Julietta
Eran recién las nueve de la noche cuando decidí volver a casa, ya que toda la tarde me la pasé en la cafetería de mis padres trabajando.
Quería llegar pronto a mi departamento, por lo cual tome un atajo rápido, que después me arrepentiría de hacerlo...
Empecé a caminar cuando las luces de la calle se apagaron de un pronto a otro, sentía la mirada de alguien en mi espalda, pero no me atrevía a volverme, por lo cual preferí acelerar el paso y rezar todo el camino para que nadie me estuviera siguiendo.
Estaba a punto de llegar al conjunto donde vivía cuando un chico se acercó a mí.
- ¿Disculpa, sabes si queda una gasolinera cerca? – Me pregunto mientras secaba un poco de sudor de su frente
-Si claro, está a diez minutos caminando. Doblas esta calle y sigues recto, ahí veras el rótulo.- Le indique mientras señalaba por donde tenia que ir.
-Mil gracias, linda noche.- Me dijo el chico mientras se dirigía a lo que supuse que era su carro.
Cuando se fue busque mis llaves en el bolso y no las sentía por ningún lado. En ese segundo me arrepentí de haber salido rápido de la cafetería y no revisar si llevaba todo.Lo único que se me ocurrió en ese momento fue devolverme a buscarlas. No tenia la posibilidad de llamar a alguien que conociera ya que apenas estaba mudándome a esta zona.
Sin más remedio comencé a caminar de vuelta hacia el negocio, esperando que ningún maleante estuviera a esta hora dispuesto a robar.