WH40K- Pecado y bendición

By ric010804

1K 121 87

Minerva es una Adepta Sororitas como cualquier otra, o al menos eso demuestra en el exterior al resto de sus... More

⚜️El hijo⚜️
⚜️La hermana⚜️
⚜️¿Eres Madre?⚜️
🦠El archienemigo🦠
⚜️La otra hermana⚜️
⚜️Noche de insomnio⚜️
💀El inquisidor💀
⚜️El pequeño campeón⚜️
⚜️¿Paseo por los jardines?⚜️
🦠Horroroso Futuro🦠
🧸Busqueda infantil🧸

⚜️La madre⚜️

421 33 18
By ric010804

Ya hacía tiempo que el transporte nos había traído de regreso a nuestro hogar en Ophelia VII, nuestra misión no había salido bien en lo absoluto, todo cuanto pudo salir mal salió mal. No quedaba más remedio que regresar y relamer nuestras heridas, con la esperanza de que el Dios-Emperador nos de fuerzas para continuar viviendo.

Sigo parada en medio del templo, no me siento capaz de moverme... y tampoco es que quisiese hacerlo. Veo como se llevan a mis hermanas a las salas medicae, otras son cargadas en bolsas para cadaveres... y de otras solo hay restos: desde brazos, alguna cabeza o solo sus placas

Odio esto...

-Minerva... ¡Minerva!- un grito me saca de mi mundo, y volteo a ver a una figura femenina a la cual conozco bien, el velo que cubre su cabello y su armadura gris son inconfundibles -Estas herida, déjame llevarte a la bahía medicae- parpadeo o simplemente suspiro ante esto, no tengo tiempo para ser sermoneada por mi hermana hospitalaria

-No necesito ayuda médica, estoy bien- digo con mi mayor esfuerzo, tratando de sonar lo más segura que puedo... pero sé que falle, mi hermana me conoce, sabe que arrastre las palabras, y la sangre que brota de mi frente no me ayuda -Ayuda a alguien más, solo necesito descansar-

Mi hermana me reprende con la mirada, ahí iba con su sermón de nuevo, del cual ya me tiene harta. No soy una novicia para ser sermoneada por una hospitalaria... -Hermana Minerva, con todo respeto; deje de decir sandeces, y déjame hacer mi trabajo- ella sonrío con un aire victorioso... me es imposible ganar una discusión a esta mujer

Mi hermana hospitalaria me tomó del brazo, envolviéndolo en su cuello y me trato de arrastrar hacia los pasillos que dirigían a la bahía médica. Siento como si los ojos me pesasen... Emperador, dame fuerzas.
Mi hermana solo trata de ayudar... sé que no debo ser tan dura con ella ¡oh emperador, como lo sé! Ella es tan perfecta, es un alma pura en un mar de maldad, sus palabras pueden ser como navajas y como suaves plumas a la vez

-Ahora ¿me dirás que ocurrió?- ella aún me arrastraba, mientras que yo me sentía más cansada, sintiendo como si mis ojos se cerrasen en cualquier momento -Leí el reporte de campo... que los malditos herejes estaban entre las filas del Astra Militarum- aprieto los puños, sinto como la ira recorre mi ser al recordar ese maldito suceso, y me maldigo por ser tan ciega por no haber previsto lo que ocurriría -Hermana Minerva... no debes culparte, nada fue por ti, no podías saber que todo el regimiento– - no podía más, y la interrumpí ahí

-¡Yo debí saber!- gritó, y a su vez siento como el dolor de mis heridas incrementa -Fui yo quien abrió las puertas a los herejes...-

Ella ya no responde, solo me da una mirada lastimera mientras continúa llevándome hacía la bahía medicae, los ojos me pesan y cuando menos me doy cuenta, ya he perdido el conocimiento.

-Mira aquí- la Hospitalaria me dice, mientras yo parpadeo varias veces, veo a mi alrededor sintiéndome desorientada. Estoy sentada en una silla metálica y frente a mí está mi hermana hospitalaria, el lugar está lleno de frascos y kits medicos de emergencia, al igual que hay algunas hojas pegadas en las paredes, esta es la oficina personal de mi hermana hospitalaria, no la bahía medicae. No recuerdo cuando llegamos aquí, supongo que habré quedado inconsciente durante el camino -No presentas hemorragias internas ni alguna contusión de ningún tipo...- mi hermana se acerca con cuidado, y remueve mis guanteletes, tomando mis manos con el cuidado que ella sabe dar -tu agarre es fuerte en ambos brazos, eso es bueno. ¿Sientes algún malestar especifico?-

-... solo estoy desorientada, nada más- digo, mirando a mi hermana hospitalaria, ella suspira soltando el agarre de mis manos. -¿porque me has traído a tu oficina?-

Ella se removió su velo y sus guantes, dejando ver su piel blanca y su cabello rubio rojizo. Sus rasgos son elegantes a la vez que tiernos, y ahora sus pequeñas pecas en su nariz son más notables sin el velo en su cabello.
Mi hermana sonrió mirándome -Pensé que sería más apropiado traerte a un lugar apartado, sabía que no querrías que el resto de nuestras hermanas te viesen en este estado, te conozco muy bien Minerva-

Ella me llamó por mi nombre... era óptimo, nos conocemos desde ya hace mucho tiempo, y no hay nadie más que nosotras aquí. Supongo que la privacidad que otorga la oficina de mi hermana nos puede dar más seguridad al hablar.

-¿Acaso soy tan simple, Olga?- suspiró, sin apartar mi mirada severa de la hermana hospitalaria Olga, ella solo procede a dar una risita graciosa, asintiendo con su cabeza

-Eres como un libro abierto para mi, Minerva. Puedes engañar a todo el mundo, pero no a mi-

Eso es verdad... a medias... oh Olga, si realmente supieras lo que debo ocultar...
Aparto la mirada lo más discreto que puedo, intentando que ella deje de verme tan directamente. -Es lo que tengo que hacer...- susurre de manera imperceptible

Olga seguía sonriendo, levantándose de su silla -Ya he suturado tus heridas mas graves, solo descansa y en unas semanas estarás lista para volver al frente- ella se acercó hacia a mi, y en un gesto de amabilidad que solo es propio de ella, beso mi frente, algo que ella hacía cuando éramos pequeñas para calmar mis miedos -Toma esto con calma ¿quieres? Iré a informar ante nuestra hermana superiora que estarás de baja hasta tu recuperación, descansa estos días y verás que volverás a estar en pie de guerra- su sonrisa desapareció ligeramente, cambiando de una sonrisa alegre y jovial a una sonrisa incómoda y triste -Bueno... te dejaré en paz, hermana Minerva... recupérate, te visitaré siempre que pueda-

El repentino cambio de tono de Olga es inusual, como poco. Cuando ella se va de la sala dejándome sola, busque un espejo de mano que ella guarda bajo su escritorio. Olga es una mujer que se preocupa por verse bien, no fue sorpresa para mí que ella tuviese un espejo, ni me sorprendí cuando me lo confesó

Me miró en el espejo... y entiendo por completo porque ella cambió su actitud.
Mi cabello blanco ha perdido tinte desde la última vez que lo teñí, que ya fue hace varias rotaciones planetarias, sin olvidar el hecho de que ha crecido bastante. Mis ojos azules han perdido color, mi piel esta demacrada por la falta de un baño en condiciones, y aunque Olga limpió mi rostro lo mejor que pudo, la piel muerta está muy pegada a mí para quitarse fácilmente. Lo peor de todo es la herida en mi cuello, que se eleva hasta mi barbilla, un recordatorio que se convertirá en una nueva cicatriz que me seguirá hasta mi ultimo día

-Dulce Emperador... por favor, que el no se asuste al verme así...- susurre, bajando la mirada y apartándola del espejo...

Me doy asco.

Me tome mi tiempo para darme una larga ducha en los baños del templo, estuve tanto tiempo bajo el agua que mi piel se encogió, tanto tiempo que hasta el sol de Ophelia VII había caído, acercándose el ocaso. Mi tiempo fuera del planeta desorientó por completo mi percepción del tiempo, aquí anochece mas pronto de lo que recordaba.

Cuando salí de la ducha, até mi cabello en una coleta, ya que es el único peinado que sé hacer, Olga es quien suele peinarme cuando mi cabello crece de mas, y normalmente mi cabello es corto.
Al llegar a mi habitación no puedo evitar suspirar, esta tal cual la había dejado al irme, incluso parece mas arreglada.

Me desprendo de mi armadura con cuidado, y la guardo en un compartimento especial que está frente a mi cama. Me coloque una túnica roja con unas botas cafe.

-No puedo salir hasta que me recupere...- chasqueó la lengua, no pienso seguir esa sugerencia -Y una mierda...-

Salí de mi recámara, siendo invadida por mis propios pensamientos. -Cruzar el pasillo oeste hasta llegar al final...- sigo las indicaciones que repito en voz baja, ya he hecho este recorrido un millón de veces -Baja las escaleras hasta la sección 3B- creo que ya es algo interiorizado el repetir esta rutina, me hace sentir segura de que no me estoy perdiendo -Caminar por los pasillos hasta la sección restringida, y entrar en la última puerta- entre mas me adentro hacia este lugar, me encuentro con menos de mis hermanas, hasta que finalmente solo escucho mis propios pasos -seguir los conductos hasta el ala antigua...- finalmente llegue.

Esta zona fue abandonada hace mucho tiempo, esta lo suficientemente alejada para que nadie venga a curiosear. Solo los servocraneos pasan de vez en cuando en sus rotaciones, pero mas allá de eso nadie viene aquí. Delante mío hay una puerta metálica, que se abre hacia arriba con un mecanismo el cual no requiere de un servidor, no entiendo o comprendo en lo absoluto el funcionamiento del mecanismo, pero resulta funcional.

Suspiro y pulso una serie de botones en un panel al lado de la puerta, que tras unos segundos se abre por si sola.

Ahí estaba, medio dormido sentando frente a la puerta, pero cuando escucho la puerta abrirse fue como si el cansancio abandonara su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos, él sonrió levantándose rápidamente y saltando a mis brazos, aferrándose con sus pequeños brazos en un abrazo... creció un poco la última vez que vine... Emperador... no... no me perdí su cumpleaños de nuevo... ¿no?

-¡Mamá, por fin has vuelto!- su tierna voz me estremece el corazón, hacía tiempo que no lo oía... solo el Emperador sabe como lo extrañe -Pensé que no ibas a volver... ¡pero siempre vuelves!-

Se forma un nudo en mi garganta, y aunque siento una incapacidad enorme, abrazo a mi niño... a mi hijo, cargándolo con cuidado en mis brazos -Yo... yo siempre vendré por ti...-

Aunque no siempre estoy aquí, aunque la mayor parte de mi tiempo estoy al límite entre la vida y la muerte... quiero esforzarme por el, el regalo que el Dios-Emperador me otorgó... mi pequeño Luther.











































Cuando una hermana de batalla queda embaraza, o se relaciona con alguien, el niño que nazca como resultado de la relación será separado de su madre y será enviado a la Schola Progenium, donde será entrenada para ir a una Orden militante (de ser niña) o será preparado para ser un inquisidor o comisario (de ser niño)

Las Sororitas no tienen prohibido el relacionarse sentimentalmente, pero deben recordar que su deber con el Dios Emperador va primero que su pareja o familia.

La mayoría por lo general elige no embarazarse ya que esto interfiere con su labor, y las que si terminan embarazadas dan al infante al Ministorum, para jamás volver a saber de su bebé.

Hasta ahora no ha habido reportes de hermanas que deciden quedarse a su infante... 'hasta ahora'

Quiero hacer una serie de capítulos mas o menos cortos, algo mas "wholesome" por así decirlo.
¿Una temática familia secreta en la que una Sororita tiene un hijo secreto, el cual mantiene oculto? Tiene potencial.

Los capítulos son cortos ya que va a ser una serie de actualización rápida (esperemos)

Minerva tiene 31 años
Olga tiene 32 años
Luther tiene 10 años

AVE IMPERATOR

Continue Reading

You'll Also Like

4.7K 209 30
Aqui encontraras la informacion de todos los aliens, si fueran parte del mundo Pokemon. mas informacion en las aclaraciones. Serie creada por mi. Ben...
4.7K 208 8
Las mujeres más fuertes del mundo no pueden evitar sentirse atraídas por el campeón de Alola así que arman una estrategia para deducirlo y compartirl...
1.1K 97 22
Un chico de 21 años vivía una vida tranquila, oh eso creía ya que su vida eran mentiras, ya que su novia siempre le fue infiel y su familia ah su año...
17.7K 1.2K 24
Derechos de autor a Snipster