«¡Bienvenidas a Hey, Doctor Jeon!»
Un año y medio después.
Asan Medical Center.
- Vale Joy, tus estudios dieron un buen resultado. - JungKook sonríe cuando la chica de ahora 18 años lo hace. - Sabes lo que siempre digo, evita las emociones fuertes, toma tus medicamentos y dentro de dos meses nos volveremos a ver para tu chequeo. ¿Si?
- Muchas gracias Doctor Jeon. - Joy asiente y se levanta de la silla al igual que su madre. -¿Vamos mamá?
- Vamos cariño. - La mujer acaricia su mejilla y mira nuevamente a JungKook. - Gracias Doctor.
JungKook extiende su mano y estrecha ésta con ambas. Mientras le mira irse, suelta un suspiro al encontrarse solo nuevamente.
Tirándose hacia atrás, cierra sus ojos y restriega éstos antes de volver a reincorporarse para tomar su móvil y mirar el mensaje que Jimin le dejó.
« Estamos de mamá con Hye. Hemos venido a verle. »
Contestado un simple «Vale» JungKook deja de lado su móvil y muerde su labio inferior. Realmente en este último año y medio habían sucedido tantas cosas que le daba migraña de tan solo pensar.
Un año y medio sin Sebin. Un año y medio dónde cometió la mayor estupidez de su vida.
Un año y medio dónde él supo que Seunmi y Sohyun actuaron con pura maldad. Lo intentaron asesinar y por poco lo logran.
Un año y medio dónde su vida cambió drásticamente.
La vida de JungKook no fue mejor desde que salió del Hospital. ¿Por qué? Porque hace tan solo seis meses perdió a su padre. Sí, falleció gracias a su enfermedad, la cual no quiso seguir en tratamiento. Y aunque él intentó convencerlo, no tuvo buenos resultados.
Su padre se dejó morir. Fue un golpe muy duro para toda la familia, su madre entró en una profunda depresión, pero gracias a sus dos hijos y a la pequeña Hye, obtuvo fuerzas para seguir adelante. Y aunque no fuera fácil, todos los días uno de ellos iba a verle para no dejarla sola.
¿Lo extraña? Claro que sí, podría haber sido duro con él, molestarse y hasta discutir fuertemente. Pero era su padre y fue alguien muy importante en su crianza y vida misma.
JungKook abulta sus labios al sentir la puerta de su consultorio ser tocada y listo abierta, él sonríe a medias cuando divisa a Hoseok.
- Jeon, estoy yendo a la cafetería por mi almuerzo. ¿Vienes o te quedarás como toda alma en pena?- Con burla le invita haciendo que el chico solo ruede sus ojos.
- Voy solo porque tengo hambre. - Advierte arrugando su nariz mientras coge su móvil y palma sus bolsillos buscando su billetera. - Vamos.
Levantándose de su asiento, comienza a caminar para llegar donde Hoseok, quién palmes su hombro y sonríe ante su presencia.
- Venga hombre, dime cómo te ha ido en Nueva York. - Hoseok le dice mientras comienzan a caminar por el pasillo principal del Hospital. - No te veo hace una semana.
- Digamos que me fue muy bien y creo conseguir otro seminario para el mes siguiente. - Comenta colocando sus manos en los bolsillos de su bata blanca. -¿Tú?
- Con Tessa iremos la semana que viene a Suecia, por suerte Sophie ama quedarse con Eunseok y ella ama viajar gratis para ser nuestra niñera personal. - JungKook ríe por lo último. - Supe que anoche tuviste una cita.
-¿Una cita? Yo no tuve una cita. - Niega amargado. - Hye se encargó de ello.
-¿De qué hablas?
- Quedé con Dahyun para las 22:30, cenamos y mantuvimos una buena charla y cuando estábamos por irnos a su departamento...- JungKook baja su mirada y se ríe de si mismo. - Jimin me llama diciendo que Hye lloraba por mi.
Hoseok no puede evitarlo y se ríe de su amigo con ganas. ¿Realmente Hye Kyo lo había hecho de nuevo?
-¿Y cuando llegaste? - Aventura.
-«¡Papi, te extrañe mucho!»- JungKook imita la voz aguda de su hija y nuevamente Hoseok ríe. - Puedo entender que suceda una o dos veces, pero hombre, es la quinta vez que hace esto. - Musita ofuscado. - Está negada a que conozca a alguien.
- Quizás aún tiene esperanzas que tú y Sebin puedan volver a verse. - Hoseok se encoge de hombros ante ello.
JungKook hace una mueca de tristeza cuando escucha el nombre de Sebin.
¿Que sería de su dulce Sebin?
- Ya hemos hablado sobre ese tema, quizás aún no lo entiende del todo. - JungKook carraspea cuando siente un nudo repentino en su garganta. - Aunque no lo niego, muero por volver a verla.
-¿Nunca más has vuelto a hablar?
- La última vez que hablé con ella ha sido cuando falleció mi padre.
Exacto, cuando su padre falleció, Sebin hizo acto de presencia con un mensaje de apoyo y eso lo reconfortó a pesar del gran dolor que la perdida le causó.
- Oh, seis meses ya. - Hoseok murmura a lo que JungKook asiente. - Hola Luhan.
El pelinegro escucha el nombre del castaño y rápidamente mira hacia el frente. Allí mismo se encuentra como Luhan camina en dirección contraria a ellos.
Cuando toda la bomba estalló, el Director Lee fue retirado de su cargo y juzgado por la justicia, el hombre tuvo que pagar una gran cantidad de dinero por incubrir un casi asesinato.
Por lo que cuando el Hospital se quedó sin un referente máximo, casi se va a la quiebra y quién se puso el centro de salud a cargo fue Jin. Y ahora es el Director general a cargo.
Gracias a los cielos, todo el personal está muy contento con él. Y así, mismo Jin fue quién volvió a contratar a Luhan, puesto que su trabajo es más que eficiente y su profesionalidad le dio otra oportunidad. Una que jamás debió de ser quitada.
- Hola Hoseok. - El chico saluda con una sonrisa simpática a Hoseok.- Hola Doctor Jeon. - Con un poco más de seriedad, Luhan se dirige a JungKook.
- Hola Luhan. - JungKook saluda haciendo una pequeña reverencia.
Si bien ambos no volvieron a hablar como antes, si podían compartir guardia y algún que otro momento de descanso o mismo trabajo.
-¿Sabes? Me sorprende que ambos se lleven medianamente bien. - El hombre musita cruzándose de brazos mientras entran a la cafetería. - Joder, que bien huele.
- Debemos de llevarnos bien, estamos en el trabajo. - JungKook se encoge de hombros y suspira. -¿Comes aquí o en la sala?
- Aquí, necesito un poco de aire fresco.
JungKook asiente en silencio y deja de hablar para ir con Hoseok directo donde Yosung.
Sin duda alguna su vida dio un cambio drástico. En sus 27 años, cree que ya ha sido suficiente para consigo mismo. Necesita un poco de paz, algo de felicidad para él mismo. Una felicidad que desea y ese deseo tiene un nombre: Xiao Sebin.
Y espera verla en algún momento de su vida.
Mientras tanto, debe de seguir con su rutina monótona y seguir deseando ello.
<...>
-¡Papá!- Hye chilla bajando por las escaleras con rapidez.
JungKook deja de lado su móvil y se levanta del sofá, allí mismo puede notar como su hija baja de dos en dos y suspira con fuerzas al verle ya en planta baja.
-¿Qué sucede, cariño?
- Recién terminó de hablar con el tío Jimin, hicimos vídeo llamada con Sebin también.- Le informa con una sonrisa de por medio.
JungKook traga con dificultad al escuchar el nombre de Sebin. ¿Otra vez? ¿Otra vez volvía ese amargo sabor en su boca?
-¿Ah si?- Dándose cuenta de su voz entrecortada, carraspea buscando estabilidad. - Q-que bueno, Hye.
- Dijo que te mandaba saludos.- Hye Kyo camina de su lado cuando él va en dirección a la cocina.
- Oh.
No es que no le agradará, pero realmente se siente nervioso al saber que aún su hija mantiene contacto con Sebin, quién con él, apenas y habló una sola vez.
-¿Papá?
-¿Uhmm?
-¿Aún quieres a Sebin?
¿Aún la quería? Jamás dejó de pensarla. Jamás. Y aunque intente estar con otras mujeres, no puede y se odia por ello.
- Jamás dejé de hacerlo, Hye. - Responde yendo hacia el refrigerador. Allí se permite morder su labio inferior para que su hija no le viera. -¿Por qué lo preguntas?
- Por nada. - Hye se niega con rapidez y se sienta en el taburete. - Mañana tengo clases de Artes. ¿Me llevarás?
- Claro que sí. - Cogiendo una botella de agua, se da la vuelta y se encuentra con el bello rostro de Hye. - Volveré para llevarte.
-¿Y luego qué harás?
-¿Por qué tantas preguntas?- Devuelve mirándola con una ceja levantada.
-¿Por qué no me respondes?- Hye lo enfrenta y se cruza de brazos.
- Porque no quiero.
Hye rueda sus ojos y le saca su lengua. A lo que JungKook solo puede reír y llegar hasta ella para abrazarla y alzarla.
-¿Sabes? Has pegado un estirón de la ostia.
- Cuando sea grande me voy a poner linda, ya verás. - Hye abraza a su padre por su cuello y besa su mejilla. - Ya soy grande en realidad.
- Tienes nueve años, no eres grande. - JungKook le niega mientras coge la botella de agua y sale de la cocina. Cuando Hye sonríe con picardía, su padre le dice:- Ni se te ocurra decir algo, Jeon.
- Le sacas la diversión a todo, papá. - La pequeña bufa. - No importa, ya volverás a ser como eras antes.
-¿Y como era yo, según tú?
- Feliz. - Responde con un pequeño puchero.
Eso lo deja helado a JungKook. ¿Cómo su hija podía decir algo así? ¿Acaso era tan obvio?
- Yo soy feliz contigo, Hye.
- Pero no del todo, papá. - Acariciando la mejilla de su padre, sonríe y murmura:- Pero ya verás que sí.
JungKook entrecierra sus ojos al sentirla tan sospechosa, sin embargo prefiere dejar de lado el tema y volver al sofá donde estaba anteriormente. Aún no era tiempo de cenar, por lo que estaría compartiendo un rato con su niña.
Quizás Hye si tenía razón, era feliz pero no del todo. Como dijo antes, no tiene esa felicidad que desea.