𝗛 𝗨 𝗥 𝗥 𝗜 𝗖 𝗔 𝗡 𝗘
𝔏a historia de amor entre la sirenita y una loca..
▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀
• . . • . .• . • • . •
ᥴ h ᥲ p t ᥱ r t ᥕ ᥆ ┊
( nuevo en el campamento )
Luego del para nada importante incidente de la semana pasada, todo volvió a la normalidad.
Luego de disculparme con Quiron y también con William y Annabeth, ya estaban todos felices, también le agradecí a Lola por su ayuda.
Aunque sigo sin tener postre. Rayos.
Era tanto el silencio que podía escuchar a mi lápiz escribir en mi diario mi super plan para jugarles una broma a la cabaña de Ares, quienes hoy alardearon sus deliciosos postres frente a mi cara.
Hoy es una noche oscura, friolenta y lluviosa, no es de mis favoritas, pero para no hacer nada es genial.
La cabaña de Hades estaba tranquila y vacía, a excepción de mi.
Amo mi cabaña, aunque es horrible, parece estar decorada para vampiros y no para semidioses. Las literas parecen ataúdes y no es para nada mi estilo, aunque me gusta, es cómoda y es el único lugar donde estoy de paz, y lo más importante, sola.
Mientras terminaba de escribir mi plan de venganza, comencé a escuchar gritos.
Ush, ya ni planear venganzas se puede.
Me puse mis botas para lluvia y salí como águila cuando ve una presa hacia los gritos. No estaban tan lejos, pero si fuera del campamento y me sentí super rara cuando salí de el.
Use mi poder para ocultarme entre las sombras y que no me vieran, quien sea que esté ahí.
Vi a mi amigo Grover, un sátiro que conozco desde los seis años, junto a un niño rubio, el cual estaba peleando con un minotauro. Supuse que ese era el Peter que casi cuido.
Valiente y rubio, me interesa, ay así no era.
¿Debería ayudarlo? Nah, suficiente con un mes sin postre como para añadir más a mi deuda.
Creo que le bastara que le rece a mi padre y a Dios para velar por su bien.
Querido Dios, querido papi, se que no soy buena ni mucho menos responsable, o amable, o inteligente, pero hoy necesito su ayudita.
Mi amigo personal y cercano, Peter, ese de allá que pelea contra un minotauro salvaje, necesita ayuda para llegar sano y salvo. Si pudieran hacerlo juro que me volveré ejemplar.
Amén.
Ahora que lo pienso, el minotauro debe de haber sido enviado por mi padre, ash.
luego de un rato de verlos pelear y de yo rezando por el rubio, vi como Peter hizo que el minotauro desapareciera y cayó inconsciente.
Típico de rubios.
Ah que yo también soy rubia, ups.
Rápidamente me acerco al niño y a Grover, y me deshago de mi poder para hacerme visible.
— No está muerto, Grov. — Le dije tratando de tranquilizarlo, lo sabía debido a que también puedo saber si alguien va a morir, o algo así, solo se que no va a morir.
— ¿Qué haces aquí? Es peligroso. — Dijo preocupado con la voz entrecortada.
— No importa, ven vamos, te ayudo a llevar a Peter.
— Percy, Percy Jackson.
— Lo mismo.— Levanto a Peter, digo Percy, con algo de dificultad y paso su brazo por mis hombros. Grover me mira y hace lo mismo, ambos llevamos al niño hacia el campamento.
En la entrada al campamento, vimos a algunos campistas y a Quiron, vi al cielo, ya estaba amaneciendo. Wow, que rápido.
— Pueden dejarlo ahí, Grover, Delia, luego hablaremos de esto.
Unos campistas estaban hablando y no les tome importancia, hasta que escuche la voz de Annabeth. — Debe de ser el elegido.— Dijo mi amiga, le pegue despacio en el hombro. Estaba bien que estuviera emocionada y entendía por qué, pero el pobre acababa de llegar y estaba medio bobo.
— Guarda silencio, Annabeth. — La retó Quiron, y fue justo ahí cuando Percy se empezaba a despertar. — Está despertando. Todos, hagan espacio, porfavor. — Todos nos alejamos un poquito del inconsciente. — Bienvenido al campamento, Percy Jackson. Te hemos estado esperando.
A mi nadie me dijo eso, ¿es porqué soy rubia verdad?
Ay, el también es rubio, ¿es porque soy mujer verdad?
Me quedé viendo a la nada pensando en nada, ni siquiera vi cuando los campistas transportaron a Percy a la enfermeria, ni que me había quedado sola con mi amigo Quiron.
Lo miré con una sonrisita inocente.
—¿Qué crees que hacías allí afuera, Delia Jones? — Auch, nunca usa mi apellido.
Intenté buscar una buena excusa, pero tenía la mente en blanco, lo unico que salió de mi fue un entrecortado.. — Soy sonámbula.
Me miró enojado y habló. — Como sabes, toda acción tiene su consecuencia, y salir del campamento está prohibido, así que tendré que sumar una semana más sin postre para ti. — Y se marchó.
Me quedé quieta con la boca abierta y mi cabello empezando a arder.
Odio mi vida.
Necesito hablar con alguien, ya, antes de empezar a quemar a todo lo que tenga al frente.
Annabeth y William seguro dirían que me lo busque, Luke está en la cabaña de Hermes y ni loca entro allí, si trato de hablar con Lola lo más
probable es que me tire de las plantas que muerden, mi mamá está en Dios sabe donde y Grover probablemente esta muy traumado.
Esperen, ¿solo tengo seis amigos? ¿y dos de ellos son mi hermano y mi mamá?
Luego de pensar y pensar y pensar, me decidí por molestar a alguien que no conozco, solo que no se quien.
Volví a pensar, hasta que un nombre apareció en mi mente, ¡Peter Jackson!. No, no era ese, ah ya se, ¡Percy Jackson!
Caminé a paso apresurado a la enfermería y cuando entré tuve la suerte de que no había nadie. Busqué por la enfermería hasta que vi una camilla con alguien ahí, si no era Percy, ¿quien iba a ser?
Me senté en una silla junto a su cama y saqué un mi bolsa con cincuenta caramelos de café que llevo siempre conmigo. Abrí uno y empecé a relatarle a Percy mi día.
Guarda silencio, Annabeth. — Escuché que una voz grave, como de alguien mayor decía. — Está despertando. Todos, hagan espacio, porfavor. — Los que estaban a mi alrededor se movieron. — Bienvenido al campamento, Percy Jackson. Te hemos estado esperando. — Y luego vi todo negro.
Ahora me estaba pasando algo parecido, estaba recobrando conciencia, solo que no abrí los ojos. Escuchaba una voz, una linda voz, contarme cosas, que seguían siendo inaudibles.
Cuando abrí débilmente mis ojos, vi a una bonita rubia de pelo largo, botas de lluvia rosas con brillitos y estrellas negras, ropa abrigada y una bolsa de caramelos de café entre sus manos.
No me vió, puesto que estaba muy ocupada tratando de abrir un caramelo, pero si seguía hablando, hablaba mucho, y no se callaba.
— Y entonces Quiron me dijo que iba a tener que agregar una semana más sin postre a mi castigo, ¿entiendes eso, Bella Durmiente? ¡Un mes y una semana sin postre!. Ese señor está loco, lo odio. Y pensar que hace una semana le pedí perdón y le di una obra de arte y un moñito bonito. También una almohada de oso, pero me arrepentí porque es mi favorita y se la robé.— Luego de tanto hablar y porfin lograr sacar el caramelo de su envoltorio, me miro, al principio no pareció notar que estaba despierto pero luego de verme a la cara un largo rato, lo notó. — ¡Ay, Jesucristo en moto y todos los Dioses, estas despierto! — Suelta un chillido agudo y me tira un caramelo de café.
Cierro un poco los ojos al recibir el impacto en mi entrecejo y como ve que no me afecta, sigue tirando uno tras uno, tras uno, tras uno, hasta que deje de verla y empecé a ver negro otra vez.
Ups, acabo de matar a la Bella Durmiente otra vez, que pena.
Me apresuró a recoger mis caramelos del piso y de la cama para deshacerme de la evidencia del asesinato, y sigo comiendo mis caramelos. De repente escucho pasos y veo a William, Annabeth y Grover entrar por la puerta, quienes al verme frenan y me ven extrañados.
— ¿Y tú que haces aquí o qué? — Pregunta mi hermano, mientras continúan su camino y se posan cerca mío, Grover toma asiento del otro lado de la camilla y Annabeth se para al lado mío. Mientras que mi hermano se para atrás mío y agarra un caramelo de café, recibiendo un manotazo, que no lo hace soltarlo.
— Me sentí sola y quise hacer un buen acto en la vida y vine a ver a Peter.
— Percy. — Me corrige Grover, algo nervioso. Me da pena, se que si algo le pasa a la Bella Durmiente, el se sentirá super culpable, voy a llamar a las hijas de Hécate para hacer rituales para que Percy despierte.
— Va a estar bien, Grov, te lo juro por mis caramelos. — Le digo mientras me estiro por sobre la cama para abrazarlo, abrazo que corresponde con una sonrisa decaída.
Annabeth se cruza de brazos y dice. — Babeas cuando duermes. — ¿Disculpa? La miré con el ceño fruncido cuando me di cuenta que le hablaba a Percy, quien estaba super confundido, pude ver como se me quedo mirando y rezaba porque no dijiera que casi lo mato.
Me reí al ver que era verdad lo que dijo Annie, tenía una línea de baba cayendo por la comisura de su labio.
— Se ve tonto. — Dije riendo levemente, hasta que una idea se me cruzó por la mente.
¡Tan tonto como para ser mi esclavo! Sonreí a más no poder.
— No va a ser tu esclavo, Delia. — Reprochó mi hermano, conociendo mis intenciones. — No vas a hacer a otro campista nuevo tu esclavo, no otra vez.
Resoplando, me di vuelta solo para ver que Bella Durmiente ya se había dormido otra vez, ya teníamos algo en común.
De tanto verlo dormir tan pacíficamente, me dio sueño también, y me dormí, antes guardando mis caramelos, no vaya a ser que mi hermano me los robé.
Cap dos!
Se me hizo un poco tarde en subirlo porque Wattpad me seguía diciendo que tenia problemas con la historia 😡😡
Pero buenoo, acá estaa, díganme que opinan pllis 🙏🏻🙏🏻
¡ Cualquier error será corregido una vez termine la historia, de antemano, perdón por los errores ortográficos !
byebye