Se acercaba el mundial de 2026.
Guillermo estaba agradecido de poder jugar su último mundial en casa, una muy buena forma de despedir su carrera como arquero, que le había traído muchísimas sonrisas y lágrimas.
Lo había hecho conocer a muchas personas que llevaría siempre en el corazón, amigos que se habían vuelto sus hermanos, había viajado por todo el globo conociendo tierras lejanas, le dio oportunidades únicas y conoció a sus ídolos.
Se enamoro en muchas ocasiones, pero solo una persona aún guardaba un lugar en su corazón.
Lionel Messi.
Le causaba un sentimiento agridulce recordar sus épocas de noviazgo.
Porque era el amor de su vida, pero su historia no fue fácil.
Les platicaré un poco de su historia para que entiendan.
(...)
Los futbolistas se habían conocido de casualidad en una promocion del Mundial 2014.
Los altos mandos de la FIFA solo querían jugadores Latinos para hacer los promocionales de este mundial así que a ellos y varios más les mandaron a hablar.
Al principio todo fue muy cordial entre ellos, se saludaban y compartían algunas palabras cuando podían.
No podían negar que había algo que les incitaba a conocerse más a fondo, como si de un imán y el metal se tratara, siempre se atraían.
Lionel era el imán porque con sus coqueteos sutiles y toques despreocupados hacia que el rizado temblará.
Guillermo era el metal atraído por Lionel, desde el segundo uno sintió ese pinchazo de emoción al estar cerca de el.
Cuando un imán se junta con el metal se mantienen unidos, pero eventualmente algo los separa, es difícil y se necesita aplicar algo de fuerza, pero sucede.
Las citas se hicieron parte de sus rutinas, se escapaban en el mundial para verse y el amor creció entre ellos, los dos se enamoraron rápidamente.
Las cosas se dieron rápido, como si no necesitaran tiempo, como si supieran que no durarían mucho y tendrían que aprovechar lo que tenían.
Desde ese momento iniciaron una relación preciosa, en donde los dos ponían de su parte para que todo saliera bien, a veces sus agendas eran apretadas pero lograban encontrar la forma de verse.
El imán siempre esperaba a que su metal llegará a el.
El metal a veces se cansaba de tener que hacer todo el trabajo.
(...)
Los años pasaron entre altas y bajas en la relación, pero como el imán y el metal permanecían unidos pese a todo porque a veces eran más cosas buenas que malas las que pasaban.
Su relación sonaba como un:
Creo que se nos fue de las manos
Te odio, te amo, rompemos, follamos
Me quedo, nos vamos, peleamos, peleamos
Volvemos, cenamos, peleamos, peleamos.
No se hacían bien, pero tampoco se hacían mal.
No aguanto más un segundo sin verte
Responde ya, que esto es de vida o muerte
Ya me conoces, nunca fui tan fuerte.
Como era costumbre Guillermo buscaba de todas las maneras posibles comunicarse con su novio y este no le contestaba.
Era una rutina en donde Lionel estaba muy ocupado como para hacer tiempo para el rizado, este lo buscaba a toda costa y el Argentino le hacía caso cuando quería.
Una rutina que a los dos les estaba haciendo daño, pero que al rizado lo lastimaba más, pues le costaba noches en vela, inseguridades, malos tratos, burlas del medio y un sin fin de cosas que hacian que su autoestima lo pagará caro, eso sumado a sus problemas propios de trabajo y que fuera el arquero más odiado en México, bueno, Memo no estaba bien.
Y la única persona que quería que lo consolara en sus malos momentos lo ignoraba.
Ya iban tres días en que no sabía nada del Argentino, si no fuera por los medios y su cuenta de instagram creeria que estaba muerto, pues no daba señales de vida.
Pasaron dos semanas sin recibir noticias del astro Argentino, el arquero Mexicano estaba muy triste.
Hasta un domingo que Lionel llegó a su departamento en Ciudad de México de sorpresa, con un ramo de flores.
Siempre hacia eso cuando se desaparecía por tanto tiempo.
Cuando Guillermo lo vio quiso aventarle el ramo por la cabeza.
—No aguantaba más un segundo sin verte Guille— Fue lo primero que dijo el argentino.
—Pues no parecía, nada te cuesta contestar una llamada o escribir un mensaje— Respondió el rizado cruzado de brazos.
—Ya vas a empezar con esas boludeces Guillermo, vine a verte, yo sé que vos no sos tan fuerte como para estar enojado conmigo— Dijo Lionel dejando las cosas para ir al lado de su novio.
—Ya me conoces, nunca fui tan fuerte— Respondio Guillermo.
Después de ese pequeño desacuerdo pasaron una tarde agradable.
Porque se amaban y lo demostraban, pero a Lionel a veces se le olvidaba que estaba en una relación y que en estas debes tener responsabilidad afectiva con tu pareja.
Entendemos que Messi es un futbolista de talla internacional y que todo su día está ocupado, pero siempre hay un espacio, aunque sea chiquito para contestar un mensaje.
Esto era un poco de su rutina normal como pareja, claramente nada sana.
Uno da mucho y el otro muy poco.
Guillermo empezó a reclamar más por las ausencias de su pareja, las peleas se hicieron más constantes.
Guillermo no quería pelear, solo quería hacerle ver a su amado que las relaciones necesitan poner de la parte de los dos, pero Lionel se lo tomaba a mal, a reclamo, incluso en alguna ocasión soltó un; "Tenés envidia porque yo sí tengo que mantener un trabajo serio, vos no tenes que esforzarte en la liga Mexicana".
Ciertamente fue algo que molesto a Guillermo, el argentino desmeritaba su trabajo.
La prensa lo decía, la televisión, los jugadores, los hinchas, vaya que hasta una gran parte de su familia.
Pero escuchar eso de la boca de quién amas, eso sí duele.
Ese día Guillermo se encerró en su habitación a llorar hasta quedarse dormido.
Lionel ciertamente supo que la había cagado, pero le daba pena encarar al Mexicano, así que solo se fue.
Tú dejaste nuestro amor en el olvido
Esta relación en puntos suspensivos
Dime si valió la pena, dime si valió la pena.
Finalmente días después Lionel llamo al rizado y termino con el en una llamada telefónica, que no le dio tiempo de siquiera decir algo.
Para Guillermo fue un golpe bajo, le dolió no saber la razón en concreto del porque el argentino no ponía de su parte para que las cosas fueran bien.
¿Había valido la pena todo lo que hizo por el?
Se sintió mal, pero no se dejó caer, tenia una vida por delante y si Lionel podía ser feliz el también.
Su mayor apoyo fueron sus amigos Andrés y Rafa, ellos nunca lo dejaron solo, siempre lo acompañaron en todo el proceso de duelo y aunque la herida ya no sangraba, aún no estaba cicatrizada, tal vez siempre quedaría abierta por dentro.
Pasarán más de mil años y yo no te olvido
No me lo pidas, no seré tu amigo
Estar contigo es mi destino.
Así los años pasaron, en su momento fue un gran escándalo la separación de esos dos futbolistas tan aclamados.
La prensa creo miles de rumores al rededor de esto, pero ninguno de los dos futbolistas salió a decir nada.
Quedó como una historia en puntos suspensivos...
Nadie sabía si era el final o continuaria.
(...)
Llegó el mundial de 2022 y para sorpresa de todos, la ex pareja tendría que enfrentarse en la cancha, algo que creo morbo en todo el mundo.
Ese partido sería el más visto en el mundial, pues la expectativa de que haría la ex pareja estaba en el aire.
En el túnel antes de salir a la cancha se encontraban todos los jugadores esperando por indicaciones.
Guillermo se encontraba ansioso, sabía el peso que tenía sobre su espalda y tener a su ex a un paso de distancia tampoco ayudaba.
Finalmente Lionel se le acercó, se saludaron cordialmente, como hace tantos años cuando se conocieron.
Lionel intento sacarle plática al Mexicano, pero Guillermo lo cortaba tajante, no quería que el argentino abriera heridas que creía cerradas.
No quería que ese imán lo volviera a atraer a él porque saldría lastimado.
Por otro lado, Lionel se había dado cuenta de lo mucho que Guillermo hacía por el y que no lo supo valorar.
Se arrepentia mil veces por no poner de su parte en la relación y hacer que finalmente se rompiera.
También se arrepentia de no saber medir sus palabras y siempre soltar comentarios inoportunos.
Así que tenía dos metas para este mundial, ganar la copa y recuperar el corazón del arquero Mexicano.
Sabía que ambas cosas iban a ser difíciles, pero no imposibles.
—Dale Guille, no seas tan cortante— Dijo Lionel.
—No lo estoy siendo, solo no se cómo actuar—
—Como siempre, vos y yo nos conocemos mejor que nadie— Se acercó al Mexicano.
—No me gusta recordar eso, me hace sentir mal — Respondió Guillermo alejándose del toque del Argentino.
— Pasarán más de mil años y yo no te voy a olvidar Guille— Se sincero el capitán de la Scaloneta.
—Pues deberías, lo nuestro es pasado, lo único que puedo ofrecerte es una amistad— Dijo Guillermo.
Claramente el tampoco quería una amistad, estaba loco por el Argentino, pero no quería que lo lastimaran más.
No podía confiar en alguien que lo dejo en puntos suspensivos, sin saber que iba a pasar.
—No me pidas eso Guille, sabes que estar con vos es mi destino — Respondió Lionel con los ojos rebosando en lágrimas.
—Tal vez estar juntos es nuestro destino, pero tú no aprovechaste la oportunidad que tenías— Dijo Guillermo tajante.
Justo en ese momento les pidieron acomodarse para salir.
Lionel estaba enojado y dolido con el Mexicano, sabía que la había cagado, pero estaba intentando remediar su error.
Pasarán más de mil años y yo no te olvido
No me lo pidas, no seré tu amigo
No aceptaré los puntos suspensivos (¡Sube!).
Lionel tenia algo en claro, aunque pasarán mil años y Guillermo le pidiera que solo fueran amigos el no o iba a aceptar.
No aceptaria dejar su historia en puntos suspensivos.
Tenía que tener una continuación, porque los dos se amaban.
Entregarte tanto fue mi debilidad
Y tus besos ahora son mi necesidad
Ahora sólo me acompaña la soledad
Contigo siento que yo pierdo mi dignidad, yeah.
Luego del partido las cosas estaban aún más tensas de lo que ya lo estaban antes entre la ex pareja.
Guillermo no se había concentrado, eso sumandoselo a los malos cambios de su director técnico y que su defensa era nula termino en una victoria para los albicelestes.
Estaba enojado.
Con el mismo, con el tata, con la defensa, con la hincha que seguramente ya estaba despotricando sobre el y haciendo teorías de que había regresado con Lionel y se había dejado ganar, con la prensa y con el mismo Lionel.
¿Por que tenía que ser tan bueno y tan guapo?
¿Por qué no podía sacarlo de su mente?
Entregarle tanto fue su debilidad.
En el vestidor no dijo nada y al parecer su cara decía que quien se le acercara iba a terminar con una mentada de madre, por lo que nadie intento decirle nada.
en el autobús de regreso al hotel fue la misma historia, ni siquiera Kevin que era su chiquillo se le había acercado.
Llegó a su cuarto de hotel, que gracias a Dios no era compartido y podía desahogar su tristeza sin problemas.
Pero también era algo en contra, solo lo acompañaba su soledad.
En anteriores mundiales siempre dormía con el delantero de Argentina, tenían un cuatro para ambos.
Si, sabemos que se supone que deben estar concentrado y sin distracciones de sus parejas, pero ser el mejor del mundo tiene sus ventajas, así que ellos podían dormir juntos.
Ahora estaba solo en esa gran habitación.
El Mexicano se ducho y puso su pijama dispuesto a dormir, no había abierto redes sociales porque no quería ver la mierda que decian de el.
Eso sería un pase directo a llorar durante toda la noche.
Así que solo abrí Spotify y puso su playlist.
Parecía que todo confabulaba en su contra, pues se reprodujo Mi buen amor, seguido de el triste y ahora escuchaba Día de enero.
Canciones que le recordaban a Lionel.
A veces creía que el escritor de su vida se burlaba de su dolor.
Quitó la música para quedar en un silencio que le recordaba aún más su soledad.
Unos toques en su puerta fueron los que lo sacaron de sus pensamientos.
Seguramente sería Kevin, el chiquillo era como su patito y el la mamá pata, siempre lo cuidaba porque era el más chiquito en la selección y luego los demás eran bien manchados.
Ya lo había ignorado desde el termino del partido, así que, dispuesto a invitarlo a dormir con el se paró de la cama y abrió la puerta.
No era Kevin.
Una figura bajita que conocía bastante bien era lo que había al abrir la puerta.
Lionel Messi.
No tuvo tiempo de reaccionar cuando ya tenía al mejor del mundo colgado de su cuello tomando sus labios.
Mentiría si dijera que no los extraño.
Cuando se separaron por falta de aire se quedaron viendo, con las mejillas y los labios rojos tratando de acompasar sus respiraciones.
Ochoa no dijo nada, solo cerró la puerta para que los chismosos de sus amigos no se hicieran teorias.
—Vine por vos, y no me iré sin eso— Se planto Lionel.
—Sigues siendo un egocéntrico— Respondió Guillermo.
—Decime que no sentís nada cuando te beso y me voy— Contraataco el más bajo.
El rizado no respondió por unos segundos, no quería decirle la verdad, pero tampoco mentirle.
Chingue a su madre.
Vida solo hay una.
Y a los culos no les hacen corridos.
—Tus besos siempre han sido mi necesidad, pero contigo siento que pierdo mi dignidad— Respondió Ochoa.
Eso era todo lo que necesitaban escuchar.
Por primera vez, el imán fue el que busco al metal y funciono.
Volvieron a besarse con esa pasión que tanto los envolvía, que tanto añoraban.
Un beso se convirtió en varios
la ropa en el suelo
gemidos ahogados
la temperatura quemando
los labios danzando.
Una sinfonía de amor y perdición fue lo que crearon los amantes.
Mientras Guillermo adoraba el cuerpo de Lionel por dentro, con el suyo propio y hacia que juntos tocaran el cielo.
Exploraron sus cuerpos para ver si algo había cambiado desde la última vez, dándose cuenta de que aun si así fuera, no les importaba.
Pues estar juntos es su destino.
Tuyo, si es que no te tengo y yo me siento
Tuyo, y aún así yo me sigo preguntando
Si yo no fui lo suficiente para ti, uh-uh-uh.
Después de amarse como locos ambos descansaban en la cama, aún sin hablar de lo que atormentaba su cabeza.
Se sentían como caminando sobre un piso resbaloso, sabiendo que un paso en falso los lleva adentro del pozo.
—No te tengo y yo me sigo sintiendo de vos— Lionel fue el que rompío el silencio.
—Yo tampoco te tengo y me siento tuyo, siempre me he sentido así, hasta cuándo éramos pareja— Respondió Guillermo.
—¿Por qué?— Pregunto Lionel viéndolo a los ojos.
—Se supone que era tuyo, pero nunca te tenía, siempre habían cosas más importantes que yo— Dijo el Mexicano.
No había rencor en su tono, solo tristeza.
—Fui un pelotudo, y no tengo derecho de pedir perdón, pero quiero demostrarte que he cambiado, ya no soy el mismo pelotudo— El tono de Lionel era desgarrador pues había comenzado a llorar.
A Memo nunca le gustó ver a Lio llorar, pues su bonita sonrisa desaparecía y sus ojos se inyectaban de sangre.
—A veces me preguntó si fui suficiente para ti— Dijo Guillermo ignorando lo dicho por Lionel.
—Vos sos el mejor, no solo antes, ahora también, yo fui el que no era suficiente para vos, no te merecia, pero cambie para ser el hombre que vos te mereces—
Guillermo abrazo el pequeño cuerpo que estaba en su pecho y también lloro.
Pasarán más de mil años y yo no te olvido
No me lo pidas, no seré tu amigo
No aceptaré los puntos suspensivos.
—No quiero aceptar los puntos suspensivos, quiero seguir, pero me da miedo salir más dañado—
—No te dañare, está vez vos sos mi prioridad—
Tú dejaste nuestro amor en el olvido
Nuestra relación en puntos suspensivos
Dime si valió la pena, dime si valió la pena (Súbete, súbete).
—Tu dejaste nuestro amor en el olvido de un día para otro, ¿Que me garantiza que no lo vas a hacer otra vez?— Guillermo quería confiar, pero había algo que no lo dejaba.
—No puedo ofrecerte más que mi palabra y mi sinceridad, por favor confía en mí amor— Lionel veía un rayo de esperanza.
—¿Valio la pena todo lo que pasó?— Pregunto Guillermo como último recurso, otra vez estaba atraído al imán.
—Valio la pena porque pude cambiar y ver mis errores, pude tocar fondo para subir, ahora sí vos me lo permites solo me queda amarte y demostrarte que estamos hechos para amarnos—
Guillermo flaqueo.
Debería hacer lo que su mente le decía.
O lo que su corazón demandaba.
No aguanto más un segundo sin verte
Responde ya, que esto es de vida o muerte
Ya me conoces, nunca fui tan fuerte, ah-ah.
—Por favor Guille, respodeme que esto es de vida o muerte— Suplico Lionel ahogado en lágrimas.
Esta sería su última oportunidad, si Guillermo le decía que no, no iba a insistir más, debia afrontar que se equivocó y perdería al amor de su vida.
Estaba expectante a lo que él Mexicano diría.
—Ya me conoces— Respondió el rizado con una sonrisita llena de lágrimas.
—Nunca sos tan fuerte—
Lionel aún no entendía muy bien lo que significaba esa declaración.
No hasta que Guillermo lo tomo por los muslos y lo subió encima de el para besarlo nuevamente y hacerle el amor.
Le había dado otra oportunidad y está la aprovecharía al máximo.
Pasarán más de mil años y yo no te olvido
No me lo pidas, no seré tu amigo
No aceptaré los puntos suspensivos.
En la final de la copa del mundo Lionel presumía feliz a su novio y su copa.
Al final pudo conseguir los dos objetivos que tenía para ese mundial y era el más feliz por ello.
Agradecía que Guille no hubiera aceptado los puntos suspensivos que el había puesto a su relación como un idiota.
(...)
—¿En que pensas amor?— Salió Lionel de la cocina abrazando a Ciro, su hijo más pequeño.
—Estaba ayudando a Lucciana con su tarea de español y estábamos viendo los signos de puntuación, los puntos suspensivos— Respondió Guillermo con una sonrisa burlona.
Lionel enrojeció, pues aunque ya era un tema superado aún le daba pena todo lo que hizo pasar a su amado.
—¿Que es eso?— Pregunto Thiago quien venía del pasillo acompañado de sus hermanos Mateo y Guille.
—Se utilizan para dejar una historia inconclusa, a la expectativa de que pasara menso— Respondió Lucciana.
—No seas grosera— Le corrigió Guillermo quien cargaba a Karla, su otra hija. —Su papá sabe muy bien de puntos suspensivos— Dijo Guillermo haciendo que todos lo voltearan a ver.
—No seas así bobo, mejor ya vete a entrenar que ese mundial no se va a ganar solo— Le pidió Lionel.
Guillermo río y acepto, se fue dejando un beso en la frente de sus siete amores.
—¿Nos contas esa historia de los puntos suspensivos pa?— Pregunto Mateo.
—Yo creo no, hay cosas que no deben saber— Dijo Lionel muy rojo.
Después del mundial la pareja se casó y adoptaron a Lucciana y Thiago, un año más tarde a Guillermo, Mateo y Karla, finalmente hace unos meses a su bebé Ciro.
La vida era buena para ellos, gracias a los puntos suspensivos.
Quién sabe y la vida les sonreía tanto que este año México ganaría la Copa del mundo por primera vez.
De lo que Guillermo está seguro es que El metal nunca tuvo que volver a hacer todo por estar cerca del imán.
Ambos hacían su parte y funcionaban muy bien.
HOLAAAAA
Un capítulo gracias a sus recomendaciones.
La verdad no sé que pensar, me gusta pero siento que a la vez le falta algo.
Nos leemos la próxima semana.
Gracias por leer y un saludo a mi bandita de Twitter💓
-Fresita 🍓