Cadenas del pasado

Por MaggieAv24

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Will y Nico habían conseguido la casa con acera blanca, los niños y les faltaba el perro, cuando un accidente... Más

CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPITULO IV
CAPÍTULO V
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VIII
CAPÍTULO IX
CAPITULO X
CAPÍTULO XI
CAPÍTULO XII
CAPÍTULO XIII
CAPÍTULO XIV
CAPÍTULO XV
CAPÍTULO XVI
CAPÍTULO XVII

CAPÍTULO VII

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Por MaggieAv24

**No sé que pasa conmigo y con el no poder actualizar cuando digo.
(ADVERTENCIA POR DISCUSIONES DE ABANDONO INFANTIL)

La cereza del pastel fue Will sufriendo un resfriado, ya le habían pasado muchas cosas ¿qué era una simple gripa comparado con todo?

Al menos podía ver que Nico lo estaba intentando con Bianca y eso lo hacía sentir en parte mejor, por eso fue que en el momento que se dio cuenta que se sentía bastante mal para salir de su habitación llamó a Rachel, para intentar aliviarle un poco la carga a Nico y que no se asustara porque de repente tenía a Bianca —claro que ahí estaba Will de todos modos, pero aun así—.

Cuando Rachel entró a su cuarto ese día, lo primero que dijo fue:

—Te ves como el infierno.

—Gracias Rachel, haces maravillas con mi autoestima —dijo en un tono sarcástico, pero que sonó bastante mal con la congestión nasal.

—¿Cómo va todo?

—Tan bien como puede ir —contestó Will—. En realidad van mejor estas horas que las últimas semanas, siento que en cualquier momento va a caer el otro zapato.

—Me imagino —Rachel se quedó callada por unos segundos, como si estuviera pensativa, luego añadió—. Nico está actuando un poco raro ¿no crees?

Will se rió, no fue porque fuera particularmente gracioso, pero en realidad ya no sabía lo que era normal o no para Nico, aun así preguntó —¿Por qué lo dices?

Rachel se removió incómoda —Bueno, sé que no me conoce y tener a un extraño que en realidad te conoce muy bien, debe de ser raro, pero cuando entré en realidad parecía que me quería arrancar la cabeza.

Sí, eso sonaba perfectamente como Nico.

—Así suena todos los días, Rachel —comentó Will encogiéndose de hombros—. Por lo menos desde que está aquí.

Will estornudó un par de veces y gimió por lo miserable que se sentía.

—¿Y aún no ha recordado nada?

—No que yo sepa —dijo Will con una mueca, cada día iba perdiendo un poco más la esperanza de que Nico recuperara sus recuerdos y sabía que Nico ni siquiera había intentado hacer los ejercicios que mandó el neurólogo, y eso lo frustraba.

Rachel se le quedó mirando, tal vez analizando lo que podía estar pasando con Nico, pero a Will no se la había hecho raro, Nico definitivamente no era la persona más cálida del mundo en estos días, solo era que no conocía a Rachel o la conocía de la manera "profesional".

Rachel de repente lo miró como si una idea se le hubiera ocurrido, pero luego negó con la cabeza.

—No sé qué estás pensando, pero sea lo que sea, no —dijo Will hundiéndose más en las cobijas.

—Solo estoy pensando que es raro que esté tan molesto conmigo cuando ni siquiera me conoce —señaló Rachel.

Will no le creía del todo, pero de todos modos asintió porque no tenía ganas de argumentar contra ella. Luego de eso se quedó dormido durante algunas horas, cuando despertó obviamente Rachel ya no estaba ahí, pero tenía un mensaje de ella que decía "definitivamente tiene algo contra mí, por favor, tenlo bajo vigilancia", Will rodó los ojos, porque ¿en serio? ¿Qué podía tener Nico contra ella?

Todos sus huesos crujieron cuando se levantó de la cama, se despertó justo a tiempo para llevar a Bianca a dormir, se sentía horrible, pero aun así iba a hacerlo. Solo que no esperaba encontrar a Nico en el cuarto de la niña, y claramente tampoco había esperado que de hecho la estuviera acostando.

Will se quedó mirándolos desde la puerta de la habitación de Bianca, Nico se veía un poco asustado sobre lo que estaba haciendo, pero aun así siguió cada una de las indicaciones de la niña sobre lo que hacían a la hora de dormir, y no se dejó engatusar cuando Bianca le afirmó que antes de dormir comían helado de chocolate. Ninguno de los dos se había dado cuenta de su presencia y bueno, esto lo hacía sentir un poquito como si volvieran a la normalidad.

Nico al parecer sintió su mirada porque levantó la vista de la cama de la niña, Will le sonrió suavemente aunque con cansancio, Nico lo miró en blanco y luego regresó a lo que estaba haciendo.

Bueno, eso no había sido parte de su normalidad, pero se convenció a sí mismo que no importaba que Nico no lo recordara ni lo quisiera recordar, siempre y cuando Bianca estuviera feliz, Will podía sobrevivir.

O creyó que podría sobrevivir.

Dos días después, cuando ya se sentía lo suficientemente bien como para salir de su habitación y poder pasar tiempo con Bianca —que estaba un poco preocupada— Nico lo recibió con la grandiosa noticia de que saldría a ver a Reyna.

Y Will no se sentía orgulloso, porque siempre habían acordado que deberían poder ver a sus amigos por separado y tener un tiempo para ellos mismos, pero Nico no se acordaba de la regla, lo que no sabes no te hace daño, así que amablemente le sugirió de se viera con Reyna en la casa, lo cual claramente Nico rechazó.

—Voy a pedir un taxi. No necesito una niñera, William —replicó Nico con un poco de molestia.

William lo miró con un destello de dolor —Lo sé, p-pero es la primera vez que vas a salir desde...

Y bueno, a pesar de que Nico le aseguró que iba a estar bien, Will no pudo hacer nada contra el ataque de pánico que se desencadenó, intentó respirar para evitar alertar a Bianca de que algo andaba mal, pero era muy difícil. Nico no había salido en casi dos meses y no sabía nada del lugar donde ahora vivían, ¿y si pasaba algo?

La última vez Nico solo había ido a recoger a Bianca y mira todo lo que pasó, ¿cómo podía irse y no estar preocupado? No podía pasar por algo así de nuevo, no lo soportaría. Se recargó contra la pared y se deslizó hacia el suelo, intentando regular su respiración y no dejarse llevar por el miedo que sentía sobre lo que le podía pasar a su esposo. Pasaron unos tensos minutos antes de que pudiera lograrlo.

—¿Estás triste porque papi se fue? —preguntó Bianca, y Will ni siquiera se había dado cuenta que la niña había aparecido.

Respiró temblorosamente —Solo fue a ver a la tía Reyna.

—¿Va a regresar? —preguntó Bianca, sus ojitos llenándose repentinamente de lágrimas.

Y mira, Will no había pensado en eso. Estaba bastante preocupado porque Nico hubiera salido, le podría pasar cualquier cosa, pero en realidad no había pensado si iba a regresar o no porque ¿cómo podría saberlo?

—Sí cariño, va a regresar —dijo Will y esperaba no estar mintiendo.

Envió un mensaje a Reyna y ella aseguró que Nico había llegado sano y salvo, lo que también confirmaba que estaba con ella, Will se sentía un poco mal por desconfiar de Nico, pero es que en realidad era difícil no hacerlo, con todo lo que había pasado ya no sabía en qué posición estaba.

Conforme iba pasando el tiempo, más ansioso se estaba poniendo Will y por ende, más ansiosa estaba Bianca, preguntando cada cinco minutos si su papá ya iba a llegar, Will se estaba quedando sin respuestas, y es que había sido bastante idiota ¿no? Ahí estaba la oportunidad que Nico tanto había esperado, estaba fuera de la casa y sin nadie que lo obligue a hacer algo que no quiera, después de ver a Reyna no le costaría nada irse a cualquier otro lugar, en realidad sabía que las cosas que tenía ahí a Nico no le preocupaban, podía comprar todo de nuevo.

Y bueno, de repente se vio consciente de la real posibilidad de que Nico no volviera.

Si era así lo tendría que aceptar, porque ¿a qué podría regresar Nico? Se sentía como un terrible idiota al dejarlo salir, pero bueno, no podías retener a alguien que no quiere quedarse.

Tendría que empezar a tomar decisiones sobre lo que pasaría después, y esperaba que Bianca pudiera superarlo. Su mente iba demasiado rápido, intentando enfrentarse a que Nico no regresara.

Así que cuando alguien tocó la puerta, en realidad se demoró más de lo esperado, provocando que Bianca fuera abrir. Tenía que volver a hablar con ella sobre esto de abrir la puerta, cuando salió y vio que Nico la tenía en brazos, Will en realidad no lo podía creer, era demasiado bueno, pero el alivio que sintió casi lo derribó, si hubieran estado en otro momento, probablemente hubiera llorado de no los haya dejado, que no haya dejado a Bianca.

Nico parecía un poco sorprendido mientras cargaba a Bianca, tal vez Will no estaba ocultando del todo sus emociones.

Así que bueno, volvía a tener esperanza.

***

Pasaron algunos días y las cosas habían mejorado a comparación de cuando Nico llegó, lo había visto ayudar a Bianca con su comida, con su ropa, la primera vez que Bianca le volvió a preguntar si quería dibujar con ella, contuvo el aliento hasta que Nico dijo que le encantaría, ambos tirados en el suelo todos concentrados en el dibujo le dio ganas de sacar su celular y tener el recuerdo, la había acostado y recientemente la había empezado a abrazar espontáneamente, Bianca estaba más que encantada.

En cuanto a ellos, en realidad no habían tenido ninguna conversación significativa —más allá de cuando se dio el ultimátum—, ninguno de los dos aún sabía cómo andar cerca del otro, pero bueno, podía trabajar con eso.

Lo malo es que el tener que regresar a su trabajo cada día se acercaba más, ya no podía pedirle a la doctora Ruíz que le consiguiera permiso y de todas maneras necesitaba volver a tener su sueldo íntegro —lo que le estaban pagando mientras estaba de permiso no era suficiente, lamentablemente fue la única forma en que dejaron que faltara tanto tiempo y de hecho había tenido que empezar a comprar solo lo indispensable—, así que lo tenía un poco nervioso porque si no había podido arreglar las cosas con Nico sin estarse tambaleando el uno al otro cuando estaban todo el tiempo en la misma casa ¿cómo lo iban a hacer ahora que Will no iba a estar?

Pero bueno, tenía que ocuparse de asuntos más urgentes, por ejemplo el calendario que tenía entre manos para el cuidado de Bianca, Will suspiró cuando Rachel aceptó cuidarla una vez más.

Will estaba en la mesa de la cocina ajustando esos datos, cuando Nico entró, tenía una mirada avergonzada y al mismo tiempo extrañamente feliz mientras veía el celular, y Will no iba a mentir, le provocaba celos pensar con quién estaría hablando, había estado así desde su encuentro con Reyna, los celos no sentaban bien, pero nunca se había sentido tan inseguro de su pareja.

Cuando Nico pasó junto a él, casi se pega con la mesa por tener la mirada en el celular, lo que terminó con el calendario que tan cuidadosamente había hecho en el piso.

—Lo siento —dijo Nico cuando se agachó para recogerlo.

Will no dijo nada, pero se alegró que despegara la mirada de ese maldito celular por algún segundo, al menos lo hizo antes de darse que Nico veía el papel que había recogido, con el ceño fruncido.

—¿Qué es esto? —preguntó con curiosidad y confusión. Había bloqueado el celular —por fin—, pero veía a Will como si el calendario hubiera estado escrito en chino.

—Bueno —dijo Will lentamente sin entender del todo la expresión de Nico—. En un par de días comienzo a trabajar.

—Me lo dijiste —asintió Nico.

Y Will se sorprendió que Nico lo hubiera escuchado, se lo había dicho hace dos días y ni siquiera se había inmutado, ni se había dignado en dar una respuesta, pero de todas maneras seguía viendo el papel como si fuera una ofensa personal.

Nico miró a Will esperando más explicación.

—Necesito que alguien vigile a Bianca por algunas horas.

—¿Por qué?

—Porque voy a trabajar —respondió Will.

Nico lo miró con exasperación —¿Y por qué necesitas que alguien más la vigile?

¿Qué?

Oh.

—Voy a tener turnos de 24 horas —señaló Will como si eso explicara todo, para él lo hacía. Nico había estado progresando con Bianca, pero dejarlo sola con ella era demasiado abrumador y...

—Así que estás diciendo que no soy capaz de cuidar a mi hija por 24 horas —demandó Nico, interrumpiendo los pensamientos de Will

Y vaya, esa era la primera vez que la llamaba su hija, incluso Nico parecía sorprendido por ese arrebato, y Will habría podido celebrar algo así, pero la expresión de Nico era toda llena de ira.

—¡Yo no estoy diciendo eso! —exclamó Will—. Pero no has estado solo con ella y...

—Creí que querías que lo intentara —dijo Nico con reproche.

¿Y por qué estaban peleando por esto? Afortunadamente Bianca estaba tomando la siesta.

—Y quiero que lo hagas, pero...

—Pero no confías en mí —interrumpió Nico.

Y bueno, no quería admitirlo, pero sí, más o menos.

—¡Has estado diciendo todo esto de intentarlo y ni siquiera confías en mí! —gritó Nico.

—¿Cómo puedo hacerlo? —gritó Will de vuelta—. Hace unos días estabas gritando que ella no era tu hija ¿y ahora estás dispuesto a cuidarla de tiempo completo?

—Eso no es justo —dijo Nico.

No, nada de esto era justo.

—Lo sé, pero ¿qué quieres que haga? Siento que en cualquier momento vas a agarrar tus cosas e irte.

Nico lo miró ofendido —Así que piensas que agarraría mis cosas y simplemente la abandonaría.

—¡Es lo que has estado queriendo hacer!

Y bueno, demándenlo por tener miedo.

—No me he ido —replicó Nico—. Y no lo haría dejando abandonada a Bianca a su suerte.

Y en el fondo Will lo sabe, pero aun así no puede evitar pensar que puede pasar, saber que cuando Nico tuvo la oportunidad no se fue, pero ese no decía nada.

—Lo siento por estar asustado —masculló Will—. Ella es mi bebé ¿de acuerdo? No sé cómo no preocuparme por ella.

Nico lo miró de una manera extraña —Bien —dijo y luego se fue.

Eso es lo que más lo irritaba, esa tendencia de Nico de irse.

Tal vez Will estaba siendo un poco idiota o paranoico, pero no podía evitarlo, esto todavía se sentía como si estuviera caminando por vidrio roto, sabía que en cualquier momento alguien saldría lastimado y no podía ser Bianca.

Se sentía tan a la defensiva y sin saber cómo seguir haciendo lo necesario para su familia, pero tal vez podían establecer algo para que ambos se sintieran cómodos.

Joder, esperaba que esto no los hiciera retroceder aún más.

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Nico estaba furioso con William, del tipo de furia que hace que veas rojo y te duela el estómago, por eso no podía seguir discutiendo con él, ese tipo de ira nunca llevaba a nada bueno.

Se sentía como un completo inútil al que ni siquiera le confiaban el cuidado de su hija por un día.

Su hija.

Esa fue una novedad, no creyó que en tan poco tiempo pudiera ver a la niña así, pero al parecer no importa lo que crea. Se sorprendió cuando lo dijo y se sorprendió más cuando se dio cuenta que lo decía en serio, por eso se enojó aún más cuando se dio cuenta que no tenía ni voz ni voto en lo que pasaba con Bianca.

Y por un lado Nico en realidad entendía a William, él también habría estado asustado, pero eso solo lo hacía sentir más incapaz.

Sabía que tenían que llegar a un tipo de acuerdo en esto, porque de lo contrario ninguno de los dos soportaría la situación. Nico se preguntó si William le dejaría siquiera ver a la niña si esto no funcionaba —lo que sea esto—, sintió un dejó de tristeza y pánico en pensar que tal vez no la volviera a ver si William no confiaba en él.

Si no podían llegar a un acuerdo ahorita, entonces tampoco podrían hacerlo si se separaban.

No pensó que le importaría tanto.

Su celular volvió a sonar, pero en realidad en este momento no le importaba contestarlo, había estado hablando con Percy desde que Reyna le dio su número, no estaba haciendo nada idiota, gracias. Habían sido conversaciones triviales sobre su salud, aun así le alegraban el día, excepto por este momento, donde no estaba seguro de que pudiera hacer algo.

Para la hora de la cena todavía no estaba tan tranquilo, pero quería ver a Bianca así que salió de su habitación, la cena fue de nuevo incómoda, aunque Bianca llenaba esos silencios espesos con sus preguntas o su charla animada.

Cuando terminó, al parecer ninguno de los dos estaba listo para hablar, porque simplemente terminaron de asear la cocina —en silencio— y luego cada uno fue a su habitación.

A Nico le costó trabajo conciliar el sueño, y cuando lo hizo, empezaron las pesadillas.

Nico estaba completamente nervioso, llevaría a su novio a cenar y le haría una pregunta realmente importante, pues esperaba que para el final de la noche ya no fuera su novio, fuera su prometido.

Se encontraba en el hospital en el que trabajaba dicho novio, estaba esperando que acabara su turno y tener un pequeña cita antes de la gran cena, había llegado temprano y todavía faltaba media hora para que el turno terminara, así que tenía que buscar que hacer para no sobrepensar las cosas.

Resulta que su cuerpo tenía otra idea, porque el cuerpo humano solo resiste cierta cantidad de nervios, así que entró al baño y se echó un poco de agua fría en la nuca, se quedó ahí contemplando su reflejo como si eso pudiera hacer que todo el nerviosismo saliera de su cuerpo.

Justo cuando iba a salir fue cuando lo escuchó, un pequeño gemido, casi como si fuera un gato maullando.

No le quiso dar importancia porque eran los baños de un hospital, a veces se escuchaban ruidos raros, pero lo volvió a escuchar, aunque esta vez un poco más débil. Bueno, aún tenía unos buenos 20 minutos para investigar.

Todas las puertas estaban medio abiertas, por lo que parecía no haber nadie más. No sabía como antes no había escuchado el sonido o no se había dado cuenta si había algo o alguien, bueno, tampoco es que te pongas a revisar todos los cubículos cuando entras en un baño.

Pero esta vez lo tuvo que hacer, porque a pesar de que los quejidos eran pequeños, hacía un poco de eco y era difícil saber de donde provenía el ruido.

Fue la tercera puerta que revisó la que lo hizo sentirse aterrorizado, su corazón empezó a latir violentamente y no iba a mentir, una ola de tristeza lo invadió.

Sobre la tapa cerrada del inodoro se encontraba una pequeña maleta, como esas que usan las personas para ir al gimnasio, y dentro de ella el bebé más diminuto que alguna vez hubiera visto.

El bebé tenía una manta rosa que parecía muy usada y un pequeño mameluco que no creía lo tapara del frío, y eso era todo, estaba demasiado quieto, con los ojos cerrados.

Cuando superó el shock intentó agarrarla y sacarla de ahí también se sentía frío, pero antes de entrar en pánico intentó sentir su pulso —ahora le alegraba que Will le hubiera enseñado— y ahí estaba, no tan rápido como pensaba que debía ser, pero ahí estaba. Suspiró aliviado.

Era demasiado inexperto en cargar bebés, pero lo intentó, la acercó suficiente para brindarle un poco de calor, le quitó la cobija sucia y le puso su saco.

Vio al bebé un momento, era la cosa más bonita que había visto y era tan diminuta y frágil. Sintió una oleada de ira hasta los despojos humanos que la habían abandonado como si no valiera nada.

La bebé hizo un gemido de angustia.

—Está bien, vas a estar bien. Estás en un hospital lleno de buenos doctores que te van a revisar y vas a estar bien.

Para que eso pasara tenía que salir, correcto. Sabía que debían tener algún tipo de protocolo para esto, bueno, aquí vamos.

Sonó su teléfono, costó un poco de trabajo y pánico tomarlo del bolsillo del pantalón y no soltar a la bebé.

La voz de Will llenó sus oídos —Estoy libre, espero tengas todo listo para mi sorpresa—. Su voz se escuchaba alegre.

Vaya que se iba a llevar una sorpresa.

—Hay un bebé— respondió Nico con un tono ahogado.

—¿Qué? —preguntó Will completamente confundido —Nico casi se podía imaginar a Will verificando que sí estuviera hablando con él—.

—Hay un bebé, en los baños. A-alguien la dejó aquí, en una maleta. —su voz se quebró.

—¿En dónde estás?

—En los baños de la sala de espera de cirugía.

—Todo va a estar bien, voy para allá.

—Está fría, estoy intentando que se caliente, p-pero no sé. Will, ella es tan pequeña.

Will se quedó en silencio —¿Cómo sabes que es una chica? —preguntó presumiblemente para no decir lo que estaba pensando.

—Tenía una manta rosa.

—Que sexista —replicó Will, parecía sin aliento y había un tono acerado en su voz, que Nico sabía no estaba dirigido a él, sino a la situación —tengo que colgar para informar esto, en cinco minutos estoy contigo.

Y Nico sabía que debía salir y debía haber ido a buscar ayuda para la bebé desde el principio, pero eso lo superó.

La bebé se movió, se veía un poco letárgica, pero por fin, por fin abrió los ojos.

Y Nico estaba condenado.

***

La misma bebé estaba en una cuna, conectada a una gran cantidad de máquinas, se veía tan pequeña, los doctores en realidad no daban muchas esperanzas sobre su recuperación.

Nico estaba mirando a la trabajadora social y dijo —Su nombre es Bianca.

Nico estuvo ahí todos los días.

Will parecía un poco distante, pero de todos modos ahí estaba.

Fueron momentos horribles cuando las máquinas comenzaron a pitar.

Nico se despertó sobresaltado, se pasó una mano por la cara y se dio cuenta que había estado llorando en sueños.

Esa pesadilla lo había hecho sentir de una manera horrible, y lo peor, es que estaba un 99% seguro que no era una pesadilla, sino un recuerdo.

¿Qué clase de personas abandonaban a un bebé en el baño de un hospital?

Necesitaba ver a Bianca, necesitaba saber que estaba bien.

Se paró rápidamente de la cama, enredándose un poco con las cobijas en el proceso, pero cuando al fin lo hizo prácticamente corrió hasta el cuarto de la niña. Abrió la puerta de la habitación despacio y luego, no pudo moverse más, Bianca estaba dormida plácidamente abrazando uno de sus peluches, con el cabello enmarañado y con un poco de baba en la boca, se veía adorable.

Lucía absolutamente perfecta y le dolía pensar lo que le habían hecho.

No supo cuánto tiempo se quedó ahí hasta que la voz de William lo sobresaltó —¿Estás bien?

—Tuve una pesadilla —dijo Nico y sabía lo absurdo que sonaba.

—Está bien —dijo William—. ¿Quieres hablar sobre eso?

Nico todavía estaba muy enojado con William, pero si alguien entendía esa pesadilla probablemente era él.

—Solo que no creo que fuera una pesadilla.

—¿Era sobre Bianca? —preguntó William.

Nico asintió —La primera vez que la vi.

—Oh —murmuró William—. Puedes hablar de eso si quieres.

Nico apartó la mirada de la niña durmiendo, tenía un deseo de despertarla y abrazarla durante toda la vida, pero no iba a hacerlo, era demasiado gruñona cuando la despertaban.

—Ven —dijo William caminando a la cocina

Y Nico lo siguió.

Ambos se sentaron en la mesa, por un momento ninguno de los dos habló. Nico se preguntó si había despertado a William o si en realidad nunca se había dormido.

—Estaba en el hospital —empezó a decir Nico, omitió que sabía por qué estaba ahí y lo que iba a hacer, era demasiado para este momento y en realidad no quería pensar sobre sus acciones con William.

Nico le contó lo que había visto.

William se quedó callado mientras Nico hablaba, cuando terminó dijo —No fue una pesadilla.

Y joder.

—¿Cómo alguien le pudo hacer algo así? Sé que no puedo juzgar las acciones de alguien porque no sé lo que pasaba, pero...

—Pero creo que puedes —dijo William.

Y Nico no sabía si William estaba hablando de él mismo o no.

—¿A qué te refieres?

—Los hospitales son refugio seguro —explicó Will—. Lugares donde la gente puede dejar a sus hijos hasta 72 horas después del nacimiento del bebé sin enfrentar cargos por abandono, así que literalmente podía dejarla en cualquier lugar del hospital, totalmente segura, pero en vez de eso la dejaron en un maldito baño.

Cómo si no valiera nada.

Nico sentía una fuerte rabia recorriendolo.

—Cuando la encontraste ella estaba deshidratada y desnutrida, estaba sucia, pero no parecía tan malo, dos días después tuvo síntomas de neumonía, creen que se contagió cuando estuvo en el baño, y ninguno de los doctores daba un buen diagnóstico. Tuvo dos ataques mientras estaba en la UCI.

Nico se sentía como si le hubieran hecho una cirugía a corazón abierto. Sentía tanta frustración y tanto odio a las personas que le habían podido hacer algo así a una pequeña tan inocente.

—¿Qué tanto quieres saber? —preguntó William suavemente.

Nico no pensó mucho sobre el tono de William, pero suponía que entendía lo que Nico estaba sintiendo, lo estaba sintiendo todo por segunda vez y no sabía si era algo correcto.

Y esta era la primera vez que Nico estaba dispuesto a saber un poco sobre su pasado, no sabía si en algún otro momento quisiera escuchar algo más, pero por ahora necesitaba saber sobre esto, saber sobre Bianca.

—¿Qué pasó después de que la encontré? —preguntó Nico.

—Los doctores la revisaron, se dieron cuenta que tenías razón y era una niña —dijo William con una pequeña sonrisa—. Llegó la policía y tuviste que dar tu declaración, luego llegaron servicios sociales, fue un montón de papeleo y mucho tiempo sin información. ¿Sabes? Ni siquiera era el primer bebé abandonado que veía desde que entré a trabajar ahí, pero al menos todos los demás se aseguraron que de hecho los bebés pudieran estar bien, a Bianca la dejaron en el lugar más inseguro del lugar seguro.

Nico no sabía si lo estaba imaginando o en realidad podía ver algunos fragmentos sobre lo que William le estaba contando.

—¿Encontraron a quien la dejó ahí?

—No. Intentaron ver las cámaras y encontrar si alguien había visto algo, pero nada fue concluyente. Nunca hubo tampoco ningún reporte por la desaparición, es como si...

—Quisieran borrarla —susurró Nico con una opresión en el pecho, no se había dado cuenta que de nuevo había empezado a llorar hasta que sintió el frío en sus mejillas.

William asintió, sus ojos se veían enrojecidos —No te separaste de ella desde que la encontraste, de repente los doctores te daban las actualizaciones a ti en vez de la trabajadora social.

Nico podía entender por qué lo había hecho y aunque en estos días había estado más con la niña, en realidad no se había dado cuenta del gran papel que en realidad tenía en la vida de la niña desde el principio. Fue otra gran revelación, todavía sentía un poco de pánico, pero ahora también acompañado con una gran determinación por no volver a fallarle a esa niña.

—No mucho después de que la encontraras y la revisaran, la trabajadora social nos dijo que podíamos nombrarla, era lo mínimo que se merecía.

—Le di el nombre de mi hermana —dijo Nico.

—Le diste el nombre de tu hermana —afirmó William—. Dijiste que era la persona más fuerte que conocías, y luego —respiró temblorosamente—. Luego de eso le dijiste que si no se podía quedar con nosotros, entonces tendría a su tocaya cuidándola.

William también se secó algunas de las lágrimas rebeldes que cayeron. El silencio se sentía pesado, pero al mismo tiempo había una especie de intimidad en él que desconcertó un poco a Nico. Suponía que a pesar de todo, —a pesar de la falta de recuerdos de Nico—, ambos sentían lo mismo si hablaban de su hija

Su hija.

Porque joder, esto era algo de los dos.

—¿Cómo se quedó con nosotros?

—La trabajadora social no pudo empezar a buscarle un hogar hasta que estuvieran seguros de su situación —dijo William—. Cuando estuvieron seguros, después de varios días, los doctores dijeron que iba a necesitar algunos cuidados posteriores, no pudieron conseguirle un hogar que se los pudiera brindar.

—Y ahí entramos nosotros —murmuró Nico, y se seguía sintiendo raro de usar el plural.

—Sí, bueno, no fue tan fácil porque tuvimos que hacer un montón de trámites —William vaciló con la última palabra y Nico estaba seguro de lo que significaba, pero todavía no estaba listo para ahondar más en esa parte, sobretodo porque se dio cuenta que no se juntaron solo por la niña—. Al principio fue temporal, pero creo que al final de cuentas sabíamos cómo iba a terminar, tuvimos que hacer un montón de trámites, pruebas, pláticas, pero al final el trato se cerró y ella te tuvo alrededor de su dedo meñique desde el principio.

—¿A ti no? —preguntó Nico antes de que pudiera pensar bien la pregunta.

William hizo una mueca —No desde el principio.

Hizo una pausa y Nico pensó en su sueño y la expresión distante de William, ¿él no estaba de acuerdo con adoptarla? Sería el colmo de la ironía que solo haya seguido a Nico.

—Yo no quería ilusionarme con ella —siguió diciendo William—. No me gustaba la idea de quererla si iba a perderla, así que me quedé al margen, pero en realidad no funcionó tan bien como hubiera esperado y todo se fue al demonio cuando la cargué por primera vez.

No podía creer todo lo que había pasado, sabía que probablemente había más detalles que William no le estaba compartiendo, pero bueno, esto era por el momento suficiente. También fue un poco sorprendente el hecho de que hayan podido tener una conversación civilizada como los adultos que son.

—Gracias por contarme —murmuró Nico.

William le sonrió un poco —También es tu historia.

Lo era, Nico notó eso.

—Esa parte de la historia fue difícil, pero me alegro que empieces a recordar —dijo William.

Y bueno, no era exactamente el primer recuerdo, pero era lo más grande que había obtenido, aunque ni siquiera fue de manera consciente.

—Solo fue una casualidad —dijo Nico, porque igual no quería que William pensara cosas que no eran. Además en realidad creía que había sido así por loq ue había pasado más temprano.

—Está bien, aún así que bueno que lo hagas. Bianca es una parte importante de tu vida. Es como si hubiera destinada a nosotros desde el principio.

Y tenía razón, lo fue antes y lo estaba siendo de nuevo.

—Buenas noches, Nico —dijo William levantándose, había estirado su mano como si estuviera a punto de tocar a Nico y luego la dejó caer, arrepintiéndose al último momento.

—Buenas noches —murmuró Nico.

Él aún se quedó ahí, pensando en todo lo que supo. Solo estaba seguro de dos cosas, Bianca se merecía el maldito mundo y se lo iba a dar.

Y su padre estaba equivocado, la familia no se conforma con las personas con que compartes ADN, va más allá de eso. Bianca probablemente había tenido una familia "normal" y de cualquier manera la dejaron a su suerte, la dejaron como si no importara, ellos fueron los que se la perdieron y Nico no iba a ser tan idiota. Había sido un tonto al fingir que en realidad no quería estar con ella cuando cada día la iba amando un poquito más.

Sabía que tenía que volver a hablar con William sobre sus desacuerdos, pero podía hacerlo por ella.

Cuando se levantó para intentar volver a dormir, pasó por el cuarto de Bianca, está vez entró y le dio un pequeño beso en la mejilla, ella murmuró entre sueños, pero sabía que no tenía de qué preocuparse, nadie le volvería a hacer daño.

Bianca era su familia, y él pelearía por su familia.

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