BEAUTIFUL GANGSTER || KTH & J...

By cwtiecat

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❝Si por besar tus bellos labios carmesí me condenan al infierno, juro que cometería tal hermoso pecado un mil... More

PRÓLOGO
NOTA DE INICIO
UNIVERSO
PERSONAJES PRINCIPALES
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
XXX
XXXI
XXXII
XXXIII
XXXIV
XXXV

XXIII

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By cwtiecat

– Con cuidado – pidió Taehyung

Lo solicitado ocasionando una baja risa en Jungkook, a quien le causaba un tanto de gracia el comportamiento sobreprotector que había adquirido su pareja tan repentinamente desde el día anterior dónde se le hizo conocedor de la noticia, este haciendo todo, absolutamente todo lo que estaba a su alcance por él, como si Jungkook de ahora en adelante merecía ser tratado con mayor cuidado, mucho más de lo que ya venía siendo.

Y ello se pudo comprobar desde el momento exacto que el reloj de aquella mansión marcó las cinco en punto de la mañana, Taehyung habiéndose levantado primero que todos para preparar y llevar con tranquilidad el desayuno hasta la alcoba de su omega, mismo que fue despertado por mimos y abrazos como regalo mañanero que logro enternecer al consentido, mucho más cuando una humeante taza de té y un plato de hotcakes con frutas picadas en la cima se le fue colocado al frente para su total disfrute.

Así mismo, luego de un par de horas siendo llevado por el mayor hasta el despacho correspondiente del doctor Han a la cita programada para aquel día, Taehyung no habiéndose alejado ni un segundo de él, aun cuando Jungkook le pedía tranquilizarse cuando no permitió que ni enfermeras o el mismo especialista se acercaran a él o a su hijo.

Y era enternecedor, hasta un cierto punto

Jungkook negando divertido al rendirse nuevamente a recibir sin chistar la excesiva amabilidad de parte de su mayor, este hace tan solo unos segundos atrás habiendo bajado tan velozmente de su lugar como conductor para poder abrirle la puerta, extendiéndole su zurda como apoyo para su bajada, acto que el omega terminó aceptando un tanto apenado, y si bien la pareja se encontraba en su burbuja como normalmente sucedía, ninguno de los dos esperándose ser sorprendidos tan abruptamente por cinco personas que los rodearon en espera de saciar sus dudas.

– ¿¡Qué tal les fue!? – preguntó Jimin al ser el primero en haber llegado hacia la pareja, detrás de este siguiéndole los pasos los demás – ¿Qué les dijo el doctor Han? ¿El bebé está bien?

Oh

Jungkook sintió cálido el pecho...

– El bebé está bien – aseguró el menor a sus amigos, quienes expulsaron el aire retenido en sus pulmones, una bonita sonrisa posándose en los labios de todos – Según el doctor Han, tiene un buen crecimiento e implantación y no presenta ninguna malformación, pero aun así debo ir cada mes para un chequeo

– ¿Y tú cómo estás? – indagó esta vez Yoongi preocupado, esté ganándose ahora la atención del omega pelinegro quien giró a observarlo – ¿Tu salud, cómo se encuentra?

– Yo también estoy bien de salud, hyung – respondió sonriente, un bonito y tenue carmesí posándose en sus mejillas – Me recetaron diversas vitaminas y suplementos, además, debo seguir una dieta y olvidarme del alcohol y tabaco – confesó apenado, esté llevando su diestra a masajear con tantita dureza su nuca cuando la sintió tensar de repente ante las horas de haber permanecido en aquella clínica sacándose múltiples muestras – El doctor Han me dijo que puedo seguir con normalidad mi rutina de ejercicios hasta el cuarto mes, eso es lo único bueno, en realidad

– Moderada – completó Taehyung, mismo quien giró a observarlo con reproche en su divertida mirada como si el hecho de que Jungkook hubiera omitido a propósito aquello, le causara gracia – Rutina de ejercicios moderada, sin cargar excesivo peso y reducir el tiempo a la mitad del que estás acostumbrado, eso dijo

El pequeño grupo riendo en conjunto cuando un pequeño gruñido disconforme abandonó los labios del omega, sus facciones tensándose ante la indignación de haber sido delatado por su propia pareja, lamentablemente, no durándole demasiado el enojo cuando él mismo alfa de quien se quejaba terminó por abrazarlo por los hombros pidiéndole perdón entre suaves risas.

– Oh, verdad – interfirió esta vez Seokjin, su mirada yendo directamente hacia Jungkook, quien dejó de empujar de manera juguetona a su alfa para que lo soltara, para otorgarle atención – ¿Le preguntaste respecto a lo que hablamos?

Mierda

– Oh. Si... – aquella entonación alargada y nerviosa, preocupando al resto y al Jungkook percatarse de ello, no demorando en seguir hablando para no causar malos entendidos – Me prohibió de manera rotunda los supresores para suprimir el aroma, en su lugar me recetó un ¿perfume? se podría decir, que lo neutralizara no por completo, pero sí lo suficiente, dijo que ello es lo más seguro para mí durante esta etapa – el omega alzando sus hombros al restarle importancia al asunto – Lo usaré si llega a ser necesaria mi presencia, claro está, siempre y cuando mi barriga pueda pasar desapercibida, que creo yo, será hasta el quinto o sexto mes. Por lo que me acuerdo, mi madre no presentaba un gran tamaño en el embarazo con Junghyun, puede ser que yo sea igual, me facilitaría mucho en realidad

– ¡Claro que es bueno si ello sucede! – aseguró alegre Namjoon – Significa que durante estos meses podrás estar presente como Líder de organización en los eventos anuales que se acercan y si llega a ser necesaria tu intervención en los enfrentamientos – el grupo de amigos asintiendo alegres al habérseles olvidado aquellos eventos que Jungkook por obligación debía presentarse – ¡Es más! No creo que durante los tres meses restantes alguien sospeche de algo

Bueno...

Al parecer todo iría con normalidad

– ¿Qué son esos eventos? – preguntó curioso Taehyung, su mirada cayendo en su omega quien ya se hallaba observándolo

¿Y había razón para ocultarle algo?

– Son reuniones, subastas o fiestas donde se reúnen la mayoría de personas poderosas de este rubro para charlar y beber – sació la duda el menor, no tomándole por sorpresa cuando Taehyung se quedó helado por lo que se le estaba contando – Los eventos son internacionales y en los lugares más alejados de la sociedad, mayormente no repiten el mismo lugar dos veces para evitar ser rastreados... y si mal no me equivoco, creo que este año toca aquí en Corea

Jungkook dirigiendo su mirada hacia el trío de alfas quienes asintieron dándole la razón.

– Debemos coordinar todo con detalle respecto a este tema para evitar cualquier error y que no se te ponga en peligro – habló Hoseok, ahora toda la atención cayendo en él – Esas reuniones resultan ser un poco... repulsivas

¿Qué dijo?

– Lo resolveremos luego – respondió Jungkook, soltando un largo bostezo, el cual fue cubierto por su propia zurda, esté intentando ignorar la mirada preocupada que le dirigió su pareja al escuchar lo anterior dicho por su amigo – Ahora quiero recostarme y hablar con Junghyun, ¿dónde está, por cierto?

La mirada avellana del omega recorriendo todo el terreno a su alcance con entusiasmo, deseando en sus adentros encontrarse con aquella particular cabellera azabache con rizos venir hacia él con una radiante sonrisa, que muy por seguro un diente faltante, pero para su desgracia, no sucedió así y ello lo desanimó.

– Se lo llevó el tío Janghyuk al medio día junto a su esposa – contó Hoseok, empatizando con el menor cuando este dejó caer las comisuras de sus labios para formar un rechoncho puchero – Dijo que lo traería por la noche, a más tardar mañana temprano, ya que hoy se encargaría de consentir a Junghyun junto a sus hijos

Un bajo suspirar en rendición acompañado a un asentimiento de cabeza por parte del omega poniendo final a aquella charla, este teniendo tras suyo al grupo de amigos quienes le siguieron los pasos cuando sin aviso comenzó a andar ingresando a la mansión que se alzaba en su delante.

– Bueno, si ese es el caso, seguiremos con lo que teníamos pendiente – avisó con voz autoritaria, esté andando con el mentón en alto pasando como si nada junto a sus diversos empleados quienes al recaer en su presencia reverenciaban – Namjoon, Hoseok y Yoongi necesito que vayan a visitar a Geonhe, entréguenle mis más sinceras felicitaciones por su nuevo casamiento con aquella muchacha que parece ser su nieta. Como regalo de bodas, quiero que quemen todas sus cosechas de cannabis y rómpanle un par de huesos, diviértanse, mientras más destrucción provoquen me sentiré más satisfecho, quiero que ese vejestorio aprenda a respetarme si quiere seguir viviendo – los tres alfas asintiendo a la orden, mismos que comenzaron a hablar entre sí al coordinarse – Seokjin, ¿este día estás libre, no?

– ¡Sí! – respondió al instante el nombrado, ignorando la mirada de soslayo de Taehyung quien arqueó ambas cejas sorprendido por su participación – ¿Necesitas mi ayuda para algo en específico?

El cabecilla asintiendo, sus ojos jamás apartándose de su camino por aquel lujoso corredor que lo llevaría hasta las escaleras.

– Necesito que vayas junto a Jimin y Jieun a visitar el despacho del abogado Kim Jaewon, en Ilsan – delegó, su palma llevando aquellos mechones rebeldes tras su oreja al estorbarle la visión – Me he enterado que estos últimos meses ha estado investigando en secreto a Donggun por presunto lavado de dinero y esté me ha pedido como favor darle una pequeña ayuda que recompensará, así que necesito que desaparezcan a ese abogado de quinta del radar

Taehyung ante toda la conversación que estaba obligado a escuchar haciéndose oídos sordos, decidiendo por su cuenta que era mejor para ambos bandos el hecho de que se siguiera manteniendo los papeles establecidos que caracterizaban a cada uno, en su caso, sólo centrándose en ser la pareja del omega al mando de aquella organización, no teniendo que verse obligado o involucrado más de lo debido, siempre y cuando su omega siguiera intacto.

– ¿De una manera en específico o puedo divertirme? – intervino esta vez Jimin, esté sonriendo en grande cuando Jungkook le dio visto bueno a su petición

– Descuartícenlo si quieren – Jungkook otorgando libre albedrío a las perturbadas ideas de sus camaradas – Siempre y cuando no quede rastros de él, ni de su equipo o información recolectada, no debe quedar ni una sola prueba, ¿ha quedado claro?

Todos los presentes aguardando en el inicio de las escaleras, esto a excepción de un particular alfa pelirrubio quien se había mantenido al margen, tan solo siguiendo a su pareja terminando por ubicarse junto a este en el inicio del escalón en espera de que terminara con su labor. Por su lado, Jungkook girando su cuerpo para quedar cara a cara con su equipo, haciéndole entrega de un pequeño artefacto electrónico rectangular a Namjoon quien lo recibió antes de que se estrellara contra el piso al ser lanzado por su anterior portador.

– Deben terminar con sus labores antes de que finalice este día – advirtió, su índice señalando aquel objeto que el alto alfa moreno ya se encontraba encendiendo, el cual mostraba una ubicación en tiempo real – Cuando el reloj marque la media noche deberán ir, los cinco, a visitar a Choi Daechul

¿Qué?

– ¿Al presidente? – la curiosidad pintando las facciones del moreno quien no se contuvo en preguntar – ¿Qué ha hecho esta vez?

– Nada de qué preocuparse por el momento – sació la duda el omega, su diestra divagando en el aire – Debe entregarme un monto con respecto a la ayuda que le di durante su campaña electoral, deudas de políticos, tú me entiendes. Tan solo cerciórense que entregue lo pactado con intereses de por medio, si no es así, rómpanle un par de huesos, aunque no creo que sea tan idiota para hacerme perder el tiempo

Jungkook dándose media vuelta para comenzar a subir peldaño por peldaño en compañía de Taehyung, no obstante, ello no siendo un impedimento para no espetar lo último que hacía falta.

– ¡No se olviden de avisarme cuantos hombres se llevarán bajo su cargo y cuando hayan cumplido con éxito sus labores, estaré al pendiente!

Un fuerte vitoreo en afirmación escuchándose a la par de diversas pisadas de su equipo dispersándose con apuro por toda la primera planta, y no fue hasta llegar a la segunda, la cual se encontraba sin un alma recorriéndola, que Taehyung se dignó a exponer con libertad lo que le causó intriga hace unos segundos atrás.

– No sabía que Choi Daechul te debía dinero – habló, sus ojos cayendo en los peldaños bajo sus pies cuando sintió la mirada de soslayo de su omega caer en su persona – Me sorprendió, es todo

Jungkook volviendo a dirigir su mirada hacia el frente, no volviendo a encontrar una razón para no contarle a su pareja sobre aquel detalle, que cabe a resaltar, no debía porque afectarle directamente.

– Casi todos los políticos me deben dinero, si no es decir que todos – confesó Jungkook, sus pasos no deteniéndose hasta llegar a la tercera planta donde quedaba su habitación – Choi Daechul, tan solo fue un pobre infeliz, don nadie, que necesitaba dinero para su campaña por todo el país. Que me pague esta deuda solo reduce una de las quince que aún le faltan – una mofa tétrica saliendo de los labios del omega – Ese hombre es un cínico que vende una imagen impecable al público y cada fin de semana comete múltiples barbaridades. Mantente alejado de él – aconsejó, sus fuertes pisadas resonando por todo el pasillo del tercer piso – Está a nada que me harte de él y hacer que lo revoquen de su cargo, solo es cuestión de tiempo

Oh

– Eres vengativo – confesó entre canturreos con una leve sonrisa Taehyung, esté abriendo la puerta para el rápido acceso del omega quien ni corto ni perezoso ya en el interior se retiró con apuro los zapatos para terminar lanzándose a su cama, y fue inevitable para el alfa no seguirlo hasta quedar junto a él – ¿Tanto así te enfurece?

Jungkook girando su bonito rostro que se encontraba, ante el antes impacto, oculto entre las mullidas almohadas, sus almendrados ojos observando con detalle a su mayor, mismo que al recaer que tenía su atención llevó su palma acanelada a jugar con sus largos mechones azabaches.

Y Taehyung no estaba preparado para lo que se le confesaría

Joder, claro que no...

– ¿Tan siquiera te haces una idea de cuántos omegas ha drogado y abusado desde que entró a ese miserable cargo? – inquirió con tantita tosquedad el omega, ello dejando helado al alfa quien detuvo sus acciones de manera abrupta – ¿Sabes cuántas veces golpea a su esposa al día? ¿El maltrato psicológico que sufren sus hijos? ¿La manera que le gusta denigrar a los omegas? Ese hombre no tiene valores, la única razón por la que jamás se atrevió a aprovecharse de Seokjin fue porque le metí el cañón del arma por la boca y lo amenace directamente, pero si no fuera por eso... no hace falta que ni mencione lo que hubiera sucedido

Se respondió a sí mismo, un chasquido de frustración abandonando sus rosáceos labios al recordar las múltiples historias con pruebas que habían llegado hasta su persona y el simple hecho de recordarlo, dándole tanta repulsión por no poder hacer absolutamente nada por el momento.

– No soy nadie para criticar o señalar al tener la vida que tengo, soy el más consciente de ello – siguió Jungkook, su mejilla siendo aplastada por la almohada bajo su rostro, ocasionando que sus labios formaran un pequeño pico que Taehyung observó con cariño – No obstante, hasta para mí existen límites, mismas que impongo a los hombres bajo mi mando al estar prohibido el tan siquiera fantasear... Son límites que nadie debe cruzar y quien la cometa me tendrá en su delante... La única razón por la que Choi Daechul aún sigue en el cargo que ostenta es porque me es más útil vivo que muerto, además, necesito planear detalladamente la manera de acabar con su vida sin tener hasta al FBI tras de mí

– No tenía idea... – murmuró aún perplejo Taehyung, esté llevando su palma a cubrir sus labios al sentirse asqueado – Diosa, no sé ni qué decir, me tomaste desprevenido. Siento repudio ahora hasta de mí mismo al ser Daechul quien me dio el cargo que tengo

El omega formando un lindo puchero al descubrir como su pareja se estaba atormentando la cabeza con algo que no debía de estarle afectando si tan solo él se hubiera mantenido callado, por ende, y al no desear o soportar que este siguiera sobre pensando decidió por terminar empujando a este con su palma para que quedara boca arriba sobre la cama, suceso que desconcertó al alfa, más no se opuso cuando el cuerpo de Jungkook se subió encima de él sosteniendo con tanta delicadeza su rostro acanelado.

Oh

– No tienes que agobiarte por pecados ajenos – murmuró Jungkook, sus dígitos dejando tiernas caricias sobre los mofletes a su alcance – Lo que Daechul haga no tiene nada que ver contigo, tenlo por seguro – el omega inclinando su torso hacia delante, todo para dejar ambos rostros a una distancia tan mínima que las respiraciones chocaban entre sí – No permitiré que nadie se atreva a ensuciar tu nombre, Taehyung. Tu eres un rayo de luz entre tanta tiniebla, eso fue lo que me enamoro de ti... aun cuando yo soy la misma oscuridad más tétrica de todas

Taehyung sonriendo encantado, esté envolviendo con sus palmas la pequeña cintura a su disposición, esto mientras su corazón enloquecía dentro de su pecho ante las palabras que se le estaban recitando y que tan solo volvían a asegurarle el haber tomado la decisión correcta.

– Bueno, dicen por ahí que los opuestos se atraen – reconoció con deje coqueto, esté alzando más su rostro para que ahora ambos labios se chocaran ante el simple vocablo – No por nada caí tan perdidamente enamorado de ti y te hice un hijo, ¿no?

Y Taehyung jura que hubiera juntado ambos labios y disfrutado del tono carmín que bañó las mejillas blanquecinas de su omega, jura que sí, sin embargo, no se esperó recibir un golpe juguetón en su pectoral izquierdo por parte del sonrojado menor quien lo observaba con reproche en su mirada, mismos gestos que causaron en el alfa reír enternecido envolviendo por completo en el proceso el cuerpo encima suyo.

– Tonto

Segundo mes de embarazo:

Su nerviosa mirada recorriendo el enorme edificio de más de quince pisos en su delante, de este, saliendo e ingresando múltiples trabajadores que pasaban de él al aún no haber culminado su horario laboral y para estos momentos... Jungkook se empezaba a cuestionar sus imprudentes acciones.

¿Era muy tarde para dar la vuelta?

– ¡Pero si es el omega de mi amigo!

Gritó eufórico Seojoon desde la lejanía cuando fue capaz de reconocer en la entrada de la entidad policial un rostro conocido para él, este bullicio causando el leve susto del bonito joven que le fue imposible contener el pequeño salto que dio en su lugar al tomársele desprevenido y fue instintivo girar a observar con susto al sujeto que corría hacia él con la mano alzada en el aire como saludó.

De acuerdo...

Ahora sí que era demasiado tarde

Seojoon por su parte y sin ser demasiado evidente para no causar malos entendidos, quedándose impresionado al detallar a su menor, mismo que vestía en aquella ocasión grandes prendas de tonalidades oscuras, las cuales creaban un bello contraste con su piel de porcelana ligeramente maquillada, siendo tan solo un plus a su belleza innata aquellas largas mechas azabache que cubría su frente y nuca, mismas que se removían gracias a la ventisca de aquella tarde.

Y era imposible negar lo obvio, el omega era hermoso, tan bello que sin esfuerzo era capaz de atraer la mirada de más de un alfa o beta que transcurría por ahí, los cuales se les dificultaba no girar el rostro para poder seguir observándolo al verse hipnotizados de su presencia. Jungkook muy alejado de esta realidad, centrándose en recomponerse de la sorpresa, terminando por sonreír apenado cuando fue capaz de tener ahora al alto alfa de metro ochenta en su delante.

– Wow, Taehyung no mentía, eres mucho más bello en persona – halagó el mayor, este extendiendo amigable su diestra en saludo, la cual fue correspondida por el omega – Soy Seojoon, amigo de Taehyung, una vez te salude por videollamada cuando ese bobo se encontraba hablando contigo, ¿te acuerdas?

– Si me acuerdo, hyung – respondió sonriente Jungkook, una pequeña risa saliendo de entre sus labios al recordar aquel día donde su alfa lo llamó a altas horas de la noche solo para avisarle que llegaría más tarde de lo habitual al suceder un percance en su centro laboral, misma llamada donde hubo un intruso que no dudó en intervenir alegre para darse a conocer – Un gusto por fin conocerte, Taehyung me ha hablado mucho de su amistad

Bonito y amigable

– El gusto es mío – sé sincero el alfa de hebras oscuras, este observando de manera sutil la pequeña bolsa de regalo que sostenía el omega – ¿Debo suponer que debes estar esperando a Taehyung, no es así? ¡Ay, ese tonto! ¿cómo se le ocurre dejarte esperando aquí? El trabajo ya le quemó sus últimas neuronas, perdónalo. Pero no te preocupes, ahorita mismo lo regaño para que baj...

– ¡No! – se apuró a responder este, sus mejillas tintándose de un llamativo color rosa que causó ternura en el mayor, mismo quien volvió a guardar su dispositivo móvil que ya estaba retirando para conllevar su cometido – No debe por qué preocuparse, hyung. En realidad, yo vine de sorpresa, Taehyung no sabe que estoy aquí

Confesó apenado Jungkook, este llevando ambas palmas a sostener con tantita fuerza las asas de la bolsa blanquecina que se encontraba sosteniendo, a está caracterizándole la llamativa impresión en el centro que ostentaba el nombre de la marca de una costosa joyería. Su mente empezando a recriminarse a sí misma el por qué creyó que esto sería tarea fácil cuando bien sabía que en su papel de ciudadano se le era imposible ingresar por su cuenta a esa entidad donde laboraba su pareja.

– Oh... – murmuró Seojoon, no percatándose de la batalla mental que sufría su menor, por el contrario, a este brillándole los ojos de la emoción de manera surreal cuando recién captó la idea – ¡Oh! ¿¡Querías sorprenderlo!? – preguntó efusivo, recibiendo un leve asentimiento apenado – ¿Por qué no lo dijiste antes? Vamos, yo te indico cómo llegar hasta su piso

Seojoon adelantándose para poder abrirle de manera cordial la puerta de cristal al menor, mismo quien con un bajo gracias aceptó la cortés acción pasando un tanto avergonzado bajo el umbral. Siendo imposible para él que su atención no sea robada ante aquel moderno interior donde transitaban diversos hombres y mujeres con el típico traje policías, sujetos que lo regresaron a observar curiosos ante su presencia y Jungkook se vio obligado a bajar la mirada al no desear llamar demasiado la atención en aquel lugar. Pero había algo que, si no pudo dejar pasar, y era la diferencia abismal que existía al respecto de la vestimenta entre los uniformados, los de terno y los que vestían igual que Seojoon, una bata de laboratorio, no obstante, cada uno de ellos teniendo algo en común... el logo de aquella entidad.

Claro

Cada uno pertenecía a un diferente rubro

– ¡Ven, sígueme, es por aquí!

Llamó alegre el alfa al traer de nuevo su atención, este ya encontrándose presionando el botón indicado para abrir aquellas puertas metálicas del ascensor al encontrarse en su piso, no haciendo falta esperar nada cuando las mismas les dieron libre acceso y fue Seojoon quien interpuso su brazo impidiendo el cerrarse hasta esperar su ingreso, ante esto, Jungkook, quien se encontraba un poco lejos, no demorando en correr hacia donde se estaba pidiendo su presencia, terminando por ingresar ambos en aquel lugar que los trasladaría por aquel edificio, sin mucha demora el alfa presionando tanto el piso diez y trece.

– Perdóname si no puedo ir a dejarte personalmente – pidió con pena el mayor, mientras se masajeaba la nuca – Hoy estamos ajetreados y necesito volver rápido al laboratorio, pero el piso trece es donde queda el área de Taehyung. Aunque no lo creas, su oficina es fácil de distinguir, solo es pasar todo el barullo de hombres trabajando y corriendo de un lado a otro y vas a encontrar un pasillo, tan solo lo sigues hasta el final y la puerta en tú delante con la placa dorada que dice "Comisionado" es su oficina

Oh

– ¿Estás seguro que no hay problema que vaya por mi cuenta, hyung? – preguntó preocupado el omega, sus labios formando una fina línea – ¿No me gustaría causar problemas?

Seojoon negando con una sonrisa, intentando brindarle seguridad al tímido omega que lo observaba como si lo que estaba por cometer fuera un pecado imperdonable, y era compresible, ¿no? el menor no estaba acostumbrado a esto.

O eso creía

– No debería, eres la pareja del jefe, tan solo debes decir ello y te aseguro que nadie podrá decirte que no, pero si no deseas mencionarlo, diles nomás que yo te envíe y que debes encontrarte con Kim – ayudó, no importándole demasiado estar utilizando su nombre y cargo para apoyar a la pareja de su amigo – Cotidianamente hay dos guardias cuidando la entrada de los ascensores en cada piso, a ellos les puedes pedir que te guíen para que te sientas más cómodo y seguro

Las puertas metálicas abriéndose en el piso décimo, Seojoon no demorando en salir al ser el lugar donde lo necesitaban, tras él pudiéndose comprobar lo dicho minutos atrás por su persona al encontrarse a diversos sujetos yendo de un lado a otro con documentos u objetos sellados con tanto apuro que ignoraban sus presencias.

– Nuevamente, perdona por ser esta una breve bienvenida, estoy con el tiempo contado – se disculpó con rapidez, devolviendo la sonrisa cuando Jungkook negó comprensivo – En otra ocasión le pediré a Taehyung salir todos juntos para poder conocernos como es debido – las puertas empezando a cerrarse en su delante – ¡No te olvides, te envío Park Seojoon!

– ¡Gracias por todo!

Logró decir Jungkook antes que las puertas se cerrasen en su totalidad, su vista yendo a parar en la pequeña pantalla superior que le avisaba en el número exacto de piso que se encontraba ascendiendo, y no hizo falta esperar mucho para que esté artefacto marcará el treceavo piso tal cual le avisó el alfa que antes lo acompañaba.

Muy bien...

Aquí vamos

Jungkook saliendo con tantita pena de aquel ascensor, su sentir tan solo incrementando a un punto descomunal cuando diversos trabajadores con papeles en mano se cruzaron en su delante con tanta rapidez clamándole un perdón en el trayecto, pero jamás deteniéndose al verse apurados. Y Jungkook tenía tanta curiosidad por saber qué había sucedido aquel día para que todos, absolutamente todos en aquella entidad estén corriendo de un lado a otro como si de ello dependiera su vida.

No...

No te distraigas

Su pérdida mirada empezando a recorrer la escena en su delante al buscar algo en específico, un bajo suspiro en tranquilidad abandonando sus labios al encontrar lo que buscaba no tan lejos de su lugar, por ende, no la pensó dos veces para dirigirse hasta ellos.

– Mhm, disculpe – llamó el omega a uno de los guardias uniformados que se encontraba recostado en la pared y fijó su vista en él – ¿Podría ayudarme a encontrar la oficina del Comisionado, Kim Taehyung, por favor? El señor Park Seojoon me envió, pero no logró saber exactamente donde es el camino que me explico

El beta arqueando ambas cejas incrédulo de lo que estaba escuchando, más aún al inspeccionar con rapidez la vestimenta y lo que portaba el omega entre sus manos.

– ¿Park Seojoon? – inquirió desconfiado, este sujeto adquiriendo de repente la postura correcta deseando corroborar lo expuesto, al según él, creer que funcionaría al mostrar una imagen más seria – ¿El doctor Park?

Jungkook asintiendo dejando pasar el hostil comportar, no obstante, a este no pasándole desapercibido como ambos oficiales se miraron entre sí de manera dudosa como si con esta simple acción fueran capaces de transmitirse mensajes burlándose de su presencia, y el omega estaba a nada de hablar al fastidiarle aquella actitud, sin embargo, ganándole el característico sonido de una llamada entrante del celular de uno de los oficiales en su delante, mismo que retiró su dispositivo de su bolsillo para comprobar el remitente.

– Si, señor, dígame – habló el beta cuando aceptó la llamada con rapidez, a los pocos segundos este escaneando nuevamente al omega en su delante, quien prefirió mantenerse en silencio disfrutando de la escena – Si. Si, acaba de llegar. Si, no se preocupe, yo le indicaré el camino. Si. Yo me encargo

Eso sí que no se lo esperaba Jungkook

El oficial volviendo a guardar su dispositivo móvil cuando la llamada fue finalizada por la otra parte, este largando un pesado suspiro para comenzar a estirar los músculos de su cuerpo.

– ¿Quién era? – preguntó su compañero curioso por saber lo que se le fue dicho al contrario en aquella llamada

– El doctor Park – respondió este sin explayarse demasiado, al instante estirando su diestra en un pedido al más pequeño – Sígame, por favor

Jungkook nuevamente absteniéndose de emitir vocablo o cambiar sus facciones a una victoriosa aun cuando ello era lo que más deseaba en estos momentos, no obstante, prefirió no hacerlo y centrar su atención en seguir a aquel alto cuerpo uniformado el cual estaba siéndole de guía por toda aquella área laboral, misma que con sigilo andaba memorizándose a detalle.

Y por obvias razones, si antes el omega llamaba la atención con solo su presencia, ahora haciéndolo el doble, ya que, no cualquiera podía ser escoltado, lo cual atrajo la mirada de diversos trabajadores que giraron a observar la escena curiosos murmurando entre sí en el proceso, pero para su infortunio de estos, siendo reprendidos por un superior a cargo.

Por su parte y como si todo ello no le afectara, el oficial guiando sin problema al omega por toda la extensión de aquel piso, no deseando indagar en lo absoluto en aquella inusual visita al ser estas órdenes de un superior, y tal cual se le pidió como favor, cumplió en ayudar a llegar al invitado especial hasta aquel pasillo donde se podía ver a la lejanía unas cuantas puertas, no obstante, llamando la atención aquella particular que se encontraba al final del corredor y no a los laterales como las demás.

Habían llegado

– Esa puerta que ve ahí es del Comisionado Kim – espetó el oficial, su índice señalando directamente la puerta en cuestión – Él en estos momentos se encuentra dentro, así que lo atenderá sin problemas. Si ello era todo, me retiro

– Gracias

Espetó Jungkook, siguiendo con su mirada al oficial que le otorgó un asentimiento de cabeza como respuesta para terminar yéndose por el mismo camino por donde llegaron. Y no fue hasta que aquel oficial se perdiera entre la esquina del pasillo y que sus pasos se volvieran cada vez más inaudibles para Jungkook, que terminó por decidirse en avanzar por aquel corredor desolado observando atentamente cada detalle de este.

– Que... silencioso – destacó para sí mismo Jungkook al comparar aquel lugar con el bullicioso que se encontró al llegar

Sus pasos siendo lo único que resonaba en aquel lugar, llegando a causarle un tantito de desconfianza al no encontrar ni un alma o una mínima voz en aquel lugar, no obstante, una leve sonrisa posándose en sus labios cuando durante su trayecto su mirada cayó en una de las tantas puertas, no ignorando el hecho de encontrar impreso el nombre de su amigo en la placa dorada, y fue impulsó el de acercarse a esta animado, pero para su infortunio, antes de tan siquiera tocar la puerta reconociendo mediante el cristal las luces apagadas de aquel despacho.

Seokjin no estaba dentro

Jungkook soltando un suspiro desanimado, no quedándole más de otra que volver a girarse sobre sus talones para retomar el camino antes pactado, alegrándole el distinguir una pequeña luz provenir por debajo de la puerta donde se suponía debía estar trabajando su pareja, y nuevamente fue inevitable que su corazón no bombeara con furor y sus mejillas se tornaran de un lindo carmín al estar frente a esta, dejando ir su palma libre a golpear tres veces la puerta en su delante al sentirse entusiasmado.

Pero para su desdicha, no recibiendo respuesta alguna, lo cual lo confundió, el omega dejando ir su mirada por inercia hacia aquella placa dorada al desear comprobar que efectivamente estaba tocando la puerta correcta, siendo irrefutable para cualquiera el cargo junto al nombre de su alfa que demostraban el encontrarse en el lugar indicado, y al no haber mayores dudas, volviendo a tocar otra vez con un poco más de fuerza... y al igual que las veces pasadas... no teniendo respuesta.

De acuerdo, ¿qué sucede?

Jungkook frunciendo levemente el ceño, al ya sentirse un poco hastiado de ser ignorado de manera desvergonzada por la persona que se suponía debería darle toda su atención, mínimo, dejarlo ingresar por cortesía, por ende y al no creer que estaba haciendo mal, llevando decidido su palma a sostener aquella perilla metálica en su delante, y jura que hubiera girado la misma tan rápido como la tuvo bajo su tacto, pero algo más atrajo su atención, cosa que hizo que su corazón dejara de latir y un dolor irreconocible lo invadiera...

Olía a omega

Y no cualquier omega...

Olía a omega en celo

Jungkook tragando en seco cuando su garganta se cerró ante el miedo de los diversos escenarios que su mente lo hizo padecer y sacando valor de lo más profundo de su ser fue capaz de girar aquella perilla para seguidamente empujar la misma y dejar su presencia dentro de aquel despacho... el cual prefirió no pisar.

¿Qué mierda significa todo esto?

(...)

– ¡Te dije que me sueltes! – rugió enfurecido Taehyung, quien apartaba a la joven que lo perseguía por toda la oficina aun cuando el alfa no hacía más que correrse de ella – ¡Lárgate de mi oficina, Yoojung!

– ¡No! – lloriqueó la joven, quien volvió a treparse del cuello de Taehyung, esté volviendo a pactar distancia entre ambos con tanta rapidez como si el simple tacto le quemara – ¡Pero escúchame! ¡Taehyung, te necesito!

Yoojung volviendo a liberar fuertes feromonas con el único objetivo de doblegar al alfa que se cubrió con rapidez la nariz y boca, esté retrocediendo asqueado cuando la joven en su delante y sin la más mísera vergüenza, comenzó a alzar su diminuta falda dejando a relucir la lubricación recorriendo sus delgadas piernas, marcando en el proceso su busto que se encontraba al descubierto al dejarse abierta su blusa para que reluciera su impecable cuello.

– ¡No! ¡No me necesitas! – la calló abruptamente el alfa, quien apartó con tanta rapidez la mirada al no querer seguir observando – ¡Lárgate de una maldita vez de mi oficina y céntrate en hacer tu trabajo, maldita sea! Olvidaré todas las estupideces que acabas de decir y fingiré que esta osadía jamás sucedió, ¡pero te pido que te largues de una jodida vez, Yoojung!

Exclamó furioso este, no obstante, el cuerpo de Taehyung cayendo de golpe hasta sus pies cuando un llamativo carraspeo inundó la habitación, a ello acompañándolo un dulzón aroma que recién pudo percibir al estar el cuarto invadido por fuertes feromonas de celo.

– Jungkook...

El recién nombrado arqueando su poblada ceja incrédulo ante la desvergonzada acción de pronunciar su nombre en aquellas condiciones, este no mostrando ni una pizca de gracia en sus facciones al estar conteniendo lo mejor que podía sus demonios internos que desearon salir a flote ante la imagen que lo recibió, mucho más cuando se volvía a encontrar luego de largos meses con aquella misma mujer que le sonreía de manera burlona, mofándose de su situación para además aprovechar el descuido del alfa que deseaba para treparse a su brazo.

La mataría...

Ahora sí jura que lo haría

– Estás arruinando un momento íntimo, ¿no ves? – un fingido puchero posándose en los labios de aquella mujer quien apretó de manera vulgar su escote en el brazo del alfa, que al recaer en su acción empezó a zarandearse en su lugar intentando recuperar su extremidad – ¿No te han enseñado a tocar?

– ¿Y a ti a no ser una arrastrada? – cuestionó con la misma entonación borde Jungkook, la mirada de este acechando a la mujer que lo observaba furiosa sin soltar aún al alfa – Al parecer no, porque siempre que nos volvemos a encontrar no te cansas de hacer el ridículo

Uhhh

Golpe bajo

La indignación pintando las facciones ajenas, estas tan solo intensificándose cuando Taehyung se hartó de medir su fuerza con ella para terminar tirando con brusquedad su brazo encarcelado para apartarse de una buena vez por todas de aquella mujer que volvió a intentar tenerlo a su alcance, pero saliéndole mal la jugada cuando en menos del tiempo previsto Taehyung ya se encontraba yendo hacia su omega.

– ¡Jungkook! Amor, esto no es lo que parece, ¡te lo juro!

Exclamó con el corazón en la boca el alfa, mismo que prefirió guardar silencio cuando la oscura mirada de soslayo de su pareja lo fulminó, haciéndole saber que no estaba para nada contento con lo que se había encontrado.

Y Jungkook jura que sentía tanta ira acumulada en su interior, pero no podía ser indiferente y pasar por alto el notorio aroma agrio de su alfa en el ambiente, que, si bien se mezclaba con el repugnante de aquella mujer, el de Taehyung sobresalía al rechazarla... pero a quien debía creerle... ¿a su deseo de confiar en la inocencia de su pareja?... o... ¿en la imagen que presenció de estos dos sudorosos, con la mujer a nada de desnudarse y Taehyung observándola?... ¿en que debía creer?... ¿a su mente o corazón?

Quería llorar...

– ¿A qué hora te largas? – inquirió con tosquedad Jungkook cuando regresó su mirada a la joven en su delante, remplazando su dolor por ira, al ser está siempre su mejor aliada – ¡Que te largues!

– ¡Crees qué porque me gritas te haré caso! – refutó Yoojung igual de cabreada que él al ser conocedora que todos sus esfuerzos habían sido lanzados por la borda cuando aquel omega hizo su aparición – ¡Miserable! ¡Lárgate tú si tanto te molesta!

Oh, Yoojung...

No debiste decir eso

La quijada del omega tensándose del más puro coraje, esté para aquel momento desconociéndose a un punto donde la joven en su delante dejó de verla como alguien de su misma casta para ser reemplazada como alguien a quien debía torturar por su osadía de tan siquiera alzarle la voz como si ambos fueran iguales. Y no había cosa que más odiara aquel cabecilla de la organización más influyente y temible del siglo veintiuno que ser tratado de igual por alguien que debía besar el piso por donde él caminaba.

– Ahora sí acabaste con mi paciencia – el omega lanzando el obsequio que se encontraba entre sus manos por cualquier lugar del despacho, seguido a ello terminando por recortar la distancia entre ambos a grandes zancadas, atemorizando a la mujer que tuvo el valor de retarlo, misma que intentó retroceder, pero para su infortunio, no previniendo como una palma capturó con tanta violencia sus largos mechones marrones. Jungkook juntando ambos rostros para dejar sus ojos brillar con pequeños destellos amatistas, suceso que hizo palidecer a la mujer – Juro que vas a rogar nunca haberte topado conmigo

Prometió, Yoojung tragando en seco ante la tétrica aura en su delante, no volviendo a gozar de tiempo para procesar la grave amenaza cuando al corto tiempo Jungkook dio media vuelta llevándose a ella consigo y no importaba cuanto esta gritara por su liberación o le arañaba el brazo, el omega solo intensificó su tortura momentánea al apretar con mayor fuerza los cabellos a su disposición. Y si aquello no fuera suficiente padecer para la joven ya con lágrimas en los ojos, sí que lo hizo el hecho de que su cuerpo fuera lanzado con tanta agresividad fuera de aquella oficina ocasionando que su cabeza golpeara abruptamente con aquel mármol del piso, y en aquellos momentos Jungkook agradecía que aquel pasillo estuviera desolado y siendo imposible el escucharse lo que sucedía.

– Te recomiendo arrebatarte la vida por tus propios medios antes que yo te encuentre, Yoojung – amenazó, sus ojos ahora sí, adquiriendo aquel llamativo color amatista que drenó vitalidad a la mujer que retrocedió asustada – El tiempo corre

La puerta cerrándose de un solo golpe creando un sonido ensordecedor, dejando ahora tan solo en el interior a alfa y omega, siendo el primero el que observaba en un pedir silencioso a Jungkook quien intentaba regular su respiración junto con el disminuir el dolor en su corazón al estar siendo rodeado de las feromonas de otra omega que marcaban aquel lugar... a aquella persona... como de su pertenencia.

Dolía...

– Jungkook

Llamó en un bajo murmullo el alfa cuando por medio del lazo fue capaz de sentir el padecer de su pareja, lastimosamente, siendo detenido por una palma extendida que le prohibía el habla como el acercarse.

– Cállate

Ordenó el omega al no estar de ánimos, su zurda buscando con desenfreno en el bolsillo de su abrigo su dispositivo móvil, buscando con apuro en el mismo para marcar aquel número en su lista de contactos que le sabría dar solución a todo lo sucedido, mismo número que le respondió a la primera timbrada.

Dime – habló entre canturreos alegres Hoseok tras la línea, sin embargo, esté dejando su divertida aura cuando algo en él le inquietó ante el silencio de su menor – ¿Jungkook?

Y el alfa pelirrojo hubiera indagado más si no fuera porque fue callado de manera rotunda por su superior.

– Necesito que contactes a dos betas que trabajen en la entidad policial para que capturen de inmediato a una tal Yoojung – ordenó al no desear explicar demasiado aun cuando sabía que su mayor lo deseaba – Debe estar escapando en estos momentos por las escaleras de emergencia. Cuerpo esbelto, cabello marrón oscuro y piel acanelada, anda vestida como si fuera a grabar una película porno mal auspiciada, aunque de seguro ya se cubrió con una prenda. Lo más seguro es que la encuentren saliendo por la parte posterior al no buscar llamar la atención porque está en celo

¡Espera un segundo! – pidió el alfa tras la línea al intentar ordenar ideas y memorizar a su misma vez lo que se le estaba diciendo – Dime, ¿por qué tan de repente? ¿te hizo algo?

– Tú tan solo obedece – bramó ya harto, esta simple acción haciéndole saber al alfa que el omega no estaba de ánimos para su interrogatorio – Llegó en menos de cuarenta minutos a la mansión y quiero encontrarla a ella esposaba en aquel cuarto o contigo desfogaré la ira que tengo acumulada

Ahorita mismo contacto a dos de nuestros infiltrados

Jungkook con ello escuchado cortando sin más la llamada, volviendo a guardar el dispositivo en su bolsillo para intentar relajarse y no cometer algo en contra del padre de su hijo que luego terminaría arrepintiéndose... lamentablemente, Taehyung no cooperaba.

– Jungkook, por favor...

Cállate...

Por favor, cállate

– Será mejor que no digas absolutamente nada, Kim – bramó hostil, esté observando sin emoción al alto alfa que batalla consigo mismo si obedecer o no a lo que su pareja le ordenaba – Necesito volver a casa, no soporto esto – murmuró para sí mismo cuando sintió su corazón apretarse al percibir aquel marcado aroma a celo provenir de su pareja – No te quiero cerca...

El menor dándose media decidido de retirarse de aquel desagradable despacho infestado de un aroma ajeno, su palma volviendo a girar la perilla para abrir nuevamente la puerta saliendo sin demora por la misma regresando por el mismo camino por donde llegó y ruega en sus adentros no toparse con Seojoon, preguntándole qué tal le fue durante su ida o jura que terminaría quebrantándose ahí mismo al no soportar aquel dolor agobiante.

– No. No. No – murmuró paranoico Taehyung, yendo tras su omega que ya se encontraba a mitad del corredor, mismo omega que al percibir como este se acercaba, por reflejo retirando de su manga la pequeña navaja camuflada, amenazando directamente el cuello acanelado del alfa que se frenó de golpe al sentir el filo del arma en su piel, pero aun así... ello no fue un verdadero impedimento para seguir hablándole – Jungkook, por favor, escúchame. Sé que estás molesto, pero déjame explicarte cómo sucedieron las...

– Te dije que no te quería cerca – remarcó lo antes mencionado, esto saliendo tan borde, pero a la misma vez reflejando su dolor que hizo que los ojos del mayor se cristalizaran – No pienso dejar que me denigres de esta forma al tocarme a mí y a mi hijo con las feromonas de otro omega, Taehyung

– Perdón...

– No quiero escuchar tu perdón – Jungkook volviendo a ocultar su arma, dándose media vuelta para poder seguir con su camino estando seguro que el alfa no se atrevería a seguirlo – ¡Y más te vale quitarte hasta el último atisbo de ese repugnante aroma si deseas que te vuelva a ver el rostro!

Mierda

Siete horas después:

– ¿Cuándo podré verlo?

Preguntó en un bajo murmullo el alfa, esté encontrándose tan desanimado y derrotado ante las largas horas transcurridas lejos de su pareja, no obstante, no deseando dejar tan al descubierto su padecer a las personas en su delante, no encontrando mejor opción que terminar ocultando su rostro entre sus palmas acaneladas.

Y en estos momentos Taehyung se odiaba tanto... tanto que horas atrás se le fue imposible no echarse a llorar al verse obligado a volver a su despacho cuando la presencia de su omega dejó de sentirse cerca, entre tambaleos habiendo sido capaz de abrir de par en par sus ventanas para luego dejarse vencer al desplomarse contra la pared más cercana, y entre la soledad que lo rodeaba se dejó quebrantar al no poder seguir soportando el dolor propio y compartido mediante el lazo cuando sintió a Jungkook herido por su culpa.

Quería devuelta a su omega...

– No lo sé, amigo – intentó consolar Jimin, dándole leves palmadas en la ancha espalda del alfa a su costado – La jodiste en grande, lo más seguro es que te deje durmiendo hoy en el sillón

Ante esto, Taehyung soltando una larga y pesada queja en protesta para dejar ir su espalda a recostarse en el respaldar tras él, un marcado puchero posando en sus labios al no estarle ayudando nada aquella conversación.

– ¡No fue mi culpa, ¿de acuerdo?! – intentó convencer y convencerse a sí mismo, para su desdicha, recibiendo como respuesta del pelirrosa el arqueo de su poblada ceja al no creer en lo que decía – O bueno, sí que lo fue por no haberla echado al no desear herirla, ¡pero no todo es...

– Espera, ¿herirla? – repitió incrédulo Yoongi, quien se unió a la charla señalando de manera acusatoria a su menor – ¿¡En serio seguiste pensando en no herirla cuando literalmente te estaba drogando con sus feromonas y estaba a nada de obligarte a hacer algo que no querías!? Si sabes que si ello escalaba a más es considerado una violación, ¿no? ¡Te iba a violar, por la Diosa! ¿¡Cómo tan siquiera seguiste pensando en no herirla!?

– Yoongi... – regaño por lo bajo Jimin

– ¡Sigue siendo omega! – refutó alterado Taehyung, sus manos temblorosas posándose a los laterales de su cabeza – ¡Se me es imposible herir a un omega, ¿de acuerdo?! Yo... Yo simplemente no puedo herir a un omega...

Un chasquido abandonando los labios del pelialbino, mismo que decidió guardar silencio y no volver a intervenir cuando la mirada asesina de su omega lo acechó, esto mientras acariciaba y daba palabras de aliento al alfa menor que estaba entrando en una crisis.

– Bueno, por tu estúpida caballerosidad hiciste que tu omega, el mismo que carga a tu primer hijo, saliera herido

Y no pudo mantenerse callado

– ¡Yoongi!

– ¡Es la verdad! – refutó el mayor, sus brazos cruzándose sobre su pecho – Por su culpa Jungkook está sufriendo, tú mismo viste cómo llegó a la mansión

Jimin creando una fina línea en sus labios al no poder contradecir ello, no quedándole más de otra que esquivar la mirada de su pareja para seguir dándole apoyo al alfa que estaba pasándola peor que todos.

– Lo sé... Yo sé lo que hice... Y yo sé mejor que nadie cómo se sintió mi omega, no tienes por qué restregármelo a la cara, ¿lo sabes, no? – murmuró con voz ronca Taehyung, su oscura mirada alzándose entre sus rubios cabellos observando directamente al alfa peliblanco que no pudo engañar, le sorprendió aquella aura. No obstante, esta no durando demasiado, ya que se esfumó junto a un pesado suspirar – Voy a llorar...

¿Qué mierda acaba de pasar?

– Antes que te sueltes a moco tendido, por mi lado tengo una duda – intervino esta vez curioso Seokjin, atrayendo toda la atención a él – ¿En serio no pasó nada durante el tiempo que no estuve? Digo, las feromonas de un omega en celo son igual de fuertes que las de un alfa, una calada y te dopan al instante... y ambos estuvieron solos en una habitación no sé exactamente por cuant....

– ¡No! – respondió de manera rotunda Taehyung, la simple idea dándole arcadas – No, Diosa, no. ¡Joder, Seokjin, tu mejor que nadie me conoces, ¿cómo se te ocurre?! – el nombrado pidiendo perdón al sentirse culpable prometiéndole el no volver a desconfiar – No pasó nada entre nosotros, mierda, de solo pensarlo me dan náuseas, literalmente los cinco minutos que estuvo en mi oficina fue más yo corriéndome de ella

Confesó ya harto el menor al estar siendo señalado de manera injusta como si él hubiera cometido traición carnal cuando en realidad no fue así, la única culpa que cargaba en sus hombros siendo el de ser tan idiota de no haber acabado como se debía aquella humillación tanto hacia su persona y que a su misma vez denigraba a su pareja.

– Bueno, en ello tiene razón – intervino esta vez Namjoon quien recién llegaba al salón, esté estirando los músculos durante su caminar para luego desplomarse en el sofá más cercano – No miente en lo que dice

– ¿A qué te refieres?

Preguntaron con la incertidumbre a tope todos los jóvenes presentes a excepción del alfa pelirrubio, quien arqueó su ceja al no entender a lo que se refería el recién llegado.

– Jungkook me mandó a revisar las grabaciones de este día de su oficina – confesó, como si ello fuera la acción más rutinaria para ellos... y tal vez sí lo era – En esta solo se escuchan pisadas corriendo de un lado a otro y cosas siendo arrastradas o jaladas con violencia, oh y claro, sus gritos rogando que lo soltaran y las súplicas de esa muchacha pidiendo ser atendida... ¡Y Diosa mía! Que mujer para más chillona e insistente, sin una mísera gota de amor propio, déjenme decirles

– Lo que yo aún tengo duda, es ¿cómo dejas a una omega en celo ingresar a tu oficina?

Volvió a preguntar Yoongi, su mirada regresando al menor que a sus adentros se encontraba agradeciendo haber tenido aquel miserable micrófono en su despacho que en su momento tanto aborreció y hoy lo bendecía, tal vez siéndole de ayuda en su momento cuando Namjoon le notificara al omega como sucedieron tal cual las cosas.

– Ingresó con la excusa de hacerme entrega del informe enviado por su superior, no percibí nada fuera de lo normal y pensé que simplemente dejaría los papeles y se iría, pero cuando estuvo frente a mi escritorio me di cuenta que la jodi al dejarla pasar

Contó un bajo gruñido saliendo de entre sus labios ante el solo hecho de recordar lo sucedido con aquella mujer, que, para este momento, ni sabía si seguía viva...

– No, amigo, es que tú también

– ¡Ya! – se quejó alto Taehyung, empujando el cuerpo de Jimin quien río a carcajadas al haber logrado su cometido de enfurecer tantito al alfa – Yo solo quiero hablar con Jungkook, ya dejen de agobiarme

– Ya debe estar terminando – respondió Namjoon para tranquilizar a su menor quien giraba cada cinco segundos a observar la entrada – Jamás dura tantas horas atormentando a alguien, así que...

El abrir de la puerta de la mansión por un par de empleados siendo notoria para los presentes, este reconocido sonido sordo ocasionando que todos los jóvenes que se encontraban recostados en los sillones se levantarán como resortes para salir corriendo al corredor a recibir al omega que ingresaba junto a un cansado Hoseok siguiéndole los pasos... y Taehyung no supo comprender porque algo en él ardió al ver a esos dos llegar juntos.

Por su parte, Jungkook girando su rostro cuando algo en él se removió en contra de su voluntad, su oscura mirada recayendo como si de magnetismo se tratase en el guapo alfa que luego de las largas horas que lo tuvo esperando desde lo sucedido, fue capaz de reconocer el cambio de ropa sin presentar ni una pizca de aroma ajeno, lo que muy a sus adentros y que no iba a aceptar en voz alta, logró tranquilizar a su lobo.

– A mi habitación – ordenó cortante Jungkook, su voz logrando que Taehyung se estremeciera en su lugar – Ahora

Oh, mierda...

– Suerte – deseo Jimin, cuando la figura dominante de Jungkook desapareció de la primera planta, otorgándole en consuelo pequeñas palmadas en la espalda al temeroso alfa – Mi consejo aquí es que si te pide que te arrodilles, lo hagas

Taehyung soltando un chasquido frustrado como respuesta, no quedándole más de otra opción que ir corriendo tras su omega que muy por seguro ante el tiempo que le demoró reaccionar ya debía estar en su habitación esperándolo.

Y no supo si ello debía tranquilizarle o preocuparle, terminando por inclinarse más por la segunda opción, ya que no por nada su cuerpo se congeló al llegar a su destino, encontrándose con nada más ni nada menos que la puerta de la alcoba compartida abierta.

Estaba jodido...

– ¿Jungkook? – llamó con voz nerviosa Taehyung quien ingresaba temeroso al dormitorio, este no logrando observar nada ante la penumbra a su alrededor gracias a que tanto las cortinas estaban cerradas como la luz apagada, no obstante, ello no le impidió el seguir avanzando, joder claro que no, mucho menos cuando deseaba arreglar las cosas – ¿Cachorro, estás aquí?

El alfa dando un pequeño brinco en su lugar girando asustado cuando la puerta a sus espaldas se cerró de golpe privándolo de la poca iluminación que está dejaba ingresar, y para estos momentos Taehyung jura a la divinidad más alta que su miedo tan solo se vio incrementar de manera descomunal cuando de entre la, ahora sí, completa oscuridad, unos ojos brillantes en amatista hicieron aparición como si de una película de horror se tratase.

Mierda

Y antes de que Taehyung hubiera tan siquiera tenido la oportunidad de emitir vocablo alguno para intentar menguar la ira de su pareja que parecía ya no verlo con los mismos ojos de siempre, sino que estos se mostraban más vacíos y sin vida... no gozo de aquella oportunidad, mucho menos sé espero ser empujado con tanta brutalidad por este para obligarlo a caer de espalda contra el mullido colchón.

– Auch...

Se quejó el alfa en un bajo murmullo al no esperarse aquello, mucho menos cuando de manera repentina y sin percatarse, sus palmas fueron llevadas con tanta velocidad sobre su cabeza esposando las mismas entre sí con la cadena rodeando el barandal de la cabecera de la cama, dejándolo totalmente inmovilizado, suceso que lo preocupó calando profundo en él.

De acuerdo...

Esto no saldría para nada bien

– ¿Qué diablos? – inquirió turbado Taehyung ante lo sucedido, sus manos empezando a removerse ante la creciente ansiedad por buscar su liberación, por desgracia, no consiguiéndola, teniendo como consecuencia ante sus actos que la piel de sus muñecas enrojeciera y ardiera ante la descuidada presión que se estaba utilizando – ¡Jungkook!

Llamó paranoico el alfa, las cadenas que lo encarcelaban volviendo a removerse con fuerza al aún no darse por vencido, gruñendo un par de veces a la nada al molestarle el hecho de no poder escapar al ser las esposas exactamente su medida, y hubiera seguido gritando el nombre de su pareja, lo hubiera hecho, no obstante, no se esperó que su cuerpo se terminara congelando cuando la persona que con tantas ansias llamó tomará lugar a su costado.

Y joder...

El cuerpo dejó de funcionarle correctamente

La delgada presencia que apareció repentinamente y lo observaba desde lo alto siendo acompañada por el característico aroma a vainilla con la sutil entonación a leche... y bendecido sea aquel aroma que lo hizo suspirar rendido, acelerando sin esfuerzo su respiración y que sus pupilas se dilataran ante la sola calada. Para Taehyung está siendo una sensación tan gratificante e indescriptible que fue puro impulso primitivo buscar más de esta, siendo tan añorada por él que causó el derretir de su corazón ante el más puro amor y deseo de tenerlo nuevamente en sus brazos... por desgracia, no todo saldría como él lo esperaba, debido a que aquel acto no era totalmente lo que aparentaba, ya que si bien aquel aroma dulzón era expulsado con él solo hecho de enloquecerlo a un punto descomunal, el alfa no se esperó ser envuelto por las fuertes feromonas de excitación las cuales cumplieron con su objetivo de tenerlo sonrojado y jadeando al corto tiempo.

Bueno...

Era de esperarse, ¿no?

Taehyung no podía rechazar al omega que marcó

– Aún te acuerdas de esa vez dónde te advertí que yo odiaba compartir lo que considero mío, ¿no es así, Taehyung? – la suave voz de Jungkook tomando lugar en el silencioso ambiente, esté dejando ir con parsimonia el filo de sus uñas a recorrer desde la pierna del alfa hasta su abdomen, encantándole el hecho de como la piel se estremeció bajo su tacto – El no agradarme en lo absoluto estar carcomiéndome la cabeza con dudas innecesarias que tú no sabías poner un final... Él como esto me hacía perder interés... ¿lo recuerdas?

Estaba jodido

– ¡No hice nada! – vociferó el alfa cuando aquel tacto si bien reconocía llegó a causar miedo en él, haciéndolo sentirse tan indefenso el ni siquiera tener libertad de sus extremidades – ¡No me tocó! ¡Te juro que no me tocó!

Taehyung viéndose obligado a guardar silencio cuando una imponente diestra hizo presión en sus mejillas impidiéndole seguir espetando palabra, pero antes de lo que pudo procesar aquella privación ya tenía un delgado cuerpo encima suyo.

– ¡Sí que te tocó! – contradijo el rabioso omega con sus ojos brillando en un fuerte amatista, la furia que corría por sus venas habiendo extinguido por completo su raciocinio el cual le impediría el conllevar estas acciones – ¡Claro que te tocó lo suficiente para dejar impregnado su repudiable aroma de celo en ti! ¡En algo de mi pertenencia! ¡Dejaste que te marcara sin importarte lo que yo sentía!

Taehyung deseando contradecir lo escuchado, por desgracia, lo único que salió de sus labios fue una baja queja cuando su piel dolió gracias a que Jungkook ejerció mayor presión al no estarse midiendo en lo absoluto, y no supo en qué preocuparse más... sí en su dolor o en observar cómo los ojos de su pareja destilaban aquella misma locura que aún no estaba tan acostumbrado.

No le agradaba esto...

– Dime, ¿qué sentiste cuando oliste esas feromonas, Kim? – preguntó Jungkook con un tono psicópata, al nombrado crispándose entero el cuerpo cuando una palma bajo hasta su miembro erecto – ¿Qué mierda pasó por tu cabeza cuando su aroma te rodeó y junto a ella su deseo de tenerte arriba suyo? ¿Qué diablos sentiste cuando sus manos te tocaron mientras te rogaba que le ayudaras en su celo? ¿Qué carajo imaginaste al verla frente a ti en ese estado y con la ropa tan pequeña y escotada para seducirte? – una baja mofa dolida saliendo de los labios del omega – ¿Se te paró? ¡Dime si se te paró igual que cuando me tienes a mí bajo tuyo, Kim!

No podía soportarlo más...

– ¡No! – exclamó como pudo Taehyung al borde del llanto, su entrecortada respiración siendo capaz de atraer la atención del pelinegro – ¡Sentí asco!... Yo... Yo quería salir corriendo, pero ella no me dejaba acercarme a la puerta. Te quería a ti... te quería tanto a ti en ese momento, pero sabía que si te llamaba... todo se iba a hacer más grande y tú nombre iba a salir perjudicado... por qué... ¿quién creería que un alfa es inocente cuando la omega está en celo? un alfa que para colmo está unido ya con un omega en un cuarto a solas con otra omega... Yo intenté irme... te juro que yo lo intenté, no la vi, no la toqué... intenté hasta ni olerla, pero ella... ella siguió insistiendo

¿Qué?

Jungkook destensando su agarre, esté observando turbado como los ojos del alfa se cristalizaban al estar recordando todo lo que tuvo que pasar, esta acción siendo la única capaz de traer de vuelta su consciencia que había sido tirada hacia un rincón alejado hace ya largas horas.

– ¿Por qué no la echaste? Tu voz de mando, ¿por qué no la utilizaste? – preguntó, sus palmas yendo a limpiar con apuro aquellas lágrimas que bañaron las mejillas canelas – Pudiste haber llamado a Seokjin o a alguien más para que te ayudará, ¿por qué...

– No me agrada la idea de causar daño a un omega, lo sabes – murmuró el alfa, esté girando el rostro hacia otro lado al no soportar observar tristeza en los ojos amatistas – Además, si lo hubiera llegado a hacer, si ella en venganza buscaba ensuciar mi nombre... tenía las de perder... estaba entre la espada y la pared... no importaba quién viniera a ayudarme, yo iba a ser el único perjudicado

La mirada amatista del omega perdiendo color, esté terminando por reducir abruptamente sus feromonas de excitación para ser cambiadas por unas más suaves al buscar menguar el malestar del alfa cuando sus dedos fueron nuevamente bañados por más lágrimas.

– Yo... en serio, lo siento – siguió Taehyung al dejar en libertad su sentir, llegando a hacer como un consuelo el cosquilleo en su nariz cuando pudo disfrutar el aroma dulzón de su pareja como el de su hijo – Mantuve distancia con ella todo este tiempo, tal como me lo pediste, hasta le pedí a su superior de área que si me podía hacer el favor de escoger a otra persona para enviarme los documentos. No he tenido roce con ella durante todos estos meses, ni siquiera le había vuelto a ver el rostro, por eso me sorprendió cuando toco mi puerta y supuse que el beta encargado sufrió un percance y la enviaron a ella en su lugar. Jamás creí que se atrevería a hacer esto, perdón...

Jungkook para este momento buscando con apuro las llaves en sus bolsillos cuando su corazón empezó a doler horrores, sus titubeantes palmas siendo capaces de otorgarle de vuelta aquella libertad que Taehyung tanto pidió desde el inicio y tan solo terminando por sorprenderse cuando Jungkook sin avisó se echó encima de él pasando ambos brazos por su cuello mientras ocultaba su rostro en aquel mismo lugar, recitando directamente en su oído un sin fin de disculpas.

Oh...

– Perdóname tú a mí, no debí reaccionar así... estaba furioso... yo... yo me enfurecí tanto al verte ahí con ella que me cegué – balbuceó entre llantos el omega, no oponiéndose cuando Taehyung tomó asiento llevándose consigo su cuerpo – Te tuve que haber escuchado... yo tuve que haberte escuchado cuando me lo pediste y no sacar conjeturas precipitadas, lo siento

– ¿Qué hiciste? – preguntó con suavidad Taehyung, Jungkook entendiendo al instante a lo que se refería

– No importa lo que haya hecho – espetó el omega, su cabeza negando repetidas veces desde su escondite – Tú solo debes recordar que se lo merecía por intentar abusar de ti. Ella no se va a volver a acercar a ti, no lo volverá a hacer, jamás

Taehyung soltando un leve suspiro en rendición, no siendo capaz en realidad de molestarse con aquel lindo ser que intentaba marcarlo con su aroma, acto que logró tranquilizarlo como nunca antes otra persona lo hizo, y como muchas veces, decidió dejarse envolver por este, decidió volver a pertenecerle tanto a aquel omega como a su hijo, porque Taehyung estaba seguro que no existía mejor lugar para él que estar junto a ellos, y le encantó tanto los besos dejados en su cuello en son de disculpas que calentaban su corazón, le encantó tanto, no obstante, se sorprendió cuando Jungkook de repente pacto distancia, su vista de esté yendo a parar con asombro al cuello del alfa al haber podido reconocer mediante el tacto aquel collar de oro que él bien conocía.

– Lo recuperaste... – susurró incrédulo Jungkook, sus dedos acariciando aquella cadena dorada y dije esmeralda que había llevado aquella tarde como obsequio para su pareja – No pensé que...

– Fuiste a entregármelo en persona, ¿cómo no lo recuperaría? – respondió con una media sonrisa Taehyung, mismo quien se acercó a Jungkook para dejar un tierno beso esquimal, besando después su tierno puchero – Siempre apreciaré cada uno de tus detalles, en esta ocasión, solo hubo algunos malentendidos

El labio inferior del omega temblando ante el futuro llanto que se avecinaba, esté por impulso volviendo a abrazar al alfa solo con la diferencia de que esta vez se lo llevo consigo cuando decidió invertir los lugares, dejando ahora a Taehyung sobre su cuerpo, mismo que se vio obligado a utilizar sus extremidades como soporte para no aplastar al omega cuando ambos labios terminaron por fundirse en un delicado encuentro.

Taehyung suspirando encantando durante el beso llevado por Jungkook, mismo que se encontraba sosteniendo su rostro con tanta delicadeza, pero con el temor de perderlo de su alcance aun cuando el alfa no hacía más que acercarse a él al desear tener más de su esencia, comprobándolo tan solo cuando una zurda acanelada se escabulló hasta su nuca impidiéndole tan siquiera el intentar alejarse un mísero centímetro, ahora esté siendo el que tomó las riendas del encuentro, no demorando en profundizar y marcar aquel encuentro hasta volver a su pareja un desastre de ahogados gemidos que morían en la boca contraria.

Pero aún con toda la calentura subiendo por ambos cuerpos como si de una llama incandescente se tratase, en la mente de Jungkook aún seguía aquel resentimiento hacia sí mismo que no lo dejaba disfrutar como debía aquel encuentro.

– Lo siento... – susurró Jungkook entre lágrimas y el rostro encendido en carmesí cuando ambos labios se distanciaron, dejando como unión una fina línea de saliva – Lo siento tanto...

– Hey, no – consoló, los falanges del alfa acariciando con tanto cariño el moflete del menor quien tan solo iba incrementando su llanto – No, amor mío, no es tu culpa, no llores... tu reaccionaste ante lo que viste en el momento, es entendible, no debes porque disculparte – Taehyung ocultando su rostro en el blanquecino cuello a su alcance, besando aquella marca de unión que logró hacer jadear al menor – No lamentes algo que no es tu culpa, bonito, más bien, déjame demostrarte con acciones que no importa cuantos omegas tenga al frente, mis ojos siempre te buscarán a ti... mi cuerpo solo reaccionará a ti... mi corazón solo bombeará por ti... solo por ti, Jungkook, y eso no va a cambiar ni hoy ni en miles de años

Los falanges del omega enredándose en la larga melena rubia a su alcance, esté liberando el altivo gemido que nació de entre sus labios cuando besos, succiones y mordidas fueran dejadas de manera desvergonzada en su cálida piel, la cual fue descubierta con apuro por un ansioso Taehyung que deseo tanto fundirse en su piel para borrar en su totalidad cualquier recuerdo de otra piel ajena a Jungkook que fue capaz de tocarlo.

Lo deseaba tanto...

Tanto que agradeció en sus adentros como el omega pareció descifrar sus intenciones dejándose a total disposición de este, entregándole a su libre albedrío su cuerpo para su goce y disfrute al saber mejor que nadie que el alfa arriba suyo no sería incapaz de herirlo a él ni a su cachorro, el cual siempre era cuidado por Taehyung desde que se supo de su llegada, y en los pocos encuentros que habían tenido este último mes siendo obligatorio, por voluntad propia del alfa, el uso de un preservativo con el solo propósito de cuidar tanto al omega como a aquella pequeña semilla que gestaba, y aquella noche no iba a ser la excepción.

Los altivos y agudos gemidos creando una hermosa sinfonía al mezclarse con los gemidos y gruñidos roncos de alfa, mismo que se encontraba ya arremetiendo contra la resbaladiza entrada del omega, quien jadeaba directamente en el oído contrario mientras rasgaba con sus uñas la piel acanelada de la espalda de su amante. Jungkook para este momento, perdiendo cualquier atisbo de raciocinio al su mente solo estar envuelta en el alfa que lo poseía y que soltaba la misma cantidad de feromonas que él ante el libido.

Taehyung acelerando sus movimientos ante la excitación de reconocer cómo Jungkook se perdió en su totalidad, volviéndose sin pudor un hermoso desastre de jadeos y lágrimas que lograban enloquecerlo al admirar como su cuerpo sudoroso, sonrojado y marcado subía y bajaba ante las rápidas y precisas embestidas, y Taehyung jura que se perdió así mismo cuando los brazos de Jungkook envolvieron su cuello ocultando su bello rostro a la misma vez, esto tan solo avisándole que el omega estaba a nada de acabar.

Te amo – recitó el alfa sobre el lóbulo de la oreja sonrojada, sonriendo enternecido cuando el omega no podía articular palabra, esté tan solo atinando a abrazarlo con mayor énfasis al no desear distanciarse – Te amo tanto, Jungkook... y te imploro que jamás vuelvas a dudar del amor que te tengo

Las facciones sonrojadas del menor incrementando al igual que sus gemidos cuando ya no se creía capaz de seguir conteniendo su clímax ante las desenfrenadas embestidas hacia su próstata, la cual Taehyung no dejaba descansar desde el momento que la encontró. No obstante, entre su placentera inconsciencia ronroneando gustoso cuando unos labios besaron su mejilla para luego ir hacia sus belfos y capturarlos entre sí, esto a la misma vez que una cálida palma que reconoció se posó sobre su vientre, aún plano, acariciando el mismo con tanto cuidado que su corazón se derritió sin esfuerzo, y con ello solo fue cuestión de segundos para que Jungkook se vuelva a rendir por el hombre que no tan solo lo enamoró, sino por aquel que lo aceptó, marcó y le dio un fruto de ambos.

Eres lo único que necesito – murmuró Taehyung sobre los labios ajenos que formaban una pequeña "O" al estarse escapando de ahí la prueba de su placer – Eres mi todo – las piernas del menor temblando ante la sobre estimulación cuando su miembro fue envuelto y bombeado por la palma de su pareja – Córrete para mí, bonito. Demuéstrame que tan bien soy capaz de satisfacerte y como mi cuerpo solo te desea a ti

¡Oh, Diosa!

Se iba a desmayar

Un altivo gemido abandonando los labios de Jungkook cuando fue capaz de llegar a su tan ansiado clímax con fuertes hileras blanquecinas bañando ambos torsos, esto junto con el temblar de su cuerpo, más precisamente el de sus piernas que ocasionaron el apretar de su entrada, lo cual terminó por ser lo que tanto necesitaba el alfa para al igual que él llegar en el preservativo que contuvo con éxito su eyaculación y nudo.

Y ello era lo que necesitaban...

Taehyung aún con la respiración entrecortada dejándose ser cuando delicadas palmas blanquecinas sostuvieron su rostro, esto conllevando se únicamente para que ambos amantes conectaran miradas, el esmeralda y amatista creando una bonita combinación.

Te amo – volvió a repetir Taehyung, dejando un casto beso en los hinchados labios carmesí de Jungkook, quien sonrió enternecido – Y te prometo que no permitiré que esto tan siquiera desee volver a suceder. No lo permitiré. Porque desde ahora no me importará velar por a otro omega que no seas tú. Solo existirás tú para mí – ambas frentes juntándose al dejarse envolver por la presencia opuesta – Soy capaz de dar mi vida por ti, Jungkook, aun si debo irme contra el mismo país para protegerte

Jungkook acariciando con cariño aquel rostro que se derretía bajo su tacto, delineando con ternura las facciones varoniles del mismo que ahora besaba sus palmas mientras recitaba palabras de amor para él, con esto el omega volviendo a asegurarse a sí mismo el haber tomado la decisión correcta al preferir a Taehyung antes que a todo su imperio.

Y yo soy capaz de matar a quien sea que osé perturbar tu bienestar – confesó, su delicado aroma a vainilla y leche rodeando con recelo al alfa, quien liberó con mayor énfasis su aroma a cafeína – Daría todo por ti, Taehyung

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