🐥2/2🐥
Sintiendo a su alfa restregar su mejilla en su cabello, marcándolo con su aroma, Jimin dejó escapar una pequeña risita feliz.
Realmente, había extrañado ese gesto de su pareja durante esos días.
—Nunca más volveré a intentar convencerte de irte por muchos días a trabajar —expresó el dulce pollito.
—Ya amenacé y le di su merecido a Mino por atreverse a llamarte —gruñó Yoongi.
Separándose, el rostro de Jimin fue apresado ente las manos de su alfa y recibió muchos besos por todo su cara que causaron una tierna risa en el omega.
Luego, esos labios se trasladaron sobre los del dulce pollito y recibió un beso lento y tierno. Cuando se terminó, la pareja se sonrió con ternura y bajó la mirada hacia el pequeño Woo-Jin que balbuceaba observando a ambos.
—¿Cómo te fue estos días? ¿Nuestro pequeño causó algún problema? —preguntó Yoongi.
—Nop, fue todo un angelito —respondió el dulce omega.
Observando a su hijo estirar sus manos hacia su papá alfa, Jimin se lo entregó a su pareja y observó sonriente a ambos.
—¿Es así? ¿Fuiste un buen bebé tu para papi pollito? —preguntó restregando su nariz con la de su hijo.
Su pequeño Woo-Jin rió y con sus manitos golpeó las mejillas de Yoongi.
—¿Llegaste hace mucho? —preguntó el hombrecito.
—Solo hace un momento —respondió—. Me vine tan pronto como me aseguré de que esos cachorros estuvieran bien —comentó.
—Debes de estar cansado, gatito —expresó Jimin.
Esos grises ojos bonitos observaron a su pareja con detalle, fijándose en las ojeras que se estaban formando en esa pálida piel, no era algo realmente notorio, pero aun así el pollito se percató de ello.
—¿Cómo de mucho te presionaste para terminar rápido y volver con nosotros, pío? —preguntó preocupado.
—Solo lo suficiente —respondió Yoongi, sin mirarlo.
—Yoonie —se quejó.
—No iba a dejar que la misión se alargara para una semana ni mucho menos que esos chicos siguieran en ese lugar, bonito —se excusó su pareja.
—¿Te heriste? —indagó.
—No.
A pesar de la respuesta de su alfa, Jimin de todas formas retrocedió y observó con cuidado toda la altura de su pareja, asegurándose de no ver nada malo.
—Bien, pío —pronunció con un suspiro de alivio al no encontrar nada—. Deberíamos de subir, debes de tener hambre, ¿no?
—Solo un poco —aceptó Yoongi.
Tomando del suelo el bolso que su alfa se había llevado para su viaje, el dulce pollito se dirigió a las escaleras de la casa con su pareja siguiéndole.
Al llegar a la puerta, Jimin la abrió para su pareja y dejó el bolso en el suelo.
—Te calentaré la comida que preparé para hoy —anuncio dirigiéndose a la cocina.
—Puedo comer algo de fruta o algún aperitivo —expresó Min, siguiéndole.
—No, gatito, debes de comer —rechazó el dulce pollito.
—Solo unos minutos de mimos —pidió Yoongi—. Realmente los extrañé, solo pensaba en tener tanto a mi omega y mi hijo entre mis brazos cuando llegara a casa —explicó.
Dejando la olla, Jimin observó a su pareja y se vio tentado ante la expresión en su rostro.
—Que tal... Si nos sentamos todos juntos en el sofá, en lo que la comida se calienta —propuso.
—Lo tomo —anuncio el alfa jaguar con una gran sonrisa.
Sonriendo animadamente, el dulce pollito preparó el plato de su alfa y lo dejó calentándose en el microondas.
Saliendo de la cocina, fue a la sala de estar y tomó asiento al lado de su pareja. Acurrucándose a su costado, Yoongi alzó su brazo y le rodeó los hombros con este, acercándose más.
Alzando una de sus piernas, Jimin la colocó sobre el regazo de su alfa y luego alzó su brazo izquierdo para rodear también a su pequeño, que estaba acurrucado felizmente contra el pecho de su papá.
—¿Fue una misión muy difícil? —preguntó en un tono bajo.
—Fue más difícil rastrearlos que rescatarlos —anunció Yoongi.
Un suspiro suave escapó de los labios del alfa, finalmente sintiéndose relajado y feliz por estar en casa con sus dos tesoros.
—Si me quedé durante el rescate, fue porque enviaron a un veterano acompañado de tres novatos, no iba a poder solo y yo no pasé casi tres días fuera de mi casa, lejos de mi pollito e hijo solo para que fallaran miserablemente —explicó y resopló.
Jimin sonrió con aquellas palabras, después de todo, por muy rudo y frío que su pareja aparentara ser, realmente si tenía un corazón dulce que le gustaba ocultar.
—¿Los niños estaban bien?
—Estarán bien —anunció y le abrazó con más fuerza—. Tenían algunos hematomas en el cuerpo, pero no vi ninguna herida de gravedad —expresó—. Creo que, el que los tomaran juntos les ayudó a su estabilidad mental.
—Se los llevaron porque eran omega, ¿cierto? —preguntó bajito.
—Esta vez, fue porque eran hijos de una persona influyente, por eso costo mucho más rastrearlos —corrigió—. Pero ya no habrá más trabajos que dure días fuera de casa, primero y último hasta nuevo aviso.
—Estoy absolutamente de acuerdo con ello, pío —sonrió el dulce pollito—. Tu comida ya está lista —anunció sin moverse.
—Está bien, solo unos minutos más —expresó Yoongi, abrazándole con más fuerza—. ¿Woo-Jin lloró en la noche? —indagó.
Después de todo, al pequeño le gustaba que sus dos papis le hicieran dormir, no sólo uno.
—Está bien, lo llevé a mi nido y coloqué más de tus prendas para que tu aroma fuera más fuerte, entonces se quedó dormido sin problema —contó observando el rostro de su hijo con ternura.
—¿Has dormido estos días en tu nido del primer piso, bonito? —preguntó Yoongi.
—No es mi culpa, ayudaba a nuestro bebé y yo también te echaba de menos —se excusó.
—Está bien, hoy podremos dormir todos en la cama —prometió besando su cabello.
Cuando el pequeño Woo-Jin comenzó su balbucear como si el también tuviera una opinión al respecto, ambos padres le observaron con ternura.
Entonces, al igual como había estado haciendo durante todo el día, Woo-Jin arrugó su pequeña nariz y observó un punto fijo. Soltando un dulce estornudo dulce, todo ese pequeño cuerpo se estremeció y los animales de ambos cambiaformas reaccionó con ello.
—¿Qué le sucede? ¿Está enfermo? —preguntó Yoongi, observando extrañado a su hijo.
—Ha estado así durante todo el día —comentó Jimin, alzando una mano para acariciar esa cabellera negra—. ¿No lo sentiste?
—¿Sentir qué exactamente? —preguntó el alfa.
—Mi pollito siente que quiere cambiar —explicó y se enderezó para observarle animadamente—. Solo concéntrate en tu animal.
Juntando sus cejas brevemente en confusión, Yoongi observó aquellos pequeños ojitos grises de su hijo y su jaguar ronroneó en su mente, agitando su cola de un lado para otro.
—Mi Jaguar se siente ansioso —comentó, volviendo su mirada a su pareja.
—Mi pollito igual —rió alegremente el omega—. Creo que ha estado intentando cambiar durante toda la mañana, pero no puede lograrlo —explicó.
—¿Deberíamos de ayudarle? —preguntó Yoongi con una gran sonrisa.
—¿Cómo lo hacemos, pío? —preguntó animadamente el dulce pollito.
—Solo tenemos que mostrarle nuestros animales —anunció.
—¿Y funcionará?
—Si nuestros animales están reaccionando por nuestro hijo, estoy seguro de que el suyo también lo hará —expresó.
—¿Escuchaste eso? ¿Quieres intentarlo? —preguntó Jimin a su hijo, acariciando su cabello.
El pequeño Woo-Jin balbuceo animadamente en respuesta, logrando que ambos padres sonrieran.
—¿Dónde deberíamos de intentarlo, pío? —preguntó con entusiasmo el dulce omega.
—Bueno, aún no sabemos a qué animal cambiará —comentó Yoongi, observando a su alrededor inseguro.
—Jinnie dice que debe de ser pollito porque no es posible que sea una réplica exacta tuya. TaeTae cree que será un jaguar porque es igual a ti. Nam solo se excusa diciendo que es difícil saberlo tan pequeño y Kook está seguro de que será igual a nosotros —contó el hombrecito—. Hobi solo quiere que cambie pronto para jugar —rió suave.
—No es un "nosotros" Será igual a ti, un dulce pollito —aclaró Yoongi y su pareja rió—. Deberíamos de intentarlo aquí —anunció—. Solo hay que asegurarse de cerrar bien las puertas y correr los sofás para que este pequeño tenga más espacio sobre la alfombra.
—¿No sería entonces mejor en su zona de juegos? —preguntó el omega observando el cuadrado con alfombra acolchada y reja de plástico pequeña que mantenía a su hijo en el interior.
—Lo consideraría si no fuera que a mi jaguar no le gusta estar encerrado y que podría ocupar la mayoría del espacio tras cambiar —explicó.
—Cierto —asintió el dulce pollito—. Solo pondré algunos cojines por alrededor, a lo que sea que cambie será una cosita inquieta en su nueva forma —comentó.
—Apoyo la idea —asintió su alfa.
Levantándose, Jimin sostuvo a su bebé en lo que su pareja corría los sofás, despejando el gran cuadrado de la alfombra. Luego, Yoongi sostuvo a su hijo mientras su omega rodeaba con almohadas, cojines y hasta unas mantas.
—A Woo-Jin le gusta por su textura suave —explicó.
—Está bien —pronunció Yoongi, sin querer decirle, que prácticamente estaba haciendo un nuevo nido para su pequeño.
—Ahora sí, listo —anunció el dulce pollito.
Quitándose sus zapatos, los dos padres se sentaron en la alfombra y recostaron el pequeño cuerpo de su hijo en esta entre sus cuerpos.
—¿Quién irá primero, pío? —preguntó el omega.
—Yo iré primero —anunció Yoongi y su pareja asintió.
En silencio, Jimin observó a su alfa desvestirse. Observando cuidadosamente que no hubiera herida alguna en su cuerpo. Cuando no encontró ninguna, el dulce pollito dejó escapar un suspiro feliz.
Acercándose a su hijo, Yoongi besó su frente y restregó sus narices juntas.
Entonces, en un parpadeo, un gran jaguar de hermoso pelaje negro apareció ante sus ojos.
Como siempre, el pequeño Woo-Jin agitó todo su cuerpito animadamente al verlo y el omega rió, observando enternecido como intentaba tirar de los bigotes de su alfa y este lo dejaba a pesar del dolor.
Cuando Yoongi se enderezó sentándose en sus patas traseras, el dulce pollito observó a su hijo y luego a su pareja, quien movió su cabeza de forma positiva, indicándole que cambiara.
Asintiendo animadamente, el dulce omega se concentró en su pollito y permitió que este diera el cambio felizmente.
Cuando abrió sus ojos, el dulce pollito se vio rodeado de su propia ropa, por lo que tuvo que saltar y aletear con sus pequeñas alitas para salir.
Parándose frente a su ropa, Jimin observó a su hijo y pío felizmente, logrando que Woo-Jin chillara feliz.
"¿Qué hacemos ahora, alfa?" preguntó el omega a través de su enlace mental.
"Míralo, bonito" indicó su pareja.
Volviendo su vista hacia su hijo, Jimin contempló como esa pequeña naricita estaba arrugada y su mirada perdida en un punto fijo.
Entonces, con otro pequeño y dulce estornudo, Woo-Jin agitó todo su cuerpito y desapareció.
Asustado, el dulce hombrecito inmediatamente pío y saltó cruzando la alfombra para ir con su hijo. Encontrándose con el cambio de ropa, comenzó a saltar al no poder ver nada.
"¡Yoonie! No puedo verlo" exclamó asustado.
"Yo sí, es hermoso" respondió su alfa.
Acercándose, Yoongi apartó cuidadosamente la ropa fuera del camino.
Entonces un dulce pollito, ligeramente más pequeño que Jimin, con pequeñas plumitas negras con reflejos dorados fue revelado. Agitando sus pequeñas alitas, Woo-Jin abrió sus ojos y observó a sus dos padres.
Piando alegremente, el pequeño se tambaleó en sus primeros pasos hacia el dulce omega, donde le imitó con pequeños brincos débiles.
"Es hermoso" anunció su alfa en su mente, apreciando la hermosa escena de los dos pollitos.
"Lo es, pío" respondió felizmente Jimin.
Dejando de saltar con su hijo, el omega lo guio hasta el gran jaguar y Woo-Jin pío felizmente, apresurándose para saludar también a su papá alfa.
Bajando la cabeza, Min dejó que su hijo picoteara suavemente su nariz y luego observó como este comenzaba a saltar a su alrededor, recorriendo todo su cuerpo tal cual hizo su omega tras cambiar por primera vez juntos.
Felizmente, Jimin acompañó a su curioso hijo en su viaje, hasta que este se cansó de tanto saltar y caminar.
Con unos pequeños empujes con su cabecita, el omega llevó a su pequeño al espacio que quedaban entre las patas delanteras de su alfa y se acurrucó con su hijo en ese cálido lugar.
Alzando una de sus alitas, Jimin intento cubrir el cuerpo de su hijo y Woo-Jin se apegó lo más que pudo. Soltando un pequeño pío feliz, se quedó dormido.
"Es un dulce pollito, al igual que tú, mi hermoso omega" expresó Yoongi en su mente.
"Sí, es hermoso" respondió el omega.
"Te amo, pollito"
"Y yo, gatito"
Agitando felizmente su cola de un lado para otro, el alfa jaguar observaba encantado a sus dos tesoros, ya creando planes en su mente sobre cómo cuidar a su segundo pollito de brillante plumaje negro.
Ah, el solo pensar que ahora tendría dos ternuritas en su vida pronunciando sus dulces píos animaba enormemente al jaguar.