Era el mundial de 2026.
Un mundial muy esperado por muchos pues sería el último del mejor jugador del mundo.
¿Que mejor forma de terminar su carrera que con una copa del mundo?.
Bueno pues ese era el objetivo de nuestro querido Argentino, iba a hacer hasta lo imposible por coronarse campeón del mundo con su scaloneta y llevarle una tercer estrella a su país.
Las cosas no empezaron de la mejor manera, pues, su primer partido lo perdieron contra Arabia Saudita lo cual los dejo con un mal sabor de boca.
Lionel Messi tomó su lugar como capitán recordándole a sus compañeros porque es que estaban ahí y que un error no puede hacer que se den para abajo, aún hay oportunidad.
Con los ánimos renovados todos abrazaron a su capitán y salieron con ganas de dejar todo en la cancha en los próximos partidos.
Lo cierto es que Lionel también estaba algo ansioso pues su próximo partido era contra la selección Mexicana, sabe que si se lo propone, México puede llegar a ser un gran impedimento para que pasen a octavos.
Y más lo tenía ansioso el bonito arquero de México.
Guillermo Ochoa.
Había escuchado infinidad de veces su nombre, ya que debutaron en mundiales al mismo tiempo en Alemania 2006, pero no fue hasta Brasil 2014 que se dio su flechazo por el Mexicano.
Era arte absoluto lo que hacía en el arco.
Lo vio en el partido contra el anfitrión de ese momento, Brasil y Guillermo simplemente se lució, fue brillante
Paraba todos esos tiros peligrosos, él mejor que nadie sabe que su amigo Neymar no fallaba goles, pero el Mexicano fue su tortura durante ese partido.
La actuación de México en ese mundial fue sobresaliente, la mejor selección Mexicana que ha habido en mundiales fue la de ese año y si no hubiera sido por ese penal mal marcado, Lionel está convencido que hubieran llegado más lejos.
Nadie sabía que ese dia se encerró en su cuarto de hotel para poder ver el partido de su enamorado tranquilamente y que le gritó al árbitro como si estuviera ahí.
Tampoco saben que la causa de su repentino mal rendimiento fue que se quedó con las ganas de hablarle a cierto arquero de bonitos rizos.
Pero bueno, nos estamos desviando del tema.
Ahora en su último mundial iba por todo o nada y no se refería solo a la copa, se puso como meta mínimamente hablarle a Guillermo y tal vez invitarlo a salir.
Pero ¿Que pensaba Guillermo de Lionel?.
Guillermo había escuchado el nombre de Lionel Messi por primera vez en el mundial de 2006 y ciertamente le causó curiosidad como alguien tan chiquito podía ser tan hábil en la cancha.
Quedó atrapado por ese Argentino desde el primer momento en qué lo vio.
Pero lo dejo pasar pues en ese momento los dos eran unos chiquillos que aún estaban empezando a vivir su sueño.
Así paso el tiempo y el nombre de Messi se engrandecio de sobre manera, sin querer Memo siempre estaba pendiente de las noticias acerca del Rosarino.
Guillermo se volvió un gran fan de Lionel, o eso era con lo que él explicaba su obsesión por él.
Fue en Rusia 2018 donde se dio cuenta de que lo que sentía no solo era fanatismo o admiración.
Sentia una enorme atracción por el astro argentino.
Ya teniendo esa información no hizo nada, ¿Cómo Lionel Messi se iba a fijar en un portero de quinta como él?.
Seguramente ni siquiera sabía su nombre.
Podemos decir que Messi cayó primero, pero Guillermo se aventó como gorda en tobogán, directo y a la cabeza.
Por cosas del destino vio una entrevista donde el Argentino decía que este sería su último mundial y Guillermo tembló.
Si quería al menos quedarse con la satisfacción de saber que intento algo tenía que hablarle al Argentino si o si en este mundial.
Y cuando revelaron los grupos para la primera parte del mundial parecía que ver la rosa de Guadalupe en Tik Tok con un vídeo de slime abajo y las veladoras de Guardado dieron efecto.
Iba a enfrentarse a Argentina y tal vez podría hablar con su amor.
Sin querer los dos estaban dispuestos a lo mismo.
Ciertamente el amor de Guillermo no lo iba a cegar, el sabía perfectamente a lo que iba a ese mundial, primero estaba su país y todo lo que había hecho para llegar hasta ahí, así que lo principal era ganar ese partido.
Llego el gran día del partido, los dos estaban ansiosos y nerviosos.
Cuando se juntaron las selecciones en el túnel para salir pudieron verse, se congelaron por un momento pero torpente se acercaron.
Se saludaron y presentaron formalmente, se desearon buena suerte y compartieron un pequeño abrazo "amistoso" que los dejo con ganas de no soltarse.
Los dos entraron a la cancha y se centraron en lo que les tocaba, el primer tiempo fue bueno para los Mexicanos, pero no lograron concretar ningún gol.
En cambio el segundo tiempo tuvo un giro inesperado donde el director técnico de México hizo varios cambios que debilitó las defensas del Tri, prácticamente dejo solo a Memo contra Argentina, haciendo que cayeran dos goles.
Guillermo estaba triste, pues ya escuchaba todos los insultos que la hincha mexicana le mandaba, pero cuando volteo a ver a Messi una pequeña sonrisa se le escapó.
En cierto momento Líonel camino al lado de él en el arco, se le acercó y extendió su mano a lo que él guardameta Méxicano la tomo.
Ninguno volteo a verse por el pequeño sonrojo que tenían en la cara, Messi un poquito atrevido puso su mano en el glúteo de Guillermo y este a su vez poso la suya en la cabeza de Lionel dándole una caricia amistosa.
Cuando Líonel avanzo un poco más Guillermo aprovecho la oportunidad y le dio una nalgada a la estrella de Argentina causando que su sonrojo fuera más evidente.
Los dos sonrieron.
Finalizó el partido con un 2-0 favor Argentina.
Los mexicanos no parecían enojados con la selección bicolor, sino más bien con su propio director técnico.
Casualmente después del partido ambas selecciones se encontraron en el lobby del hotel donde se hospedaban.
Compartieron unas palabras entre algunos, los Argentinos dijeron que iban a celebrar su triunfo.
Y los Mexicanos que les encanta el desmadre terminaron festejando con ellos, bien dicen "no hay pedo, hay peda".
Así es como de una forma rara las dos selecciónes que se acababan de enfrentar terminaron conviviendo en el bar de el hotel.
Ciertamente para todo el que pasara era raro verlos convivir.
Por un lado estaba Guardado hablando con Kun, Chucky hacía buena dupla en el desmadre con Dibu y Rodri de Paul, luego estaban los más jóvenes como Kevin, Julián y Enzo.
Todos convivían de forma amena con todos, aunque a veces no entendieran lo que se decían pasaron un buen rato.
No bebieron alcohol pues estaba prohibido para los jugadores.
Guillermo por su lado hablaba con Ángel, pero no perdía de vista al bonito delantero que hablaba con Edson.
Después de unos minutos se disculpó con Di María y fue hacia Lionel y Edson.
—¿Que onda mi Edson?— saludo. —¿Me prestas a Lio?— Dijo tomando al argentino de los hombros.
Edson le dio una miradita coqueta y asintió, se fue a dónde los demás estaban hacíendo un concurso de karaoke.
—Que buen partido— Fue lo primero que dijo cuando se quedaron solos.
—Lo mismo digo, lamento lo que hizo su director, hasta nosotros nos dimos cuenta— Respondió Lionel.
—Nah no hay fijon, eso nos pasa por pendejos— Hizo como que le restaba importancia aunque en realidad si le dolía.
Lío río pues el Mexicano hablaba muy curioso.
Los enamorados platicaron durante horas, se notaba el interés en ambos y se sentía como si se conocieran de toda una vida.
Como si estuvieran destinados a estar juntos en todos los universos.
Como si en algún momento Memo fuera un estudiante de veterinaria y su mayor ídolo fuera el futbolista Lionel.
O como si por accidente atropellaran a Lio afuera del local de tortas del papá de Memo y este lo ayudará.
Tal vez como si Memo fuera un baterista de una gran banda y Lionel su fan.
Incluso como que Guillermo fuera un cirujano y Lionel un interno.
Puede que solo como si fueran adolescentes que se conocieron en una fiesta y se enamoraron.
O simplemente como lo que eran, futbolistas reconocidos.
La realidad es que en todos estos y muchos más universos estaban destinados.
Pasado el tiempo con su coqueteo hacia el otro que ya no escondían Guillermo tomó la palabra.
—Ya es tarde— Dijo parándose de su asiento.
—Che, es verdad, pero no me quiero separar de vos— Respondió el Argentino sonrojado.
—¿Quién dijo que lo hicieras?— Respondió Guillermo poniendo la propuesta implícita en la mesa.
Lionel sonrió y Guillermo lo imitó.
Con risas y tratando de esconderse de sus compañeros de equipo subieron a la habitación del Argentino, pues el no compartía habitación con nadie.
Parecían dos niños a punto de hacer una travesura.
(...)
Una vez llegaron al lugar Guillermo abrazo al más bajo aspirando el aroma que desprendía.
Lionel suspiro al sentir la fuerte complexión del arquero.
Se separaron y el dueño de la habitación guío a su visita hasta la cama.
Para sorpresa de ambos Lionel fue el que dio el primer paso, se puso de puntitas y paso sus manos por detrás del cuello del rizado, se acercó un poco y unió sus labios con los ajenos creandoles a ambos una explosión de sentimientos.
Guillermo se quedó inmovil por un momento pero después tomo la cintura del Argentino y correspondió al beso.
Los labios de Lionel sabían a mate amargo y los de Guillermo a atole blanco.
Messi se canso de estar de puntas y finalmente jalo al Mexicano para que está vez el fuera el que se inclinará.
Siguieron dándose besos, bebiendo de sus labios el néctar de sus propios deseos.
Finalmente se separaron porque el oxígeno se puso celoso de verlos disfrutar y les recordó que necesitaban respirar.
Ambos con las respiraciones agitadas se lanzaron a comerse entre ellos, cayendo en la cama.
Lionel encima de Guillermo volvió a probar esos labios de los que se estaba haciendo adicto, y el rizado no puso impedimento pues le estaba pasando lo mismo.
El Jalisciense hizo que rodarán en la cama y pidió permiso para quitar la playera de el mejor del mundo, ambos sabían que después de eso no iba a haber vuelta atrás.
—¿Puedo?— Pregunto viendo a los ojos a Lionel.
—Vos poder hacer lo que quieras— Respondió no solo a sus palabras sino también a su hambrienta mirada.
Guillermo asintió y quitó dicha prenda, haciendo lo mísmo con la suya.
Messi se recostó y cerró los ojos al sentir los labios de Ochoa en su mandíbula, bajando por su cuello, llegando a su pecho y luego haciendo un camino hasta su ombligo donde beso y succionó sacándole gemidos.
El recorrido lo hizo varias veces torturandolos a ambos, finalmente un impaciente Messi los volvió a hacer rodar por la cama para pelear por la posición en qué verían las estrellas.
(...)
Ahora Guillermo tenía al mejor del mundo de rodillas ante el, nadie se iba a imaginar que Guillermo Ochoa podría tener ese poder.
Lionel tomo el elástico de los pantalones deportivos y volteo a ver al dueño de estos, igualmente que como él le pregunto al principio, lo hizo.
—¿Puedo?—
Guillermo río y acaricio el cabello de el más chico para después pasar a su barba.
—Tu puedes hacer lo que quieras chaparrito— Respondió.
Sin mas Lionel quitó las prendas que lo separaban de la hombría del Mexicano.
Mentiría si dijera que no se sorprendió, pero eso dejémoslo a la imaginación.
Tomó el miembro de Guillermo y comenzó a acariciarlo lentamente, un jadeo se escuchó, poco a poco subió la intensidad y al mismo tiempo la respiración de el rizado se volvía más fuerte.
Finalmente dejo de torturarlo y metió el trozo de carne en su boca, o lo que podía.
Guillermo soltó un fuerte gemido y se agarró de las sábanas de la cama.
Lionel comenzó con un vaiven errático hasta que encontró un ritmo, al mismo ritmo que la respiracion de Ochoa.
Continuo así por unos minutos hasta que sintió una fuerte mano en su cabello, volteo a ver al dueño de esta y la imagen casi hace que termine ahí mismo.
Guillermo Ochoa estaba sudado, con los ojos lagrimeantes, los labios rojos por constantemente estarlos mordiendo, las mejillas sonrojadas, un imperceptible sudor cubría todo su cuerpo y los rizos más alborotados que de costumbre.
Fue poco lo que le duró la imagen pues la mano en su cabello le empezó a marcar un ritmo más rápido.
Lío no podía respirar pero no se iba a separar, si moría asficciado por esta razón era motivo para celebrar.
Finalmente la mano se fue, así como el miembro en su boca, y cuando iba a quejarse sintió como lo tomaban de la cintura para ser lanzado a la cama.
—Dejame adorarte Lio— Susurro Guillermo como si de un secreto de tratara.
El mayor se deshizo de las últimas prendas que cubrían al argentino y acaricio los fuertes muslos blancos que tenía enfrente.
Beso, chupo, mordió y araño estos hasta que tuvieron marcas que denotaban el pecado de sus acciones.
Paso a las piernas de este mismo, disfruto de ellas e incluso pudo besar las plantas de sus pies, para así acompañarlo hasta en sus huellas.
Su lengua rozo cada trozo de carne que se encontraba haciendo que el Argentino chillara de placer.
Delineó cada curvatura del cuerpo ajeno.
Finalmente, ya harto de tanto juego previo se dirigió a la entrada del campeón para también probar su sabor y estirarlo un poco para lo que se venía.
Lionel era un mar de gemidos, ciertamente el portero sabía usar las manos.
Se separó para ahora el mismo lubricar tres dedos e introducirlos en Líonel.
Las palabras sobraban en el cuarto, con sus simples acciones se estaban demostrando todo.
Después de unos momentos saco sus dedos y se acomodo para introducir su miembro en Líonel.
—Por favor— chillo Lionel tomando los brazos de su compañero.
Guillermo acato y de una estocada entró.
Lo que sintió a partir de ahí es indescriptible, solo Guillermo sabe lo que se sentía estar dentro de Lionel.
Y Lionel, juro que vio las estrellas y los planetas.
No solo estaban entregándose a lo carnal, había un sentimiento de por medio, aunque no lo dijeran con palabras parecía que sus mentes se conectaban.
Fueron dos, tres, cuatro rondas o quién sabe, perdieron la cuenta de cuántas veces se amaron.
Lionel con sus caderas imitaba a las olas del mar que reventaban en el abdomen del Mexicano.
Lo cierto es que cuando sus cuerpos estuvieron lo suficientemente cansados y satisfechos del otro Guillermo salio de Lionel y se recosto en su pecho.
Se sentía como la superficie más suave que jamás haya tocado su cabeza, se dieron un último beso cargado de amor y durmieron en paz.
(...)
Al día siguiente Lionel despertó sintiendo un frío completo, estaba desnudo.
Y solo.
Cuando su cabeza iba a empezar a hacer conjeturas volteo al buró de la habitación y encontró su libreta y pluma de anotaciones, el no recuerda haberlo puesto ahí así que con pesar se estiró hasta ello.
Lo que vio lo dejo perplejo.
Era una carta de su Guillermo.
Querido Lío:
Primero que nada quiero disculparme por no despertarte cuando me fui, te veías tan cómodo que no quise molestarte.
Si piensas que te abandone no lo hice, tuve que irme a mi entrenamiento, pero quise dejarte una nota y de una vez aprovechar para decirte lo que me hiciste sentir anoche.
Aunque no creo en el amor a primera vista, creo en el querer a primera noche.
Y fueron nubes las que use de trampolines
Y tiburones los que vestí de delfines
Los ruidos, parecían cantos de ángeles del cielo
Y no es que yo haya estado allí
Sino es que aquí no suena nada tan bueno
Sentía un fuego que me acariciaba el alma
Y vi como te comenzaban a crecer sonrisas en la barba
Tenía alas, para atravesar las nubes
Y olías tan bien que hasta las flores querían tu perfume
Crecí tanto que a los planetas los tomé en mis manos a los pocos instantes me encogí
Para poder volar sobre un colibrí
Si, los arboles cantaban Jazz o tal vez Blues o quizás paz
Tal vez algo más
Caminaba en el mar, podía parar el tiempo
Acelerar, repetir con un simple movimiento
Podía quitarme la vida y nacer de nuevo
Porque el paraíso a donde iría no sería tan bueno
Era perfecto, como si de un cuento se tratase
Podía hasta crear un defecto, por si lo perfecto me asustase
El hecho es que por un instante entré en razón
Y no estaba soñando
Estaba haciéndote el amor.
Fue plenitud lo que sentí, estando dentro de ti
Bailando por adentro de tu cuerpo
Algo tan simple como que yo voy en ti y tú vas en mí
Como dos piezas que encajan perfecto
Y aunque seis mil millones de humanos, tú y yo
Somos una especie que murió hace tiempo
Sólo queda un hombre y su complemento
Por eso es tan natural querer querernos.
Me acelerabas el miocardio
Cuando las olas que imitaban tus caderas
Reventaban en mi abdomen
Llenándome de tu río caldo
Besaba tus pies para estar en tus
huellas
Si, a través de mis ojos tú te vieras
Y en mi cuerpo sintieras lo que me inspiras
Te vieras con sed abrazarte quisieras
Ya esa es la forma como estos ojos te miran, iba aterrizando en las nubes de trampolines
Fue tu pecho lo que usé como almohada, antes que termines esta corta carta
Olvidaba decirte
Que me encantó hacerte el amor.
-Francisco Guillermo Ochoa Magaña.
Lionel sonrió apretando la carta contra su cuerpo, se sentía como todo un tonto enamorado.
En cuanto pudo salió de la cama y bajo la mirada extrañada de su seleccion y la mexicana llegó al campo donde entrenaban.
Antes de que cualquiera dijera algo, el ya estaba besando al Mexicano, lo que causó que todos los presentes se extrañasen de la visión tan increíble que sus ojos veían.
Los Argentinos que habían ido a ver porque su capitán estaba tan de buenas también se asombraron.
Cabe resaltar que cuando México fue eliminado del mundial Guillermo se quedó a acompañar a su amado.
Y nadie se esperaba que cuando Argentina fuese campeón del mundo, Lionel Messi saliera a buscar a alguien a los palcos para luego entrar de la mano con cierto rizado y le pidiera que fuese su novio con la copa en mano.
Pero bueno, esa es historia para otro día.
—Para nosotros es natural querer querernos— Fue lo que declaro Lionel en su rueda de prensa después del mundial tomando la mano de su amado.
HOLIIII
Miren, yo sé que querían algo más puercote, pero por la temática romántica del capítulo lo deje así, puede que luego les haga algo más acá.
Me di cuenta que en los OS doy mucho contexto, ¿lo dejo así o me voy directo al grano?.
Por cierto, en este caso la canción se utilizó como si fuera una carta.
Sin mas que decir, gracias por leer.
Este va dedicado a la banda de Twitter lxs tqm chiquillos💓.
-Fresita 🍓