Narrador omnisciente
JiMin esperó paciente a JungKook, y mientras tanto aprovechó el momento para hablar con el servicio de profesionales de la salud que atenderían a Taehyung durante la internación.
Primero les tomó los datos personales, ordenó firmemente a que el Omega sea revisado cada veinte minutos (si es que no había una emergencia ), y prometiendo que sí hacían un buen trabajo, recibirán un pago extra. También de que por obvias razones no permitan ingresar a nadie a la sala, ni si quiera a los guardias. Sólo JungKook y ellos dos.
Jin y NamJoon prometieron volver por la mañana temprano, pero si deseaban ver a Taehyung, ellos ya estarían allí desde antes para corroborar todo.
Los Park/Jeon no iban a superar jamás la traición de uno de sus empleados, y mucho menos lo haría JungKook.
Cuando ya le pareció hora de pedirle a su cachorro volver a casa, su teléfono sonó. Atendió sin dudar al ver el nombre de su marido en la pantalla.
-¿Cariño?- Respondió dando una mirada dentro de la habitación, un nudo formándose en su garganta al ver a JungKook sentado al lado de la camilla, tomando un brazo del Omega y refregando su rostro allí, marcándolo con su aroma mientras sollozaba. Jungkook derrotado y triste era de las peores cosas que pudo ver en su vida.
-Amor, ya conseguí a los guardias de confianza- Informó YoonGi - Se llaman Park JaeBeom y Lee Hoseok, estarán aquí en media hora. Yo me encargaré de recibirlos y darles todas las indicaciones. Tú acompaña a Koo a su casa, asegúrate que descanse-
JiMin asintió, por más que su esposo no podía verlo - Trata de no volver muy tarde- Rogó con la voz entrecortada. Aún no sabían todo sobre los secuestradores de Taehyung, y la incertidumbre sobre aquello los estaban matando. El peligro podía estar muy cerca y ellos quizá ni sospechaban, por eso mismo debían estar alerta, y cuidarse entre ellos como lo estuvieron haciendo a lo largo de su vida -Te espero en casa -
-Lo prometo, mí amor - Respondió el mayor de los Jeon mientras se ingresaba a la cafetería del hospital para pedir una taza bien cargada de café. Ya perdió la cuenta de cuántas había bebido las últimas horas -Te amo, ten cuidado y mantén el teaser cerca-
-Te amo más, amor mío- Respondió el menor y cortó.
Ahora venía la parte más difícil:
Pedirle a JungKook que se despida, por hoy, de su Omega.
Y cuando logró su cometido, se sorprendió de que no tardaron más de quince minutos. Pero no había que conocer muy bien a Jungkook para saber que la idea de irse no le gustaba para nada.
Envolvió al menor en sus brazos y de esa manera se encaminaron hasta la salida del hospital. El Alfa menor había amenazado a los dos guardias que cuidaban la entrada de la habitación de su pareja. Por más que serían suplantados muy pronto, no alcanzó a despedirse de Minjae ni de Jackson, pero sabía que seguían haciendo rondas por los pasillos cercanos.
Cuando padre e hijo llegaron al estacionamiento, Koo empezó a olfatear el aire de manera un poco desesperada. En el lugar se encontraba un aroma bastante fuerte que llamaba la atención de él y de su lobo.
Trató de seguir el rastro, mientras tenía a su padre preocupado cuestionando que sucedía. Pero, lamentablemente, no encontró a la otra persona dueño del extraño aroma.
-Yo...Creo que enloquecí- Murmuró con la voz baja y tan rota que fue casi inaudible.
Park tragó saliva y negó con la cabeza mientras abría la puerta del lado del copiloto para que su hijo se ingrese- Por supuesto que no, cariño- Expresó con la voz más suave que pudo formular - Se le llama estrés postraumático. Es normal en estas situaciones. Debés descansar - Insistió.
El pelinegro suspiró y se adentró al carro, con la mirada pérdida y la tristeza a flote. El camino a su mansión fue en silencio, JiMin prefirió darle su tiempo y no atosigar con otras cosas. Porque en un momento se le ocurrió cambiar de tema para que su cachorro se despabile, pero rápidamente se negó a aquello, le pareció absurdo. A JungKook no le interesaría hablar de otra cosa que no sea Taehyung.
Y por la mente del Alfa menor cruzaba el recuerdo de que en la cena iba a pedirle matrimonio a su Omega. Seguramente Taehyung habría aceptado y hubieran festejado con unas perfectas rondas de potente amor en la cama.
Estarían siendo felices.
Pero la realidad era otra. Y, actualmente, se encontraba destrozado, con su pareja internada con coma inducido, la pérdida de su cachorro y la noticia de que jamás podría embarazarse de nuevo.
Estaba en la peor de sus pesadillas.
JiMin llegó a la mansión del menor, lo ayudó a que tomara un relajante baño, lo vistió con unos pijamas de seda negros y por último lo arropó en la cama como cuando era un niño.
Pero los hermosos ojitos de su bebé ya no brillaban, los notaba apagados, sin vida y sin la mínima luz presente.
-Me quedaré aquí hasta que te duermas- Susurró sentado en la orilla, mientras quitaba del rostro unos mechones negros.
-Yo debí quedarme con él-
-Tú debés descansar, tu padre me informó hace unos minutos que los nuevos guardias llegaron al hospital. Taehyung está muy bien cuidado, mañana iremos todos a primera hora-
El menor sentía como sus párpados buscaban cerrarse, el baño lo había relajado demasiado.
-Cierra los ojos, amor. Recuerda que debés dormir para estar con muchas energías para tu pareja - JiMin masajeaba su cuero cabelludo con la yema de sus dedos algo que, desde que Koo era un cachorro, ayudaba a que se duerma.
Sintió como poco a poco la respiración del menor era más relajada y sonrió cuando lo notó cerrar al fin sus luceros.
Se quedó unos minutos más en la misma pose siguiendo con las caricias y luego salió de la habitación, no sin antes dejarle un beso en la frente.
[.....]
Eran casi las tres de la madrugada y el hospital se encontraba en un silencio casi sepulcral.
Park y Lee seguían firmes en la puerta de la habitación del Omega. Tenían encendidas sus radios para comunicarse con el resto de los guardias que rondaban los pasillos aledaños y sólo dejaban ingresar, exactamente cada veinte minutos, al personal de salud. Todos debían decir una contraseña, de otra forma no les permitirían el acceso.
De todas maneras, Jeon YoonGi (antes de partir hacía su casa), les había enseñado una foto del personal médico que debía hacer el horario nocturno. También de los otros guardias, del Beta Jin, de Nam, JiMin y de Koo.
Sólo por precaución. Era mejor prevenir que curar...
De repente, en el pasillo se escucharon unos pasos que alertaron a los dos guardias, obligándolos a llevar su mirada hacía dónde el sonido provenía.
Se irguieron en su lugar y luego saludaron con una reverencia sumamente respetuosa.
-Joven Jeon, no sabíamos que llegaría a estas horas de la madrugada- Exclamó JaeBeom confundido. YoonGi les había dicho que todos irían a descansar, pero que podía haber una mínima posibilidad de que JungKook no haya podido conciliar el sueño y se acercara antes para ver a su Omega.
El recién llegado lucía un traje negro, y tenía sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalones. Debajo de sus ojos un rastro oscuro que indicaban la falta de descanso, los ojos algo cristalizados, la mirada sobre la puerta de la habitación.
-Nos presentamos -Siguió el guardia mientras fruncía el ceño - Somos Lee-
-Haganse a un lado, voy a ver al Omega- Ordenó firmemente y a la vez interrumpiendo la presentación. Los compañeros de trabajo se observaron entre sí.
-¿Contraseña?- Indagaron al mismo tiempo. Algo tonto porqué el Alfa pelinegro frente a ellos era el hijo de su jefe.
Éste les devolvió la mirada como si fueran basura, frunció sus labios y respiró un poco agitado antes de responder:
-LNH255-
Lee asintió y le permitió adentrarse. Una vez que el menor lo hizo, les informó por medio de la radio a los demás que Jeon JungKook acaba de ingresar a la habitación de Taehyung.
[....]
JungKook no pudo descansar bien ni siquiera diez minutos seguidos.
Se despertaba teniendo horribles pesadillas en las que Taehyung lo abandonaba, o desaparecía de su lado para siempre. Como si nunca hubiese existido.
Su lobo estaba cayendo en una tristeza tan extrema que temía que el animal muera en cualquier momento. Se odiaba a sí mismo por no haber podido cuidarlo. No estaba acatando los consejos que le había dado su padre JiMin. Su mente ahora era su peor enemiga.
Él tenía que estar fuerte para Taehyung, pero le costaba tanto...
Tal vez el cachorro que crecía en el vientre de Tae no era de su sangre, pero siempre lo sintió como si así lo fuera. Su animal lo aceptó al instante y lo declaró como suyo propio. La pérdida era demasiado dolorosa y no podía soportar la idea de que su precioso Omega jamás podría embarazarse de nuevo.
Pero él no se quedaría con los brazos cruzados, una vez que su pareja se recupere por completo buscaría algunas alternativas para que pueda embarazarse. No sólo por él, sino por su Omega, quién desea fervientemente traer un cachorro al mundo.
Debía dejar que pase el tiempo.
Suspiró pesado luego de removerse de un lado a otro en la cama. Se giró para observar la hora que indicaban que eran casi las tres de la madrugada.
Se quitó las sábanas de encima y bajó a la cocina a prepararse un café. Estaba en medio de terminar la mitad de la taza cuando sintió una rara sensación en el lazo.
Un horrible ardor, o un tirón que por poco lo hacen caer al suelo. Esa alerta, claramente, significaba algo.
Subió rápido las escaleras para tomar su teléfono y marcó el número de Jackson. Éste le respondió al instante, parecía todo normal pero el guardia le informó que se le hacía raro que lo llamara cuando lo acababa de ver.
Jeon dejó caer el teléfono, otro ardor insoportable en el lazo lo hizo chillar de dolor. Alguien estaba junto a Taehyung, podía sentirlo claramente. Su lobo sentía como si alguien estuviese invadiendo su propiedad. Su Omega.
Corrió saliendo del cuarto y hasta no llegar a su carro no paró. Quién sea que esté con su pareja en este instante, podía declararse hombre muerto.
[....]
Para Seung, ingresar a la sala donde se encontraba Taehyung no había sido nada fácil.
Primeramente, tuvo que escabullirse y escuchar la conversación de YoonGi con los guardias (cuando el Alfa contrario les daba las indicaciones), de esa manera obtuvo la contraseña. Pero el Alfa Jeon por poco lo descubre.
Jeon YoonGi era conocido por sus empresas. Solían salir una vez al año en revistas como uno de los empresarios más adinerados de Corea. Y pensar que su hermano gemelo se llevó la mejor vida. Y él tuvo que creer en medio de la mafia..
La vida no era para nada justa.
La misma situación pasó en el estacionamiento del hospital, JungKook lo olfateó y lo siguió con su aroma.
Seung no quería volver a pasar ese tipo de nervios o temores nunca más.
Y cabe mencionar que observar a tu hermano gemelo por primera vez fue un shock bastante fuerte para Choi. Pero lo peor de todo fue enterarse, o darse por aludido, que Taehyung estuvo todo este tiempo en pareja con JungKook.
Eran muchas cosas que procesar en el mismo momento y su lobo no estaba muy contento con la idea de compartir a Taehyung.
¿Acaso el Omega Kim se olvidó de él?
Se sentía muy traicionado. Él incendió el prostíbulo sólo por él y se la había pasado buscándolo por casi toda Corea y Tae, prácticamente, estaba viviendo su vida con otro. Como si su relación no hubiese existido nunca.
¿Jungkook iba a hacerse cargo de su hijo?
Él nunca lo hubiera permitido. Si hubiese encontrado a Taehyung antes, lo hubiese llevado a rastras con él. Seung no tenía ganas de entablar una relación con su hermano gemelo, mucho menos ahora que le robó a su Omega destinado.
Había hablado por teléfono con Jomei apenas llegó al hospital. El Omega estaba ansioso esperando por su hermano. Kim perdió su embarazo, a su cachorrito, pero eso no significa que lo dejaría atrás.
Jamás.
Y Seung ya tenía todo bajo control. La venganza hacía los atacantes de Tae ya había sido cumplida. Los familiares de aquellos idiotas fueron asesinados sin piedad alguna por parte de los hombres de Seung que quedaron en Daegu.
Otra cosa difícil de infiltrarse en la sala fue tener que usar un molesto traje, y actuar como su gemelo. Pues pasó los guardias anteriores sin problema alguno. Él podría haberlos matado pero se notaron muy amables y casi ni le cuestionaron nada. Tampoco le avisaron a Lee y Park, los dos que vigilaban la puerta.
Pero estos dos últimos estaban algo desconfiados, pues le pidieron la contraseña. Nada fácil y con la ansiedad al tope, pero allí estaba frente al Omega.
Por fin veía a Taehyung de nuevo.
Seung no podría expresar con simples palabras lo que sentía al ver a Tae de esa manera. Su lobo no dejaba de regañarlo ni gruñirle, haciéndole responsable de todo lo que tuvo que pasar el ajeno todo éste tiempo.
Se acercó a la camilla, tranquilizó su respiración y evitó derramarse en lágrimas.
Llevarse a Tae justo ahora, en un momento tan delicado, podría ser muy malo para su salud. Pero no dejaría las cosas como estaban, él había marcado a Jomei y lo sentía como su destinado, pero también se sentía de esa manera con Tae. Sólo que con éste último arruinó todo desde un principio.
Pero tenía la esperanza de qué podían tener un buen comienzo, esta vez. Él estaba dispuesto a dar lo mejor de sí, y también tomar en matrimonio a los dos Omegas.
Cualquier cosa con tal de no dejar al Omega con Jeon Jungkook.
Tomó una bocanada de aire y se sentó en la camilla, justo al lado de Kim, agarró su mano y la llevó a su rostro para besarla suavemente y luego marcarlo con su aroma.
Sin saberlo, estaba haciendo casi lo mismo que hizo su gemelo mayor.
-Omega, por favor perdóname- Rogó con la garganta seca y la voz quebrada al soportar el llanto - Te juro que jamás quise que salieras lastimado...quiero cuidarte-Por supuesto no obtuvo respuesta, sólo el molesto ruido de la máquina que controlaban el ritmo cardíaco y las pulsaciones.
Levantó su mirada y acercó ahora su rostro al cuello de Tae para poder marcarlo con su aroma allí, viendo instantáneamente algo que lo destrozó.
Destrozó su orgullo y su ego:
Taehyung estaba marcado.
¿JungKook lo había marcado?
¿Era una puta broma de mal gusto?
No podía ser posible, no.
Se alejó unos pasos de la camilla. Comenzó a desesperarse, sentía su lobo aullar de la tristeza y su colmillos comenzaron a cortar la piel del paladar dándose paso.
No iba a permitir que JungKook se saliera con la suya, ese maldito seguramente no conocía a Kim como él lo conocía.
¿Que tan enamorado puede estar en tan poco tiempo?
Él sabe que cometió errores, principalmente en no sacar del prostíbulo a Tae y en ocultarlo. Si hubiese actuado como lo hizo con Jomei, Taehyung aún estaría preñado y viviendo en su mansión.
Pero de eso ya aprendió, lo único que le faltaba era otra oportunidad.
Jomei, él y Tae podían ser muy felices los tres juntos..
No estaba pensando claramente, pero no podía permitir que esto empeore. Caminó de nuevo hasta la camilla, rompió un poco la bata que cubría el cuerpo del rubio y deslizó su lengua por el costado de la marca odiando sentirla ahí. Una vez que le pareció que la zona estaba lista no perdió más el tiempo y enterró sus colmillos para comenzar el lazo.
Escuchó la respiración agitada del menor, aún inconciente, y como su corazoncito empezaba un latido mucho más rápido.
De repente, y aún con sus colmillos clavados en el cuerpo ajeno, la puerta de la sala se abrió de manera casi salvaje, dejando ver una tercera persona.
Un muy enojado Alfa.
-Alejate de él - Ordenó con la mandíbula tan tensa que sus dientes se dañaban unos con otros.
Seung se giró y le gruñó alto en respuesta, ambos quedaron anonadados con lo que veían.
Espero hayan disfrutado del capítulo ❣️
No se preocupen que Seung no se va a salir con la suya, en el próximo capítulo lo van a saber.
¿Creen que Taehyung rechace el lazo de Seung?
¿Jungkook será capaz de matar a su propio hermano gemelo?
No olvidar que los cuatro son gemelos, ya de por si son mucho más susceptibles entre ellos. Por eso se pueden sentir, además es un Omegaverse, el lazo indica muchas cosas.