Narrador omnisciente
[Ahora]
-Si, hazme el amor- Rogó elevando su cadera sensualmente rozando ambos penes - Soy tuyo-
Y luego de escuchar esas calientes palabras, JungKook creyó por un momento que estaba soñando.
No podía evitar preguntarse cómo fue que todo cambió.
De un momento a otro ya tenía a su alma gemela y no permitiría por nada del mundo que se lo arrebaten.
Ahora no era momento de pensar en eso, ni si quiera en el contrato que habían firmado ambos. Al menos se aclara que podían llegar a relaciones carnales siempre y cuando los dos estén de acuerdo con eso.
No hace falta aclarar que ambos lo querían. Ya no eran besos, ni refregarse el uno con el otro, no se trataba más del hecho de sólo beber de sus senos, ni mucho menos masturbaciones.
Ahora iban a hacer el amor.
-¿Estás seguro?- Preguntó el mayor, no quería que se sienta presionado. La preguntaba no estaba de más por más que los cuerpos desnudos y calientes hablaran por si solos.
TaeHyung lo tomó posesivo y fuerte de las mejillas y lo acercó a su rostro haciendo que sus alientos choquen y sus bocas se rocen sensualmente.
-Nunca estuve más seguro de algo en mi maldita vida- Habló entre dientes y sin titubear- Eres mío, Alfa-
Y la sinceridad con la que hablaba el Omega y la forma decidida y firme hizo comenzar a actuar al mayor.
Cortó la mínima distancia que había entre sus bocas y lo besó fuerte y con mucha pasión. Sus lenguas chocaban mezclando saliva y sus pieles se deslizaban una sobre otra.
De los pechos de TaeHyung volvieron a dejar salir gotitas blancas y dulces, obligando a que Jeon deje ir su boca para directamente volver a tomar uno de los pezones.
Primer deslizó su lengua por toda protuberancia y luego succionó.
-Por favor, Alfa- Rogó el rubio recostando su espalda en la cama y luego separando sus piernas que se encontraban pegajosas por la cantidad de líquido natural que salía de su entrada.
JungKook, entendiendo lo que su pareja quería, bajó su rostro hasta llegar al pene que se posaba erecto sobre su abultado vientre.
Estaba muy rojo e hinchado así que depositó suaves besitos sobre el glande y luego por el resto de la extensión.
TaeHyung se removía debajo y subía sus caderas para obtener todo el contacto posible.
El mayor ya había despojado la prenda íntima y enterró su rostro sobre ese delicioso agujero tragando todo el líquido que podía.
TaeHyung sólo podía emitir gemidos desesperados y mover apenas sus caderas. Pero sus manos estaban sobre el cabello azabache del Alfa sin permitirle que acabe con su tan placentera acción.
Los sonidos de succiones también se escuchaban y bajitos jadeos de JungKook al tragarse todo lo que le entregaba su amado Omega.
-Tú...- Comenzó agitado Kim y con sus ojitos entrecerrados - Te comes tan bien mi culo-
Y esa oración sólo hizo que el pelinegro haga todo con mucho más esmero, llenando su garganta sin verguenza alguna de aquél lubricante que sabía demasiado bien, casi tanto como su leche materna.
El rubio empujó la cabeza del mayor más hacía su entrada, su espalda se dobló y los deditos de sus pies se extendieron.
Un grito agudo de placer y su orgasmo llegó manchando todo a su paso.
Y con eso se referia al rostro del mayor, ya que había tenido un orgasmo anal.
No había tiempo para limpiar su carita húmeda ya que el Omega seguía duro así que engulló con su boca el pene ajeno y sólo pocos movimientos tuvo que hacer para sentir otro grito de placer y su boca llena de semen.
Lo tragó emitiendo una mueca de placer y luego alineó su pene en la entrada de su pareja para luego embestir enterrándose por completo.
TaeHyung, luego de dos orgasmos, se sentía algo cansado y sus ojitos se cerraban solos, pero se permitió poner mucha energía de su parte para mantenerse desperio.
No iba a ser tan imbécil de dormir justo ahora que tenía ese exquisito pene dentro de su agujero.
-Mírame- Le pidió el mayor con la voz ronca y la mandíbula tan tensa que las venas del cuello se marcaban.
Kim lo miró fijamente y el Alfa sacó todo su miembro para enterrarse profundo.
El mayor gimió alto, y sin parar con los movimientos volvió a besarlo.
TaeHyung lo recibió y le envolvió la espalda con sus brazos para acercarlo más hacía él.
-Dime si te lastimo- Exclamó el mayor al separarse sólo unos centímetros. Sus embestidas eran cada vez más rudas y se notaba que ambos lo disfrutaban en demasía pero, a pesar de encontrarse en un estado de éxtasis, no olvidaba que su Omega estaba en espera.
TaeHyung temblaba por completo y posiblemente luego de que ambos lleguen, se quedaría dormido. Pero le gustaba jugar con fuego y más por que tenía una ciega confianza en el mayor.
-¡Más! - Rogó casi raspando su garganta- Más fuerte Alfa, cógeme. Anuda en mi y lléname de tu esperma-
Y Jeon sintió su pene palpitar por el pedido del rubio y sabía que iba a vaciarse muy pronto así que frenó y salió de dentro suyo sólo para colocarlo, de manera gentil y tomándose su tiempo, boca abajo y con las caderas elevadas.
Alineó su pene otra vez y se enterró de una sola embestida.
TaeHyung hizo puño las sábanas, su pancita se le hacía un poco incómoda en esa posición pero quería seguir ya que su pareja estaba disfrutando.
JungKook llevó su boca al cuello y comenzó a besar y a morder suave la zona.
-Alfa..- Susurró Tae en un claro e inconsciente ruego.
Pero ¿No era muy apresurado?
Dejarse marcar por JungKook que apenas llevaba semanas conociéndolo. A su lobito no le parecía impertinente pero debía pensar con claridad.
Además, estaba en espera de un cachorro.
¿Y si JungKook ni si quiera quería marcarlo?
Sintió como el miembro contrario dió la última embestida enterrándose en su útero para luego armar el nudo y llenarlo de su escencia.
Era sin mucho sentido, ya que el nudo servía para preñar y él ya se encontraba en ese estado. Pero también solía ser un comportamiento posesivo que realizaban los Alfas con sus Omegas, como cuando lo marcan también, además de con su aroma, con su orina y su semen.
Y eso le gustó mucho a TaeHyung, lo disfrutó tanto que su pene largó tiras de semen sobre las sábanas de seda.
Con sus ojos llororos, su boca entreabierta y la respiración agitada, se tensó cuando JungKook tiró de su cabello hacía atrás y enterró sus dientes en el cuello.
El lazo se formó instantáneamente y TaeHyung cayó desmayado por la sobreestimulación.
JungKook limpió con su lengua los restos de sangre que se encontraban alrededor de la marca y luego lleno de besos el rostro de su pareja.
-Te voy a cuidar para siempre, mi Omega- Prometió por más que sabía que el menor no lo escuchaba -Éste cachorro que esperas, es mío. Tú eres mío-
Esperó a que el nudo baje y luego salió despacio y sin ánimos de despertarlo o lastimarlo. Fue al baño y buscó una toalla para limpiarlo por completo, lo colocó boca arriba y lo cubrió con las sábanas.
Una vez que acabó se recostó a su lado, repartió caricias y besos. Estaba tranquilo ya que sentía mucha paz de parte del lazo que compartía con el menor.
Se mantuvo así por varios minutos y luego sintió que TaeHyung despertaba poco a poco.
-JungKook- Exclamó con una sonrisa en su rostro y luego llevó su mano a la reluciente marca.
El Alfa le devolvió la sonrisa y luego besó en su hombro -Siento mucho no preguntarte- Habló algo apenado - Quería cortejarte primero o tal vez hablarlo antes, pero sólo seguí mi instinto. Mi lobo me pedía que lo haga ahora- Todo lo que le informaba el mayor era verdad.
Kim dejó salir unas lagrimitas.
Pensó en Seung, no pudo evitarlo y JungKook lo sintió a través del lazo sintiendo unos celos inundarlo completamente.
Tragó duro y trató de calmarse.
-No pienses en él, te lo ruego- Pidió lo más calmo que pudo- Yo estoy para tí y para nuestro cachorro. No te preocupes, jamás les faltará nada mucho menos amor-
Tae respiró profundo y con sus manitos limpió las lágrimas que no dejaban de abandonar sus ojos.
-No quiero que me encuentre. No quiero alejarme de tí, si eso pasa moriré de tristeza-
El rubio nunca creyó que podía ser capaz de emitir palabras tan cursis que a la vez eran reales.
Creció de una manera en la que no conocía lo que era amar o sentirse amado. Luego su propio padre lo cambió por droga o lo vendió a un prostíbulo.
Cuando conoció a Choi pensó que moriría, a pesar de que su lobo respondía al Alfa. Luego quedó en cinta e imaginó que quizá podía vivir una vida tranquila junto al mayor, obviando que abusó sexualmente una y otra vez y luego le pidió abortar su cachorro.
Y ni hablar de que ni si quiera conocía su rostro. Él nunca había visto al Alfa Choi, siempre portaba algo cubriendo sus ojos.
Pero ahora todo era distinto, sentía una paz que no había sentido nunca y que le era imposible expresar con palabras.
-Jamás permitiré que te alejen de mí- El mayor juntó sus frentes y sus naricitas comenzaron un besito esquimal - Voy a matarlo si se le ocurre creerse tu dueño. Lo mataré, no me importa más nada, eres mío tienes mi marca y no puede meterse entre nosotros-
TaeHyung asintió al caer en cuenta de lo que decía su Alfa. Al tener su marca Seung no tenía derecho sobre él.
-¿Algún día me contarás todo sobre tí?- Preguntó Jungkook sin ánimos de hacerlo sentir bajo presión. Si el Omega decidía no contarle nada, él lo aceptaría. Pero no negaba que sentía mucha curiosidad -Sobre tu familia, tu pasado. ¿Dónde naciste?-
Taehyung se tensó un poco. Era obvio que si vida, antes de conocer a Jeon, era una mierda. Si Jungkook supiera que fue vendido por su propio padre y que un Alfa poderoso lo violó hasta preñarlo seguramente sentiría asco de él.
Pero como dicen por ahí "la verdad nos libera"
-Algún día...- Respondió al fin.
-Gracias- Jungkook lo besó en la frente.
Luego de un segundo a otro el ambiente cambió.
-Quiero amamantarte- Dijo Tae y el Alfa no tardó en acomodarse sobre él. Kim lo tomó como si fuese un pequeño bebé, tal y como lo hacían los Omegas que le daban el pecho a sus hijos.
JungKook ingresó el pecho izquierdo ya que estaba cerca de su boca y comenzó aquella rara acción succionando con muchas ganas.
El rubio siseó y comenzó a acariciar el cabello de su pareja.
Sabía, por lo que la marca y su lobo le indicaban, lo que quería escuchar el Alfa.
-Tranquilo, yo estoy contigo mi vida. No estarás sólo nunca más- Las palabras nacian automáticas pero no se arrepentía, estaba de acuerdo- Puedes beber todo lo que quieras, soy tuyo. Eres un gran Alfa, MÍO-
Y JungKook estaba feliz, completo y agradecido.
Estaba en el lugar indicado y con la persona indicada. Su alma gemela.
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