—No pueden tener ahí a Sam encerrado.
—Tu no decides eso, es por su bien, Astra.
—Se que el está consumiendo sangré de demonio y eso no es bueno, pero ni de esa forma.
—¡¿Y de que maldita forma quieres que lo haga?! —me grito Dean.
—Eres un idiota —solte y me marqué.
Solo me retiré del lugar, es cierto no hay otra manera, pero no lo sé, no quiero que el esté ahí encerrado y solo.
Me teletransporte a la habitación de Sam, el estaba terrible, se veía terrible.
—Sam.
El rápidamente reaccionó—. Astra
—Te ves terrible.
—Lo sé, estoy cansado de todo, Astra sácame de aquí.
—No puedo Sam, lo que dice Dean es lo correcto.
—¡¿Estas de su lado?!
—¡No estoy del lado de nadie, Sam!
Rápidamente me teletransporte a la sala de estar.
—¿Cómo está?
—Terrible.
—Lo supuse —Dean y yo intercambiamos miradas.
Se escuchó un silencio muy vacío.
—¿Oyes eso?
—Es demasiado silencio —dijo Bobby.
Rápidamente corríamos al sótanos en busca de Sam. Vimos a Sam por la ventana de la puerta revolcándose en el suelo con dolor.
—¿Crees que este fingiendo? —pregunto Dean mirándome.
—El haría lo que fuera —respondio Bobby.
De repente una fuerza hizo que Sam se moviera hacía una pared y chocará con ella muy fuerte.
—Eso no es falso —dijo Bobby.
Abrimos la puerta y Sam se encontraba aún pegado a la pared, rodó en círculos por toda la pared, Dean y Bobby lo agarraron de los brazos y lo colocaron en el suelo, estaba en convulsión, como si algo estuviera dentro de el.
—Hay que atraerlo con su propio bien.
Yo solo me quedé mirando como se sentía, el no era Sam.
—Oigan ustedes dos, ¿Están conmigo? —dijo Bobby.
Dean y yo solo nos quedamos mirando a Sam con tristeza, en esto se convirtió el.
—Rapido antes de que tenga otro ataque.
Moví mis manos e hice que pareciera un lado entre su cuerpo para que no se moviera y rápidamente se desmayo.
Unos minutos después cuando ya estaba atado a la cama despertó, se sacudía tratando de liberarse pero no pudo, solo paro de intentar. Mejor espere afuera y no mire nada.
—Tuvimos que, la sangre de demonio te azotaba por todo el cuarto —decia Dean—. Dime algo Sam, ¿por qué hiciste esto?
Yo solo me quedé callada, es lo único que podía hacer, ellos necesitaban hablar y yo no podía intervenir.
—Tu sabes por qué.
—Claro, "matar a Lilith". La gran excusa —Hizo una pausa—, ¿Pero por qué? ¿Por venganza? ¿Si?
—Claro —respondio Sam.
—¿Venganza por qué? ¿Por mandarme al infierno? ¿Que no has visto que volví? Vivo y sanó, ¿qué caso tiene?
—¿Qué? —dijo Sam en forma sarcástica—. ¿Que te parece evitar el maldito apocalipsis?
—Es mi trabajo, no el tuyo. Los angeles lo dijeron, ¿Recuerdas? ¿Entonces tienes alguna otra excusa fantástica?
No quería seguir escuchando y mejor me fui del lugar. Al subir de nuevo a la sala de estar vi a Dean sentado en el sillón.
—Espera, ¿Que no estabas abajo? —dijo confundida.
—Ehh no, e estado aquí todo el tiempo.
—¿Por que lo preguntas, Astra? —me preguntó Bobby dándome una mirada curiosa.
—Nada olvidenlo, solo me estoy volviendo loca —respondí y me senté al lado de Dean.
—No eres la única —agrego Dean, a mi lado.
—Estamos matandolo —dijo Bobby mientras nos miraba—. Manteniéndolo encerrado ahí, esta estrategia no funciona. Si no recibe lo que necesita y pronto... Sam no va dudar mucho.
—No. No le daré sangre de demonio, no lo haré.
—¿Y si el muere? —le pregunté a Dean.
—Al menos morirá, cómo humano. Daría mi vida por el en un segundo... Pero no dejaré que se haga esto así mismo. No puedo, Astra —Hizo una pausa—. Creo que ya encontré mi límite, no dejaré que mi hermano se vuelva un mounstro.
Sam y Bobby se encontraban dormidos, quise ir a hablar con Sam un rato, no quiero que esté solo tanto tiempo.
Al bajar a sótano y abrir la puerta, Sam ya no estaba.
—¡Sam! —grite y rápidamente subí arriba.
Salí buscarlo afuera, revisamos el estacionamiento y ahí se encontraba tratando de abrir el auto de Dean.
—Malcion Sam—dije mirándolo con preocupación—. Solo tratamos de ayudarte.
El no respondió y solo se hacerco a mi con lágrimas en sus ojos.
—Matame.
—No lo haré, Sam.
—¡Házlo!
—¡No!
Sin previó avisó todo se volvió negro.
Al despertar me encontraba en el sillón de la sala acostada con una toalla en la cabeza.
—¿Que me pasó?
—Te dejo inconciente, niña.
Sentía un fuerte dolor de cabeza y escuché un subido en mi oído, solo pude reaccionar al dolor.
Dean se hacerco a mi y le hice señas indicándole que estaba bien.
—¿Cómo diablos salió? —pregunto Dean a Bobby.
—tal vez lo ayudaron, el búnker está lleno de trampas rotas —repondio Bobby.
—¿Demonios? ¿Ruby? —pregunté.
—Eso diría yo.
—Maldita perra —dijimos Dean y yo.
—¿Cómo tocó siquiera la puerta?
—¿Crees que ella tenga el hechizo? —pregunto Bobby hacia Dean.
—No lo creía.
—¿Qué diferencia hay? Cómo salió no es tan importante como a dónde se fue.
—Si, yo te diré algo. En este punto, espero que esté con Ruby —se levanto Dean.
—¿Por qué?
—Porque matarla está en mi lista de prioridades.
—Crei que estaban esperando a los angeles.
—Estaremos alerta de camino a buscar a esa perra —dijimos al mismo tiempo.
—Una cosa, Sam no quiere ser encontrado —dijo Bobby acercándose a nosotros—. O sea, que será casi imposible encontrarlo.
—Si, ya veremos.
Dean y yo nos retiramos del lugar y nos subimos al auto, ¿por qué este universo es tan complicado? Maldición.
—Se dónde está.
—¿Qué? ¿Cómo?
Mire a Dean sería. Cuántas veces le tengo que explicar las cosas.
—Ah, cierto. Que bueno es tenerte aquí.
—Claro —sonrei sarcástica.
Fuimos en camino al hotel donde se hospedó Sam y lo vimos saliendo de una habitación, le hice señas para que agarrara mi mano, la agarro y nos teletransportamos dentro de la habitación.
Vi a Ruby sentada en la cama empacando y rápidamente la ataque.
Pelee con ella, rápidamente me puse a susurrar.
—Με αυτά τα λόγια σας επιστρέφω- rápidamente sentí como Sam me ponia las manos en la boca detrás de mi.
—¡Calmate, Astra!
—Vaya debió ser divertida la fiesta que tenían —salio Dean detrás de mi—. considerando tu esfuerzo por evitar que yo llegara. Buen intento pero aquí estoy.
—Miren, vamos hablar.
—Cuando este muerta hablaremos de lo que quieras —dijimos Dean y yo.
—Ruby vete.
—¡No, no irá a ningún lado! —lanzo Dean rápidamente.
Ruby rápidamente salió del lugar y corrió la iba a detener pero Dean me sostuvo.
—Ella es veneno —agumento Dean.
—Ella no es lo que crees, Dean.
—¡Mira lo que te a hecho, Sammy! Desaparece por semanas y te deja desesperado por más sangré.
—Solo buscaba a Lilith.
—Es obvio Sam, te está manipulando —dije rápidamente.
—Se están equivocando.
Negó y suspiro un poco—. Sam te estás mintiendo a ti mismo. Nosotros solo queremos que estés bien.
—Sam, tu harías lo mismo por Dean. Lo sabes.
—Solo escuchen, tenemos una pista de un demonio cercano a Lilith, vengan con nosotros. Lo haremos juntos.
—Eso suena increíble, mientras solo seamos nosotros tres. La perra demonio no entra. Si te despides de ella, nos vamos ahora —decia Dean mientras desviaba su mirada a mi.
—No puedo, la necesito para matar a Lilith. Yo sé que no lo aceptas ahora pero algún día lo entenderás —Hizo una pausa—. Yo soy el único que puede hacer esto.
Yo solo me voltie y me senté en la cama lamentandome. Esto es una mierda. Quiero irme ya de aquí.
Un silencio incómodo entro en la habitación y solo me quedé callada.
—No. Tu no harás eso.
—Cierto. Lo olvide. Los angeles creen que eres tú —comento Sam con ironía.
—¿No crees que pudea?
—No. No puedes. No tienes la fuerza, Dean.
—¿Y quién diablos eres tú? —pregunto Dean.
—Estoy siendo práctico, hago lo que necesita hacerse.
—¿Si? Tu no vas a hacer nada de nada.
—¡Ya no me vas a controlar! —grito—. Escucha, toda mi vida, tu tomaste el control y las decisiones y confíe en ti porque eres mi hermano. Ahora... Te lo pido, por primera vez, confía en mi.
El silencio otra vez se adorno de la habitación y solo hice aparecer unas palomitas y las empecé a comer, no me iba a meter en nada de esto, ya no más.
—No. No sabes lo que estás haciendo.
—Si, si sé.
—¡Entonces es peor!
—¿Por qué? Te lo estoy diciendo.
—¡Entonces no es algo que estás haciendo, es lo que eres! Significa...
—¿Que? —Hizo una pausa—. No. Dilo.
Rápidamente deje de comer y mire a Dean para que no dijera nada.
—Que eres un mounstro.
Me coloque las manos en la cabeza y solo pude esperar a que Sam respondiera. Ambos estaban mal, Dean se encontraba firme pero derramaba lágrimas, mientras Sam no podía más y le lanzó un golpe a Dean en la cara, que hizo que callera al suelo con fuerza. Rápidamente mire a Sam, Dean s levanto del suelo y Dean le devolvió el golpe pero 5 veces más y ambos empezaron a peliar como perros en una jaula.
Volvieron la habitación un desastre, los vidrios estaban rotos y la madera, Sam empezó a ahorcar a Dean con fuerza y con rápidamente me moví y con mis manos lo tire hacía una pared y me hacerque a Dean ayudanlo a levantarse.
Sam se levantó e hice un campo de fuerza para que no pudiera tocarnos.
—Tu no me conoces. Nunca me conociste. Y nunca lo harás —Sam se iba a retirar pero Dean habló.
—Si cruzas esa puerta, no te atrevas a volver nunca.
Sam solo salió de la habitación y derrame mis lágrimas que ya vastante tiempo las tenía guardadas.
Solo pude mirar a Dean y salir de ahí.
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Holaaaaa
¿Cómo están? ¿Que les pareció en capítulo de hoy?
Algo loco, ¿verdad?
Lo siento si hice esto.
BYEEE.