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— Jungkook.— el nombrado se tensó visiblemente, podía saber de quién era esa voz que siempre lo persiguió hasta en sus pesadillas. Enseguida se disculpó con los Lee y después volteó hacía el origen de todo sus males.
— Bruja, padre.— saludó el alfa a sus progenitores. Nayeon tuvo que contenerse para no darle un fuerte golpe en la cabeza a su hijo, estaban en público. Después se encargaría de sacarse todas las que le había hecho ese mocoso.
— Habla con respeto a tu madre, cachorro ingrato.— habló la mayor cruzando sus brazos y soltando un suspiro— ¿Sabes de qué me enteré?— cuestionó indignada— Ni siquiera mi propio hijo pudo decirme que voy a ser abuela, lo supe por terceros y por sí fuera poco, en ésta estúpida fiesta.
Jungkook solo sonrió de manera tensa, quería gritar e incluso decirle a la vieja bruja que nunca tuvo pensado decirle, pero eso solo haría que se ganara una gran paliza, si no era que ya se la había ganado.
—Felicidades, hijo.— habló esta vez la voz de la razón; Eunwoo, quien era un omega bastante tranquilo y muy buen estratega.
— Tendremos una pequeña charla mañana— mencionó la alfa— Por cierto, nos quedaremos en el palacio una temporada.— Y ahí estaba lo que más temía, ahora tendría que aguantar al rey demonio bajo su techo una vez más.
—Puta vida.— murmuró por lo bajo hastiado, de verdad estaba tentado a tirarse por el balcón más cercano que encontrara.
(...)
Taehyung se dió vuelta al sentir como alguien se acercó por detrás, se acercó a la orilla del balcón y miró con el ceño fruncido al desconocido. No obstante, sus ojos se abrieron con sorpresa cuando esa persona se quitó la bufanda que le cubría gran parte del rostro y también se quitó la tela que cubría su cabeza.
—¿Ma-mamá?— el castaño sentía que miraba un fantasma, era ella... Su rostro se veía más joven de lo que recordaba, más cuidado y pulido.
— Taehyungie.— ella se acercó para envolverlo en un abrazo teniendo cuidado al notar el bulto en su panza—Te extrañé tanto, mi pequeño.
— M-mamá...— Taehyung la abrazó de vuelta con algo de fuerza, se sintió tranquilo cuando olfateó un aroma suave que salía de ella, era cálido, reconfortante, y seguro.
Él también había extrañado un abrazo de ella así— Y-yo... Te eché mucho de menos, siempre quise volver a verte.
El menor no pudo evitar que sus ojos se cargaron de lágrimas que enseguida rodaron por sus mejillas, ¡Estaba abrazando de nuevo a su madre, después de tantos años!
Parecía irreal.
La mayor acarició su cabeza con suavidad, pasando sus dedos por sus rizos de forma cariñosa.
—Lamento no venir antes, pero tu padre odia a los Jeon y nunca me dió permiso de visitarte.— la omega mayor se separó levemente para mirarlo, quitó con cuidado las gotas saladas que mojaban las mejillas de su hijo y sonrió— Noto un cambio, mejor dicho, varios— ella rió por lo bajo observando su panza— Te ves… no sé, diferente, puedo ver como tu rostro es más expresivo y feliz, también veo que me convertiré en abuela. Cuéntame, como la haz pasado éstos meses con tu esposo.
— H-hyung es amable, siempre me cuida e incluso me ha mostrado muchas cosas, me ha dado varios paseos sobre su gran dragón para enseñarme su reino y más.— Taehyung se sentía feliz, era algo que siempre quiso contarle a su madre. Cosas sobre sus parejas mientras tomaban café o té con galletas, algo cotidiano como madre e hijo, sin embargo, en su "anterior" vida nunca tuvo la oportunidad de hacerlo.
— Es un alivio, al menos tu matrimonio tiene un gran afecto a pesar de que fue solo por conveniencia. Ustedes se miran de manera especial, sé que lo amas mucho.— la omega sonrió y Taehyung solo la volvió abrazar suspirando de manera temblorosa. Quería dejar de llorar, pero le era imposible, tenía miedo de que ella desapareciera en cualquier momento— Taehyungie, no puedo quedarme mucho tiempo, tu padre no sabe que estoy aquí. Quería venir para saber cómo te encontrabas, pero creo que me preocupé por nada, estás perfectamente bien y muy feliz. Me alegra saber eso.
El castaño se separó de ella limpiando su rostro con sus mangas del vestido, luego le sonrió poniendo de manera inconciente una mano sobre su vientre.
—Aun así me alegra de que hayas venido a verme, quisiera hablar contigo un poco más, solo un poco más antes de que te vayas, ¿se puede?— Taehyung suplicó, quería alargar ese momento lo mayor posible. Para su suerte la mayor asintió con una sonrisa tranquila.
Pasaron un rato en el balcón hablando de todo y nada, el menor no conocía nada del reino en donde nació; trató de hacer preguntas que sonarán normales, pero la mayoría era sobre la mayor, investigó levemente por encima como era la relación de sus padres y la verdad no le agradó mucho.
Taeyong su padre, también era un hijo de perra en ese mundo, hacía lo que quería en su reino y apenas le tenía respeto a su madre. Eso no le agradó del todo, sabía que él la quería, pero no era un amor sano del todo, aún así, nunca le había puesto una mano encima, también descubrió que tenía un hermano menor llamado Seokjin, era alfa así que él sería el siguiente al trono.
Eso le dió un poco de emoción, nunca había tenido un hermano y al parecer en ese lugar si lo tenía, lo quería conocer. Su madre le había dicho que aún faltaban un par de años para que pudiera acceder al trono. Y quizás después de eso, ella pueda visitarlo con más frecuencia por viajes "sociales" entre los reinos.
Al final, la omega de nombre: Shin hye no pudo quedarse más. El pequeño Taehyung la abrazó de nuevo con fuerza sin evitar que sus ojos se volvieran aguar, ella se volvió a poner la bufanda y se cubrió el cabello antes de deslizarse por entre las personas pasando desapercibida y salir del gran salón.
Taehyung solo se acercó de nuevo a la orilla del balcón apoyando su mano sobre el barandal de piedra y mirar hacía el cielo, no pasó mucho tiempo cuando sintió como unos fuertes brazos lo rodearon por detrás con suavidad. Sabía quién era, así que no se alarmó.
—¿Ha sido una buena velada?— la voz ronca susurró contra uno de sus oídos, haciéndolo cerrar sus ojos y suspirar con profundidad.
—Ha sido la mejor noche, Hyungie.— contestó tranquilamente, luego se giró hacía el rubio y sonrió— La pasé increíble, pero ahora quiero ir a mi cama y si no quieres un berrinche será mejor que me lleves ahora mismo.
El omega batió sus pestañas de manera inocente mientras miraba a Jungkook, éste solo sonrió preguntándose en qué momento había creado un monstruo como ese, bueno, quizás eran sus malditos genes los que estaban actuando. Aún así, el alfa se iba a encargar de hacer que ese castaño siguiera lleno de sus genes año tras año.
— Como lo ordene, mi precioso rey.—murmuró apartándose levemente para tomar la mano del castaño y darle un beso. Enseguida, Jungkook caminó de nuevo hacía dentro de la fiesta y se disculpó, hipócritamente según Taehyung, con los demás diciéndoles que volvería pronto para despedirlos.
Luego regresó con él, hasta que simplemente se marcharon de la multitud.
(..)
Cuando el omega llegó a la habitación, lo primero que hizo fue quitarse todo lo que le estorbaba; prácticamente quedó desnudo y solo con su ropa interior ante los ojos el rubio, quien lo regañó por seducirlo de esa manera. Taehyung lo ignoró mientras tomaba su bata para dormir y se deslizó por las suaves mantas de la cama.
—Volveré en un rato.— avisó— Descansa, berrinchudo omega.— Jeon dejó un suave beso en la boca del menor antes de marcharse, no sin recibir un bufido como respuesta por parte de éste.
Cuando ya no hubo ningún rastro del alfa, Taehyung solo se acomodó de lado mirando hacía el balcón con una ligera sonrisa en el rostro, quizás de verdad ese mundo no era tan malo.
Ahora solo tenía que acostumbrarse a los embarazos masculinos y tratar de ser una "buena reina", lo que no sería tan difícil, además, sabía que su madre estaba viva y estaba enamorado de un bruto rey bastante tierno. Esa noche durmió tranquilo deseando que todo siguiera así, toda su vida en ese lugar.
(...)
Al siguiente día, cuando Taehyung despertó lo primero que sintió fueron los brazos del alfa alrededor de su cintura, una mano de éste se paseaba por su costado.
El castaño se volteó con cuidado para poder mirar al contrario, quien solo le observaba con esos intensos ojos rubí.
—Buenos días, Hyungie. —murmuró el menor soltando un pequeño bostezo, Jeon solo se acercó a él, dándole un beso en la frente antes de suspirar con tranquilidad.
—Buenos días, cariño. —el rubio respondió pasando su mano sobre la mejilla del menor, justo después la metió entre su ropa, mejor dicho su bata, y la empezó a subir deslizando sus dedos sobre la piel del contrario— ¿Sabes? Hoy me desperté con mucha hambre.
Taehyung sintió como su trasero se mojaba en un periodo de treinta segundos; su boca fue devorada rápidamente por el rubio, no pudo evitar dejarse llevar por la sensación y el placer que estaba creciendo desde su vientre con rapidez. Se sentía bien.
Jungkook lo volteó boca arriba acomodándose entre sus piernas y subiendo más su bata por encima de sus abultados pechos.
—Me gustan, una de las razones por la cual quiero que siempre estés en cinta es para seguir mirando ésto.— señaló y ronroneó tomando los pezones entre sus dedos, apretando y estirando, haciendo que el omega gimiera débilmente y sonrojado por las acciones del rubio.
El alfa se inclinó con cuidado sobre Taehyung para lamer el valle que hacían los pechos, antes de hacer un camino con su lengua hacía un pezón, para poder chupar. Sin embargo, no pudo probar ese dulce néctar lechoso, pues la puerta de la habitación se abrió de repente dejando ver a una negra cabellera.
—¡Taehyungie, buenos días! —la chillona voz del pequeño Jimin alarmó al castaño quien por reflejo empujó— en realidad pateó— al rubio afuera de la cama con fuerza.
—¡Maldición!— exclamó el alfa mientras caía contra el suelo como un saco de papas viejas, su espalda y trasero sufrieron consecuencias.
—¡J-ji-minie!— Taehyung no tenía que mirarse en un espejo para saber que su rostro estaba más rojo que un tomate. Se sentó lo mejor que pudo sobre la cama, bajando su bata en el proceso— P-pequeño, no debes de entrar así a la habitación, toca antes ¿Si?
— Bien, pero, ¿Que estaban haciendo y por qué tu rostro está de ese color?— preguntó de manera inocente y el omega no supo que contestarle, nunca había sido agarrado en una situación así.
—Pequeño, mocoso.— murmuró el rubio con una mueca de dolor mientras se levantaba del suelo— Estabamos tratando de hacer una práctica para más creaciones de cachorros.— dijo como sin nada.
—¡Hyung!— exclamó Taehyung y el pequeño solo miró confundido al rubio, aunque también parecía estar mirándolo mal, su ceño fruncido lo delataba.
— Bueno, no importa de todas formas. En el comedor se encuentra los abuelos preguntando por ustedes, me enviaron para decirles que tuvieran algo de prisa.— el menor informó y Jungkook inmediatamente pensó en el castigo que recibiría si cometía un asesinato.
— Gracias por avisar pequeño Jiminnie, saldremos pronto, puedes ir comiendo mientras tanto.— al decir eso, el pequeño azabache asintió saliendo y cerrando la puerta de la habitación con cuidado.
El omega suspiró después de eso, miró al rubio quien tenía lo brazos cruzados y una expresión malévola en su rostro.
—Estoy seguro que la vieja bruja hizo eso a propósito, la enterraré vida. —murmuró como si estuviera pensando en hacer eso de verdad.
— Hyung, no. Es tu madre.— bueno, ahora se estaba poniendo un poco nervioso, iba a pasar el día con los padre de su esposo, ¿Cómo serían ellos?
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Parte 2/3✅
— KoonejitA🐇