Min Yoongi contempló a su derecha, viendo a su doncella personal que lo acompañaría a la casa donde viviría con su nuevo esposo. Era un omega y el hijo desfavorecido del primer ministro y mano derecha del emperador de la dinastía Kim. El desprecio dirigido a él, era por ser un omega, visto de menos, repudiado por sus otros hermanos que eran alfas, incluso sus hermanas betas, tenían más suerte que él para decidir sobre sus matrimonios.
Él estaba en la cadena más baja.
Su padre optó casarlo con el quinto sobrino del emperador, un soldado y héroe de guerra: Kim Taehyung. Un alfa que era considerado un tirano, de carácter frío y pocas palabras, amante de la sangre y la muerte.
Si, su esposo era aquel hombre que solo vio pocas veces en sus otras vida, ya que siempre estaba en la guerra deteniendo rebeliones y ganando tierras para el imperio. Su padre lo casó con ese joven que era solo tres años más jóven que él, para mantener en control al tipo, debido a que era incluso considerado un peligro para el emperador, así que su tío le mando un omega que no consideraba tan agraciado para dejarle en claro su puesto, como un regalo de humillación.
Nadie había querido contraer matrimonio con Min Yoongi antes de sus 30 años, en la parte derecha de su rostro, tenía una gran cicatriz sobre su ojo, ceja y mejilla, el cual se la hizo uno de sus hermanos en una práctica de manejo de espadas, tuvo suerte de no haber perdido su ojo derecho, agregando que era el hijo bastardo del ministro, nadie buscaría a alguien así como prospecto de esposo.
—Amo—habló su esclava y sirvienta que le dieron desde que era un niño y estuvo a su lado siempre incluso en todas sus muertes, ella también había sido asesinada antes, por lo que quedó solo en todas sus vidas—¿Qué le parece este hanbock, se lo llevará?
—Si, aún sirve—musitó con seriedad y se contempló en el espejo, al notar su larga cicatriz, tuvo mucha verguënza,ni con un poco de maquillaje se podía camuflar.
—Escuché el General Kim Taehyung tiene 2 concubinas—prosiguió hablar aquella doncella con suma tranquilidad mientras metía en un cofre de madera grande, la ropa de su amo—, dicen que son muy bonitas. Usted se convertirá en su esposa principal.
Yoongi frunció el ceño, al principio cuando él llegó si fueron dos, pero a medida que el tiempo avanzó, antes de su primer y última muerte, llegaron a ser como 20 amantes, su esposo había tenido tantas mujeres que por eso solo fue uno más que quedó en el olvido, por lo tanto, su muerte de seguro no fue nada para el General. Aunque las primeras muertes que tuvo fue por culpa de esas mujeres. En su primera vida, su esposo fue amable con él y no era el tirano que todos decían; pero fue asesinado por una de sus amantes debido a los celos. Asi que primero, si quería sobrevivir, debía evitar que una de esas mujeres llegaran al concubinato de su esposo.
Se volvió a contemplar en el espejo, viendo su traje rojo. La puerta del cuarto fue abierta, apareciendo su madrastra, quien le barrió con la mirada en total desprecio.
—Vaya—comentó aquella mujer que ingresó con una media sonrisa, nadie respetaba su cuarto, nadie avisaba que alguien iba entrar, solo lo hacían para molestarlo o despreciarlo. Pero no podía hacer mucho contra ellos, eran personas muy poderosas—, ni con un poco de maquillaje desaparece esa marca que te dejaron ¡Ay, que bueno que por fin servirás para algo! ¿Cómo iba a mandar a mi hija a casarse con ese tirano?
Yoongi bajó su mirada y tocó sus manos con sumo pesar, la quinta señorita, era en realidad a quien mandaría como esposa del General de la guerra, pero su madrastra no quiso, ya que consideraba que su hija debía casarse con alguien más poderoso en riquezas y no un hombre cruel como ese. Por lo que optaron mandarlo a él para zafarse y dejar en claro que no era Kim Taehyung que podía elegir sobre su vida por igual.
—Hani—llamó Yoongi a su doncella e ignorando la prescencia de aquella mujer—, mete también mis collares de jade y los aritos de oro.
La mujer mayor al darse cuenta que estaba siendo ignorada, corrió en dirección de aquel despreciable omega y le otorgó una gran bofetada, Yoongi pegó un grito y cayó al suelo adolorido, su mejilla estaba caliente y le empezaba a arder, miró con ojos llenos de rabia a esa mujer. Solo cuando se fue de esa casa grande, pudo dejar de ser golpeado, incluso su esposo, que fue considerado como un descendiente de los demonios, jamás le levantó la mano en sus vidas pasadas.
Un guardia ingresó al cuarto y contempló aquellas dos personas, era el guardia personal de Min Yoongi, pero así como los demás sirvientes, todos estaban bajo el mandato de la mujer de esa casa
—¡Ya llevate a este inservible a la casa de su futuro esposo!—pidió la mujer muy molesta y se fue alejando—¡Rápido!
El guardía tomó a Min Yoongi y lo levantó a la fuerza, Hani tomó rápido el cofre de ropa, ya que su amo no tenía mucho de vestir debido a que estaba en total abandono y siguió al hombre que llevaba a su amo. Min Yoongi se subió al palanquín que lo llevaría a la casa de su ahora esposo, Hani le entregó el cofre a uno de los sirvientes ya que ella debía ir caminando al lado de aquel transporte y salir del palacio Imperial. Yoongi solo suspiró y se acomodó su velo rojo, ya ni siquiera tenía lágrimas para llorar, había muerto tantas veces, había sido maltratado de las mil formas, que eso, ya no le generaba nada.
Se sentía como un muñeco sin vida.
Y llorar no le serviría de nada si quería vivir en esa vida y al mismo tiempo, vengarse de todos aquellos que lo mataron en su vidas pasadas.
En una casa grande, los sirvientes iban de un lado a otro, desesperados y arreglando el salón de banquete, un joven contemplaba aquella escena y tocó su espada, se giró a ver en dirección de su padre, el cual pasaba sus finas manos por sus largo bigote y parecía gustoso de la situación. La señora Kim, la jefa de aquella casa, contempló a su hijo y le ofreció una sonrisa.
—Hoy viene tu esposa—comentó la mujer con una gran sonrisa de orgullo—, el Rey ha pensado en tí y por fin ha visto que eres alguien de confianza—la mujer se giró a ver a las dos concubinas que su hijo tenía, mujeres nobles muy bien educadas—, debes recordar que quien madará sobre esta casa ahora será tu esposa, asi que respetala. Nunca debes dejar que la concubina estén sobre ella, es la hija del un importante ministro y tu tio la escogió como tu esposa, te debes favorecer ante él.
Kim Taehyung solo se quedó en un gran silencio, en eso entró un mensajero que los saludó con respeto.
—¡Está aquí, la novia ha llegado!
Los padres del joven Kim afirmaron y se pusieron rápido en su puesto, los demás invitados se acomodaron en sus asientos ya que la ceremonía sería en ese mismo instante, en el salón de banquete. El alfa salió del lugar para ir a recoger a su esposa y logró ver el palanquín a lo lejos. Hani al ver aquel tipo vestido de rojo y negro, sus vellos se erizaron y pasó saliva con dificultad, con solo verlo sentía que sus cuerpos sería desmembrados por tal mirada poderosa y tenebrosa.
Min Yoongi respiró con profundidad, sabía que su esposo se sentiría decepcionado al darse cuenta que no era la quinta princesa si no un hijo desfavorecido. Kim Taehyung las veces que lo vio solo tuvo la misma reacción: "Un largo silencio". Se cubrió el rostro con el velo y se bajó sin ayuda de algún sirviente. Kim Taehyung se le acercó y extendió su mano; pero no recibió la mano de aquella persona.
—Su alteza, princesa...sostenga mi mano—pidió con tono seco aquel alfa.
—Lamento decepcionarlo; pero no soy la princesa—Yoongi alzó su velo y dejó ver su rostro, para dejarlo caer de nuevo y cubrir. Kim Taehyung se quedó con la mano en el aire al ver que su esposa se iba alejando para ingresar al salón, su ceño se frunció—, hagamos esto rápido.
Taehyung solo mantuvo un largo silencio, con sus cejas enarcadas, luego reaccionó.
—Espera allí—ordenó aquel alfa, Min Yoongi se detuvo y suspiró, el filo de una espada se acomodó sobre su cuello, se lo esperaba. Ya que la veces pasadas fue así, solo que fue más en el futuro, cuando ya estaba sobre el altar y Kim Taehyung quitó el velo y descubrió la verdad—¿Por qué usted se encuentra aquí, hijo omega del ministro Min?
—Mi padre me mandó como su esposa—comentó con tranquilidad Yoongi sin temblar ante aquel filo de la espada—. Dijo que alguien como usted, no es digno para tener a la quinta princesa como esposa, por lo que me mandó.
Kim Taehyung guardó su espada y se acercó a su futuro esposo, le alzó el velo, sorprendiendo a Min Yoongi ante aquella reacción inesperada, el tipo le contempló por varios segundos y se lo volvió a acomodar.
—Bien. Vamos—ordenó y empezó a caminar hacía el salón de banquete, en eso se detuvo y extendió su mano en dirección del omega, de verdad, no se esperaba ese tipo de reacción.
"¿Sería por haberle dicho primero que el Rey lo había despreciado y por eso lo mandó a él? ¿Acaso el orgullo del General de la guerra fue herido? "por eso esa reacción, pensó Min Yoongi. Al darse cuenta que tal vez Kim Taehyung no sentía tal aprecio por el emperador y el ministro se dio cuenta que podía usar eso a su favor. Si en su vida pasada lo hubiera mencionado :¿Se habría salvado?
Min Yoongi solo lo siguió en silencio sin decir más, tomando la mano del General e ingresaron al salón de banquete. Contempló rostros muy familiares, como las amantes del general, las dos concubinas principales, a la madre y señor de la casa, en sus vidas pasadas, tampoco tuvo una relación armoniosa con su suegra, debido a que la señora Kim se sintió también decepcionada que no fuera la quinta princesa la esposa de su hijo y vio a Yoongi como algo que no podía usar a su favor, pero por ser la esposa Consorte del General, no hizo nada al respecto; pero fue la que escogió a muchas de las problemáticas concubinas que su hijo tuvo en el futuro y no lo respetaron a él, como omega y esposo principal.
Al llegar enfrente del sacerdote que los iba a bendecir, Min Yoongi hizo una mueca, ya se podía de memoria incluso lo que aquel tipo diría en su boda, se giró viendo a través del velo rojo semi-transparente a los invitados.
La señora Kim se acercó a su esposo para susurrar algo, su pareja alzó la mirada viendo al joven Min de pie a cabeza y desvió la mirada algo molesto, Yoongi solo chilló en bajo volviendo su vista al frente, cabiz-bajo.
Cuando la ceremonia llegó a su punto final, Min Yoongi se giró con su ahora esposo, ya bendecidos, y se hincó frente a los padres de Kim Taehyung, quienes solo le contemplaron en silencio. Yoongi se levantó y se quitó el velo, los ojos de la señora Kim casi salieron de su órbita al ver aquella fea y grande cicatriz. Quería decir algo, pero la mirada de su hijo la silenció en ese justo momento, por lo que mordió su lengua. Yoongi se giró para agradecer a los invitados, haciendo reverencia. Podía sentir la mirada de desprecio de esas personas hacía él, murmurando en sus mentes sobre su apariencia.
Cuando cayó la noche y la fiesta terminó, Min Yoongi se encontraba sentado sobre la cama con su traje de bodas, sabía lo que tocaba en ese momento, consumar el matrimonio para que de esa forma, fuera ya legal. Pero esa noche, sería diferente, no pensaba cumplir su papel . De todas formas, su esposo solo lo hacía por cumplimiento al matrimonio, todas esas conductas de la vida pasada fue para dejar en claro su deber como esposo y General del imperio, si tenían sexo o no, que más daba. Sus vidas pasadas solo fue en la noche de bodas que se acostaron y de allí, su esposo partió a la guerra por tres meses y cuando regresó, visitó a sus amantes y lo último que recordaba era verlo partir a la guerra, muchas veces, una y otra vez. Tal vez en otra vidas pasadas, trató de buscar de su alfa y en una de esas vidas, en un fuerte celo de su esposo alfa,en el que el General llegó borracho y buscó a Min Yoongi y concebieron a su primer hijo; pero no llegó a ver la luz de ese mundo, tuvo un aborto.
Yoongi siempre pensó que Kim Taehyung jamás se preocupó por él y aunque podía usarlo contra su padre, no tenía para atraerlo con su físico, debía ocupar su inteligencia y hacer uso de sus conocimientos del futuro.
La puerta del cuarto se abrió, ingresando aquel alfa que se había bañado y se preparó para ese momento. Yoongi alzó su mirada, viendo a través de su velo rojo a ese tan atractivo hombre, no podía negarlo, su esposo poseía un atractivo atrayente, por eso muchas mujeres hacían caso omiso a la mala fama. Y aunque buscara sonreir en esa noche de bodas, había olvidado como hacerlo. No recordaba la última vez que soltó una carcajada, esos bellos momentos, solo desaparecieron en algún momento de su infancia y sus vidas pasadas.
Kim Taehyung levantó el velo, contemplando con suma profundidad aquel rostro, dirigiendo sus mirada por cada detalle de aquella blanca tez, unas cejas gruesas pronunciadas, labios finos y pequeños, además, unos ojos rasgados gatunos. Acarició sobre la cicatriz, haciendo que Yoongi se cohibiera. Se sentó al lado derecho de su esposo y tomó de los hombros al mayor, se acercó al rostro de Yoongi para besarlo y empezar el cortejo de aquella noche. Justo cuando sus labios estaban por unirse, una mano se puso sobre la boca del General de la Guerra, quien frunció el ceño ante aquella acción. Min Yoongi se quitó por completo el velo y lo dejó caer a un lado, se levantó de la cama y le dio la espalda, dirigiendo sus pasos hacia la ventana.
—No lo haré, no me uniré con usted—comentó el omega y se giró a ver con total frialdad a Kim Taehyung—. Detengámonos aquí, se que no quiere hacer esto y yo tampoco, no nos forcemos a fingir ser una pareja como las demás.
—¿A qué se refiere, joven Min ?—el alfa le contempló desde la cama y con una mirada de inspección.
—Sé que no le gusto desde el momento en que me vio, debe estar decepcionado de que sea yo su esposo y no la quinta princesa— Kim Taehyung solo bajó la mirada y luego la subió sin decir nada—. Cumpliré mi rol como esposo Consorte en esta casa, estaré a tanto de lo que se debe cuidar y sobre los sirvientes, también si necesita una concubina, la mandaré a sus aposentos.
Kim Taehyung solo rió de lado y se levantó de un solo de aquella cama, se acercó a Min Yoongi y lo arrinconó a la pared, el omega se cohibió al sentirse muy pequeño. Alzó su mirada, encontrandose con los ojos amarillos del alfa.
—¿Acaso un omega como usted, sabe lo que yo quiero?—preguntó aquel tipo acomodando sus manos a los lados laterales del omega.
Min Yoongi no quitó su mirada sobre aquel alfa. La primera vez que lo vio en su vida pasada, se enamoró de Kim Taehyung, era guapo y un alfa fuerte, le demostró amabilidad y eso lo hizo sentirse amado por primera vez, pero verlo con otras mujeres le rompió el corazón y luego murió a manos de una concubina. Kim Taehyung no era un tirano como los otros lo decían, bueno, no con las personas que estaban a su lado, solo eran sus enemigos y quienes temían de él que murmuraban esas barbaridades.
Y aún con el paso del tiempo, en todas sus vidas, también lo había amado, había sentido la misma atracción por él; pero en esa vida, no lo amaría. Lo mantendría lo más alejado de él y le entregaría cuantas mujeres fuera posible, así tendría una vida calmada y también iría vengándose de todos aquellos que le despreciaron. Kim Taehyung no estaba en esa lista, debido a que no fue quien lo mató en sus vidas pasadas, aquel hombre, solo le miró siempre en silencio, siendo un amante de la sangre y la adrenalina.
—Sé que le gusta mucho la guerra y las mujeres—sentenció Min Yoongi y se quitó del encierro que el alfa tenía hacía él—. No puedo ayudarle a tener el favor del Emperador ni del ministro más importante,como puede ver...no soy su hijo más apreciado. Pero le prometo que no seré una molestia en su vida si me deja vivir.
Kim Taehyung solo rió con amargura y sin decir más, salió de aquel cuarto, cerrando la puerta consigo. Min Yoongi se dejó caer al suelo, sintiendo la fuerte presión de su pecho y vientre, siempre se sintió así al lado de ese hombre, tan vulnerable. Dirigió su mirada a la ventana del cuarto y se acercó, notando a su esposo alejarse a fuertes zancadas y acompañado de unos sirvientes, sabía que pronto se correría el rumor que esa noche no había sido favorecido.
Eso era bueno, así las personas lo dejarían a un lado, más las concubinas no se la agarrarían contra él; pero tampoco pensaba ser pisoteado por otras personas de aquella casa. La casa del General era grande, un mini-palacio, tenía un hermoso lago en el jardín y flores de muchas especies distintas donde pasaba sus tiempos de tranquilidad. Solo quería pasar desapercibido y vivir bien esa vida.
—Hani—llamó a su doncella personal. La joven ingresó al cuarto ya que se encontraba afuera esperando el llamado de su amo, se le acercó con una sonrisa—, ayuda a cambiarme, voy a dormir.
—¿Vendrá más noche el General?—preguntó extrañada la doncella que señaló hacía afuera y se asomó por la ventana, estirando el pescuezo, notando al esposo de su amo alejarse—¡Ay, pero que rápido corre!
—Hani—sentenció Yoongi con una ceja enarcada y entre dientes. La servidora soltó un largo suspiro y miró a su amo, entendía la situación.
Kim Taehyung se detuvo y se giró a ver el palacio que le había sido entregado a su esposo consorte, mordió el interior de su mejilla y siguió caminando, a su lado llegó uno de sus compañeros de armas, Park Seojoon, quien le saludó con respeto.
—General ¿Ha sucedido algo?
—El emperador parece que aún me mira de menos, eh—comentó con suma molestia—, lo supuse, desde un momento que no iba a mandar a la quinta princesa. Aún así: ¿Cree qué se puede burlar de mí? entregar a mi esposo en ese estado.
—¿A dónde se dirige en estos momentos?
—Iremos al palacio, tengo algo que hablar con el emperador.
—¡E-espere General!—exclamó su amigo que lo detuvo, Kim Taehyung al ver que su mayor lo había agarrado del antebrazo, le soltó un gruñido, su compañero lo soltó—. Son altas horas de la noche, vaya mañana. Además...¿Cómo puede dejar a su esposo abandonado en la noche de bodas?
Kim Taehyung se detuvo y volvió su vista a ver a la lejanía el palacio de su ahora esposo, pasó su mano entre sus cabelleras haciendo una mueca, si, sería mejor esperar la mañana siguiente. Sin decir más, se alejó tomando otra ruta bajo la mirada de su compañero.
Min Yoongi desvió la mirada, sabía que al día siguiente, Kim Taehyung iría al palacio para reclamar el cambio de pareja que el emperador había hecho, la vez pasada el alfa hizo lo mismo, en todas sus vidas, eso fue lo que le contó su madrastra cuando llegó a quejarse una vez a la casa del general y su esposo no se encontraba. Se burló y lo despreció ese día, lo golpeó y su doncella Hani la trató de detener y por eso...su doncella había sido la primera en morir.
Esta vez, no se salvaría solo él, también a su fiel doncella.
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13-febrero-2024:
Porque mi OTP es el Taegi y no puedoe dejar de escribir de ellos. Gracias a quienes se pasen por aquí y me brindan su apoyo, besos y abrazos virtuales mis luces del firmamento.
¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta; pero no quema!