Rigel se encontraba atrapado en un laberinto de emociones confusas y pensamientos tumultuosos. Desde hace tiempo, una sensación de vacío habitaba en su pecho, como si algo esencial faltara en su vida. No sabía identificar qué era, pero lo sentía de manera palpable, como una sombra que lo seguía a todas partes.
Su relación con Theodore era un refugio en medio de esa oscuridad interna. Theodore llenaba ese vacío con su presencia, con sus gestos de cariño, con su compañía constante. Sin embargo, a pesar de sentirse reconfortado por su presencia, Rigel experimentaba una inquietud persistente. Una voz interior susurraba que algo no estaba del todo bien, que algo le faltaba, incluso estando con Theodore.
El ojigris se debatía entre el deseo de permanecer junto a Theodore y la necesidad urgente de explorar otros caminos, de buscar algo más, algo que quizás ni siquiera él mismo podía definir. Sentía una culpa abrumadora por considerar abandonar a Theodore, quien había sido su apoyo incondicional durante tanto tiempo. Pero también se sentía atrapado por la sensación de insatisfacción que lo acosaba.
La presencia de Astoria complicaba aún más las cosas. Rigel no se encontraba atraído por ella pero de una manera u otra sentía que Astoria comprendía algo de él que Theodore no lograba alcanzar, algo que lo atraía hacia ella.
Sin embargo, cada vez que se acercaba a Astoria, podía sentir la sombra de la inseguridad de Theodore proyectándose sobre ellos. Las dudas y los miedos de Theodore resonaban en el ambiente, creando una atmósfera tensa y cargada de conflictos. Rigel se veía atrapado en medio de dos mundos, incapaz de decidir cuál era el camino correcto a seguir.
Se debatía en un torbellino de indecisiones y temores. Por un lado, sentía la necesidad imperiosa de explorar nuevas posibilidades, de buscar respuestas a las preguntas que lo atormentaban desde hacía tanto tiempo. Por otro lado, temía herir a Theodore, temía perder el único ancla sólida que tenía en medio de la tormenta.
El conflicto interno de Rigel se reflejaba en sus acciones y en su manera de relacionarse con Theodore y con Astoria. Sus palabras se entrelazaban con silencios cargados de significado, sus gestos revelaban la lucha interna que libraba a diario. Intentaba ocultar sus dudas y sus miedos detrás de una máscara de normalidad, pero sabía que era solo cuestión de tiempo antes de que todo se desmoronara.
La angustia de Rigel se intensificaba con cada día que pasaba. Se sentía atrapado en un laberinto sin salida, sin saber hacia dónde dirigirse, sin saber qué decisiones tomar. La incertidumbre lo consumía desde adentro, erosionando poco a poco su determinación y su fuerza de voluntad.
Rigel sabía que no podía seguir viviendo en la ambigüedad, en la indecisión perpetua. Sabía que debía tomar una decisión, por difícil que fuera, por dolorosa que pudiera resultar.
Una semana después de volver a Hogwarts, Rigel y Hanna caminaban por el jardín de Hogwarts, disfrutando del sol y la brisa. Arianna no los había podido acompañar debido a que su padre había solicitado un permiso para poder sacarla del colegio esa mañana, muy temprano. Black y Potter, sabían que cuando esos permisos sucedían se debía a algo muy malo, o demasiado raro, pues nunca sucedía con frecuencia.
Fin de semana, un día tranquilo, sin clases ni deberes. Solo ellos dos y la naturaleza.
—Gracias por acompañarme, necesito esto. —dijo Rigel, con una sonrisa forzada.
—Nah, descuida, para eso están los amigos. —dijo Hanna, devolviéndole la sonrisa y haciendo un ademán con la mano. —¿Y bien? ¿Qué querías contarme? ¿Tiene que ver con Nott, acaso?
Rigel suspiró y se detuvo. La miro por un breve momento, antes de sentarse, en uno de los pilares de piedra que formaban los arcos directos al Jardín.
—Tiene que ver con él. —asintió. —Ya no estoy seguro de querer estar con él. —Rigel soltó de golpe.
Hanna se sentó a su lado y lo miró con sorpresa.
—¿Qué?—pregunto, frunció el ceño con duda. —El no me agrada, solo lo soporto por ti, pero ¿Cómo que no estás seguro? ¿Qué ha pasado? ¿Ha hecho algo malo?—preguntó Hanna.
—No, no ha hecho nada malo. Al contrario, es...perfecto. —respondió con una mueca. —Pero no sé, siento que algo falta. Siento que ya no hay pasión, que ya no hay nada de parte de mi. Siento que estoy con él por costumbre, por compromiso, por no hacerle daño. Últimamente siento que algo ha cambiado en mí.
—¿Qué quieres decir con eso?
—No siento lo mismo por Theodore como al principio. Antes era todo tan intenso, pero ahora... ahora siento que estoy con él más por obligación que por algo real.
—¿Por qué crees que ha cambiado?
—No lo sé exactamente. —el ojigris suspiró—Tal vez sea la rutina, sinceramente no lo sé, pero se que estoy haciendo mal lastimando a Theodore al no sentir lo mismo que él.
—No puedes seguir en una relación solo por evitar lastimar a alguien más. —Haly lo miraba con el ceño fruncido. Quizás Theodore no le agradaba pero sabía que no era justo para el, ni para Rigel seguir en una relación que era una completa mentira, una mentira que solo Rigel estaba conteniendo decir, y Theodore estaba viviendo.
—Es complicado. No puedo terminar con el de un día para otro. Y...puede que pueda volver a sentir lo mismo que el, solo es...necesito tiempo. Además, Theodore constantemente está inseguro por Astoria.
—¿Astoria?—Haly alzó una ceja, cruzándose de brazos y subiendo ambas piernas en donde se encontraba sentada para cruzarlas.—¿Esa amiga tuya?—pregunto con ironía.
—Exactamente. —respondió haciendo caso omiso a la ironía en el tono de voz de su contraría. —Es solo una amiga, pero Theodore siempre duda de ella. Y sé que tú no la toleras.
—No la tolero porque sé que no es solo una amiga para ti. Ella sabe que tienes pareja y ahí está, esperando ser la segunda opción. —Hanna se encogió de hombros con una sonrisa sarcástica. —Y si Nott lo siente, probablemente haya motivos.
—Pero no es justo. Me duele que piense así, pero no sé cómo cambiarlo sin lastimarlo más. —se quejó.
—Rigel, eres mi mejor amigo, pero en este momento podría darte un buen golpe por hacerte la víctima, a ti no te sale. —Rigel rodó los ojos mientras suspiraba frustrado.
—Haly, todos piensan que hay algo entre Astoria y yo, pero no es así. Ella es solo una amiga para mi. Pero Theodore no lo entiende, y eso solo complica las cosas aún más.
—Se que es una amiga para ti, pero para ella, tu no eres un amigo. Y Nott sabe eso. —Hanna hablo con seriedad. —Si estuviera en su lugar, posiblemente actuaría como el. Pero no lo estoy, así que, no es mi problema. —se encogió de hombros. —Pero si te estoy ayudando a ti, ¿Qué piensas hacer al respecto?
—Esa es la pregunta del millón, no quiero lastimar a Theodore, Hanna. Pero tampoco puedo seguir fingiendo que todo está bien cuando no lo está. Siento un vacío dentro de mí, un vacío que se llena un poco cuando Theodore está cerca, pero nunca del todo. Y eso me asusta.
—Lo se, y lo entiendo Rigel...no la verdad no, no puedo entenderlo, pero, se que no puedes seguir con él por pena, por obligación. Eso no es justo ni para ti ni para él. Tarde o temprano, se dará cuenta de que no eres feliz, de que no le correspondes como él espera. Y entonces será peor. Para ambos. —dijo Hanna especificando la última palabra.
—Lo sé, lo sé. —solto un quejido frustrado. —Pero es que no sé cómo decírselo, Haly. No sé cómo enfrentarme a su reacción, a sus reproches. No sé cómo lidiar con la culpa con eso.
—Rigel, escúchame. No tienes que tener miedo. Tienes que ser sincero con él. No puedes vivir una mentira. No puedes sacrificar tu felicidad por la de otro. Tienes que pensar en ti, en lo que quieres, en lo que necesitas. —dijo Hanna, mientras se inclinaba y tomaba ambas manos del ojigris. —Y se que que si Ari estuviera aquí, ella estaría de acuerdo conmigo.
—¿Y qué quiero, Haly? ¿Qué necesito?—preguntó Rigel mirándola fijamente.
—Eso solo lo puedes saber tú, Rigel. —dijo Hanna. —Pero yo te conozco, y sé que eres bueno...cuando quieres, inteligente, divertido. Sé que mereces ser feliz. Sé que mereces encontrar el verdadero amor. Algo que te haga sentir de verdad.
—¿Verdadero amor? ¿Crees que eso existe, Haly?—preguntó Rigel con ironía.
—Bueno, no conozco a nadie que pueda decir que es feliz y está enamorado, porque hasta los Weasley tienen problemas pero, siguen juntos. Pero si creo que existe, Rigel. Y claro que lo encontrarás. Tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero algún día. —dijo Hanna. —Pero Nott, el no merece lo que estás haciendo. Es normal tener miedo, Rigel. Pero recuerda que tu felicidad también importa. No puedes sacrificar tu propia felicidad por el bienestar de alguien más.
—Es difícil. No quiero herirlo. No quiero perderlo.
—Lo entiendo, Rigel. Pero a veces...—Hanna tomo un gran suspiro. —Enfrentar la verdad y tomar decisiones difíciles es lo que nos permite seguir adelante.
Rigel bajo la mirada, miro la unión y el pequeño jugueteo que Haly tenía con sus manos entre las suyas. Una sonrisa apareció en su rostro.
—¿Que le hiciste a mi Haly?
—Idiota. —ella lo miró, pero fue imposible no plasmar una sonrisa en su rostro.
El ojigris la atrajo hacia el, abrazándola de lado y besando su cabeza.
—Necesitamos a Arianna, ella es la madura del grupo. —se quejo. —Quiero que vuelva.
—Yo también.
[ • • • ]
Rigel corrió tras Theodore hasta su habitación en la sala común de Slytherin, con el corazón latiéndole rápido y la garganta apretada.
—¡Theodore, espera!—gritó, tratando de alcanzarlo antes de que cerrara la puerta.
Theodore se detuvo, se giró hacia Rigel, con la mirada llena de dolor. Trago en seco, se sostuvo de la manija de la puerta para sostenerse.
—¿Qué quieres?
Rigel respiró profundamente, tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que había sucedido.
—Necesito explicarte, Theodore. —fue lo primero salió de la boca de Rigel, cuando llegó a la habitación que ambos compartían. —No es lo que piensas, solo...necesitas escucharme...Theodore, por favor, escúchame. Sé que cometí un error al hablar con Astoria, pero necesitas entender...
—¿Entender que? ¿Que fue entonces?—Theodore frunció el ceño, esperando una explicación. —¿Qué no es lo que pienso, Rigel? Prometiste que no te acercarías a ella, ¿Recuerdas?
Rigel tragó saliva, sintiendo un nudo en la garganta.
—Lo sé, lo siento tanto. Pero Astoria me buscó, me dijo que tenía algo importante que contarme y...si, se que te prometí no hacerlo después de lo que pasó la última vez, pero... ella trató de besarme. Yo no quería, Theodore, te lo juro. Estaba a punto de alejarme cuando tú llegaste. No quería que pensaras que...—Theodore lo miró con incredulidad.
—¿Crees que eso lo justifica? Te lo dije, Rigel, ella está enamorada de ti. Me lo ha dejado claro una y otra vez, y tú... tú seguiste hablando con ella. —Nott lo miró apretando la mandíbula, mirando hacia otro lado. —Ambos sabemos que esta no es la primera vez que lo hace, ni la segunda. —volvió su vista hasta el ojigris.
—Lo siento, Theo, de verdad lo siento. Pero eso no significa que no te quiera. Sabes que las cosas entre nosotros han cambiado, que ya no...ya no somos los mismos como cuando empezamos. Ya no sentimos lo mismo.
—¿Entonces por qué estás aquí, Rigel? ¿Por qué sigues intentando arreglar algo que parece estar roto desde hace tiempo? ¿Por qué no simplemente me dejas en paz?—Rigel lo miró con desesperación.
—Porque todavía te quiero, Theodore. Aunque mis acciones digan lo contrario, te quiero más de lo que puedo expresar. Y haré lo que sea necesario para que me perdones, para que podamos seguir adelante juntos. Por favor, tienes que entenderme. Fue un error, y lo acepto.
—¿Debido a qué? Tu lo prometiste...
—Lo sé, lo siento mucho. Pero necesitaba aclarar las cosas. No quería que nuestras dudas nos separaran.
—Pero lo hiciste, Rigel...
—Theodore, por favor, mírame. Te quiero más que a nada en este mundo. Todo lo que hice, fue por nosotros. Porque nuestra relación es lo más importante para mí.
—¿Entonces por qué, Rigel? ¿Por qué no pudiste resistirte a hablar con ella, a pesar de saber cómo me hacía sentir?
—Porque pensé que podía manejarlo, que podía arreglar las cosas. Pero me equivoqué, y ahora me arrepiento profundamente. Te necesito a mi lado, Theodore.
Theodore miro a Rigel, buscando desesperadamente una señal de sinceridad en sus ojos. Rigel le devolvió la mirada, pero había algo en sus ojos, algo que no supo identificar.
—Astoria es solo una amiga para mi. Y se que ella no te agrada. Pero necesitas confiar en mi. —la mirada de Theodore se endureció. —Ella solo es una persona en mi vida que, no tiene un punto alguno, y ahora lo estoy arruinando más y... se que debo disculparme...
—¿Disculparte?—repitió Theodore con ironía interrumpiendo. —¿Por qué? ¿Por mentirme? ¿Por ilusionarme? ¿Por jugar conmigo? Dime, te escucho. Solo debes decir una palabra y esto acaba Rigel, no es necesario que me sigas mintiendo.
—¿Que?
—Draco me lo dijo. Los escucho hablando a ti y a la niña Potter está mañana. ¿Por qué no me lo dijiste? Sabes que...
—No juego contigo. —Rigel hablo rápidamente, interrumpiendolo, intentando acercarse a el, pero Theodore no lo dejo. —De verdad siento lo que dije, pero solo es...una mentira, ¿De acuerdo? Créeme que, si no sintiera nada por ti no seguiríamos juntos. Malfoy solo miente, ¿No crees que busca crear peleas entre nosotros? Odia a Haly. Y tal vez no me creas, en tu posición yo tampoco lo haría, pero no miento, Haly y yo solo...puedes preguntarle a ella si quieres.
—¿Usas a la niña Potter como una excusa?—Theodore retrocedió, cuando Rigel intento acercarse.
—No es una excusa. Jamás usaría a Hanna o a Arianna como una excusa. —Rigel tragó en seco cuando Theodore apartó la mirada.
—¿Por qué lo haces?—Nott lanzó la pregunta al aire.
—¿Hacer qué?—pregunto de vuelta Rigel.
—Jugar conmigo. —el regreso su mirada hacia el ojigris, que lo miraba con atención. —Tu mismo lo dices, Rigel, no sabes amar, no sabes cómo expresarte, ¿Quién si?—Theodore se encogió de hombros. —Todos podemos elegir lo que queremos y lo que nos conviene. Pero quizás lo que tú buscas en mi es atención y...
—No tengo nada para justificar cada acción que hago, sin embargo estoy aquí pidiéndote perdón por la estupidez que hice de mentirte, jamás debí hacer eso. Y no se porque dices que busco atención, no podría buscar ello, lo único que hago es aprender como saber quererte correctamente.
—Rigel...—Nott negó.
—Escucha Theo, se que me alejo, y de verdad lo siento, no es mi intención hacerte daño, de ninguna forma. —Rigel tomo las manos de Theodore entre las suyas, acortando un poco la distancia entre ellos. —Permíteme saber apreciarte, saber cómo quererte, y esta vez, te prometo no mentirte, no alejarme.
—¿Cómo puedes asegurarme que todo lo que dices es real?—pregunto Theodore inseguro, mientras sus ojos encontraban los de Rigel formando el contacto visual. —¿Cómo me aseguras que con el tiempo esto solo no será algo pasajero?
—Porque te quiero.
—¿Me quieres?—Theodore pregunto sintiendo cada vez más el aire más pesado.
—Te quiero. Y jamás me arrepentiré de decirlo.
—Pero yo te amo.
Lune_black -
pobre Theo😔 lo q le espera...
De tal palo, tal astilla...😭😭
Rigel es un mini Crux😔
Recuerden que esto es una duologia con mis bbs givi_blacky msh_black que nos muestran la vida de Haly y Ari
Byeeeeeeeeeeee