____________ caminaba por un callejón, miraba aquellos mortifagos que había desmayado, ayudando a unos brujos de hijos muggles. Les ordenó que huyeran, lo cual hicieron después de agradecerle.
Tomó su varita y empezó a arreglar la memoria de ambos mortifagos antes de que despertaran. Al terminar, escuchó pasos atrás de ella, así que giro rápido y apunto con su varita.
—Solo soy yo —hablo Stanley alzando sus manos.
—Pensé que no te vería hasta después —respondió ella y bajo su varita—. Te extrañe.
Stanley sonrió un poco mientras la chica lo abrazaba; él también la había extrañado, lo único bueno de su horrible vida era ella, la chica que aún quería.
Cuando se soltaron, Stanley aún tenía una pequeña sonrisa en su rostro, le hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera, olvidando a los mortifagos tirados en el suelo.
Ella así lo hizo, solo caminaron unos minutos, hasta que en otro callejón vieron a un rubio platinado, quien no tardo en correr a abrazar a su mejor amiga.
—Yo también te extrañe, Draco —le murmuró feliz la chica—. ¿Has estado bien? —pregunto cuando se separaron un poco.
—He estado mejor —respondió sin darle importancia.
____________ miró a su mejor amigo con preocupación, aún se veía mal desde que estaba en Hogwarts, pero al menos sabía que estaba vivo, al igual que Stanley y eso la calmaba un poco.
—Tú eres de quien hablan todos esos idiotas, ¿no? —dijo Draco preocupado, pero su amiga no respondió—. Es una locura lo que quieres hacer. No sabes en lo que te quieres meter —hablo de forma seria.
—Regulus ya me lo dijo —le dijo con calma.
—¿Y no trato de detenerte? —frunció el ceño Stanley—. Te puedo ocurrir algo...
—Regulus solo lo hace porque yo se lo pedí —lo interrumpió—. No crean que no ha intentado detenerme.
—Pero eres tan necias que no lo dejas —bramó Draco de forma enojada, haciendo que ella sonriera un poco—. ¿De verdad te presentarás frente a él? —murmuró en voz baja y con cierto miedo.
—Ese es el plan —respondió ella de forma firme.
Ambos chicos se miraron unos segundos de forma preocupada; el tiempo que llevaban ellos están con los mortifagos no era tan agradable. Draco se salva un poco más, pues de la Mansión Malfoy eran las pocas veces que salía, lo cual Narcissa Malfoy agradecía, pero era todo lo contrario para Stanley, que tenía que sobrevivir entre esa gente.
—Puede pasarte algo —insistió Stanley.
Ella no siguió discutiendo, pues escucharon un estruendo al final de aquel callejón; Regulus había aparecido y caminaba hacia ellos.
—Supongo que es hora de irnos —dijo la chica a su novio.
—Es mejor no levantar sospechas —respondió solo mirándola a ella.
—Nos veremos pronto —miró a sus amigos—. Y estaré bien —aseguró—. Solo no se metan si no se los pido.
—Pero...
—Habló en serio Draco —lo interrumpió y se acercó a abrazarlo—. Todo irá bien, hermano —le murmuró en el oído y le dio un pequeño beso en la mejilla—. De verdad me alegro verte, aunque fuera en estas circunstancias —le dijo a Stanley.
—Y a mí no me gustará verte en las otras circunstancias —confesó, pero la abrazo, bajo la atenta mirada de Regulus.
—Tenemos el tiempo contado —soltó Regulus con la intención de que se soltaran.
___________ sonrió un poco por aquellos celos; miró unos segundos más a los dos chicos, para después tomar la mano de Regulus y empezarán a caminar.
—Espero que resulte su plan —dijo Draco cuando los vio desaparecer.
—Draco, ¿qué haremos con Avery? —preguntó Stanley serio—. Sabemos que no solo el Señor Oscuro está interesada en ___________; Cole lleva días queriendo encontrarla.
—Ambos sabemos que ella es mucho más astuta que él —dijo como si nada—. Puede con él.
—No dudo que ella no pueda con él, pero yo no me refiero a que Cole quiera encontrarla para atacarla —Draco la miró un poco asustado—. Me dijo que si esa chica era tan grandiosa como todos dicen, debería de ser de él —hizo una mueca—. Cueste lo que cueste.
—En ese caso —relamió sus labios—. Creo que su mayor problema será Regulus.
Los chicos habían aparecido a unos metros de la madriguera, dado que esa misma noche iría por Harry. Miraron el hogar de los Weasley y luego se miraron ellos.
—Todo se complicará después de la boda —empezó a decir _____________—. Y hoy en la noche...
—Todo irá bien —la interrumpió Regulus y juntaron sus frentes—. Sé que llevo repitiéndolo mucho, pero así debe de ser, dejar que la historia lleve su transcurso —la miró a los ojos—. Pero algo voy a prometer antes de entrar a la Madriguera —puso sus manos en la mejilla de la chica y las acariciaba con cariño—. Si la historia cambia su curso, yo también lo haré para que tú estés a salvo.
—Regulus...
—No. Ya te lo dije, me importa un carajo si al final no gana Harry, si yo puedo hacer algo para que tengas una larga vida lo haré —sus ojos brillaban—. Mandaré al carajo como tiene que seguir la historia solo por ti.
___________ sentía su corazón latir tan rápido por aquellas palabras de Regulus; sabía que lo decía en serio, porque hasta ahora todo lo que Regulus le había prometido lo cumplía y trataba de cumplir, aunque saliera con otros resultados.
El ojigris sonrió un poco y la besó, tratando de sellar aquella promesa que le había echo.
Hermione los veía desde la ventana de la cocina; ella pensaba que algo tramaban, pues sus actitudes habían cambiando. Noto como la pareja solo hablan entre ellos y solían fingir estar bien con los demás, quiso decírselo a Ron, quien le dijo que solo estaba paranoica y jamás los traicionarían, algo que Hermione empezaba a creer que lo harían.
Los observo mientras caminaban tomados de la mano a la Madriguera.
—¿Qué miras? —preguntó Ron, así que se acercó a la ventana—. ¿Los sigues espiando?
—Ron, es que actúan raro —hizo una mueca.
—Ya sé que no son de tu agrado —respondió serio—. Pero ellos son mis amigos, yo confío en ellos —se miraron unos segundos—. ___________ no sería capaz de traicionarnos.
—De acuerdo —suspiró algo estresada—. ¿Y Regulus?
El pelirrojo la miró de manera ofendida, era claro que tampoco creía que Regulus los traicionara y demostró la lealtad que tenía por sus amigos cuando entraron a la Madriguera y fue abrazarlos.
Hermione vio la escena, Ron abrazó primero a ___________, quien le sonrió feliz y aceptó el abrazo, para después abrazar a Regulus, quien incluso le revolvió un poco el cabello, como si fuera su hermano mayor y por aquel instante Hermione creyó que Ron podría tener razón.
—¿Tú también crees que esos dos traen algo entre manos? —preguntó Ginny poniéndose a su lado, haciendo que Hermione volviera a dudar.
Entre más caía el día, se iban juntando las miembros que llevarían acabo el traslado de Harry; ___________ solo miraba a cada una de las personas que arriesgarían su vida por su amigo, rogando internamente que no ocurra nada.
—¿Estas segura que quieres ir conmigo? —preguntó Henry sentándose a su lado mientras esperaban a Ojoloco.
—Sé que me cuidarás bien —le sonrió un poco—. Mi madre confiaba en ti, yo también.
—¿Y qué dices de Regulus? —ambos miraron al chico, quien hablaba con los gemelos.
—También lo intenta —suspiró—. Henry —el rubio lo miró—, necesito un favor.
—¿Ocurre algo? —se veía preocupado.
Pero antes de que pudiera hablar con él, Ojoloco Moody llegó a la Madriguera, haciendo que cualquier platica fuera callada de inmediatamente; los miró de forma seria con su ojo normal, mientras su ojo mágico giraba a todos lados de forma rápida.
—Es hora —les gruño.
Se miraron unos segundos entre todos y después salieron de la Madriguera; Regulus miraba como poco a poco desaparecían, así que fue con __________, tomo su mano y se miraron, para luego aparecer en el jardín trasero de los Dursley, al igual que los demás.
Regulus miró todo con cierto interés a su alrededor, hasta que vieron como Harry abrió la puerta he iba hacía ellos; ___________ se soltó de su agarre y no tardo en abrazarlo, haciéndolo fruncir un poco el ceño.
—Te extrañe, Thea —le dijo con cariño.
La chica le sonrió, para luego quitarse porque Hermione también quería abrazar a su mejor amigo. Regreso con su novio, haciéndola reír un poco.
—¿De verdad te da celoso Harry en este momento? —preguntó mientras Ojoloco les ordenaba entrar a la casa.
—No —respondió sin mirarla.
La chica le dio un pequeño beso en la mejilla antes de entrar a la casa, calmado un poco a Regulus; todos se empezaron a reunirse en la cocina, algunos miraban con curiosidad el lugar, mientras los demás se acomodaban.
—Creía que estabas protegiendo al primer ministro muggle, Kingsley —comentó Harry.
—Puede pasar sin mí por una noche. Tú eres más importante.
—¿Has visto esto, Harry? —dijo Tonks, encaramada en la lavadora, y agitó la mano izquierda mostrándole el anillo que lucía en un dedo.
—¿Se han casado? —preguntó Harry mirándola, y luego a Lupin.
—Lamento que no pudieras asistir a la boda, Harry. Fue una ceremonia muy discreta.
—¡Qué alegría! ¡Felici...!
—Bueno, bueno, más adelante ya habrá tiempo para cotilleos —intervino Moody en medio del barullo, y todos se callaron. Dejó en el suelo los sacos que llevaba y se volvió hacia Harry.
Ojoloco empezó a hablar sobre como tuvieron que cambiar el plan a ser trasladado debido que habían alguien estaba filtrado información, Regulus y ___________ no se mutaron al escuchar aquello, pero sintieron la mirada de Hermione.
Al principio Harry no estuvo de acuerdo que tomaron poción multijugos para hacerse pasar por él, pero sabía que no tenía mucha opción, eran diecisiete personas contra alguien que aún no podía usar magia.
—Muy bien —dijo Ojoloco después de que Harry pusiera algunos pelos suyos en la posición multijugos—. Que los falsos Potters se pongan en fila aquí —indicó.
___________, Regulus, Ron, Hermione, Fred, George y Fleur formaron una fila enfrente al fregadero.
—Falta uno —observó Lupin.
—Está aquí —indicó Hagrid, levantandolo a Mundungus por la nuca y lo puso al lado de Fleur, que arrugó la nariz sin disimulo y se colocó entre Fred y George.
—Ya se los dije, prefiero ir de escolta —protestó Mundungus.
—Cállate —ordenó Moody—. Como ya te he explicado, gusano asqueroso, si nos encontramos a algún mortífago, éste intentará capturar a Potter, pero no matarlo. Dumbledore siempre dijo que Quien-tú- sabes quería acabar con Potter personalmente. Así pues, los que corren mayor riesgo son los escoltas, porque a ellos los mortífagos sí intentarán matarlos.
Regulus observó unos segundos a Harry, que solo miraba atentamente a Ojoloco, quien medía ocho copitas y vertía la poción. Harry dejo de mirar aquello y miró a Regulus, como si ambos se pudieran comunicar por unos instantes, porque su preocupación en algunos minutos sería que nada le pasara a ____________.
—Vamos, todos a un tiempo... —dijo cuando termino de darles las copitas.
La castaña miró de reojo un poco a los demás, miró aquella poción y la bebió al mismo tiempo; empezaron a hacer muecas y dar boqueadas, y a continuación sus facciones comenzaron a deformarse, para poder convertirse en Harry.
Moody se puso a desatar los nudos de los voluminosos sacos que había llevado consigo. Cuando volvió a enderezarse, había ocho Harry Potters boqueando y jadeando ante él.
Fred y George se miraron y exclamaron al unísono:
—¡Vaya! ¡Somos idénticos! —exclamaron al unísono Fred y George.
—Sí, pero no sé, creo que aun así yo soy más guapo —alardeó Fred examinando su reflejo en la tetera.
—¡Bah! —dijo Fleur mirándose en la puerta del microondas—. No me «migues», Bill. Estoy «hogogosa».
—Esto es raro —habló __________ mirando a Regulus, que no se veía muy cómodo el ser Harry.
—Aquí tengo ropa de talla más pequeña para aquellos a los que se les haya quedado un poco amplia —dijo Moody señalando el primer saco—, y viceversa. No se olviden de las gafas: hay ocho pares en el bolsillo lateral. Y cuando se hayan vestido, en el otro saco encontraran el equipaje.
—Esto será aun más raro —suspiró Regulus al tener que cambiarse.
Los ocho empezaron a buscar las prendas en aquellos sacos; Regulus se puso enfrente de su novia, porque sabía que aunque no fuera su cuerpo, le incomodaba aquello.
—Ya sabía yo que Ginny mentía sobre lo de ese tatuaje —comentó Ron mirándose el torso desnudo.
—Oye, Harry, tienes la vista fatal, ¿eh? —dijo ____________ al ponerse las gafas.
Una vez vestidos, cada uno de los falsos Harrys cogió del segundo saco una mochila y una jaula que contenía una lechuza blanca disecada.
—Estupendo —murmuró Moody cuando estuvieron listo—. Las parejas serán las siguientes: Mundungus viajará conmigo, en escoba...
—¿Por qué tengo que ir yo contigo? —gruñó el Harry que estaba más cerca de la puerta trasera.
—Porque eres el único del que no me fío —le espetó Moody, y con su ojo mágico, efectivamente, no dejó de observarlo mientras continuaba—: Arthur y Fred...
—Yo soy George —aclaró el gemelo al que Moody estaba señalando—. ¿Tampoco nos distingues cuando nos hacemos pasar por Harry?
—Perdona, George...
—¡Ja! Sólo te estaba tomando el pelo. Soy Fred.
—¡Basta de bromas! —gruñó Moody—. El otro, George, Fred o quienquiera que sea, va con Remus. Señorita Lupin, con Henry —la chica fue rumbo al rubio quien la miro divertido—. Regulus —el nombrado lo miró, aunque su ojo loco se detuvo unos segundos en él—, con Sirius.
—Nos irá bien —le dijo Sirius a su hijo cuando fue con él.
—Señorita Delacour...
—Yo llevaré a Fleur en un thestral —se adelantó Bill—. No le gustan las escobas —Fleur se puso al lado de su prometido y le dirigió una mirada sumisa y sensiblera.
—La señorita Granger irá con Kingsley, también en thestral... —Hermione sonrió aliviada a Kingsley.
—¡Sólo quedamos tú y yo, Ron! —exclamó Tonks, derribando un soporte de tazas al hacerle señas con la mano.
—Y tú vienes conmigo, Harry. ¿Te parece bien? —dijo Hagrid con cierta aprensión—. Iremos en la motocicleta, porque ni las escobas ni los thestrals soportan mi peso. Pero no queda mucho espacio en el asiento, así que tendrás que viajar en el sidecar.
—Genial —dijo Harry con escasa sinceridad.
—Creemos que los mortífagos supondrán que vas en escoba —explicó Moody—. Snape ha tenido mucho tiempo para contarles hasta el mínimo detalle sobre ti, así que si tropezamos con alguno de ellos, lo lógico es que persiga al Potter que dé la sensación de ir más cómodo encima de la escoba. Muy bien —murmuró mientras cerraba el saco con la ropa que se habían quitado los falsos Potters y los precedía hacia la puerta—. Faltan unos tres minutos para partir. No tiene sentido que cerremos la puerta, porque eso no impedirá entrar a los mortífagos cuando vengan a buscarte. ¡Vamos!
____________ miró como Henry tenía en sus manos la escoba donde montaría ambos.
—¿Qué es lo que querías decirme en la Madriguera? —preguntó el rubio.
—Hablemos cuando estemos a salvo —miró de reojo Regulus y Sirius y después a su padre con Fred—. Si algo me pasa...
—No dejaré que nada te pase —habló con firmeza—. Yo le prometí a tu madre cuidarte, aunque ya tienes a varias personas que lo hacen —ella sonrió un poco—. Llegarás a la Madriguera.
—Llegaremos —lo corrigió.
Henry le sonrió de una forma que la chica no descifró y tampoco pudo preguntar, porque la voz de Ojoloco interrumpió:
—¡Atención! Todo el mundo preparado, por favor. Quiero que salgamos todos al mismo tiempo, o la maniobra de distracción no servirá para nada.
Las parejas que iban a viajar en escoba montaron en ellas, Regulus miró a ____________, quién también lo miraba y movió los labios diciéndole "Te amo", cosa que él también regreso.
—¡Buena suerte a todos! —gritó Moody—. Nos veremos dentro de una hora en La Madriguera. ¡Contaré hasta tres! ¡Uno... dos... TRES!