La luz que por la mañana se filtraba por la ventana había sido consumida por la oscuridad. Había sido un día largo, sus ropas de hermosa seda comenzaron a pesar, el maquillaje se había corrido ligeramente y sus pies comenzaron a doler, definitivamente jamás volvería a utilizar ese tipo de zapatos.
Escuchó la puerta cerrarse tras de sí, seguido de un par de pasos que le erizaron la piel. Se sentía expuestaaun con toda la ropa puesta, no sabía que hacer y los gestos y sonrisas burlonas que le dirigieron sus amigas cuando salió con su ahora esposo de la mansión la ponían aún más nerviosa.
Hiashi había elegido el lugar en el cual pasarían el par de semanas como recién casados, le había dejado tal libertad porque ella no le interesaba ningún lugar en específico, mientras el Hyuga estuviera a su lado era suficiente, además creyó que con lo recto que era Hiashi, talvez elegiría un lugar aburrido y poco interesante, se equivocó, como en todo lo demás cuando se trataba de su ahora ¿suegro?, no sabía que era exactamente ahora.
Hiashi se había tomado la molestia de elegir una "pequeña" casa de hospedaje, con un hermoso lago cerca, aguas termales y un paradisíaco campo con muchos lugares para visitar en pareja, parecía un lugar realmente turístico, y eso era lo extraño, no había nadie más que ellos y un par de empleados, tenían toda la casa para ellos, ¡¿dónde estaban todos?!, Tenten negó con ironía, no creía que Hiashi fuera capaz de rentar todo eso solo para ellos por dos semanas, ese hombre estaba siendo todo lo contrario a lo que le habían contado.
—¿Estás bien Ten?— el delicado tacto sobre sus hombros casi homonuna caricia y la voz aterciopelada de Neji acariciando su oído le hicieron saltar sorprendida, alejándose de su toque y de él sin pensarlo.
—Ah...s-si, estoy bien.— Tenten se mordía los labios y Neji hizo una mueca apagada, lo cual sorprendió a Tenten, conocía todos los gestos de su esposo, ¿por qué esta no la recordaba?, la razón era porque no lo había hecho antes.
—Tomaré un baño.— Tenten asintió ante su aviso, Neji no parecía nervioso, pero tampoco ansioso por lo que se supone debían hacer, comenzó a sentirse nerviosa ante la idea que surcó en su cabeza, ¿acaso no la deseaba?.
Una idea que le perforó los pensamientos mientras escuchaba el agua de la regadera caer, no podía quedarse a mirar a la nada, ella realmente quería estar con él, y era algo que tendrían que hacer tarde o temprano, y entre más pronto fuera, más pronto podrían acostumbrarse a ese tipo de contacto.
Rápidamente comenzó a buscar entre sus equipaje, si Hanabi había empacado su ropa con ayuda de sus amigas, algo que despertara los instintos más oscuros del Hyuga debía encontrarse ahí, y vaya que lo encontró, lencería demasiado llamativa, se preguntaba como una niña de esa edad podía conocer ese tipo de ropa. No, no podía hacerlo, no iba con ella, se sentía frustrada, había tratado de ignorar ese asunto por vergüenza y ahora se arrepentía. Volvió a rebuscar entre todo lo que había, hasta que encontró un conjunto bastante lindo, algo que no usaría usualmente pero que no podía negar lo bonito que era. El sostén estaba adornado con lindo encajes florales que dejaban ver ligeramente lo que se supone debían proteger. Mientras que la braga tenía el mismo diseño, pero sin dejar ver nada, por lo menos esa prenda si estaba hecha para lo que necesitaba. Con mucha fuerza soltó todo el aire contenido en sus pulmones y se decidió, pero un brillo de esperanza apareció arrumbado entre las telas, una bata, eso la ayudaría a tomar más valor, estaba casi segura que aquella prenda era un regalo de Hinata, debía saber lo que esas arpías habían planeado.
Escuchó como las gotas de agua dejaron de caer, así que con toda la rapidez que puso tomó las prendas y las volvió a guardar en el equipaje, solo llevando consigo echo bolita la que había seleccionado.
—He terminado, si quieres podemos...— pero las palabras de Neji quedaron en el aire, ni siquiera sus evidentes mejillas sonrojadas hicieron que Tenten le prestará atención, en lugar de eso lo había ignorado y se había metido al baño como un rayo.
Neji resopló, tal vez ella realmente no estaba lista y lo estaba evitando por eso, la forma en como se alejó de él lo había dejado claro, no podía negar que aquello lo había herido, tal vez había apresurado demasiado aquello de casarse. Con un gesto aflijido y preocupado comenzó a alistarse para dormir, solo esperaría a que su amada saliera para desearle buenas noches. Pero ella no salía, había pasado más de media hora y Tenten aún no daba un paso afuera, había escuchado como hacía quince minutos el agua había dejado de fluir, el tiempo que ella solía tomar para bañarse, y aún así no daba señales, ¿tanta era su negación por esa noche?, debía saber que él no la obligaría a nada que no quisiera hacer, aunque había esperado mucho tiempo por ese momento, fantaseando desde que leyó esos estúpidos libros, obligaría a sus instintos más primitivos a soportarlo un poco más.
Levantó rápidamente la cabeza cuando después de casi cuarenta y cinco minutos la manija hizo ruido por fin.
—Tenten, no tienes que...— sus palabras cayeron en un gran silencio cuando Tenten por fin salió completamente del baño.
Una bata adornaba su esbelta figura femenina, talvez ella no lo había notado, pero aquella prenda no hacía más que reflejar las curvas de su cuerpo a la luz de luna. Su cabello castaño aún estaba ligeramente húmedo y suelto, todo rastro de maquillaje había desaparecido dejando ver de nuevo aquel aspecto natural que le gustaba, además sus mejillas estaban sonrojadas haciéndola ver adorable.
—L-lamento la tardanza, solo...m-me estaba preparando.
Tenten se comenzó a acercar lentamente a la cama en la que él estaba sentado sin decir nada, parecía hipnotizado y solo la miraba con un gesto estoico y la boca ligeramente abierta, ¿y si no le había gustado?. Dios, nunca pensó vivir una situación tan embarazosa como esa.
Neji no sabía cómo actuar, no estaba seguro de si ella realmente quería hacerlo o solo hacía todo eso por obligación. Pero no se podía mover, su cuerpo quería que ella llegara hasta él con esos pasos temblorosos y lentos que daba, quería tocarla.
Fue hasta que la tuvo enfrente que pudo oler el perfume que emanaba de su cuerpo, era exquisito, definitivamente sería su aroma favorito de ahora en adelante. Tenten nerviosa pero decidida se acercó y lo besó suavemente, lo que por fin lo hizo reaccionar, correspondiendo el gesto de inmediato y profundizándolo con fiereza. Tenten se sorprendió, de todos los besos que se habían dado, este era el más demandante que había recibido, Neji parecía ansioso, supuso que debía ser debido a que la última semana apenas y se habían podido ver, y le gustaba.
Le había costado armarse valor para salir del baño así, creyó que Neji no la deseaba y estaba realmente equivocada.
Le correspondió con la misma fuerza, sentándose en sus piernas para poder sentir más su piel con la suya, sintiendo sus fuertes manos sobre su cintura.
—E-espera...— el Hyuga con la poca cordura que le quedaba se había detenido—. ¿E-estás segura que quieres hacerlo?
Tenten sonrió con gracia, ella había comenzado con aquel acto de seducción y había aceptado su tacto aún con lo fuerte que estaba siendo, ¿y aún así preguntaba si quería hacerlo?.
Con los nervios más controlados, se levantó de su regazo y Neji pareció asustado ante su lejanía, para después mirarla como un pintor a su obra de arte. Tenten había acercado sus manos al nudo que sostenía su bata, la cual solo dejaba ver su clavícula y uno de sus hombros. Quitó el nudo y respirando profundamente, comenzó a bajar la bata por su hombros, dejándola ver en aquella lencería que había elegido. El Hyuga casi se desmaya, ni en sus sueños más oscuros había imaginado aquella imagen que recordaría para toda la vida. Su boca comenzó a salivar, Tenten parecía una diosa de esa forma. Además, algo más despertó cuando prestó un poco más de atención y noto aquellos pechos reflejados casi en su totalidad por aquella tela casi transparente, quería arrancarlo.
—S-sabía que era una mala idea, m-mejor...— Tenten había levantado nuevamente la bata con la intención de colocársela de nuevo, Neji no decía nada y no sabía cómo interpretar aquello. Pero el Hyuga la había detenido, había arrancado la bata de sus manos y la había lanzado lo más lejos que pudo.
—Me encanta...— dijo con una oscuridad en sus ojos que Tenten no había visto antes, para ahora él tomar la iniciativa y besarla con más intensidad, Tenten se sintió gustosa ante la fiereza que mostraba, sus piernas se sentían como gelatina y un dolor placentero comenzó a surgir en su vientre, se sentía tan bien.
Neji parecía estar realmente ansioso, como un animal que llevaba tiempo sin ser alimentado, como si hubiera estado esperando aquel momento.
—N-neji...— gimió su nombre ante lo placentero de sus caricias y besos por su cuello.
—Dilo de nuevo...— por estúpido que parecía, en ese momento a la mente de Neji había llegado Kakashi, le agradecía que lo hubiese obligado a leer esos estúpidos libros, en los cuales relataba formas de hacer sentir mejor a tu pareja. Tenten decía su nombre con dulzura y gozo, lo que significaba que lo estaba haciendo bien, y eso le gustaba aún más.
—N-neji...— sin pensarlo, retiró aquel sostén que lo comenzaba a molestar, ella pareció sorprendida y nerviosa pero lo aceptó. Después la acostó sobre la cama que compartirían y se quitó la camiseta para admirarla por unos segundos. Su cabello castaño se cernía sobre toda la almohada, sus manos avergonzadas cubrían sus pechos al sentirse expuesta, por lo cual él las apartó con delicadeza, quería verla completamente.
Sus mejillas sonrojadas la hacían lucir aún más adorable, parecía nerviosa pero decidida, tanto que el Hyuga se sorprendió de verla levantarse en cuclillas y posarse frente a él, tomó una de sus manos y la colocó en su cintura, cerca del nacimiento de sus pechos, Neji se sentía en un sueño, como si una diosa lo estuviera guiando.
Sin ninguna duda ahora, Neji se aventuró a comenzar a tocar con más entusiasmo y delicadeza mientras la besaba ansioso, subiendo su tacto cada vez más hasta llegar a tocar esos pechos que tanto lo llamaban.
—¿L-lo esperabas?, ¿N-no es cierto?...Neji— preguntó Tenten entre jadeos por lo bien que se sentía el tacto de su cuerpo siendo masajeado, no sabía que podía sentirse tan bien.
—Eres lo que más he deseado Tenten...— dijo sin dudar—. Eres perfecta.
Tenten acariciaba delicadamente su pecho, deteniéndose cuando sentía la cicatrices que aquel ataque que casi le arrebata la vida le había dejado. Ninguno de los dos quería imaginarse lo que hubiese pasado si aquello pasaba.
Ya no lo soportaba más, y Tenten pareció notarlo, por lo que con las manos temblorosas quitó el nudo de los pantalones que había elegido para dormir esa noche, al parecer ya no los necesitaría. La castaña abrió ligeramente los ojos más de lo usual, parecía sorprendida, pero después sonrió gustosa.
—Claro, no podía esperar menos de tí Neji, eres perfecto en todo.— el Hyuga desvío la mirada apenado, la vergüenza de Tenten había desaparecido con tan solo ver lo que aquella noche le entregarían. Por lo menos le hacía feliz saber que a su amada parecía gustarle, y no era momento de pensar en eso, así que como venganza comenzó a tocar y besar a la chica con más intensidad, pasando sus labios por su cuello y bajando cada vez más, hasta que llegó al par de pechos que de ahora en adelante serían sus favoritos, dudó por un momento pero se aventuró a probarlos cuando vió que Tenten parecía estar más ansiosa, además, bajo su tacto, quería saber cómo se sentía Tenten al respecto de cada uno de sus toques, sonrió con malicia cuando sintió la humedad entre sus dedos, estaba haciendo perfectamente bien si trabajo, pero ya era fin de terminar con esos juegos, su entrepierna palpitaba, y Tenten parecía estar lista también, por lo que sin siquiera preguntar la volvió a recostar, retiró la última prenda que adornaba el lujurioso cuerpo de su amada e hizo lo mismo con él, se posicionó y dando un último vistazo a Tenten, se introdujo, la castaña se retorció por un momento, para después asentir y abrazarse a su cuerpo como si fuera desfallecer.
Tenten emitía ligeros gritos mientras decía el nombre de Neji entre aquellos murmullos, mientras que él Hyuga no podía creer aquel acto podía llegar a ser tan asombroso, una sensación que jamás imaginó existiera y que estaba seguro solo Tenten le podría hacer sentir hasta ese punto.
La castaña sintió un satisfactorio calor correr por sus piernas cuando emitió el último grito con más intensidad, se sentía en las nubes.
Ambos comenzaron a respirar agitadamente, abriendo los ojos y encontrándose con la mirada profunda del otro, unas gotas de sudor adornaban sus frentes, y Neji estando encima de ella la besó, esta vez con ternura y delicadeza, su pecho ya no quemaba, estaba más que satisfecho.
—Te amo...— emitió Tenten mientras acariciaba el rostro masculino con cariño.
—Y yo a ti Tenten, eres lo único que me importa ahora.— Tenten sonrió mientras lo besaba de nuevo, recostándose en su pecho mientras terminaba de recuperar completamente la respiración.
—E-eso fue...me gustó.— dijo la castaña después de un silencio entre ambos. Incómoda por ahora pensar más en lo que habían hecho, como siempre sucedía cada vez que hacían algo nuevo.
—A mi también...— Tenten lo miró con atención, Neji parecía dudoso de su palabras—. ¿Lo hacemos...de nuevo?— Tenten sonrió, ahora entendía el porque de esa expresión, y no podía negar que ella también quería hacerlo de nuevo, aquella satisfacción que había logrado alcanzar se había ido ya.
Lo besó y se colocó encima de él mientras sonreía con malicia.
—Pero está vez me toca estar arriba.— Neji la miró ansioso por aquella respuesta, definitivamente dormir era lo que menos harían en su primer noche como casados y eso los emocionaba aún más.
(...)
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Las gotas chocando con el piso lo hicieron despertar, Tenten debía estar tomando una ducha después de lo sucedido. Miró la cama con una sonrisa, estaba hecha un desastre, prueba de lo bien que se la habían pasado ambos y que talvez repetirían de nuevo esa noche. Agradeció que su tío dejara el edificio solo para ellos o los gritos y sus murmullos dejarían traumados a los demás huéspedes.
Miró el lugar en busca de sus pantalones de dormir, solo estaba cubierto con las sábanas, así que tenía que cubrirse antes de que las ganas de irrumpir en el baño con Tenten dentro lo derrotaran, tenía que dejarla descansar para soportar esa noche de nuevo.
Se los colocó y fue que un pequeño sonido proveniente de sus bolsillos llamó su atención, sin pensarlo mucho extrajo lo que supuso se trataba de simple basura, pero que equivocado estaba, abrió los ojos con sorpresa en cuanto notó lo que realmente era.
—Oh no...— se trataba del par de sobres que sus amigos le habían dado para usar con su esposa y que por la emoción del momento había olvidado completamente.
Bueno, solo había sido su primera noche, no había de qué preocuparse, ¿O si?.
FIN
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Wuuuuu
Bueno, y así es como he terminado con mi segunda historia, ya solo me faltan las otras 100 jaja.
Espero les haya gustado y agradezco los comentarios y a quienes hayan tenido la paciencia de llegar hasta aquí.
Aún así les invito a leer mis demás historias que espero llegar a terminar también.
Sin más que decir, nos leemos en otro fanfic, los quiero 🥰.