EL RESPLANDOR DE LAS MARIPOSAS

By RenRobsal

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Antonella ve un monstruo que la atormenta. Después de un cuidadoso análisis, el psiquiatra desarrolló algunas... More

VEO A UN MONSTRUO
RUMBO AL COLEGIO
UN TERRIBLE ACCIDENTE
OLIVER Y JACOB
PELIGRO
DEMENTE
ROTURA (EL VACÍO Y LA NADA)
LA LUZ DE SU MIRADA
CORAZÓN AFLIGIDO
MIS MOMENTOS PERFECTOS
MONSTRUO BIPOLAR
DOLOR

EL COLOR DE SUS OJOS

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By RenRobsal

En el mundo existen muchísimos colores. No puedo precisar cuántos son, pero tengo conocimiento de que con las mezclas de colores primarios y secundarios alcanzan una miríada casi inagotable. Tantos colores, tanto deslumbramiento, tanta iluminación y tanta hermosura no han podido resplandecer mi alma a través de una desmesurada correspondencia. Con mi suerte atroz, quizás, en un momento de fatal desconsolación y desdicha recurrente de mi inhumana y cruel vida. Me he de encontrar cara a cara con el mismo arco iris, que con fulgor incesante y orgulloso proceder, presumirá frente a mí con aires de pretenciosa arrogancia sus brillantes y elaboradas tonalidades.

En una ocasión con mis témperas hice un experimento de mezclar negro con blanco, de dicha mezcla salió el color gris. Aquellos son los colores habituales que usualmente reconozco.

Dichos colores que mencioné son los que significan algo para mí. El negro del vacío y el blanco de la nada. Tengo aquellos dos colores guardados en mi interior. Acontece, que como ya es rutina, los colores que yacen dentro de mi cuerpo se mezclan y el color que sale de entre aquella mezcla es el color gris. El color gris, es el color que reluce en mi exterior.

Un día, navegando en el buscador de Google, encontré lo que estaba buscando, acerca de que significa una vida gris. Ahí se encontraba escrito, que una vida gris es una vida infeliz que termina por consumir nuestros mejores años.

En incontables ocasiones mis años se han vuelto una pesadilla, uno de mis pasatiempos más queridos son cuando quedo postrada en mi cama.

Dormir, para mí es similar a morir y hablando con la suma verdad, a mí me fascina morir todos los días. Tengo teléfono móvil, pero existen ocasiones en que cuando veo vídeos, mi mente se aleja. Para mí es algo como ver y no ver, escuchar y no escuchar, sentir y no sentir nada. Aparecen momentos tan perturbadores en mi vida que me cuesta mantener una concentración estable.

Para muchos, pensar en la muerte les resultará desalmado, pero en mí se presenta como una cuestión natural. La Parca camina a velocidades inimaginables. Cada día con su hoz marca una arruga en un jóven que a simple vista no resulta visible, pero yo asumo que detiene el tiempo para poder seguir marcando arrugas en cada cuerpo existente, día tras día, sin detenerse a descansar y cuando ya le resulta atractiva la arrogancia e insensatez de un ser humano, con su guadaña desprende su alma. De forma muy similar como cuando una fruta está madura y se encuentra lista para poder ser cosechada. La forma en que se alimenta la Parca es cuando logra desprender el espíritu del cuerpo. El miedo de cada ser humano, en la señora muerte arroja un dulzón en su boca, en cambio, la falta de miedo le da un astringente sabor en sus labios.

Aquel estigma mental que muchos prefieren evitar y que no quieren que se cruce por su mente, aquel designio violento y desapacible resulta inevitable. Aquella ingobernable, descarada, indomable e insufrible señora de la muerte, no se deja dominar por nadie.
No tiene compasión con los débiles que le temen tanto y que están dispuestos a hacer lo que sea para que comprendan sus tiempos de subsistencia, que para cada uno resulta tan valioso, pero para la señora muerte, tu vida no significa absolutamente nada.

Señores del multiverso, si ustedes son aquellos que tienen dinero en extrema abundancia, y también gozan de una salud revisada por los mejores médicos de todo el mundo multiversal. Estoy convencida que aquellos sabios de la salud les han dicho que tienen una larga vida, ellos necesitan que creas en sus sabiendas palabras. Pero les diré lo que acontece, Ahí, resulta que la señora muerte les va a inculcar el miedo necesario y les va a acelerar el corazón para que tengan temor de morir. A ustedes les va a costar desprenderse de sus comodidades, sus lujos, el exceso, la vanagloria y la gobernabilidad con sus inferiores. Aún, con tanta riqueza que poseen les tengo una muy mala noticia, van a poder comprar casi todo, es verdad, pero jamás de los jamases van a poder negociar con la señora muerte. A ella no le va a interesar ninguna propuesta que quieran hacerle, ya que para ella solo eres comida y con la comida no se juega.

Mis días se vuelven una eternidad. Mis horas no tienen tanto valor. Mis segundos son lo único valioso.

Por ocasiones mis momentos felices no lo siento como si fueran horas, ni días, se vuelven como segundos. Aunque no lo fuese, lo siento así. Seres del multiverso, ustedes seguramente creen que soy una exagerada, tonta, o demasiado despistada, no puedo responder a sus preguntas. No puedo ni siquiera saber cómo son, que color tienen, no sé si son hombres, mujeres, niños o extraterrestres.

No sé cómo son sus apariencias, pero seguramente ustedes son seres tan maravillosos que tienen algo de vida, quizás lo más seguro es que sean normales, o quizás no lo sean tanto ya que saben leer mentes, no lo sé, pero de algo puedo estar segura es que quizás son especialistas en diversión y entretenimiento. Quizás duermen ocho horas sin medicarse o quizás se drogan para volar y poder sentirse felices más no para poder curar una enfermedad o un dolor.

¿La pregunta que constantemente me hago, es qué son realmente ustedes, seres del multiverso? No sé lo que sean, pero si tienen una buena vida, lo tienen todo. Yo no tengo tanto como ustedes, pero sé que llegarán días mejores. Estoy convencida que el mejor día de mi vida será cuando deje de existir.

He visto el color de las flores y no me llaman mucho la atención, son bonitas lo acepto, pero para mí es como si no tuvieran tanto color, así lo tengan, me cuesta mucho poder sacar el extracto de sus bellezas. Allí también están otros colores que no tengo, ni nunca tendré, aquellos colores son los que si puedo ver con suma claridad, son unos colores que admiro mucho y que solo he visto en las mariposas. Mis seres favoritos tienen los colores más hermosos del mundo, se han robado los colores de la naturaleza, de los tintes, del cielo, del agua, de las nubes, de las piedras, de las montañas, de los árboles. Las mariposas son seres celestiales, seguramente tienen que ser una especie de ángeles para traer paz al mundo. Tienen gloria, tienen nobleza. Tienen un resplandor fulgurante que me atrapa. Tienen una luz que ilumina todo mi interior.

Les comento, seres del multiverso, que tras toda esta conversación que he tenido con ustedes, he escuchado al viento decir. Bla, bla, bla. Bla, bla, bla, el bla, bla, bla, no se detiene, me sigue murmurando.

Acontece que ahora mismo estoy viendo a uno de los duendes que se aloja en las ruedas de mi cerebro. Aquel duendecillo de gorrito rojo y puntiagudo con espesa barba blanca alrededor de su cara, resulta molesto. ¿Por qué está molesto? No lo sé, si yo no le hecho nada. No comprendo su hostil comportamiento.

Ahora mismo está zapateando en mi cerebro con sus botitas rojas y puntiagudas de tacón. Mi cerebro suena como tablas de madera. Con la punta de su botita martillea, hace sonar mi cerebro de forma constante, no entiendo lo que me trata de decir. Él ahora sujeta su cintura con ambas manos y luego señala algo con su dedo índice, tuve que mirar lo que me señalaba porque si no ese duendecito cascarrabias va a hacer sonar sus botitas de nuevo en mi cerebro y luego me va a ocasionar un gran dolor de cabeza.

Cuando miré que quería que viera el duendecito pude observar a la doctora del departamento medico del colegio, y resulta que ella es la que está diciendo, bla, bla, bla. Bla, bla, bla, por repetidas ocasiones repite las mismas palabras y hace gesticulación constante con sus manos.

-Antes estaba convencida que se trataba del viento.

Ahora estoy viendo al duendecillo que me chifló. Este puso su rostro rojo de tanto coraje, esta vez está saltando muy enojado, ¿Qué le pasa? ¿Por qué no puede controlar su temperamento? Yo creo que debería de casarse con las duendecitas que he visto pasar por allí, la gran mayoría son nalgonas y muy coquetas.

Este pequeño ser me recordó al gruñón de Blanca nieves, es muy similar, se rastrilló la cara con los dedos de su mano derecha y nuevamente señaló algo con su dedo índice exigiendo para que mire. Así pude ver nuevamente a la doctora que esta vez por fin dejó de decir: bla, bla, bla y ahora sí al fin pudo decir algo coherente, me dijo: si entendiste cariño.

Yo la quedé mirando fijamente y le dije que sí, pero no dijo nada entendible, como le voy a entender, solo dijo, bla, bla, bla. Creo que se descompuso. Una vez la nevera de la casa se descompuso y mamá la puso afuera del umbral para que los chatarreros se la llevaran, en este caso no puedo hacer lo mismo con la doctora ya que no es legal.

Ella me extendió su mano y me dio un medicamento verde. Aquella cápsula la conocía muy bien, se trata de Semeprafina. Esas cápsulas me relajan a tal punto que mi corazón y mi mente sienten una sobredosis. Es como si estuviera tomando, Red Bull, aquella bebida energética dice una propaganda que te da alas. Para hablar con la verdad, no he tomado Red Bull. O para ser más sincera, es cómo si estuviera inhalando cocaína. Uff, Perdón niños del multiverso por pensar eso, se me salieron esos pensamientos por accidente. Aunque antes también mencioné las drogas y ni siquiera les pedí disculpas. Perdón, lo siento mucho seres del multiverso. Mi cerebro está en constante reparación. Veo a los duendecitos trabajar de forma incansable para que mi cerebro ya no tenga más desperfectos. Un duende señaló con su dedo índice dos ventanas ovaladas de cristal y al mirar tras aquellas ventanas pude ver una masa blanca y arrugada que se movía de arriba a abajo y de lado a lado, también escuché un sonido que se oía como toc, toc. Entonces, con mi cerebro ya estando reparado vi a la doctora que estaba tronando los dedos delante de mis ojos.

Ya volviendo en sí, completamente renovada, ingerí la cápsula y la doctora me sirvió un vaso con agua. La doctora que ni siquiera sé su nombre se despidió de mí diciendo; hasta luego cariño, si te sientes mal no dudes en visitarme.

Yo asentí solamente. Al salir del departamento vi a mi tío Oliver, me dio un abrazo y yo lo abracé con todas mis fuerzas.

-¿Cómo te sientes? Me dijo.

-Le respondí, bien.....

Mi tío, con su brazo izquierdo abrazó mis hombros, yo rodee su espalda con mi mano derecha para asentarla en su cintura.

-Atravesamos la puerta del colegio hasta llegar al auto.

Mi tío me abrió la puerta del copiloto, ahora sí se portó como todo un caballero. Hizo lo mismo que mi Jacob giró en U por el lado del frente. Se sentó en el asiento del piloto con suma delicadeza, le dió vuelta a la llave y encendió el motor, entonces partimos lentamente.

La doctora me dio un papel, pude observar dicho papel que tenía en mis manos, se trataba de un permiso de siete días.

No entiendo por qué me dio tanto permiso médico si yo me siento muy bien de salud.

Mi tío me llevó rumbo al hospital Washington. Pude sonreír, miré a mi tío y me dijo. Te noto muy felíz. Yo le dije que sí estaba muy feliz.

No podía estar más emocionada ya que íbamos a ver a mi mamita, eso me llenaba de tanta bonanza.

Me alegro que te encuentres feliz, me dijo mi hermoso súper héroe, el camino se me hizo corto. Vi los cielos despejados en esta época de primavera donde en ocasiones existen lloviznas fugaces. El ambiente estaba tachonado de colores, se hallaban innumerables árboles con hojas rosas, el pasto de los montes verdes, por está ocasión los estaba viendo muy verdes. Sentí una sensación de paz profunda ya que disfrutaba de colores que antes me resultaban imposibles de poder admirar. Veo a gente sonreír, y también veo a una niña pequeña blanca llorar porque su hermanito rubio la golpeó con un barquito de juguete en la cabeza. La mamá blanca con cabello negro le quitó el juguete al niño y le estaba dando una reprimenda de lo más exigente.

Este camino lo conozco de memoria. En esta transición mi corazón latió con fuerzas porque pude ver colores hermosos pasar frente a mis ojos, las mariposas embellecieron mi alma. Iluminaron mi interior lleno de oscuridad. Acto seguido el camino ya no siguió su rumbo ya que llegamos al hospital.

Salimos del auto para llegar hacia la entrada del hospital Washington. Las baldosas eran de colores cremas, las paredes estaban pintadas de un blanco hueso. El pasillo principal era muy ancho, así, tras dar apresurados pasos, dónde se encontraba muchísima gente extraña con rostros cansados y tristes. Entonces aconteció que después de continuar el intenso recorrido de ese hospital que tenía la inmensidad de un centro comercial, al fin Llegamos a la sala principal donde se encontraba mi mamá. La habitación tiene una inscripción por fuera. 426, allí afuera se encuentra una amiga de mamá que se había comprometido a trasnochar por mamá, las amigas de mamá la quieren como si fueran familia.

Hola Antonella me dijo la señorita morena de gruesa contextura. Hola Charlotte, le respondí con una sonrisa de auténtica felicidad. Ella me dio un abrazo y no me quiso soltar, yo quise rodear su cintura hasta cerrar mis manos, pero mis manos no se cerraron ya que ella era un poco robusta, aquel instante pareció como si fuésemos novias.

Lo siento tanto, lo que le pasó a Michelle fue horrible, me dijo. Pero hoy se va a casa, hermosura. Yo miré sus ojos negros y solo le brindé una sonrisa de alegría no fingida. Puesto que sí me sentía extremadamente feliz.

Voy a ver a mamá, le dije. Ve corazón, me dijo Charlotte.

Al entrar a la habitación donde se encontraba el amor de mi mamá, su sonrisa iluminó mis ojos, yo corrí a abrazarla. Le di un beso en su mejilla izquierda, luego le di otro beso en la mejilla derecha y la seguí besando en la frente y en diferentes partes de su rostro sin poder detenerme.

Tengo morados mis cachetes, bebé. Están lastimados. Me dijo mi mamá.

No importa, yo te curo, le dije y no me detuve en seguir besando sus cachetes lastimados. Al menos la hice sonreír.

Aconteció que cuando tuvo el accidente la bolsa de aire no obtuvo el efecto de activación. Su nariz se metió por una de las aberturas del volante por aquello no sufrió daño pertinente, pero ambas mejillas y frente fueron impactados de forma horrenda. Quedó soñada, pero sobrevivió, mamá no maneja a tanta velocidad, eso le salvó la vida.

Luego de llenar de besos su frente y mejillas, le di un abrazo, no podía contenerme, el tenerla al lado mío, me ponía muy feliz.

No crees que ya fueron muchos besos y muchos abrazos. Me dijo.

Que tremenda insensatez, como se atreve a decirme algo semejante. Así que no dudé en responder y le dije que nunca serían suficientes los besos y abrazos que le debo.

Mi deuda para con ella en besos y abrazos. Eran muchísimos y le dije que le debía 1 trillón de besos y 1 trillón de abrazos.

Jamás podrás pagar tantos besos y tantos abrazos, me dijo..
Yo le dije que en esta vida quizás no, pero en la otra vida tenía que seguir pagando mi deuda.

-Mi chica bella, me dijo.

En aquel instante le pregunté si podía asentar mi cabeza en su hombro izquierdo. Me respondió que sí.
Así me quedé con la cabeza en su hombro, me acomodé en su cama y le dije gracias mamita por ser tan hermosa conmigo.

Gracias a ti mi bebé por darme vida me respondió..

Con mi mano empecé a sobar sus cachetitos lastimados, ella besó la palma de mi mano por incontables ocasiones. Ahora yo te debo un trillón de besos en las palmas de tus manos. Me dijo. En aquel instante llegó el médico y me dijo que ya había autorizado el alta.

Después de un rato llevamos a mamá al auto en silla de ruedas, Charlotte nos acompañó, se despidió de ella dandole un abrazó y un beso en sus mejillas. Mañana te iré a visitar a tu casa, le dijo, mi mamá asintió, y le dijo; te espero con ansias.

Luego mi tío Oliver la trepó a mamá en la parte de atrás del auto. Yo la iba sujetando con mis abrazos. Tenía posada mi cabeza en su hombro izquierdo. Mamá recostó su cabeza en la mia; no quería que se acabara aquel bello momento que significaba algo tan valioso y significativo para mi vida.

En aquel momento fuimos a la escuela Barrington para pasar recogiendo a Demarco. Aún no era su hora de salida, sin embargo mi tío Oliver pidió permiso para retirarlo. Mi hermanito Demarco saludó a mamá muy emocionado y tuve que decirle; no la estrujes porque está delicada de salud. ¿Qué, no te das cuenta? Vete adelante, fantasma. Mi mamá me dijo; no le digas así a tu hermano. A él le gusta. ¿Sí o no que te gusta que digan, fantasma? Le pregunté y el afirmó con su cabeza. Tengo la sospecha de que lo estás amenazando para que acepte tus palabras; dijo mamá.

Al llegar a casa, Deion recibió a mamá con esa sonrisa de hipócrita. Mamá le dijo, mis amigas durmieron conmigo para atenderme. Mi hermano durmió en el hospital para atenderme, mi hija Antonella durmió en el hospital para atenderme, hasta tu mamá estuvo en el hospital para atenderme. Mi hijo demarcó estuvo en el hospital para atenderme. ¿Y mi marido? Dónde se encontraba mi marido? Mi marido se esfumó, desapareció. Solo te vi una maldita vez. Una maldita vez, y tu presencia me resultó tan innecesaria.

Mamá estaba súper molesta, siempre vi a mamá muy feliz, aún cuando se enojaba solo salía miel de sus labios, pero en este preciso momento por primera vez la vi tan furiosa que salió hiel de su boca, estaba súper enojada con Deion, fue el espectáculo más maravilloso que mis ojos jamás creyeron presenciar, mamá seguía recriminando cosas a Deion.

Deión le dijo a mamá, ya cariño, yo solo estaba en casa para cuidar de mis hijos. Yo siempre quise que todo estuviera en completo orden.

Deión no sabía ni que decir, la quiso besar, pero mamá rechazó sus repudiables y asquerosos besos. Mamá seguía persistente en seguir discutiendo. Así que luego logré escuchar lo que le dijo, vete, no te quiero volver a ver.

Yo he estado cuidando de Demarco; dijo Deion a mamá. Yo estaba atendiendo a tu hijo, lo quiero como mi hijo, cariño, a Antonella la amo como a mi propia hija, y también la he estado cuidado con cariño, no te pongas así. Tú sabes que te amo y nunca te voy a dejar de amar. Dijo el psicópata de Deion.

A veces pienso que no es así. Dijo mamá. Yo estaba emocionada porque mamá lo iba a votar de la casa.

Pero de repente todo cambió cuando el maldito empezó a llorar con abundantes lágrimas y le dijo a mamá. Siempre he querido lo mejor para ti, amor, pero te has vuelto tan egoísta y has menospreciado todo este amor que te tengo. Te amo tanto que daría mi vida por ti, porque te portas así, porque me maltratas. Soy un hombre de fe, estuve de rodillas ante Dios por horas para pedirle que te cure y Dios en su infinita misericordia ha escuchado mis plegarias, mis recurrentes lágrimas han tocado su corazón, yo le agradezco al Dios Todopoderoso por haberme concedido tan enorme milagro de tenerte de nuevo junto a mí, mi hermosa y adorada esposa.

Estaba rogando que mamá no ceda, estaba suplicando que mamá no sea débil. Entonces le dijo: en serio que me amas y ahí todo se fue al carajo, cuando Deion le dijo a mamá, nunca te he dejado de amar. Eres la única luz que alumbra mi vida, corazón. Entonces Deion empezó a enjugar sus últimas lágrimas y luego fingiendo estar adolorido se fue para encerrarse en su habitación.

Al día siguiente mamá estaba en la cama, me dijo, ven cariño siéntate a mi lado. Yo me senté a su lado, yo misma le había preparado el desayuno y dijo que le había gustado muchísimo. No sé si me estaba mintiendo, pero según el médico, ella tenía que consumir alimentos bajos en sal, azúcar y grasas, según por unos exámenes que le había hecho tenía elevado el colesterol, el azúcar y ciertos desperfectos más que me cuesta recordar.

Cuando mamá me dijo que me siente a su lado la quedé mirando fijamente y ella me dijo: que hay entre tú y Jacob.

Yo me quedé con la boca cerrada en un principio, luego le dije, nada, solo somos amigos.

Segura que son solo amigos. Yo asentí y desvié la mirada de sus hermosos y despampanantes ojos oscuros.

Mamá me dijo: tienes que decirme la verdad. Y entonces después de quedarme muda por varios segundos, le dije, nos besamos.

Mamá me quedó mirando y me dijo: con que se besaron. Entonces es tu novio oficial.

-Le dije, ¿estoy castigada?

Si, me dijo mi mamá, por supuesto que estás castigada y por eso mañana vas a ir con Oliver para sacarlo de la cárcel.

¿Y cuál es el castigo? Le pregunté, ¿qué, acaso tengo que decirle que no voy a volver a verlo nunca jamás?

No, ese no es el castigo, el castigo es que vas y lo besas de nuevo. Si él te hace feliz, no puedo interrumpir la felicidad de mi hermosa hija.

Yo arrugué mi frente y le di un abrazo a mamá y mi sonrisa se ensanchó, más o menos como treinta o cuarenta metros en mi cara. Ella me dio un beso en la frente y nos quedamos abrazadas por un largo rato, la cama de mi mamá era de tres plazas, entonces me hizo una propuesta que no me pude resistir.¿Quieres dormir conmigo esta noche? Me dijo y yo le dije que por su puesto que sí.

En la noche nos acostamos hasta tarde jugué al Jenga con mi tío, con Demarco y con mamá, luego llegó Deion para querer jugar con nosotros, pero mamá le dijo que no, que solo quería jugar con nosotros. Me puse extremadamente feliz, vimos televisión por unas cuantas horas y de repente llegué a tener una concentración absoluta, ya que antes cuando veía televisión, mi mente se iba para otra parte, pero aquel momento que estaba teniendo eran tan hermoso, me dió una sobredosis de felicidad y aquello sepultó por unos instantes las derrotas recurrentes de mi memoria. Estábamos viendo una película de terror: El Conjuro 4. Mi mamá se cubrió los ojos en diferentes escenas y Demarco dijo, ¿mamá, puedo dormir contigo? Mi mamá le dijo: yo te dije que te fueras a la cama ya que esa película no es para ti. Pero está bien, aquí en esta cama de tres plazas creo que sí entramos, aunque apretados, pero no importa.

Al amanecer fui con mi tío hacia el penitenciario Nelson Mandela. Mi tío paró el auto fuera del penitenciario que tenía mallas plateadas. Gracias a Dios que siempre ando con mi cartera donde tengo mi cédula de identidad. Fuimos hacia la garita, el guardia que estaba sentado en un sillón mecedora color negro nos pidió información de hacia dónde nos dirigíamos. Mi tío Oliver dijo, venimos a retirar a Jacob Davis.

El guardia vetusto de tez blanca se rascó los huevos. Fue un momento incómodo parece que esas ciruelas pasas necesitan repuestos. Presente los documentos, le dijo el vetusto a mi tío Jacob. Mi tío entonces le presentó varios documentos.

Aconteció despues de pasar buen rato allí de pie, el señor vetusto dijo, vaya hacia la celda 802. Camine largo por este pasillo al fondo gire hacia la derecha y la celda tiene números de ahí vaya mirando el número.

Mi tío agradeció y el guardia le dijo a mi tío, pero casi me olvido que antes necesitan ser revisados, es protocolo.

Un guardia revisó a mi tío tocando por todas partes de su cuerpo.

A mí me revisó una guardia mujer pelirroja y esta pelotuda, morbosa hija de puta me sobó el culo.

Dije pelotuda señores del multiverso, aunque no he vivido en Argentina salieron mis raíces gauchas a la luz. Pero todo esto aconteció porque mi tío Oliver recién me acababa de enseñar un vídeo en Tik-Tok acerca de como hablan los Argentinos. Luego me enseñó otro vídeo donde el Presidente Miley dijo: " No hay plata".

Estaba tan enojada con la guardia que le dije: ya es suficiente, no cree, no tengo nada malo en mi cuerpo.

No, claro que no tiene nada de malo. Me dijo ella.

Si entendí la indirecta. Pensé en decirle a mi tío acerca de lo que hizo esta perra. Pero decidí mejor hacer silencio.

Aún falta por revisar; dijo ella. Después me volvió a clavar su intensa mirada.

Dejé que revise su bolso, me dijo, así que revisó mi bolso beis y solo traía en él. Mis llaves, documentos, lápiz para delinear los labios, esmaltes de distintos colores. Un peine, rime, corta uñas, pinza para depilar cejas, espejo, pañitos húmedos. Cosas básicas que traemos todas nosotras. Ella revisó mi bolso como si tuviera millones de cosas allí, revisaba todo de forma tan flemática y minuciosa que me resultó tan incómoda. Cada vez que revisaba algo me miraba fijamente hacia los ojos.

Luego me dijo que estaba todo en perfecto orden. Me sonrió y yo le templé una mirada asesina.

Iba con mi tío caminando a su ritmo, pero él caminaba muy rápido a mi parecer. Se me adelantaba a cada rato. Parecía como si se avergonzara de mí. Le dije: tío será que me puede esperar, no va solo.

El me dijo: lo siento, es que me cuesta caminar con tanta lentitud. Entonces correspondí refutando sus palabras. Pues le toca acostumbrarse. Yo camino como tortuga.

Está bien, camino a tu ritmo mi querida sobrina. Así ya no se adelantó más.

De repente se escucharon los chiflidos que iban dirigidos hacía mí.

Suegro, le decían a mi tío esos hombres horrorosos. Mamita me decían a mí esos sinvergüenzas. Yo no miraba a nadie, solo veía de frente. Al llegar a la celda mi amado Jacob le templó la mirada a mi tío y no le dirigió la palabra. Mi tío Jacob tan solo me dijo. Yo te espero en el pasillo.

Un guardia me abrió la puerta de la celda y yo entré, el estaba hablando por teléfono con alguien. Después el guardia entró a la celda y le dijo a mi Jacob, eres libre, recoge tus cosas.

Jacob me miró con el rostro iluminado y yo me sentí muy feliz de tenerlo de frente. Jacob me abrazó y el guardia me dijo. Nada de besos.

Ese guardia maldito me cortó la inspiración de robar a mi amado un dulce beso, como se atreve, casi tenía pensado en besarlo a él. Apuesto que si yo le diría a ese guardia asqueroso que le iba a dar un beso ya no diría que estaban prohibidos los besos. Ahí, al final si podían cambiar las reglas del juego.

Jacob recogió unas cosas. Ropa que le había traído mi tío.

Yo me le adelanté antes que dijera algo y le dije: perdóname, quise venir antes a visitarte, pero tuve un pequeño inconveniente. Prometo que luego te contaré, te extrañé mucho.

No te recrimines, no estoy molesto, me dijo mi amado. Estoy muy feliz de que hayas venido a verme.

Mi Jacob me obsequió su hermosa sonrisa que solo había visto en modelos de revistas, después me quedé concentrada en sus hermosos ojos cafés, tenían una iluminación como linternas de 100.000 lúmenes. Sus ojos hermosos alumbraron mi corazón y lo encendieron con un fuego tan ardiente, mi corazón se estaba quemando de forma tan innatural que comenzó a tener palpitaciones de forma desmesurada. Mi tío iba caminando más adelante. Los presos gritaban vulgaridades para que yo me ofendiera, pero yo no tenía tiempo para fijarme en tales trivialidades ya que iba con el amor de mi vida al lado mio.

Así, después de una una última revisión la pelirroja mal nacida otra vez me tocó el culo y me dijo chao.

Mi tío se adelantó por un corredor afuera llegando a la salida el auto se encontraba hacia la derecha y en una esquina le dije a Jacob. Espera.

Él se detuvo. Entonces le dije: mi mamá me dijo que te diera algo.

¿Qué cosa? Preguntó mi Jacob.

Un beso. Le respondí.

De inmediato nos besamos de forma tan apasionante como si fuésemos perros hambrientos que nos fueran a quitar la comida, mis labios se combustionaron. Sus labios ardientes encendieron en mí una pasión tan intensa que se me subió la bilirrubina.

-De repente, alguien dijo carraspeando. Ujum.

Era mi tío que echó agua a nuestro ardor intenso.

A continuación mi tío me dijo: espera en el auto sobrina que voy a conversar con Jacob un momento.

Yo fui obediente y mi tío le estaba dando una reprimenda a mi Jacob, pero en esa discusión yo no me podía meter ya que a mi tío le tengo un inmenso cariño y respeto, para decir la verdad en ninguna discusión me puedo meter. Alrededor de la cárcel no había mucho que admirar, podía ver lugares desérticos. Así que puse a bajo volumen una música de la joven cantante, Anya Taylor Joy. "Shake It Off". Tras un momento de expectación enfocada en el vídeo musical a través de la pantalla táctil del auto, luego desvié mi atención a mi Jacob y ahora él está hablando por teléfono, me pareció escuchar que dijo, ya mamá. Estaba hablando con su mamá, seguro que le estaba dando tremenda regañada.

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