"Rompiendo las normas"

By kyroescritora

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Por motivos de trabajo su padre debe dejarla sola con su mejor amigo. Al principio le desagrada la idea de se... More

Prólogo+advertencias
1."Una noticia inesperada"
2."Normas del aguafiestas"
3."Aqui empieza todo"
4." En verdad lo amo?.."
5." Un corazon roto"
6."Una posible primer cita"
7."Un atardecer en Bridge Park"
8." Un dia lleno de sorpresas"
9. " Tregua "
10. "Celos"
11. "El ultimo verano" (parte1)
11. "(parte 2)" "(+18)"
12. "Promesa"
13."Sabor a menta con fresa"
14. "¿Cuál de los tres tipos de persona eres?"
15. Trabajo en equipo
17. "De compras con el pelinegro"

16. " Warren Company "

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By kyroescritora

(ADVERTENCIA: Este capítulo es algo largo por lo que les recomiendo preparar su tacita de café y un lugar cómodo☕️👀)

Mia Elizabeth.

Actualmente estamos a finales de Junio, cada vez estamos mas cerca del viaje al campamento.

Debería empezar a empacar y ver que es lo que me falta, así cuando llegue el no tan esperado día -para mi- tengo todo preparado.

Una voz que conozco demasiado bien hace que vuelva a la realidad.

—Deberíamos ir de compras —sugiere la castaña con entusiasmo.

Me reuní con Emma en la cafetería para almorzar y ponerla al día con las nuevas novedades.

—Tengo el día libre —tomo la pajilla de mi batido y tomo un sorbo— nos vendría bien un día de compras —concluyo.

Sonrío al ver a la castaña aplaudir con emoción.

—¡Que no se diga mas! —se pone de pie y toma su bolso— tendré que pasar a pedirle dinero a mi padre, —hace una mueca— me acompañas?

—Dónde trabaja tu papá? —pregunto tomándome lo que queda de mi batido.

Muchos años conociéndonos y ni siquiera se donde trabaja su padre, que gran amiga soy.

Eso fue sarcasmo.

— En Warren Company.

Siento que he escuchado ese nombre en alguna parte...

—¿No es esa la compañía mas importante y mejor pagada de Brooklyn?. —pregunto al recordar que vi el nombre en el periódico.

—Sip, esa misma.

—Ya veo...

Siento que aun hay algo importante que debería saber pero me limito a seguir preguntando.

—Entonces, me acompañas?

—Si claro, pidamos un taxi.

Salimos de la cafetería y caminamos hasta llegar a la orilla de la carretera.

Observo a mi alrededor; todo es tan ruidoso como silencioso en esta zona.

En los pequeños jardines que hay fuera de las casas se alcanzan a ver hortalizas de distintos colores.

El verde sobresalta en todas partes; al igual que otros colores por las pequeñas flores que crecen en la hierva.

Aunque en esta zona no hay tanta vegetación, como en otras, hay grandes y pequeños arboles que nos brindan una refrescante brisa, y una maravillosa sombra cuando del calor se trata.

Un pitido hace que me sobresalte y dirija mi mirada al frente.

El taxi.

En todo el trayecto fui observando la ventana, viendo a todo tipo de gente y disfrutando de la comodidad del respaldo.

Y como era de esperarse...

Me quede dormida.

Cuando llegamos a nuestro destino me desperté —o mejor dicho, me despertaron— y baje del taxi con una velocidad sorprendente para alguien que aun esta media dormida.

Y si, Emma tuvo que llevarme jalada —literalmente— del brazo para que fuera en la dirección correcta —y no al suelo como sugerí.

Cuando estábamos dentro de la compañía me sujete el cabello en una coleta y observe cada esquina.

Es un lugar enorme.

El dueño debe tener mucho dinero.

—¿Podrías esperarme allí ? —me señala una esquina donde se encuentran unos sofás donde las personas pueden esperar su turno para lo que sea que vengan a hacer aquí.

Al sentir algo seca la garganta recuerdo haber visto un dispensador de agua en alguna otra esquina de esta empresa.

—Esta bien, pero primero iré por algo de agua.

Emma asiente y señala a mi izquierda.

—Por allá hay un dispensador de agua, cerca de la entrada.

Tenia razón, no recordaba mal.

—Tienes razón, gracias. Entonces nos vemos aquí en unos minutos.

Ella asiente de nuevo y antes de irse vuelve a hablar.

—Si por algún motivo te pierdes o surge una emergencia, me llamas ok.

Asiento.

—Lo mismo va para ti.

Veo como se aleja y me apresuro a buscar el dispensador.

Al llegar al dispensador me sirvo un vaso de agua.

Cuando me doy la vuelta una imagen llama mi atención.

Con el vaso de agua en la boca me acerco a la imagen. Todo el liquido que se encontraba en mi boca trata de salir cuando veo una foto de Easton en el logo de la compañía.

Me apresuro a taparme la boca con una mano y así evitar un desastre.

Cuando trago el agua a la fuerza una sensación trepa por mi garganta, que por consiguiente, empiezo a toser.

Todas las personas que caminan a mi alrededor voltean a verme.

Por dios, cualquier personas se ahoga.

¿Por qué me ven como si fuera un extraterrestre?

Alejándome de ellos trato de calmarme, cuando por fin dejo de toser me acerco a la recepcionista.

—Buenas tardes. Disculpe, puedo hacerle una pregunta algo tonta? —le dedico una sonrisa nerviosa.

La mujer rubia levanta la cabeza y prepara una sonrisa antes de hablar.

—Buenas tardes, con gusto le respondo a cualquiera de sus dudas.

Relamo mis labios antes de hablar.

—Quién es el jefe de esta empresa?

La mujer, antes seria, abre sus ojos sorprendida.

Sin embargo responde a mi pregunta sin burlarse.

—El dueño y fundador de esta empresa es Easton Warren —me entrega un folleto publicitario— es él.

Cuando abro el folleto veo que aparece en primera plana una foto del pelinegro con un traje formal de trabajo, y debajo de el, unas letras con el nombre de la empresa.

"Warren Company"

O no.

No, no, no

Tengo que salir de aquí cuanto antes.

—Se lo agradezco mucho —le digo amablemente a la recepcionista devolviéndole el folleto.

—Quédatelo —ofrece— tengo muchos —sonríe con amabilidad.

—Ah...gracias —digo sin mas y me doy la vuelta.

No se para que me pueda servir el folleto pero no podía rechazar tal imagen.

Cuando estoy apunto de llegar al punto acordado con Emm veo una cabellera negra salir del ascensor.

Si no estoy mal se trata del pelinegro.

Y para mi mala y buena suerte del el se trataba.

Si mintiera diría que ya era demasiado tarde para esconderme, que no podía moverme, que alguien me estaba obligando a comérmelo con la mirada.

Sin embargo no es así, yo misma decidí no esconderme, yo no quería moverme, quería seguir viéndolo en ese traje formal de trabajo.

¿Cómo es posible que un traje tan aburrido se le vea tan bien a este hombre?

Hasta me atrevería a decir que se ve sexi con esa camisa de botón que se le pega tan bien a su abdomen.

Y para mi suerte y desgracia nuestras miradas se encontraron entre todas las personas que entraban y salían de la empresa.

Su rostro se veía hermoso con esa típica expresión seria que emana autoridad y poder.

Cuando una persona que parece ser su agente se le acerca a hablarle el le responde sin quitarme la mirada de encima.

Sin embargo todas las personas antes mencionadas se dan cuenta de la presencia de Easton.

Todos lo rodean haciéndole difícil verme.

Me sobresalto al escuchar unos gritos, me volteo para ver donde proviene.

Frunzo el ceño cuando veo que se trata de un grupo de chicas exaltadas y sudorosas.

Hago una mueca cuando me doy cuenta que todas llevan puestas camisas negras con un corazón rojo que lleva escrito "Easton forever" en el centro.

Que ridiculez.

No estoy en contra de que alguien tenga un ídolo o una persona que sea su ejemplo a seguir. Pero hay personas que se lo toman tan enserio que se convierten en acosadores o maniáticos.

O en el peor de los casos, asesinos.

En fin, debería irme.

Lo mejor será que espere a Emma afuera, estando ahí le mandare un mensaje o algo para avisarle que...

De repente siento como una mano sujeta la mía, y por instinto volteo mi cabeza para ver a quien tengo que golpear.

—Sígueme —dice el pelinegro en un murmuro.

Dejo arrastrarme hasta el elevador mientras observo mis alrededores buscando el motivo por el cual corremos.

Ah....

Las chicas.

Algunas toman fotos, otras gritan emocionadas, y por ultimo, el grupo que corre con todas sus fuerzas para poder alcanzarnos.

No entiendo como desperdician energias solo por un autográfo o una foto.

Pero quien soy yo para juzgar....

El elevador se cierra justo a tiempo, impidiendo que alguien mas entre.

Desconcertada, observo las puertas del elevador en silencio.

¿Qué acaba de pasar?...

Observo de reojo a Easton; su expresión ha cambiado, ahora se ve mas exhausto y fatigado.

Suspira pasando su mano por su rostro mientras me ve de soslayo.

Aparto la mirada cuando sus ojos se encuentran con los míos.

Estira uno de sus brazos para pulsar un botón antes de hablar.

—Tanto me extrañabas que has venido a ver como trabajo? —dice en un tono burlón.

Ruedo los ojos negando con la cabeza.

—Para tu mala suerte me complace informarte que ni siquiera sabia que esta era tu empresa —me encojo de hombros— de haber sido así habría venido preparada.

—Preparada para que exactamente? —alza una de sus cejas.

—Para rociar con gas pimienta a tu grupo de fans —me cruzo de brazos.

Easton pega una carcajada y yo me limito a sonreír para luego fruncir el ceño.

—Vivo contigo y ni siquiera sabia tu apellido —murmuro con una sensación extraña en el estomago— dime, pensabas decírmelo algún día o simplemente creíste que no era importante que lo supiera?.

La sonrisa en el rostro de Easton desaparece y me observa en silencio.

—No importa —me apresuro a decir, bajando la mirada a mis pies.

No es necesario que me lo diga, me precipite y hable de mas.

Que vergüenza...

—No lo recuerdas? —pregunta de repente.

Levanto la mirada al escuchar lo que dice.

—Recordar que?..

—Te lo dije —parpadeo confusa, al ver que no se a que se refiere se apresura a aclarar— te dije mi apellido mientras te quedabas dormida.

—Mientras...me quedaba dormida? —pregunto aun confusa.

Me pediste que me quedara a dormir contigo ayer —explica— te lo dije cuando te hacia piojito esta vez es el quien aparta la mirada.

Siento como la sangre se acumula en mis mejillas al recordar lo que le dije.

¡¡En mi defensa estaba cansada, ok!!

Ninguno de los dos habla. El silencio hace que me de cuenta que el elevador no ha avanzado en los pocos minutos que llevamos aquí.

Presiono uno de los botones, cuando no marca ningún numero de piso mi cuerpo empieza a sentirse mas pesado y sudoroso.

—Easton, esto no funciona —susurro con un sentimiento similar al miedo.

Empiezo a picotear todos los botones con desesperación para obtener algún tipo de sonido o movimiento, pero no lo consigo.

Siento como mi pecho empieza a subir y bajar al darme cuenta que todo a mi alrededor es pequeño y estrecho.

—Easton, has algo —intento abrir las puertas del elevador con mis manos—no me gusta estar mucho tiempo en lugares cerrados.

Empiezo a dar vueltas por el elevador mientras me pellizco uno de mis brazos.

—Estaré bien, alguien vendrá y nos sacara de aquí —me digo a mi misma tratando de tranquilizarme— esas puertas grandes y metálicas se abrirán a la cuenta de 3. 1, 2, y....

Mis intentos por mantenerme tranquila son inútiles cuando veo que las puertas no se abren.

Estamos atrapados.

Mi cuerpo empieza a sentirse caliente cuando mi ritmo cardiaco empieza a acelerarse tanto, que temo que mi corazón salga de mi pecho.

Llevo una de mis manos a mi pecho cuando este empieza a doler.

—¡Sáquennos de aquí! —grito— ¡¡Estamos atrapados!! —con mis puños golpeo con fuerza las puertas del elevador— Por favor...sáquennos de aquí —susurro con los ojos llorosos.

Muerdo mi labio con fuerza hasta sentir un sabor metálico escurrir en mi boca.

Me pongo en cuclillas y llevo mis dos manos a las hebras de mi cabello donde jalo con fuerza hasta hacer una mueca de dolor.

—¿Porque no haces nada?... —observo al pelinegro con lagrimas— tengo miedo —suelto una exhalación entre cortada.

Escondo mi cabeza entre mis piernas al sentir la peor sensación del mundo....

Sentir que voy a morir.

Con el pasar de los segundos la fuerza de los latidos de mi corazón incrementan impidiéndome respirar con normalidad.

Voy a morir.

—Tranquilízate, estarás bien.

A estas alturas esas palabras no bastan para tranquilizarme. Lo se con exactitud.

—Eso no es cierto —masculló.

—¿Porque estas tan segura?.

—¡Porque las puertas no se abren!

—Se abrirán en cualquier momento.

—¿¡Cuando!?, siento que moriré aquí adentro y tu estas tan tranquilo.

—La desesperación no lleva a nada bueno.

—Claaro, como tu no sientes que vas a morir te es fácil mantenerte tranquilo en una situación como esta.

—Tu también puedes hacerlo Mia

—¿Cómo se supone que me tranquilice si sigo encerrada?.

—Puedes hacerlo.

—No, no puedo —niego pasando las manos por mi cara con desesperación.

—Si puedes

—¡No puedo!

—Puedes hacerlo.

—¡¡Que no!! —grito frustrada, golpeando el suelo con todas mis fuerzas.

Un sonido sale de mi boca al sentir unos brazos envolver mi cuerpo.

—Puedes hacerlo —susurra en mi oído.

Mis brazos son sujetados por otros, y mi espalda es recostada en una superficie firme y suave.

—¿Sabes porque lo se? —siento un escalofrió recorrer mi cuerpo cuando besa mi cuello— porque eres la persona mas fuerte que he conocido. Y no estas sola.

Cierro los ojos tratando de pensar en cualquier otra cosa que no ses el maldito elevador.

—Eso es...buena chica —me pega mas a su cuerpo— Inhala y exhala lentamente, vas a estar bien. Estoy contigo.

Hago exactamente lo que dice. Inhalo y exhalo con lentitud varias veces hasta que mi respiración se va normalizando.

Sus palabras dulces se repiten una y otra vez en mi cabeza dándome una sensación de alivio y tranquilidad.

Me acomodo mejor en su pecho cuando se recuesta en la pared del elevador.

Dejo que me abrace aun mas fuerte cuando recuesto mi cabeza en su pecho.

Suspiro hondo.

—Gracias —susurro— y perdón por haberte gritado.

—No te preocupes, no tienes que disculparte.

—Odio que me pase esto, es estresante —acaricio el reverso de su mano— Russ nunca me vio en este estado, de haber sido así nunca habría sido su novia, y no lo culpo.

De hecho, nadie mas que Emma y mi padre sabían que sufro de claustrofobia (miedo a los lugares estrechos y encerrados).

—Russ es un completo idiota y lo sabes. —recuesta su mentón en mi hombro— tu servidor, por otro lado, estará para acompañarte en tus peores momentos si así lo deseas.

Suelto una risita al escuchar lo que dice.

—Hablo enserio —dice sin ningún indicio de que este bromeando.

Asiento sonriendo por la sinceridad de sus palabras.

Puede que sea un aguafiestas pero sabe escuchar, y lo aprecio.

Siento como mis ojos pesan cuando Easton recuesta su mentón en mi cabello.

Cuando estoy apunto de quedarme dormida —de nuevo— se escucha un sonido proveniente de las puertas del elevador.

Easton me ayuda a ponerme de pie cuando las puertas empiezan a abrirse por un grupo de personas.

—Señor —habla uno de ellos— disculpe la tardanza.

Dirijo mi mirada al pelinegro.

¿El los llamo?, en que momento?

—No me mires así preciosa —dice riendo.

—T-tu los llamaste? —pregunto.

—¿Crees que me quedaría de brazos cruzados viendo como lloras?

Siento como mi corazón empieza a latir, pero esta vez no me duele.

—No seria capaz —murmura antes de dirigirse al personal.

Todos ellos se enderezan preparándose para lo que el pelinegro tenga que decirles.

—¿Me pueden decir porque diablos tardaron tanto? —frunce el ceño

—Lo lamentamos señor, hubo un problema con el funcionamiento del sistema de control —habla el que supongo es su agente.

—Pues resuélvanlo de inmediato.

Al notar el ceño fruncido de Easton me doy cuenta que no agregara nada mas.

—Gracias por sacarnos —me atrevo a decir.

Todo el personal de servicios de emergencias incluido el gerente voltean a verme con asombro.

Uno de ellos le da un pequeño codazo al que parece ser el encargado del grupo.

—Eh...si con mucho gusto señorita.

—Para eso nos pagan —añade el que simula estar reparando los botones del elevador.

El encargado le dedica una mirada amarga que hace que se encoja en su lugar.

Easton niega con la cabeza apretando la mandíbula.

Me apresuro a tomarlo de la mano antes de que termine despidiendo a alguien.

En el trayecto me doy cuenta que ya no se encuentran las chicas de hace unos minutos.

—Al parecer los guardias ya cumplieron con su trabajo —veo de reojo al pelinegro.

—Supongo que es su hora de almuerzo —bromea, entendiendo perfectamente a que me refiero— no suelo salir de mi oficina cuando tengo que trabajar.

—Para evitarlas?

—No precisamente por eso. —niega— Es algo agotador tener que encargarte de una empresa y sonreír para las cámaras mientras…

—Mientras cuidas de mi —finalizo bajando la mirada

Toma mi mentón y vuelve a hablar.

—Mientras me divierto estando contigo —finaliza.

Trago saliva cuando sus nudillos acarician mi mandíbula.

—Agradezco que sean mis seguidoras y me consideren su ídolo. Sin embargo, prefiero dedicarte el tiempo que mereces.

—Apuesto que si les dices esa frase se mueren

—Lastima por ellas

Entreabro los labios cuando sus azules me ven de una forma distinta.

—¡¡Miaaa!!

Volteo la mirada a la derecha que es de donde proviene la voz.

Emma…

Olvide llamarle. De seguro pasaron varios minutos ya.

Me va a matar.

—Te voy a matar Mia Elizabeth, no me llamaste —me señala con su dedo índice en forma de amenaza.

Esta confirmada mi muerte.

—Emma…t-te iva a llamar enserio...

—Piensa en tu ultima frase antes de morir, mal amiga.

Cuando esta a unos pasos de mi se da cuenta a quien tengo a la par y se transforma.

—Eh…muy buenas tardes —le hace una reverencia al pelinegro.

—Buenas tardes —saluda Easton amablemente— me disculpo de parte de Mia, fui yo quien la entretuvo.

—¡Oye!, yo puedo dar excusas muy bue…—no logro terminar la frase cuando tapa mi boca con una de sus manos.

Mi amiga abre sus ojos para luego sonreirme con picardía.

—Pues si usted fue quien la entretuvo no hay ningún problema, es más, hasta se la regalo.

Easton baja su mano de mi boca para reir.

—¡Hey! —protesto.

Frunzo el ceño cuando ninguno de los dos me hace caso.

—Gracias por la oferta —sonríe— pero supongo que tienen unos asuntos pendientes —me observa esperando una respuesta.

Mi momento ha llegado.

—El padre de Emma trabaja aquí y la acompañe a robarle —explico

Emma suspira por mi escases de palabras.

—Vamos a ir de compras con Mia, quiere acompañarnos?

¡¿Que?!

Observo a mi amiga con sorpresa.

—Easton esta muy ocupado, no creo que pue..

—Si puedo.

Dirijo mi mirada al pelinegro.

—¡Que bien! —aplaude— vamos entonces.

Los dos empiezan a caminar y yo me quedo quieta en mi lugar.

¿Enserio nos va a acompañar?

Digo, no es que me moleste ni nada de eso, pero es algo inusual que un jefe de una empresa importante acompañe a unas vagabundas como nosotras a comprar ropa.

—Deja de sobre pensar las cosas —habla el pelinegro.

Parpadeo dándome cuenta que aun no me he movido.

—No estaba pensando nada, solo… —suspiro— si lo estaba haciendo. ¡Pero te juro que no es nada malo eh!

—Si no quieres que vaya lo comprendo —estira su brazo para que lo sujete— vamos, las acompañare a la entrada.

Tomo su brazo sin decir ni una palabra mas.

Cuando estamos afuera sujeto la manga de Easton con una de mis manos, como puedo me pongo de puntillas y le doy un beso en la mejilla.

Cuando me separo el pelinegro solo me observa para luego dedicarme una de esas sonrisas tiernas que me derriten como mantequilla.

Se que suena cursi pero es la verdad.

Es aterrador y emocionante saber que esos sentimientos seguirán creciendo.

Observo sus azules verdosos antes de hablar.

—Quiero que vayas con nosotras

               •      ○           *     •
                    •        ☆      °     *
                         °          °     •  

♤: Lo prometido es deuda🫶

Como ven 👓 hoy hemos descubierto una de las fobias de Mia, que es el miedo a los lugares estrechos y cerrados (Claustrofobia)

Me disculpo por no estar activa, he tenido unas semanas horribless..🫠 (tareas,laboratorio, tarea , tarea ,etc)

Digan yo las que se identican🖐.

: En fín, ya tenemos programada nueva historia beibiss💁‍♀️✨️.
1 voto, 2 comentarios y les publíco la portada y el prólogo el sábado (talvez hasta el primer capitulo).

♧: Eso fue todo por hoy, lamento la demora. Gracias por todo<3
Nos vemos en el siguiente capitulo!!

Bay bay...

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