Lost In Traslation || Shohei...

By its_lachama

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❝How am I supposed to ever be with him When he and I don't speak the same language? But we have conversations... More

LOST IN TRASLATION | S.O.
1 | Family Game Time
2 | Accidentally
3 | Meet You
4 | Smile and Goodbye
5 | "But don't look at me like...that"
6 | A Dream With a...
7 | Another good night
8 | Some troubles, some questions
9| Compatibility
10 | Delicate
11| Deja Vú
12 | Connecting the dots
13 | Little purple box
14 | Take the phone
15 | Social Media!
16 | Surprises & Conversations
17 | Never is a bad hour
18 | Stuck On The Feeling
19 | Vision Of Love
20 | Dreamlover
21 | obvious
22 | ...Ready For It?
24 | My Eternal Love
25 | This Is Why We Can't Have Nice Things
26 | Everything in L.A., stay in L.A.
27 | Daydreaming
28 | Silence Noises
29 | Locked Away
30 | Closer
31 | Overflowing
32 | Before The Storm
33 | The Voices Have To Shut Up
34 | Hospital, thoughts and dramas
35 | Saving All My Love for You
36 | Nonsense

23 | Diez Pasos Hacía Ti

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By its_lachama

📍 17 de Junio 2022 | Los Ángeles, California.

Narrador Ominipresente:

Abril subió el espejo que le regalaba el asiento de copiloto el auto de Shohei, luego de haberse arreglado un poco su cabello suelto, quitar las pelusas invisibles en su mom jeans y su suéter manga larga de color azul bebé, y colocar un poco de bálsamo de cocoa en sus labios.

Era un poco estúpido arreglarse para ver a su familia, pero con los nervios que tenía, debía desahogarlos haciendo algo.

Tomó la ranura de la puerta para salir, pero el japónes se adelantó por ella en salir del auto dejando la puerta abierta del piloto, para luego abrirle la puerta a ella. Empujó su lengua a un costado de su mejilla interna para ocultar la sonrisa atontada que quería salirse de sus labios al segundo que hizo ese gesto y colocaba su mano para que tomara de ella, para salir. Bajó con su cartera colgada en su antebrazo contrario.

Shohei confirmó al tener su palma contra la de ella que no era un efecto del momento, que la primera vez que tomó su mano no fue una familiaridad repentina, sino que lo era así.

Porque la segunda vez se sentía mejor y con mayor confianza.

La soltó cuando se dijo que era mucho, ya que no la quería apartar por la necesidad del contacto con sus manos que había instalado en sí, desde que aferró su mano como si fuera el único escape. Su lado egoísta no podía haber estado máz feliz que ella tomara su mano sin restricción alguna, aunque fuera por unos segundos.

Después de revisar si todo estaba en orden, ambos subieron las escaleras del porche y se acercaron a la puerta de madera de marrón claro que decoraba la casa de la familia Gutiérrez.

Era un sitio concurrido (que gracias a ello, ambos estaban con gorras negras, una dada por Shohei a Abril y lentes de sol), pero alejado del alboroto de la ciudad; una zona tranquila dónde los autos pasaban de vez en cuando y el aura familiar que destilaba de aquel lugar hacía añorar a la venezolana su bonita juventud.

Abril tocó el timbre para luego soltar una bocanada de aire, estaba nerviosa, pero aún más de la reacción de su mamá de todo esto.

Ella estaba en Los Ángeles, al frente de su casa luego de seis años y al lado, de un personaje particular que en su casa apoyaban por el fanatismo en el beísbol.

Esperaba al menos que no se desmayara enfrente de ella, pero esperaba cualquier cosa de Alicia Gutiérrez.

Al notar que no se escuchaba algún sonido de vida, Abril tocó dos veces y hasta cuatro veces más, sacándole una risita por lo bajo a Shohei al ver su desesperación.

Si, quizás una Abril de 16 años se estaba manifestando en ese momento.

¡Voy, ya voy!—se escuchó del interior de la casa, a lo que la morena agradeció a Dios que hayan escuchado el timbre a lo que tomó el brazo de Shohei, dándole un breve apretón.

No sabía si era para tranquilizar sus nervios o calmarl los de él.

—Si es Adriana, verdaderamente eres una despitada que dejó la llave pegada en la puerta. Eso te pasa por andar buscandole las cinco patas al gato. Espero que la próxima vez no la dejes, o si no te dejo fu...—Alicia dejó de hablar y vió un fantasma del pasado al abrir la puerta, o un deseo anhelado de sus sueños más frustrados.

Deseaba que no la despertaran, y que siguiera esa imágen grabada para siempre en su cabeza.

Ver a Abril, a su Abril frente en la puerta de la casa y con una mirada brillosa al quitarse sus lentes de sol.

—Abril...—susurró Alicia casi sin aire, y la nombrada se lanzó a sus brazos en busca de comfort.

El alivio llegó para ambas al instante y la madre arropó a su hija con sus brazos temblorosos, y puso una mano detrás de su cabeza para acercarla más a si. Alicia Gutiérrez pudo soltar un suspiro de alivio cuando sintió a su niñita desahacerse en sus brazos, consolada y en casa luego de tanto tiempo.

Tres años lejos, tres años de largos momentos de silencio y seís años de huír de la paz de su casa, a un sitio más lejano para dejar de tormentar a sus padres luego de ese día en el 2015.

Te extrañé mucho, mamá—murmuró Abril, con las lágrimas escociendo de sus ojos suavemente mientras las limpiaba con su mano torpemente.

La mujer sonrió en tranquilidad al escuchar esas palabras y la alejó un poco para verla al rostro. Su niña no podía estar más hermosa ahora, se veía distinta y no solo por devolver su color de cabello a castaño oscuro o como sus uñas estaban pintadas de morado lila, no solo era eso.

Era su brillo, era sus ojos que volvían a estar más iluminados que la otra vez, a pesar de la oscuridad que veía en ellos.

Shohei que estaba apartado viendo la escena, notó como su madre llevó la mirada a él y sus ojos se dilataron en impresión, mientras murmuraba algo hacía su hija.

—Yo, mami, mejor entremos a la casa. No quiero problemas después—recomendó la morena con la mejor voz que podía mientras se recomponía de esa bomba emocional que necesitaba.

Abril volteó a ver a Shohei, y el hombre sonrió suavemente al notar sus ojos castaños con un brillo peculiar. La venezolana tomó su muñeca y lo guió detrás de sí.

Los tres entraron a la casa, tras cerrar el hombre la puerta con su brazo y notando el nuevo panoráma que le regalaba el hogar de Abril. Colores cálidos se esparcían a lo largo del sitio, cortinas de un suave azul grisáceo que estaban a los lados de la ventana, muebles marrones café y fotos por todos lados.

Era un museo del color por dónde sea que viera, porque las fotos de la familia Gutiérrez era lo que le daba color a ese hogar de memorías.

Mamá, bueno, ya sabes quién es, pero él es Shohei y bueno—presentó sin mucho que decir la morena, ya que se encontraba avergonzada por la mirada del nombrado y sus mejillas estaban sonrojadas.

Alicia intentó bajar su emoción de conocer a un individuo como Shohei Ohtani que se veía inalcanzable con el uniforme de Los Angels, pero ahora lucía como un simple mortal con un suéter blanco remangado hasta mitad de antebrazos, un par de jeans y unos tenis, que estaba haciendo sonrojar a la dura de su hija del medio con una sola mirada.

El hombre hizo una reverencia leve en muestra de respeto luego de presentarse y Abril quiso derretirse en el piso luego de ese gesto tan noble, a lo que la madre de la venezolana se rió adulada por la situación y asintió como correspondencia a su gesto.

—Un gusto conocerte, Shohei y bienvenido a nuestro hogar. Siéntente como en tu casa—pronunció la mayor notando como Abril llevó su mirada a Shohei y luego viceversa, para apartarla instántaneamente.

Alicia Gutiérrez sonrió recordando las palabras de su esposo y el amor de su vida le mencionó hace unas décadas atrás, y se vió reflejada en cómo se veía esos dos.

¡¿Mamá, llegó Adriana con lo que pedí?! ¡Se me va a quemar lo que estoy haciendo a este paso!—gritó una tercera voz interrupiéndolos y Abril vió a su madre con impresión.

—No...—dijo Abril, empezando a emocionarse al reconocer esa voz.

—Está en la cocina—apuntó la mayor con indiferencia y Abril apretó sus labios para no soltar un grito.

Ya regreso, solo, ya regreso—expresó la morena hacía él con sus expresivas manos y notando el nuevo lado de Abril que estaba viendo en su vida, a lo que no supo que responderle y solo verla correr hasta el final de la sala que conectaba con la cocina y gritar de emoción, cuando una mujer parecida a la madre de ambas salió de allí.

Se veía tan feliz, que eso lo hizo sentir tan bien y tan honrado de ese momento que veía frente a sus ojos.

Conocía a Abril por ser una persona por los momentos tranquila y sonriente, pero ¿verla tan emocionada y abrazando emotivamente a las personas que tenía confianza? Era otro nivel de conocimiento.

Era cierta intímidad a su círculo social que ambos no sabían, que se le fue concedido a Shohei.

—Ella es mi hija mayor, se llama Sabrina—mencionó Alicia sacando a Shohei de su hipnótico momento al ver a Abril saltar alrededor de Sabrina que le sonreía y le decía que se calmara—Abril normalmente es así, toda cariñosa y apegada con los otros, es su forma de desmostrar cariño a sus cercanos. Ven, te llevaré a que conozcas el resto.

—¿El resto?—replicó tímidamente y la mamá la venezolana le sonrió con amabilidad, indicándole a dónde debían ir.

¡Te extrañe mucho!—molestó Abril, abrazando el brazo de su hermana mayor y rejustrando su mejilla contra su brazo a lo que Sabrina se quejó, sacudiéndosela un poco aunque con una sonrisa.

Y tú me sorprendiste como sea, ¿trajiste a Shohei Ohtani a la casa?—preguntó con impresión, mientras apagaba la hornilla y se acercaba a la espesa masa de leche condesada que su mamá acaba de hacer caseramente.

Metió una pequeña cuchara de plástico y la probó, a diferencia de la traviesa de Abril que metió un dedo en la mezcla y Sabrina le pegó en la mano, aunque con una sonrisa inocente de la menor todo molestía se pasa.

Es mi vecino.

—¡¿Qué?!—exclamó Sabrina casi ahogándose con la empalagosa mezcla y Abril, lavó sus manos para después sacar una galletas parecidas a las "María Puig" para untarla con un poco de lo que había probado.

—Ujum—contestó masticando la galleta para luego tragarla; relamió sus labios para quitar las migajas que dejó el sólido objeto—Lo conocí como a los dos, tres meses de mudarme. Es muy buena persona, y te va a agradar.

Sabrina sonrió con picardía al ver la sonriss que bailaba inconsientemente en los labios de su hermana mientras terminaba de hablar de él.

Entonces los rumores son ciertos, él es el hombre que te gusta.

Abril se ahogó con un pedazo de galleta a lo que empezó a buscar desesperadamente un vaso de agua, escuchando los pasos de otras personas que venían a la cocina. Sabrina le tendió un vaso con agua y lo tomó con rápidez, para luego ver a su hermana con molestía.

Es la verdad y no me veas así. Te gusta—apuntó a su ceño fruncido y sus púpilas delatadas a lo que la menor tomó uno de los trapos de cocina, lo enrolló en un solo sentido para usarlo como un látigo hacía su hermana—¡Auch! ¡Dame eso!

—¡Eso te pasa por decir mentiras!—replicó molesta y avergonzada a lo que Sabrina aprovechó de jalar el trapo, empezando una lucha entre ambas hermanas.

—¡Que no me gusta!

—¡Que sí, según Catalina!

—¡Esa chismosa del coño!

—¡Que sí te gusta!

—¡Que no!

Shohei y Abril se dieron un beso, ¡EN. LA. BO.CA.!—canturreó Sabrina para molestarla más a lo que Abril, gruñó en frustración jalando el trapo para ella ya que podía usarlo para pegarle con más fuerza y dejara su burla.

—¡Ya cállate, coñoetumadre!

—¿Qué están haciendo ustedes dos?—las dos voltearon alarmadas a la voz de su madre y se enderezaron tapando la escena del crimen, dónde estaban unas galletas y dos cucharas desbordando restos de leche condesada—Niñas...

Las dos hermanas se miraron y se apuntaron entre ellas, a lo que Abril la miró indignada mientras Sabrina sonreía inocentemente.

—Ella fue—se culparon al mismo tiempo, haciéndo reír a los dos que se encontraban al otro lado de la isla de la cocina.

Su madre dijo que lo dejara así, y "regañó" a Abril por no estar pendiente de su invitado mientras rodeaba la isleta para seguir con sus planes en el quesillo que era receta familiar, sin antes guiñarle un ojo con picardía.

Abril no pudo estar más molesta, con la pena que le hacía pasar su familia, pero al final era vergüenza ajena.

—Vamos, dejemoslas aqui—murmuró lo más alto posible, jalando el brazo de Shohei que se dejó llevar con una sonrisa divertida en el rostro mientras su hermana y su mamá cuchicheaban entre sí.

—¡Tengan cuidado por ahí, puede salir la mano peluda!

—¡Cuídadito con una vaina, Abril Selena!

—No te voy a traducir lo que acaban de decir—interrumpió la pregunta que iba a hacerle el japónes, no solo causándole gracia a Shohei por el tono de voz sino que también sus expresión, avergonzada e intentando caminar como si nada hubiera pasado.

El "tour" por la casa de los Gutiérrez se basó en poner la mesa mientras la música que había puesto Alicia llenaba el ambiente. Los boleros de antaño y algunas canciones de cantantes venezolanos de los ochentas que recordaba la infancia de Abril en la ciudad costera de Anzoátegui.

Abril tarareó la letra con suavidad tan distraída en ayudar a terminar que no notó cuando se dirigió a la cocina como su madre se sentaba a un lado del japónes y su hermana mayor iba a abrirle a Adriana.

—¿Sabes? La ves con mucha fascinación, por lo que me doy cuenta.

Gomen nasai—pronunció Shohei sin pensarlo, volteando con una reverencia y su vergüenza consumiéndolo internamente.

Quería ser lo más "cuidadoso" posible en que se notara cuando veía a la morena, pero era imposiblr hacerlo cuando su actitud evolucionó a una más ruidosa y extrovertida que le estaba encantando de alguna forma.

—Lo digo como algo bueno—replicó ella, dándole unas palmaditas en el hombro de apoyo con una sonrisa—Es tierno que la veas como si todo lo que tiene Abril es irrepetible.

—Ella lo es—confesó en voz baja, con sus mejillas rojas y Alicia no pudo estar más conmovida de esa oración—Nunca he convivido con una persona como ella, me parece inalcanzable para una persona como yo.

—¿Así lo crees?—replicó un poco impresionada y divertida por eso, a lo que le sonrió apenado mientras se llevaba una mano a la nuca. Asintió suavemente—Si lo fuera, ¿por qué te aceptó que entraras en su vida de esta forma?. Te diré una cosa, Abril es muy privada con lo que se trata de su familia, así que ya dice mucho con que estés aqui con nosotras, ¿no?

Alicia se rió por lo bajo de la confusión moméntanea del invitado de su hija, que luego pareció entender todo y la vió con unos nuevos ojos, llenos de emoción que enternecieron a la mujer.

Un estruendo proveniente de la cocina, los hizo voltear a dirección de las voces de las tres mujeres que empezaron a pelear a lo que Alicia suspiró profundamente, tomando fuerzas para ir a reírse de alguna desgracia que hicieron sus hijas.

—Esa es mi señal de retirada—dijo la mujer de cabello castaño oscuro y piel blanquecina. Se levantó de su asiento—Tú tranquilo, que no eres solo tú en este juego de miraditas, ¿eh?

Le guiñó el ojo con complicidad, para luego retirarse hacía a la cocina para calmar un poco los gritos o al menos, regañarlas por estar haciéndoles pasar pena con el invitado. Después de un jalón de orejas para todas las menores que la matriarca de las Gutiérrez, Adriana se retiró de la cocina por los votos hechos entre las hermanas a lo que rodó los ojos y se fue a ver al futuro cuñado de su hermana.

Desde la primera vez que "conoció" a Shohei fue gracias a el fanatismo compartido con su familia, viendo juegos de los Angels o al menos juegos dónde los equipos favoritos de cada familiar (menos Abril) jugaba contra los asombrosos pitcheos del japónes; Adriana no pudo contener su emoción al verlo jugar y ser otra fan al club de las fanáticas del Sho-Time.

Claro, que su admiración subió de nivel al ver que el hombre de 27 años en su momento ganar el premio al mejor jugador de la temporada de ese año y también su tensión, al darse cuenta ese día que fue a Anaheim, su hermana estaba muy bien abrazada del japones que era denominado como alguien fuera de este planeta.

Y sí, para Adriana, Shohei era fuera de este planeta porque ¡¿cómo demonios había encantado a Abril (aunque ella lo niegue), luego de que ella se prometió en no gustarle un chico o al menos, un beísbolista?!

Verdaderamente, admiraba a ese hombre de comó consiguió la atención de su hermana.

—Hey, Shohei.

—¿Todo bien allá?—preguntó el nombrado y Adriana hizo un ademán de "no importa" con una media sonrisa.

—Un momento dónde nadie me quiere en la cocina, es algo normal. Soy un peligro en ella, según mi mamá y mi hermana.

—¿Mucho?—replicó sin poder evitar reírse de la sonrisa orgullosa que tenía Adriana por tal confesión, y ella se encogió de hombros como si fuera irrelevante.

—Puedo quemar el agua, pero jamás un café de mi parte. Asi que si, es bastante—respondió a su pregunta y lo hizo reír. Ella se sentó al frente de él, dejando de su teléfono en un bol que se encontraba en el medio de la mesa de madera cómo algo común—A mi mamá no le gusta que estemos con el teléfono en la mesa, asi que si no quieres ver la furia de Alicia Gutiérrez antes de tiempo, te lo recomiendo.

Adriana sintió una especie de aprecio al japónes que intentaba ser lo más correcto en la casa de su familia a lo que le pareció bastante adorable, mientras intentaba sacarle un poco de conversación para que se relajara.

—Oye, no sé si recuerdas la primera vez que nos conocimos y te agradecí por entender a mi hermana o llevarle la corriente—Shohei asintió suavemente a sus palabras y luego notó como la menor envió sus ojos hacía los suyos con firmeza, para dejar en claros sus palabras antes de darle un vistazo hacía el pasillo por el que había venido y inclinándose en la dirección del japónes—Lo decía en serio.

《 Quizás mi mamá no te lo vaya a decir, ya que es más terca que Abril o posiblemente se quiebre en llanto de lo emocional que es a veces, pero en serio te lo agradecemos Shohei. Esto es algo demasiado estúpido para cualquiera que lo vea fuera de nuestro círculo más cercano, pero esto es...—la castaña apretó sus labios, apartando por unos segundos su vista para pestañar varias veces y alejar su momento emocional—para Abril y nosotros es mucho ¿sí?. Quizás no lo entiendas o sí, ya que no sé que tal punto es tu confianza con mi hermana, pero lo vas a entender con el tiempo. Tenle paciencia a Abril, ella...ella es un caso especial, pero vale mil veces la pena y no solo porque es mi hermana. Ella es una asombrosa persona que da demasiado, esperando no recibir nada. 》.

Le sonrió para que animara sus palabras, aunque Adriana no sabía si se lo decía a si misma mientras le dejaba un pedazo de sí al japónes que asintió a sus palabras y le sonrió suavemente. Recordaba las anécdotas de Abril y sus hermanos, en especial las de Adriana, ya que ella la describía como una persona un poco más cerrada y seria que los otros tres hermanos, pero estaba tan claro como el agua que sus palabras eran sinceras a la hora de salir de su boca y lo demostraba ahora hablando con él.

Él se inclinó un poco hacia ella, para que quedara entre ambos las palabras que empezaron a tomar un sentido más lógico en el momento.

Si está en mis manos, hacerle los momentos más felices de su vida, lo haré. Me gusta verla sonreír y que esté animada...—"porque me encantaba verla tan absorbida por su felicidad que no sabía lo hermosa que se veía. No sabía como yo la veía a mis ojos cuando su atención se iba a las cosas que más adoraba y era extrovertida, tan ella", pensó soltando el resto de lo que debía decir hacía la menor, pero se lo tomó para sí.

No quería recibir un rechazo antes de tiempo por estar sintiendo todo lo que tenía que ver con ella vivídamente y quizás, Abril no lo sienta con la misma intensidad.

—Creo que lo harás, te importa mucho como para no hacer lo que sea por ella—murmuró Adriana con diversión en un tono que escucháran ambos, para luego reír por la sonrisa apenada del beísbolista que significaba una sola cosa.

Shohei Ohtani haría cualquier cosa para ver a Abril Gutiérrez de la misma forma que vió hoy, y si eso era esperar a que las cosas salieran a la luz, lo haría.

Porque ya estaba atado al hilo que tenía un solo fin y desconocía, y ese fin era Abril.


💭 Glosario:

Quesillo: Postre cremoso y exquisito por excelencia, de orígen venezolano que tiene apariencia similar a la de un flan, con la diferencia de que este tiene una cubierta dorada hecha de azúcar derretida y una base de ingredientes como huevos, azúcar y leche condesada (casera o de Nestlé), más otros ingredientes como cáscara de limón o cáscara de naranja, dependiendo del gusto y las recetas de cada familiar.

(Breve nota: la autora quiere comer quesillo, si es posible el que hace su abuela 🙏)

"Gomen nasai": es una expresión japónesa que normalmente se usa para pedir perdón para cualquier tipo de falta sea leve o grave, la cuál el individuo asume con responsabilidad. Se recomienda NO CONFUNDIR con 'gomen kudasai' o 'sumimasen', ya que tienen diferente uso y más en este contexto de la historia.

✒️ Nota del Autor:

¡HOLA, HOLA!

Acabo terminar este capítulo de 3 mil palabras a las 2 de la mañana, casual, cuando yo debería estar durmiendo, pero me ganó las ganas de saber el chisme.

En fin, vayamos con las jugosas preguntas 😁

👀 ¿Qué les pareció el capítulo?

También, dejando pasar inútilmente de mi parte, que se agarraron las manitos en el cap anterior y en los inicios del escrito (*gritos de loca fangirl*)

❤ Antes que nada, presento en esta historia la aparición de dos mujeres que quizás no vuelvan a salir a lo largo de la cronología oficial de "Lost In Traslation", pero si en los capitulos adicionales (si es que alguna vez los hago 🤡).

Primero, a la señora Alicia o Alicia Gómez-Gutiérrez, quien es la madre de la manada de los Gutiérrez (quienes son Sabrina, Abril, Adrián Jr. y Adriana) y esposa de el señor Adrián Gutiérrez. No tengo exactamente una imágen de cómo es esa persona, ya que la imagino vagamente su físico, aunque su personalidad está muy clara. Es una mamá luchona y con cierta aura introvertida que ha dejado un poco atrás, gracias a su esposo. En mi opinión, yo adoro mucho a la mamá de Abril 💐.

También tenemos a Sabrina Gutiérrez, quien es personificada por la actriz española Jana Pérez. Ella es comunicadora social y tiene un programa de radio en Londres, Inglaterra. A pesar de que su vida de encuentre fuera del lado oeste del Atlántico, es muy apegada a su familia y muy atentos con ellos. Sabri es una tipaza y espero saber de ella en un futuro en el mundo del Caribbean Means 💞

En fin, ¿opiniones de mis powerfull women?

💌 ¿Las palabras de mi Adri, QUÉ EMOCIONES SINTIERON? (Yo lloré, a moco tendido)

Pero ¿Shohei? Creo que logré hacer un mar de lágrimas luego de sus palabras.

🔮 Teorías, opiniones externas de la historia, y sus conspiraciones de estado. Pueden dejarlas libremente aquí 😼

🎧 Recomendación musical que nadie pidió, pero me vale: escuchen "Diez Pasos Hacía Ti" de Daniel, me estás matando. ¡ES UN BOLERO SUPER LINDOOOOOOOOOO Y ME RECORDÓ MUCHO A ESTE CAP!

Espero que les haya gustado mucho esta locura que he estado escribiendo al igual que mi.

All the Love

-La Chama 💞

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