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By cinephilegirl

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AMO EL CINE.Estas son mis aventuras parcialmente basadas en la realidad de mi alter ego blogger: Cinephilegir... More

Introducción

Dossier de la Nouvelle Vague

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Nouvelle Vague: Los nombres detrás de la ola.

Por Jimena Patiño.

IG: cinephilegirl_

Esta anécdota quizás suene un poco Woody Allanesca por el lugar común: me encontraba con mi psicoanalista cuando le comento al pasar “estoy preparando una nota sobre la Nouvelle Vague” y mi psicoanalista, que no es un viejo sabio de lentes, sino un joven contemporáneo, me responde perplejo “¿La nouvelle qué?” Y ahí me di cuenta de dos cosas. Primero: ¡El horror! (No se si puedo seguir terapia con alguien que no sabe de cine) y segundo me sirvió para darme cuenta de que existe un mar de gente que jamás escucharon hablar de la nueva ola del cine francés que sacudió la historia del cine a finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta con el surgimiento de los nuevos cines. El efecto de la ola se ve muchas veces, confinado a un grupo de cinéfilos y ciertos personajes que de los que se suelen pensar como “intelectuales snobs” y eso simplemente no puede quedar así. Necesito hacer justicia, y por eso surge este suplemento especial, básicamente.

La nouvelle vague es una corriente del cine que está más que vigente el día de hoy: cuando vemos obras como Frances Ha (2013) y Boyhood (2014) se recicla ese ideal de rodar historias con cámaras más ligeras, de colarse en cada aspecto de la vida y ocuparse de esos relatos que el mainstream ignora. Por no decir: la raíz del cine independiente tiene su padre fundador en ese grupo de franceses intelectuales que decidieron que era hora de abandonar esa tendencia del “cine de calidad francés” en busca de nuevos horizontes para el espectador.

El espíritu incomprendido e irreverente de una juventud exaltada que produjo imágenes audiovisuales para acompañar su ideología -y por qué no: su vida- es de lo que hablaremos en este artículo.

Cada integrante de este grupo será  portador de un estilo propio que levantará pasiones, tanto alabanzas como  rechazos. Personajes a los que intentaré puedas conocer un poco más sin sentir ese miedo de acercarte al cine “de antes” y “francés” que tantos reparos pueden llegar a ocasionar. Con la esperanza de que  encuentres ese director de la Nouvelle Vague  que definitivamente  está esperando por vos.

 

Los jóvenes turcos y la Rive Gauche

Para comenzar a hablar de la Nouvelle Vague tenemos que remontarnos un poco al pasado y repasar un poco el contexto en el que esta corriente surge.

En 1952 François Truffaut, Jean Luc Godard  y Claude Chabrol son asiduos asistentes a un cineclub fundado por Eric Rohmer, un ex profesor de la provincia, todo transcurre en el Barrio Latino de Paris. Pero eso no les otorgará el seudónimo de Los Jóvenes Turcos.  El seudónimo llegará más tarde con una polémica nota; cuando en 1954 Truffaut escribe un controversial y famoso artículo para la revista de su mentor  André Bazin.

La revista, emblemática como pocas, se llama Cahiers du cinema y fue fundada en 1951 por Jacques Doniol-Valcroze, Joseph Marie Lo Duca y el mismo Bazin. El artículo de Truffaut le lleva más de un año de escritura y debe ser corregido varias veces por su tono polémico y belicoso. En ese mismo tiempo entran a trabajar en la revista los amigos de Truffaut quienes serían conocidos como los jóvenes turcos: Jean Luc Godard, Eric Rohmer, Claude Chabrol y Jacques Rivette. Sobrenombre surgido por su estilo de crítica polémica. Pero será el artículo de Truffaut llamado “Una cierta tendencia del cine francés” el que será publicado junto a un número especial acompañado por un editorial de Doniol- Valcroze tratando de apaciguar las aguas antes de la gran tormenta la que lo catapultará a él y a la revista a la fama. Una fama peligrosa, que según sus detractores defendía el modo norteamericano de hacer cine y era un tanto “vende patria”. Claro que no podemos decir esto de una revista que se preocupó por hablar del Neorealismo antes de que fuera considerado como tal, y que junto a la cinemateca francesa se encargaban de la difusión de otros cines, además del norteamericano. Gente como Ingmar Bergman fueron descubiertos por los franceses gracias a los artículos provenientes de esta revista.

Los Hitchcockhawkanianos -como eran conocidos por la devoción que manifestaban los muchachos cinéfilos en su veintena por ambos directores americanos- y siguiendo los pasos de su mentor André Bazin, escribirán algunos de los artículos más fundamentales sobre la historia del cine.

Truffette y Rivaut como se hacían llamar Truffaut y Rivette cuando realizaban sus entrevistas a directores a los que admiraban, incluso llegarán a inaugurar un nuevo estilo de entrevista en la que se dejaba hablar al realizador y se lo desgravaba directamente (casi como una escritura directa) del magnetófono con pocas participaciones del entrevistador, todo centrado en los modos de hacer del autor siempre siguiendo la escuela de la política de los autores de Bazin.

Paralelo a esto, en la otra margen del río Sena, la margen Izquierda, se reúnen un grupo de intelectuales que llevarán otra corriente dentro de los nuevos cines que va más allá del cine mismo sino que también se cuela también en otras ramas del arte como en  la literatura con el Nuveau Roman. La rive Gauche (literal: margen izquierda) estaba integrada por artistas como Alain Resnais, Margarite Duras y Chris Marker. Estos artistas verán la importancia de la nueva mirada sobre el cine y los modos de realización que comienza a plantearse en Cahiers du cinema por lo que junto a otros artistas y directores como Jacques Demy y Agnes Vardá  serán asiduos visitantes de la oficina de la revista ubicada en los Campos Eliseos.

La  Nouvelle Vague será nombrada como tal En 1957, en un artículo escrito por Francoise Giroud  en el semanario L’Express. Hay que entender el momento de cambio y revolución social que se vivía en Francia en esos momentos para entender el surgimiento y la importancia de la crítica en esa época. En Francia atravezaba momentos de desesperación ante la crisis política, económica y la descomposición del imperio colonial. Es la época de la angustia generalizada y del existencialismo.  Serán las políticas fomentadas desde el ministerio de cultura por Malraux el que permitirá la renovación cultural. Y el hecho de que podamos hablar de estos notables directores que en ese entonces daban sus primeros pasos en el cine.

Entonces, en esa Paris de 1958, en el que todos parecen conocerse, es en donde tenemos nuestro punto de partida para hablar de cada uno de ellos con su estilo y miradas propias que serán continuamente visitadas entre si hasta que alguna fatalidad o la vida misma los termine distanciando.

A continuación los dejamos con los nombres de algunos directores que levantaron (y levantan) pasiones extremas. No digan que no se los advertimos.

Team Truffaut -“El amante del amor”

Más de un centenar de artículos para Cahiers du cinema,un promedio de cuatro mil peliculas vistas entre 1940 y1955, una vida plagada de complicaciones: en sus propias palabras “una vida salvada por el cine”  y un artículo controversial que se dedicó a mover  el aparato hacia mediados de los cincuenta le hicieron una fama de crítico personaje y polémico. El no se dedicaria a escribir articulos teoricos como los de godard o rohmer y sin embargo se encargaría de legar una obra fundamental para cualquier director, realizador o cinéfilo se trate: un libro sobre Hitchcock en donde lo validaría como el maestro entre maestros llamado “El cine según Hitchcock”, pero para llegar a esa época todavía falta un poco.

Escribía un artículo cada dos días (cuando google no estaba para socorrerte). Entre marzo de 1953 y noviembre de 1959, Truffaut publica ciento setenta artículos en Cahiers du cinema; sobre todo críticas de películas en cinco o seis folios y entrevistas a  cineastas. Ve una media de mas de una película diaria lo que confirma su fama de crítico que ha visto 4000 peliculas entre 1940 y 1955.

Esa pasión desbordada será una de las constantes que caracterizarán su vida y su modo de hacer cine. Amante de la lectura y del amor dará sus primeros pasos en el cine con cortometrajes de resultados diversos. En 1954 rodará “Une Visite” con la ayuda de Rivette y ese será su primer intento formal y según el “fallido” de hacer cine. Luego de ese corto no habrá vuelta atrás para François Truffaut quien escribe varios guiones en privado.

Alguna vez a dicho “La película del mañana será un acto de amor”. Con una vara muy alta para levantar luego de su polémico texto “Una cierta tendencia del cine francés” y luego de ser prohibido en Cannes en 1958 por su estilo y su pluma polémica; en 1959 y para sorpresa de muchos, su largometraje  “Los cuatrocientos golpes” protagonizada por un ignoto niño de catorce años llamado Jean Pierre Leaud, queda seleccionado para la competencia oficial y finalmente se lleva la palma de oro revolucionando las aguas del festival y el mundo cinematográfico.

En el largometraje, Truffaut se expone narrando una especie de relato semi biográfico de su niñez. Crea sin saberlo, un alter ego cinematográfico llamado Atoine Doinel al que revisitará en las diferentes etapas de su filmografía en cinco films diferentes y un mediometraje.

¿Truffaut robó una máquina de escribir de su padrastro y termino en la cárcel? Sí. ¿Truffaut vio a su madre con su amante? De nuevo la respuesta es “Si”. La línea que separa el argumento de la historia de la vida misma del autor es casi inexistente. Y aunque la crítica maliciosa de Godard, años después, luego de la pelea que los distanció a ambos diga algo como que “luego de su primer film Truffaut se convirtió en un director de esos que adaptan novelas”, seremos testigos que cada uno de sus films es un acto de amor. De la pasión desenfrenada por la vida y por el cine, una declaración de amor de parte de su autor.

En “Disparen sobre el pianista” (su segundo film que es un fracaso comercial) protagonizado por Charles Aznavour, llevará a la pantalla su amor por el cine negro y por las mujeres que de una u otra manera controlan la vida de los protagonistas masculinos a los que enredan. Su intento por experimentar con el montaje audiovisual en esa obra, cambiándolo por uno que tiende a imitar la libertad formal del jazz le costará duras críticas.

Será el director que descubrirá el poder de la risa de la Moreau y en ese intento podrá llevar a la pantalla un sueño que ambicionaba desde hace muchos años: “Jules et Jim”. Basada en la novela de quien se convertiría en su amigo personal Henri Pierre Roché, en donde narrará el magistral melodrama de dos amigos a lo largo de la guerra, la vida y las mujeres o “la mujer” en la vida de ambos, retratada con una gracia terrible de ángel vengador por la hermosa Jeanne Moreau.

El ritmo de vida acelerado y enloquecido se cobrará su víctima cuando en 1984 muera a la edad de 52 años  a causa de un tumor cerebral.

Truffaut se forja la fama de director amante del cine, y por qué no de amante de las mujeres que retrata a lo largo de sus films. Su obsesión pasará de las rubias a las morochas cuando cambie a Catherine Deneuve por Fanny Ardant. Y no tendrá reparos en intercalar anécdotas de su propia vida en sus films como cuando su protagonista recorre media ciudad para conseguir unas medias de seda para una amante (La peau douce). Llevará esto al extremo cuando decida actuar en sus propios films como La habitación verde , La noche americana y El pequeño salvaje. Además de una aparición especial la que realiza para Steven Spielberg y su film “Encuentros cercanos del tercer tipo” en la que encarna al científico francés que se comunica a través de sonidos.

¿Sos bastante cinéfilo y amas sin reparos a los directores que admiras? ¿Serias capaz de escribirles persiguiéndoles por twitter, fabook, mail y carta con el encabezado “yo le admiro”? Tu escuela de formación es la vida y soles  ser un poco melodramático pasando de la comedia más ligera al drama más absoluto. Te gustan las mujeres decididas de armas tomar y protagonistas complicadas junto a hombres que se dejan liar por un par de faldas. ¿Sos fan de esas adaptaciones tan poco literales que se toman su espacio para hacerse cinematográficamente geniales?  ¿Te gusta que tu director sepa meterse en un rol de vez en cuando y sobre todo: te agrada que deje un espacio a esas historias sobre la niñez que no es la mirada cándida de Disney sobre la vida cuando su amor por el cine negro y el melodrama no lo invade todo? Entonces Truffaut es tu director de la Nouvelle vague y desde aquí bogamos para que le des una oportunidad a toda su filmografía.

Team Godard  “El intelectual suizo.”

Nacido en Paris en 1930 pero naturalizado suizo durante la Segunda Guerra mundial, tuvo  a diferencia de Truffaut, una infancia bastante acomodada y un pasar holgado. En 1953 comienza a escribir en Cahiers du cinema, pero ya desde antes frecuenta los mismos círculos que Truffaut. Envidia el logro de Los cuatrocientos golpes en Cannes porque ambiciona incursionar en la realización y porque se pierde la cobertura de dicho memorable festival de 1959. A diferencia del por aquel momento su amigo Truffaut, el veinteañero Jean Luc Godard tiene una mirada distinta y claramente crítica o existencialista. Luego de colaborar con su amigo en el cortometraje “Una historia de Agua”. Godard quiere hacer su primer largometraje. Y para eso decidirá tomar una historia surgida en el metro parisino por Truffaut pero re- escribiendo todos los diálogos. (En esta etapa de idilio en sus vidas ambos son como un bromance al que llamaremos Trudard) Sin Aliento (À bout de souffle) surge como la conjunción entre un resonante caso policial sobre un ladrón que asesina a un policía y finalmente es atrapado en Paris. Ese caso policial será el punto de partida de la historia que reflexionará de una manera particular sobre el cine negro y los policiales norteamericanos a los que homenajea de manera singular. Jean Paul Belmondo  y la norteamericana Jean Seberg (idolatrada en un artículo de Truffaut por su actuación en el melodrama Bonjour Tristesse de Otto Preminger) serán la pareja central y casi exclusivamente protagónica para una historia cuya iconografía se convertirá en una moda parisina. Chicas parisinas imitando el corte A la garçon de la protagonista mucho antes que Mia Farrow en El bebe de rosemary.

La película es un éxito, no tan rotundo como Los cuatrocientos golpes, pero un éxito al fin que permite hablar de la moda de la Nouvelle Vague y es que prácticamente resulta imposible no pensar en esta como una de las películas más iconográficas del movimiento junto a  Los cuatrocientos golpes. Críticos y cierta parte del público llegan a tildarla de obscena y de ser una moda pasajera pero Jean Luc Godard supera con éxito su primer largometraje. Los subsiguientes serán otra historia. Casi como Orson Wells con el ciudadano la fama le resultará complicada de mantener en sus films subsiguientes a su opera prima

Cámaras que se mueven libremente en travelling de los que más tarde dirá al respecto “un travelling es una cuestión moral” . Posters, imágenes compactadas dentro de imágenes. Jazz, la influencia norteamericana de la que luego querrá renegar. Miradas e interpelaciones al espectador por parte de los protagonistas, saltos de eje y raccord para desestabilizar la mirada. Planos de nucas y espaldas. Diálogos sobre la vida la muerte y el amor (o la falta de él) todos esos elementos que uno espera de un cine vanguardista como el que planteará con su primer largometraje y que irá perfeccionando en los subsiguientes.

Conciencia política que invita a reflexionar: Godard hablará de la guerra de Argelia en “Le petit soldat”,en el que trabaja su esposa por un tiempo la bellísima Anna Karina, será duramente censurado, pudiendo recién  estrenar el film varios años después. Sin embargo eso solo será el comienzo de su veta política que se irá profundizando hasta convertirse en toda una revolución comunista maoista y quien sabe que más que lo llevarán a renegar hasta de sus amigos con los que solía compartir ambiciones.

Luego de 1968 se irá distanciando cada vez mas de su grupo de amigos, pero fundamentalmente con una carta escrita al respecto del estreno de “La noche Americana” en la que lo tilda a Truffaut de “mentiroso” por decir que “las películas son como los trenes que avanzan en la noche” marcará el fin de Trudard, una gran e imposible amistad.

 Godard es en la actualidad uno de los monstruos sagrados del cine y continua vanguardista hasta la médula, con meta relatos cada vez más complejos y a la vez planteando esas cosas que solo veinte años después muchos otros directores comenzarán a conversar.

Pero volvamos a su etapa Nouvelle vague de sus años mozos: ¿Te agradan los homenajes al cine clásico? ¿Deseas ver a una de las mujeres más bellas de la historia del cine llamada Anna Karina y esposa del señor durante un buen tiempo mientras el idilio duró? ¿Te crees irónico irreverente y con ganas de romper las normas academicistas? Entonces Godard es el director ideal para vos. Militante, vanguardista asertivo e intelectual como pocos directores en el planeta. Una vez que comienzas con él, es casi imposible no verse esas quince primeras cintas de esos siete primeros años de la Nouvelle Vague.  Un consejo: no trates de buscar de donde pertenecen todas las referencias de cada uno de sus films porque te volverás loco o quizás serás un poco más genial.

Team Rohmer “El director de la vida prosaica”

Como si de Bob Dylan se tratase, la identidad de Eric Rohmer  es un misterio porque al director le encantaba jugar con ella. Para comenzar, Eric Rohmer es el nombre de pluma-cámara-estilográfica de suponemos Jean Maurice Scherer o de quizás Maurice Henri Joseph Schérer resulta que Rohmer era tan reservado que consideraba que necesitaba un seudónimo para no perjudicar a su familia con sus avatares cinéfilos. El seudónimo es la unión de el nombre de uno de sus directores favoritos Erich von Stroheim y el autor de la serie Fu Manchú, el británico Sax Rohmer. Él era por aquel entonces profesor en la provincia, pero por su amor al cine es quien luego funda el cineclub del Barrio Latino que reunirá a montones de jóvenes cinéfilos, entre ellos Truffaut Godard y Chabrol.

Por la diferencia de edad existente entre él y Godard y Truffaut (casi once años) el último lo trataba siempre de “usted” y esa diferencia parece haber marcado su mirada y su relación. A diferencia de los jóvenes turcos él no era tan joven, por decirlo de una manera sencilla.

Comparado a los otros jóvenes directores la intervención de Rohmer en cine es tardía y su primer film es producido por su amigo Claude Chabrol. Quizás es esa intervención divina a la que debemos agradeces que estemos hablando de Rohmer en primer lugar.

Leido hasta la médula y ferviente amante de la literatura que le hará declarar “cada película mía es el equivalente a una novela” y lo llevará a escribir una que otra (Elizabeth y Seis cuentos morales entre otros ensayos y un libro sobre Hitchcock junto a Chabrol). Su estilo particular es la aproximación naturalista sobre los personajes que deambulan por la pantalla y por la vida. Su cine será bautizado como “cine de prosa” y lo contrapondrá a la figura del director italiano Pier Paolo Pasolini en un fabuloso artículo llamado Cine de prosa vs cine de poesía.

Su filmografía será casi programática: a los seis cuentos morales, le continúan las comedias y proverbios y luego los cuentos de las estaciones. Casi un director que se maneja por series de films, más que ir deambulando azarosamente por los caminos cinematográficos; aunque paradójicamente el azar y las formas misteriosas que toma será uno de sus temas favoritos: un telegrama que no llega, una carta que es encontrada, una herencia que es negada.

Bajo el signo del Leon (1959) es su primer largometraje. Habla de un norteamericano viviendo en Paris, que hereda a su tía y eso desencadena el conflicto inicial que se irá complejizando de maneras monumentales hasta devenir en cómo alguien se convierte en un pordiosero en Paris en un verano particular.

Godard tiene una participación en el film como un melómano en una fiesta. El tratamiento es naturalista y te puede llevar al borde del ataque de nervios atravesar las peripecias del protagonista con cierto homenaje lejano a Hitchcock en The Wrong man por la mala suerte que parece acosar al mismo.

Cuando llegue a manejar el color, sobre todo desde la mano de un colaborador casi permanente en su filmografía, Néstor Almendros, el estilo Rohmer será una marca sutil. Partidiario de colaborar generalmente con el mismo equipo de producción en todos sus films podemos destacar todas las colaboraciones junto a la actriz  Marie Rivière.

Amante de la naturaleza, algo que destaca en sus films con sus entornos que se convierten en un personaje mas que contiene a los otros personajes que desfilan, cuenta la anécdota que era capaz de esperar días y horas a que lloviera naturalmente porque no era lo mismo fingir la toma con lluvia falseada. Lo mismo se puede decir de su política en cuanto a la fotografía con luz natural de sus fabulosas escenas. Su equipo de fotografía cabía en dos valijas incluso cuando ya era un director renombrado trabajando junto con uno de los mejores directores de fotografía de la historia del cine.

 ¿Te gustan esas películas en donde los personajes se encuentran y desfilan por la pantalla con libertad más absoluta? ¿Disfrutas de las comedias en el sentido más tradicional y fino de la palabra? -No hablamos de grandes gags sino de ciertos momentos y finales que cierran felices dando la sensación de que podrían haber continuado al infinito. ¿Te gustan los films pictóricos y bien consientes del uso de los planos cercanos? Pequeños relatos sobre la cotidianeidad la juventud y el destino. Entonces Eric Rohmer es un director para vos. Casi un Richard Linklater antes de que Linklater decidiera siquiera nacer y hacer películas maravillosas sobre momentos acotados de la vida cotidiana.

Team Chabrol “El burgués malicioso”

 Mientras trabajaba en Cahiers, fue su conocimiento del inglés el que le permitió a los jóvenes turcos conducir entrevistas con esos directores a los que admiraba pero además le permitió conseguir un trabajo como vocero de prensa  en la distribuidora de la Fox en Francia. Chabrol era diferente de clase a los jóvenes turcos, para comenzar se había casado recientemente y había adquirido un piso, pero como si eso no fuera poco también hizo que su mujer  y su cuantiosa dote familiar (junto con él) establecieran la productora  AJYM Films que financiaría sus primer os films e incluso el de su amigo Rohmer para luego divorciarse de ella, presumiblemente  por la actriz Stéphane Audran , quien se convertiría en su conyugue para 1964.

Sus películas son una disección cínica de la burguesía quizá porque el mismo se sentía un burgués fuera de lugar. Generalmente son films de suspenso y muchos homenajean a Hitchcock (Recordemos que junto a Rohmer escribieron un libro sobre él). Sin embargo Chabrol tiene un modo muy singular y una mirada tan particular para abordar el género con tramas simples de “intriga” pero con personajes narrativamente complejos, que siempre lo ubicará más cercano a los éxitos de taquilla que a lo independiente, sobre todo en su etapa de films producidos por André Génovès, pero no nos adelantemos aún.

Su primer largometraje es “El bello Sergio” con el que gana el premio a mejor dirección en el festival de Locarno y junto con el siguiente “Los primos” con el que gana el Oso de Oro en el festival de Berlín, forman una especie de díptico una especie de ida y vuelta paralelo en el primero es el burgués quien regresa al campo a visitar a su familia y en el segundo es el proveniente de la burguesía de campo quien va a la ciudad a “estudiar” y “progresar”. Tan extremo es este paralelismo estructural que una finaliza con un nacimiento y la otra con una muerte.

A partir de su segundo film, comienza a esbozarse una estructura que le acompañará  mucho en sus films de la etapa de los sesenta hasta los setenta inclusive.  El trio “Charles-Hélène-Paul” con eso no queremos decir que la filmografía de los antedichos no tuviera trios amorosos de hecho los tiene y variopintos pero es chabrol quien lleva la estructura al límite en todos sus films siempre hay una pareja  y un personaje extraño que aparece para perturbar la situación y mover las aguas. El nombre surge de los personajes de “Los primos” adonde “Helene” todavía no estaba presente en la estructura como tal aunque haya una damisela en el medio. Será en su film "L'oeil du malin" donde Helene aparece encarnada por su musa Sthéphane Audran.  La dinámica de los roles se modificara: quién es la infiel o el infiel, quien es el verdugo, quien es la víctima pero a partir de este film la estructura será similar, claro que la complejidad narrativa con la que provee a sus personajes hace que cada uno resulte una experiencia diferente.

Luego de 1962, cuando cierre su productora y comience a trabajar con Génovès, el éxito en forma de ventas de taquilla llegará a su vida y muchos lo tildarán de haber sido un traidor a la Nouvelle Vague lo que lo llevará a decir su inmortal frase de que “no existe una “nueva ola” solo existe el mar”.

Será uno de los directores más exitosos y prolíficos de la Nueva Ola llegando a filmar por mas de cincuenta años con actores afamados y exitosos de Francia, no podemos dejar de nombrar en su etapa más tardía: todas sus colaboraciones junto a Isabelle Hupert y luego con Benoit Magimel.

¿Te gustan los policiales y el cine negro?: las imágenes fotografiadas con cuidado, la escena dispuesta para generar un misterio que surge en el marco de lo cotidiano ¿Como el suspenso esta entretejido en la realidad? Un director prolífico capaz de hacer tanto producciones genéricas como artísticas e independientes ¿Te encanta que tu pantalla esté llena de femmes Fatales y de casualidad también amas a Isabelle Hupert? ¿Tenes un sentido del humor bastante sombrío y cínico? Entonces Chabrol definitivamente es tu director.

Team Resnais “El director memorioso”.

Alain Resnais no era uno de los jóvenes turcos y para cuando Truffaut se lleva la palma de oro a la mejor película con Los 400 golpes,  su film “Hiroshima Mon amour” también era candidato al mismo.

De pequeño una enfermedad que lo mantendrá postrado lo convierte en un lector de primera. Cinéfilo desde los trece, integrante de la Rive Gauche, este director será de los “estudiosos”, recibido del IDECH (Institut des hautes études cinématographiques) . Durante esta etapa será montajista de otros directores y sus cortometrajes experimentales sobre el arte de Gauguin, Picasso y Van Gogh lo harán tan reconocido que le proporcionarán el Oscar a mejor cortometraje (por Van Gogh) y lo llevará a dirigir Noche y Niebla (Nuit et boulliard) un mediometraje no ficción sobre la segunda guerra mundial con la particularidad de que este utilizará material recopilado (found footage) proveniente del ejército nazi mostrando un ángulo que los aliados negaban mostrar en esa época. Un documental que resulta shockeante y necesario hasta el día de hoy.

Llamado el director del tiempo y la memoria, su primer largometraje, “Hiroshima Mon amour” comienza como un documental sobre la bomba atómica. Pero Resnais no desea que se convierta en otra Noche y Niebla, por lo que dirá que “la única manera de hacerlo es con un guion de Margarite Duras” y es entonces que Hiroshima Mon amour comienza a adquirir la forma tan particular que tendrá.

Un encuentro romántico entre un hombre japonés al que conocemos como “el” y una mujer francesa a la que conocemos como “ella”, será la excusa que les permitirá hablar de la guerra y su consecuencia en las personas a través de una estructura en flashbacks.

Ella, una actriz que llega a japón a rodar un film sobre la paz y El su amado que regresa a Hiroshima adonde perdió todo nos permitirá atestiguar los horrores de la guerra a través de una visita al museo de la bomba atómica, mediante flashbacks de ella y su ex amante: un soldado alemán.

El comienzo donde los planos de unos cuerpos desnudos cubiertos en cenizas y la alternancia con planos documentales unidos por una maravillosa voz en off de los protagonistas; constituye uno  de los planos más poéticos y terribles de la historia del cine.

La manera en la que Resnais logra proveer de sensualidad y belleza todo alternando imágenes de la guerra recordándonos que ninguno de nosotros conoce Hiroshima, realmente, es absolutamente artística y comenzará a mostrar su estilo en el que no todos los planos que se ven se responden a la lógica narrativa sino que parecieran seguir la libertad del pensamiento.

Su aporte al lenguaje audiovisual será notable. En su obra se encontrarán influencias del montaje intelectual ruso hasta el automatismo de André Bretón.

Con su segundo largometraje: “ El año pasado en Marienbad (L'année dernière à Marienbad) escrita por Robe Gillet, una adaptación apócrifa de La invención de Morel de nuestro amado Bioy Casares, se alejará de sus fuentes documentales para mostrar una estructura narrativa que atenta contra la pluma de cualquier crítico que desee hacer una sinopsis de la misma.

¿De qué trata “El año pasado en Marienbad”? Podemos intentar esbozar un argumento en el cual un personaje femenino recuerda que vió a un personaje masculino, el año pasado, en una especie de “hotel” que vendría a ser Marienbad y estaríamos equivocados al resumirla de ese modo tan peligroso.

Marienbad debe ser un lugar en el mundo cinematográfico que hace muy feliz a gente como David Lynch. Y es que se trata de un universo cuasi onírico que recorre estancias y pasillos en interminables travellings de este misterioso lugar. Sus residentes son paradigmas en traje de fiesta y ropa formal. Pocas obras van a resultar tan hipnóticas e insondables como lo fue este film. Tan iconográfica que será tomada por la banda inglesa Blur quien la homenajeará del mejor modo en el videoclip de “To the end”.

De su tercer film “Muriel o los tiempos de un retorno”, dirá que se trata de una historia de un fantasma, la Muriel del título que continuamente es evocada por un soldado de la guerra de Argelia. Un film que vuelve a tomar la preocupación de Resnais por la memoria y la muerte en relación a la guerra. Un intermedio entre Hiroshima y Marienbad que llevará a su realizador a tomarse un receso de tres años en su carrera como director.

Su carrera será extensa y siempre ligado a una estructura narrativa muy particular, que se inclinará por caminos insospechados con el uso de la teatralidad y el artificio en función de esa búsqueda entre lo surreal, la memoria y  la estructura narrativa.

¿Te gustan los directores que se la juegan en cada film experimentando nuevas maneras de narrar historias sobre la humanidad? Un director que incursionó en el documental y la no ficción para narrar sus inquietudes intelectuales siendo fiel a su ideología. ¿Te encanta el uso de recursos audiovisuales que se codean con el surrealismo más absoluto? Entonces no lo pienses dos veces: Alain Resanáis es el director de la Nouvelle Vague que estás buscando.

Team Demy “El director musical”.

Su historia de vida es ampliamente retratada por otra de las directoras que recorremos en esta lista: su esposa desde 1962 Agnes Vardá.

El pequeño Jacquot de Nantes presentaráfunciones con sus marionetas y esa experiencia sumada a su posterior desempeño como animador educado por Paul Grimaut y el cineasta Georges Rouquier le proveerán de una mirada distinta y diferente que no parece encajar del todo ni con los jóvenes Turcos ni con los integrantes de la Rive Gauche a la que Vardá si pertenece.

Su mirada le acerca a directores como Vicente Minnelli y en su filmografía el melodrama y lo musical tendrán una importancia absoluta.

En 1961 estrenaría su primer largometraje. El que marcaría el inicio de una de las colaboraciones más fructíferas de su carrera junto al músico y responsable de sus bandas sonoras: Michel Legrand.

“Lola” cumple con los designios de la Nouvelle vague: una historia contemporánea sobre una madre soltera que trabaja de cabaretera en Nantes y aguarda el regreso de su amado. Ambientada con una preponderancia de locaciones naturales y de un presupuesto escaso. Se trata de un homenaje a Max Ophüls y del film “Lola Montes” por el que Demy decide bautizar como “Lola” a su cabaretera adorable y sensual interpretada por Anouk Aimee. La música y el momento musical que se instaura cuando ella entra en su cabaret, es puramente iconográfico con la Aimee y su sexy corsette revoleando una estola de plumas cantando “soy  yo, soy Lola”.

Sin embargo sin importar lo arrebatadoramente  sensual y melodramática que nos parezca Lola, en su época el film fue un fracaso de taquilla que no llegó a convocar a más de unos miles de espectadores provocando que muchos críticos “dieran por muerta” la influencia de la Nouvelle Vague. Recordemos que esto se suma al “fracaso” de Truffaut con “Tirez sur le pianiste” y el de Godard con “Une femme est une femme”. En la actualidad muchos historiadores concuerdan con que estos “fracasos” fueron el producto de una crisis a nivel mundial en el cine que se hubiera producido con o sin aparición de la Nouvelle vague.

Pese a que el público no acompañó, la crítica si lo hizo. Para comenzar solamente con su homenaje a Ophüls se ganó el aprecio de Truffaut ya que Lola Montes era una de sus películas favoritas.

Godard lo homenajerá en Masculin/femenin cuando la pareja charle en una escena sobre el comienzo del film con los marineros en un juego de feria levantando a una muchacha en cámara lenta pero la fama aún le será esquiva y es que en esta época era común una especie de solidaridad entre directores de la Nouvelle vague por eso es común verlos incluso hacer cameos en diversos films.

El siguiente  film de Demy fue La bahía de los Angeles ( La baie des anges) en 1963 protagonizada por Claude Mann y una extra platinada Jeanne Moreau como Jacqueline 'Jackie' Demaistre. Una Femme fatal con todas las letras.

Este melodrama rodado en un exquisito blanco y negro, en donde un pobre empleado de la banca llamado Jean Fournier conoce a la ludópata más esbelta y más elegante de toda Niza llamda Jackie, estuvo fuera de circulación durante décadas hasta que en el año 2000 fue restaurado a toda su gloria por la brillante Agnes Vardá.

Una pareja unida por las idas y vueltas de la ruleta, dos adictos al juego se enamoran al son del grito del crupier “no va más” ¿Podrá el amor superar una adicción? ¿Podran las ambiciones de cada personaje hallar su lugar? Una atmósfera de fatalismo invade toda la película, nuevamente como en Lola el azar y el destino tendrán un papel fundamental.

Será su tercer largometraje el que le atraería la mirada del mundo y una fama que  incluyó la palma de oro de Cannes, con un film que toma la imagineria Hollywoodense para hacer de las suyas: Los paraguas de Cherburgo  (1964) en el que retoma al joven amigo  de Lola, Roland Cassard, interpretado por Marc Michel y lo enmarca dentro de una trágica historia de amor protagonizada por Catherine Denuve. Un musical con todas las letras y en colores brillantes en la que todos los diálogos son cantados, con partitura de Michel Legrand.

Será algo recurrente dentro de la  filmografía de este director, retomar personajes de otras historias en otros films dando la idea de que todos transcurren dentro de un mismo universo, eso ocurrirá nuevamente en el futuro, ya instalado en Norteamerica cuando retome a Lola dentro del film “Model shop”.

Ocurre algo muy extraño con Jacques Demy y es que durante los finales de los sesenta y principios de los setenta es uno de los directores franceses más exitosos con su particular mirada que adapta desde cuentos de hadas hasta Operetas y Mangas pero luego la historia del cine parece relegarlo al olvido y en 1990 muere a causa del Sida, como reconocerá años más tardes Agnes Vardá en su Biografía “Las playas de Agnes”. Lo cierto es para un director que hasta supo trabajar hasta con  Gene Kelly  de no haber sido por el gran esfuerzo de su esposa su filmografía hubiera pasado al olvido. Uno de esos errores mayúsculos de la historia del cine que se pudieron remediar a tiempo.

¿Te gustan los melodramas y los musicales? ¿Sos un poco naif aunque el fatalismo y la tragedia corren por tus venas? ¿Amas a Catherine Denueve y deseas verla en todas partes brillar como una de esas estrellas de los años cincuenta de la época dorada de los musicales? Entonces si te agrada el rococó y la musicalidad ¡Jacques Demy es el director de la Nouvelle vague que espera por vos!

Team Vardá “La muchacha de vanguardia”.

Agnes Vardá es una artista multifacética: fotógrafa, artista plástica que destaca por sus video instalaciones y mucho mas además de ser la responsable de reflotar y recuperar la filmografía de su esposo Jacques Demy para todas las generaciones futuras que le estaremos eternamente agradecidas.

Era integrante de la Rive Gauche aunque mantenía una buena relación con la gente de Cahiers, de hecho era tan buena que JLG (Godard) y su esposa Anna Karina participaron en un pequeño cortometraje que se puede ver dentro del segundo film de Agnes, el fabuloso” Cleo de 5 a 7” en donde por consejo de la directora quien sugirió que Godard era como una especie de hermano gemelo de Buster Keaton si se quitaba los anteojos, fue  lo que dio origen a tan brillante segmento del film.

Pero volvamos a sus inicios: antes de todo en 1954 Vardá estrena un pequeño film que será como el padre estilístico de lo que luego llegaría con el resto de la Nouvelle Vague. “La Pointe Courte”. Agnes había estudiado historia del arte en la École du Louvre antes de conseguir un trabajo como fotógrafa oficial del Teatro Nacional Popular ó Théâtre National Populaire (TNP) de París. La anécdota cuenta que fue a fotografiar el barrio de La pointe Courte para un amigo que estaba en estado terminal y allí se le ocurrió realizar un largometraje ambientado en el lugar.

Un hombre regresa a su hogar y se encuentra con el barrio de pescadores que da nombre al film, luego su mujer se reúne con él días más tardes y juntos examinan la relación de su pareja.  Con una estética cuasi Bergmaniana este film está montado por Alain Resnais y es anterior a muchos intentos de cortos por parte de los jóvenes turcos por lo que con los años le valdrá el apodo de “abuela de la Nouvelle vague”.

Será su segundo film la que la encuadré dentro del género y la afiance en su ideología de Izquierda y sobre todo feminista. Cléo de 5 a 7 es una maravilla que transcurre casi en tiempo real. El tiempo que tiene Cleo desde que sale de su trabajo hasta recoger unos resultados de un exámen médico muy importante que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

El fatalismo se hace presente en esta película desde el comienzo con una lectura de cartas que marcará el inicio del derrotero de nuestra hermosa cantante/ modelo/ actriz cuyo nombre artístico es “Cleo”  interpretada por Corinne Marchand, quien por esas casualidades de la vida se encuentra con un soldado que ha sido reclutado para ir a la guerra de Argelia y le habla sobre sus miedos a la muerte.

El film cuenta con música de Michel Legrand (quien tiene una aparición como pianista) y es absolutamente cautivante. Enhebra momentos y encuentros azarosos en un dia cuya fatalidad está a la vuelta de la esquina.  De allí sale el cortometraje con Godard, Anna Karina y Jean Claude Brialy cuando Cleo se encierra en la sala de proyección del cine.

“Le bonheur” (1965) “La felicidad” es su tercer largometraje y narra la historia de un matrimonio con dos hijos: François y Terese, están juntos el sol brilla y si son muy felices…hasta que aparece Emilie, François se enamora y se convierten en amantes. Como verán el título es una de esas grandes ironías propias de una mirada asertiva y deconstructivas de la Vardá. Pero no esperen esos dramas como  en Les Amants de Louis Malle. Existe en este film un paralelismo con la vida real y es que una familia verdadera interpretó a los protagonistas de esta historia que parece desenvolverse sin grandes conflictos delante de nuestros ojos. Pasa de un idilio pictórico y paradisiaco a la ciudad donde uno confía que comenzarán los problemas y así lo hace, aparece Emilie pero luego el marido confiesa a su mujer y es ahí adonde uno esperaría  una reacción comparable a la Moreau tirando el auto de un puente donde la acción se disuelve y todo queda en las apariencias ¿Felicidad es apariencias? ¿Las apariencias bastan para mantener la felicidad? La directora solo planteara más preguntas que soluciones  aunque será clara en la mirada con que se posiciona para narrar el relato.

Agnes utilizará actores no profesionales y muchas veces mechará su labor de cineasta con la de documentalista, aunque es casi imperceptible la diferencia en lo que a su vida respecta: la no ficción y la ficción se entrecruzan continuamente.  Vardá describe su método de hacer cine como “cinécriture” escritura cinematográfica y cuenta que muchas veces es en la sala de edición de su querida productora “Cine Tamaris” que encuentra sus historias y sus diálogos. Que todo nace del montaje de los fragmentos.

La imagen fija tendrá una función fundamental dentro de su cine, quizás por sus orígenes de  fotografa, llevándola a la alternancia y convivencia de imágenes fijas yutaxpuestas con las móviles. Otra de sus características distintivas es su feminismo, no solo porque sus historias en su mayoría estén protagonizadas por mujeres, sino por la búsqueda de la desfetichización del cuerpo femenino y por sus  discursos con personajes  rechazados o marginales de la sociedad, como se verá en “Sans toit ni loi” ya en los ochenta en su manera más extrema.

Hablamos de su amor por Demy y como recuperó su filmografía del olvido en el inicio de esta nota pero ahora para cerrar hablaremos del amor que le profesó al dedicarle también buena parte de su filmografía a la biografía de su esposo por un lado con el film “Jacquot de Nantes” y luego con documentales para Las señoritas de Rochefort en “ Les demoiselles ont eu 25 ans”

Vardá recorre el mundo con sus muestras que van desde la fotografía a la video instalación y hace unos años cuando presentó por el mundo su film autobiográfico “Les plages d'Agnès”  que le valió entre otros premios el Condor de Plata en Argentina.

¿Sos feminista? ¿Sos partidiario de una mirada diferente sobre tus personajes femeninos y no temes a las batallas morales? ¿Amas esas historias que mezclan un toque de no ficción y juegan a yuxtaponer los planos de la realidad con cierto surrealismo? ¿Te gustan los directores multifacéticos que participan activamente no solo en la realización de sus propios films sino en la actividad de divulgar y preservar el patrimonio histórico cinematográfico? Entonces Agnes Vardá es la directora que te recomendamos ver primero.

Selección post Nouvelle Vague:

¿Aún no te decidiste por ninguno de los directores? ¿Necesitas ayuda por donde comenzar a mirar tanto cine? Bueno, estas de suerte, porque este suplemento aún no se termina y a continuación te pasaremos una selección de films para tener en cuenta, todos  Post Nouvelle vague o en palabras de Chabrol : films de cuando la ola era un mar.

L'histoire d'Adele H (1975) de François Truffaut

Con L'Enfant Sauvage, Truffaut ya se había puesto en cuerpo y alma a retratar y protagonizar las memorias del Doctor Itard y había  descubierto el placer de recrear un personaje histórico, por lo que  ya tenía su buena cuota de experiencia para plasmar la historia real de la segunda hija de Victor Hugo, Adele,  quien terminó sus días recluida en un asilo, una joven con una de esas historias de vida que a Truffaut le atrapaban. Obsesiones marcadas y pasiones desmedidas.

Es probable que “El diario íntimo de Adela h” (como se la conoció también) no sea la mejor ni la más fabulosa de sus películas, podríamos estar hablando de alguna de su famosa saga de Antoine Doinel o por qué no de La Nuit Americaine que le dio el Oscar en 1974, pero  este film es de una perfección absoluta como pocas veces ha visto la historia del cine, en donde se conjugan la enorme capacidad de dirección de Truffaut capáz de generar intriga hasta con la  biografía mas conocida y la enorme labor actoral de la actriz Isabelle Adjani, que encarna a la perfección el símbolo arquetípico de todos los personajes de Truffaut reuniendolos en la figura de Adele Hugo: una mujer por momentos fuerte de armas tomar y por otro lado una mujer frágil victimizada por el pasado y algo ingenua, la duplicidad que el director suele encarnar en varios personajes al mismo tiempo aquí recaen en la figura de uno solo y en menor medida o quizás en mayor medida en la obsesión con la que persigue al objeto de su afecto.

En ese sentido podemos decir que se trata de la “Vertigo” de Francois Truffaut y que en lugar de James Stewart nos encontramos con la imagen especular del mismo: Adele y el oficial Pinson como los trágicos protagonistas de esta historia, una historia sobre obsesiones.

Muchos críticos han dicho que se trata de una película vampirizada por la actriz que se luce y le da vida a esa alocada protagonista que va desde la felicidad más absoluta a la decadencia mas trágica por un amor no correspondido, pero quienes dicen eso se olvidan de la mano de Truffaut que está en todas y cada una de las elecciones del film y nos lo recuerda en un momento de la obra  cuando Adele se lo confunde con el oficial Pinson y se cruza cara a cara ni mas ni menos que con su creador/autor vestido de soldado del ejército en medio de la niebla.

Cuando la historia parece terminar, lo hace a modo de texto informativo, ya saben, en lugar de “colgar el cartel con el que sucedió después” para escandalizarnos una voz en off recorre el final de los días de Victor Hugo y el destino de Adele, solo para realizar un último flashback que nos llena de tristeza y hace que pensemos en el rol de esta mujer como una adelantada a sus tiempos, una marginal incomprendida, en pocas palabras: toda una heroína de novela.

Sympathy for the devil (1968)& Notre Musique (2004)   JL Godard

Podrá resultar arbitrario para la mayoría el hecho de que haya seleccionado dos films de Godard mientras que de los demás directores solamente se selecciono uno, pero es que Godard es tan prolífico en su extensa carrera que tiene más de noventa títulos y que todavía prosigues, en donde nos damos cuenta de que un film solo no bastaba para recomendar de él.

Si algo existe en abundancia son documentales de rock sobre los Rolling Stones, es mas ellos los producen hasta con Martin Scorsese pero cuando estaban grabando la canción homónima al título del film, no se como suceden esas cosas de la vida que ellos deciden filmar un documental con Godard del que luego diran “todavía estamos intentando entenderlo”.

Este film cuenta con dos partes diferenciadas: el documental rodado con motivo de la grabación en estudios de la canción Simpathy for the devil con los Stones y sus chicas (etapa Marianne Faithfull). Y luego en montaje ideológico o paralelo que tanto suele interesarle a Godard (yuxtaponer mucha información en pantalla) cuenta lo que siente al respecto de la guerra de Vietnam, el temor de los hombres a la misma y la violencia además de manifestarse claramente anti imperialista y hablar de su amor por los libros. Mecha fragmentos dispares recreados par a las cámaras con una descarada teatralidad (como sangre roja o encuadres estáticos en la que los “personajes” deambulan). Todo un Tour de force que en apariencias es bzarro para el estilo de los Stones pero que es muy propio del estilo de este director tan ideológicamente cruzado por su pensamiento y el discurso comunista (aunque en esta etapa apunta a socializarlo más) y no nos olvidemos de la reciente cercanía del mayo francés y su influencia en la vida de JLG.

Me hubiera gustado ser mosca para verle la cara a Mick jagger y Keith Richards al ver la proyección de esto y luego preguntarse ¿Qué fue lo que hemos visto?. Vale la pena arriesgarse toda una vida a no entender y los momentos stones son muy Buenos pero son los que menos importan en comparación al fresco general que arma Godard sugerido por esa canción tan enigmática.

Notre Music es un film que se divide en tres partes como si fuera la divina comedia. Narra la historia de una protagonista femenina a la que retoma en diferentes oportunidades y otros personajes que deambulan en la pantalla pero que no generan esa empatía dramática que estasmos acostumbrados con el cine narrativo y hollywoodense.  Entre muchas cosas ve una conferencia de prensa con Godard y hasta logran entrevistarlo. Luego está el habitual desvario imaginario de nuestro genio enloquecido que une fragmentos de distintos discursos y todos para hablar no de musica sino de la vida misma.

Lo más importante de Notre Music no es ni lo formal ni es particularmente preciosista lo más fundamental es el mensaje o uno de los mensajes principales del film y es que cualquiera en cualquier momento puede devenir en “terrorista”  él lo dice intelectual y metafóricamente hablando pero el curso de la historia y los vaivenes politicos actuales hacen que el mensaje de Notre music sea claro, o complejo de abarcar en una crítica como el conflicto Israel/Palestina y enunciar que en las condiciones Justas cualquiera es una bomba de tiempo y es el sistema el que  propicia esto.

Un cine ensayo necesario para el dia de hoy y con una estructura y una visión de las que solo Godard es capaz de lograr.

Le rayon vert (1986) De Eric Rohmer

Este es un buen momento para confesar que con respecto a Eric Rohmer  yo tenía mis prejuicios gracias a que en la materia de Historia del Arte que me tocó cursar en la Universidad durante mi primer año, allá por el 2004, la cátedra exhibió “Percival el Galo” durante una de las clases para hablar de Edad Media y me lo perdí por ausente.  Aunque revolví cielo y tierra de los videoclubes de cine-arte nunca encontré dicho film y mi resentimiento por Rohmer aumentó. Era una completa idiotez porque culpaba al realizador de ser pretencioso y engrupido básicamente porque no podía hallarlo por ninguna parte.

Un día llegó el Bafici del 2007 o era quizás 2006 cuando me reconcilié definitivamente con Rohmer durante la proyección de Astree et Celandon y salí de esa sala llamándome de todos los nombres posibles (estúpida y boluda fueron los más leves) por no haberle dado una oportunidad real a dicho realizador que podía reflejar una obra más que juvenil y fresca en sus etapa octogenaria. No sabía que sería la última película de Rohmer el inicio de mi idilio con el realizador que hasta ahora nunca me ha defraudado. 

El rayo verde es una de mis películas favoritas y es ideal para el verano, si no se rían. Si algo nos enseñó este director es que hay un cuento para cada estación y lo gracioso es que en Estados Unidos el título de este film es “Summer”  (verano), por lo que a algún productor loco se le encendió la misma lámpara que a mí cuando vio este film.

En esta excelsa comedia protagonizada por una encantadora Marié Riviere, van a encontrar muchos puntos en común con situaciones cotidianas que están representadas con una naturalidad que uno se termina riendo por el simple hecho de que alguien haya reparado en esos detalles y los haya puesto en la pantalla grande.

A saber: creo que me veía a mi amiga y a mi en la escena en las que cuatro amigas toman el te (cambiemos te por mate o café) y me reía del hecho de que "muchos hombres no se fijarían en el hecho de que muchas veces las mujeres hablan juntas y sin embargo dialogan y hablan de ellas mismas justificando “el por qué” son así y todas las situaciones ocurren al mismo tiempo. Pero muchos hombres no son Eric Rohmer entonces esa escena en donde Delphine no se quiere ir sola de vacaciones y su amiga quiere” que viva un poco más” pero a la vez la trata mal y usa las palabras "déjame ser honesta con vos" esa conversación tiene un tempo y una naturalidad que son fantásticas... de solo pensar en las charlas de sex and the city  o Girls en comparación creo que me da el ataque y me vuelvo a deprimir de la contemporaneidad... y de solo pensar que  haya existido un hombre que se diera cuenta que las mujeres podemos hablar todas al mismo tiempo y mantener tres conversaciones distintas...saltar de la justificación personal, a cualquier otro tema, eso es conmovedor, generalmente uno escucha un "callense, cotorras" así que cada día lo quiero más a Eric. Sobre todo porque no se puede decir que el tenga la intención de ironizar al respecto o simplemente establecer una escena, pues  el también lo hace todo al mismo tiempo. Y ni hablar de la charla sobre el vegetarianismo...

Sólo se que me encanta Marie Rivière y de los films con ella es uno de mis preferidos. Ella tiene esa mezcla entre heroína de cuentos de hadas, y una espontaneidad que funcionan perfectamente con Eric Rohmer...El rayo verde es un film sobre la soledad, los ideales románticos y una adaptación muy muy libre del libro homónimo de Julio Verne. Es irónica, divertida, cálida y la moraleja es: ¿las suecas son de cuidado? -chiste- o,  por lo menos: "Las suecas no conocen de días solitarios...." y “Definitivamente hay que leer más Dostoievski en las estaciones  para iniciar conversaciones inteligentes”.

La fille Coupee en deux (2007) Claude Chabrol

Miré el film allá por su momento y me encantó, pero después  leí cada crítica desastrosa y  comentario aberrante en imdb que me dije "mon dieu" esta gente que escribe, lo hace porque el aire es gratis. ¿Pretencioso? ¿Aburrido? ¿Otra película francesa en donde hablan mucho, pasa poco y  se la pasan cenando? ¿Metafórica al pedo? ¿Porque no tiene más desnudos? leía todas esas sandeces de gente vacía, a los cuales imaginaba como el vendedor de tiras cómicas de los Simpsons: desagradables y criticando todo para mal sin hacer algo  real con sus vidas y me vi en la necesidad de poner en palabras algo que creía una verdad más evidente que "La tierra no  es plana" pero que la digo porque se ve que para muchas personas del universo la vida sigue siendo algo plana y ahuecada:

 Es un Claude Chabrol.

Claude Chabrol con su trayectoria y estilo que lo caracteriza, su crítica a la burguesía, a la sociedad, su concepto del "suspense" de la tragedia y el drama. Su maravillosa dirección sobre Ludivine Sagnier, Benoît Magimel y François Berléand (más conocido por los pochocleros por ser el policía francés de "El transportador”)  y por sobre toda las cosas su aporte a la estética cinematográfica y el cine de autor.

Si el no es pretencioso, no se quien más en la tierra podría tener más derecho a serlo. Su pretensión radica en su mirada autoral, en los  tiempos  que maneja y en esos  personajes funcionales para  la sociedad y la posición que ocupan dentro  de  ella  y disfuncionales para otras cuestiones varias que suelen rozar lo criminal y la perversión.

La mujer partida en Dos no es para todos, es densa, no solo en los tiempos que manejan sino en el devenir desgastante del triángulo amoroso central, entre la genial Ludivine Sagnier el aquí bastante desagradable Benoît Magimel  y al señor mayor François Berléand   sus posmodernos Charles-Hélène-Paul. Es un Thriller psicológico sobre  una chica a la que la  parten en dos (chiste) la parten dos amores: uno por un señor mayor e intelectual  y el otro por ese playboy loco interpretado magistralmente por Benoit magimel.

¿Vieron ese juego que te pregunta con un gráfico cuantos triángulos ves? bueno esa es la estructura de este film. Creo que la primera vez que lo vi, me dejé cegar por el peso de uno de los triángulos y  es que  no hay "un triángulo amoroso central" hay fácil tres triángulos (yo conté 5) que convergen en una especie de pasarse la posta: el primero que se presenta el de  Capucine-Charles- La esposa de Charles.  Lo llamamos el trio de las mujeres trabajadoras alrededor del "genio", el trio de "las señoras en la vida de Charles" Capucine-Charles- Gabrielle las amantes trabajadoras alrededor del "genio" "lo clandestino en la vida de charles" y finalmente Charles- Gabrielle- Paul. "el pasado y el presente de Grabrielle" Que es el triangulo conflictivo amoroso que más peso tiene.  Agrego el triángulo Madre de Gabrielle-Gabrielle- Tio de Gabrielle, porque la familia es la que en parte posibilita el pasaje de posta en la vida de la chica. Y no menciono el triángulo Madre de Paul- Gabrielle- Paul porque sé que consideraran esto demasiado paranoico de mi parte o demasiada recurrencia del número 3.

La fotografía y el uso de los colores (el verde, el rojo, el negro)  es notable y excelente, lejos de verse azulina y aburrida se ve vibrante y llena de gente muy adinerada, con  ganas de hacer bastantes fiestas y homenajearse entre sí.

Benoit Magimel no está desagradable, está fabulosamente desagradable, es digno de Visconti, y su interpretación de Paul es un tour de force que pasa de la comedia al suspense en una abrir y cerrar de ojos, iconográficamente pensado en función de los hijos de millonarios que siempre vivieron de la riqueza de papi que el mundo mediático nos vende: Algo como el resabio de la nobleza del siglo XVIII hoy. Y Chabrol lo representa así: nobleza del siglo XVIII con sus sedas, sus trajes, su oro y extravagancia, su hoy.

Chabrol, verdaderamente tiene un excelente tono y color para la comedia: negro.  Disfrazó tanto sus humoradas que la primera vez que la vi no pude ver las referencias a Belle Du jour, lo graciosa que resulta- una vez que no estas pendiente de "la intriga" y los devaneos de la historia, en la construcción de los personajes y como todos van mintiendo en su discurso: cosas sutiles como cuando en una escena entra Capucine la primera vez y le dice a Charles... “¿vos siempre escribiendo a mano? “y el responde "si, siempre"  mientras que en el departamento que mantiene con su amada vemos que está escribiendo su novela con una notebook, hasta llegar a las grandes mentiras que cada uno esconde o se dicen a espaldas del otro ¿cómo saber si lo que dice Charles de Paul es cierto? ¿Cómo saber si lo que dice la Madre de Paul es cierto o es un intento de manipular a Gabrielle? ¿Cómo saber si Paul no es más que un tipo altamente descontrolado acostumbrado a tener siempre lo que quiso?  y en medio de todo esto Woody Allen. (La anécdota en el programa televisivo de Gabrielle que no por nada se llama “la Frutilla del postre”) En medio de una historia que critica la visión de la vejez en los hombres "intelectuales", la juventud y la sexualidad.  Cincuenta sombras de Grey resultan un poroto al lado de Charles y su casita clandestina.

Un  Chabrol, CONTUNDENTE por todos lados y quizás el mejor diseccionador de la sociedad que tuviera el cine "de suspense" con un final de película que no por nada nos recuerda a esos momentos "Buñuel" en "El discreto encanto de la Burguesía".

On connaît la chanson (1997) Alain Resnais

Cuando la historia comienza a Paris la van a bombardear y de pronto ante esta tragedia del ejército alemán a punto de destruir la ciudad luz el oficial a cargo comienza a cantar una canción, bueno a hacer playback de una canción: J'ai deux amours con la voz de Joshepine Baker y es allí adonde Resnais nos cuenta como si de un bofetón se tratase,  cómo será el tono musical del film.

Onconnait La chanson no es un musical como cualquier otro con grandes coreografías sino que pareciera como si por alguna razón mágica que no podemos explicar estamos en el momento exacto en la que a los personajes se les ocurren los fragmentos de canciones francesas de todas las épocas que justo pegan con la  situación. Como si fuéramos testigos de un playback de una playlist infinita del inconsciente parisino de sus personajes. Y eso no es lo más extraño que sucederá en el film. En cierta medida nos recuerda al trabajo de Dennis Potter como en Pennies From heaven donde utiliza canciones del repertorio de jazz para narrarnos una historia sobre la época de la depresión.

 La historia que narra”Conoces la canción” es moderna y contemporánea, casi coral de la vida de seis personajes distintos y sus cruces delante de la pantalla: una guía turística que necesita finalizar su tesis de grado, su hermana que busca un departamento más amplio adonde mudarse y porque  no algo de romance para reforzar la mezcla de una comedia brillante con esas asociaciones libres musicales que irrumpen en los mejores momentos.

Uno de los momentos más “resnaisnianos” del film ocurren durante una fiesta en el gran departamento con la vista a la torre Eiffel y de la nada comienzan a aparecer fundidos a negro con medusas flotando por todas partes ¿Explicaciones? Para que… solo basta con decir que son unos de esos momentos enigmáticos en la que recordamos nuevamente que se trata del mismo director que El año pasado en Marienbad y se nos pasa la intención de buscar respuestas frenéticamente porque si no este film nos dejaría muy perplejos en varios frentes.

Un musical contemporáneo atípico y fabuloso por la libertad artística y autoral de su estrafalario director que no es guionista de sus propias obras sino que elige trabajar con autores, a diferencia de Rohmer (por citar un ejemplo) que tenía la compulsión de escribir todo.

Les demoiselles de Rochefort 1967 Jacques Demy

Algunos críticos tienen debilidad por el drama, otros por el documental, y así al infinito. Yo tengo dos debilidades muy recurrentes: Cary Grant  y Gene Kelly, simplemente los amo y no puedo permanecer racional con esos caballeros, me pierden. Este film tiene a una de mis debilidades trabajando para otra de mis debilidades: Gene Kelly en una comedia musical de Jacques Demy. ¿Qué puede salir mal con eso? Si además les sumamos a Catherine Deneuve y su hermana  Françoise Dorleac como las señoritas que dan título a esta obra fabulosa.

Comienza con la llegada de unos bailarines a Rochefort y esa será la excusa que inicia este tour de forcé de personajes diversos que habitan en la encantadora y musical Rochefort con las hermanas a la cabeza. Dueñas de una escuela de danzas y música en la ciudad; además de trabajar en la feria local que se organiza todo los años en la portuaria ciudad.

La estructura musical es muy diferente que la de Los paraguas de Chebourgo,  para empezar en este film si existen los diálogos aunque paradójicamente  en el final elija prescindir de palabras. Luego las canciones no están dispuestas a la usanza de los musicales Hollywoodenses aunque tome la imaginería de ellos y  a una de sus estrellas más deslumbrantes del género al incorporar al personaje del extranjero interpretado por Gene Kelly quien no canta en el film sino que por motivos de “la venta del soundtrack” es doblado por un cantante francés.  Pero regresando a la estructura, el mismo tiene leit motivs y chansons para cada uno de los personajes que se repetirán con variaciones a lo largo de la trama: tenemos la canción de Solange, la canción de Delphine, la canción de las gemelas y así hasta con la madre de ambas y es que todos en Rochefort parecen tener una historia de amor que bordea la tragedia pero que finalmente llega a una resolución de comedia. (a diferencia de lo que ocurre con Los paraguas).

Como ocurrió con la filmografía de Demy este film fue restaurado a todo su esplendor de colores pasteles abrumadores por la productora Cine Tamaris de su esposa Agnes Vardá en 1996 y vale la pena las dos horas que dura con el devenir coral de las historias manejadas por el azar y los recorridos en la pequeña y encantadora ciudad de Rochefort. (Donde se filmó realmente)

 

La plages de Agnes (2004) Agnes Varda

Si no conocían a Agnes Varda con este film la van a adorar: cuando dice “ahora interpreto a una viejita charlatana” no haces otra cosa que pensar en ella como en la “querida Agnes del pueblo”. Si, así de encantadora y así de enloquecida con sus instalaciones de espejos en las diferentes playas de su vida.

En una parte del film dice “si pudiéramos abrir a las personas para encontrarnos con un paisaje conmigo encontrarían playas”. Y así la acompañamos por el recorrido no de una sino de dos vidas dedicadas al cine la de ella y la de Jacques Demy por no hablar de que nos confiesa cosas como que ella no era una cinéfila, sino  que para sus veinte años solamente había visto diez films y otras verdades que quedan expuestas bajo la mirada particular de Agnes.

Como una caja china llena de compartimientos secretos es la historia de vida de esta mujer que conoce a todo el mundo, o al menos eso es lo que parece. El film es un mar de rostros y fotografías que recorre toda la vida de la bautizada “abuela de la nouvelle vague”.

La estructura del film la guía la misma Agnes que por momentos elige retratarse como una adolescente en la ola o como una niña pequeña. Diferentes mecanismos de representación se ponen en juego en paralelo durante la duración del film.

Curiosidades acerca de ella como que en un momento hasta llegó a castear a Harrison Ford pero que los directivos de la productora dijeron que no le veían un gran futuro al actor. Se van a destornillar con las ironías de Agnes y como ella retrata su lucha feminista sin reparos de  contarnos que hasta fue tildada de “puta” por un diario francés  tras firmar una petición para que legalizaran el aborto en los setenta. Toda una luchadora que no afloja ni en la cercanía de los ochenta años que para ella son una cosa más sobre la cual ficcionalizar y desdramatizar.

Pocas veces podemos escuchar a un realizador a hablar de la vida con tanta franqueza, y con tanta nostalgia que no apunta a la lágrima barata, una realizadora que pasó la segunda guerra mundial y que tiene una historia de vida digna de filmarse (y por suerte contamos con ella para hacerlo).

Con esto cerramos esta brevísima selección de films de algunos de los directores mas reconocidos de la Nouvelle Vague pero no los únicos: Chris Marker, Jacques Rivette, Margarite Duras y tantos otros jóvenes que iniciaron sus carreras con una sola meta: hacer películas rápidas, modernas, diferentes de las pretensiones de los grandes estudios. Salir a la calle a donde la acción pasaba. Algunos de los que quedaron fuera del suplemento y están aguardando a que vos los encuentres para que conozcas una buena parte de la historia del cine de hoy.

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