See you soon

Par DeVinsmoke

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A-yuan no conoce a su padre alfa, es por eso que una noche pide un deseo. El deseo lo cambia todo. Omegaver... Plus

Capitulo único

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Par DeVinsmoke

A la edad de 4 años A-Yuan conoce a su padre alfa por medio de pinturas que su a-niang le mostró.
—Él era un hombre noble y amable—Su a-niang le dijo—Ambos son idénticos.

A-Yuan preguntó si alguna vez él vendría a visitarlo. La mirada triste que le dio su padre Omega fue suficiente para evitar hacer más preguntas en el futuro. Él era un niño inteligente y sabía que había cosas que pondrían triste a su A-niang. Había veces en las que él se pondría triste al ver una flor que se encuentra en su libro favorito, o lo estaría cuando se encontrase a solas con los conejos que viven en la colina trasera. Había veces en las que incluso él estaría triste al ver sus ojos.

A la edad de 5 años A-Yuan descubre porque su padre no está con ellos. Gusu Lan es un lugar que prohíbe los chismes pero los cultivadores Lan siguen siendo solo humanos; es imposible evitar que esto no sea llevado a cabo. Entonces, escucha a algunos discípulos mayores hablando de Wei Wuxian, su padre.

Hablan de como fue que traicionó a su propia familia, de como mató a los que amaba y asesinó a sangre fría a cualquier persona que quisiera detenerlo.

A-Yuan se dijo a sí mismo que eso era mentira su padre no sería capaz de ello. Había escuchado muchas historias que lo ponían a él como un héroe; alguien que lleva ayuda a quien más lo necesita. Su padre se lo dijo, y él nunca le mentiría por lo que cree que ellos están mintiendo. Si fuese más grande tal vez iría a golpearlos pero con su cuerpo tan pequeño y débil no podría hacer nada. Sería una batalla perdida y su Shifu le había enseñado eso; aceptar que a veces hay peleas que son demasiado difíciles para ganar.

De cualquier manera, eso no evita que corra a la parte trasera de la colina y vaya a llorar junto a sus conejos. Le hubiese gustado llorar contra el pecho de su A-niang y pedir un castigo para los discípulos que inventaron esos chismes pero se contiene. Sabe que ello hará que su padre llore también y él no quiere verlo llorar. Llora y patalea contra el piso pero cuando el sol comienza a caer se dice a sí mismo que debe regresar; su A-niang lo espera. Con ese pensamiento en mente limpia las lágrimas secas de su cara, acomoda la cinta de su frente y sale corriendo hacia el Jingshi, todo con una sonrisa en el rostro.

En su cumpleaños número 6 su tío le pregunta qué es lo que desea como regalo. —Puedes pedir cualquier cosa—Le dijo.

Su tío siempre había sido una persona demasiado cariñosa y amable, él lo ama y ésta seguro que su tío también lo hace. Por eso, cuando escucha que su tío le dará lo que sea que pida, él pide lo que ha deseado desde que tiene memoria.

—Quiero ver a mi padre.

Su tío borra la sonrisa en su rostro. Aprieta sus puños cuando no escucha respuesta alguna por parte de él. Ya esperaba eso pero no evita que sea doloroso.

En su cumpleaños busca algún indicio de ropas negras en el Jingshi, busca por una persona que nunca aparecerá. Su padre no llega, no escucha su voz o siente sus brazos rodeándolo en un cálido abrazo. Solo recibe algunos cuentos, dulces y los abrazos de su tío, su abuelo y su padre Omega. Se imagina a su padre a su lado, sonriendo y deseandole una vida larga y próspera; eso es suficiente para hacerlo feliz por el resto del día.

Por la noche se escabulle a la colina trasera. Su A-niang irá a una cacería nocturna y eso lo dejará solo por el resto de la noche. Para evitarlo, decide ir con sus conejos. Lee junto a ellos un cuento que su tío le regalo, justo cuando comienza a sentirse adormilado ve una estrella fugaz pasar en el oscuro cielo.

Ha es escuchado sobre ellas, según los  libros infantiles que su tío le compra las estrellas fugaces cumplen cualquier deseo que sea hecho de corazón. Su tío abuelo había dicho que eso era falso, tal cosa como convertir los deseos en realidad no era posible.

Sin embargo, él es solo un niño. Por lo que tan rápido como ve aquella estrella fugaz pide un deseo.

El universo se alineó para él aquella noche.
.
.

La siguiente vez que despierta los rayos del sol le pegan directamente a la cara. Abre los ojos lentamente solo para darse cuenta que ya ha amanecido. Su tío abuelo lo regañara por llegar tarde a clases y su A-niang estará preocupado por su ausencia durante toda la noche. Camina tan rápido como puede hacia el Jingshi, tratando de no romper otra regla más mientras lo hace. Inesperadamente, en el Jingshi no se encuentra su A-niang o su tío con un semblante sombrío. Entra a su pequeño hogar y toda esta de alguna manera muy diferente a como lo recuerda. Su A-niang siempre se aseguró de tener todos sus juguetes ordenados, dejándolos en una pequeña habitación pero ahora ellos no están por ninguna parte. Tampoco lo están sus dibujos pegados en las paredes o sus libros en la estantería. Es como si de repente todo lo que era suyo hubiese desaparecido.

Su a-niang estaría enojado pero, ¿Podría ser que estaba tan enojado que simplemente se deshizo de cualquier rastro suyo? ¿Ya no lo quería acaso?

Reprimió las ganas de llorar y salió corriendo en busca de su tío. Él debería de estar en la biblioteca pero al llegar ahí solo encontró a un par de estudiantes leyendo varios libros. Algunos discípulos lo veían pasar pero no decían nada sobre él.

Repentinamente recuerda que su tío abuelo debe de estar en clases. Arriesgándose a recibir un regaño o castigo, camina tan rápido como puede hacía el salón de clases.Afortunadamente, él está ahí. Quiere entrar al salón de clases y preguntar por su padre Omega pero eso sería bastante inapropiado por lo cual decide mover su pequeña mano en modo de saludo; esperando así que él lo note.

La mirada de su abuelo cae en él y lo observa por algunos segundos antes de cerrar su libro y acercarse hacia la entrada.

—¿Qué haces aquí? —Le dice su abuelo con un tono que nunca había escuchado en él. Es el tono que solo usa para castigar a otros alumnos, no a él. —Regresa a tu salón de clases.

—Abuelo...—Murmura. Escucharlo tan enojado lo asusta, nunca antes había sentido miedo de él. Quiere pedir disculpas, decirle que lamenta quedarse fuera por la noche y haberse perdido su desayuno y clases pero el vuelve a decir;—¿Es que acaso no has escuchado? ¡Regresa inmediatamente!

Él se suelta a llorar. No quería causar problemas a su abuelo ni a ninguno de sus familiares y ahora se siente muy mal por romper las reglas. Quiere que su A-niang llegue y lo abrace, él pedirá perdón y cumplirá con cualquier castigo que le impongan. Sólo quiere que su abuelo deje de gritar.

—¿Tío? —Escucha la voz de su A-niang muy claramente. Él está en la puerta del salón de clases, junto a él otros cuentos alumnos más asoman la cabeza; queriendo saber que es lo que sucede afuera.

No pierde tiempo y corre a las caderas de su padre. —¡A-niang!—llora y tira de las túnicas del omega. Quiere estar envuelto entre el perfume y los brazos de él. Sin embargo, él lo aparta y le lanza una mirada que no puede descifrar.

¿Está molesto?

¿Fue un niño tan malo que ni siquiera puede abrazar a su madre?

Él hace un puchero y comienza a llorar más fuerte—A-niang, lo siento, lo siento.

—Yo no, no-

—Aiya, Lan Zhan, ¡no seas tan malo con el niño!—A-Yuan escucha la voz de alguien más. Hay algo en esa voz que lo tranquiliza, por alguna razón que desconoce deja de llorar y busca a esa persona. Lo ve ahí; justo detrás de su madre. Ha visto ese rostro muchas veces, a veces a través de dibujos hechos por su madre y otras veces a través de sueños. Pero es innegable que es él, su padre, su a-die, la persona que siempre había anhelado conocer.

Él se acerca y se coloca a su altura—¿Estás bien pequeño?—Su A-die le pregunta. Las lágrimas que una vez cubrían sus mejillas son limpiadas por él otro. Más lágrimas vuelven a caer, su padre se sobresalta mientras dice; no llores, no llores.

—¡A-die!—Sin poder evitar la emoción se lanza a sus brazos. El aroma a especias y leña inunda sus fosas nasales; es justo como lo describió su madre alguna vez. Es un aroma fuerte, que te hace pensar que estás en casa—A-die, ¡estás aquí, estás aquí!—No puede evitar reír al decir eso; es innegable la felicidad que siente. Había creído que pasaría toda su vida sin su padre pero ahora estaba ahí;enfrente suyo.

A-yuan escucha a su padre decir—Espera, ¡¿Qué?!—y otros cuentos murmullos alrededor, pero eso no le importa. Lo único que importa ahora es que su padre está aquí.

.
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.

.

—Entonces, ¡¿quieres explicar lo que has hecho?!—Wei Wuxian se enfrenta a la mirada furiosa de Lan QiRen. El niño que de repente lo llamó A-die sigue aferrado a su brazo; impidiendo que pueda moverse libremente. Si este niño fuese alguien más ya lo habría mandado a algún otro lado; le habría dado unas cuantas piedras con las que jugar y se habría ido a perder el tiempo a otro lugar. Sin embargo, hay algo en el niño que le impide hacer eso, de alguna manera quiere tratar bien a este niño. Quiere cuidarlo y protegerlo adecuadamente.

Lo cual es estúpido porque lo acaba de conocer.

—¡No he hecho nada está vez!— Wei Wuxian ha hecho muchas bromas recientemente pero no puede tomar el crédito de esta broma. Quien quiera que haya planificado está broma la planeó muy bien.

—A-die, mira, mira, ¡mariposas!—A-yuan, como el niño dijo que se llama, le muestra el par de mariposas de juguete que tiene en la mano. El niño no para de mencionarlas cada pocos minutos; buscando su atención. Como cada vez que A-yuan se las muestra Wei Wuxian acaricia su cabeza y dice— Sí, son muy bonitas.

Si Wei Wuxian algún día tuviese un hijo desearía que sea igual que A-yuan, igual de tierno y tranquilo.

—¿Te atreves a negarlo? ¡El niño no para de llamarte padre! Si es algún hijo tuyo, ¿Por qué tratas de involucrar a mi sobrino? —Lan QiRen señala a su sobrino quien está sentado de demasiado lejos de Wei Wuxian. Lan Wangji solo observa desde lejos la interacción de Wei Wuxian con el niño.

—¿Hijo? ¡Es la primera vez que lo veo! ¿Verdad A-yuan? ¡Diles!

A-yuan a su lado se congela por algunos segundos y asiente ligeramente. —Solo éramos a-niang y yo.

Eso último viene acompañado con un sollozo ahogado. Las manitas de A-yuan se aferrran más a la túnica de Wei Wuxian, casi como si temiera que el otro fuese a esfumarse.

El estómago se Wei Wuxian de retuerce y al ver la expresión de Lan Zhan cree que él siente lo mismo.

—Tengo una idea, ¡Ven A-yuan, vamos, vamos! Iremos a dar un paseo y a comprar cosas sabrosas. —A-yuan asiente rápidamente y toma su mano dispuesto a seguir a Wei Wuxian, sin embargo, el pequeño aún voltea a ver a Lan Wangji, esperando por algo, tal vez por su aprobación o su compañía. Al ver que Lan Zhan no hace nada, Wei Wuxian decide apretar la mano de A-yuan más fuerte.
Wei Wuxian sabe que Lan Zhan no quiere ser grosero con el niño, él simplemente no encuentra alguna razón para empatizar con él y eso está bien. Tratará de hacer sentir mejor a A-yuan por sí mismo y obtener información de donde es que él vino.

A-yuan toma su mano dispuesto a irse con él pero Lan Zhan se levanta elegantemente y camina al lado de ambos. A-yuan sonríe al verlo y pide que tome su mano desocupada. Wei Wuxian lo ve dudar, sabe lo mucho que Lan Zhan odia el contacto con otras personas pero, inesperadamente, Lan Zhan toma la mano de A-Yuan y comienza a caminar junto a ellos. Ninguno voltea o deja de caminar a pesar de los gritos de La QiRen, tampoco se detienen al escuchar los murmuros de asombro de otros discípulos Lan.

—¡Die die, die die! —El pequeño A-yuan canta alegremente su nombre. Wei Wuxian encuentra divertido la manera en la que la pequeña cinta de A-yuan ondula conforme él se mueve. A pesar de ser un niño de no más de seis años su túnica blanca está completamente pulcra, al igual que su peinado. Un Lan sin lugar a dudas. Es por eso que no puede entender cómo es que este niño lo sigue llamando a-die y derivados graciosos de ese nombre.

Lan Zhan a su lado se ve igual de sorprendido. Nunca había visto a este niño en la sección de niños de su secta. Tampoco conocía a alguien llamado Lan Yuan. Todo esto era extraño, la cinta que correspondía solo a la rama principal de la secta era usada por él, las ropas eran claramente del material más fino que se pudiera encontrar; dando así una pista de que su familia debe ser alguien de linaje noble.

También, estaba esto, la manera en que parece saber cada regla escrita en los murales de Gusu.

—Die die, ¡No hablamos mientras comemos! —A-yuan susurra al oído de Wei Wuxian, sin embargo, el susurro es lo suficientemente alto para que Lan Zhan lo escuché.

—Es verdad —Lan Wangji limpia el resto de comida que resbala de los labios del pequeño Lan. A-yuan a su lado susurra un "gracias"

—¡Espera, espera! No hagas caso a esas reglas A-yuan. ¡Mira, te enseñaré a romper cada una de ellas!

A-yuan abre los ojos por la sorpresa. A su lado Lan Wangji está sumamente indignado ¡Wei Ying!. Ambos comienzan una discusión sobre las muchas reglas que Wei Wuxian tendrá que copiar al regresar a Gusu.

La risita de A-yuan los hace detenerse. Se parece a la brisa de un día caluroso; refrescante. Ninguno de los dos sabe por qué pero Wei Wuxian y Lan Wangji sienten una alegría infinita de ver al niño ser feliz de esta manera.

Tomados de las manos con A-yuan en medio de ambos caminan por las calles de Caiyi. La gente se mueve de un lado a otro, los olores llenan sus fosas nasales y la alegría de los demás se contagia. A-yuan parece feliz de estar aquí, casi como si nunca hubiese estado en un mercado. ¿Cómo es que lo habían privado de experimentar esta clase de cosas?¿Cómo es que está era la primera vez de A-yuan viendo artistas ambulantes? ¿La primera vez que comía dulces que hacían que sus dedos se pusieran chiclosos? ¡Él tampoco había jugado ninguna clase de juego callejero!

A-yuan es todo un Lan, con todas esas reglas y costumbres de su secta. Es por eso que Wei Wuxian está casi convencido que este niño solo está fingiendo ser hijo suyo, después de todo, nunca dejaría que alguno de sus hijos fuera criado de esta manera; cualquier hijo suyo debía tener una infancia alocada, nada de reglas absurdas que le prohíban comer dulces, que le prohíban correr alocadamente o que le prohíban manchar sus túnicas. Tal vez este niño simplemente quería vivir fuera de las miles de reglas de Gusu por un día.

Sin embargo…

—¡Die die! Mira, son iguales a los conejos que le diste a a-niang—Wei Wuxian observa a los conejos de tela que una señora vende en uno de los tantos puestos de Caiyi. Son dos pequeños conejos de diferentes colores; uno negro y el otro blanco.

Eso..¿Cómo podría saberlo si Lan Zhan había recibido aquellos conejos apenas hace un par de días?

—¿Podemos jugar con copo y pelusa después de la cena?

La mirada de Lan Zhan confirma lo que estaba pasando por la mente de Wei Wuxian ¡Esos eran los nombres que Lan Zhan le había dado a los conejos!. Wei Wuxian ni siquiera sabía el nombre de esos animales y aún así A-yuan lo hacía, en realidad¿Qué está pasando?.

Wei Wuxian no encuentra una explicación para todo esto, se encuentra formulando posibles explicaciones en su cabeza para darle sentido a todo esto. ¿Tal vez los habían estado vigilando en secreto? No, eso ni siquiera parecía viable.

—Tal vez necesito un trago—A-yuan se detiene abruptamente a su lado. Su rostro brilla y sonríe con complicidad—¡A-niang tiene la sonrisa del emperador en el jingshi!—Las ceñas de Lan Zhan se crispan ante esa declaración—¡Está en el mismo lugar que los dibujos le diste a-die y ahí están los dibujos que le diste y la flor que le regalaste! También están tus cuadernos y—El discurso de A-yuan se detiene porque Lan Zhan ha cubrido su boca suavemente, evitando que algo más salga de esos labios. Es casi como… es casi como si todo lo que ha dicho A-yuan es verdadero. ¿En realidad Lan Zhan no ha tirado ni una sola baratija que le ha regalado?

Lan Zhan luce consternado, sonrojado de una manera que no había visto nunca. Es dulce y tierno, por un momento tiene el deseo de pellizcar sus rojizas mejillas. Sería perfecto si Lan Zhan pudiese mostrar más facetas de él que aún no conoce.

Quiere conocer a Lan Zhan como nadie más lo hace.

¡Espera! ¿Conocer a Lan Zhan como nadie más lo hace? ¿Por qué?. De alguna manera siente sus mejillas acalorarse.

Siente un tirón en su túnica—¿A-die, a-niang? ¿Están bien? —A-yuan pregunta luciendo bastante consternado—¡Ambos lucen enfermos!

Wei Wuxian ni siquiera sabe porque esto se ha vuelto bastante vergonzoso—Todo está bien, ¿Verdad Lan Zhan?

Es ahí cuando sabe que no debió ver el rostro de Lan Zhan. Tiene las mejillas sonrojadas, las cejas crispadas y ese olor, ¡Dios, el olor! Nunca había olido tan claramente el olor a jazmín fresco. Los omegas Lan, después de todo, nunca dejan que alguien aparte de su familia pueda oler su aroma propio de segundo género.

Lan Zhan, sin tener la menor idea de cómo su olor afecta a su propio alfa, asiente.

El pequeño A-yuan parece contento con la respuesta de ambos por lo que rápidamente su atención es captada por otra cosa—Die-die, ¡Mira, mira! —Dice, señalando a un vendedor de papalotes. Lan Zhan y él se encuentran corriendo de un lado a otro por los pedidos del pequeño A-yuan.

Cuando las estrellas cubren el cielo nocturno a A-yuan finalmente se le ha acabado toda la energía que había estado guardando toda su corta vida. ¡Definitivamente no era un Lan tan convencional! Wei Wuxian ahora necesita una siesta muy larga.

Wei Wuxian camina las escaleras que lo llevan hacia el receso de las nubes con A-yuan en su espalda. El pequeño Lan está bastante somnoliento pero sigue murmurando un—A-die, a-die. De alguna manera parece reluctante a querer irse a dormir; teme que Wei Wuxian desaparezca.

—Estaré a tu lado al despertar, ¡Puedes dormir sin ninguna preocupación! —Voltea ligeramente su rostro topándose de frente con la cara adormilada de A-yuan. El pequeño frunce el ceño; de la misma manera en la que lo hace Lan Zhan.

—¿Promesa?—Pregunta A-yuan. Algo dentro de él le dice que no debería de estar haciendo promesas. No sabe si podrá cumplirla.

—¡Por supuesto! —Se encuentra diciendo. A-yuan finalmente descansa su cabeza sobre la espalda de Wei Wuxian y comienza a dormir. El sonido de su respiración y el sonido de los pasos de Lan Zhan y los suyos son lo único que resuena en su camino al receso de las nubes.

—Entonces—murmura—¿Quién es este niño?

Lan Zhan se toma algunos segundos en responder, ve a a-yuan que está recostado en su espalda y luego lo observa por un rato. —El es un Lan—Afirma, pero parece que Lan Zhan tiene sus dudas. Casi puede leer los pensamientos de Lan Zhan; es un Lan de todas las formas posibles, sin embargo, no sé porque nunca antes lo había visto. —Tiene tus ojos—Le dice Lan Zhan al cabo de un rato. Detiene sus pasos y observa a Lan Zhan de reojo.

—No creerás lo que dice, ¿Verdad? ¡No hay manera de que yo sea su padre!

Lan Zhan lo mira con desconfianza pero no comenta nada en contra—Un Lan no miente—Dice con firmeza. A-yuan no miente, Wei Wuxian puede leer entre líneas.

—Entonces, ¿quieres decir que de alguna manera olvidamos que tuvimos un hijo juntos?—Se encuentra diciendo—Sabes, tengo muy mala memoria pero definitivamente no olvidaría que tuve un hijo conti—

La mirada ¿Asesina, avergonzada, molesta? De Lan Zhan hace que se calle inmediatamente.

Se aclara la garganta —Bien, ¿Probablemente me sedaste y tuviste a nuestro hijo en secret-?

—¡Wei Ying!

—Ey, ey,¡Despertarás a A-yuan!

El semblante de Lan Zhan cambia al mencionar a A-yuan. Su rostro antes rojo por el enojo cambia a uno más calmado; recordando a sí mismo alguna de sus reglas Lan.

—Necesitamos averiguar el lugar donde proviene

Ambos caminan en silencio preguntándose internamente qué sucederá en los siguientes días.

En la entrada de Gusu Lan QiRen espera con el ceño fruncido.

—Tío, por favor, A-yuan está durmiendo.

Lan QiRen observa con cejas fruncidas al pequeño Lan. Wei Wuxian lo ve tartamudear un par de veces, parece que no tiene el corazón para regañar por segunda ocasión al niño.

—¡Buscaremos el origen del niño!—Se encuentra diciendo. Lan QiRen parece que puede cortarle la cabeza en este mismo momento.

—¡Bien!

Wei Wuxian termina siguiendo a Lan Zhan al jingshi. Deciden que A-yuan debe pasar la noche con Lan Zhan ya que será más cómodo para él. De ir con Wei Wuxian tendría que compartir habitación con Nie Huaisang y Jiang Cheng, y está seguro que ellos no dejarán dormir al niño.

Entrando al Jingshi Wei Wuxian es recibido con el aroma de sándalo en todo su esplendor. Wei Wuxian escanea las pertenencias de Lan Zhan; ve su escritorio con partituras de alguna canción en la que debe de estar trabajando, ve los apuntes que seguramente está estudiando y por último escondido debajo de algunos papeles ve la pintura que le había regalado a Lan Zhan hace varias semanas.

Supone que A-yuan estaba diciendo la verdad entonces.

Lan Zhan finge no darse cuenta de ello. Ambos colocan a A-yuan en la cama de Lan Zhan, el pequeño se remueve y creen que está a punto de despertar pero en su lugar A-yuan simplemente busca una posición más cómoda. O algo como eso, tiene los brazos sobre su cabeza y sus piernas abiertas en una posición extraña. Wei Wuxian ríe porque recuerda todas las veces en las que Jiang Cheng le ha dicho que duerme de la forma más incomoda posible.

—Buenas noches Lan Zhan —Murmura, antes de salir del jingshi.

—Buenas noches Wei Ying.

Qué carajos…—Piensan los dos al mismo tiempo.

Wei Wuxian sabe de la horrible costumbre que tienen los Lan por levantarse 5 am, sin embargo, aún se rehúsa a seguir aquella terrible costumbre. Se pierde el desayuno matutino con todos los demás pero, ¿Qué importa? De cualquier manera no es un desayuno sabroso. Es por eso que está acostumbrado a despertar bien entradas las 8 am, apenas a tiempo para las clases matutinas del viejo Lan.

El día de hoy las cosas cambian. Escucha un alboroto afuera de su habitación compartida, en realidad, un llanto. A-yuan llora y llama por su A-die. Se despierta con golpes en su habitación y los murmullos molestos de sus compañeros de habitación.

—Oh, dios—Murmura mientras se levanta. Los brazos de A-yuan se aferran a su pierna. Lo consuela cuando él empieza a sollozar. Su corazón se oprime al ver al niño tan triste que no puede evitar cargarlo y dar palmaditas a su espalda. —No estabas, Die Die—Llora una vez más.

—Lo lamento—Wei Wuxian no debió de soltar promesas al azar, ahora lo sabe. Ve a Lan Zhan mirarlos con una expresión preocupada. Me haré cargo ahora

Mece entre sus brazos a A-yuan hasta que las gruesas lágrimas dejan de caer de su rostro. Se siente extremadamente culpable por haberlo hecho llorar. A su alrededor Nie Huaisang y Jiang Cheng se levantan para ver el alboroto; lo encuentran así con A-yuan aferrándose a sus brazos y a el consolándolo.

—¡Wei Wuxian! —Escucha a Jiang Cheng gritar dándole una pista de que el día va a ser en extremo agotador.

.
.
.

Termina con A-yuan sentado a un lado suyo ya que el pequeño se rehusó a separarse de ambos. Como lo esperaba A-yuan guarda silencio mientras lee algún cuento que Lan Zhan consiguió. A mitad de la clase siente que sus párpados se comienzan a cerrar, ¡No ha dormido lo suficiente! y dios, de alguna forma Lan QiRen termina notandolo.

—Recita la regla número 30 de la secta Lan.

Bien, tal vez ha escrito las reglas de la secta Lan por varias semanas ¡pero eso no significa que ya las haya aprendido!. Se encuentra pensando en la respuesta pero a su lado A-yuan alza su mano bastante entusiasmado. Ve a Lan QiRen fruncir el ceño de una manera bastante sorprendida. Asiente a A-yuan y le contesta con voz animada.

—Alejarse de los hombres malos.

Lan QiRen parece satisfecho.

—Regla número 72

—El aprendizaje es lo primero

—Regla número 23

—Se justo

Y una por una Lan QiRen pregunta las reglas de la secta Lan y una por una A-yuan responde a ellas. Lan QiRen parece bastante satisfecho al final de la clase y el propio Wei Wuxian también. El viejo Lan reprende a todos los alumnos en el aula e insta a todos a ser igual de diligentes que A-yuan.

A-yuan no oculta su felicidad y Wei Wuxian lo ve correr a las piernas de su abuelo. El viejo Lan parece a punto de decir algo pero parece que no tiene el corazón para alejar a A-yuan, ¡Y es que el niño es bastante adorable! Wei Wuxian ve a ambos salir del salón de clases. A-yuan habla de lo mucho que quiere tener sus lecciones de caligrafía con su abuelo y Lan QiRen solo asiente diciendo que ambos pueden tomar aperitivos en su jingshi y tomar clases de caligrafía por la tarde.

Camina hacia la biblioteca y encuentra a Lan Zhan ya bastante inmerso en una pila de libros.

Suspira, serán unos días muy largos.

Los días pasan con una tranquilidad que no esperaba. Poco a poco se adaptan a una rutina que incluye ir a clases con Lan QiRen, ir a la biblioteca de Gusu a buscar más información del porqué sobre la posible aparición de A-yuan, cenar juntos e ir a la cama. A veces A-yuan elige quedarse con Lan Zhan a veces decide hacerlo con algún familiar más pero la mayoría de noches decide pasarlas con él. Lo cual, de alguna manera, lo ha obligado a dormir mucho más temprano. ¡A-yuan quiere dormir junto a él e insiste en que Wei Wuxian no se levanté de una sola vez de la cama! Ya ha intentado levantarse por las noches pero A-yuan siempre termina llorando y es que de alguna forma odia verlo llorar.
Sin embargo, no puede decir que odia pasar tiempo con A-yuan. El niño poco a poco se ha ido metiendo a su vida. Ahora le resulta difícil imaginar su vida sin las risas de A-yuan.

—Die-die, por favor—Dice una vez más A-yuan con ese tono de voz que solo exclama ternura. Ve a Lan Zhan de la misma forma, ninguno puede negarle nada.

Es por eso que por la noche termina compartiendo cama con Lan Zhan, con A-yuan en medio de ambos por supuesto. Le cuenta una historia para dormir al pequeño, como cada noche desde que lo conoció. El niño podrá ser un Lan pero parece que ha sido extremadamente mimado por quien sea su padre. Pequeñas cosas como está le demuestran a Wei Wuxian lo amado que es A-yuan.

Cuando ve los ojos de A-yuan cerrarse lo arropa con su manta para que no tenga frío. Del otro lado ve a Lan Zhan mirarlo fijamente, se quedan así por varios minutos hasta que Lan Zhan finalmente dirige su mirada al pequeño Lan.

—Es nuestro hijo—Dice Lan Zhan al final. La declaración lo toma por sorpresa, busca una manera de refutar este hecho como lo hizo semanas atrás pero no encuentra palabras para hacerlo. Las pruebas, las pistas del origen de A-yuan, todo ha estado ahí pero ha sido incapaz de aceptar que probablemente este niño simplemente es suyo. Solo tiene una forma de comprobarlo.

Se levanta, busca alguna hoja de papel y un pincel para poder pintar una matriz que recuerda haber visto días atrás. En aquel entonces tuvo el deseo de usarla y comprobar de una vez por todas si sus ideas eran verdad o no. Es hasta ahora que encuentra el valor para hacerlo.

Después de dibujar correctamente la matriz muerde su dedo y coloca las dos gotas de sangre justo en medio de la matriz. Lan Zhan sigue sus pasos al cabo de un rato, eso le recuerda… Toma entre sus dedos un mechón de cabello de A-yuan y corta.

Ve en silencio junto a Lan Zhan como la sangre y los mechones de cabello se mezclan. Se dice a sí mismo que aceptará cualquiera sea el resultado pero no está preparado para ver a la matriz brillar de un color azul; prueba clara de que lo dicho por Lan Zhan es verdad.

No dice nada por un largo rato lo que termina molestando a Lan Zhan de alguna manera. No lo había notado pero a Lan Zhan le temblaban los dedos.

—Es justo como dijiste—Confiesa. Ve a Lan Zhan mirar la matriz y de vuelta a A-yuan. Es claro que está igual de sorprendido por el resultado pero parece aceptarlo rápidamente. Se acerca a A-yuan y acaricia su cabello. No le toma más que unos minutos volver a acostarse junto a A-yuan y acercarlo contra su pecho.

—¿Así de fácil? Lan Zhan,¡Esto nos deja con más preguntas! ¿Cómo puedes tomarlo con tanta calma?

—Despertarás a A-yuan—Dice, como si todo lo que implica el hecho de que A-yuan sea suyo no importe. A-yuan duerme así que cállate, casi puede escuchar.

Suspira—Mañana hablaremos con él. —Vuelve a su lugar, justo a lado de a-yuan. Ve al pequeño Lan removerse casi como quisiera despertar pero lo arrulla para evitar que eso pase.

—Leí un libro, hablaba de la posibilidad de viajar en el tiempo—Susurra, esperando no despertar al pequeño. —De acuerdo a todo lo que nos ha dicho a-yuan sería lo más adecuado, sin embargo, ¿Quién enviaría a un niño solo?

—No lo sé

El eco de la voz de Lan Zhan resuena en su mente gran parte de la noche.

.
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.
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.
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La siguiente vez que A-yuan despierta los rayos del sol le golpean el rostro, huele a hierba mojada a su alrededor, lo cual es extraño… Recuerda el aroma de sus dos padres rodeándolo por la noche, ¿O no?. Las cosas se hacen más confusas conforme pasa el tiempo, no recuerda exactamente qué es lo que hizo la noche pasada, o los días previos a eso . Abre los ojos y escucha la voz de su A-niang llamándolo, claramente preocupado.

—¡A-niang!

—A-yuan—Abraza a su padre Omega, se aferra a su calor y aroma, lo extrañaba tanto. —¿Dónde has estado?

—Yo…

Le duele la cabeza por un momento pero hay una certeza más innegable que nada; no lo recuerda.

No lo recuerda.(*)
.
.
.
.
—Tal vez él regresó a dónde pertenece—Se arrepiente de sus palabras tan pronto como salen de su boca. Lan Zhan lo ve con una expresión de tremenda tristeza y desesperación.

—Es nuestro—Murmura Lan Zhan, casi puede ver lágrimas asomarse por el rostro del Omega y eso solo hace que se le forme un nudo en la garganta.

El Omega al que considera el más fuerte y recto de todos se desmorona enfrente suyo y no tiene ni idea de que hacer.

—Aun no lo es—Lan Zhan lo mira fijamente, parece que eso despeja un poco su mente porque su aroma natural deja de ser agrio. —Lo conoceremos en el futuro. —Dice sin pensar seriamente en el significado de sus palabras.

Los dos sienten sus mejillas sonrojarse. Ve a Lan Zhan alejarse a toda velocidad del lugar en dónde se encuentran. Algo le impulsa a ir detras de él. Eso hace y lo hará también los siguientes años. Aún no sabe el nombre de este sentimiento pero lo hará conforme pase el tiempo y eso solo hará que crezca más y más. Un día no será suficiente verlo por un momento, un día no serán suficientes los besos y abrazos. Un día todo el amor que tienen no podra ser contenido y terminarán creando algo que representará su amor y lo amarán de una forma muy inimaginable. Algún día serán una familia.

Eso aún no lo sabe por lo que ahora corre detrás de Lan Zhan sin ningún plan en mente.

Tal vez... Simplemente corre a su destino.

Fin.

La última escena fue añadida después de tanto pensarlo. Mi primera idea era que A-yuan regresaba con Lan Zhan al día siguiente de conocer a sus padres y continuaba el canon como es usual ; después de varios años Wei Wuxian sería resucitado en el cuerpo de Mo y averiguaría que tuvo un hijo con Lan Zhan :).

Sin embargo al final recurrí a este final. Después de que A-yuan desaparece Lan Zhan y Wei Wuxian empiezan a desarrollar sentimientos por el otro lo que hace que terminen comprometidos 💞🤗. Las cosas siguen como siempre; aún hay guerra pero ellos son bastante honesto con el otro por lo cual nunca se separan. A-yuan llega varios años después y más tarde algunos hermanos más.

La escena que contiene (*) es algo que pasa en Gusu. A-yuan simplemente se quedó dormido 🥱.

Bien, eso es todo. Bye!

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kagome una miko que fue alejada de sus padres a los 12 años para tomar un entrenamiento, ya que sería la sucesora de midoriko. Ya al pasar del tiempo...
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Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
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Jiang Jingyi tenía unas reglas que tenía que seguir si no quería hervir de enojo a su papá: 1. No hablar con extraño. 2. No aceptar dulces de extraño...