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Momo tomó el teléfono en cuanto sonó y escuchar la voz rota de Chaeyoung la sorprendió al instante. La chica le había parecido desde el inicio una persona inocente, quizás fue ese el motivo por el cual sintió la necesidad de darle su teléfono cuando esta le reveló que se encontraba perdida en su casa. Nadie merecía sentirse aprisionado de esa forma en su propio hogar
Lo cierto es que aunque sonase extraño Chaeyoung estaba caracterizada por un rostro de niña que podía provocar que cualquier persona sintiese piedad por ella, o al menos cualquier persona con un buen corazón.
— Nayeon, saldré un momento — su pareja alzó la mirada para mirar el reloj y la observó confusa — No te preocupes, no pasará nada.
— ¿A dónde quieres ir tan tarde? — Momo sonrió ante la pregunta de Nayeon y besó su mejilla con cariño.
— Chaeyoung se ha escapado de casa, iré a buscarla e intentaré que Mina la acoja al menos por esta noche. No creo que se niegue sabiendo que esa pobre niña no tiene un lugar en el que quedarse.
— Puedes traerla aquí — dijo con obviedad Nayeon. No era la primera vez que ellas también acogían en su casa a alguien.
Momo sonrió y negó, si esa chica necesitaba que alguien le ayudara a aclarar los sentimientos confusos e ideas que recorrían su cabeza Mina era la mejor opción. Tenía experiencia en ese tipo de situaciones. Cuando Chaeyoung supiese qué era lo que realmente le pasaba o ansiaba de verdad, entonces podrían acogerla ellas mismas. Sin embargo, por el momento, no podrían ayudar demasiado. Una cama para dormir y comida no lo es todo, a veces la tranquilidad mental es lo más importante. Incluso en una buena casa, con comida y un trabajo fijo, las personas pueden hundirse debido a la enfermedad que cubre su interior. Es algo que se olvida demasiado frecuentemente, la gente apila objetos valiosos creyendo que estos le darán una felicidad que lo cierto es demasiado difícil de conseguir a través de cosas tan banales.
Las calles de Seúl eran frías a esas horas y el hecho de que se encontraban en pleno fin de semana las hacía también peligrosas, Chaeyoung estaba sentada dentro de la vieja cabina de teléfono. Soplaba su aliento tibio sobre sus manos mientras miraba a su alrededor esperando ver a Momo, fue la única persona que llegó a su cabeza cuando se encontró sola en medio de una calle que conocía de tan sólo un par de ocasiones.
— ¿Chaeyoung? — la voz amable de Momo llegó hasta sus oídos tranquilizándola casi en un solo segundo — Ni siquiera te has cambiado. ¿Qué ha pasado?
— Mis padres no se han tomado bien el que me escabullese de casa, había mucha tensión así que no pude evitar volver a correr fuera de ese lugar. Realmente creo que quiero empezar a decidir por mí misma, quizás tengas razón y lo mejor sea ser sincera con respecto a lo que necesito para ser feliz. Si sigo diciéndoles que sí a todo no podré vivir en paz nunca.
— Eso es importante — Momo le ayudó a levantarse — Que reconozcas que necesitas un cambio es lo primordial para que logres alcanzar tus objetivos.
Chaeyoung se limitó a asentir, todavía se sentía cohibida por todas las cosas que estaban sucediendo ese día. Estaba de nuevo fuera de casa sin el permiso de sus padres, se había escapado de nuevo y le había pedido ayuda a alguien que prácticamente no conocía. Confiaba en que Momo fuese tan buena como en un primer instante creyó que era, la sola idea de que las cosas se pudiesen tornar aún peores la mareaba.
— ¿Y ahora qué? No he pensado en nada a largo plazo, me he limitado a llamarte y rogar por tu ayuda pero no tengo claro cómo sobreviviré.
— Chaeyoung antes de nada, piénsalo bien. ¿Realmente quieres salir de tu casa? — Chaeyoung asintió con convicción — Entonces solo hay una persona que puede ayudarte, alguien que pasó por lo mismo que tú y que ahora dedica su vida a ayudar a todas las que están en su misma situación.
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En el instante en que abrió la puerta la mirada de Mina se cruzó con la de aquella chica. Chaeyoung parecía pequeña con la mirada gacha y las manos temblorosas mientras se escondía tras la protectora espalda de Momo.
La mirada de Mina no podía apartarse de ella ni siquiera en unas condiciones tan evidentemente tensas. Sabía que había algo mal con la muchacha, seguía llevando la misma ropa que horas atrás, su cabello aunque aún brillante estaba revuelto y juraría que sí alzase la cabeza sus ojos también mostrarían la rojez habitual causada por el llanto.
— ¿Qué sucede? — sabía lo que pasaba pero no podía acoger a una chica que no tenía la mayoría de edad o de lo contrario acabaría metida en grandes problemas — Pasen.
Chaeyoung caminaba a la vez que Momo, parecía avergonzada y empeñada en esconderse tras esa protección que de alguna forma su amiga le proporcionaba. Incluso si no hacía mucho que se conocían ya había algo que las unía, Momo había contado algo acerca de padres violentos. Ella sufrió eso en el pasado y ahora Mina estaba casi segura por completo de que esa era la razón real por la cual decidió darle mayor apoyo a la joven que por fin había levantado la mirada.
— Se ha escapado de casa, sus padres la mantienen encerrada a todas horas y eso ha provocado que no pueda descubrir que es lo que realmente quiere. Duda acerca de su sexualidad pero sabe que eso no es algo con lo que su familia vaya a implicarse para bien. Si les dice algo sobre sus dudas solo acabará siendo golpeó — La mano de Chaeyoung apretó el brazo de Momo y Mina observó el acto desde la distancia. Su amiga había dado con el talón de Aquiles de Chaeyoung, sus padres parecían ser un tema sensible.
— Papá solo me golpea cuando se pone muy nervioso y eso no ocurre tan a menudo — Mina volvió a poner su mirada sobre los ojos de Chaeyoung quien al fin había dado un paso adelante — Mina, sé que lo que viste aquel día en el desfile no fue de tu agrado pero yo no he tenido nunca la opción de elegir que hacer y que no hacer. Mis padres controlan todos los aspectos de mi vida sin tan siquiera darme la oportunidad de dudar o pensar. Cuando me besaste de alguna forma trajiste a mi mente una vez más todas esas dudas que ellos callan. No te pido que me acojas para siempre... Pero Momo está segura de que me ayudarás a descubrir mis verdaderos sentimientos. Solo te pido unas semanas, ayudame solo un poco y yo haré el resto. Estoy dispuesta a intentarlo con todas mis ganas.
Mina quería hacerlo, a pesar de la rabia y del odio sentía la necesidad de decirle a esa pobre muchacha que entendía el sentimiento del miedo a decidir y decepcionar, pero incluso si quería arriesgarse para ayudarla, meterse en líos legales era demasiado.
Por otro lado si en el pasado nadie se hubiese arriesgado por ella, quizás ahora estuviese casado infelizmente con un hombre, en lugar de disfrutar viviendo diariamente con la mentalidad clara y abierta, sabiendo que está haciendo lo que ama a cada instante.
Sus ojos no mostraban nada mientras Chaeyoung la miraba, sus labios no se movían y tampoco parecía nerviosa. Era difícil adivinar con un control de emociones tan fuerte como ese, que en realidad todo el interior de Mina se retorcía ante la simple idea de echar a la calle a una chiquilla que realmente podría perderse a sí misma por el simple hecho de regresar a su hogar. Era tan sumamente triste y realista que le daba escalofríos.
— Irás al instituto todos los días lectivos — Chaeyoung asintió — E incluso con eso tendrás que ayudarme en el bar — las palabras de Mina estaban destinadas a disuadir a la chica, sin embargo este seguía asintiendo sin importar cuál fuese la norma — No esperes demasiado de mi, solo hablaré contigo y te ayudaré a aclarar tus ideas. Tendrás que dormir en el salón, el apartamento solo tiene una habitación. Conseguiré algo cómodo para ti. Espero que todo vaya bien, tienes tres oportunidades si haces algo que no me gusta se irán una a una. ¿Lo entiendes verdad, Chaeyoung?
Una vez más la chica volvió a asentir con convencimiento y en ese preciso momento Mina solo pudo pensar en dos cosas : la primera era lo mucho que había cambiado la situación. Horas atrás estaba hablandole con rudeza y exigiendo que nunca más volviese a acercarse a su bar, ahora en cambio tras ver su estado no podía negarle cobijo. La segunda era lo difícil que le resultaría aclarar las ideas de Chaeyoung sin implicarse excesivamente con ella.
Siempre cometía el mismo error. Siempre le tomaba cariño a los chicos que pasaban por su casa, y al final, ella siempre era la abandonada. Por su mal carácter, por lo complicada que era su manera de vivir y ver al mundo. Siempre viviendo por los demás en lugar de por sí misma.
— Gracias Mina — Chaeyoung sonrió con sinceridad — No te decepcionaré.
— No soy yo a quien no debes decepcionar Chaeyoung sino a ti misma, la única razón por la que te ofrezco mi casa es porque en cierto momento pase por lo mismo que tú y la ayuda que me dieron me ayudó a sobrevivir. Prometí en ese instante que yo también ayudaría a quienes lo necesitasen pero no olvides que no te conozco, que tú tampoco me conoces y que esto puede salir realmente mal. Tienes que estar dispuesta a luchar por ti misma.
Momo dejó escapar una pequeña sonrisa antes de animar a Chaeyoung a acercarse un poco más a Mina.
— No le hagas caso, saldrá bien. Mina es incapaz de dejar a una chica sin un lugar en el que quedarse en la calle.
Chaeyoung suspiró levemente cohibida por todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Mina tenía razón, solo una noche. Unas horas. Prácticamente no se conocían de nada y su enamoramiento por la camarera venía de un beso que ni siquiera implicó sentimientos reales. Reunían todas las papeletas para que las cosas sucedieran de la peor de las formas, sin embargo Chaeyoung no quería regresar a casa. No cuando estaba tan cerca de encontrar la verdad acerca de su verdadera forma de ser. Y para ser sinceras Mina tampoco pensaba dejarla irse así por así, en su mente todavía fluían con claridad las palabras de Chaeyoung quien había normalizado el que su padre le pegara cuando se sentía nervioso. Si realmente consideraba ese acto como una situación sin importancia, significaba que su casa era un lugar complicado y para nada seguro.
— Ve a ducharte — Mina le señaló una puerta a unos pasos de ellas — Hay ropa limpia en el armario, úsala hasta que podamos conseguirte algo decente... y Chaeyoung, incluso aunque tus padres tengan ciertas ideas de vida eso no excusa tus decisiones. Si quieres vivir este es el mejor momento para hacerlo.
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