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—Gracias Jaehyun.
El nombrado bajo de él para acostarse a un lado.
—No agradezcas nada, llevaba años queriendo hacer esto y aunque durante mucho tiempo enterré mis sentimientos por ti me doy cuenta de lo mucho que me sigues gustando.
—¿Te gusto? —pregunto con nerviosismo.
—Mucho, desde que éramos trainees —suspiro teniendo la vista fija en el techo de la habitación—. Pero está bien, ahora supongo que todo va a cambiar ¿Cierto?.
—¿Cambiar?.
—Taeyong yo te amo, y por ti dejaría todo. Podemos ser una pareja como Johnny y Ten ¿No lo crees?.
La cabeza le dio vueltas provocando que se agarrara de las sábanas de la cama, intentando aterrizar de nuevo a la realidad.
Un miedo irreal se apoderó de él, una relación no era lo que él quería. Enamorarse de Jaehyun lo atemorizaba ¿Los fans se darían cuenta de lo que pasaba?. Jaehyun podría terminar engañándolo con Jungwoo, tal vez él solo era un capricho del menor; en algún punto todo terminaría y sabía que jamás lo superaría. En cualquier posible situación terminaría herido y solo, tal como habían terminado su mamá y su hermana.
Además no podía hacerlo, aún no alcanzaban ese éxito tan deseado; al menos aún no por completo. Miembros se seguían uniendo a NCT lo que le sumaba tanto trabajo que quedaba exhausto todos los días; había visto como Ten tenía constantes peleas por la falta de tiempo y atención a la relación.
No era capaz de tener algo en cualquier aspecto.
—Esta bien, entiendo que puede ser algo rápido. No te preocupes, seré paciente —hablo de nuevo acercándose a darle un beso en la mejilla—. Solo no te alejes de nuevo.
El menor se acomodo en la cama atrayéndolo y abrazándolo.
—Jaehyun...
El durazno emitió un sonido somnoliento.
—Vamos a dormir.
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Al día siguiente despertó antes, Jaehyun yacía a su lado durmiendo tranquilamente. Verlo le regreso ese sentimiento de culpabilidad, había sido un claro error acostarse con él. Conocía que el menor era realmente persistente, no importaba si le decía que no quería una relación porque no lo entendería. Tampoco quería tener esa asquerosa conversación, nada haría que Jae se diera por vencido.
'Oh tal vez si, una cosa lo haría'
Abrumado por la situación se levantó de la cama en silencio, se vistió y guardo las pocas cosas que había sacado el día anterior en su maleta.
Con cuidado salió de la habitación y se encamino con su manager para pedir un cambio de cuarto, después de todo era el líder y tal vez harían una excepción.
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Abrió los ojos con dificultad, había sido una noche larga y pesada. Estaba muy cansado pero feliz por tal cambio de situación.
Giro en la cama para observar a su amante, emocionado por lo que comenzaría a pasar con él. Sin embargo se topo con la cama completamente vacía. Un poco decepcionado recordó que posiblemente estaría bañándose por lo sucio que quedo. Se incorporo, caminando con pesadez. Él también necesitaba una ducha después de las cosas que habían hecho, sonrío tontamente al recordar todo. Seguramente al mayor no le importaría compartir el baño y tal vez darse algo de cariño.
Tocó la puerta del baño, no recibió respuesta por lo que decidió entrar directamente.
—¿Puedo... -estaba completamente vacío.
¿Entonces donde estaba Taeyong?.
Ya más despierto regreso a la cama con un sentimiento extraño, fue entonces que observó detenidamente el cuarto. No estaban las cosas de Tae en la mesita de noche, reviso el pequeño clóset y la maleta de este tampoco estaba.
La desolación lo inundó. ¿De verdad era posible?.
No podía creerlo, definitivamente había una buena explicación para todo eso.
Recordó que en la tarde sería la prueba de sonido, así que corrió a limpiarse. Ignoro todos los signos de alerta, asegurándose de que solamente era un malentendido que se arreglaría al ver a Taeyong en unas horas.
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Subió a la camioneta esperando ver la cara más hermosa del mundo, decepcionado al encontrar a Johnny, Jungwoo, Mark y Haechan.
El camino fue tortuoso y lento, solo quería llegar al sitio para encontrar a su Hyung. Aunque intento pensar en una buena razón para que Taeyong se fuera de la habitación de esa manera no logro encontrarla. Era imposible que se hubiera ido, la noche anterior había estado realmente abierto al cariño, los besos, las caricias, todo.
Nadie podía cambiar de parecer tan bruscamente de un momento a otro.
Al llegar al recinto corrió al interior buscando la cabellera rubia, camino hasta los camerinos fijándose en cada persona que pasaba. Todos lo miraban confundidos por la prisa que llevaba.
Un suspiro de alivio salió de él cuando llegó al último camerino, dónde observó dentro a Taeyong quien se encontraba hablando algunas cosas con una persona que llevaba una playera con el letrero de 'Staff'. Espero fuera pacientemente a que terminarán la charla y cuando el señor se retiró, entro lentamente al lugar.
—¡Hyung! Te estuve buscando toda la mañana.
Una mirada fría lo recibió, rápidamente entendió que las cosas no estaban bien.
—Si, tuve que cambiar de cuarto. Hacía mucho calor y no pude descansar bien —tomo su celular.
Parecía una buena razón.
—Debiste decirme, después de todo fue feo no encontrarte al despertar —respondió bajando la voz, no solo para ser discreto. La opresión en el pecho no lo dejaba hablar más alto.
—¿Y porque? —comenzó a teclear en el aparato sin prestarle atención.
—Obviamente quería verte. —Dio unos pasos intentando acercarse.
—¿Para?.
La indiferencia y el tono frío de voz lo puso nervioso, tomo conciencia de la situación mientras su corazón comenzaba a latir cada vez más fuerte.
—Después de lo que hicimos es normal. ¿No lo crees?. —Consiguió llegar a Taeyong tomándolo del brazo con ambas manos.
—No se de qué estás hablando. —Corto bruscamente el contacto alejándose.
—Taeyong no me hagas esto. —La voz se le quebró sonando suplicante.
—No se a que te refieres y es mejor que vayas a ensayar con los demás. No tengo nada que hablar contigo.
La irá se apoderó de él. Actúo sin pensar y tomo al mayor de los hombros bruscamente forzándolo a verlo.
—¿Seguro? Entonces no recuerdas como gemiste anoche o las veces que me decías que no parara, me imagino que tampoco recuerdas como te hice suplicar y los besos que me exigiste. —Estaba dolido y lágrimas comenzaron a escurrir por sus mejillas—. Pero lo más importante, ¿Tampoco recuerdas que me declare ante ti y te dije que te amo?.
—Suéltame.
Vio los ojos de Taeyong, ausentes, descolocados; no se parecía en nada a aquel al que se entregó sin tapujos, confiando ciegamente en que está vez todo sería diferente.
—¡No! No puedes hacer esto, no puedes fingir. ¿Sabes cuántas veces espere que pasará?.
—Es mejor que me sueltes si no quieres que llame a los managers —hizo caso soltando el agarre—. Jaehyun mas vale que te quede claro, ayer no paso nada y jamás pasará nada de nuevo. Fue un error que ambos cometimos pero que no tiene cabida en nuestras vidas, lo mejor es fingir que nada paso para no afectar al grupo o peor, a nosotros mismos.
Taeyong camino pasando de largo a su lado.
—No, solo te importa que no te afecte a ti. A mí me importa un carajo, porque dejaría todo por ti. —Hablo fuertemente, tratando de no enredarse con sus lagrimas—. ¿Sabes? Si solo querías una buena cogida podías contratar a alguien. Después de todo te hubieras evitado el comportarte como una mierda. Porque eso eres para mí, una gran y asquerosa mierda.
Escupió lo último, llorando. A lo que solo escucho la puerta cerrarse tras él, dejándolo solo.
De igual manera llevaba años solo.
Se tiró en el piso llorando, el pecho le dolía y la cabeza le daba vueltas. Jamás se había sentido tan herido y es que está vez de verdad había probado como era estar con la persona que amaba.
La decepción, el desprecio, la ira, el asco; todo se acumuló en un minuto. Tan solo hace unas horas había tocado el cielo, su paraíso y la idealización lo hizo caer profundo. Había sido una tontería abrirse como lo hizo, amar como lo hizo y creer que sería correspondido.
Juro odiar a Taeyong hasta que el último aliento saliera de su boca; odiaría aquellos hermosos ojos, sus finos labios, la perfecta forma de su cuerpo, su agobiante presencia, su personalidad e increíble liderazgo. Todo aquello que lo hizo amarlo, intentaría desecharlo, tirarlo.
Repentinamente sentía que se ahogaba, el aire no le era suficiente; la cara le ardía y todo su cuerpo comenzó a sudar. Comenzó a respirar rápido y duro, buscando establecer la sensación. Sus manos temblaron evitando que pudiera limpiarse las lágrimas que seguían saliendo sin poder contenerlas.
Unos toques en la puerta lo alteraron, haciendo que la situación empeorará. No sé sentía bien, algo muy malo estaba pasando.
—Jaehyun, Taeyong me dijo que estabas aquí. ¿La comida de ayer te hizo mal?. —Reconoció la voz de Doyoung.
—¡No pases! Solo... —subió la cabeza intentando reconocer dónde se encontraba— Estoy bien, iré en un rato.
—Vale, te estamos esperando.
En una mesita había botellas de agua perfectamente alineadas, se acercó gateando hasta ellas sosteniendo una para abrirla con dificultad y vertió el líquido en sus manos para mojarse la cara. El frio lo hizo sentir un poco mejor, tomo agua y espero sentado en el duro mármol que su lloriqueo parara y pudiera salir. Se sentía como basura, desechable, sin valor alguno.
¿Algún día alguien lo amaría de verdad? ¿En algún momento una persona lo buscaría por amor y no solo para tener sexo?
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Paso un tiempo para que lograra estabilizarse, bajar la hinchazón de sus párpados y pudiera salir a hacer la prueba de sonido.
En el escenario estaban todos los miembros incluido el staff hablando.
—¡Jae! ¿Estás bien? ¿Necesitas ir al hospital?. —Jungwoo se acercó genuinamente preocupado.
—Estoy bien, no te preocupes. Ayer comí algo que me enfermo.
—Oh. —Lo miro como si leyera todo—. Ya veo.
Jungwoo lo conocía a tal punto de identificar un cambio en su voz, cualquier cara o movimiento.
—¡Jaehyun!. —Taeyong grito su nombre bruscamente a lo que Jungwoo brinco del susto—. Te hemos esperado más de una hora. Mañana será el concierto y es importante, lo sabes. ¿Crees que nosotros no estamos enfermos? A todos nos duele algo pero no hacemos que los demás nos esperen.
Tomo a Jungwoo de la mano, a sabiendas de lo nervioso que lo ponían estás situaciones. Lo que venía no iba a ser para nada agradable y no quería asustar al menor.
—Cachorro ve con Mark. —Le susurro agradeciendo la distancia que Taeyong aún mantenía.
—Taeyong, Jaehyun jamás hace eso y lo sabes. Significa que está vez de verdad se sintió mal.— Doyoung hablo a su favor como era de esperarse.
—Yo lo veo bien. Solo espero que esto no sea un berrinche. —Tenia las manos en la cintura viéndolo directamente.
Parecía aún más indiferente a su dolor, sabía que había llorado y no parecía importarle en lo más mínimo. Verlo comportarse así era lo que esperaba para comprobar la mierda de persona que era. No lo pensó mucho y se dejó llevar caminando amenazantemente a su objetivo.
—¿Sabes que Taeyong? Vete a la mierda.
El silencio reino, todos se quedaron callados viéndolos, podía sentir las miradas ceñirse sorprendidas.
—¿Qué fue lo que dijiste?. —Se acercó intimidante.
—Lo que escuchaste. Y si no te gusta no me podría importar menos. —Ataco nuevamente cortando más la distancia.
—Jaehyung no deberías hablarle así a tu mayor. —Doyoung intervino colocándose entre ambos.
—No veo porque tengo que respetar a alguien que acaba de poner en duda mi salud, a sabiendas de lo responsable que he sido durante años. —Seguía mirando directamente a Taeyong con la intención de mantener el reto visual.
—Lo se pero...
—Jodete Jaehyun y de una vez te aviso. Es mejor que vayas cambiando esa actitud si no quieres que tú posición en el grupo baje de rango. —Interrumpió a Doyoung.
—¿Crees que eso me importa? Sácame si quieres, invéntame un rumor.
—¡¿Qué demonios te crees?!. —Taeyong quito del medio a Doyoung. Y al acercarse lo tomo del cuello de la playera violentamente.
—Ambos cálmense. —El manager Hyung intervino rápidamente alejando a Taeyong—. Tenemos que practicar y esto está quitándonos tiempo. Jaehyun ¿Necesitas ir al médico?.
Esta no era la primera discusión que surgía entre los miembros, sin embargo, ninguna había escalado de esa manera. Posiblemente todos estaban consternados ante tal escena entre dos de los miembros, que se supone, se querían.
—No necesita ir a ningún lado, se quedará aquí practicando. Se que no está mal. —Los ojos le brillaban en rabia.
—Taeyong... —Doyoung hablo de nuevo.
—¡Ya dije! Ahora pónganse a practicar.
—Claro, háganle caso al líder. Al fin y a cabo él siempre ve por nuestro bien. ¿No es así Taeyong?.
'Y al fin y a cabo un ataque de pánico no es nada comparado con los problemas que el gran y maravilloso Taeyong debía sufrir a diario'
Después de tanto esa no fue la última pelea y quién diría que cada día empeoraría.