Julia Recalt
Mire a Juani para que se calle y no le diga nada a Matías.
— Mati, ¿Que haces acá? — reí tratando de que no se noten mis nervios. Si llegaba a escuchar eso hoy no estoy viva.
— ¿De que hablaban? — ignoro mi pregunta y se adentro a mi camerino, miro a los chicos que seguían en silencio.
— Estábamos hablando de si hoy salíamos. — actuó rápido Felipe. — viste, como hoy es viernes y mañana no grabamos estaría para salir,¿No? — nos miró a los demás obligandonos a seguirle la mentira, asentimos rápido.
— Si, re. — hablo Juani. — si querés vos podés venir, Mati. — río.
— Me fijo, bueno nos vemos después. — dijo y se fue. Soltamos un suspiro aliviados.
— La concha de tu hermana, Julia. Se llega a enterar que es mentira y me mata. — se dirigió a mi Felipe.
— ¿Y quién dijo que era mentira? Hoy salimos chicos, así que vayanse fijando que se ponen hoy. — me levanté y me dirigí al espejo, tenía un poco corrido el labial.
— A la pucha, te agarro fuerte el Vogrinch — jodió Fran.
— Che rubia, ¿Vas a invitar a los otros? — pregunto Blas. — A coso, Enzo y Agus. — espero mi respuesta.
— ¿Vos decís? Imagínate se agarran ahí nomás a la piñas. — reí mientras me ponía de nuevo labial.
— Bueno, vamos yendo nosotros. — hablo Esteban.
...
Cayó la noche, y yo estaba en el hotel preparándome. Elegí mi mejor vestido para salir, porque al parecer iban Enzo y Agus, ¿Y quién sabe que llegué a pasar, no?
Al ver que estaba lista salí y fui directo abajo, dónde estaban los chicos.
— ¿Nos vamos?— pregunté mientras acomodaba las cosas en mi cartera.
— De una. — hablo Juani y empezamos a salir.
Nos subimos al auto y fuimos directo al boliche más cercano del hotel.
— Ojo Enzo, no se te vaya a caer la baba por ver a mi amiga —solto de la nada Felipe. — Agus, ¿Viste que está re linda ella? — me miraron los dos.
Agustín solo asintió sin darle tanta importancia.
A la media hora ya habíamos llegado, la noche estaba hermosa y el cielo completamente lleno de estrellas. Yo me había quedado viendo el cielo mientras los chicos ya habían entrado al lugar.
— ¿Te gusta el cielo? — hablo Enzo detrás mío. Asentí. — Diría que el cielo está igual de hermoso que vos, pero si te lo digo te limito, sos más que eso. — se acercó, quedándose a mi lado.
— Andas poético hoy, Vogrinch. — le sonreí.
— Me empezaste a decir así y no lo soltaste más. — río. — puedo soportarlo igual, mientras vos me digas así nomás.
— Si, está bien. — Enzo fijo su mirada en mi, apenas llegamos y ya me quería poner nerviosa. — Este.. ¿Vamos? — trate de pasar al lado suyo, me tomo el brazo suavemente frenandome.
— Antes.. ¿No te parece que me tendrías que dar algo? — me acerco a él, tomándome por la cintura.
— No que yo sepa. — negué.
— Yo creo que sí te doy un ejemplo te darías cuenta. — poso una de sus manos en mi mandíbula.
Me acerco lentamente a él, ya sabemos que es lo que quería. Y si, si paso. Enzo me beso nuevamente.
No podía explicar lo que se siente tener su labios sobre los míos, se siente tan lindo. Su manera de besar era empezar lento y suave y terminar casi en una pelea de lenguas. Simplemente, besa demasiado bien.
Paso sus manos lentamente muy abajo, tranqui.
— Me parece que te emocionaste, Vogrinch — dije al separarme. Tenía la respiración agitada y él lo único que hizo fue quejarse.
— Justo en el mejor momento me lo tenías que cortar, chiquita. — suspiro tratando de calmar su respiración.
— Es lo que hay, Vogrincic. En la que me llegue a ver mi hermano nos mata a los dos. — deje un piquito en sus labios y me fui adentro con los chicos.
La noche paso re bien, entre escabio y en una rondita todos bailando y gesticulando cada canción que pasaba, entre Juani y yo lo dábamos todo con cada canción. Lo amo, mi segundero.
¿Y Enzo y Agustín? Estaban tranqui, no hicieron bardo en ningun momento, pero ya veo la razón. Agustín se había alejado de la ronda hace como 1 hora, no estábamos todos juntos, él se había ido a una parte alejada de nosotros, ¿A dónde? Con minas.
Pero no porque él quisiera, porque pestañeo y ya se lo habían llevado.
Y si, lo admito puede que haya sentido algo de celos de ver cómo una mina le restregaba el orto en la pija y él se dejaba mientras la agarraba más fuerte y me clavaba la mirada. Cómo si se lo estuviera disfrutando.
Mientras yo veía a Agustín en esa situación sentí unas manos grandes y frías tomarme por la cintura, Enzo.
— Chiquita, ¿Que estás mirando? —
Enzo me había dado la vuelta, en su otra mano tenía un trago mientras me tomaba de la cintura. Posiblemente se esté poniendo borracho.
— Enzo,¿Cuánto tomaste ya? — pregunté.
— Unos traguitos nomás, no tanto. — mintió. Se le re sentía el olor a alcohol.
— Unos cuántos diría yo. — acomode el cuello de su camisa, tenía algunos botones desabrochados.
Me fijé que Matías no estuviera viéndonos y tome a Enzo de la mano llevándolo fuera del lugar.
— Ay, ¿A dónde me llevas,hermosa?¿Que me vas a comer todo hoy? — se hacia el pícaro, claramente está re en una.
— Enzo deja de decir boludeces, estás borracho. — suspiré, lo mejor era hacerlo que tome algo de aire. Por suerte estábamos en una parte donde no nos verían juntos.
— Podré estar borracho y lo que vos digas pero por vos me dejo de todo, preciosa. — se acerco a mi y me guiño el ojo.
— Pareces un nene, cálmate. — lo tome por las manos frenandolo, se acomodo detras mío besando mi cuello. — Enzo, no hagas eso.. — murmuré.
— Cierto.. me olvidaba que tú novio sino se va a enojar. — mantuvo su distancia.
— ¿Cuántas veces tengo que decirte lo mismo? No tengo novio.. — lo mire mal.
— ¿Y Agustín que es? ¿Es tu amigo con derecho a caso? — me miro serio. Lo mire extrañada. — Yo sé que te besaste con él antes de mi, Julia. Así que si querés estar con él, quédate con él yo no voy a interferir entre ustedes. — suspiro y se trato de ir. Lo frene por el brazo.
Lo besé.
— Enzo, no digas boludeces.. — fue lo primero que dije al separarme de él. — Cuando estás borracho decís más boludeces que cuando estás sobrio. — reí.
— Igual tan boludez no es, porque si se besaron. — su cara cambio. — con un beso no me vas a cambiar nada, Julia.
— ¿Porque Julia? No sé, decime chiquita como siempre.. — lo tome de la mandíbula.
— No me hagas querer besarte, porque si no después me meto en un quilombo con tu hermano y con Agustín. — me miro.
— Agustín me chupa un huevo. Además no nos ve nadie acá, Enzo.. — me tuve que poner de puntitas, porque este hombre me saca una cabeza a mi.
—Mira cómo estás porque querés un beso mío, chiquita. — se rió de mi.
Hizo que deje de hacer puntitas para que él se agache a darme un beso, que se vio interrumpido..
— ¡Enzo! — grito una voz femenina enojada.
— La puta madre..— suspiro Enzo mientras la miraba.
★
HOLIIISSSS
Mil disculpas por no actualizar les juro no sabía que escribir pero esto salió😝
Cómo siempre digo si les gusta el cap voten y comenten 💕
(En un rato actualizo para que no se queden con la intriga, pero seguro ya sabrán quien es aquella chica😉)
Las tqm ✨