Cuando Qin Su llego al restaurante Laguna del Dragón en compañía de su hermano Mo XuanYu, tuvo una sensación de ahogamiento horrible mientras era arrastrada por el menor a la entrada, donde fueron parados por el recepcionista, quien les preguntó si tenían una reservación para entrar a tal prestigioso lugar.
Mientras Mo XuanYu hablaba con él, Qin Su comenzó a recordar él porque estaba en ese lugar junto a su hermano, sintiendo cómo poco a poco su cara palidecía a cada segundo, recordando la reputación del restaurante que abría sus puertas para ellos.
La Laguna del Dragón era un restaurante que siempre estaba en el top 10 de los mejores restaurantes de China con distinción, era un gran edificio que se asemejaba a los antiguos castillos chinos de las dinastías anteriores, era de dos pisos con paredes de un tono azul oscuro con tejas negras, siendo todo rodeado por un alto muro de piedra blanca, como las piedras pulidas que llevaban a la entrada.
Desde la calle se tenía que pasar por un arco de piedra, yendo por el camino de piedras blancas se llegaba a un pequeño puente negro que pasaba arriba de un río cristalino con peces de múltiples colores, teniendo en el fondo pequeños azulejos celestes que formaban el cuerpo de un dragón chino tradicional.
Finalmente, la vista se completaba con un jardín de árboles tradicionales más altos que las murallas y con brotes de bambú por doquier, creando la sensación de haber viajado al pasado al momento de entrar, y si le sumamos el hecho de que los ruidos de la ciudad eran distantes, ayudaba a la creación de ese loco pensamiento.
Una vez adentro y pasar por un pequeño pasillo, Qin Su miro con cara de póker el interior del restaurante, mientras Mo XuanYu tenía estrellitas en sus ojos.
Las paredes del recinto eran de un profundo color negro como el suelo y el techo, en el centro del primer piso había un gran acuario cilíndrico de gran envergadura, el cual llegaba hasta el techo del lugar, tenía en su interior un sinfín de peces coloridos que nadaban libremente entre los corales y piedras que usaban como su hogar, siendo esta iluminada con una luz blanca, dando la sensación que brillaba de un tono celeste que alumbraba sus alrededores.
Desde el techo colgaban lámparas de vidrio con formas de gota de lluvia, con pequeños círculos en sus cables del mismo material, siguiente el recorrido de la gota, estando estas colgadas en diferentes niveles, asemejando una lluvia sobre las mesas, que eran circulares con manteles blancos con sillas de un azul oscuro, era de 2 personas las que estaban cerca del acuario, las más alejadas eran para 4 y 6, y finalmente, en un piso elevado que rodeaba la primera planta con un escalón de altura, estaban las mesas para más personas, al frente de grandes ventanas circulares con vidrios opacos de un tono celeste.
Pero no acababa, no, faltaba el segundo piso.
El segundo piso, donde estaban las habitaciones privadas, era peculiar, ya que era como un balcón interno que dejaba ver las lámparas y el acuario, tenía barandales de vidrio opaco de color blanco que eran rodeadas por madera pintada de color azul oscuro, dando una buena vista interior para los comensales de arriba, tenía además una seria de habitaciones privadas, las cuales se accedían mediante puertas corredizas semicirculares de papel blanco con estructuras negras, y cada puerta era separada de la otra por grandes jarrones de porcelana con hermosos arreglos florares en tonos blancos y azules, siguiendo la gama de colores del restaurante.
El camarero que los estaba guiando los llevó a una de las dos escaleras que había para llegar al segundo piso, estando ambas ubicadas a los costados del pasillo que iba a la entrada, al subir, Qin Su miro el gran acuario con algo de mareo, viendo el círculo de sillones de terciopelo azul que ya eran usados por algunos comensales que disfrutaban de sus bebidas, teniendo entre los sillones y el acuario un espacio de madera casi blanca, destinada para sostener las botellas de vino y sus copas, con sus respectivos portavasos para evitar manchar la madera.
Estando en el segundo piso y mirando las lámparas, Qin Su miro de cerca una de las columnas del lugar, siendo una de las 4 que había, siendo estas unas grandes estructuras cuidadosamente pulidas, logrando un brillo espectacular en ellas, teniendo trazos de pintura de diferentes tonos de azul oscuro que se asemejan a las olas del mar con pequeños brillitos plateados que representaban estrellas, teniendo como toque final un gran dragón chino pintado en oro, que se enrollaba por toda la estructura desde la base hasta terminar con su imponente cabeza en la punta, mirando con sus fieros ojos a los comensales que disfrutaban de la comida.
Caminando en medio de la alfombra azul claro con bordes en oro, la cual iba desde la entrada hasta dividirse en dos para ir por las escaleras, se detuvieron enfrente de una de las puertas, la cual fue abierta por el guía que se hizo a un lado para que pasaran, siendo el primero en hacerlo Mo XuanYu, que entró entusiasmado.
-¡Gege!- grito contento el joven entrando y yendo a saludar a Xue Yang.
Qin Su rápidamente se disculpó por la actitud de su hermano con el guía y entró, haciendo que la puerta detrás de ella se cerrará, miro rápidamente la habitación mientras su hermano abrazaba al chico fuertemente, Xue Yang si mal no recordaba, con quien se encontró el mismo día en que fue informada de aquella reunión, ya que trajo a Mo XuanYu a casa luego de pasar un día juntos.
El piso era negro, mientras las paredes y el techo eran azul oscuro, tenía unas lámparas similares a las que estaban afuera, colgando en el centro de la gran mesa circular de mantel blanco, tenía una gran ventana circular de vidrio blanco opaco, teniendo a cada lado colgado un cuadro rectangular con bordados en ceda, en las 4 esquinas había jarrones de porcelana blancos con flores combinabas con bambú y como no, dos acuarios rectangulares en las paredes con peces y colares, que servían para dificultar la vista a las habitaciones adyacentes.
-Hola, mucho gusto- hablo una voz femenina que la sacó de sus pensamientos -usted debe ser la señorita Qin Su, ¿Me equivoco?- pregunto mientras se acercaba a ella.
-N-No se equivoca- dijo Qin Su nerviosa, mirando a la mujer que se detuvo al estar delante de ella -soy Qin Su, un gusto- dijo haciendo una pequeña reverencia.
-El gusto es mío- dijo la mujer haciendo la misma reverencia -me llamo Nan Zhu, gracias por venir- agradeció mientras volvió a estar erguida como la joven, que se encontró con su gran sonrisa que buscaba ser acogedora.
Pero Qin Su estaba congelada, ese nombre le era familiar, extremadamente familiar y no era para menos, estaba en frente de una de las personas que el bastardo de su padre biológico detestaba con el alma por apoyar a su competencia y la dueña de las famosas empresas que conformaban "Los 4 Jardines".
Ahora todo tenía sentido, el cómo es que ella había logrado pagar un lugar como este y pagar la comida que iban a consumir, si era una de las pocas personas capaces de poner en su lugar a su padre de la envidia.
O dicho en pocas palabras, Nan Zhu era un Pez Gordo Oculto, ósea, una persona de gran poder que tiene un perfil bajo y puede pagar para mantenerlo de esa forma, siendo pocos los que reconocía su posición, entre ellas Qi Su gracias a su padre, ya que más de una vez lo escuchó maldecirla.
"Los 4 Jardines" hacía referencia a las 4 empresas que Nan Zhu manejaba, destinadas al uso personal tanto femenino como masculino para el público asiático, teniendo sucursales en casi todos los países de Asía y estando en el top 5 entre las mejores de sus respectivas áreas, siendo las siguientes empresas.
"Glicina Violeta" era la primera, fabricaba los mejores perfumes del mercado, teniendo un gran catálogo de perfumes con diversas fragancias destinadas a cada ocasión posible, incluso teniendo para diferentes tiempos del año, con la ventaja de tener versiones intensas y sutiles del mismo producto, con el toque de durar por bastante tiempo.
"Glicina Blanca" era la segunda y estaba dedicaba a los cosméticos, donde se basaba en el concepto de comodidad en su uso como en su transporte, con un diseño minimalista pero refinado, se especializaba en crear productos que buscaban evitar la irritación de la piel o reacciones alérgicas en su aplicación, teniendo mercancía destinada a pieles sensibles como dañadas.
La tercera se llamaba "Glicina Azul", encargada de la ropa, teniendo ropa para bebés hasta para los adultos mayores, donde se buscaba la comodidad, versatilidad y el toque refinado en ellas, priorizando por sobre todo la belleza sin llegar a los absurdo o vulgar, siendo un gran alivio para los críticos de la moda, ya que no mostraba diseños asquerosos como otras marcas conocidas.
Y finalmente estaba la cuarta, "Glicina Negra", si buscabas joyería elegante que resalte, pero sin parecer una mina de diamantes andante de mal gusto, esta era tu opción, sus diseños eran exquisitos, dando ese brillo a las personas los portaban, teniendo diseños de mujer, de hombre y unisex, desde pendientes a cadenas para la cintura, teniendo el mismo diseño de una misma prende en diferentes formatos, ¿Te encanta una pulsera pero no se te ve bien en oro?, no te preocupes, ellos tienen ese mismo diseño en plata y cobre.
Y la pobre de Qin Su estaba en frente de la CEO de esas 4 empresas que conformaban "Los 4 Jardines".... ¡Y ahora mismo estaba elogiando la ropa que ella misma había creado!
-Realmente se le ve muy bien su vestido señorita Qin, el rosa se le sienta bien- dijo con sinceridad Nan Zhu, halagando el vestido de Quin Su.
-Gracias...- dijo casi ida, aun analizando lo que estaba pasando por su cabeza.
-¡Tía Zhu, hola!- gritó de repente Mo XuanYu, abrazando por sorpresa a Nan Zhu que se tambaleó ante el impacto.
-¡Ten cuidado por Dios, ¿Qué no ves que esta vieja?!- gritó Xue Yang alarmado.
-¡¿Vieja?!- gritó indignada Nan Zhu, mirando con molestia a su protegido e ignorando ser llamada "tía Zhu" por un niño que ni conocía.
Pero, por su lado, Qin Su estaba mirando su ropa con ilusión, le había hecho sentir bien escuchar esas palabras por parte de una mujer dueña de una empresa de moda reconocida, teniendo un sentimiento cálido en su corazón, ignorando el griterío que se formaba a su alrededor.
Su vestido era muy simple la verdad, aunque se orgullecía de su diseño, era de un tono rosado palo sin diseño alguno, tenía una cinta gruesa en su cintura del mismo material que la acentuaba, una falda de corte tipo A largo que llegaba por debajo de sus rodillas, estando a 5 centímetros de sus tobillos, unas mangas largas estilo camisa con pequeños vuelos en los puños, el cuello era al estilo Peter Pan con un encaje blanco de flores pequeñas, teniendo como toque tres botones que bajaban por su pecho, siendo un sencillo diseño de un círculo blanco grande en el medio, siendo rodeado de círculos dorados más pequeños, teniendo los mismos botones en los puños de sus mangas en un tamaño menor, terminando su conjunto de ropa con unos zapatos de tacón pequeño de color blanco, recién comprados para la ocasión, finalizando con un pequeño chal blanco griego que servía de abrigo del mismo tono de su boina.
Si en el pasado tuvo que soportar las burlas de sus primas paternas biológicas con respecto a su ropa y su sueño de ser diseñadora, podía ahora felizmente mandarlas al carajo, incluso podía mostrarle algunos diseños a Nan Zhu para lograr su sueño, aunque estaba ignorando ahora mismo como la mujer estaba apretando las mejillas de Mo XuanYu enternecida, mientras Xue Yang se ponía celoso y el pequeño solo disfrutaba los mimos.
Él nunca pensó que viviría un momento tan desesperado como el que estaba viviendo ahora.
Nunca pensó que estaría tan desesperado para aceptar volver a ese lugar luego de todo lo ocurrido hace varios meses.
Pero la vida es injusta, lo es sin duda, y ahora, el lugar que fue testigo del momento más feliz de su vida, junto al más agrio, le habría las puertas a una segunda oportunidad que realmente necesitaba y que le daba las fuerzas para caminar con la mente en alto por el puente, notando el nerviosismo del recepcionista que lo reconoció de inmediato.
El abogado Xi, la única persona en la que podía confiar actualmente, había sido el responsable de comunicarle sobre esta reunión, a la cual solamente había aceptado asistir al saber que era organizada por alguien de confianza del hombre, quien, una vez más, lo salvaba.
Lo salvó una vez cuando decidió ayudarlo en su divorcio, sin cobrar sus servicios y ayudándolo a encontrar un lugar donde quedarse hasta organizar su vida, y ahora le estaba dando la oportunidad de comenzar una nueva finalmente, teniendo un sentimiento de eterna gratitud hacia su persona.
Ya que, aunque sonaba muy loco todo este asunto de compañeros de casa e irse a vivir en un lugar alejado con gente extraña, era la única esperanza que tenía en estos momentos.
No tenía muchas cosas a su favor, era un hombre de más de 30 años, divorciado, que abandonó todo por su matrimonio, sin trabajo en la actualidad y viviendo como podía en un hotel propiedad de un familiar del abogado, por lo que la esperanza de poder vivir nuevamente, tras todos los años perdidos en su matrimonio, era muy alta.
Con un caminar erguido y orgulloso, llegó a la entrada, pidiendo que le dijeran donde se llevaría a cabo la reunión con la Señora Nan, tras saber dónde sería y tras rechazar al guía, entró a paso firme, repasando en su cabeza los posibles escenarios a venir y que podrían definir su futuro.
Una vez dentro, ignorando una que otra mirada indiscreta, miro las mesas del primer piso por un segundo, pero fue suficiente para reconocer una cara conocida entre todos los comensales, la cual estaba viendo como le servían vino mientras hablaba por teléfono, estando sentado en una de las mesas cercanas al gran acuario.
Gruño por lo bajo al verlo, aunque no tenía nada en contra de él, eso no evitaba que pudiera, posiblemente si abría la boca, echar a perder esta oportunidad.
Apartando la mirada e intentando que esos pensamientos no nublaran sus esperanzas, subió las escaleras, ignorando a los camareros y camareras que murmuraban al verlo, apretando sus manos cuando hablaban de "esa" fiesta que deseaba olvidar.
Una vez en el segundo piso, por curiosidad vio el primero, donde una mirada clara lo miraba directamente con una copa llena en sus manos, con el teléfono colocado en la blanca mesa, sobresaltándose al verse descubierto por los ojos negros que lo miraban desde lo alto.
Fueron segundos en silencio, solo se vieron fijamente el uno al otro, los ojos claros lo miraban con un conjunto de emociones complicadas, como la sorpresa y el asombro, mientras, los negros, solo podía encontrarse frialdad, maldiciendo su suerte.
-(¿Por qué tuviste que verme, Shi Qingxuan?)- se preguntó a sí mismo, chasqueando la lengua en el proceso mientras apartaba la mirada molesto.
Era consciente de que a Shi Qingxuan adoraba este restaurante, pero rezo de que ese día no viniera, algo que no sucedió para su molestia, ya que, si él se encontraba en ese lugar, era porque tenía una cita con He Xuan, y eso le iba a sumar más dolores de cabeza.
Si Shi Qingxuan habría la boca con Xie Lian, lo iba a tener arriba de él preguntando lo que estaba haciendo y como estaba, desde el divorcio que había cortado todo tipo de comunicaciones con todas las personas de su entorno, no solo por cómo había transcurrido todas las cosas y sus deseos de comenzar de nuevo, sino por su propia salud mental, y precisamente Xie Lian era una de las personas que no quería volver a ver.
Pero su Shi Qingxuan se lo decía a He Xuan y este se lo decía a Hua Cheng, podía darse por perdido.
Ese bastardo rojo podía hacer cualquier cosa si Xie Lian deseaba que se quedara, y si, por alguna razón, se llegaba a enterrar del propósito de esta reunión, era capaz, solo por su esposo, de arruinar todo.
Y eso era lo último que deseaba.
Quería bajar y hablar con Shi Qingxuan en persona, de verdad que lo deseaba, pero no podía, no con el riesgo de encontrarse con He Xuan... solo le restaba esperar que no dijera nada y que ya se hubieran ido cuando todo acabara.
Caminó rápidamente hasta la habitación número 8, se detuvo un momento antes para tranquilizarse, respiro profundamente para relajar su semblante, poniendo la mejor de sus caras para causar una buena impresión a las personas que lo esperaban.
Después de todo, ellos eran sus futuros compañeros de casa y con quienes iba a convivir en su nueva vida, tenía que ganarse puntos para mejorar la convivencia a futuro.
Y así, con una leve sonrisa en sus labios y mirada calmada, tocó la puerta, pidiendo permiso para entrar.
-Adelante- hablo una voz desde el interior, era una femenina.
-Con permiso- dijo mientras abría la puerta y entraba, viendo a sus futuros compañeros.
En la mesa estaban sentados 2 hombres y una mujer, estando otra ya parada de su asiento y yendo a recibirlo personalmente, mientras el resto se levantaba pocos segundos después de ella.
Era alguien mayor que él, su cabello, negro con un par de canas producidas por la edad, estaba en un rodete con torzadas laterales que dejaba a la vista su fino cuello, traía puesto un hermoso vestido color marfil sencillo, pero elegante, con una falda de estilo pincel que le llegaba más debajo de las rodillas, era de manga larga estilo farol, un cinturón del mismo color hecho de tela con un lazo puesto en el lado izquierdo de su cintura, el corte en su cuello era de estilo barco, con un broche de oro en el lado derecho en su pecho, la cual tenía forma de orquídea con pequeñas incrustaciones de diamantes, y, completando su vestimenta, estaban unos zapatos de tacón negros brillantes.
-Bienvenido- dijo la mujer con una sonrisa en su rostro -debe de venir a la reunión para los compañeros de casa, ¿No?- preguntó, se podía notar el entusiasmo en su voz.
-Así es- dijo con una sonrisa mientras el resto de personas de la habitación se acercaban -soy Mu Qing, ¿Le hablaron de mí, verdad?-.
-Pues claro, el Señor Xi me habló maravillas de usted, me alegra mucho que hubiera llegado- dijo contenta -soy Nan Zhu, la loca que está organizando todo esto, un placer- se presentó dando una pequeña reverencia.
-El placer es mío- dijo Mu Qing mientras sus hombres dejaban de tensarse.
Al menos, por el momento, mientras el resto de personas se presentaban con él y le daban la bienvenida en diferentes formas, todo indicaba un buen comienzo.
Ignorando, finalmente, los ojos claros que no dejaron de seguirlo hasta que uno de los hombres, que se presentó como Xue Yang, cerró la puerta y procedieron a sentarse todos juntos en la mesa a esperar a los demás, optando con sentarse al lado de Qin Su, a la que halago por su hermoso peinado, el cual se trataba de un rodete trenzado bajo.
De entre todas las personas que pudieron haberlo ayudado en la situación en la que estaba, nunca pensó que Mo XuanYu, ese pequeño loco, sería quien le estuviera ayudando.
Un miembro de la familia que le había arrebatado lo que más amaba en su vida, como su ex pareja y hermana mayor, ahora mismo tenía la buena voluntad de ayudarlo después de haberse escapado de su casa, cosa realmente irónica desde su punto de vista.
Cuando Nie HuaiSang le habló sobre las intenciones de Mo XuanYu de hablar con él, tuvo sentimientos contradictorios, por un lado, ese chico era uno de los tantos amigos de Wei Wuxian con quien estaba peleado desde hace varias semanas, hermano menor de los Jin que más odiaba, Jin GuanYao y Jin ZiXuan, además del ex del propio Nie HuaiSang, con el agregado de no pasaban de conocidos.
Pero, por otro lado, la visión que tenía de Mo XuanYu no era mala, con las contadas veces que lo había visto en reuniones familiares con los Jin, podría decir que era una persona que carecía de segundas intenciones en sus acciones, además era sabido que los Jin con los Mo nunca lo habían tratado bien, por lo que podía simpatizar con él, ya que ambos venían de entornos familiares complicados de donde escaparon.... Además, fue el primero en advertirle sobre Jin Guangyao.
Recordaba bien el primer día en que Mo XuanYu le habló sobre una rara reunión entre su hermano mayor y el heredero Lan, en ese tiempo no le había creído... pero se arrepentía de no haberlo hecho.
Y ahora lo invitaba a participar en una rara reunión para comenzar una nueva vida... tenía que admitir que no confiaba para nada en todo esto, pero la tentación era más fuerte que su sentido común.
Su vida estaba jodida en pocas palabras, se había peleado con sus padres y era claro, y más que nunca, que no iba a heredar la compañía, en una pelea con su cuñado Jin ZiXuan que terminó en una pelea donde lo dejó con un ojo morado, causando la ira de su hermana que le retiró la palabra, después se peleó con su hermano Wei Wuxian, que intentó que volviera con su ex, detonando otra pelea donde recibió una cachetada de su parte, terminando por tomar solo su ropa y algunos papeles importantes y escapando a la casa de las únicas personas que podía confiar en la actualidad, los Nie.
Pero tampoco es como si pudiera contar con ellos, y no es que no quisieran ayudarlo, de hecho eran ellos los que pagaban la habitación de hotel donde se estaba quedando, pero las cosas estaban... tensas.
Nie MingJue, el hermano mayor de su amigo Nie HuaiSang y quien le dio las pruebas necesarias para respaldar las sospechas de Mo XuanYu, había sido la pareja de Jin Guangyao desde hace años y estaba a días de pedirle matrimonio cuando se enteró de la doble traición de su novio con su mejor amigo, por lo que estaba sumergido en el trabajo por la pena.
Nie HuaiSang era otro tema, había logrado meter a su hogar a Wen Ning, su prometido, quien se fugó de la casa Wen con su hermana luego del rechazo de ellos por su futura unión, de paso estaba atendiendo a su hermano para que no se muriera por exceso de trabajo e intentando ganarse a su cuñada y administrar su hogar, haciendo malabares con sus estudios.
¿La existencia estaba empeñada en joderles la vida?, sin duda alguna, incluso apostaría que se estaba riendo en su cara, solo para después mandar a Mo XuanYu con una oportunidad sacada de un cuento de hadas... que esperaba que fuera verdad.
Con pasos silenciosos siguió al guía por el restaurante, era muy bonito y podía dar fe que tenía buena comida, ya había comida para reuniones formales como informales con respecto a su familia y su antiguo círculo de amigos, aunque nunca pensó en ir a las habitaciones de la segunda planta, abriendo los ojos cuando el guía comenzó a subir las escaleras.
Se quedó un momento quieto, analizando en su mente lo que significaba subir esas escaleras cuando el guía lo llamó preocupado, preguntando si estaba bien, sacándolo de sus pensamientos y haciendo que retomara el camino, contestando que estaba bien rápidamente.
Debió de haber aceptado que el Nie investigara sobre las personas que estaban organizando todo esto, pero en su afán de ya no ser una carga lo negó... ahora se arrepentía.
Con remordimientos en su cabeza, llegó a la puerta que fue abierta por el guía, quien se apartó para dejarlo pasar... aunque apenas dio un paso a la habitación antes de ser tacleado por un emocionado Mo XuanYu, terminando ambos en el suelo.
-¡Jiang-Xiong!- gritó contento el pequeño Mo, ignorando que había llamado la atención de todos.
-¡Mo XuanYu!- gritó una voz femenina en tono de regaño como de espanto.
Mientras sentía el dolor extenderse desde su trasero hasta su nuca, solo tuvo mente para recordar lo último que vio antes de ser derribado, mientras su campo de visión se llenará de los rostros preocupados del guía y el resto de ocupantes de la sala, su vista se vio nublada por la cara sonriente del joven que estaba arriba de él.
Mo XuanYu aun portaba en su rostro la misma sonrisa que le había dado el primer día en que se conocieron, su cabello estaba en su usual recogido, aunque de una forma más prolija, tenia unos pantalones negros ajustados, unos mocasines de igual color, una camisa café clara con botones negros, al cual la tenia fajada, un saco abierto color borgoña, con unos curiosos calcetines naranjos.
-¡Que alegría que llegaste, estaba preocupado porque no llega- no alcanzo a terminar su frase, ya que fue tomado por las axilas y elevado en el aire, tal como alguien levanta a un gatito bebé, de hecho, soltó un pequeño chillido como uno ante tal movimiento.
-¿Qué te he dicho de saltar arriba de la gente?- le preguntó el chico que lo tenía alzado, tenía las cejas fruncidas, su voz tenía tono de regaño.
El chico que lo estaba sosteniendo tenía un suéter blanco con cuello de tortuga, pantalones grises, portaba un saco marrón oscuro que lo cubría hasta sus rodillas, unas botas con ligera plataforma y tacón, el cual lo hacían ver un poco más alto de lo que era en realidad, terminando con un collar de oro simple.
-Oye, ¿Estás bien? ¿Te golpeaste muy duro?- preguntó una voz profunda, haciendo que saliera de sus pensamientos.
Miro a su lado derecho y vio a un hombre de largo cabello negro peinado en una coleta de cabello baja, de piel pálida con profundos ojos preocupados, el cual tomo una de sus manos y con la otra lo impulso desde su espalda para sentarlo en el suelo, estaba arrodillado a su lado sin tocar el suelo con sus rodillas y le dio pequeñas palmaditas para animarlo tras el duro golpe.
El hombre tenia puestos unos pantalones de traje negros como zapatos y saco, camisa fajada del color del más fuerte vino tinto, era un poco holgada pero elegante, con los dos primeros botones, de un tono más oscuro, abiertos, dejando ver más haya de su cuello pero sin revelar de más, zapatones formales negros como el cinturón de cuero con hebilla plateada, pero lo que más le llamo la atención fueron los largos pendientes que llevaba, siendo dos finos rectángulos de un material blanco brillante.
-Si... lo estoy- dijo como pudo, sintiendo otra mano en su espalda.
Al voltear, vio a una mujer de vestido blanco con mirada preocupada, quien, junto al hombre, lo ayudaron a pararse, sintiendo un pequeño mareo en el proceso, mientras escuchaba a la mujer mayor pedirle al guía que le trajeran un vaso de agua junto a una pastilla para el dolor, pude ver a Mo XuanYu siendo regañado por el chico que lo alzó, mientras, una mujer de vestido rosado se disculpaba por el alboroto con el resto de clientes que habían salido al escuchar el ruido, reconociéndola como Qin Su, otra Jin a la que no le desagradaba, la cual fue donde él extremadamente apenada para disculparse, mientras el hombre que lo ayudó le limpiaba la ropa.
Tras todo el escándalo, finalmente entraron, donde, ya sentado en una silla al lado de Mo XuanYu y del chico que se presentó como Xue Yang, pudo finalmente presentarse al resto de personas mientras le entregaba el vaso y la pastilla.
-No se si este pequeño demonio se los dijo, me llamo Jiang Cheng, un placer, espero no haber dado una mala impresión por culpa de él- dijo mirando de reojo al apenado Mo XuanYu, que tenía su cabecita inclinada, como si de un gato regañado se tratase.
¿Les gusto el capitulo?, espero que si, no se olviden de comentar y votar, ¡Los adoro!