Miel Vogrincic.
Nos encontrábamos comiendo en silencio sentados en el sillón de la sala principal, aún estábamos en lo de Agus, nos quedamos para hacerle la segunda.
—Que desastre, loco— Agustín rompió el silencio mirando todo a su alrededor.
—No tomo nunca más—
Miré a Matías y sonreí.
—No me mires así, Peti. Esta vez es definitiva—
Asentí con la cabeza como si le estuviera creyendo y seguí comiendo mis galletitas.
—Hay café, servite si querés— Agus puso su mano sobre mi espalda mientras se levantaba del sillón.
—Gracias pero no tomo café— No quería sonar grosera entonces intenté arreglarlo pero el refrán "No aclares que oscurece" se apoderó de mí —Si tomo café me hará corte circuito y no quiero que el baño se lo tome personal conmigo...—
Todos me miraron y comenzaron a reír. A penas me di cuenta lo que dije me puse roja, sentía como mis mejillas me quemaban de la vergüenza pero solo me quedaba reír con ellos.
—Igual no era literal eh...—
—Ajá— Pipe me sonrió.
—Hablemos de algo más, algo de lo que pasó anoche y poco se habla— Malena desvío la atención y me guiñó un ojo.
"Gracias" modulé con los labios y ella solo asintió con la cabeza.
—¿Algo como que?— Juani la miró.
—No te hagas el boludo, que yo te vi besar a mi novio—
—¡Qué!— Me acomodé en el sillón y los miré a todos que ya estaban riendo por el recuerdo —¿¡Por qué yo no ví eso!?—
Juani intentó responderme entre risas y como no se entendía nada Pipe me comenzó a contar.
—Estaban jugando a la botellita y le tocó a Juani con Matías. Hubo lengua y pasión sonríe todo— Los chicos se le tiraron encima y comenzaron a golpearlo de forma brusca pero no buscando un conflicto real. —¡Es joda!, ¡Estoy jodiendo!— Felipe se los quitó de encima entre risas —Fue solo un pico—
¿¡ENTONCES PIPE TAMBIEN JUGÓ Y LE TOCÓ CON ALGUIEN!?... A PARTE DE QUE SE CHAMUYÓ UNA QUE OTRA PIBA POR AHÍ... No es que me importe es que me preocupo por él.
—Vos estabas encerrada en el piso de arriba— Malena dirigió la atención hacia mi —¿Que pasó?, Yo me enteré cuando saliste, boluda—
Los chicos poco a poco se callaron y comenzaron a bombardearme en preguntas.
Pero yo solo podía pensar en una cosa.
—¿Vos te besaste con alguien?— Miré a Pipe
—¿Que clase de persona te pensas que soy?— Rió —Claramente no y a la botellita no jugué—
Con Felipe nos quedamos mirando fijamente mientras los chicos comenzaban a sentir la tensión.
—A parte qué te importa, nena... ¿Vos te chapaste a alguien?—
Negué con la cabeza.
—Bueno, che. ¿Es algún tipo de escena de celos o qué?— Juani nos miró —Contá lo que te preguntó mi socia, mejor—
—Nada que ver— Negué con la cabeza sin darle más importancia a Pipe y comencé a contar una de mis experiencias randoms de anoche —No recuerdo bien toda la situación, solo sé que me quedé encerrada en el piso de arriba como con veinte personas más y de la nada alguien había tirado la puerta para poder salir— En ese momento comencé a reír y me siguieron haciendo miles de preguntas que simplemente no pude responder.
—Me hubiera encantado estar ahí, en vez de ver cómo estos giles se chapaban entre ellos— Pipe me miró divertido.
—Fuera de joda a mi también me hubiera gustado, seguro derribaba la puerta yo con Miel— Matías comentó orgulloso mientras tomaba mate.
—¿Justo vos?— Agregó Juani.
—No entendí— Male apoyó su cabeza sobre mi hombro mientras ambas los mirábamos confundidas.
—Digo... La tratas para el orto, le pelias, le pegas incluso, y luego te hubiera gustado estar en la fiesta con ella. Raro— Juani se encogió de hombros.
Matías se le quedó mirando un momento confundido y sonrió calmado —Es mi lenguaje del amor, perdón eh. Igualmente ella sabe que es mi mejor amiga y que lo hago con la mejor de las ondas. Juani, vos siempre andas twiteando y te perdés cuando la abrazo y le digo que la quiero— Rió —Es mi Peti, la quiero—
—Gracias Peti, yo a vos también—
—Petisos crew— Dijo Malena y todos estallamos en risas.
>>>
Pasaron unos días desde la joda en lo de Agustín Pardella, esa noche marcó un antes y un después en la convivencia entre todos nosotros.
Con Pipe descubrimos que tenemos varias cosas en común, además disfrutamos mucho de nuestra compañía.
Malena, por otro lado es como una mamá para todos nosotros; una mamá a la cual le podés contar todo y es copada y claramente juvenil. Es una de mis mayores contenciones.
Matías y Juani... Son un tema a parte, son las personas más infantiles que conozco, siempre buscan mi compañía para algún juego o para taparles las cagadas que se mandan.
—¡Miel!—
—¡Veni, Miel!—
El deber me llama.
—¿Que pasó?— Me acerqué despacio al parcito con miedo de que me hagan alguna de sus macanas.
—¿Sabías que te amo?— Juani me abrazó delicadamente.
—¿Sabías que yo te amo más que él?— Matías también me abrazó.
—¿Que hicieron?— Me los saqué de encima y miré a mi alrededor buscando el desastre hasta que lo encontré. Se me heló la sangre al ver la cámara de Pipe hecha pija en el suelo.
—Si decís que fuiste vos no se va a enojar... Vos rompes todo siempre—
—¡Jamás he roto nada en esta casa!— Levanté una mano enojada y golpee accidentalmente un florero haciendo que caiga y se rompa en mil pedazos.
—Ahí tenés a la pelotuda...— Matías se lamentó
—¿Que fue ese ruido?— Felipe bajó las escaleras mientras se acomodaba la gorra.
—Nada.—
—Nada.—
Los chicos hablaron a coro, pero yo no dije nada, sabía lo importante que era esa cámara para Felipe.
Una vez abajo, Pipe miró a nuestro alrededor y en vez de ver el florero, se encontró frente a frente con la cámara.
—¿Que pasó?...— Preguntó casi en un susurró. Sus ojos color oceano, se convirtieron en marea roja. Podía notar a través de ellos como su corazón estaba roto en mil pedazos, de todas formas suspiró profundo agarrando cada trocito de cámara y no dijo nada; ¿Que se podía hacer?, ya estaba rota.
—Feli...— Me acerqué con un nudo en la garganta y lo ayudé a recoger lo que quedaba.
—Deja— Negó con la cabeza —Son cosas que pasan— intentó ser optimista, pero si voz no era más que lamento.
—Dejame que te explique—
—No Juani, ya está—
—Fue un error mío y de Juani. Miel no tiene nada que ver, ella llegó y ya estaba el cuerpo del delito— agregó Matías.
—Escuchalos, seguro hay una explicación o no sé—
Felipe suspiró profundo y de mala gana pero se dispuso a escucharlos, una vez que los chicos terminaron el monólogo Pipe subió a su cuarto y yo fui tras de él.
Nos quedamos conversando hasta que Felipe ya no tenía sus ojos cristalizados por las ganas de llorar.
Los chicos vinieron varias veces a pedirle perdón pero él solamente asentía con la cabeza como bajandole importancia.
—Ya está, en serio, quiero estar solo...—
Lo miré y me miró.
—Solo con Miel, ¿Nos dejan?—
Por décima vez los chicos abandonaron la habitación y se fueron a intentar reconstruir la cámara.
[...]
Hasta acá este capítulo 🤍
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