Awase jamás había sido un chico romántico, en realidad, consideraba que sus problemas adolescentes no calificaban como problemas adolescentes de verdad... Por ejemplo, su problema más agudo de la semana era la escasez de pasta dental en su dormitorio (ya que siempre se le olvidaba que tenía que comprar más), era un joven sencillo que asistía a la mejor academia de héroes cabe recalcar.
Apenas había registrado que enero acabó y ya estaban a la tercera semana de febrero, ni siquiera se acordaba de que la tal festividad del día 14 se acercaba, ¿qué se celebraba...? Lo supo muy tarde por una conversación que escuchó de sus compañeras en clase. Entonces era el día del amor y la amistad, de cualquier manera, Awase no festejaba celebridades paganas y consumistas. (¿Acaso era un chiste?) El curso de héroes estaba en medio de unas evaluaciones importantes y aún así deciden darle más importancia a una fecha común, el 14 de febrero caía en un miércoles regular en donde tenían clases normales con horario aburrido además de no muy flexible, el azabache presiono intuitivamente el botón de su lapicero varias veces sin parar, generando un sonido de "click" incesante y molesto que llamó la atención de varios estudiantes cerca suyo.
El salón 1-B se encontraba en inusual bullicio y justamente todos hablaban del tan mentado San Valentín. Awase trató de no darle mucha importancia, después de todo no iba a pasar el día con alguien en especial. La preciosa chica que se sentaba atrás suyo. Yui, le tocó el hombro dos veces, entonces el chico se volteó con una ceja levantada para mirar con confusión a la contraria, ella llevaba el cabello suelto, recién cortado en su típico bob oscuro, con su flequillo bien acomodado, Awase se sintió un poco mal por no ponerle atención a su apariencia precisamente ese día.
— Awase, uhmm— creo que la punta de tu lapicero se rompió, ¿necesitas otra? — La muchacha señaló con su dedo índice las manos de Awase, en donde efectivamente se encontraba el lapicero.
Era cierto... Una mirada rápida al lapicero lo comprobó, Awase salió de su burbuja mental en la que estaba hace unos momentos, asintió torpemente hacía la chica y esta le entregó una puntilla nueva, tal vez debería dejar de comprar bolígrafos y lapiceros con botoncito, ¡estaba perdiendo la cabeza! Hizo una nota mental y juró para sí mismo que solo se trataba de ansiedad mañanera.
— Muchas gracias Yui, no me había dado cuenta.— Habló por primera vez en el día, respondiendo con gratitud a la contraria, Yui asintió con delicadeza, no era la más parlanchina... y el salón ya estaba demasiado ruidoso como para charlar, aún todo eso, se armó de valor para sacarle platica al joven que llevaba pañoleta en el cabello.
— No es nada, en serio. . . Siempre llevó puntillas extra, Awase, ¿tienes algo qué hacer el 14 de febrero?
— Bueno, en realidad no lo había pens-
Lastima que no hablará más rápido, el chico fue interrumpido por la fuerte voz de un tercero.
— ¡MANTENGAN SILENCIO TODOS! La clase está por empezar. EL SALÓN HUELE TERRIBLE, ¡ponganse desodorante en la mañana por favor! Y NO- KINOKO, no puedes usar tu quirk aquí adentro, ¡quita los hongos de la cabeza de Tsubaraba!— Era Kendo... la hermana mayor de la clase B poniendo orden de una vez por todas. Todos mantuvieron silencio y se sentaron en sus respectivos lugares, como si fuera instantáneo, después de aquello sonó el timbre y el profesor Vlad-King no tardó en llegar. Awase se sintió un poco mal de no haberle respondido correctamente a Yui, no estaba muy seguro el rumbo que iba a tomar la conversación, sin embargo, no pensó mucho en eso. Sabía que la chica no era rencorosa, además de que prestaba mucha atención a clase y no le gustaba charlar entre ellas. Ambos lo dejaron pasar.
...
Dos días antes para el día de San Valentín, Awase estuvo pensando mucho, tal vez "sobre pensando" era la palabra correcta, en realidad, había una persona que le gustaba, una chica. La chica más linda de todo el Universo, su cabello era sedoso, sus ojos eran grandes en forma de almendra y tenía unas hermosas pestañas espesas que revoloteaban cada vez que parpadea, sus manos eran finas, con piel tersa y preciosos labios esponjosos y rosados que Yosetsu apostaría que saben a fresas o a lip oil costoso, en realidad no estaba muy enterado de moda femenina pero aquella mujer se vestía tan linda siempre, ¡Maldición! Siempre olía a ese perfume desconocido de marca costosa para el chico pero embriagante que se convirtió en su favorito solo porque ella lo usaba, sus uñas estaban siempre bien cuidadas además de su excelente condición física y fuerza junto con su increíble quirk , aparte de todas aquellas cualidades físicas, era la mujer más inteligente que Awase haya podido conocer jamás, era considerada y muy amable, se preocupaba por sus amigos demasiado, los ayuda siempre en todo lo que puede. Aunque pudiera ser insegura de sí misma Awase la consideraba una chica perfecta y la idolatraba tanto que sin muchos rodeos llegó a enamorarse. El amor no lo consumía, pero siempre se sentía tan nervioso cuando estaba cerca de ella. Podía decir que estaba enamorado. AMOR. Enamorado de amor. Enamorado de Yaoyorozu Momo.
Un día antes de que fuera San Valentín, o sea, el más odiado 13 de febrero, Awase decidió que le pediría a Yaoyorozu ser su "valentine" tal vez no declararía su amor romanticamente ni nada por el estilo. No, Awase no era ese tipo de chico, tal vez solo saldrían amistosamente aquel día. Sin embargo, era demasiado importante para el chico, ese día se perfumó y peinó su indomable cabello, decorandolo con su banda favorita. Había comprado flores, consiguió un ramo de pequeñas no-me-olvides de un color vibrante azul plateado. Era humilde pero muy bonito y a primera hora antes de que iniciaran las clases se lo daría. ¡Estaba decidido! Aprovecharía el momento y el día del amor y la amistad a su favor. Le agradeció a los difuntos creadores de esta maldita festividad por darle una oportunidad para acercarse a la chica que le gusta y finalmente salió.
...
Llegó a la clase A con mucha antelación, aunque estaba bien, se sentía nervioso pero lo disimuló perfectamente, esperaba que ninguno de sus amigos lo vieran por ahí. Apretó el tallo de las flores sin llegar a lastimarlas para al menos bajar sus humos. Sentía sudor frío recorriendo por su nuca, entró al salón con falsa confianza y ahí la vió a ella, sentada en su asiento acomodando sus libretas color rosado muy finamente. Se quedó congelado, muy estresado, pero finalmente avanzó hacía donde estaba ella, en el salón estaban algunas personas, el representante de su clase rival y el joven promesa Izuku, además de algunas chicas que había olvidado el nombre, pero una de estas últimas lo notó y rápidamente comenzó a murmurar con la otra, la chica de piel rosa sacó su celular para grabar el momento mientras que la invisible se reía nerviosamente. ¡Le iban a proponer algo a su vice presidenta! Momo giró a verlo fijamente, aún sentada con tanta gracia, le sonrió al verlo e inclinó la cabeza en confusión.
— Awase, que bueno verte por aquí. ¿Cómo has estado?
— Yaoyorozu. . . — Sus palabras no salieron de su garganta, extendió el ramo con mucha fuerza hacía la chica. Momo sorprendida tomó el ramo y su sonrisa fue mucho más grande.
— ¿Estas flores son para mí? Son preciosas... ¿conoces el lenguaje de las flores?
— Sí, sí.. Sí, digo. No, no conozco el lenguaje de las flores y sí, sí son para ti. Momo, ¿Me darías la oportunidad de ser tu pareja para San Valentín? Te admiro muchísimo, eres tan linda y fuerte. Desde que te salve en el campamento de verano no puedo dejar de pensar en tí, me gustas. Me gustas y me gustas mucho, de una manera romántica, es que. . . — La voz de Awase fue bajando cada vez más, su discurso no estaba saliendo como lo práctico la noche anterior, iba a llorar de la impotencia, sintió desesperación y su mirada bajó hacía el frío suelo porque no podría soportar seguir mirando a la chica de sus sueños. Entonces Momo se levantó y le dió un fuerte abrazo a Awase, este último quedó paralizado, ¿IBA A SER ACEPTADO? Sus nervios no se disiparon, en realidad se hicieron mucho más grandes, la mujer no hablaba aún, sentía el celular grabando a sus espaldas, aunque no lo viera sabía que lo estaban grabando aquellas chicas del 1-A.
— Oh Awase, es un gesto tan lindo. . .
No. No... ¿Podía intentarlo de nuevo?
La azabache continúo.
— Agradezco que me hayas traído flores, en verdad son bellísimas, también agradezco tus palabras, jamás me habían dicho algo más lindo. . . pero Awase, ya me pidieron ser pareja de alguien ayer.
Se le adelantaron. . .
— No sabía. . .
— No podías saberlo. Eres un chico muy lindo, Awase, eres totalmente mi tipo... ¿por qué no me lo dijiste antes? Lo lamento. . . pero no me gustas. Aún así te consideraré y te daré un chocolate mañana.
Y Awase se quebró, le dió una sonrisa tranquila a la chica y la tomó de las manos, dándole un ligero apretón que decía "todo está bien". Agradeció la oportunidad y se despidió de ella, dejándole las flores. Se fue del salón A lo más rápido que pudo.
Su falsa tranquilidad no duró mucho, en cierta parte estaba aliviado de haberse sincerado, por otra estaba tan triste, lo rechazaron. . . Y grabaron su rechazo. Iba a ser un día de clases muy largo.
El 14 de febrero Awase seguía triste, usualmente era un chico tranquilo pero hoy sus ánimos estaban por los suelos, a la hora del receso se sentó solo en una de las mesas, no pudo comer nada porque no tenía el estómago para eso, decidió comprar sobras de un pastel viejo juntó con café. Seguía pensando en ella. Se sentía enfermo y lo único que quería era que el día terminará. Desde un inició había dicho que no celebraría festividades americanas, ¿por qué pensó siquiera en confesarse? ¿por presión social aquellas ideas en su cabeza quedaron? Vió parejitas en todos lados, intentó enfocarse en algo, pero hasta los chicos de su clase tenían a alguien para San Valentín, sus sentimientos lo sofocaron, podía considerarse muy maduro emocionalmente pero... ¿acaso este es su primer problema adolescente amoroso? Como si el destino lo odiara, en frente de él pudo visualizar a Momo y el chico Todoroki tomados de las manos, lo que vino fue peor, vió que compartieron un leve y rápido beso, las lágrimas recorrieron sus mejillas y sintió su estómago volcarse, con un nudo en la garganta apartó la mirada. Momo le seguía gustando mucho. La cafetería de repente se sintió muy vacía aunque era uno de los días más llenos. Pero es que se sintió como un desgraciado, su poca suerte era increíble, como si fuera el rezagado. Rezagado. Miró hacía otro lado, Kuroiro había logrado darle un regalo increíble a Kinoko, Manga salía con un chico de estudios generales por primera vez y a Kendo le habían llegado mil cartas de amor... cartas, todos habían recibido cartas menos él. Tetsutetsu se había animado a pasar el día con Kirishima, ¡hasta el odioso Togaru tenía una cita hoy! Jamás se había puesto a pensar mucho en sus alrededores hasta ahora, su llanto se intensificó hasta que se bloqueó por completo del mundo. No era para tanto. . . Lo sabía, pero era tan insignificante. Siguió llorando en silencio hasta que sintió un abrazo por su espalda, era Tsubaraba, a su lado se encontraba ahora Kodai y al otro Juzo, ambos lo abrazaron y Yosetsu se sintió muy cálido. Sen también estaba ahí pero más apartado... en realidad, Sen llevaba cargando muchas cosas.
— Awase, esto es para ti.
— Te trajimos muchos regalos.— Mencióno Yui con un sonrojo intenso. Tsubaraba se burló de ella, entonces este hablo.
— Amigo, tranquilo. No seas miserable, vamos a pasarla bien juntos. No sé exactamente que paso... Ni porque estas así pero. . . ¡Somos compañeros! Es día del amor, pero también de la amistad.
— Mhm...— Confirmo Juzo, que se había mantenido callado.
— Amigos. . . — Dijo Awase muy bajito.
— ¡Hay muchos dulces! — Volvió a hablar Tsubaraba, tratando de hacer sentir mejor a su amigo. — Algunos se los quitamos a Setsuna y no se dió cuenta.
— Gracias. Gracias a todos.
Y Awase entendió que tal vez debería de concentrarse en lo verdaderamente importante. Y QUE JAMÁS JAMÁS JAMÁS QUERÍA TENER QUE SUFRIR OTRO PROBLEMA ADOLESCENTE.