No hay tiempo III: Esperaré...

By pepina

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Evan y Violeta han muerto... el mundo de Jenna, Ross y Criss se vino abajo; Jenna no soportó la depresión de... More

No hay tiempo III: Esperaré...Hasta que te encuentre
Todo se derrumbó
Limpieza
Comienzo
Aprendiendo a reír y ser feliz
Aprendiendo a darlo todo por quienes amas
Buscando el amor 1/2
Buscando el amor 2/2
La prueba más difícil
Despertando
¿Estas segura?, ¿lo quieres?
Nervios
Big News
Secretos
La razón de Ross
Orgullo y Accidente
Despierta
Reconciliación y nacimientos
¿Qué haré con ellos?
Wake up!
Lo hermoso de despertar
La calma antes de la tormenta
La verdad de Klauss
¿Qué pasó anoche?

Una tormenta de hormonas

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By pepina

SÉ QUE HAY UN SALTO TREMENTO PERO NO SÉ, NO ENCONTRÉ NECESARIO UN CAPÍTULO DE RELLENO, SI QUIEREN HAGO UNO CON LA INFANCIA DE LOS PEQUEÑOS... FALTA POCO PARA EL FINAL, GRACIAS POR SUS COMENTARIOS Y LECTURAS, LES DEJO.


Más de diez años habían pasado, diez años tranquilos, hasta que las hormonas se comenzaron a hacer cargo de los gemelos, y si bien cada uno había sacado las mejores cualidades de sus padres, también habían sacado las peores y sin contar que tenían sus propias manías que a veces los hacían francamente insoportables.

Klauss por una parte seguía obsesionado con las peleas, con ser el mejor cazador y descuidaba muchas veces los estudios por eso, también seguía obsesionado con su madre y con las chicas, para nadie era un misterio que llegaba muchas veces de noche con la excusa de algún trabajo que nadie creía y tratando de esconder algún chupetón con la chica de turno ya que sus tíos vampiros también pudieron notar que nunca era el mismo perfume o por lo menos no duraba una semana seguida con la misma chica.

Por lo tanto todos los que conocían a Klauss podían decir que los aspectos de su vida se reducían a: adorar a su mamá por sobre todas las cosas, seguido por adorar su colección de libros aunque ignorara muchas veces la escuela por pasarse horas y horas entrenando con su tío al que todos creyeran que quería más que a su mismo padre, con quien no mantenía una buena relación aunque Evan se esforzaba por darle en el gusto e intentar llevarse bien con el muchacho a petición de su esposa y por supuesto proteger a su hermana de cualquiera que quisiera tocarla porque junto a su tía era una de las únicas tres mujeres de las que nadie podía decir nada ni mirarlas ni tocarlas, aunque a veces con su hermana se enfrascara en peleas monumentales, se amaban más allá de todo; y por último en la vida de Klauss estaban las mujeres, una tras otra, ninguna estable, ninguna novia, nadie digno de conocer para su familia y ya todos creían que sería un rompecorazones para su ya no tan corta edad.

No soportaba que alguien fuera de su familia le dijera que hacer así que por lo menos una vez a la semana estaba en la oficina del director y ahí entraba su adorada tía Jenna quien para que el muchacho no recibiera la bronca de su vida por parte de sus padres se hacía cargo de la situación ya que el joven la miraba con cara de perro apaleado y con esos maravillosos ojos azules y pelo rojizo no había forma de que se le resistiera y era una tónica que se venía dando desde que éste era pequeño, si él cometía algún error, sus tíos lo arreglaban por él ya que lo querían y consentían como si fuera su propio hijo.

En resumidas cuentas la vida de Klauss giraba en torno a familia, libros, combate y sexo, cuanto más sexo mejor para él y para su mala suerte, para ser un cazador esa es una prioridad que no debía tener, pero aún no lo sabía así que su tío debía hablar pronto con él porque estaba siendo un problema que estaba a punto de salirse de control y nade, sobre todo Violeta quería que Klauss terminara dejando a alguna muchacha embarazada sobre todo a su edad que no podía hacerse cargo por completo ni de él mismo.

Por otra parte estaba Anette quien se había convertido en una muchacha preciosa a quien la mayoría de los muchachos traía a sus pies y tal como su madre, era algo que no le tomaba mucha atención para respiro de su padre y Criss, pero había algo en ella que la estaba haciendo ser una chica un tanto rebelde, un descontento con su vida lo cual había hablado un par de veces con su madre y no lograba comprender del todo.

Era una niña sumamente mimada y sabía que podía conseguir lo que quisiera, tanto de sus padres como de sus tíos y hermano quienes la protegían en todo y su principal consentidor era por supuesto Criss, cosa que le gustaba y disgustaba al mismo tiempo, era sumamente inteligente como su padre e iba avanzada en la mayoría de las materias sin poner realmente esfuerzo de su parte, no tenía muchas amigas al igual que su madre y tenía un carácter un poco difícil de manejar ya que si explotaba era prácticamente imposible calmarla. Una de sus principales aficiones era molestar a su hermano al cual adoraba, le gustaba pasar por delante de él comiendo gomitas azucaradas mientras él entrenaba y verlo babear ya que era muy vanidoso con su figura y aspectos personales (cosa que heredó de Evan) hasta que lograba que el pobre le rogara prácticamente por un osito y lo comía con sumo cuidado y después se tiraba horas entrenando para bajar el azúcar consumida y ella lo miraba entretenida.

Solía tener mucha paciencia igual que Violeta hasta que alguien tocaba uno de sus perfumes porque tal como su querido papá, era una fanática de ellos y era capaz de hacer rodar cabezas si alguien rompía alguno o los sacaba sin permiso y obviamente quien era el más contento en cumplirle ese capricho era Evan y juntos se podían tirar horas en los centros comerciales escogiendo las fragancias más exclusivas, esa era una tarea exclusiva de padre e hija ya que nadie más los soportaba oliendo fragancias de allá para acá y discutiendo con los vendedores, así que era algo que hacían ellos dos solos para alegría de Evan.

Algo que seguía teniendo desde pequeña era esa esencia mandona y que le gustaba que se hicieran las cosas tal y cual ella las estaba diciendo, nada se podía escapar de su control sino se podía volver un poco loca y por supuesto su hermano muchas veces se aprovechaba de su fanatismo controlador a su beneficio, Anette sabía que en el fondo esas ansias de control le jugaban muy en contra pues había algo que le escapaba por completo de sus manos y lo odiaba por completo, además según ella, debería ser la única cosa que ella debería poder tener una opción o un camino y eso era su destino y desde pequeña sentía que no tenía poder alguno para decidir que hacer o que sentir, todo era Criss y lo que él dijera y lo que sintiera por él, se sentía enferma y desesperada, la única persona que lo sabía era su madre, quien siempre le había dicho desde pequeña que ella podía ser lo que quisiera y quien quisiera pero sentía muy en el fondo que realmente no tenía la capacidad para aquello.

-Mamá, mi papá fue el único hombre con el que estuviste en tu vida –Preguntó la chica a los pies de la cama de su madre tenía las mismas dudas de siempre y no sabía cómo canalizar exactamente lo que sentía para poder comprenderlo, Violeta, quien ya sabía más menos por dónde iba la conversación fue sincera con su hija, no le había mentido antes con cosas más importantes menos lo haría ahora con esto.

-No mi amor, tuve un novio durante mucho tiempo al que Criss odiaba y tenía mucha razón, porque se terminó acostando con la novia de Criss y le rompí las pelotas, más que nada porque le había hecho daño a mi amigo –La peliroja rememoró aquel instante con una sonrisita en los labios porque de verdad se había sentido muy bien aquel rodillazo al imbécil ese, a Anette en un principio le recorrió una punzada no muy agradable en el estómago al escuchar que Criss había tenido una novia pero al instante se le pasó ya que quería escuchar más de la historia de su madre.

-De verdad lo golpeaste mamá, pero si con suerte te hemos visto gritar con Klauss, y de hecho las veces que te ha rogado que combatas con él siempre le has dicho que no, no te imagino partiéndole las pelotas a un exnovio –Dijo divertida- Y papá dónde estaba en ese entonces, porque ustedes se conocían desde pequeños si no mal recuerdo.

-Primero, cuida esa boca jovencita –Reprendió su madre riéndose de la muchacha- y segundo, la verdad es que no recuerdo bien donde rayos estaba metido tu padre con todo el lio de que se les ocurrió a él y a Criss la genial idea de borrarme la memoria para que no recordara ciertas cosas, por eso después y siempre he decidido hacer mi propia vida y tomar mis decisiones, tengo que reconocer hija, que estaba muy enojada con todos en ese tiempo y no te imaginas cuánto.

-Pero mamá y si todos ellos fueron vampiros, no te molesta que Klauss quiera ser cazador y que tío Ross siempre esté molestándolo para que lo sea –Preguntó curiosa.

-No mi amor, porque es una decisión de tu hermano, es lo que él ha querido hacer toda su vida, además yo también fui una cazadora, el tatuaje que tengo es prueba de eso y la verdad es que no afectó para nada lo que sentía por mi familia, porque en ese tiempo tomé la opción que creí más correcta y conocí a Klauss, no a tu hermano, sino al hombre por el cual tu hermano lleva ese nombre y el dio la vida por mí y porque yo fuera feliz con el destino que yo misma me estaba forjando, por eso mi vida, cuando haces algo con todo tu corazón en ello, no hay forma en que pueda salir mal, solo tienes que creer en ello y hacerlo hasta el final, pero no puedes dejar que otras cosas te cieguen, tienes que tomarte el tiempo de tomar por ti misma la decisión y tomarla con todo tu ser.

Esas palabras calaron hondo en la pelinegra, hasta ese entonces siempre había estado haciendo lo que creía que era correcto según lo que los demás le decían, estaba en el colegio porque sus padres se lo decían y bueno no iba a objetar eso porque sabía en el fondo que era bueno para ella, pero habían otras cosas con las que había crecido y que nunca se había cuestionado, definitivamente no sería una cazadora como su hermano, no quería una vida que estuviera atada a cosas sobrenaturales, quería ser normal y tener una carrera, quizás un par de novios como las chicas de su edad, incluso como su madre ahora que sabía que su papá no había sido el único en su vida, no tenía por qué cerrarse al mundo solo porque desde que nació le dijeron que era el todo de Criss, está bien lo aceptaba le gustaba estar con él, pero ya era tiempo de cuestionar si eso era costumbre, obligación o amor y si se preguntaba eso, podía significar que la respuesta estaba lejos de ser lo que le habían dicho todos esos años.

No quería lastimar a Criss era un buen hombre y siempre había cuidado de ella y de su hermano y ni hablar de todas las historias que le había contado su madre y padre sobre lo que habían pasado junto a él y otras cosas que pudo averiguar sobre su vida y lo que ya había sufrido, pero sin embargo tendría que hablar con él lo antes posible y dejarle en claro que ella quería su vida y quería vivirla como alguien normal, él ya había tenido su oportunidad de vivir su vida, o de vivir muchas vidas, era justo que le dieran la oportunidad a ella.

-Mamá, Creo que debo hablar con Criss, yo... yo no puedo ser lo que todos esperan que sea de él –Habló en un hilo de voz con miedo a la reacción y a sus propias palabras, vio como su madre daba un gran suspiro y cerró los ojos fuerte esperando a una reprimenda o algo pero ese momento nunca llegó, pues al abrir los ojos su madre tenía una mirada inescrutable en los ojos.

-Annette, yo siempre te apoyaré en tus decisiones hija no tienes por qué tener miedo, si hablamos de testarudas yo me llevaba el premio mayor, pero recuerda que debes tomar las consecuencias de tus acciones con todo lo que vengan, si no quieres a Criss en tu vida no puedes pedirle al otro día que regrese como si nada porque el también tiene sus sentimientos y lo que quieres le afecta y le va a doler mucho, pero nosotros no somos nadie para decirte que no lo hagas.

-Lo sé mamá, es solo que yo quiero mi vida, no la vida de Criss ni la que están planeando ni la que nadie haya planeado por mí, gracias por todo de verdad y no te preocupes aprenderé a vivir con las consecuencias y trataré de no lastimarlo, gracias mami te amo –La niña saltó de la cama, abrazó a su madre y le besó a mejilla para ir corriendo a su habitación.

Ya era de noche y Annette seguía encerrada en su cuarto, eran aproximadamente las dos o tres de la mañana y no se escuchaba ruido alguno en la casa salvo la suave conversación en el comedor de los adultos y Jenna quien silenciosamente vigilaba a su sobrina, la notaba angustiada, un poco desesperada y con un cúmulo de sensaciones poco agradables, fuera de eso, solo escuchaba la música de la niña que tenía los audífonos puestos.

-Klauss no está en su habitación verdad –Preguntó Evan mirando a Ross de forma dura, sabía que su hijo se escapaba muchas noches a la semana y que su tío le cubría la espalda, pero también sabía que era terrible mintiendo y que un minuto mirándolo a los ojos y escupiría toda la verdad, así que esperó paciente hasta que Ross se derrumbó.

-No lo sé, dijo que se iría a hacer un trabajo de química, tal vez con Tammy o Tifany o Tara, no recuerdo pero de verdad me dijo que era un trabajo de química –Estaba un poco desesperado y se pasaba las manos constantemente por el cabello y su esposa lo consolaba como a un niño pequeño susurrando unos pequeños "ya, ya".

-Hermano y tú le creíste a un adolescente hormonado que casi la mitad del tiempo se la pasa pensando en sexo –Inquirió Violeta levantando una ceja.

Pero la plática se vio interrumpirá por el sonido de una puerta abriéndose y de unas llaves cerrando silenciosamente. Evan fue quien habló un poco más alto, lo suficiente para que el personaje de la puerta le escuchara "Eso no va a funcionar y es mejor que traigas tu trasero en este instante Klauss".

-Mierda –Fue lo único que se escuchó desde la puerta seguido por los pasos apresurados del muchacho –No se vale, no deberían ocupar su oído vampiro para espiarme –Se quejó.

-No es necesario sobrino, con el ruido que metes hasta un sordo se daría cuenta, por último deberías ser un poco más sutil no crees –Jenna le hablaba divertida mientras que Violeta no lo estaba tanto ya que últimamente las salidas de su hijo se habían hecho mucho más constantes y estaba repercutiendo en sus notas, además tampoco le gustaba la imagen que se estaba formando de su hijo, siempre les había inculcado ser libres y tomar sus decisiones pero esta vez Klauss se estaba pasando un poco pero no quería presionarlo sabiendo que al final se comprometería con alguien quisiera o no ya que estaba totalmente comprometido con ser un cazador y eso significaba que ataría su vida a una mujer la quisiera o no y tenía el leve presentimiento que su hijo estaba aprovechando el máximo posible antes de que eso sucediera, solo esperaba que él se enamorara de su Ama y su Ama se enamorara de él ya que todos sabían que él sería el segundo a cargo, primero por ser su hijo y porque su hermana renunció al cargo y segundo porque no había mejor cazador que él.

-Klauss sabes que mañana es día de escuela y no debes llegar a esta hora –Fue lo único que le dijo Violeta.

-En serio eso es todo lo que le vas a decir, ya lo tienes bastante mimado y se merece un castigo, no puede hacer lo que quiera y cuando quiera y solo terminar con un "sabes que tienes escuela" hay reglas que ambos van a tener que comenzar a cumplir partiendo por la hora de llegada, no puede ser que nos tenga preocupados por si algo le pasa y esperemos hasta las dos de la mañana para ver si está bien, aunque sepa como defenderse, tiene que saber también que es un niño y que tiene una familia que se preocupa por él y no va a dejar de ser un niño, así que por las siguientes dos semanas como todos los niños de su edad estás castigado del colegio a la casa y de la casa al colegio y si alguna de tus "amiguitas" quiere hacer alguna "tarea" o "trabajo" contigo va a tener que venir a casa y nosotros trataremos de comportarnos de la forma más normal posible y nada de fiestas tampoco, ¿está claro? –Todos miraban a Evan atónitos, nunca había castigado a los niños ni les había hablado enfadado como lo hacía ahora, incluso Klauss que discutía constantemente con él se quedó callado.

-Sí papá –Asintió con la cabeza y agachó la mirada al piso, nadie dijo nada, ni siquiera Violeta quien siempre lo defendía, pues en el fondo Evan tenía razón en todo y eran demasiado permisivos con los niños, Klauss respiró profundo y subió las escaleras camino a su habitación y cuando pasaba por la puerta de su hermana esta la abrió y lo miró divertida.

-Ahora si la hiciste hermanito y de paso me llevaste contigo –Klauss no le dijo nasa y la empujó para entrar en la habitación de su hermana y recostarse en la cama soltando un suspiro de resignación.

-Es una lástima, Tanya me gustaba –Respondió desde la cama tapándose con el cojín de gatitos de su hermana

-¿Qué no era Tamara? –Los ojos de Anette destellaban confusión

-Si, ella también, o es la misma, bueno de todas formas, me gustaba, ahora estaré confinado dos semanas, al menos tendré a mi linda hermanita para hacerme compañía –Sonrió burlón.

-Hey, yo solo tengo que cumplir con una hora de llegada decente, no tengo que pasar directo del colegio a la casa –Argumentó la pelinegra.

-Ho, lo siento tendrás una fiesta de té con una de tus tantas amigas verdad –Inquirió irónico su hermano, sabía que la chica no tenía amigas, y tenías más amigos que amigas y los del equipo de football americano al cual el pertenecía la querían como a una hermana menor y la protegían del resto de los idiotas y por eso la mayoría de las chicas la odiaban, por ser el centro de la atención de los chicos, además Klauss los tenía advertidos así que tenía una preocupación menos con que algún idiota se fuera a propasar con su hermana.

-No es mi culpa que gracias a ti y a los chicos y a que te has acostado con la mitad de las chicas y te odien por eso, a mi también me odien, así que gracias, gracias a ti no tengo amigas y solo tengo amigos, además mañana es día de shopping con Jhonn ya sabes, el fin de semana es su primera cita con Carlos y según él las palabras de mi querido amigo "necesita verse caliente para un latino caliente", así que lo siento hermanito pero mañana en la tarde estás por tu cuenta, te acompañaría pero tómalo como una venganza por el castigo indirecto y gratuito.

-A veces te odio tanto pelinegra, que haré toda la tarde, no creo que tío Ross quiera entrenar conmigo, ni hablar de mamá y por supuesto papá está completamente enojado conmigo y debo admitir que da miedo, mejor ni bajes.

-Podrías partir haciendo tus deberes atrasados, ya sabes, si mamá ve tus notas sí que vas a tener un motivo para tener miedo, es lo único que nos pide siempre, que mantengamos buenas notas y tú vas de mal en peor así que podrías hacer algo de provecho y ocupar esa cabeza para algo más que para engatusar a las pobres ilusas que tenemos por compañeras –Annette se recostó al lado de su hermano y le quitó el cojín de gatitos a su hermano y este le miró con un puchero pero no le dijo nada, porque simplemente era el favorito de la pelinegra.

A la chica le gustaba dormir en compañía pues estaba un tanto acostumbrada ya que hasta los 10 años compartió habitación con su hermano pero en su cumpleaños Jenna les había dado como regalo habitaciones personalizadas a cada uno y los siguientes dos años durmió con Criss o bueno Criss se quedaba hasta que la chica se dormía, pero lo dejó de hacer el día en que su papá le explicó que eso no era bueno, que ella ya era una niña grande y que debía dormir sola; aunque su hermano siempre se colaba en su habitación o viceversa pues estaban demasiado acostumbrados el uno al otro.

-Tu también podrías hacer mis tareas, no te cuesta nada y son las mismas que las tuyas y estoy completamente seguro que ya las tienes todas hechas –Puso una carita de cachorro a su hermana pero eso no funcionaba casi nunca.

-Ni lo sueñes, hazlas tú, yo solo te ayudo cuando estás enfermo, pero ahora te pasó por caliente así que arréglatelas solo.

-Mala hermana –Contestó falsamente ofendido el pelirojo.

-Tengo otras cosas en mente Klauss de verdad, ahora solo quiero descansar porque tengo que tomar una decisión y no quiero que nadie salga lastimado, así que por ahora quiero distraerme, por lo menos de aquí a mañana y hacerlo cuando ya esté lista, porque ya sabes, no quiero una vida que alguien más quiera para mí o haga por mí, quizás tu estés bien con eso porque siempre has querido ser un cazador pero yo quiero ser alguien común y corriente.

-Déjame ver si entiendo, tu crees que yo estoy de acuerdo con todo porque quiero ser un cazador y solo tu tienes derecho a sentirte confundida, bueno hermanita déjame decirte que yo me acuesto con cada chica que puedo porque sé que algún día ya no podré hacerlo y que mi vida la daré por alguien más aparte de mi familia y dependeré de ella y de su voluntad y sabes la mierda que me calienta eso, no, no lo sabes, nadie lo sabe, la única mujer que acepto que me controle es mamá porque bueno es mamá pero tener que aceptar que una desconocida pueda hacer lo que quiera conmigo no es mi idea de felicidad pero sé que voy a tener que sacrificar una cosa para obtener el resto.

Annette se quedó callada por unos momentos, no sabía que su hermano se sentía así y en realidad le estaba mostrando ser quizá un poco más maduro de lo que todos pensaban, ya que por lo que podía darse cuenta, el siempre había aceptado su destino y sabía que para ser quien el quería ser debía sacrificar algunas cosas, pero ella no se sentía capas de sacrificar tanto en su vida como su hermano.

-Yo... yo no lo sabía Klauss de verdad y sabes que cuentas conmigo para lo que sea, incluso si cambias de opinión yo estaré allí lo sabes verdad –Respondió con un hilo de voz, se sentía un poco emocionada por su hermano pero no quería demostrarlo sino terminaría llorando.

-Lo sé tonta, pero estoy bien con eso –Le besó dulcemente la frente y la apegó a su cuerpo –Pero ahora tu debes estar consciente también que si abandonas todo esto también estas abandonando a Criss y lo que sientes por el o lo que podrías formar con él, así que espero que no te arrepientas y bueno, lo sabes que yo también estaré para ti aunque Criss sea mi amigo, tu eres mi hermana, no niego que me gustaría verlos juntos algún día, pero si quieres negar todo lo que sientes por él para cumplir con lo que crees, hazlo.

La pelinegra derramó un par de lágrimas silenciosas sabía que su hermano no la estaba presionando y que la apoyaba igual que su madre, pero detrás del apoyo, también estaba esa cierta presión a que se estaba equivocando y que debía estar con Criss y echar todos sus planes por la basura aunque no tuviera definidos muy bien cuales serían aun, pero una cosa sí tenía claro, no importaba lo que el resto quisiera, ella haría lo que sentía que era correcto y la haría feliz y eso era tener una vida normal. Ambos hermanos se quedaron dormidos unos minutos después y en completo silencio mañana era un día de escuela y ya habían tenido bastantes emociones fuertes por una noche y por un día.

La semana transcurrió relativamente tranquila, salvo para Annette que se notaba un poco nerviosa pero nadie decía nada al respecto por prohibición de Violeta y los niños habían cumplido el castigo al pie de la letra el castigo impuesto por Evan por lo menos hasta el fin de semana en que a la pequeña se le ocurrió la genial idea de involucrar a su hermano en una salida porque necesitaba con urgencia despejar su mente y por supuesto Klauss no se iba a negar a una fiesta sobre todo si el mejor amigo de su hermana les había invitado, sería gay pero también sabía de las mejores fiestas y acudían las chicas mas guapas.

-Vamos hermanito, vamos a la fiesta Jhonn dijo que había un montón de gente, sin contar tus amigos y todas las porristas de la escuela y los dos sabemos que tu amas las porristas –Le dijo su hermana haciendo un puchero.

-Con la palabra fiesta ya me habías convencido querida hermana, pero vamos a tener que ocupar la salida de emergencia certificada por Klauss Marshall para que nadie sepa, sino papá nos mata entendido.

-Te refieres a la salida del árbol al lado de tu ventana –Le miró su hermana alzando una ceja.

-Co...cómo supieste –Respondió nervioso Klauss.

-Hermano, serás un cazador, pero la sutileza nunca ha sido tu fuerte, mejor utilizamos mi salida de emergencia –Sonrió diabólicamente la pelinegra sorprendiendo al chico quien nunca imaginó que su hermana se podría escapar de casa.

Los hermanos esperaron pacientemente a que llegara la noche, cada cual se preparó en su habitación tratando de levantar la menor cantidad de sospechas posibles y ya cuando era la hora de irse, Klauss se escurrió hasta la habitación de su hermana para poder escapar, lo hicieron sin ningún problema ya que la pelinegra había tomado algunas precauciones mientras hacía la tarea y la había dejado puesta mientras tomaba la ducha y seguía sonando hasta ahora así que los sonidos se disipaban junto a las letras de las canciones y los sonidos de los instrumentos resonando en toda la habitación.

Escaparon y se fueron directo a la fiesta donde un muy animado Jhon los esperaba, estaba ansioso por mostrarle a su querida amiga Ann que ahora Carlos era su caliente novio latino y quería presentarle al resto de sus amigos a ver si la pelinegra podía encontrar algún chico que no estuviera asustado de su hermano o no lo conociera que era mucho mejor y más probable; por otra parte Klauss apenas vio al grupo de porristas se lanzó hacia ellas susurrando un "nos vemos hermanita" y se separaron.

Fue una fiesta realmente salvaje, Jhon sabía cómo pasarla bien y los hermanos bebieron casi hasta perder la conciencia, para asombro de todos Anette incluso participó en un juego de beber en donde Klauss era su mayor fan y le gritaba porras, no supieron ni cómo pero llegaron a la casa apoyados el uno en el otro y el plan silencioso se había quedado tres cuadras atrás y unos cuantos basureros botados a su paso que despertaron a su familia completa.

-Evan que pasa con todo ese ruido, ve a ver a los niños –Dijo Violeta un poco asustada haciendo que Evan saliera disparado de la cama en dirección a la habitación de los menores siendo detenido a su paso por su cuñado.

-Ni te preocupes Evan, son ellos, y debo agregar que completamente borrachos así que tienes dos opciones o los ayudamos a entrar, los acostamos sin que las chicas se enteren y después decides su castigo o hacemos una reunión ahora mismo y les mandamos a la mierda la borrachera del susto –Evan ni se lo pensó dos veces para decirle que fuera por las chicas y por Criss, estaba realmente enojado, esta vez sus hijos habían pasado los límites, ya no era solo Klauss con sus llegadas tarde sino que ahora los dos llegaban borrachos, ¿qué rayos les estaba pasando?.

Mientras los muchachos trataban de entrar infructuosamente Evan les abrió la puerta haciendo que ambos cayeran de bruces al suelo y soltaran al unísono un "mierda" que callaron al levantar la mirada y ver a su padre rojo de ira. Se levantaron inmediatamente y con solo ver a Evan con los brazos cruzados y haciéndoles una seña para que se fueran al sofá se les fue gran parte de la borrachera.

-Papi... -Intentó la pelinegra pero se calló inmediatamente cuando escucho el "shhh" de su padre, ahora si podían dar por seguro que estaban con la mierda hasta el cuello pero necesitaban esa distracción.

-Klauss y Anette Marshall me pueden decir que significa esto –Dijo Violeta mirándolos desde la escalera.

-Mamita...-Intentó esta vez Klauss haciendo un puchero como los que solía hacer de pequeño pero su madre negó con la cabeza mientras Criss aparecía en silencio para observar la escena, nunca pensó en ver a los chicos así.

-Niños pero porqué –Intervino Jenna tratando de aliviar un poco el ambiente, ella pensaba que eran jóvenes y tenían derecho por lo menos a disfrutar un poco de su juventud, aunque esta vez era un poco exagerado, debía admitir que ellos habían hecho cosas mucho peores, pero de todas formas escaparse de esa forma y ni siquiera decirle cuando ella siempre era cómplice.

-Solo era una fiesta tía –Respondió Klauss

-No es como si hubiéramos cometido un asesinato –Ante estas palabras Jenna, Criss y Evan se tensaron porque a ellos sí que les cabía perfectamente esa sentencia y aunque la chica no lo supiera, pareciera que lo hubiera dicho intencionalmente.

-Asesinato no Ann, pero sí una estupidez, deben cuidarse, que tal si les ocurre algo, tienen que ser más conscientes, sus padres se preocupan por ustedes y ni hablar de nosotros, y si no sabemos dónde están o cómo están, si les ocurre algo, qué haríamos, una eternidad de sufrimiento porque fueron niños irresponsables no es algo que ninguno quiera –Interrumpió Criss

-Mierda Criss deja de decirme lo que debo o no debo hacer, siempre estás asfixiándome y controlándome, es que acaso yo no puedo tener mi propia vida, sabes aun soy joven, no porque tu hayas tenido un montón de vidas y las hayas vivido de la forma que quieras puedes venir ahora a decirme cómo tengo que vivir la mía porque quiero ser una maldita persona normal, no quiero ser una cazadora, no quiero amarrar mi vida a algo sin saber si existe otra cosa más allá, quiero experimentar, vivir mi maldita vida lo entiendes, puedes meter eso en tu cabeza, quiero enamorarme porque me nace hacerlo no porque tenga que hacerlo así que definitivamente no quiero nada de eso, si quiero ser estúpida o no es mí problema no tuyo.

Todos estaban cayados, por fin Annette había explotado con todo lo que sentía adentro y no había sido de la mejor manera pues pudieron sentir como Criss cambiaba su aura de preocupación a tristeza y la de Annette aumentaba en enojo cada vez más, Violeta quería decirle a su hija que se controlara un poco, que estaba hiriendo a Criss y que después se arrepentiría pero antes de poder hacer o decir algo este habló nuevamente.

-Nadie te obliga a quererme, si no quieres que esté en tu vida deberías haberlo dicho solamente, yo te quise desde el principio y te seguiré queriendo siempre no hay forma en que pueda dejar de hacerlo y no porque te comportes de forma inmadura ahora voy a tirar a la basura todos los años de cariño que te tengo.

-A la mierda tu cariño, deja de tratarme como una niña estúpida, no lo soy, sabes lo que quiero, quiero que te vayas que desaparezcas de mi vida quiero no verte más eso es lo que quiero –Dijo con lágrimas en los ojos y en un grito ahogado y para cuando terminó esas palabras se dio cuenta de lo que había dicho y de cómo lo había dicho, no lo había planeado de esa forma; al ver el rostro destrozado de Criss no pudo evitar que se destrozara una parte de su corazón, pero ya no había marcha atrás, no cuando vio que él daba vuelta la espalda y subía en dirección a su habitación.

-La cagaste Annette, Criss no se merecía eso, si estás enojada con el mundo es tu mierda, yo también lo estoy pero no por eso me descargo contra el mundo ni contra las personas que no lo merecen sobre todo si esas personas son las que siempre nos han querido y nos han cuidado, lo lastimaste Annette y lo lastimaste feo –Le dijo su hermano para irse con Criss.

-Tú y tu hermano me decepcionaron, pero tú más Anette, después de todo lo que hablamos, realmente te comportaste como una malcriada, ve a tu cuarto, piensa en lo que hiciste, no te diré que le pidas disculpas a Criss porque sé que él no está enojado, pero sí piensa, por favor hija piensa, porque esta noche yo también pensaré en tu castigo y por supuesto el de tu hermano.

La chica asintió con la cabeza y se fue a su habitación, seguía derramando lágrimas silenciosas, se lanzó hacia la cama abrazando su cojín de gatitos, una sonrisa amarga salió de sus labios al recordar que ese cojín se lo había regalado Criss cuando era pequeña y había pedido una mascota pero Evan se había negado porque bueno, si bien su padre había cambiado bastante aun odiaba a todo ser viviente que no fuera su familia.

-Cuánto tiempo vas a quedarte allí –Preguntó Evan a su mejor amigo

-El que sea suficiente –Respondió el volviendo a fijar la mirada a ese punto específico en la nada.

-Vamos, no puedes perder la cabeza por lo que dijo Anette, tiene apenas 17 años, no puedes dejar que te afecte.

Criss miró a su amigo a los ojos y estaba agradecido, porque aunque fuera su hija de la que estaban hablando, de todas formas tenía espacio para pensar en él y en lo que podía estar sintiendo, así que hizo un esfuerzo para mirar a su amigo a los ojos, esos ojos de color azul que tanto le recordaban a la pequeña, tragó duro y se limitó a responder algo que sutilmente lograba entender y que no sabía cómo podía hacérselo entender a Evan.

-No lo entiendes Evan, nunca lo vas a entender porque la única vez que Violeta se alejó de ti por su propia voluntad fue cuando se fue de viaje con su grupo de ballet y aun así, no se fue porque te odiara, se fue porque le dolía demasiado saber que su príncipe, el hombre que amó desde su infancia se había ido y le había mentido metiéndose con su cabeza para borrarle los recuerdos, y aun así te perdonó, en cambio tu pequeña me ha gritado a la cara y con lágrimas en los ojos que me odia y que no quiere volver a verme nunca más.

-Pero es una niña, en una semana se le va a olvidar que te odia –Respondió Evan intentando brindarle aunque sea un poco de esperanza a su amigo.

-Anette es como tú, jamás va a olvidar algo, sea bueno o malo, si lo ama, ama con toda intensidad, pero si lo odia, lo va a odiar para toda la vida, es tu copia, tiene tu mismo carácter así que no me vengas a decir a mí que se le va a pasar cuando sabes perfectamente que no será así –Criss estaba un poco exasperado y trataba con todas sus fuerzas de no levantar la voz así que hablaba apretando los dientes y luchando consigo mismo, lucha que Evan podía notar perfectamente.

-Mira Criss, maldición, intento entenderte, lo prometo, pero sé que en el fondo Anette te quiere y si quieres quedarte por mi está bien, sabes que te quiero aquí, eres mi familia también y siempre lo has sido y odiaría que te alejes, mierda no soy bueno diciendo estas cosas pero sabes que te quiero y si crees que es lo mejor para ti irte, puedes venir de visita cuando quieras o te iremos a ver hasta que te calmes y estés bien.

-Gracias Evan, hermano sabes que te quiero pero no puedo quedarme acá sabiendo lo que siente Ann por mí, te juro que me destrozó sentir toda esa energía reprimida y negativa que tenía mientras me gritaba, lo peor no fueron sus palabras, lo peor fue sentir que realmente no me quería allí –Criss dio un último suspiro y se levantó del lugar junto a la ventana en el que había estado sentado por horas, lo tenía decidido esa misma noche partiría a otra ciudad y se conseguiría algún departamento pequeño con dos habitaciones para poder llevar al pequeño Klauss de visita y de paso estudiaría algo de medio tiempo en la universidad para entretenerse.

Le dio una última mirada al que desde ese momento dejaba de ser su cuarto, había pasado años allí y tenía recuerdos geniales de esa casa, la primera casa que realmente podía llamar hogar y en la cual había permanecido la mayor cantidad de tiempo que podía recordar, pero ya era hora de marchar, por sanidad mental tenía que hacerlo pues le destrozaría ver todos los días como una pequeña lo odia con todas sus entrañas, se dispuso a armar su maleta lo más rápido posible para salir por la puerta con el menor escándalo ya que odiaba las despedidas y debía buscar un hotel hasta mañana.

-Si te vas sin despedirte de mi yo también te voy a odiar, en serio te voy a odiar Criss –Le dijo Klauss con los ojos llenos de lágrimas desde la escalera observando como su tío y mejor amigo estaba a punto de marcharse por la puerta.

-Ven acá muchacho –Respondió el vampiro soltando su maleta y abriendo los brazos para que el muchacho corriera hasta sus brazos cosa que hizo automáticamente sumiéndose en un abrazo empapándose con sus lágrimas y conteniendo las propias.

-Vas a volver o te podré ir a ver, a mi hermana se le va a pasar, es una idiota yo sé que en el fondo te quiere solo dale tiempo –Entre hipidos se intentaba hacer comprender.

-Tu hermana es tan terca como tu madre y ama y odia con la misma intensidad de tu padre, cosa que le acabo de explicar, así que lo veo bastante difícil, así que le daré el espacio suficiente, los años suficientes hasta que por lo menos me vuelva a hablar, al menos así le pasó a tu mamá con tu papá, espero al menos eso, que me hable no pido nada más mi pequeño, te quiero no lo olvides mi mini copia de Violeta, cuídate y cuida de tu hermana.

-Te prometo como que me llamo Klauss Marshall que sé que ustedes van a terminar juntos, te quiero tio-amigo.

Después de esa despedida, en donde los otros vampiros permanecieron en silencio y no interrumpiendo, aunque Violeta y Evan les pedían que le relataran cada una de las cosas que se decían, Criss por fin se marchó. La casa se quedó en silencio, ese silencio sepulcral que algunas veces habían sentido y que odiaban pues siempre que se instalaba era porque faltaba un miembro de la familia y esta vez era nuevamente Criss.

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