Pov Matías
-Pensas que diré que sí, Amelia vos estas loca
-No mira escúchame, ella estará bien y tendrá todos sus cuidados, pero necesito que me ayudes con esto
-Esta casa ni siquiera es mía, no podés tomar tus cosas y venirte para acá
-La ayudare Matías, di que si por favor
El chico solo pudo hacer una mueca no era la persona indicada para cuidarla, pero necesitaba ayuda y esta era su única opción por ahora por lo que decidió aceptar
-Solo hasta que se recupere después te largas me entendiste
-Bueno Matiii
El trato era el siguiente la rubia oxigenada se quedaba en el apartamento cuidando de Mary mientras que Matías la aguantaba ya que como ella dijo "no tenia donde quedarse" y bueno Matías no estaba en sus 5 sentidos para pensar por lo que accedió.
Estuvieron así por unos días, Matías iba y venía de las reuniones y llegaba a casa solo para acostarse al lado de Mary, esto no le caía nada bien a Amelia, la cual ya tenia un plan por si aquella chica llegara a despertar, y como si de una maldición o un milagro, Mary despertó, aunque en el mejor momento
Narra Mary
Me incorporé poco a poco en el colchón y me sobé mi cabeza, con mis ojos escaneé mí alrededor y me di cuenta de que me encontraba en la habitación, mi habitación más bien, quité la sabana que había sobre mí y pude divisar que mi rodilla estaba vendada, me había lastimado más de lo pensado.
Bajé de la camilla hasta que mis desnudos pies tocaron el frío suelo causando que diera un tambaleo. Pude ver que el bolso de una mujer yacía en el sillón que se encontraba a lado de la cama
A pasos lentos, comencé a caminar hasta la puerta para poder salir al pasillo, pero la aguja que estaba enterrada en mi brazo hizo que me detuviera, sin mucho éxito me la quité y gemí por el dolor que aquello causó. Salí hacia el pasillo desolado hasta que
-Despertaste-pude oír la voz de una mujer por lo que inmediatamente corrí mi cara para verla, era ¿Amelia?
No le dije nada solo la miré y un millón de preguntas rondaban mi cabeza, pero solo una pude pronunciar
- ¿Dónde está Matías? -me costó decirlo ya que sentía hasta mi boca pesada pero cuando termine la frase la cara de Amelia había cambiado drásticamente
-Uy preciosa justo te vino a ver una persona que puede explicártelo-dijo mientras sonreía, esto me estaba preocupando
Pude ver como se dirigía a alguna parte del apartamento por lo que me dediqué a volver a apoyar mi brazo en la cama ya que me sentía realmente cansada al fijar mi vista en la puerta, pude ver que se acercaba ¿Camilo?, si camilo estaba acá y su reacción fue casi inmediata, corrió a abrazarme mientras yo aun confundida trataba de abrazarlo igualmente
-Mary debemos irnos yo-yo te lo puedo explicar después-dijo mientras me pasaba una muleta para que yo pudiera caminar mejor solo le sonreí confundida
-Amelia ve por las cosas yo la llevara al auto, apresúrate- tenía miles de preguntas como es que Amelia y Camilo se conocían y ¿Dónde estaba Matías? Pero luego pude recordar
- ¿Papa? -lo ultimo que recuerdo fue estar en el auto con él mientras estábamos contando anécdotas, pero luego, luego chocamos y el, el salió volando del auto
-Como esta papa Camilo-dije mientras esperaba que Camilo arrancara por lo que lo hizo rápido como si tuviera prisa lo que me asusto un poco, necesitaba que me explicara que estaba pasando
-Bueno en el accidente -comenzó a hablar-El camión impacto contra el auto y bueno tu padre salió volando
- ¿Qué? -murmuré, sentí mi cuerpo entrar en pánico.
-El no venía con el cinturón de seguridad y ... Él fue quien terminó impactándose, tu estuviste en coma por casi tres semanas
- ¿Y cómo está? -gemí con cierto temor, Camilo bajó su mirada y mi cuerpo se heló.
- ¡¿Qué pasó?!
-Mary... él no pudo... -Camilo negó-Vino al hospital en un estado muy grave, fue infarto cerebral.
-No... -solo pude mirar hacia al frente sintiendo como el auto se detenía
—Lo reportaron como muerto ese mismo día
Su mirada fue lo último que se proyectó antes de que yo cerrara los ojos. Mis lágrimas no salían debido a que aún seguía en shock, todo se hizo oídos sordos ante mí, ya no escuchaba, ya no veía, ni siquiera sabía si seguía respirando, el dolor en mi pecho me estaba consumiendo. Perdí la noción de todo. Quería creer que esto era una mentira, un terrible y espantoso sueño, que estuviese todo en mi mente, pero sabía que no era así, el dolor se presentaba para recordarme que me encontraba pisando tierra a la realidad.
-Mary. -Escuché la voz de Camilo a mi lado, mientras con una de sus manos me movía
-Mary Matías el se fue, cuando entraste en, en coma el se fue y con Amelia te ayudamos, él no quería verte y te dio por muerta
-Que
Lentamente giré mi rostro a él, se encontraba con una mueca de arrepentimiento pude sentir mi vista nublarse. Pronto me derrumbaría.
-Dime que es mentira, el no haría eso-susurré aún con esperanzas mientras sostenía mi corazón entre mis labios.
-De verdad, lo siento...
Y fue peor, mucho peor escuchar aquello. El peso en mi cuerpo se hizo más grande, mis manos estaban frías y cayó la primera lágrima.
-No... No, no, no -repetía entre balbuceos-Eso no es cierto...
Esto no era real, él debía de estar conmigo a mi lado. Comencé a gritar todo lo que podía, lloré lo suficiente para que mi alma dejara de doler, pero no funcionaba, no se detenía, no tenía palabras para poder describir con una exactitud lo que estaba sintiendo en ese momento, porque no había, no se podía. Ni siquiera la palabra más fea o dolorosa podía caber en un significado gigante a este sentimiento.
-Matías prometió estar conmigo! Y ¡Mi papá no está muerto! -Sentí mi garganta arder al pronunciar aquello
Comencé a golpear el auto, quería que esto se detuviera quería dejar de sentir pude percibir el olor metálico de la sangre, sabía que me había lastimado, sin embargo, no me importaba tanto en ese momento, porque aún tuviese heridas físicas, nada se comparaba a la emocional y sentimental.
Todo me daba vueltas, mi cabeza dolía y seguía viendo las imágenes de Papá y Matías recorrer mi mente
Me incorporé para verlo y negué varias veces, apretando mis dientes.
-Se fue... me dejó.
Se acercó a mí, poniendo su mano en mi mejilla y proporcionarme unas caricias, me dio una mirada sombría y dio una respiración profunda.
-A él no le dolió dejarte
Después de decirlo, sus ojos se volvieron negros, su destello había desaparecido
-De qué hablas? -musité.
Formó una tensa línea sobre sus labios
No quería aceptar el pensamiento que cruzaba por mi mente. Me negaba. No podía ser cierto.
-El esta muerto para ti Mary, el decidió o dejarte, acepta el hecho que el murió el día que te abandono
Pov Matías
-COMO QUE MUERTA AMELIA, QUE MIERDA DICES
-Ella no resistió, se llevaron su cuerpo
-ANDATE, MIERDA-dije mientras sentía mis lagrimas recorrer mis mejillas, pude ver como se iba dándome una mirada de lastima
De pronto, tuve uno de esos momentos que se tienen cuando has perdido a alguien, en los que te sientes como si te hubieran dado una patada en el estómago y te hubieras quedado completamente sin aire y piensas que nunca más recuperarás la respiración. Sin fuerzas me senté ese suelo y llore, llore.
Estoy llorando, con fuerza, hipando, como si hubiera contenido la respiración durante muchísimo tiempo y por fin pudiera respirar.
El amor de mi vida esta muerta y no ahí nada que pueda hacer, no pude salvarla, no pude ayudarla
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