A la mañana siguiente, a la hora del desayuno, los profesores de cada casa empezaron a repartir los horarios; Regulus miro su nuevo horario, estaba aprobado para seguir con Encantamientos, Defensa Contra las Artes Oscuras, Transformaciones, Herbología y Pociones. Alzo su vista, mirando la mesa de Slytherin, donde vio como _____________ se despedía de Stanley, quién iba a la su clase de Runas Antiguas, dejándola con Blaise y Pansy.
Miró a Draco, quien también se levantaba de la mesa, dejan a sus amigos desconcertados. Tomando su horario, se levanto y fue con los tres Slytherin.
—¿Adonde fue Draco? —les preguntó mientras se sentaba al lado de Zabini.
—No lo sabemos, Black —le respondió Pansy—. Debe de ser algo importante para irse sin decirnos —pensó unos segundos—. ¿No te dijo ayer que se quedaron junto en el tren? —miró a su amiga, quien sonrió de forma amarga.
—No hablamos exactamente de eso —respondió, dejando de desayunar—. ¿Por qué no intentan ustedes?
—A mi jamás me dirá nada —bufó Pansy.
—Yo lo intente y bueno, me mando muy lejos —dijo Zabini.
Así que los tres Slytherin mirando a Regulus, que hizo una mueca no muy seguro.
—Podría intentarlo, pero si se han dado cuenta, últimamente no somos tan unidos.
—Porque estas unido a otra persona —soltó divertido Blaise.
—Eso es cierto —Pansy miró a su amiga y luego al Gryffindor—. ¿Son novios?
__________ casi se ahoga con su jugo al escuchar esa pregunta, mientras Zabini reía.
—Te lo dije —le dijo el moreno a Pansy—. Págame.
—No somos novios —les dijo su amiga.
—Somos esposos —soltó Regulus.
Pansy y Blaise abrieron la boca sorprendidos; miraron primero a Regulus, que estaba divertido por sus caras y luego a la castaña, quién estaba sonrojada mientras tomaba un pedazo de tostada y se la lanzaba a Regulus, quien la esquivo.
—Que ya te dije que esa boda es dudosa —se quejo ella.
—Hasta anillo trae —hablo Blaise al borrar el dedo de su amiga; no se había quitado el anillo que Regulus le dio.
—Quedamos empatados —dijo Pansy a Blaise.
—Dejen de apostar con mi vida amorosa, quieren —se quejo ___________—. Y tú deja de decir que somos esposos o se lo van a creer.
—Lo intentaré —dijo Regulus soltando una pequeña risa.
—Bueno, hay que enfocarnos en Draco y buscarlo antes de que inicie la clase —les dijo mirando a sus amigos—. ¿Están de acuerdo?
—De acuerdo —respondieron Pansy, Blaise y Regulus.
Los tres se levantaron de la mesa de Slytherin y se dividieron en busca de Draco, aún que sin duda era dificil dado que era un enorme castillo, con lugares que ni ellos habían estado, con salones incluso ocultos, todo una aventura para encontrarlo.
Así que a la hora de Defensa Contra las Artes Oscuras lo vieron formado a fuera del salón, junto con Crabbe y Goyle.
—Hola, Thea —dijo Harry llegando con Ron.
—¿Listo para tomar clases con Snape?
—Lo que más me emociona ahora —respondió con sarcasmo Harry, haciendo reír a sus amigos—. ¿Por qué ahora no estas con Malfoy? —lo miraron, el rubio estaba perdido en sus pensamientos.
—En realidad no hemos tenido mucha comunicación que digamos —murmuró algo triste—. Iré con Regulus y Pansy.
—Yo jamás lo encontre —les dijo Pansy cuando estuvo con ella su amiga.
—Yo solo cuando venía para acá —confesó Regulus—. No supe de donde venía.
—Llegue —dijo Zabini al llegar corriendo—. Este maldito sabe esconderse y más cuando tiene a sus dos gorilas con él.
—¿Supiste donde esta? —preguntó ___________.
—No —torció la boca—. Crabbe me hizo perder tiempo diciéndome tonterías.
No pudieron decir algo más, porque la puerta del aula se abrió, indicándoles que entraran.
Así lo hicieron, notando que el aula estaba decorado de forma muy peculiar, tenía velas encendidas con las cortinas corridas.
—Eso debe dolor —murmuro Zabini al ver los cuadros en las paredes, donde se veían sujetos que sufrían y exhibían tremendas heridas o partes del cuerpo extrañamente deformadas.
_________ los miró unos segundos, sentadose al lado de Regulus, quien también miraba los cuadros.
—No les he dicho que saquen sus libros —dijo Snape al tiempo que cerraba la puerta y se colocaba detrás de su mesa, de cara a los alumnos—. Quiero hablar con ustedes y quiero que me presten la mayor atención —miró a sus alumnos—. Si no me equivoco, hasta ahora han tenido cinco profesores de esta asignatura. Naturalmente, todos esos maestros habrán tenido sus propios métodos y sus propias prioridades. Teniendo en cuenta la confusión que eso les habrá creado, me sorprende que tantos de ustedes hayan aprobado el TIMO de esta asignatura. Y aún me sorprendería más que aprobaran el ÉXTASIS, que es mucho más difícil —empezó a pasearse por el aula y bajó el tono de voz—. Las artes oscuras son numerosas, variadas, cambiantes e ilimitadas. Combatirlas es como luchar contra un monstruo de muchas cabezas al que cada vez que se le corta una, le nace otra aún más fiera e inteligente que la anterior. Están combatiendo algo versátil, mudable e indestructible. Por lo tanto —continuó el profesor, subiendo un poco la voz—, sus defensas deben ser tan flexibles e ingeniosas como las artes que pretenden anular. Estos cuadros —añadió, señalándolos mientras pasaba por delante de ellos — ofrecen una acertada representación de los poderes de los magos tenebrosos. En éste, por ejemplo, pueden observar la maldición cruciatus — era una bruja que gritaba de dolor—; en este otro, un hombre recibe el beso de un dementor —era un mago con la mirada extraviada, acurrucado en el suelo y pegado a una pared—, y aquí vemos el resultado del ataque de un inferius —era una masa ensangrentada, tirada en el suelo.
—Entonces, ¿es verdad que han visto un inferius? —preguntó Parvati Patil con voz chillona—. ¿Es verdad que los está utilizando?
—El Señor Tenebroso utilizó inferi en el pasado —respondió Snape—, y eso significa que deberán deducir que puede volver a servirse de ellos. Veamos... —echó a andar por el otro lado del aula hacia su mesa—. Creo que son novatos en el uso de hechizos no verbales. ¿Alguien sabe cuál es la gran ventaja de esos hechizos?
Hermione levanto la mano sin dudarlo, mientras Snape la ignoro y miró a ___________, quién esta vez no levanto la mano, cuando era de sus alumnas que siempre respondía y aunque lo ocultara, podría ser una de sus favoritas.
—¿Señorita Lupin? —habló, sin dejarla de mirar.
—Creo que Granger sabe mejor la respuesta que yo, profesor —respondió, haciendo que algunos alumnos escondieran una pequeña risa, mientras Snape la miraba mal.
—¿Señorita Granger? —dijo Snape arrastrando las palabras en forma resignada al ver que su alumna no diría algo.
—Tu adversario no sabe qué clase de magia vas a realizar, y eso te proporciona una ventaja momentánea —respondió.
—Una respuesta calcada casi palabra por palabra del Libro reglamentario de hechizos, sexto curso —repuso Snape con desdén; Malfoy, que estaba en un rincón, rió entre dientes—, pero correcta en lo esencial. Sí, quienes aprenden a hacer magia sin vociferar los conjuros cuentan con un elemento de sorpresa en el momento de lanzar un hechizo. No todos los magos pueden hacerlo, por supuesto; es una cuestión de concentración y fuerza mental, de la que algunos... carecen. Ahora se colocaran por parejas. Uno de ustedes intentará embrujar al otro, pero sin hablar, y el otro tratará de repeler el embrujo, también en silencio. Pueden empezar.
—¿Otro duelo? —preguntó divertido Regulus mientras los alumnos se levantaban de sus lugares.
—Podría ser divertido —respondió ella también con una sonrisa.
Se levantaron y se pusieron frente a frente; decidieron que Regulus sería quien lanzara el hechizo, mientras __________ trataría de repelarlo.
Estaban tan concentrados solo en ellos, que Regulus sonrió cuando quince minutos después pudo conjurar un hechizo, pero se sintió más orgulloso el hecho de que ___________ pudiera repelerlo. Aquello sin duda merecía al menos veinte puntos por cada uno, pero Snape seguía enojado por la insolencias de la chica por no responder y con él por el simple hecho de ir en Gryffindor.
—Podríamos intentar lazarle un hechizo por gruñón —le murmuró la chica al peliengro.
Observaron como sus compañeros, en la mayoría, hacían trampa diciendo los hechizos en voz baja; Hermione fue la única, aparte de ellos, que pudo hacer magia no verbal.
—Patético, Weasley —escucharon a Snape que estaba con él y Harry—. Aparta, deja que te enseñe...
Vieron como sacudió su varita en dirección de Harry, quien no lo pensó don veces y gritó:
—¡Protego!
Su encantamiento escudo fue tan fuerte que Snape perdió el equilibrio y se golpeó contra un pupitre. La clase en pleno se había dado la vuelta y vio cómo Snape se incorporaba, con el entrecejo fruncido.
—¿Te suena por casualidad que les haya mandado practicar hechizos no verbales, Potter?
—Sí —contestó fríamente.
—Sí, «señor» —lo corrigió.
—No hace falta que me llame «señor», profesor.
—Castigado. Te espero en mi despacho el sábado después de cenar —dictaminó Snape—. No acepto insolencias de nadie, Potter. Ni siquiera del «Elegido».
Cuando terminó la clase, los alumnos salieron murmurando sobre lo que había hecho Harry, mientras iban a sus salas comunes o sus otras clases.
—Vaya que Harry puede ser algo impulsivo —dijo Stanley mientras iban a la biblioteca.
—Snape debió quitarle punto —habló indignada Pansy.
—Igual que a mí por ser algo insolente —dijo __________, tratando de apoyar a Harry.
—¿Eres amiga o enemiga? —preguntó Zabini.
Ella solo les dedico una sonrisa mientras entraban a la biblioteca.
Buscaron una mesa, para empezar hacer los deberes de Snape, era mejor no atrasarlos, porque sabían que en cualquier momento tendrían más.
La castaña se había levantado en busca de uno de los libros, cuando pudo observar como Draco también buscaba un libro y cuando lo obtuvo no tardo en abrirlo en una página especifica. Trato de ver cual era, pero Draco al sentir que lo observan cerro el libro y se lo llevo con él.
—¿Qué estaba leyendo? —preguntó en un murmuro Regulus, haciendo que la chica saltara de susto—. Lo siento —dijo intentando no reír.
—No vuelvas a hacer eso o juro que te golpeare.
—Vaya que tengo que acostumbrar a ese tipo de amor que me quieres dar —soltó una pequeña risa.
Stanley los miraba desde la mesa, como los dos empezaba a hablar y juguetear; ya no le dolía tanto verlos juntos, pero era claro que el sentimiento por _________ no se iría tan rápido, después de todo, había sido su primer amor y novia.
—¿Aún sientes algo por ella? —le preguntó Zabini, aprovechando que Pansy había ido por otro libro.
—Cariño tal vez —respondió para seguir con su tarea.
—¿En serio no te molesta que esos dos sean algo más que amigos?
—¿Por que debería? —lo miró serio—. Ella hizo su elección y yo debo de aceptarla —volvió a mirarla, ella reía con algo que le había dicho Regulus—. ¿Crees que Regulus haría cualquier cosa por ella?
—Yo digo que incluso ella podría hacer cualquier cosa por él —también los miró—. Sin aires de ofender, pero jamás la había visto de es forma por ningún chico.
La siguiente hora, fueron a Pociones. No había muchos alumnos, _________ pudo notar que la mayoría eran hombres; observo a los alumnos de Ravenclaw, entre aquel grupo de cuatro, se encontraba Janedith, que le dedico una pequeña sonrisa a la chica y siguió hablando con sus amigos.
—Pensé que me odiaría —le dijo a Regulus.
—¿Por qué? —preguntó desconcertado.
—Porque terminaste con ella y según en Hogwarts, soy una quita novios.
—¿Eso dicen de ti? —hablo serio.
—Es algo que no me importa mucho —alzo los hombros, restandole importancia—. Vamos, entremos —dijo cuando Slughorn abrió la puerta dejándolos entrar.
Al entrar, observaron varios vapores saliendo de distintos calderos, en ellos había diferentes pociones. __________ miró dudando donde se sentaba sus amigos, no sabía si Draco la querría cerca, pero Regulus le dio un pequeño empujón para que fueran con ellos.
Al pasar por uno de los calderos, un olor llego a sus fosas nasales, no era dificil adivinar de quien era ese olor, así que giro a ver a Regulus, quien también la miraba.
—¿Te pusiste más perfume? —preguntó él.
Ella desconcertada negó con la cabeza, para después observar aquel caldero con atención y sonrojandose por completo, era Amortentia. Al estar distraída con la poción, porque seguía un poco sorprendida al saber que olía a Regulus, tropezó con Draco, quién la sostuvo rápido antes de que cayera al suelo.
—Gracias —le dijo ella, pero Draco no le respondió, incluso la soltó de mala gana—. ¿Podrías volver a ser mi amigo, por favor? —murmuro solo para él, cuando se puso a su lado.
Draco la miró, pero ella ya le estaba prestando atención a Slughorn; el rubio sin duda daría por querer a su amiga una vez más, la extrañaba. Quería contarle todo lo que estaba sucediendo, alguien que tratara de comprenderlo, pero sabía que sería peligroso, no quería que ella estuviera en peligro.