intentarlo
—Tú, yo, una noche de películas ochenteras —asentí—, y mis cupcakes de chocolates que tanto te gustan
—¿De la receta de tu madre? —enarque una ceja
—Obvio —sonreí
—De acuerdo enana, tu ganas —sonrió felizmente
—Igual no era necesario chantajearme así —frunció el ceño—, tú solo me tenías que decir que querías pasar la noche viendo películas conmigo, y hubiera aceptado encantada
—Eres una tramposa
—¿Por qué? —me reí
—Hiciste que te rogara para que te chantajeara con los cupcakes —solté una carcajada
—Tal vez —me miró mal ante mi risa
Era cierto ella no tenía que haber hecho nada de eso, con solo decirme que quería pasar la tarde sin hacer nada, ya era un mejor plan que ir a una fiesta.
Pido perdón por ausentarme mucho😩, y de ante mano gracias por la paciencia que me tienen🫶🏻.
Aquí claro sobre el pasado de Emilia, ya que algunos todavía tenían la duda, pero ya no es de suma importancia:)
Nos leemos (espero que pronto).
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Alex⚽️