El jardín de los lotos era un lugar hermoso, conformado por un lago pequeño y poco profundo, lleno de lotos acuáticos y peces de colores. En el medio del lago se alzaba un muelle que terminaba en un mirador destinado al descanso y la meditación, con un par de cojines y en el centro una mesita de bambú, ideal para apreciar el florecimiento de los lotos y el nadar de los peces, siendo así un lugar de paz y tranquilidad.
Un maravillado jade sonrió al observar el lugar, apreciando su belleza.
—Es realmente un bello lugar, WanYin —alabó el primer jade, admirando los lotos de colores rosas y blancos en el lago, sintiendo verdadera paz en su corazón, olvidándose momentáneamente el motivo por el cual se hallaban en aquel lugar.
"A mi lado hay algo más bello" fue el pensamiento automático de Jiang Cheng, desviando la mirada del cultivador más guapo de todos, avergonzado mientras sus mejillas se teñían de un suave carmín.
Apenas llegaron, Jiang Cheng ordenó a sus discípulos bocadillos, té y que los dejasen solos, pues debían tratar asuntos importantes entre ambos y no querían compañía.
Una vez solos, Jiang Cheng decidió ser el primero en hablar, mirando el florecimiento de los lotos, pensando qué tema debía abordar primero con el Lan mayor.
—A veces vengo aquí a meditar —soltó, esperando alguna reacción del contrario.
—Es un lugar idóneo para hacerlo, WanYin —suavizó su mirada ocre, desviando la atención de su taza humeante de un té de lavanda y lotos, que apostaba, sabía delicioso, para mirar los ojos azules y profundos del líder de lotos, sin dejar de sonreír.
Jiang Cheng lo miró largo rato, perdido en sus labios, recordando la sesión mañanera que habían tenido, siendo estos pensamientos nada inocentes. Acudió a él una pregunta que había querido hacerle al otro desde que le escuchó hablar. —¿Desde cuándo lo sabes? —arqueó una de sus cejas, notando el cambio diminuto en Lan XiChen.
—Un mes después de que iniciaron su romance —admitió, desviando su mirada, avergonzado ante su confesión.
—Y no me contaste porque... —se cruzó de brazos, comenzando a indignarse ante su respuesta.
—Ellos querían decírtelo personalmente, WanYin —explicó, mirando los ojos azules electrizantes, esperando ver reflejado algún sentimiento, más sin embargo, encontró una extraña calma en ellos—. Mi sobrino detuvo muchas veces los intentos del maestro Jin porque temía que los fueses a separar, considerando el tipo de relación que tendrían ambos y el comienzo de los rumores mal infundados —contó, recordando la expresión de melancolía que expresó su sobrino, recordando cómo el líder de secta Jiang se había mofado de la relación entre dos hombres en el pasado.
Jiang Cheng lo escuchó, permaneciendo pensativo, recordando las veces que se mofó de la relación de Wei Wuxian con el segundo jade, siendo un manga cortada. Ahora no podía decir nada por la relación que su sobrino sostenía y por el inicio de "algo más que amistad" con el líder Lan.
Dio dos sorbos ruidosos a su té, llamando la atención de Lan XiChen, quien dio un par de mordiscos a los baozis rellenos de vegetales que los discípulos habían llevado. —Lan XiChen —llamó, sin decidirse a enfrentar la mirada cobre de su acompañante.
—¿Sí?, ¿sucede algo WanYin? —preguntó, extrañado ante el llamado del contrario, viéndolo dubitativo.
—¿Es necesario que Jin Ling se comprometa con Lan SiZhui en este momento? —soltó su pregunta, repitiéndose una y otra vez el hecho de que eran demasiado jóvenes para hacerlo, mientras daba un sorbo a su té y un mordisco a su baozi relleno.
—Si ellos ya están cortejándose y se encuentran en edad casadera, la tradición así lo demanda, WanYin, de modo que el siguiente paso sería que anunciaran una fecha de compromiso a ambas familias para que estén enteradas acerca del compromiso de ambos, pero al ser Jin Ling un líder de secta, y nosotros como sus mayores, podemos realizar nuestras propias demandas en lo que respecta al compromiso de ambos —tranquilizó, con una sonrisa comprensiva—, ¿tienes alguna sugerencia? —quiso saber, interesado en lo que el fiero loto pensaba—. Lo ideal sería escucharlos primero y darles una oportunidad de explicar lo que ellos desean hacer —acotó, recibiendo una mirada de reproche del otro, al escuchar su discurso.
—Deberé tener una charla con mi sobrino sobre "eso" —dijo, sin atreverse a completar la oración.
—¿Sobre qué, WanYin? —El jade quería obligar al otro decirlo. Jiang Cheng sumamente apenado se forzó a decirlo.
—Sobre... sobre... las relaciones íntimas entre hombres —se apenó, desviando su rostro— ya sabes... ser un manga cortada —murmuró, con un puchero en sus labios, pensando y maldiciendo al Lan por haberlo obligado a decirlo en voz alta.
—Es un tema ciertamente interesante y no es tan ajeno a nosotros, seguramente el joven maestro Jin tendrá muchas preguntas —comentó, dando un sorbo a su té.
—¿Y tú?, espero que hables con tu sobrino respecto al tema, porque no me siento seguro de que Wei Wuxian hable de manera seria con él —expresó su inquietud, terminando su baozi relleno y su té. Pensaba a mil por hora sobre el ahora compromiso de su sobrino y el cómo abordaría un tema tan vergonzoso como aquel, siendo el tema en cuestión, la relación íntima entre hombres, estando genuinamente preocupado. Recordó parte de su propia historia personal, nunca se había relacionado con ninguna doncella y mucho menos retozado, siendo un verdadero inexperto en esa área, teniendo cierta noción en ese aspecto gracias a los libros eróticos de Nie HuaiSang en su adolescencia. Ahora, respecto a la relación íntima entre dos hombres, y ser señalado como manga cortada, su experiencia era reciente y estaba en vías de continuar explorando, justamente con la persona que tenía en frente. Desvió la mirada, sumamente cohibido por la imagen erótica de esa misma mañana que había acudido a su mente al mirar de manera furtiva los labios de Lan XiChen. Decidió pensar acerca del castigo que recibiría el Lan para más tarde, primero necesitaba discutir con él acerca del compromiso de sus sobrinos, no sabiendo de qué modo externar sus dudas, siendo el motivo principal de su preocupación el hablar acerca de "intimar con un hombre".
Lan XiChen miró a un pensativo líder de lotos, concentrándose en los turbados ojos azules que no sabía que le encantaban tanto.
—WanYin, debes tener muchas cosas en que pensar, pero iba a sugerirte que puedo prestarte mi libro, habla acerca de cómo tratar esos asuntos con adolescentes —sugirió, llamando la atención del líder de lotos.
Jiang Cheng se sorprendió al notar la soltura con la cual habló el primer jade, por lo que preguntó, expresando sorpresa: —¿tienes un libro como ese?
—Sí.
—¿Habla sobre mangas cortadas?
—Sí, y también tengo uno de cultivación dual y en qué consiste —mencionó, con un aura tranquila, mostrando ambos libros. Uno negro y el otro, rojo.
Cabe resaltar que la mandíbula de Jiang Cheng se abrió en clara sorpresa, mirando a un aparentemente tranquilo, primer jade.
—¡Préstamelos! —pidió con urgencia, tomando el libro rojo, hojeándolo con prisa.
—El libro rojo habla de la cultivación dual, cómo practicarla y las diferentes posturas que se pueden realizar, y el negro acerca de cómo hablar con adolescentes sobre esos temas —señaló, dejando el libro negro en la mesa, para consternación de Jiang Cheng, tomándolo y hojeándolo.
"Así que por eso sabía qué hacer exactamente" pensó Jiang Cheng mientras volvía a tomar el libro rojo, mirando las posturas variadas y no pudiendo evitar sonrojarse ante las eróticas imágenes. Lan XiChen sólo ensanchó su sonrisa, sabiendo lo que pensaba la mente aguda de Jiang WanYin.
"La próxima vez seré yo quien lo moleste en la cama con el castigo que recibirá en un rato" pensó nuevamente de manera maliciosa, decidido en hacerle perder cara al siempre apacible Lan XiChen.
De manera discreta, Jiang Cheng guardó los dos libros, mirando que se acercaba el atardecer.
—Iré a supervisar como van las obras del salón, ya vuelvo —indicó Jiang Cheng al primer jade, saliendo del jardín de los lotos, sacando el libro rojo, hojeándolo mientras caminaba, sonrojándose durante el camino al salón de los lotos. Al llegar al lugar, observó cómo iba tomando forma el trabajo de ambos jóvenes, teniendo una buena comunicación y sincronía en ayudar a restaurar el salón. Pudo notar como Lan SiZhui lo miraba con ojos ansiosos, desviando cada vez su mirada nerviosa, mientras Jin Ling evitaba su mirada a toda costa. Había decidido hablar con ambos acerca de sus intenciones e intentar probar si su amor era sincero. Dio unas instrucciones finales y regresó al jardín de los lotos, con una idea en mente.
Después de su partida, Jin Ling se acercó a Lan SiZhui, tomando un breve receso para poder hablar.
—Te dije que mi tío lo entendería, pero presiento que hablará sobre las aves y abejas, o en este caso, abejas —suspiró, queriendo saltarse ese tema de momento.
—Zewu-Jun querrá hablar conmigo también, incluso mis padres —comentó, con la imagen mental de un hablador y fanfarrón Wei Wuxian y un apenado Lan WangJi, asintiendo ante el discurso de su marido.
—Lo siento mucho por ti, SiZhui —consoló Jin Ling al ver el rostro decaído de su pareja.
—Si es por A-Ling, vale la pena —sonrió, besando su mejilla, siendo osado.
—¡Tú! —las mejillas de Jin Ling se tornaron rojizas, sintiéndose apenado ante la acción, pero gustándole secretamente los gestos dulces de Lan SiZhui.
—Pensé que tu tío me mataría —acotó Lan SiZhui.
—Últimamente se ha suavizado —comentó Jin Ling. Acercándose a él— creo que tiene una admiradora —contó mientras miraba hacia ambos lados—. Lo he pillado algunas veces leyendo cartas, lanzando algunos suspiros —agregó en secreto.
—¿No sabes qué doncella podría ser? —se aventuró a preguntar Lan SiZhui, sabiendo los rumores que rodeaban al líder Jiang y su fama con las casamenteras.
—Ni siquiera he visto su firma, pero siempre vienen en sobres azules —relató, en voz sumamente baja el contrario.
"Sobres azules" pensó Lan SiZhui, recordando ver esos mismos sobres en el hanshi de ZeWu-Jun.
—Creo que he visto esos sobres azules —comentó, sin darse cuenta.
—¡En serio! —gritó Jin Ling, emocionado al saber esa información, regulando su volumen— ¿Dónde los viste, SiZhui? —quiso saber, estrechando más su cercanía con el discípulo Lan.
—En el escritorio de Zewu-Jun, en el hanshi —al instante, los ojos de Jin Ling brillaron, al hilar cabos sueltos.
"Será que... mi tío y Zewu-Jun" pensó, mirando los ojos violetas de un tranquilo SiZhui, quien se veía nervioso por revelar tal información.
—SiZhui, crees que mi tío y Zewu-Jun... ¿estén saliendo? —lanzó, mirando la analítica mirada del Lan.
—Podemos observar su comportamiento estando juntos, igualmente vamos a estar unos cuantos días reconstruyendo el salón de los lotos, así que tendremos una oportunidad de ver más su interacción y confirmar nuestras sospechas.
Jin Ling asintió, retomando nuevamente la reconstrucción del salón y estando ciertamente sorprendido por el reciente descubrimiento. Se acercaron al resto de discípulos para lograr levantar el salón de los lotos, trabajando en conjunto para poder restaurarlo a lo que era, mientras los discípulos sentían auténtica curiosidad por el estado destrozado del lugar, pero obviamente sin atreverse a preguntar qué lo había ocasionado.
******************************************
Gracias por leer estimados lectores
Espero les este gustando la trama, ya en el siguiente capitulo habrá Xicheng