E! ONLINE
11 de enero, 2022.
¿QUÉ SUCEDE REALMENTE EN EL MATRIMONIO DE ADDISON MONTECARLOS?
LOS ÁNGELES TIME.
11 de enero, 2022.
¡ADDISON MONTECARLOS ESTÁ SALIENDO CON PAUL MESCAL A SOLO UNA SEMANA DE SU SEPARACIÓN CON SU ESPOSO SEBASTIAN LEON!
THE NEW YORK TIME.
11 de enero, 2022.
TAYLOR SWIFT Y PAUL MESCAL COMPITEN POR LA ATENCIÓN DE ADDISON MONTECARLOS.
USA TODAY
11 de enero, 2022.
¡ADDISON MONTECARLOS DESAPARECE DE LOS MEDIOS!
A solo una semana de la filtración de las fotografías donde se observa al esposo de Addison Montecarlos, Sebastián Leon, besando a la joven Victoria de Angelis (bajista de måneskin), el mundo ha estado impaciente esperando alguna respuesta por parte de los involucrados.
Addison —mayormente conocida por su trabajo en normal people, little women y el secreto de Adeline—, ha decidido no enfrentarse a las exigencias de sus fanáticos en redes sociales y, en cambio, ha restringido los comentarios en su cuenta de Instagram.
Ella y Sebastian —hijo del director Enrique Leon—, comenzaron a salir a mediados del 2018 y tres años después anunciaron su compromiso. Ambos se habían mostrado eternamente enamorados, tanto que todo el mundo esperaba que pronto anunciaran la llegada de su primer hijo.
Y, a solo unos meses de su boda, los rumores de un embarazo han llamado la atención de todo el mundo, incluso se dice que Addison había dejado de beber alcohol.
Mientras tanto, los allegados a la familia han decidido no comentar nada al respecto y respetar la privacidad de la pareja. ¿Será que siguen juntos?
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Addie soltó un resoplido al leer los enlaces que su hermano le había enviado esta mañana. De todas esas noticias la única real tiene que ver con que haya despertado en una cama vacía: Sebastian se había mudado.
Resulta que atravesar un divorcio es más difícil de lo que pensaba, y más cuando hay cientos de personas inventando rumores en las redes sociales.
Con un rápido movimiento se levantó de la cama, dejando caer su celular a algún lugar entre las enormes y cálidas sábanas blancas. Su anillo de matrimonio estaba frente al espejo del baño, recordándole el fiasco que fue conocer al guapo y cautivador Sebastian Leon —o, como a ella le gusta llamarlo desde hace siete días, "el bastardo ese".
Mientras se cepillaba los dientes no pudo evitar pensar en todas esas noticias que circulan en redes sociales. ¿Realmente Taylor Swift está interesada en ella? Porque no ha recibido ningún mensaje o llamada.
Sintió que su corazón se rompió un poco cuando al bajar por las escaleras fue recibida por las fotografías que decoraban la pared; en ellas aparecían ambos el día de su boda, sonriendo hacia la cámara como si fuesen las personas más felices del mundo.
«Lo éramos» pensó. «Éramos felices».
Decidió sacudir la cabeza y retomar su camino hacia la cocina, donde preparó un plato de cereal y se sentó a comer. El vacío en la casa le provocaba náuseas; estar con Sebastian durante tres años definitivamente había afectado su forma de vivir.
Había ajustado su rutina a él y ahora no sabía cómo comportarse en su propio hogar. Un momento, ¿se le permitía llamar «hogar» a esa enorme y fría casa?
Dejó de pensar en eso cuando recibió otro mensaje de texto de su hermano. De nuevo era un artículo de internet, solo que esta vez se trataba de una entrevista del 2020.
Addie frunció el ceño mientras esperaba que la página cargara. La intriga llenó su cuerpo cuando notó que Taylor Swift aparecía en la portada. Agradeció poder dejar a un lado sus pensamientos intrusivos que involucraban a su próximo ex-marido.
Dejó de comer cuando leyó el primer párrafo.
"Taylor Swift confiesa que su celebrity crush es Addison Montecarlos".
¿Era eso verdad? ¿Cómo es que hasta hora se enteraba?
Se acomodó en el asiento y continuó desplazando su dedo por la pantalla.
"Me atrapó cuando vi normal people —confesó la cantante—, ¿pero pueden culparme? ¡Es hermosa, a un nivel fuera de este mundo!"
Addie levantó ambas cejas al descubrir que se trataba de un artículo 100% real. Taylor Swift realmente había dicho eso.
Rodó los ojos cuando su hermano le envió otro mensaje.
"¿Sabías que ha estado soltera desde que descubrió tu existencia? ¡Dos malditos años esperándote, Addie!"
Addison volvió a poner los ojos en blanco y retomó su búsqueda en internet. Le sorprendió descubrir que Taylor la había seguido en Instagram y que aparentemente él internet estaba explotando gracias a eso.
@/taylovesaddie
TAYLOR HA SEGUIDO A ADDIE OMG MIS MAMIS
@/addieandsebs
Addie es literalmente la única persona a la que Taylor sigue en Instagram. OK BLONDE SE MENOS OBVIA.
@/taylorsversssion13
Cuando Taylor confiese que escribió gorgeous para Addison nos hacemos los sorprendidos.
—reply to taylosssversion13:
@/taylovesmx
LOL?? La canción es del 2017 y ella conoció a Addie en el 2020, no tiene lógica.
—reply to taylovesmx:
@/louistomts89
Si lo piensas no suena tan ilógico, después de todo Addison es amiga de Gigi desde hace mucho, probablemente ya se conocían.
—reply to louistomts89
@/hadidandswift
Bueno, había un rumor que se vieron en una fiesta pero que no se conocían oficialmente y después fue cuando addison y sebastian comenzaron a salir
—reply to hadidandswift
@/reptour_
entonces tiene más sentido que en el reptour haya cantado "YOU'VE a boyfriend, he's older than us" en vez de "I GOT" 🤨
—reply to reptour_
@/outofstyle
espera, Sebastián es mayor que Addie??
—reply to @/outofstyle
GIRL, SEBS TIENE 33 y ADDIE 29 😭 vives debajo de una roca??
Addie bloqueó su teléfono mientras trataba de procesar todo. Aunque una parte de ella deseaba gritar como loca ante tal descubrimiento, aún le dolía el corazón por todo lo sucedido.
Le costaba levantarse por las mañanas, tomar una ducha e incluso llamar a sus amigos sonaba como el fin del mundo. Y, lo peor de todo, aún no había enfrentado realmente a Sebastian; solo habían mantenido una leve conversación donde el admitió que la había besado —aunque también argumentó que estaba ebrio—, y después le había dicho que respetaría su espacio y se había marchado de la casa.
La enorme casa con diez habitaciones que habían comprado para sus «futuros hijos» que ahora la hacía sentir más sola de lo que estaba.
Dejó el plato sobre la mesa y caminó de regreso a su habitación. Probablemente estar en esa cama no era la mejor idea, pero solo deseaba poder cerrar los ojos y desaparecer del mundo hasta que todo volviese a estar en su lugar.
Pero eso no era posible. Las cosas no se arreglarían solo porque ella estaba indescriptiblemente triste y el hecho de que continuaran vinculándola a Taylor Swift no ayudaba mucho en salir del radar público.
"No puedo creer que la gente en verdad crea que estamos saliendo"
Presionó enviar y después esperó a que su hermano respondiera, pero eso no sucedió. Terminó cerrando los ojos y dejando de lado su celular que continuaba vibrando con cientos de notificaciones, la mayoría de mensajes provenientes de amigos o familiares preocupados por ella.
Uno de ellos llamó su atención. Se trataba de su publicista, quien no la había contactado desde que le dijo que necesitaba un tiempo libre para asimilar todo.
"La publicista de taylor se comunicó conmigo"
Addie se metió debajo de las sábanas en busca de una postura cómoda. Cuando finalmente la encontró, comenzó a teclear.
"¿Y?"
No le sorprendió que Ángela respondiera en cuestión de segundos. Esa mujer siempre estaba al pendiente de su teléfono, especialmente desde que Addison había alcanzó un nivel de fama mundial.
"Taylor quiere desesperadamente comunicarse contigo. Dice que entiende que estás pasando por un mal momento y que le gustaría ser una amiga en estos tiempos de crisis"
Addie bufó sin saber que decir y su mal humor solo incrementó cuando escuchó que el timbre sonaba una y otra vez. ¿No le había pedido a su seguridad cero visitas?
Bajó las escaleras con la vista clavada en sus pies descalzos, deseando con todas sus fuerzas no mirar las fotografías que le traían cientos de recuerdos.
No le sorprendió cuando se topó cara a cara con su madre, quien estaba asesinándola con la mirada.
—¿No piensas responder mis llamadas? —preguntó al entrar. Addie hizo una mueca de disgusto, cerró la puerta y la siguió hasta la sala.
Addie enderezó su postura cuando cruzó el enorme arco que unía la sala de descanso al pasillo principal. La decoración blanca hacía contraste con el cabello rojo de su madre y por un segundo se le ocurrió bromear al respecto, pero decidió que lo mejor era quedarse callada.
—Mamá —pronunció fuerte y claro, asegurándose de sonar feliz por su presencia, aunque ciertamente desearía estar sola, tal y como lo había estado los últimos siete días.
—¿Has visto las noticias, cariño? —a pesar de la suavidad del apodo, era obvio que estaba molesta, y con justa razón. Sebastian acababa de arruinar quince años de buena reputación.
—Si, mamá —respondió jugando con las puntas de su cabello—, y estoy tan disgustada como tú. ¿Puedes creer lo que su representante dijo? ¡Editado!
Marianne le dirigió una mirada llena de compasión a su hija, quien se había comenzado a ruborizar; tal vez por la furia o tal vez por la vergüenza de estar bajo el ojo público en esas circunstancias.
Y, más concretamente, de tener que verse obligada a darle explicaciones a todo el mundo como si hubiese sido ella quien falló. ¿Por qué nadie hablaba mal de Sebastian? ¿Por qué solo la señalaban a ella?
—¿Ángela se ha comunicado contigo?
—Por supuesto que lo hizo —soltó con más brusquedad de la que deseaba—, me pidió que no hablara con ningún medio. ¿A caso cree que soy estúpida?
—Ella solo trata de protegerte, cariño. Todos estamos tratando de hacerlo.
Addie rodó los ojos y sin pensarlo comenzó a jugar con uno de los anillos que llevaba. No era el de matrimonio, pero se parecía bastante.
Su madre analizó cada uno de sus movimientos y de pronto soltó: —¿Te lo has quitado?
—¡Por supuesto!
—¡Addison Marianne Montecarlos Kumin!
—De verdad, ¿por qué demonios me pusiste ese nombre? ¡Es como si me odiaras! —reprochó.
Su madre suspiró exasperada. —Póntelo de lo nuevo.
—No —soltó con firmeza—, este anillo representa amor y respeto, dos cosas que no existen en mi matrimonio.
—Lo último que queremos es alimentar los rumores —explicó como si fuese obvio. Addie la vio dentarse en el sofá con una elegancia indescriptible.
—Lo siento, mamá, me olvidé que eras tú a quien le montaron los cuernos con una veinteañera.
—Santa mierda, ¿tiene veinte años? —Jackson, el hermano mayor de Addie, apareció con una sonrisa que gritaba «voy a reírme de tu desgracia».
—Jackson, ¿qué te he dicho mil veces?
—¿Qué Addie y Sebastian son la pareja perfecta? Porque eso no viene al caso, mamá.
—Estoy hablando de tu lenguaje, jovencito. Controla esa boca.
—Si, Jackson Eniel Montecarlos Kumil, controla esa boca.
El joven rodó los ojos hacia su hermana, quien estaba sacando su lengua y haciéndole caras extrañas desde el otro lado de la habitación.
—¿Qué parte de «quiero estar a solas» no entendieron?
Jackson negó mientras saludaba a su madre con un breve abrazado y después regresó toda su atención a su hermana.
—Sé que estás pasando por un mal momento, pero no lo solucionarás llorando debajo de tus sábanas.
—¿Me estás espiando? —respondió llevándose una mano al corazón.
Addie dejó de sonreír cuando un automóvil negro se detuvo en la entrada. Arrugó el ceño cuando una cabellera rubia cruzó su jardín y, segundos después, el timbre sonó por toda la casa.
—¿Qué hiciste? —le reprochó a su hermano, quien ya estaba pegado a la ventana estudiando la situación.
—¡No hice nada!
Addie se acercó a su lado para pellizcarlo. —Le diste mi dirección a Taylor Swift —susurró en reproche.
Jackson continuó fingiendo demencia y luego empujó a su hermana cuando el timbre volvió a sonar. Addie caminó hacia la puerta principal con el corazón latiéndole a mil por hora.
Pasó sus manos por su cabello en un intento desesperado de lucir decente.
—¿Si? —preguntó al abrir. Dejó de respirar cuando se topó con la maldita Taylor Swift viéndola con una suave sonrisa. Su cabello rubio brillaba al igual que su amplia sonrisa.
—Hola, Addison, ¿me recuerdas? Nos conocimos en la fiesta de Gigi hace tiempo.
Addie abrió un poco más logrando que la puerta rechinara. ¿Cómo podría no recordar a la Taylor Swift?
—Si, claro que te recuerdo. ¿Qué haces aquí?
Taylor frunció el ceño, logrando que Addie lamentara haber sonado tan brusca.
—Tu hermano se contactó conmigo —aclaró después de carraspear—, me pidió que viniera a verte hoy.
Addison parpadeó, anotando mentalmente el recordatorio de «golpear a mi hermano». Regresó atención a la rubia radiante que la miraba como si fuese la única persona en el mundo.
—Lo siento, te juro que no me dijo nada; entenderás que en estos momentos deseo estar sola.
Swift asintió, dándole una mirada repleta de compresión. No lucía molesta u ofendida.
—Lo sé, es por eso que te traje esto —extendió ambas manos y por primera vez Addie notó que llevaba una caja consigo.
—¿Qué es esto?
—Mi kit para sobrevivir una ruptura. Tiene pañuelos, botes de helado, algunas películas románticas... —explicó.
Addie sonrió y tomó la caja sin saber que decir. —Esto es...
Taylor asintió al verla nerviosa. —No es nada, lo juro. En fin, solo quería pasar a saludar y decirte que cuentas conmigo para todo, ¿de acuerdo? Mi número está en un papel por ahí, justo debajo de la película «one day».
Addison sonrió. —Es una de mis películas favoritas.
—Es una de las mejores del mundo.
La menor sonrió, dejó la caja en el suelo detrás de ella y pasó ambas manos por su rostro. —Lamento recibirte así, he pasado toda la mañana en la cama. Tengo muchas cosas en mente y ciertamente mi aspecto es mi última preocupación en estos días.
—¿De qué hablas? Estás bellísima —respondió con simpleza.
—No mientas solo porque estoy divorciándome, Taylor —bromeó. Swift soltó una pequeña carcajada acompañada de un movimiento de cabeza—, lamento no haberle respondido a tu representante. No quería ser grosera ni nada, pero como te dije, la situación me tiene agobiada. Las personas, los medios... Todo.
—Te entiendo totalmente, Addie. De igual forma solo quería decirte lo mismo que dije hace unos minutos: comprendo que estás pasando por un mal momento, sé de primera mano lo agobiante que puede resultar ser una celebridad. Espero que sepas que estoy aquí para ti, a una llamada de distancia —señaló la caja y ambas sonrieron.
—Debo irme, drama familiar —susurró en broma. Swift asintió y retrocedió un paso.
—De acuerdo. Te veré luego —levantó una mano y unos segundos después estaba subiendo a su auto.
Addie cerró la puerta con una extraña sensación en el estómago. Primero, ¿eso había sucedido de verdad o finalmente había perdido la cordura? Segundo, ¿qué demonios? Taylor de verdad estaba interesada en ella, ¿no? ¿Pero no era demasiado pronto? ¡Seguía legalmente casada!
Resopló y tomó la caja para tratar de esconderla. Justo cuando dió un paso se encontró con Jackson observándola desde la distancia.
—La apruebo —soltó levantando el pulgar. Addie rodó los ojos y continuó su camino sin responderle. Unos segundos después, escuchó que gritaba:
—¡Ella no te engañaría con una veinteañera!
a/n
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