Una enfermiza obsesión +21

By Amyboock

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En este pueblo nada es lo que parece, su llegada trajo un sinfín de problemas, pero no me arrepiento de conoc... More

Sinópsis
capitulo 1
capitulo 2
capitulo 3
capitulo 5
capitulo 6
capitulo 7
capitulo 8
capitulo 9
capitulo 10
capitulo 11
capitulo 12
capitulo 13
capitulo 14
capitulo 15
capitulo 16
capitulo 17
capitulo 18
capitulo 19
capitulo 20
capitulo 21
Capitulo 21 II parte.
capitulo 22
capitulo 23
capitulo 24
capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30

capitulo 4

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By Amyboock

Maratón 2/3

Jade.

Me encantaría decir que estoy caminando como una persona normal, pero no es así demonios.

Estoy corriendo o bueno volando hasta el estudio de baile.

Antes he entrado al baño que sí es de chicas, está vez sin Dioses así de buenos como los Cross acechando mi pobre mente.

Me coloque unos leggings ajustados, deslice por mi cuerpo un top deportivo ceñido que me permita mover los brazos con libertad, tome las zapatillas de danza, tome mi abrigo y una botella de agua, debemos hidratarnos luego de ensayar.

Después de unos cinco minutos y subir dos pisos llegue al estudio con el corazón en la boca, habían varias personas de mi clase, estaban calentando.

El estudio de baile es mi segundo hogar, mi oasis de creatividad, es mi sueño ser una bailarina profesional.

He estado en danza desde que era pequeña, toda danza es arte, bailo todo tiempo de música, pero mi favorito son las coreografias de reggaeton, aunque también practicamos ballet y otros bailes todo depende de nuestra profesora.

Al entrar, mis sentidos se ven inundados por el familiar olor a madera de los pisos, la mezcla de perfumes dulces y el sonido constante de la música fluyendo por el aire.

Las paredes están decoradas con afiches de actuaciones pasadas y el espejo de cuerpo completo refleja a la mayoría que impregnan el ambiente con risas.

Las barras de ballet alineadas a un lado de la sala, desgastadas por el constante agarre de manos diestras, son testigos silenciosos de cada ensayo y rutina.

El salón es amplio y luminoso, con grandes ventanales que dejan pasar la suave luz del atardecer, creando un ambiente cálido y acogedor.

El sonido constante de los pasos, de los susurros y las risas de mis compañeras de baile, llena el estudio.

Cada rincón está cargado de historia y emoción, cada paso que doy evoca los recuerdos de ensayos pasados y el anhelo de futuras presentaciones.

El estudio de baile es el lugar donde mis sueños toman forma, donde mi cuerpo se convierte en el instrumento de expresión y donde mi alma se libera a través del movimiento.

Es un lugar mágico donde la danza cobra vida y cada ensayo se convierte en una experiencia única e inolvidable.

Salgo de mí burbuja mental al ver a Nany Bradley con una expresión de pocos amigos, es una mujer de carácter fuerte, tiene apenas unos 40 años en su tiempo fue la mejor bailarina del instituto ganó premios de diferentes estilos de baile, pero si carrera termino cuando tuvo un accidente grabé estuvo meses en rehabilitación y eso bueno la convirtió en lo que es hoy en día.

Una cascarrabias.

Dejo mis cosas en el suelo junto a las demás, logro escabullirme entre un grupo de chicas, aquí todos nos conocemos pero no es que seamos demasiado sociables.

Siento que Nany me está acribillando con la mirada y eso que no he hecho contacto visual todavía, logro pasar el susto mientras comienzo a calentar.

Estiro cada parte de mi cuerpo con cuidado entrando en calor, una de mis compañeras Sarah llega hasta mí.

- Pero que guapa - me da una sonrisa colocando sus manos en la barra de ballet para estirar su pierna derecha.

Creó que es la única compañera de baile a la cuál puedo llamar Amiga, es muy atenta y una dulce pero dulce chica, llevamos juntas tres años ensayando.

Es muy buena bailarina, incluso hemos hecho coreografias juntas.

- Gracias cariño, también estás hermosa - le devuelvo el piropo batiendo mis pestañas.

- Será mejor que calientes rápido sino quieres que Nany te asesine - bromea.

- Créeme creo que no sabe que he llegado tarde, pero aún así al entrar sentí sus ojos en mi nuca.

No era mentira todos le teníamos un miedo tremendo a esa mujer, jamás falta y sí te equivocas en un paso, las veces que haga falta tenemos que volver a hacer la coreo una y otra y otra vez hasta que nos salga a la perfección.

Este es mi sueño, o mi hobbie, mamá me apoya más de lo debido ha ido a competiciones lejos del pueblo para verme bailar y está muy orgullosa, aunque para nadie es un misterio que querer ser bailarina profesional es como querer ir a la luna.

No es imposible, pero sí complicado y más en el fin del mundo como este, aunque mamá esté reuniendo para mi beca en la universidad soy consciente de que estudiar Bellas Artes es solo una tapadera para mí misma, debo estudiar alguna carrera para poder ayudar en casa.

Me encanta el arte y la danza es una extensión más de el.

- Bien, entonces ensayamos todo desde el principio, el que se equivoqué le parto las piernas - vocifera Nany.

Ven porque les digo que es todo un encanto.

Todos tomamos nuestros lugares mientras la profesor va hasta el estéreo a colocar la música.

Resuena en los altavoces la música de Camila Cabello.

<<Señorita>>

Y así pasamos más de dos horas calentando todo el cuerpo, repasando una y otra vez hasta que a Nany se le cierran los ojos.

Luego de hidratarnos nos permiten irnos, Sarah y yo nos quedamos recogiendo un poco el estudio.

Una vez por semana nos toca en pareja recoger las toallas, desempolvar, limpiar los espejos y demás.

- ¿Ya viste a los chicos nuevos? - me pregunta con una sonrisa coqueta.

No emito sonido, solo asiento seguido de un "ajá" solo para que sepa que la escuché.

- Están como para comérselos - suelta un suspiro coqueto - ¿Me encanta Aiden y a tí, cuál te gusta?

A mí también me gusta Aiden.

«los dos me gustan »- iba a contestarle a la pelirroja pero intente hacer el menor ruido posible.

- Ni que estuvieran tan buenos Sarah - le resto importancia desempolvando uno de los espejos.

- ¿Dónde diablos tienes el gusto Jade?, esos tios estás buenísimos.

Lo sé, lo sé

- Nada del otro mundo, acaso no les viste, ya deben estar debajo de todas las faldas de instituto.

La chica con ojos verdes y saltones me observa desde la esquina del estudio, Sarah es muy guapa, pequeñas pecas manchan su nariz perfilada, cejas definidas y un color naranja mezclado con mechas color fuego, lleva una coleta alta y unos leggins de color negro iguales a los míos.

- Bueno, tienes razón - me dice y la cara se me desconfigura - Me han dicho que le vieron después de clases con Patricia Wood.

Y mi concentración y calma se han ido al traste.

Enserio de todas las tipas que hay en el instituto esa es a la primera que se coge.

- ¿Sí? y que hacían - ni se para que mierdas preguntó cuando no es mi problema o no tiene porqué interesarme pero cada bello de mi cuerpo se eriza de rabia.

- Ya sabes lo que se dice de Patricia, ella es bastante ligera - me dice la pelirroja sin mucha importancia.

Si Letty es agente encubierta del FBI por descubrir cosas, que pensarán de Sarah ella es la crema de la crema, osea Letty es agente pos en otra vida la pelirroja sería la superior de Letty.

Con eso os digo bastante, aquí nadie tiene secretos, todos saben la vida de todos.

- Sí ya - chasqueo la lengua frunciendo el ceño queriendo matar a Aiden Cross cuando le vea.

Veinte horas y contando, solo eso le ha hecho falta al chico nuevo para caer en las garras de Wood.

- Creó que con esto terminamos- me dice admirando su trabajo.

El sonido de un teléfono nos hace girar hasta nuestras mochilas, es el de ella, va hasta el y descuelga la llamada.

- Sí mamá, lo sé - asiente - No aún no he terminado pero ..... - su madre la vuelve a interrumpir - Que ya voy mamá, está bien.

Cuelga y suelta un suspiro de frustración, se coloca una mano en la cadera pensando y observando a su alrededor.

- Hey descuida, ya casi terminó - le aseguró - Puedes irte Bradley no tiene porqué enterarse - le doy un guiño de ojos.

- ¿Segura?, no te da miedo quedarte aquí - pregunta con un brillo en sus ojos.

- Sí venga, no quiero que tu madre te mate aún - bromeo.

- ¿Ya te dije que eres la mejor?

- Mmm déjame pensar - hace un pequeño silencio - Pos no, deberías decirlo más seguido Sarh.

- Venga, cúbreme y mañana te traigo mofins rellenos de chocolate - me soborna aunque no sea necesario, ya que siempre la cubriría.

Ella y Letty son con las únicas que tengo buena relación en el instituto.

- Hecho - le extiendo la mano hacía adelante como si cerramos el mayor pacto de nuestras vidas.

- Te quiero - me abraza, para luego ir a por sus cosas.

Comienza a andar por el pasillo, la escucho tomar las escaleras y se pierde hasta que dejó de escuchar sus pasos.

Afuera ya oscureció apenas son las 6:32 pm, pero mientras más rápido termine más rápido me iré a dormir.

Termino de organizar varias cosas en los estantes del fondo.

Después de unos minutos me doy por satisfecha con todo o mejor dicho ya todo me da igual, siento aún todo el cuerpo tenso.

Veo mi reflejo en el espejo y observó a mi alrededor.

Si ya estamos aquí, que más da.

Me levanto de un puntapié del suelo, conecto mi teléfono a los altavoces al máximo volumen.

A estas horas no queda nadie en el instituto, he hecho esto cientos de veces y al estar en el último piso nadie puede escuchar la música.

Quedan los centinelas rodeando el instituto por seguridad, pero esto es el pan de cada semana así que están acostumbrados a ver a estudiantes a estas horas aún.

Cierro la puerta del estudio, dejo mi cabello suelto colocándome la goma en la muñeca.

Mi cuerpo recibe la descarga que impacta contra mis oídos, la voz de Bishop Briggs resuena llenando cada espacio del estudio con su canción "River"

--Like a river, like a river, sh-
Like a river, like a river, sh-
Like a river, like a river--

Sentí como la melodía de filtraba por todo mi cuerpo, acariciando cada fibra de mi piel.

--How do you fall in love?
Harder than a bullet could hit you
How do we fall apart?
Faster than a hairpin trigger--

Mi cuerpo comenzó a balancearse de una forma suave al ritmo de la canción, lento y sensual, fue como un llamado a mi cuerpo, solo necesite escucharla con intensidad para que mi cuerpo reaccionara y terminara ardiendo en llamas.

--Don't you say, don't you say it
Don't say, don't you say it
One breath, it'll just break it
So shut your mouth and run me like a river--

Mis pies seguían el ritmo de la melodía, marcando cada compás con precisión, me sabía está coreo de memoria, esa canción me encantaba por todo lo alto.

Porque yo era igual era imparable, igual que un río.

--Shut your mouth, baby, stand and deliver
Holy hands, will they make me a sinner?
Like a river, like a river
Shut your mouth and run me like a river
Choke this love 'til the veins start to shiver
One last breath 'til the tears start to wither
Like a river, like a river
Shut your mouth and run me like a river--

Alzo mis brazos al aire, dibujando líneas elegantes y fluidas, tocando varias partes de mi cuerpo de forma sensual.

Agitó mis caderas bajando lento, lanzando mi cuerpo al suelo moviendo mis caderas de arriba a bajo, cuando la canción sigue rompiendo.

Los leggins me ayudan desde el suelo, abro y cierro las piernas gateando en el suelo, observandome en el enorme espejo.

--Don't you say, don't you say it
Don't say, don't you say it
One breath, it'll just break it
So shut your mouth and run me like a river--

Me alzó del suelo creando ondas con la pelvis de forma provocadora, juego con mi cabello dando fieros pasos hacía adelante.

Me incluino colocando un pies adelante, mis caderas se balancean con suavidad.

Mientras el estribillo vuelve a repetirse, siento cada bello de mi cuerpo una corriente exquisita.

Toqueteo mis labios, bajando lento abriendo bien las piernas, y giró cayendo al suelo.

--Shut your mouth, baby, stand and deliver
Holy hands, will they make me a sinner?
Like a river, like a river--

Giro quedando boca a bajo, coloco una mano en puño en la madera resonando con fuerza, mientras me alzo ondeando el cabello de forma provocadora.

--Shut your mouth and run me like a river
Choke this love 'til the veins start to shiver
One last breath 'til the tears start to wither
Like a river, like a river
Shut your mouth and run me like a river--

Muerdo mis labios como si estuviera bailando en un jodido club nocturno, sacudo mis glúteos de forma escandalosa.

Paso una mano por mis labios, luego otra sobre las costillas sintiendo todo.

--Like a river, like a river, sh-
Like a river, like a river, sh-
Like a river, like a river
Shut your mouth and run me like a river--

Siento el final de la canción, está vez desaceleró mis movimientos sincronizados, dando leves palmadas haciendo de coro a la melodía.

--Hey! Oh, oh-oh-oh, oh!
Hey! Oh, oh-oh-oh, oh! (like a river)
Hey! Oh, oh-oh-oh, oh, oh!
Oh, oh, oh, oh, oh! (like a river)
Like a river--

Acompaño las palmadas, con dando leves golpes contra la madera de mis pies, mi pecho sube y baja.

Giró levemente hasta quedar de espaldas contra el espejo empañado con mi propia respiración.

Me doy una mirada desde atrás girando la mitad del cuerpo.

--Shut your mouth, baby, stand and deliver (like a river, like a river)
Holy hands, will they make me a sinner? (like a river, like a river)--

Las últimas notas resuenan moviendo todo de mí, hasta que caigo en el suelo abierta cerrando la coreografía.

Paso saliva sintiendo mi boca seca por completo, doy grandes bocanadas de aire, tratando de ralentizar mi corazón.

Estoy ardiendo lo sé ya que el estudio es amplio pero cerre la puerta y al bailar algunas partes de los espejos están empapadas de transpiración sudando.

Doy gracias mentalmente por haberme quitado el abrigo y quedar en top, al menos aquí dentro hace un calor de la hostia.

Me estoy derritiendo, siento que estoy en el jodido infierno.

- !Hostia¡- exclama una voz demasiado ronca y fuerte desde la puerta.

- ¡Me cago en la puta! - siento otra voz.

Y maldigo internamente al reconocer al instante quiénes están a mis espaldas.

Su presencia es tan fuerte que siento sus ojos atravesar mi cuerpo.

Giró con la respiración hecha un lío y mi mente explota cuando les veo.

Aiden y Adrián.

El pelinegro esta recostado al marco de la puerta con una expresión entre ¿Sorprendido? ¿Exitado? o hostias está jodidamente sexy.

Observó a Adrián quién está un poco más cerca de mí, tiene una expresión neutra pero puedo ver como una de sus cejas se arquea, curva sus labios en una fina linea marcando uno de sus hoyuelos.

Me van a perturbar cuando me sigan viendo de esa manera.

No me jodas, que han estado aquí todo el tiempo.

Quiero que la tierra me trague.

Porque en vez de estar terriblemente avergonzada o irritada por sentirme atraída a ellos.

Lo que estoy más caliente que un horno.

Dios Santo.

Y si antes creía estar en el infierno.

En estos momentos estoy ardiendo en su infierno.

El infierno de los Cross.

¥

Aiden Cross.

Parezco un jodido enfermo, quiero enterarme en ella con fuerza hasta que me diga que le duele tanto pero tanto que me suplique seguir.

En la mañana he hecho de toda mi autocontrol por no comerle la boca con solo verla.

Los labios voluptuosos, las mejillas sonrojadas y sus ojos.

Ay Dios, ese azul será mi perdición.

Creí que mudarme a Break Town sería un terrible error, un pueblo olvidado en medio de la nada, cientos y cientos kilómetros a la redonda de puro bosque.

Lo cuál es perfecto.

En la mañana.

- Quiero que me digas que aquí todo será diferente - le digo a mi hermano menor quién solo tiene la mirada fija en la carretera.

Íbamos tarde y era el primer día desde que habíamos llegado, Adrián era tan obsesivo con el control que temía por mi vida cuando emitió un gruñido profundo, le dí una mirada rápida y ví como sus ojos brillaban cambiando.

Genial, nada más productivo que unas garras a esta hora de la mañana.

- Oye, no te enojes - le doy unas palmaditas, creo que hoy se ha levantado con el pies izquierdo, y no le culpo las camas de esa mansión son terriblemente incómodas.

Estaría mejor durmiendo en el suelo de mi habitación antes que seguir durmiendo en aquella superficie.

- Tú solo conduce, que apenas son las 7:00 y ya me tienes harto - desapareció su expresión y volvió al vacío como siempre.

- Adrián - le llamo intentando captar su atención, se como es y como termino todo la última vez.

Cuando se cierra y enfrasca termina convirtiéndose en una bola de pelos rabiosa, y no estoy para problemas o andar de canguro.

- ¿Qué coño quieres?, me estás rayando, así que déjate de dar la lata.

- ¿Esta vez será diferente?- le pregunto bajando la voz.

- ¿Te refieres a sí explotare y tendrás que limpiar mi desastre?- su tono burlón ha aparecido de la nada - Pues no lo sé joder, pero créeme que te mataré cuando sigas haciéndote el hermano mayor.

- Soy el mayor gilipollas, así que vete haciendo a la idea - mi voz se alza por momentos.

- Sí claro, yo soy el desastre y tú don perfecto - quisiera enterrarle las garras en el cráneo y acabar con él a ver si me deja vivir y ser un buen hermano.

- Quieres callarte, ¿qué coño te sucede?- le pregunto.

- No lo sé joder, es este lugar - chilla con frustración - Siento algo, estoy vibrando Aiden, siento como si me presionarán el pecho con fuerza.

Sé de lo que habla, yo también lo he sentido, tres días es lo que llevamos aquí y he tenido suerte de no querer matar a alguien, ya que cada fibra de mi cuerpo se inquieta, es como tener la sangre corriendo a mil por hora.

El olor no ayuda, siento una fragancia una que me vuelve loco, anoche me he despertado a mitad del bosque sin ropa, algo extremadamente extraño, ya que nunca antes me había pasado.

Cuando volví no deje de sudar frío, sintiéndome extraño, cuando desperté en la mañana estaba tan empalmado que creí romper la tela de los bóxer.

¿Explicación?

No había.....

No hasta que escuché la voz de una chica, una voz mandona inundó mis oídos la captaron y consumieron.

Porque carajos suena tan bien.

Me asomé por la ventana de mi habitación, pero no logré ver quién era la chica, había un chico en medio estaban hablando, no ví su expresión pero si la del chico él estaba riéndose de ella.

Solo pude observar su cabello negro y largo como la noche, no logré ver más ya que dos golpes resonaron en mi puerta.

Me intrigo saber quién era, ¿por qué no era posible que con solo escucharla ya tuviera una erección monumental?

Sigo con la mente perdido en mis propios pensamientos, hasta que siento como las venas de mis brazos se hinchan de momento, observó mi reflejo en el retrovisor y mis ojos brillan, algo se instala en mi estómago y era tal y como me había dicho Adrián.

Estoy vibrando

Le observó por un momento con confusión, mi hermano me mira asustado al ver su propio cuerpo, le está sucediendo lo mismo que a mí, pero él está más que sofocado, su pecho sube y baja a gran velocidad.

Y entonces siento ese olor.

Mi instinto se enciende y siento como me arde el pecho, una punzada de dolor me recorre la cabeza y entonces veo un auto enfrente nuestro.

Fue como una luz cegadora por cuestión de segundos, seguido de un pitido ruidoso.

Cómo puedo presionó el freno con fuerza, girando el volante, siento el impacto fue algo mínimo pero si choque a alguien.

Fue tan brusco el rechinar de las gomas en el asfalto que termine del otro lado, quién quiera que conduce acaba de hacer la misma maniobra sin recibir tanto impacto.

Aún siento el malestar en mi cabeza, es fuerte no sé que carajos es.

- Maldita sea, Aiden haz que pare - mi hermano se retuerce a mi lado, con ambas manos en los oídos.

El pitido se extiende con fuerza, es intenso y me rompe todo por dentro.

Carajo.

- ¿Qué cojones? - aferró mis manos al volante con fuerza, siento como mis garras intentan salir.

Gruñidos salen de Adrián, estamos perdiendo el control y no creó que sea un buen momento para esto.

Llevo una de mis manos a mi cabeza, suelto maldiciones hasta que de un momento a otro para.

Adrián se queda quieto observa y veo como cambia enfrente de mí, su mirada se pierde por segundos, hasta que mis garras se clavan  en su pierna y le hacen volver.

-! Mierda¡ - gruñe bajando su vista hasta mí mano.

- Tenía que hacerte volver - le explicó antes de que me lance del auto.

Respiro profundo intentando calmar el desbocar de mi corazón, estoy a tope ¿Cómo es posible perder el control de esta manera?

Mi vista se fija al frente y entonces la veo a ella.

Una chica de cabello negro revuelto sale del auto hecha una furia.

No sé lo que hago, solo sé que siento de nuevo esa extraña vibración dónde sólo sé que debo llegar a ella.

Cuando quiero darme cuenta, me encuentro a sus espaldas, mi sombra se cierne sobre ella, es tan pequeña, es como una muñeca.

Esta hecha una ardilla rabiosa soltando todo tipo de insultos los cuales estoy adorando cada uno de ellos.

Su voz joder.

- Es increíble que sepas tantos sinónimos de una misma palabra - hablo con voz grabe captando su atención.

Se gira con lentitud y todo mi cuerpo se tenza al repararla.

Sus ojos Joder

Un azul eléctrico me recorre por completo dándome una fuerte punzada en la polla, mis ojos impactan con los suyos y lo siento todo.

Cada parte de mi cuerpo se estremece bajo su mirada, todo deja de existir cuando entrelazados nuestras miradas.

Ella....

Joder, es una puta fantasía.

Tengo que hacer de todo mi autocontrol para no ceder a mi lado animal, ese que en este momento solo quiere admirarla toda mi jodida vida.

Tiene unas curvas que encajarían perfectas con mis manos, el cabello largo cae sobre sus hombros, las mejillas sonrojadas por el frío, labios carnosos y voluptuosos.

Es pequeña pero tan perfecta, jamás he visto a alguien tan jodidamente sexy.

Me quedo sin habla pasando saliva, una sola mirada y estoy seguro que acabo de romper el récord del mayor empalme de la historia americana.

- Joder - exclama en un suspiro, y eso diría yo.

Veo como se sonroja bajo mi mirada, le doy un vistazo completo de arriba a bajo y creo que estaré a punto de explotar el pantalón.

Le observó y de momento la veo desconcertada y mi jodido instinto de cagar las cosas antes de empezar.

O tan solo quiero escuchar su voz.

- ¿Te quedaste muda o es que no sabes conducir? - le pregunto cambiando mi cara de bobo por una un poco más sería.

¿Quién es esta chica?

Se queda callada por un instante dándome una mala mirada.

- Si sé conducir imbécil, tú eres el que no mira por dónde va - se cruza de brazos alejándose de mí.

Esto es raro de cojones.

Acaba de llamarme «Imbecil» y la polla se me quiere reventar.

- ¿Yo? - me señaló con uno de mis dedos - Creó que te acabas de equivocar preciosa, ni siquiera observaste antes de cruzar la avenida.

Sus ojos azules son como dagas en mi pecho, y estoy jodido lo sé, acabo de llamarla preciosa y eso no es justo.

Ella no es preciosa.... Ella es todo lo divino del puto mundo.

Sonrió para mis adentros cuando la veo enfurruñarse de mala manera queriendo matarme.

- No vuelvas a decirme preciosa imbécil - me retuerce los ojos.

Cuando me siga diciendo imbécil me la terminare follando en media avenida.

El efecto que quería saber sobre ella a funcionado, está más cabreada que una ardilla rabiosa, así que solo me queda presionar más, quiero descubrir quién es, ¿por qué su olor me está embriagando cada sentido?.

¿Por qué, es la misma fragancia que he olfateado en el bosque, mientras dormía?

¿Por qué siento que todo el mundo se detiene cuando ella está?

- Este es el lío, sería alguien muy feliz si quitarás tu auto del medio - me llevo las manos dentro del bolsillo, intentando ocultar la polla.

Desde aquí siento los engranajes de su cerebro funcionar a toda prisa, no le conozco pero sé con claridad que me va a mandar a tomar por el culo.

Y eso me encanta.

- Quieto ahí imbécil, acabas de chocar mi auto, lo rayas y ahora me das órdenes - enumera con sus pequeños dedos - ¿Quién te creés que eres?

¿Cómo se sentirán sus pequeños dedos tocando mi miembro?

- Alguien que sí, sabe conducir - se enoja más y esto me está excitando demasiado, es muy fácil de enojar.

Escuchó el sonido de la puerta de mi auto cerrarse con fuerza y .... Hasta aquí la diversión.

Don perturbado entra en escena

- Cuando llegue tarde por tú culpa, te juró que acabo contigo - se acerca hasta mí intentando intimidar y aunque soy unos centímetros más alto que él.

Siento el peso de su amenaza, aunque paso de él cuando veo a la chica mirarnos alternativamente, como si acabará de ver a Katty Perry teniendo un hijo con Billie Eilish.

Así de raro nos veíamos.

- Quieres dejar las amenazas, mira como tiemblo de miedo - le digo con sarcasmo, sé que también ha sentido lo mismo que yo, por ello se ha bajado.

También tiene curiosidad, pero alguien inestable como él debe mantener distancia.

Adrián me da una mala mirada, y ahí está ese brillo intenso en lo profundo de sus orbes.

- Mientras más rápido me deshaga de está, estare a tu disposición hermanito - intento cambiar de tema y molestarla al mismo tiempo.

Sé el impacto que tenemos ambos, varias chicas se nos han insinuado con solo llevar 72 horas aquí.

- Hey idiotas - mi hermano y yo dejamos de interrogarnos con la mirada y le prestamos atención - Casi me matas y piensas que te irás de rositas, ni una mierda casi muero.

Estoy a punto de soltar una carcajada ya que está bien mona, con ambas manos puestas en sus caderas y esa expresión mandona.

Me encanta.

Y a mi polla también.

- No morirías sí aprendieras a ver a ambos lados - esta vez es Adrián quién habla con una sonrisa petulante.

Veo como la observa, clava sus ojos en ella con intensidad, desde aquí parece que le estuviera analizando el alma o las vidas pasadas de la chica.

- Es una novata, apenas sabe conducir - le apoyo siguiéndole el juego.

- Sino recuerdo mal, aquí los nuevos son ustedes - nos dice de mala gana.

Y bingo!

- Qué inteligente, ¿ósea que nos haz estado observando demás? - pregunta mi hermanito con una sonrisa burlona.

Debería tomarle una foto, estoy seguro que vuelve a tener mal humor cuando la chica se aleje.

- En tus sueños idiota - le saca el dedo del medio, apartando la vista de él.

Ahora sí preciosa.

- Ufff esa boquita - le dice con burla - Acabo de perderme después de idiota.

Creó que esto ya es de familia, ¿no sé si es lo sexy, lo gilipolla o lo rarito ?

Pero le conozco y sé que en este momento tiene tantas ganas como yo de quitarle ese dichoso abrigo que no le hace justicia a las curvas que se carga.

Rueda los ojos, fijando su vista en mí.

- ¿Esperas una invitación ?, porque te estás tardando en irte - le digo.

- Ustedes son unos animales, unos muy molestos.

Juró que será mi perdición.

Animales ( sí se puede decir qué si)

Me atrapaste preciosa.

- Cierto, no lo niego, ¿Algo más?

Veo como le molesta mi indiferencia.

- Si - chilla - Mi auto - señala la parte rayada de la puerta, mis ojos la recorren por fracción de segundos.

Me lleve toda la pintura de la carrocería, genial con el genio de está tal vez me ampute los cojones.

- Aprende a conducir - me encojo de hombros.

- Debería - Adrián me apoya con burla, cosas de hermanos, al menos en momentos de ligue.

- Aprende a ser menos idiota - le dice de mala gana al rubio.

- Ahora me estás ofendiendo - se iergue junto a mí haciéndola alzar más el cuello.

- Lo siento nena, dañe tus sentimientos - bate sus pestañas con inocencia - A tí, te faltó cromosoma Xy a decir verdad - está vez me habla a mí.

Suelto un sonido burlón.

Me acercó hasta ella en cuestión de segundos, me pegó a ella hasta rozar nuestras respiraciones, bajo hasta su oído inclinando la cabeza.

- Lo que no tengo yo, lo tiene mi hermano - susurró contra ella de manera divertida y vuelvo a alejarme.

Embrigandome de toda ella.

Me gusta como funciona, la mayoría no entiende el doble sentido de cada una de mis palabras, pero ella las ha captado mucho antes de que logrará formular la respuesta.

- Pervertido - grita maldiciendo.

- ¿Qué pensaste?, me refería a que mi hermano es mejor chico que yo, ¿Por qué tan Pervertida preciosa?

Acaba de entrar en mi juego favorito, lástima para ella, yo nunca caigo.

- Vete a la mierda.

- Encantado, después de que aprendas a conducir - le doy un guiño de ojos.

- Capullo!

- Pervertida!

- Imbécil!

Está quiere que me la folle

- Tonta!

- Animal!

Pero este animal te está poniendo roja.

- Niñata!

Su amiga la rubia, comienza a hablar algo sobre llegar tarde, pero la chica enfrente de mí esta empeñada en insultarme hasta su muerte así que la ignora más de una vez.

Es increíble ver como una chica de un metro y algo está enfrente de mí con mala cara y ganas de asesinarme, cualquier chica se sentiría amenazada por tener a un tio de más de 1.90 pero ella no.

Su amiga volvió a hablar está vez fuerte.

-¿Qué? - gritamos los dos y giramos a verla.

Su amiga le avisa la hora y su cerebro entra en modo automático.

Me doy un grito interno, sí que llegaré tarde el primer día.

- Al menos me debes una disculpa - dice seria.

- Uy qué carácter - se burla Adrián ganándose una mala mirada.

- ¿Siempre están así de conectados?

Si ella supiera.

- ¿Conectados? - dije con desconcierto.

- ¿Conectados? - dijo mi hermano flipando igual que yo.

- Sí, esa conexión de ser idiotas los dos- rueda los ojos.

Su amiga vuelve a pedirle que se vayan, al parecer tienen algo importante.

- Vete preciosa, así me dejas el camino libre - observó a su amiga por encima de su hombro.

- Me voy porque me da la gana, tú no me mandas - me saca el dedo del medio y se va hasta su auto.

- Ya quisieras que te mandará preciosa.

- Te voy a matar cuando me vuelvas a decir preciosa - amenaza.

La veo subir a su auto, encender el motor y soltar todo el aire de sus pulmones.

Algo llama mi atención en el auto, unas bragas con encaje están colgadas sobre el retrovisor, una sonrisa torcida surge en mis labios.

Y es tan fácil molestarla, mejor comprobemos la teoría.

- Por cierto - hago una pausa observando a Adrián - Bonitas bragas preciosa.

No sabe de lo que hablo, mira con desconcierto a su amiga quién contiene la risa y observa el retrovisor.

Más roja que un tómate gira el volante y acelera intentando matarnos.

Adrián estalla en carcajadas por primera vez en meses.

Y yo me fijo en su auto, ¿En dónde le he visto?

Comienzo a hacer memoria.

Es el auto que había está mañana en la casa de enfrente de la mansión.

¿Cómo se llamaba la chica?

Había oído su nombre unas cuantas veces en el día de ayer.

Y entonces la recuerdo, era la misma chica de esta mañana.

Su voz me lo había recordado, pero su cabello todo encajaba era ella.

Su nombre es Jade.

Cristo! , cuando creo que no puede exigir un ser tan perfecto.

Llega ella como un tornado, es una jodida tormenta, lástima que ame vivir entre ellas.

Después de todo esto es el infierno.

Pues juguemos como tal Jade.




¥

Holisss chicas 😏. Yo si quiero arder en el infierno Cross.

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