Rosas Y Espinas

By Rosa_BiancaRoUl

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"Quien ama realmente nunca olvida, puedes ser su pasado, su presente y su futuro aun cuando no estés a su lad... More

✯. Presentación .✯
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C-7

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By Rosa_BiancaRoUl

Sí, Aleksandra había sido extremadamente inteligente para salir sin ser vista de aquel palacio y dirigirse hacia lo que ahora sería su infierno.

Mientras iba en aquel carruaje que la esperaba afuera tomo una carta entre sus manos, en sus días en aquel palacio algo paso, su plan habría sido pedirle a Süleyman que la llevara a un punto en específico donde sería intercambiada por sus hijos, su plan jamás fue que él luchara por recuperarlos, simplemente era que él los cuidara como ella lo habría hecho.

Aquella carta que ahora tenía en sus manos la mandaba su hermano, un barco había llegado un par de días antes, en aquel barco se encontraban sus hijos esperando su llegada, no había sido registrado así que cualquier intento de ella por traicionarlo terminaría en tragedia, simplemente sus hijos morirían y el barco jamás sería encontrado y posterior a ellos también su madre vería su fin.

Alex apenas podía creer que su propio hermano hiciera esas cosas, cambio tanto solo por el poder y claro eso era algo que siempre cambiaba a las personas.

El carruaje se detuvo después de un tiempo andando, ella bajo y siguió a dos nuevos guardias que llegaron para escoltarla, estando frente al barco los niños bajaron en los brazos de dos jóvenes que los cargaban.

Aleksandra se acercó a ellos y besos sus frentes, estos no se dieron cuenta, pues estaban profundamente dormidos, el guardia de más rango la tomo del brazo y la obligo a subir al barco mientras veía como los niños subían al carruaje y eran llevados por aquellas mujeres al palacio de su padre en donde vivirían de ahora en adelante.

Solo esperaba que nada les pasara, pues haberlos enviado ahí podría ser incluso más peligroso que estar con ella en un calabozo, pero era lo mejor, no quería que sus vidas se vivieran en un calabozo.

Tomo asiento en el camarote donde estaba la cama para que descansara en lo que restaba del viaje, parecía una broma, aquel camarote era cómodo, su hermano le había querido dar unos últimos días en comodidad.

Pero eso era lo que menos le importaba a ella ahora, pues su corazón sería el que sufriría por el resto de su vida.

Traía puesto aquel brazalete que le recordaba como termino su historia con el que fue su primer amor fugaz, y en su dedo traía puesto un anillo que le recordaba el inicio de su historia con el que fue su gran amor, aquel hombre con el que habría sido capaz de formar una vida entera de no ser por lo sucedido aquella noche que tuvo que abandonarlo todo por su vida.

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1519

Después del día en el que Süleyman la beso por primera vez no podía dejar de pensarlo, no sabía si era por miedo a que Ibrahim la viera siendo cortejada por otro y la juzgará mal o simplemente porque este otro hombre había provocado algo más en ella con apenas una tarde juntos.

Su cabeza daba mil vueltas y no lograba concentrarse, la joven que siempre la acompañaba la miro confundida —Princesa por favor no se ponga así, solo empeorara las cosas si le da mil vueltas— dijo sería.

Alex la miro —No sé qué hacer, es como si estuviera acorralada, por un lado, Ibrahim y por el otro Mahmoud, lo peor es que son amigos, que pensaran de mí— dijo llevando sus manos a su rostro.

La joven tomó sus manos y la hizo mirarla —No pensarán nada, Ibrahim se alejó de usted sin luchar, la dejo botada y Mahmoud está intentando cortejarla, no tiene compromisos así que no tiene nada de malo conocer a alguien, ahora si me pregunta que le recomiendo, lo mejor es movernos, estando aquí se condenará, en cambio, si seguimos lo que usted tenía planeado podrá olvidar mientras disfruta de conocer cada lugar— dijo con calma.

En eso tienes razón, creo que será mejor que nos vallamos de aquí, no hay más que hacer— dijo con calma.

Justo en ese momento se escuchó que llamaron a la puerta, la joven abrió la puerta, frente a ella había un hombre que a simple vista parecía un comerciante más —Señorita, me han encomendado la tarea de traer este presente para la señorita Elena— dijo con calma y entrego una pequeña bolsa a la joven que abrió.

Posterior a ello el hombre se fue sin decir nada más, ni dar explicaciones, entrego la pequeña bolsa a Alex, ella la abrió y encontró primero una nota y luego saco un anillo de esmeralda.

Abrió la pequeña nota y la leyó con calma "Elena, no sé cómo, pero desde la primera vez que te vi robaste mi corazón, este anillo será el inicio de nuestra historia" Alex guardo la carta y el anillo, no tenía intenciones de usarlo.

No entiendo a este hombre, nos vimos tan solo un par de veces y hace estas cosas, esto debe costar una fortuna, como lo consiguió siquiera— dijo un tanto molesta.

Princesa debe pensar bien lo que le digo, mientras más pronto abandonemos este lugar será mejor, así ese hombre la olvidará y podrá seguir con su vida— dijo sería.

Bien, lo pensaré— dijo se fue a su habitación para poder pensar.

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Una semana más tarde

Elena salió a comprar algunas cosas, sin decirle una sola palabra a la joven dama y escondiéndose de su guardia, quien a pesar de seguirla de cerca ella consiguió perderlo, llevaba días pensando en lo que su dama le dijo, quizás ella tenía razón, pero no quería irse todavía, mientras caminaba un hombre la jalo del brazo hasta llevarla a un callejón.

Por favor, que quiere de mí— dijo con miedo.

Quítate la capa— dijo el hombre.

Alex no lo hizo —Debería considerar con quien habla antes de hacerme algo— dijo sería.

El hombre sonrió cínicamente —Dije que te quites la capa ahora— grito esta vez.

Alex se bajó la capa dejando ver su cabellera pelirroja y su rostro de piel blanca y sus hermosos ojos verdes.

El hombre sonrió nuevamente —Perfecto, ganaré mucho contigo— dijo con una sonrisa y comenzó a jalarla para llevarla a otro lado.

Déjeme por favor, a donde quiere llevarme, venderme no le servirá de nada— dijo sería, justo ahora se arrepentía de haber perdido a su guardia por su necedad de querer estar sola.

Calla niña, ahora me perteneces, no tienes una idea del dinero que me harás ganar tan solo con esa bonita cara y ya veremos cuanto más darán por lo demás— dijo en tono de burla.

Alex ahora sabía lo que quería aquel hombre y eso la asusto demasiado, fue entonces que con fuerza intento deshacerse del agarre de aquel hombre y al obtener la atención que quería de él lo golpeo en el área genital, una vez que la soltó, ella corrió hacia el mercado de nuevo, pero el hombre llamo a sus compañeros y estos la persiguieron hasta que lograron atraparla, uno de ellos la estrello contra la pared para poder contenerla y el otro la golpeo para qué se desmayará.

El hombre de antes se había incorporado y ahora estaba con ellos, Alex perdió el conocimiento, ahora estaba sentada recargada en la pared dormida, el hombre rio cínicamente —Pagarás caro lo que hiciste— dijo y luego miro a sus hombres —Cuiden lo que hacen, miren ahora hay una herida en su rostro, eso resta belleza par de idiotas— dijo serio.

Fue entonces que un hombre se acercó a ellos encapuchado —Señores será mejor que se vayan ahora y podrán contar que sobrevivieron— dijo serio aquel hombre.

Bien, supongo que es tu territorio, disculpa tomaremos nuestra mercancía y nos iremos— dijo refiriéndose a Alex.

No, tú y tus hombres se irán de este lugar y de este pueblo si no quieren morir— dijo serio.

El jefe comenzó a reír —Si no me voy que me harás— dijo con ironía.

El hombre encapuchado sonrió y detrás de él llegaron más de cinco guardias, era nada más y nada menos que el príncipe, claro que aquellos hombres no lo sabían.

Los hombres intentaron huir, pero fueron atrapados por un grupo de jenízaros que los llevaron al palacio para ser encarcelados y posteriormente castigados.

Süleyman tomo a la joven en sus brazos y la llevo a casa, no podía llevarla con él, aunque quisiera, lo mejor era dejarla en casa.

Entro a la casa con ella en los brazos y la dejo sobre su cama, tomo un trapo limpio con un poco de agua para poder limpiar la herida del labio y los ligeros raspones en su frente provocados cuando se estrelló contra la pared.

Una doctora llegó después, la examino y no parecía haber nada mal, los golpes eran superficiales así que estaría bien.

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Alex despertó poco a poco su cabeza le daba vueltas, una vez que mejoro un poco miro a su alrededor y noto al hombre junto a ella, era Mahmoud, como era posible, entonces con una leve punzada recordó lo último que había pasado, aunque después de haberse desmayado no había nada más en su memoria.

El hombre la miro por un momento dándose cuenta de que ella ya estaba despierta, me asustaste mucho.

Alex lo miro confundida —¿Cómo llegue aquí? — pregunto con calma.

Bueno, digamos que yo estuve en el momento y lugar correcto para ayudarte, no debes preocuparte, aquellos hombres pagaran lo que intentaron hacer— dijo con calma.

Alex se levantó con cuidado para quedar sentada, Mahmoud la ayudo a levantarse de forma que no se lastimara.

Sus miradas se conectaron por un momento y ambos sonrieron un poco —Gracias por esto— dijo ella con calma.

Mahmoud sonrió miro su mano, no llevaba el anillo que él le había regalado — ¿y tu anillo? — pregunto.

Alex sonrió —No lo uso, prefiero tenerlo guardado a perderlo— dijo con calma.

Mahmoud sonrió —Tienes razón, te regalaré uno más sencillo para que puedas llevarlo a todos lados— dijo con calma.

No es necesario, pero lo agradecería y lo cuidaría siempre, si fuese así— dijo con calma.

Entonces así será, lo tendrás aun cuando no me lo pidas— dijo con una sonrisa.

Alex sonrió.

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Pasaron algunos días Alex estaba mejor, los golpes habían mejorado y las atenciones de Mahmoud eran cada vez más recurrentes.

No estaba con ella todos los días, pero intentaba llegar cada tercer día con ella.

En el palacio comenzaba ya a verse aquella ausencia del príncipe, sin embargo, no era motivo para hablar mal de él, pues a pesar de aquello seguía haciendo lo de siempre y mantenía su provincia en orden.

Alex estaba comenzando a verlo de una manera diferente, lo que empezó como una salida por despecho se estaba convirtiendo en algo más.

Y en cierta forma eso comenzaba a agradarle.

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1527

Tres meses después

Alex llevaba días sin ver la luz del sol, cada día se convertía en una tortura más, su nuevo hogar eran los fríos calabozos, si fuera por su hermano ya la habría dejado morir, no era tan cruel para dejarla tanto tiempo en ese lugar, pero la madre de este no lo permitió, la quería viva, ella creía que, hacía bien, pero al final cada uno tenía una idea diferente de lo que era mejor para su futuro.

Alex se habría dejado morir de no ser por su madre, ella le llevaba comida y la hacía comer bien, pero su alma estaba triste, una vez más había perdido al amor de su vida.

Era simplemente una cruel broma del destino, habérselo presentado en un principio y posteriormente haber hecho que se reencontraran y volvérselo a quitar, al menos una cosa bien había pasado, ahora sus hijos estaban con su padre y no en aquel frío lugar.

Mientras pensaba en como estarían sus hijos escucho pasos acercarse, se levantó y se acercó a la entrada del calabozo, era su madre nuevamente, le traía ropas limpias y comida, Alex le sonrió y se alejó para que el guardia le permitiera la entrada.

Alex apenas probo la comida, su madre le dio algunas postres que habían preparado para ella, algo de azúcar no le iría mal, sin embargo, ni siquiera pudo acercarlos, pues inmediatamente le provocaron náuseas —Madre, hace mucho que no como estas cosas, mi cuerpo las rechaza ahora, no sigas intentándolo, solo como bien porque tú me lo pides— dijo sería.

La mujer mayor acarició su mejilla —Amor mío, por favor quédate conmigo, sé que tu corazón carga una gran pena, pero no me abandones ahora, te prometo que haré lo que pueda por sacarte de aquí— dijo con calidez.

Alex se levantó y camino por la habitación sin mirarla —Por favor, no me pidas que siga como si nada, no puedo vivir así, al menos deja irme en paz, mis hijos ya están con su padre y tú estás bien, mi hermano tiene lo que quería deja que me vaya— dijo sería.

La mujer se levantó y la siguió —Hija no me digas eso, recuerda que tu padre te enseño a resistir y a no rendirte a la primera— dijo sería.

Alex la miro enojada —Claro, en su momento también me enseño que yo no era más que una basura y una mujerzuela incapaz de darse a respetar como toda una dama— dijo sería.

Cariño, tu padre solo tenía miedo, lo que más amaba fue tocado por un hombre que no fue capaz de hacerse cargo de sus actos y que no se haría cargo de sus hijos, él no sabía la verdad— dijo con calma.

Aunque la hubiese sabido, jamás me hubiese tratado mejor que eso, él quería que fuera perfecta, pero no pude, me deje llevar por el corazón y me convertí en su más grande decepción— dijo con tristeza marcada en su voz.

Su madre tomó su mano —Cariño— dijo intentando calmarla.

Alex dio unos pasos para alejarse, pero no logro moverse demasiado, pues un mareo hizo que se detuviera y sin previo aviso comenzó a ver todo borroso hasta que se desvaneció por completo en los brazos de su madre.

Cariño... Alex... Mi niña... llama a una doctora ahora— dijo la mujer mayor sosteniendo a su hija sobre su regazo tendida en el suelo.

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Alex despertó lentamente, miro a su alrededor, primero no identificaba nada porque su vista era borrosa, pero poco a poco iba viendo el lugar donde estaba y claramente no eran los calabozos, en realidad estaba en una habitación del palacio.

Intento levantarse, pero una joven no lo permitió, tiene que descansar princesa, eso ha ordenado el médico, en unas horas traerán su comida.

Se dio cuenta en ese momento que traía puesta una bata fina, no entendía que estaba pasando, entonces como si lo hubiese llamado entro su hermano para darle una explicación.

Veo que ya estas despierta querida hermana— dijo con tono irónico.

—¿Qué hago aquí? — pregunto confundida.

El hombre sonrió —Hermanita, hermanita... no soy un monstruo, en cuanto supe tu estado no dude en traerte aquí— dijo con calma.

Alex lo miro sería —¿Qué estado? — pregunto sería.

Su hermano sonrió —La mujerzuela lo hizo de nuevo, querida tendrás un bebe de nuevo— dijo con una sonrisa cínica.

Alex lo miro con miedo y toco su vientre, esto no era nada bueno, si estaba en aquella habitación era porque él quería algo de ella y por medio de ese nuevo bebe lo obtendría.

Tranquila, no te dañaré, de ahora en adelante te cuidarán perfectamente, ese bebe tiene que llegar sano y salvo a este mundo— dijo con tranquilidad.

Alex lo miro sería —¿Por qué te importa tanto? — pregunto temerosa de la respuesta.

Lo pensé mucho sabes, al principio lo usaría para conseguir algo, pero ahora lo veo diferente, verás, mi esposa actual ha tenido ya dos abortos espontáneos y no logra darme un hijo, entonces este bebe tuyo será ahora mío, así tengo contenta a esa mujer y al mismo tiempo tengo el reinado bajo mis pies, al tener un hijo de la heredera del trono a mi cargo— se acercó un poco más a la cama y se sentó en un costado de ella mirando fijamente a su hermana.

Mi hermana fue a buscar una nueva vida lejos del palacio después de confiarme el poder de este en lo que se sentía mejor, yo hice lo que pude, pero por desgracia no logre convencerla de quedarse, lamentablemente durante el camino hubo una redada, los pequeños príncipes fallecieron y mi hermana con el corazón destrozado vino a mí de nuevo, la cuidé muy bien y la protegí mientras él bebe crecía en su vientre, lastimosamente ella murió durante el parto, así que yo tuve que cuidar del podre bebe que dejo solo y tomaré el trono ahora como el dueño hasta que el pequeño príncipe esté listo para ser quien lleve las riendas— dijo con calma y se levantó de la cama para caminar un poco.

—¿Te gusta? esa será la historia que contaré al pueblo cuando sea el momento indicado, por ahora te cuidaré para que él bebe llegue con bien hermanita, disfruta de tus últimos meses— dijo serio y salió de los aposentos con una sonrisa en su rostro.

Alex cerro los ojos y se tapó el rostro con sus manos, no podía dejar que eso pasara, pero, la única forma en la que eso no pasaría no la dejaría dormir por las noches y jamás se perdonaría por hacerlo, esto era lo único que le quedaba y si debía morir en el proceso, entonces así pasaría, pero no dejaría nada de ella en manos de su hermano y menos un bebe. 

Una disculpa por la tardanza, espero les guste.

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