Narrador omnisciente
Eran aproximadamente las diez de la mañana y el Beta Seonghwa se encontraba realizando su trabajo como guardaespaldas de Kim TaeHyung, quién sería la actual pareja de su jefe.
Ya habían recorrido tres tiendas del centro comercial y el rubio no encontraba una prenda de su gusto.
TaeHyung tenía una importante cena en la noche, pues conocería al fin a sus suegros. El Omega quería darles la mejor impresión, sabía que eran dos Alfas muy importantes que seguramente esperaban al Omega perfecto para su hijo.
A la historia de JungKook ya la conocía de memoria y hasta llegó a comprender en cierto punto su fetiche. Que también era un fetiche de él mismo porqué realmente adoraba que el Alfa se prenda de sus senos.
Lo complicado vendría cuando su pequeño nazca, pero tal vez Jeon Jungkook podía compartir.
¿Cierto?
-Me gusta esta de aquí- Informó Tae levantando una percha que sostenía una camisa manga larga, color blanco y estampado de flores. El cuello era de un color verde esmeralda al igual que los extremos de la manga -¿Qué te parece?- Le preguntó al Beta, quería la opinión de alguien con buen gusto y el mayor era uno de ellos.
Habían formando una agradable relación, pero Kim lo notó algo extraño los últimos días.
Seon tragó duro y asintió- Creo que le quedará estupendo. Pero los Alfas lo adorarán por su forma de ser, no por la ropa que lleve puesto. Estoy seguro de eso - Terminó hablando algo rápido y titubeante. Estaba nervioso, muy nervioso.
Sus manos sudaban y su cuerpo temblaba ligero. Como cuando estás por rendir un importante examen y simplemente no puedes controlarte.
Pero lo que iba a suceder era algo más...peligroso que un examen en sí.
Unos días atrás recibió en su teléfono una llamada anónima. Decidió ignorarlo a la primera pero el emisor insistía. Cuando al fin respondió, tuvo la mejor de las propuestas.
No tenía mucha idea de la vida de TaeHyung antes de llegar a Seúl, pero quién se comunicó con él, se presentó informándole que era el hijo del dueño de un prostíbulo que ahora se encontraba completamente destruído y que necesitaba al Omega rubio, ya que éste había sido un trabajador de allí. Le prometió bastante dinero a cambio de Kim.
Enseguida cortó la llamada, él no podía hacer eso.
¿Entregar a TaeHyung a un completo desconocido?
Kim era un amor de persona, por más que el misterio hombre que lo llamó juraba que no lo dañaría, no se confiaba.
Y lo bien que hacía, ya que el desconocido sólo se quería vengar de Choi Seung, quién asesinó a su padre, a los empleados de su padre y destruyó el prostíbulo que era el sustento de su familia.
Pero éste no se daría por vencido. Le había costado encontrar a TaeHyung y no daría marcha atrás. La única forma que podía llegar a él era con ayuda de su propio guardaespaldas así que dobló el precio.
En la próxima llamada, Seonghwa contestó. El chico le comentó la cantidad de dinero que le pagaría y lo pensó por varios minutos. Al final, terminó aceptando el trato.
Necesitaba el dinero, pues su padre estaba enfermo y los medicamentos no eran para nada baratos. Sólo le quedaba seguir con el plan. Nadie sospechará de él, porqué estaría todo armado para parecer como un secuestro, que lo será de todas formas.
Se salvaría de que Jeon lo asesine. Porqué sin dudas lo matará si se entera que entregó a Taehyung.
El Omega es lo más importante para él.
-Tienes razón- Habló el menor arrugando su nariz. Sabía que los padres de Jungkook no lo juzgarían por su vestimenta, no eran ese tipo de personas - Pero lo mismo quiero estar presentable. Además será en un restaurante de esos caros y quiero que Koo se sorprenda cuando me vea- Sonrió como un enamorado al nombrar a su Alfa.
JungKook estaría trabajando casi todo el día, se encontrarían directamente en el restaurante en el horario acordado. Allí su Alfa lo esperaría con sus padres.
El Omega quería verse bonito para Jeon y entonces elegiría la mejor de las prendas.
Tae siguió con la búsqueda de un estupendo atuendo para lucir en la noche. Terminó comprando unos zapatos negros de charol y un pantalón de vestir amplio de un color verde oscuro así combinaba con la camisa que finalmente eligió.
Taehyung y su guardaespaldas comieron juntos, pero en silencio, en un local de comida rápida y luego volvieron a la mansión.
Tae se dió un relajante baño en el jacuzzi y mientras habló por teléfono con su pareja.
-Estoy muy ansioso Alfa, ya quiero conocer a tus padres- Habló el menor mientras con su mano libre acariciaba su bonito vientre hinchado.
JungKook, del otro lado de la línea le dijo que estuvo aguantando a su padre JiMin con el mismo nivel de ansiedad, no se olvidó de decirle que lo iban a adorar y que debía estar tranquilo, más que todo por el cachorro.
Luego hablaron de algunas cosas del trabajo del mayor, quién también quiso sacarle información de como vestiría el Omega en la noche, pero Tae le dijo que sería una sorpresa y no debía insistir.
Minutos más tarde se despidieron por que Koo debía seguir con el trabajo y Kim terminar su baño para dormir una siesta y luego prepararse para la noche.
[....]
Faltaban unos treinta minutos para la hora del encuentro. TaeHyung ya estaba listo hace un rato. Se encontraba sentado en uno de los sillones de la sala, esperando que el chófer de confianza que envió su Alfa llegara.
El Beta estaba parado detrás de él, con su típico traje color negro. Mordía sus uñas y estaba comenzando a arrepentirse.
Pero no podía dar marcha atrás, ya habían repasado el plan con el desconocido e iba a concretarse en pocos minutos.
Según lo acordado, una camioneta estaría esperando cerca de la mansión Jeon, para cuando llegue el chófer que buscaría al Omega. Sería el momento en que los hombres del desconocido atacarían y se llevarían a Kim, no sin antes darle un disparo al Beta, precisamente en el hombro porqué la idea no era matarlo.
No a él.
Además el disparo era para que no sospechen de SeongHwa. Todo saldría bien.
El Omega sentía, a través del lazo, los nervios de su pareja. Trató de enviarle algo de calma, pues pronto estarían juntos, pero Kim estaba peor que el pelinegro. Pues iban a dar otro gran paso juntos.
El timbre de la mansión sonó, Tae saltó en su lugar y salió de la sala con una sonrisa. Ya quería besar al Alfa una y otra vez y luego abrazar a sus suegros en agradecimiento por haber criado a tan perfecto hombre.
Salió ahora hacía el jardín donde el coche esperaba y ambos subieron en los asientos traseros.
El mayor tenía un nudo en la garganta, ni si quiera había hecho algo y ya estaba arrepentido por completo. Pero no debía ser un cobarde, su padre lo necesita.
El auto arrancó y salió de la mansión camino al restaurante.
-¿Estás bien?- Le preguntó Tae tomándole amigablemente la mano- Estás temblando y sudado ¿Tienes fiebre?-
El Beta lo miró a los ojos y no pudo evitar soltar unas lágrimas. No podía dañarlo, ni por todo el dinero del mundo.
"Lo siento" le susurró bajito y ahora se dirigió al chófer mientras tomaba su arma.
-Llame urgente a la polic- Y su oración quedó a la mitad cuando una camioneta negra los chocó de atrás.
Tae, al olvidarse de colocar el cinturón de seguridad, golpeó contra el asiento de adelante, pero por suerte no llegó a quedar inconsciente.
El arma de SeongHwa voló hacía algún lado que no pudo ver a simple vista y su cabeza golpeó contra la ventana.
-¡Corre!- Le ordenó, con dolor por el golpe, al menor cuando vió que unas personas se acercaban del lado del joven a quién debía cuidar.
Tae no entendía que pasaba, estaba confundido y no pudo acatar la orden cuando la puerta de su lado se abrió y alguien tiró de él hacía afuera.
-¡No, suélteme!- Ordenó Kim tratando de safarse del agarre pero fue imposible, el contrario tenía más fuerza. Gritó, pero después se alegró al ver que el chófer salió del auto, herido en la cabeza por el choque, pero corrió hacía él para rescatarlo.
Quedó en shock cuando el estruendo de unos disparos se escucharon, el chófer cayó muerto al suelo con su pecho perforado por las balas.
Seonghwa salió con su pistola recuperada y apuntó a la persona que estaba al lado de Tae y quién justamente lo sujetaba.
-Sueltalo - Ordenó el Beta y estaba a punto de decirle que no había trato, que él no estaba actuando, pero recibió un disparo justo en el lugar acordado.
Cayó al suelo por la fuerza y le dolió como la mierda. TaeHyung gritó y pidió ayuda pero nadie lo escuchó. No había casi personas alrededor, suponía que era por el horario.
Lo subieron a la parte trasera de la camioneta, sin mucho esfuerzo, y cerraron la puerta.
-No me toquen, hijos de puta- Gritó con la mandíbula tensa. Le transmitió por el lazo lo que sucedía a Jeon y sintió a su Alfa enfurecido. Suponía que Jungkook sintió todo desde el principio -Mi pareja los asesi-
Sus palabras quedaron a la mitad porqué golpearon fuerte en su rostro, haciendo que su nariz sangre. La camioneta se alejó de inmediato del lugar, esquivando todo a su paso.
Tae sollozó por el dolor. Obviamente fue ignorado. Uno de ellos le colocó una cinta en la boca y una bolsa de tela en la cabeza.
-Tu Alfa va a arrepentirse de haber asesinado a mí padre- Escuchó una desconocida voz - Gracias a tí, tendré a Choi Seung comiendo de mí mano...-
😭
¿Quién creen que llegue primero a Tae?
¿Seung o JungKook?
Sé que muchos dejaron de leer la historia porque sólo les gustaba el tema de la lactofilia, lamento que no les gustara el resto de la trama pero por lo general mis historias suelen ir más allá de un simple tema, no son exclusivas y nada pasa porqué sí.
Este es un ONESHOT inspirado en una de las vidas pasadas de Jungkook y Taehyung de esta historia. Está completo y pueden encontrarlo en mí perfil.